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México: Se reúnen líderes de la CNTE con secretaria de Educación

América del Norte/México/16-09-2022/Autora:Laura Poy Solano/Fuente:www.jornada.com.mx

Ciudad de México. Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se reúnen con la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, en un acercamiento con el gobierno federal para reinstalar las mesas de diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, suspendidas desde diciembre de 2020.

A su arribo a las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), poco después del mediodía, Pedro Gómez Bámaca, secretario general de la sección 7 de Chiapas, afirmó que “llegue quien llegue (a la SEP) nuestra disposición al diálogo está vigente, y es nuestra obligación, en representación de todos los trabajadores de la educación que caminan con nosotros, volver a plantear todas las problemáticas”.

Acompañado de los dirigente seccionales de Michoacán, Gamaliel Guzmán Cruz; de Ciudad de México, Pedro Hernández Morales; de Guerrero, Héctor Torres Solano, entre otros dirigentes, insistieron en que “no venimos como contingentes de cada uno de nuestros estados, sino en representación de todos los compañeros y venimos a plantear una problemática central: que desaparezca la Ley General del Sistema para la Carreras de las Maestras y los Maestros”.

Los dirigentes de la CNTE, quienes destacaron que en un diálogo directo con el presidente López Obrador, se reiteró la exigencia de volver a mesas de diálogo con el mandatario federal, indicaron que mantendrán la ruta de su plan de acción, que contempla este 26 y 27 de septiembre diversas movilizaciones simultáneas en los estados y una movilización en la Ciudad de México.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2022/09/14/politica/se-reunen-lideres-de-la-cnte-con-secretaria-de-educacion/

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Los 7 errores de los padres en el periodo de adaptación de sus hijos que querrás evitar

Por: Laura Peraita

Una experta en Educación Infantil de la UNIR explica cómo hay que enfrentarse a la primera separación de apego entre padres e hijos.

¿Cómo hacer bien el periodo de adaptación de los niños a Educación Infantil? Esta es la pregunta que se hacen muchos padres en estos días. La respuesta no es sencilla puesto que cada niño, y cada familia, es diferente, pero lo lo cierto es que sí que hay unas pautas generales que es conveniente conocer.

Carlota Pérez, directora del Grado de Maestro en Educación Infantil de UNIR, asegura que desde el punto de vista educativo no hay duda de que se trata de un momento excepcional. «Es la primera vez que el pequeño sale de su ámbito familiar para enfrentarse a un nuevo entorno totalmente desconocido, por lo que hay que darles tiempo para normalizar la situación. El periodo de adaptación debe existir sí o sí para el pequeño, pero también para los padres que deben cambiar rutinas, horarios sobre las dinámicas familiares de comidas, alimentación, ocio…».

Explica que emocionalmente es normal que los progenitores sientan incertidumbre sobre si su bebé estará bien cuidado y recibirá la atención y el cariño que merece, «por eso es importante tener un contacto directo con los educadores», por lo que recomienda que, sobre todo en los primeros días, sean los padres los que lleven al pequeño al centro y vayan a recogerle para que, de este modo, los educadores puedan darles información de primera mano sobre cómo ha llevado el día su pequeño.

Al ser una época de grandes cambios, los padres no deben dejarse dominar por un sentimiento de culpabilidad por no poder estar las 24 horas del día con su hijo. Esta sensación es la que provoca en muchos padres que mimen en exceso y consientan a sus hijos aspectos que de otra forma no harían. Por todo ello, Carlota Pérez expone diversos errores muy comunes que hay que intentar evitar:

Transmitir intranquilidad al bebé

No hay que dejarse llevar por los nervios propios de la separación. Como adultos se deben controlar tanto los gestos como las palabras para que el pequeño no aumente su sensación de inseguridad.

Evitar determinadas frases

Si se le dice en el momento de la separación «No llores cariño que si no mamá se va a ir muy triste a trabajar», se le está haciendo un chantaje emocional y se le hace al niño responsable de nuestra tristeza. «No te preocupes que vengo muy rápido», supone una gran mentira. «Deja de llorar que cuando venga a por ti te voy a comprar chuches», implica un soborno en toda regla. «No llores que no es para tanto», implica que no valoramos sus emociones y se minimizan.

Alargar la despedida

Muchos padres temen el momento de separarse y perder el contacto visual con sus hijos cuando entran en su clase y no paran de hablarles, de sostenerles en brazos… lo que alarga el sufrimiento de ambos.

Irse a escondidas, sin decir ni adiós

Para el pequeño perder de vista de repente a sus figuras de referencia, sin un beso de despedida o una caricia, puede generarle más miedo a enfrentarse a la nueva situación.

Acudir toda la familia a la escuela para ver cómo entra en su clase

Para el niño puede suponer un mayor disgusto el momento de la despedida si están sus padres, los abuelos, algún tío o primito. Ver que él se va y se mete en una clase mientras el resto de su familia sigue unida, no debe ser agradable.

Que falte al día siguiente

Algunos progenitores consideran que «como ayer ya lo pasó muy mal el pobrecito, pues mejor que hoy se quede en casa tranquilito, y ya irá mañana». Cuanto antes coja el hábito de rutina es mejor para él, de lo contrario supone alargar el periodo de adaptación y jugar al despiste.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/errores-padres-periodo-adaptacion-hijos-querras-evitar-20220908112531-nt.html

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“No podría contestar eso”: tunden a Leticia Ramírez por desconocer cómo aprenderán matemáticas los niños. México

América del Norte/México/09-09-2022/Autor(a) y Fuente: profelandia.com

Este tropiezo de Ramírez Amaya ha generado una serie de reacciones en contra de ella, ya que se trata de la funcionara encargada de encabezar la puesta en marcha del nuevo Plan de Estudio.

Sendo tropiezo de la nueva titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Leticia Ramírez Amaya.

Y es que este día concedió un entrevista a la periodista Danielle Dithurbide para Televisa, en donde el tema principal fue el arranque de la prueba piloto del nuevo plan de estudios en el ciclo escolar 2022-2023.

“¿Cómo va a aprender, trátenos de poner un ejemplo, cómo va a aprender un niño las matemáticas en segundo de primaria que ya esté en el nuevo modelo educativo?”, cuestionó la periodista a la Secretaria de Educación.

Sin embargo, la funcionaria visiblemente nerviosa por no encontrar un respuesta a la pregunta, solo se limitó a contestar un simple: “No podría contestar eso”.

Este tropiezo de Ramírez Amaya ha generado una serie de reacciones en contra de ella, ya que se trata de la funcionara encargada de encabezar la puesta en marcha del nuevo Plan de Estudio 2022 de educación básica.

Y es que fue el pasado 1 de septiembre cuando oficialmente asumió el cargo de titular de la SEP, luego de la salida de Delfina Gómez Álvarez, quien se fue en busca de la gubernatura del Estado de México en 2023.

Aquí algunas reacciones al tropiezo de Leticia Ramírez:

Alejandro Rodríguez
@AlexRdgz
Ya ví completa la entrevista que le hizo @daniellemx_ a la «titular» de @SEP_mx y mi conclusión es que la señora Leticia Ramírez no sabe ni lo que ignora.
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Villalpando
@Irma_vh
Y no la defiendo, solo digo que la mayor parte de los secretarios de educación en este país están lejos de la pedagogía, lamentablemente.
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Abelardo Carro
@AbelardoCarro
Imaginemos la reacción de las redes sociales y del magisterio si, Aurelio Nuño, le hubiera respondido a una reportera o reportero: “no podría contestar eso”…
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Fuente e Imagen: https://profelandia.com/no-podria-contestar-eso-tunden-a-leticia-ramirez-por-desconocer-como-aprenderan-matematicas-los-ninos/
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Cambiar de Secretaria no significa un cambio educativo

Por: Abelardo Carro Nava

«El Sistema Educativo Mexicano está permeado por problemas estructurales que, si bien es cierto, su origen se remonta a las pésimas decisiones que anteriores gobiernos han tomado, también es cierto que las políticas que en estos 4 años se han implementado, poco o nada han colaborado para aminorarlos.»

El pasado 1 de septiembre, la periodista Denise Maerker, presentó en su noticiero nocturno, una realidad que viven quienes asisten a cientos de escuelas públicas en nuestro país; se trató de la Escuela Secundaria Francisco Ruiz Massieu ubicada en la comunidad Caridad, de San Marcos, en el estado de Guerrero. El reportaje, como tal, muestra a unos estudiantes tomando clases al aire libre, mientras otros, ocupan un salón de clases porque, desafortunadamente, además de no contar con espacios suficientes donde se desarrolle en las mejores condiciones el proceso de enseñanza y de aprendizaje en cada uno de los grados, carecen de pizarrones, escritorios, computadoras, material didáctico, pero también, sanitarios o luz eléctrica.

Esta, repito, es una realidad que muy pocas veces se escucha en los discursos y logros que, con bombo y platillo, se anuncian desde Palacio Nacional o desde la Secretaría de Educación Pública (SEP). Y es que, por ejemplo, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en su reporte Información Estratégica para el Regreso a Clases en México 2021, 89 mil escuelas de educación básica carecen de drenaje, 39 mil 558 no tienen red de agua potable, 9 mil 989 no cuentan con energía eléctrica. Insisto, una realidad que ahí está, pero que pocas veces se señala y, si se hace, es con el propósito de culpar a gobiernos pasados lo cual, de alguna forma puede ser cierto, pero, transcurridos 4 años de gobierno lopezobradorista, ¿sigue sin ser atendido un tema tan importante para la formación de niñas, niños y adolescentes?

Ahora bien, también, hace unos días, la periodista Azucena Uresti, a través del programa de noticias que conduce por la noche, dio a conocer otra de esas realidades que ahí están, pero que tampoco se incluyen en esos discursos y logros presidenciales o secretariales; en Tuzantla, Michoacán, más de 100 escuelas públicas y particulares (87 primarias, 4 secundarias y 20 telesecundarias), no iniciaron el ciclo escolar 2022-2023 por una sencilla razón: el miedo que trae consigo el clima de violencia e inseguridad que han generado grupos de criminales en esa entidad federativa, como en otras.

Asunto que no es menor pues, si revisamos la percepción de inseguridad de los mexicanos que, en enero de este año dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2022), ésta aumentó, del 64% registrada en septiembre paso al 65.8% en diciembre, de 2021. Esto puede significar que ese último porcentaje de la población, haya percibido que el lugar en que reside es inseguro pues, durante ese mismo periodo, los datos que ofrece este instituto obtenidos a través de la aplicación de una encuesta nacional de seguridad pública urbana, reflejaron que los habitantes consultados, vieron o escucharon conductas delictivas o antisociales alrededor de su vivienda como: consumo de alcohol en las calles (61.7%), robos o asaltos (55.7%), vandalismo en las viviendas o negocios (42.7%), venta o consumo de drogas (40.5%), disparos frecuentes con armas (39.6%), bandas violentas o pandillerismo (27.15), entre otros. Culpar o responsabilizar al pasado, ¿cobra sentido después de 4 años de gobierno en los que tal inseguridad no se ha sido atendida para que dichos índices disminuyan paulatinamente? Tal vez, ello explica, el por qué ahora las escuelas de algunos estados como Baja California, Zacatecas, Puebla o Morelos, hayan optado por enseñar en sus respectivos espacios educativos, ciertos protocolos para actuar en una situación de violencia cuando ocurra, por ejemplo, una balacera cerca de su escuela.

Lo anterior, son dos claros ejemplos de una realidad que es latente en nuestro país, como también lo es, el que la SEP en los últimos años se haya visto como un trampolín político para ocupar un cargo público de posible mayor envergadura, o bien, una candidatura para una gubernatura en cierto estado de la República Mexicana. Cambiar de Secretario o Secretaria, no significa un cambio educativo ipso facto.

Como se sabe, el Sistema Educativo Mexicano está permeado por problemas estructurales que, si bien es cierto, su origen se remonta a las pésimas decisiones que anteriores gobiernos han tomado, también es cierto que las políticas que en estos 4 años se han implementado, poco o nada han colaborado para aminorarlos. Es obvio, tales problemáticas rebasan, por mucho, lo que podría denominar como “buenas intenciones”; por ejemplo, uno de los programas estrella de este gobierno, en materia educativa, como el de la Escuela es Nuestra, no ha logrado atender las demandas y necesidades acumuladas de los planteles escolares que, como en el caso de la secundaria arriba expuesto, son el común en el territorio mexicano. Tampoco lo ha sido el otorgamiento de becas a los estudiantes puesto que, a decir de los datos contenidos en el Cuarto Informe de Gobierno, más de 520 mil alumnos no se inscribieron en el ciclo escolar 2021-2022; de hecho, la pérdida más significativa en este rubro, ocurrió en educación básica debido a que, en educación inicial y primaria, ya no se registraron 438 mil estudiantes.

Y bueno, si de formación profesional docente hablamos, habría que consultar y contrastar los datos que recientemente dio a conocer el Instituto Mexicano para la Competitividad A. C. (IMCO), donde se señala que el Programa de Desarrollo Profesional Docente va en picada pues, en 2016, fueron asignados 3 mil 539 millones de pesos, pero en 2022, solo se destinaron 249 millones, lo que representa que el gobierno federal solo destinó 38 centavos por docente para capacitaciones. Si, se leyó bien: 38 centavos por docente. ¿De qué manera se pueden mejorar los procesos educativos si un tema tan importante no es apoyado con suficientes recursos? En fin.

En los últimos días, he visto con atención, que varios colegas, investigadores, académicos o profesores, nos hemos concentrado en analizar la puesta en marcha del plan de estudios 2022, a implementarse en 2023, justo a un año de que termine este gobierno; la discusiones se han centrado en su contenido, estructura, enfoque, entre otros aspectos, pero también, en el “piloteo” que en el mes de octubre de este año comenzará a realizarse en pocas, muy pocas escuelas de nuestro país; sin embargo, pienso, que más allá de estos temas que son relevantes, existen otros tantos que, de manera cotidiana y recurrente, viven y padecen las maestras y maestros mexicanos. ¿Valdría la pena echarles una mirada? Yo creo que sí, porque sin ser pesimista, advierto que la recién nombrada Secretaria de Educación, poco podrá hacer en el ámbito educativo pues los problemas ahí están y se siguen acumulando, por ejemplo, los derivados del desastre que es la Unidad del Sistema de la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM) donde, por cierto, se sigue aplicando a raja tabla una política neoliberal, la más neoliberal de todas, que cada mañana se critica hasta el hartazgo desde el pulpito presidencial y secretarial.

Al tiempo.

Fuente: https://profelandia.com/cambiar-de-secretaria-no-significa-un-cambio-educativo/

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México: La educación, el antídoto para la violencia que sufre el país

Por: Pedro Kumamoto

Entre menos se le apueste a una escuela, menos se le estará apostando a las posibilidades de un futuro digno para quienes la habitan.

Los titulares, las discusiones en redes sociales, los temores que enfrentamos al salir de la casa nos confirma que la violencia en el país nos golpea diariamente. No se trata de una consigna contra un gobierno, sino una realidad que se ha esparcido por todo el territorio.

Es tan grave la problemática que los dos temas dominantes de la agenda pública de los últimos días, han sido las respuestas que esta administración busca dar para hacer frente ante el espiral de inseguridad: la prisión oficiosa y el mando militar para la Guardia Nacional.

Independiente de la postura que se tenga sobre estas dos propuestas, se puede adelantar que son dos medidas que tratan de administrar y contener la inercia, que no atienden las causas verdaderas de nuestra crisis de seguridad. Entonces ¿qué camino podríamos seguir para verdaderamente hacer un cambio en la estrategia para recuperar la paz en el país? En principio, voltear a sus causas.

Cuando lamentablemente suceden hechos de inseguridad que conmocionan a la sociedad, tanto gobernantes en turno como especialistas en la materia coinciden en la necesidad de ver a la violencia como un fenómeno multifactorial y profundo. En estos análisis se señala el papel protagónico que tienen elementos como la falta de oportunidades, la pobreza, la desunión de las comunidades, la violencia en los círculos familiares, así como una cultura que enaltece el dinero rápido y desprecia la vida.

Viendo estos problemas, la única verdadera respuesta que podría atenderlos se encuentra en la educación. Con ello no me refiero únicamente al salón de clases, pizarrón, docentes y alumnado. Sino en realmente que como sociedad le apostemos a crear una nueva manera de educarnos, de dotar de los recursos necesarios a esta prioridad y de crear comunidades pedagógicas que se cuidan.

La educación cambia nuestras vidas. Sin embargo, no pasa de manera azarosa sino que requiere de un balance preciso entre una familia que acompaña, alumnos bien alimentados y sanos, instalaciones dignas, docentes con vocación, capacidad y entrega, un ambiente escolar libre de acoso, programas educativos que motivan y hacen sentido e incluso condiciones externas al plantel como la seguridad en el trayecto de la casa a la escuela, entre muchos otros factores.

El incremento exponencial de inseguridad, los índices de desigualdad social, la violencia intrafamiliar, la delincuencia organizada, el trabajo infantil, así como los preocupantes índices de marginación, guardan una estrecha relación con el estado educativo y las posibilidades de romper el espiral de violencia.

Al ser las únicas plataformas de desarrollo con las que cuentan muchas comunidades, las escuelas funcionan como un termómetro que refleja el estado de la misma. Así, entre menos se le apueste a una escuela, menos se le estará apostando a las posibilidades de un futuro digno para quienes la habitan.

La movilidad social, el derecho al desarrollo y a una vida libre de violencia, solamente podrá garantizarse a través de la educación como vehículo de desarrollo comunitario. El desenlace de la crisis que nos atraviesa como país, hoy depende de la voluntad política para atender las verdaderas causas que por demasiado tiempo han sido ignoradas.

https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pedro-kumamoto/2022/09/06/la-educacion-el-antidoto-para-la-violencia-que-sufre-el-pais/

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Construyendo cultura de paz desde la escuela

Por: Julio Leonardo Valeirón Ureña

Una escuela centrada en una cultura de paz posibilita recuperar la esperanza, la capacidad de soñar en realidades nuevas, la capacidad de construir nuevas relaciones con nosotros mismos, los demás y con nuestro entorno.

En la entrega que hiciéramos el pasado 1 de agosto iniciábamos planteando lo siguiente:

“Partiendo de la idea de que cultura de paz es el marco de relaciones que promueve el respeto mutuo en todo el sentido de la palabra, el diálogo franco y fraterno en la resolución de las diferencias, de los conflictos y la búsqueda de los consensos, la vida digna en un ambiente de armonía consigo mismo, con los demás y el entorno, su apuesta, presupone el desarrollo y promoción de valores, actitudes y comportamientos que fomenten el buen vivir juntos en el marco del respeto a la persona en su integridad biopsicosocial.”

No tenemos ninguna duda acerca de la misión que tiene el hogar, la familia, en el desarrollo de valores esenciales para la convivencia humana. Ese primer espacio de vida y de socialización inicia la conformación de nuestro ser y de nuestra personalidad. En un contexto de relaciones donde prima lo afectivo, aprendemos a sentir los primeros efectos del amor y la ternura, del susurro amoroso bajo la calidez del pecho materno que nos cobija y apacigua, haciéndonos seres sensibles al vínculo con los demás. En esta etapa se inicia un proceso de interiorización de normas sociales y culturales, como el desarrollo de algunas habilidades y capacidades para desenvolvernos en la vida social, al mismo tiempo que la construcción de nuestra identidad personal, y que luego será personal y social. Para muchos niños y niñas este proceso se ve complementado, de manera importante, en las guarderías o jardines de infancia. Nos hacemos seres humanos. Las políticas públicas de la primera infancia deben velar por el buen desarrollo de esta etapa de la vida como garantía de una sociedad centrada en el bienestar colectivo.

La escuela, desde el nivel inicial, continúa este proceso incorporándonos a una nueva forma de relación social en el cual confluyen otras niñas y otros niños de hogares distintos y con características diferentes. Y aunque guiados por principios afectivos principalmente, inician los procesos de construcción de ciudadanía en el marco del reconocimiento que hay otros niños y otras niñas, con los cuales se deberá ampliar el proceso de aprendizaje iniciado en el hogar, bajo el cuidado y las atenciones de quienes tienen y asumen esa noble tarea.

En esa perspectiva cobra una particular importancia el vínculo familia-escuela-comunidad, que deberá generar las actitudes como los comportamientos que al mismo tiempo que nos hacen ser seres particulares, crezca en nosotros la conciencia de ser un ser situado en un contexto social y cultural determinado. La identidad personal y social cobra una dimensión de gran significación en la conformación y desarrollo nuestra estructura mental como de nuestros comportamientos.

La escuela debe constituirse en un espacio capaz de construir una nueva ciudadanía para una nueva sociedad. Este deseo y aspiración cobra mayor importancia en la época que vivimos donde predomina una cultura consumista e individualista, sexista, simplista, violenta, intolerante como discriminatoria, excluyente y centrada en una vida de atajos sin mediar consecuencias.

La dinámica de relaciones que supone la escuela debe ser capaz de apostar al desarrollo de una conciencia centrada en la solidaridad, la igualdad y equidad, la compasión y la bondad, el respeto a sí mismos, a los demás y a toda forma de vida. Para ello, la escuela debe organizarse para que primen en ella relaciones centradas en el diálogo abierto y la participación, en el respeto a los demás, a pesar de sus formas distintas de pensar, en el ensanchamiento de nuestros esquemas mentales a través del aprendizaje significativo.

La escuela debe convertirse en un espacio de construcción de una cultura de paz, comprometida con ella en todas sus acciones y vida cotidiana, desarrollando y proponiendo, al mismo tiempo que promoviendo normas de convivencia centradas en las relaciones positivas con los demás y el entorno. La escuela, como organización para aprender, debe organizarse desde la entrada a la salida de sus estudiantes y todo el personal, para propiciar actitudes que predispongan a comportamientos personales y colectivos centrados en el diálogo como vehículo indispensable para enfrentar y resolver las desavenencias y los conflictos; al mismo tiempo y como espejo de cuanto sucede en su entorno y la realidad global, debe posibilitar el modelar nuevas maneras de enfrentar, pensar y actuar en esa misma realidad.

Se trata entonces de aprovechar todos los recursos que en ella confluyen (personas, tradiciones, valores, organizaciones, etc) de tal manera, que permitan la formación integral centrada en la persona y la conciencia de ser parte de una colectividad comunitaria, nacional y planetaria. La escuela debe responder a las necesidades y realidades en que viven inmersos sus estudiantes, posibilitándoles otras maneras de encararlos, analizarlos y comprenderlos, pero, sobre todo, actuando en función de la cultura de paz que asume y promueve como guía.

Desarrollar estrategias que promuevan la paz en la escuela, la familia y la comunidad, se constituye en un propósito fundamental, de cara al desarrollo psicoemocional y cognitivo de sus estudiantes.

Por supuesto, los maestros y todo el personal que labora en la escuela deben estar capacitados para constituirse en referentes claves en la construcción de nuevas relaciones centradas en la paz y en nuevas maneras de enfrentar, comprender y actuar antes la realidad misma. Así la escuela empezará a prefigurar la sociedad que todos anhelamos.

Una condición necesaria para asegurar este proceso es la promoción de redes de escuelas, que en el intercambio presencial o virtual, puedan compartir experiencias posibilitando la construcción de una nueva cultura escolar nacional.

Por eso, la escuela es un escenario clave para que los alumnos y todo su personal, aprendan nuevas maneras de comprender, nuevas maneras de ser, así como nuevas maneras de vivir juntos y aprender a aprender, como muy bien señala Jacques Delors en su libro “La educación encierra un tesoro

Fuente: https://acento.com.do/opinion/construyendo-cultura-de-paz-desde-la-escuela-9099722.html

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El anti intelectualismo en la SEP

Por: Miguel Ángel Pérez

Primero fue el nombramiento de Delfina Gómez, con un perfil muy bajo en términos académicos y ahora pasa lo mismo con Leticia Ramírez (Lety como le dice burlonamente en entrevista la Doña Elba Esther Gordillo). Ambos nombramientos del cargo más importante que se puede tener en la conducción, organización y gestión de los asuntos educativos en nuestro país, da cuenta de una postura y un lenguaje cifrado y en términos simbólicos nos da a entender al actual gobierno no le interesa el rigor académico, el nivel académico o la intelectualidad y algunos críticos son más severos: al actual gobierno no le interesa la educación.

En términos ortodoxos uno puede pensar que el nombramiento más importante para atender los asuntos educativos pudiera o debería recaer en un personaje (mujer u hombre) con el nivel académico más alto, pero que a su vez haya pasado por estudios básicos de magisterio, que conozca la vida en las escuelas y el funcionamiento del sistema educativo a todo lo largo y ancho de su complejidad. Los rasgos del perfil no son complicados, el problema viene con las y los candidatos para ocupar dicho cargo.

El optar en esta segunda ocasión por un personaje cuyo mérito central fue la militancia sindical y el haber sido maestra frente a grupo es pensar hacia abajo en el compromiso de sacar adelante un proyecto ambicioso y de largo aliento. El problema también no es personal, en el fondo se esconden las verdaderas aspiraciones institucionales. Lo que ha venido haciendo el actual gobierno es colocar a un personaje al frente del principal organismo educador, como figura decorativa y tiene y mantiene equipos de trabajo, que son los que verdaderamente están sacando adelante el proyecto educativo.

El mandar un mensaje de perfil muy por debajo pudiera entenderse como un anti – intelectualismo de la persona que estará al frente de la SEP, en el fondo da cuenta de esa especie de desprecio por el desarrollo académico y por la academia en sí misma. Ahora bien en estos momentos el abordaje de los asuntos educativos en pleno proceso de transición y en donde también se aspira a renunciar a un estilo de hacer gestión pedagógica nacional para dar lugar a un proyecto cuyos contenidos son nuevos, distintos, innovadores, en ello se requieren interlocutores que desde el ámbito institucional sean capaces de dialogar con la sociedad en su conjunto, comenzando con los y las académicos, investigadores, docentes sindicato, para generar una sinergia y un proyecto más potente y más ambicioso.

¿Que subyace debajo del nombramiento de Leticia Ramírez al frente de la SEP? Un gran cúmulo de aspiraciones de carácter político, de negociar y hacer ajuste de cuentas con el sindicato y con sus diversas aristas y corrientes sindicales, de preparar el terreno y sentar las bases para el futuro político y garantizar la continuidad trans – sexenal del actual proyecto político.

Atrás de este nombramiento también se esconde el desinterés por atender de mejor manera los asuntos educativos bajo un proyecto que demuestre la seriedad desde la principal persona nombrada para tal efecto. La atención al magisterio y sus demandas, la atención de padres y madres de familia que reclaman la apertura de las escuelas de tiempo completo, de guarderías que fueron cerradas, y de espacios de atención que inexplicablemente ya no están.

En el equipo del presidente hay personas que tienen un perfil más cercano a lo que ahora se necesita, ¿Por qué ni la decisión, ni la voluntad política estuvo centrada en ir por ellas o por ellos? Solo el presidente sabe, pero estas decisiones aisladas, personales dan cuenta de que sus asesores no se acercan y que la visión del presidente es corta en cuanto a darle el verdadero valor al componente de desarrollo educativo y por lo tanto al cuidado de la persona que habrá de hacerse cargo de facilitar dicho proceso.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-anti-intelectualismo-en-la-sep/

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