Page 226 of 472
1 224 225 226 227 228 472

España: Los nuevos profesores tendrán que hacer un año de prácticas obligatorias en la escuela antes de ejercer

Europa/España/20 Febrero 2020/elpais.com

El Gobierno quiere mejorar la formación de los docentes, puesta en entredicho, con el “programa de inducción a la profesión”

El Gobierno ha anunciado este jueves en el Congreso una novedad para mejorar la formación del profesorado, puesta en entredicho. La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha explicado que los que quieran dar clase de infantil, primaria o secundaria, además del título universitario, pasarán un periodo de prácticas tuteladas en el aula de un año antes de ejercer. Pocos políticos en el Parlamento ponen en duda la necesidad de mejorar la formación de quienes educan a las nuevas generaciones, aunque discrepan en la forma de hacerlo. El periodo de prácticas que realizan actualmente los aspirantes a maestro es de tres a cinco semanas por curso, mientras que para los que cursan el máster en formación del profesorado, obligatorio para dar clase en secundaria, suponen 12 de 60 créditos.

“En colaboración con el Ministerio de Universidades y la Conferencia de Decanos de Educación, hemos comenzado a revisar la formación inicial de los docentes, tanto los grados de Educación Infantil y Primaria, como el Máster de Formación del Profesorado de Secundaria, para garantizar las competencias que requiere enseñar en una escuela inclusiva”, ha afirmado la ministra durante la presentación en la Comisión de Educación de las líneas maestras de su política. “La mejora de la formación práctica de nuestros futuros enseñantes se traducirá en la propuesta de un año de práctica tutelada que permitirá incorporarse a los nuevos docentes a su tarea con las garantías de una adecuada supervisión. Un programa de inducción a la profesión”.

En España sobran graduados en Educación. Las universidades públicas y privadas ofrecen un 50,5% más de plazas que los puestos de trabajo que se crean, según alertó la conferencia de rectores (CRUE) en su penúltimo informe La universidad en cifras, del curso 2016-2017. Hoy basta con contar con el grado en Educación Infantil o Primaria (de cuatro años de duración) para ejercer en una escuela y, antes del Plan Bolonia, la carrera era una diplomatura, Magisterio, de tres años. Quienes quieren trabajar en un colegio público tienen además que opositar.

Por contra, los profesores de secundaria son graduados universitarios, normalmente de la materia de la que son docentes, y están obligados a cursar un máster en formación del profesorado. Este posgrado obligatorio, de 1.500 horas entre teoría y prácticas sustituyó al Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP), vigente desde 1971 a 2009, que los aspirantes a profesores obtenían en pocas semanas y con escaso esfuerzo.

La mayoría de los estudiantes de Educación son mujeres (76%) y proceden de familias con bajos ingresos, ya que el 69,5% de ellos solicitaron beca en el curso 2016-2017 frente al 58,1% de media de las otras carreras. Aprueban casi todas las asignaturas: el 89,6% de los créditos, frente al 78,6% de media en los grados. Y hay muchas vocaciones, porque solo el 9% de los alumnos abandona la carrera, la mitad que el promedio de estudios. Eso explica que el 70% se gradúe en el año que le corresponde cuando la media es del 49%.

En muchos grados de Educación se accede en España con apenas un cinco, el mínimo, a diferencia de Finlandia, el gran referente educativo. En el país nórdico a cada plaza como alumno se presentan nueve candidatos. Se evalúa el expediente y hay una exigente prueba de acceso, pero la parte más dura es una entrevista y una práctica, porque es vital una aptitud excelente para la docencia, no solo demostrar conocimientos.

La formación de los maestros, más que la de los profesores de secundaria, está en entredicho. Cataluña, que no tiene un excedente de estudiantes de Educación Infantil y Primaria, es la única comunidad que cuenta con una criba previa de sus alumnos de este grado. Una especie de segunda selectividad llamada Pruebas de Aptitud Personal (PAP). Se estableció en 2017 y consta de pruebas específicas de competencia matemática y comprensión lectora. Entre un 30% y un 40% de los aspirantes suspenden cada año este examen pese a que el 96% de los bachilleres aprueba Selectividad. El curso que viene Baleares copiará el modelo catalán.

Celaá se plantea también “una revisión del proceso de acceso a la función pública docente”, lo que supondría un cambio en las oposiciones objeto de polémica en cada convocatoria. El 9,6% de los puestos de las oposiciones a secundaria en 2018 (son cada dos años) quedaron vacantes y se sabe que las faltas de ortografía y errores gramaticales, aunque nunca sea algo generalizado, lastraron la calificación de un número no despreciable de candidatos.

EL GOBIERNO RETRASA EL PROMETIDO CAMBIO DEL MODELO DE BECAS

El Gobierno se compromete a bajar de 5,5 a 5 la nota mínima para acceder a las becas de estudios no universitarios (Bachillerato y FP Superior). Pero es más cauto en el caso de las ayudas universitarias, las más cuantiosas. La ministra Isabel Celaá solo ha prometido, en su intervención este jueves en el Congreso, “reducir gradualmente a 5 la nota de acceso a las cuantías fijas de becas universitarias”, pero no ha detallado en cuánto tiempo. Tampoco se ha comprometido a retirar ya la parte variable de la beca (la que reparte un monto cerrado entre el total de becados con cuantía fija ese año) que impuso el ministro José Ignacio Wert (PP). Un modelo que fue muy combatido en las calles por la marea verde. El acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Podemos incluye quitar esta cuota variable.

Wert también endureció mucho las condiciones para reintegrar la beca cuando el estudiante no aprueba, y Celaá asegura que se cambiará el modelo, pero no ha pormenorizado de qué manera.

Celaá se ha felicitado porque su ministerio ha agilizado el pago de becas: “Hemos podido alcanzar las 664.336 becas en febrero, cuando el año pasado en estas fechas fueron 479.496”. La partida de becas, ha recordado, ha subido en 30 millones de euros este curso, desde los 1.470 millones iniciales, pese a prorrogarse los Presupuestos al cambiar los umbrales de renta para obtener la ayuda.

La universalización de la educación infantil de cero a tres años va a ser también más lenta de lo esperado. El Gobierno se plantea instaurarla, en sintonía con las autonomías, en ocho años “priorizando el acceso del alumnado en riesgo de pobreza y exclusión social”.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2020/02/20/actualidad/1582188892_749257.html

Comparte este contenido:

El veto parental, vuelta a la Inquisición

Por: Juan José Tamayo

El autor sostiene que la medida adoptada en Murcia somete al profesorado a la estrategia del miedo y le impide educar desde la libertad, en libertad y para la libertad

Con la aprobación del veto parental en la Región de Murcia vuelven a España la Inquisición, una institución que dábamos por desaparecida en el siglo XIX, y la censura, que creíamos enterrada con la Transición democrática. Lo más grave es que la Inquisición y la censura se imponen en el sistema educativo, en la escuela pública y en la concertada. El argumento utilizado por Pablo Casado para justificar dicho veto se resume en dos afirmaciones falaces: “Saquen sus manos de nuestras familias» y “mis hijos son míos”.

No sé muy bien a quiénes se refiere la primera afirmación: ¿a los profesionales de la educación: maestros, maestras, educadores, y educadoras, psicólogos?, ¿al Estado? Si se refiere a los primeros, carece de sentido, porque es a ellos a quienes les corresponde la tarea formativa-informativa-educativa en la escuela. Si se refiere al Estado tampoco es muy afortunada, porque es la institución que tiene la obligación de ofrecer una educación integral en las mejores condiciones. Las familias pueden y deben colaborar en la tarea educativa escolar, claro está, pero no erigirse en protagonistas de la misma ni marcar su orientación pedagógica ni poner vetos a su contenido.

A la afirmación de Casado “saquen sus manos de nuestras familias” habría que responder con otra: “Saquen las creencias religiosas de las aulas”, ya que con frecuencia la presencia confesional de la religión en la escuela es una de las responsables del veto parental. Como afirma Mariam Moreno, experta en coeducación y creadora del programa Scholae, cuyo objetivo es incorporar la igualdad en los colegios, “el sistema educativo no puede depender de las creencias de las familias, que no tienen el derecho a imponer sus creencias sobre los derechos humanos”.

Por lo que se refiere a la segunda afirmación, “mis hijos son míos”, estamos ciertamente ante una tautología, pero lo que subyace a ella es una concepción neoliberal de la propiedad extensible a los hijos, a quienes se convierte en propiedad absoluta de la que se puede usar y abusar, donde la prioridad ya no es la educación integral de los hijos e hijas, sino la ideología paterna. De esta manera se lesiona, e incluso se cercena, el derecho de las y los escolares a recibir una educación integral en la que sean sujetos y no meros receptores de saberes. Quien responde a la afirmación de Casado no es ningún experto en pedagogía, sino el propio papa Francisco, que afirma que los padres no son dueños de sus hijos, sino custodios.

El veto parental implica una sospecha permanente sobre la competencia del profesorado, una injerencia en su campo profesional, un cuestionamiento de la libertad docente y un rechazo a la educación en la conciencia crítica del alumnado. A su vez, somete al profesorado a la estrategia del miedo, que le expone a constantes denuncias y le impide educar desde la libertad, en libertad y para la libertad.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/sociedad/2020/02/19/actualidad/1582117447_567820.html

Comparte este contenido:

36 universidades de Ecuador forman la Red de posgrados en Educación

América del sur/Ecuador/20 Febrero 2020/https://www.eluniverso.com/

Aportar a la formación de los maestros, ampliando la oferta académica para ellos, lo que sin duda va a redundar en el mejoramiento de la calidad de la educación del país, es el objetivo de la Red de Posgrados en el campo de la Educación, que la conforman 36 universidades del país por iniciativa del Consejo de Educación Superior (CES), y cuyo convenio se firmó la semana pasada con la presencia de las autoridades de esas universidades en la Universidad Casa Grande (UCG).

Según datos del CES, en el Ecuador se imparten actualmente unas mil maestrías, de las cuales solo el 12% son en Educación.

“Esta red surge por la responsabilidad que tenemos frente a la sociedad y sobre todo ante el sistema de educación nacional, tanto las universidades como el Consejo de Educación Superior; y en la actualidad hay un número importante de profesores de educación básica y de bachillerato que salen a estudiar a ciudades de la zona fronteriza, sobre todo a Perú, y nos dicen que lo hacen porque en el país no hay mucha oferta de maestrías en Educación y las que hay son caras”, dice la doctora Catalina Vélez, presidenta del CES.

Las 36 universidades tienen uno o varios posgrados en Educación. “Hay universidades con programas muy exitosos y lo que nos gustaría es que funcionen en modalidad espejo, es decir que si una universidad de Quito tiene un excelente posgrado en la formación de lectura, esta se replique en otra universidad del país, lo que evitaría desplazamientos y abarataría costos”, dice Vélez.

La directora del CES añade que otro objetivo de la red es que las ofertas se adecúen a las necesidades del sector docente del país, y considera que hay dos fundamentales: la una tiene que ver con la actualización de los contenidos y la otra acceder a programas de formación para enseñar, “porque se puede conocer mucho de una disciplina, pero a lo mejor no sabe transmitirla”, apunta Vélez, quien considera que dos áreas fundamentales, en ese sentido, para maestrías son: Matemáticas y Lenguaje, “ya que en muchas pruebas alcanzamos bajos niveles en comprensión lectora”.

Vélez apunta a que las maestrías que surjan en la red pueden ser presenciales, semipresenciales y on line.

La doctora Marcia Gilbert de Babra, ex rectora fundadora y presidenta del Consejo de Regentes de la UCG, señala que esta iniciativa del CES es “interesante, pertinente y muy necesaria, pues la academia, como credo, debe compartir sus conocimientos, sus investigaciones, lo que tiene, porque no puede vivir solo en una lógica pura de mercado y comercio de vender maestrías”.

Además de mejorar la formación de los maestros y por ende la calidad de la educación, Gilbert señala que la propuesta se genera por la preocupación de que hay una multiplicidad de ofertas de maestrías de baja calidad desde varios países y del Ecuador, “unas rapiditas, baratitas y sin mucho rigor”, puntualiza la educadora”.

Gilbert añade que hay que considerar una realidad, que es “que el estrato de los maestros no es precisamente el grupo de profesionales que más ingresos tiene, y por ello obviamente van a buscar ofertas que sean compatibles con sus posibilidades económicas y por ello se multiplican las ofertas de baja calidad”.

Gilbert considera que a la propuesta del CES deben sumarse otros estamentos del sector público y del sector privado con responsabilidad social para crear un soporte financiero que otorgue becas y facilidades de préstamos a bajo costo y más plazos, así como que se den condiciones especiales para los profesores extranjeros de calidad que vienen para dar maestrías, pero deben pagar altos impuestos.

La educadora cree, sin embargo, que podría presentarse el riesgo de que si se amplía mucho la oferta se fuerce a una baja calidad, lo que sería una competencia dura para las universidades que se autoexigen mucho, y por tanto un aspecto que se debe cuidar.

En el caso de la UEES, se suma a una nueva red en este caso, ya que mantiene tres grandes grupos en sus maestrías: educativas, de administración y en criminalística. “Son sectores especializados a los cuales servimos con nuestras maestrías”, dice el rector, Joaquín Hernández.

Solo en las dos maestrías en Educación tienen 18 en total, hay 2000 alumnos, en modalidad presencial y on line. “Siempre hemos tenido vocación de servicio con los sectores que carecen de recursos que quizás otros tienen para posgrado, por eso aplicamos las maestrías cruzadas, por las cuales unas subsidian a otras”, explica Hernández.

Universidades que conforman Red de Posgrados en Ecuador:

1. Pontificia Universidad Católica del Ecuador

2. Universidad Andina Simón Bolívar

3. Universidad Católica de Cuenca

4. Universidad Casa Grande

5. Universidad Central del Ecuador

6. Universidad de Cuenca

7. Universidad de Especialidades Espíritu Santo

8. Universidad de Guayaquil

9. Universidad del Azuay

10. Universidad del Pacífico

11. Universidad Estatal de Bolívar

12. Universidad Estatal de Milagro

13. Universidad Estatal Península de Santa Elena

14. Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí

15. Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil

16. Universidad Metropolitana

17. Universidad Nacional de Chimborazo

18. Universidad Nacional de Educación

19. Universidad Politécnica Estatal del Carchi

20. Universidad Politécnica Salesiana

21. Universidad San Francisco de Quito

22. Universidad San Gregorio de Portoviejo

23. Universidad Técnica de Ambato

24. Universidad Técnica de Babahoyo

25. Universidad Técnica de Cotopaxi

26. Universidad Técnica de Machala

27. Universidad Técnica de Manabí

28. Universidad Técnica del Norte

29. Universidad Técnica Particular de Loja

30. Universidad Tecnológica Ecotec

31. Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil

32. Universidad Tecnológica Indoamérica

33. Universidad Tecnológica Israel

34. Universidad de las Américas

35. Universidad Internacional del Ecuador

36. Escuela Superior Politécnica del Litoral (I)

Fuente e imagen tomadas de: https://www.eluniverso.com/noticias/2020/02/18/nota/7744569/36-universidades-pais-forman-red-posgrados-educacion

Comparte este contenido:

Perú: Minedu contratará a 4300 docentes, asistentes y auxiliares para institutos tecnológicos públicos

América del sur/Perú/20 Febrero 2020/https://peru21.pe/

Los postulantes deberán presentar en el instituto su ficha de postulante, los documentos que acrediten la formación académica y profesional, así como aquellos referidos a la formación continua.

El Ministerio de Educación (Minedu) anunció que contratará a 4300 docentes, asistentes y auxiliares para que laboren en los Institutos de Educación Superior Tecnológica (IEST) de sector estatal, a fin de garantizar la oferta educativa en favor de los estudiantes de todo el país.

El Minedu detalló que las plazas, destinadas a las 24 regiones, son para docentes regulares, docentes altamente especializados y extraordinarios, así como asistentes y auxiliares. Los contratos serán para este año académico.

Los postulantes a docentes deberán tener como mínimo grado académico o título equivalente, además de dos años de experiencia laboral en su especialidad o en la temática que desempeñó en los últimos cinco años. También tendrán que contar con un año de experiencia como formador en la especialidad a la que postula.

Los aspirantes a asistente o auxiliar de educación superior tecnológica deberán acreditar ser egresado de la especialidad o afín a esta; haber realizado prácticas preprofesionales en funciones o tareas vinculadas al cargo; y, por lo menos, un año con jornada no menor a 20 horas semanales o un año de experiencia laboral en el área a desempeñarse.

Trámite

Como parte del proceso, los postulantes deberán presentar en mesa de partes del instituto su ficha de postulante, los documentos que acrediten la formación académica y profesional, así como aquellos referidos a la formación continua.

También tendrán que demostrar su experiencia profesional docente y no docente y adjuntar la declaración jurada de no incurrir en los impedimentos mencionados en la normativa vigente.

El Ministerio de Educación enfatizó que se ha establecido una bonificación del 30% sobre el puntaje final obtenido en el cuadro de méritos para aquellos docentes que lograron acceder a una plaza de encargatura a directores y puestos de gestión pedagógica en los IEST en el presente año fiscal.

Fuente: https://peru21.pe/lima/minedu-contratara-4300-docentes-asistentes-y-auxiliares-para-institutos-tecnologicos-publicos-ministerio-de-educacion-nndc-noticia/

Comparte este contenido:

Entrevista a Cristian Olivé: «Nos obsesiona que los niños aprendan mucho, pero no que aprendan a pensar»

Entrevista/Autora: Èlia Pons/eldiariolaeducacion.com

El profesor de Lengua y Literatura de secundaria Cristian Olivé acaba de publicar el libro ‘Profes rebeldes’, en el que reivindica la necesidad de introducir cambios en el sistema educativo actual para que el aprendizaje sea más vivencial.

Licenciado en Filología Catalana, Cristian Olivé es profesor de Lengua y Literatura de secundaria en la Escuela Joan Pelegrí, del barrio de Sants de Barcelona. Las actividades innovadoras y creativas que lleva a cabo en sus clases han generado, en los últimos meses, un gran eco y admiración en las redes. Olivé propone a sus alumnos desde hacer un análisis literario de las canciones de Rosalía hasta idear una serie de Netflix en clase o crear una cuenta de Instagram para la protagonista de una de las lecturas obligatorias del trimestre. ¿De dónde saca estas ideas? Él afirma que se inspira en sus propios alumnos, escuchándoles y preguntándoles qué youtuber les gusta, a qué juegos del móvil juegan o qué series ven.

Olivé defiende una metodología basada en centrar el proceso de aprendizaje en el alumno, acercando los conocimientos que enseña como docente a la realidad de los adolescentes. Acaba de publicar el libro Profes rebeldes -editado en castellano por Grijalbo y en catalán por Rosa de los vientos-, en el que reivindica la necesidad de introducir cambios en el sistema educativo actual para que el aprendizaje sea más vivencial.

¿Qué significa para ti ser un ‘profe rebelde’?

Para mí es algo tan normal como situar al alumno en el centro de su propio aprendizaje. Esto implica que, como docente, a veces tienes que seleccionar algunos apartados de la programación y algunos que han de quedarse a parte para poder potenciar otros que no están pero deberían. Estos son, por ejemplo, el crecimiento personal, el pensamiento crítico, la reflexión sobre su entorno y sobre las relaciones personales… Para mí, más que una actitud rebelde se trata de una convicción rebelde, porque no está contemplada. Creo que muchos profesores lo intentamos hacer así, aunque muchas veces dejamos un poco de lado lo que nos tocaría.

En el libro explicas que cuando empezaste a trabajar de profesor hacías unas clases magistrales más bien convencionales. ¿En qué momento cambias tu manera de hacer?

Empecé a hacer el cambio cuando me di cuenta de que, además de proyectar mis conocimientos, si daba un espacio para que ellos también pudieran reflexionar y dar su opinión todo funcionaba mucho mejor. Además, hacer que su mundo estuviera presente en el aula lo hacía todo mucho más natural. Era más auténtico, porque lo que estábamos aprendiendo en clase tenía una correspondencia con su realidad. Fui introduciendo estos cambios poco a poco, de manera muy progresiva.

¿Crees que se debe romper con la escuela del pasado?

Yo creo que más que romper con la escuela del pasado se trata de aprender de ella, tenerla muy en cuenta, imitar sus logros, que son muchos, e intentar revertir aquello en lo que ha fallado. Yo creo que uno de los errores que ha cometido la escuela más tradicional es el de generar personas que no se plantean muchas cosas, que no están acostumbradas a pensar. Yo invito a pensar, a tener algo más que decir. La escuela del pasado se basaba más en un aprendizaje memorístico y, en cambio, yo creo que el proceso de aprendizaje debe ser más vivencial, los jóvenes tienen que aprender por placer.

Además, si no hay una emoción detrás todo se pierde, lo aprendes por un día y luego te olvidas. Lo que recuerdas es lo que te ha servido para algo y lo que te ha marcado. Buena parte de la escuela tradicional no ha tenido esto presente, porque nos hemos obsesionado con que aprendan mucho y, en cambio, no nos hemos obsesionado con que aprendan bien, con que aprendan a pensar. Pienso que este debe ser el papel de la escuela y de los docentes.

¿Crees que hay más educación emocional en las aulas?

Sí, yo creo que la metodología actual debe potenciar todo el mundo interior y emocional del alumno, que no tiene cabida hoy. Y creo que no se debe reservar en espacios de talleres ni tutorías sino que las materias deberían estar enfocadas a trabajar esto en todo momento, cada hora. También como profesores quizás deberíamos recibir una formación especial en este sentido para dar respuestas al día a día. La parte emocional es muy importante y yo creo que las alumnos deben aprender a expresarse. En buena parte de los conflictos a los que tendrán que hacer frente en el futuro lo más importante es saber hacerte entender y valorar y saber expresar lo que llevas dentro. Y creo que la escuela debe ser este espacio para poder hacerlo.

Te acercas a la realidad de los adolescentes y generas un clima de confianza con ellos. ¿No te da miedo llegar a perder un poco la posición «de autoridad»?

No la he perdido nunca, de hecho creo que se refuerza, porque al ser una relación de confianza -que no de colegueo, eh- nos estamos escuchando mutuamente, tenemos en cuenta nuestra opinión y, por tanto, sabemos que nos podemos decir muchas cosas, siempre desde el respeto. Yo la autoridad me la gano con confianza y no desde el autoritarismo, no con un golpe de fuerza. Porque la fuerza y ​​el miedo lo que hacen es parar, impiden seguir aprendiendo. Yo quiero que en mi clase cada uno pueda opinar y preguntar y que haya un clima de trabajo agradable.

En el libro hablas de potenciar las capacidades de los alumnos para que vean qué talentos tienen. ¿Esto les puede encaminar hacia su futuro?

Yo creo que sí. Otro de los errores que tiene nuestro sistema es que los alumnos terminan la ESO o el Bachillerato y no saben quiénes son, cómo son ni qué quieren ser. No lo saben porque no ha habido un espacio para preguntarles a ellos. Lo que intento es que las actividades que planteo tengan detrás una carga reflexiva y de autoconocimiento, que para mí es esencial. Una actividad me funciona cuando sé que a aquel alumno le ha servido para descubrir que tenía un talento o un potencial que no conocía, porque no se lo había planteado nunca. Como yo vengo de la rama de las humanidades, me encanta descubrir, por ejemplo, futuros periodistas o educadores sociales. Cuando esto ocurre, creo que una actividad ha sido un éxito, porque les ha servido de algo como personas.

Improvisas y cambias las actividades en función del grupo y de sus necesidades.

Sí, de hecho, yo soy muy crítico con las programaciones cerradas, con esta burocracia que nos ahoga, porque no da margen a introducir pequeños cambios según las necesidades de cada grupo e, incluso, de cada alumno. Por lo tanto, una actividad puede funcionar muy bien en una clase pero quizás en otra no, porque hay unos intereses y unas inquietudes diferentes, las que he de integrar en la actividad o programación. Cuando desde principio de curso nos obligan a una temporización cerrada y rígida, no hay espacio para esta improvisación tan necesaria.

La mejor actividad es aquella que yo presento a clase y se termina haciendo aún mayor gracias a intervenciones y sugerencias que me dan mis alumnos. De hecho, a mí me encanta cuando tengo la sensación de haber aprendido de ellos, porque tenían algo que decir. Creo que es muy honesto por parte de los docentes darles un espacio para demostrar que también puedes aprender de ellos. El aprendizaje del siglo XXI debería ser en paralelo, no sólo unidireccional.

Hablamos de los exámenes. Dices que no te parecen una buena manera de evaluar a los alumnos.

No me gustan, porque creo que dejan fuera todo lo que es importante, que es el crecimiento personal, la creatividad, el trabajo cooperativo e interpersonal. Un examen tampoco tiene en cuenta las posibles metas de cada alumno. Con un trabajo en el que yo valoro más el proceso que el resultado puedo ver todo esto; si sólo tengo en cuenta un examen que lo reduce todo a una cifra numérica, eso se pierde. Sin embargo, formamos parte de un sistema que tiene exámenes, y mis alumnos deberán examinarse cuando se quieran sacar el carnet de conducir, cuando hagan la selectividad o cuando quieran aprobar unas oposiciones. Entonces, lo que hago es hacer una especie de prueba de ensayo, para que pierdan el miedo y esta desazón de tener una nota. Pero el porcentaje que obtengo de los exámenes es muy reducido y mis alumnos lo saben. Para mí lo importante es el proceso y la evolución que hacen.

De alguna manera, propones dar la vuelta a todo el sistema educativo.

Cuando mis alumnos me preguntan insistentemente por la nota es que los hemos acostumbrado a esto, porque ellos también forman parte de un sistema educativo que no los tiene en cuenta como personas, sino como estadística. A menudo se culpabiliza al alumno de su resultado cuando no se tiene en cuenta que buena parte de los malos resultados tienen que ver con el estado del sistema educativo o con otros factores, como la situación socioeconómica familiar. Creo que hay un cambio, y creo que hay que hacerlo siempre desde las aulas. La escuela debe avanzar al mismo ritmo que la sociedad, no a lo que marquen las instituciones. Estamos educando en aulas del siglo XIX y técnicas del siglo XX a alumnos del siglo XXI. Además, los ratios que tenemos hacen muy complicado tener una atención personalizada de cada alumno.

Normalmente los móviles están prohibidos en las aulas. Tú, en cambio, los usas como un recurso educativo más. ¿Los consideras un aliado?

Para mí son un aliado por muchas razones. En primer lugar, porque es su día a día y, por lo tanto, para ellos es emocionante y sorprendente que puedan aprender con ellos. Además, porque no los estoy juzgando como adulto, que es muy habitual, y les estoy demostrando que lo que aprendemos tiene una aplicación en la realidad. También intento hacerles reflexionar en torno a las redes sociales. Una de las grandes preocupaciones que tengo últimamente son los grupos de WhatsApp que hay entre los alumnos de secundaria y qué uso se hace. A veces, se producen casos de acoso o se generan malentendidos que terminan en un conflicto muy grave. Hay que hablar en clase, hay que hablar de aquellas conversaciones en clase, comentarlas y trabajar qué relaciones sociales se están estableciendo.

No podemos dejar de lado los problemas que se originan en el mundo digital. Han de trabajarse en clase y debe hacerse de manera viva y auténtica, con el móvil en la mano. No digo que se vaya a utilizar siempre, pero creo que para poder hablar del móvil debemos tenerlo delante y debemos analizar lo que estamos haciendo. Soy un gran defensor de los móviles en las aulas, pero eso no quiere decir que en mis clases siempre estén. Están cuando tiene que ser, porque, además, tienen un potencial educativo que creo que sería un error dejar de lado.

¿Cómo se puede hacer que los jóvenes lean más?

Como profe de Lengua, la lectura es mi gran obsesión. Mi manera de trabajar la Literatura es demostrándoles que la lectura es una experiencia, por lo tanto, el trabajo que les pido es siempre vivencial. Intento evitar el estudio filológico, que lo que hace es alejar el placer de leer más que al contrario. Por ejemplo, una de las actividades que les planteé es que crearan una cuenta de Instagram sobre la lectura del trimestre, en el que debían contar con diferentes publicaciones qué es lo que hace el protagonista, por qué lugares pasa… En una otra ocasión les pedí que crearan una serie de Netflix con algún fragmento de la novela. Ellos eran los protagonistas y se grababan representándola.

Yo creo que todo esto es más auténtico porque hace que lo que están leyendo se convierta en real. Los docentes debemos despertar la curiosidad respecto a las obras clásicas, pero ellos también deben poder elegir qué lectura quieren hacer, y acercar aquella lectura a su mundo. Los alumnos deben leer novelas que den respuesta a sus inquietudes, con personajes actuales.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2020/02/14/nos-obsesiona-que-los-ninos-aprendan-mucho-pero-no-que-aprendan-a-pensar/

Comparte este contenido:

Los bancos ganaron 166 % más en 2019: ¿y cuánto recibió la educación pública?

Por: Nathalia González Seligra y Federico Puy.

Ya arrancó la paritaria nacional docente y hubo reuniones en varias provincias. Nicolas Trotta, el ministro de Educación quiere quitar la cláusula gatillo y pide “responsabilidad” y mesura a la hora de discutir plata para educación y salarios, mientras su gobierno negocia pagar a bonistas y FMI. La deuda, es con la educación y las y los trabajadores. ¿Qué plantea la izquierda?

Necesitamos recuperar todo lo perdido bajo los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri. Nuestro salario perdió entre un 30, 40 o 50 por ciento (según informes de sindicatos provinciales) de poder adquisitivo, mientras que las grandes patronales amasaron fortunas. Las familias de nuestros chicos se quedaron sin trabajo, o hacen changas en forma precarizada y no llegan a fin de mes. La canasta básica familiar según el propio Indec está en $62 mil pesos y los alimentos aumentaron en enero un 4,7% y va a seguir subiendo porque anuncian nuevos tarifazos. Estas tarifas que tanto afectan a nuestros pibes y sus familias, que muchas veces el único plato de comida caliente que comen es en la escuela, porque prender una hornalla es un lujo.

La importancia de la cláusula gatillo

Comenzó la discusión paritaria y Hugo Yasky, diputado nacional por el Frente de Todos y dirigente de la CTA dijo por los medios que “la cláusula gatillo en las paritarias genera inercia inflacionaria», el mismo discurso que tiene Trotta y los funcionarios del gobierno. Estas declaraciones fueron en consonancia con las de Alberto Fernández.

Ya hay dos provincias afectadas por la quita de la cláusula gatillo, que correspondía a la negociación del año pasado a nuestro salario. Se movilizaron en Tucumán, los docentes junto a estatales y trabajadores de la salud, en Mendoza. En la provincia de Buenos Aires el gobernador Axel Kicillof, optó por los buitres antes que la educación. O la propia provincia de Chubut, donde los bonistas exigen $650mil millones de dólares a la provincia y se adeuda la cláusula gatillo a los docentes.

Yasky se hace eco de los funcionarios que quieren imponer paritarias maniatada y cuando se habla de aumento de salario nos piden que más seamos solidarios con los menos tienen. Los docentes trabajamos todos los días con las familias que vemos cómo ingresan en la más absoluta pobreza, sabemos de qué se trata, no nos las tienen que contar. Somos solidarios todos los días poniendo de nuestros bolsillos para material didáctico o ropa y zapatillas cuando una mamá nos cuenta porque no manda a sus hijos al colegio ¿Por qué a los que más ganaron con la era de Mauricio Macri no se les pide absolutamente nada?, y es más, en algunos casos le dieron nuevos beneficios como a las petroleras y mineras.

Miremos sino las fabulosas ganancias de los Bancos privados, solo en 2019 – $ 262.332 millones. Es decir, un 166% más que en 2018. Pero en cambio con nuestros viejos y viejas, el ajuste empieza a partir de una módica jubilación $ 16.200, para alguien que laburo años y años. Y a los trabajadores se les pide mesura ¿Porque no ajustan a los bancos, petroleras, grandes empresarios del campo?

La deuda es con los pibes y la educación

Desde hace muchos años la educación viene en caída libre, gracias a las políticas educativas neoliberales implementadas desde los 80, con una educación ligada a las necesidades de las grandes patronales, del trabajo precario y de la necesidad del capital de reproducir mano de obra barata. La baja en los presupuestos educativos, los constantes ataques a los docentes, la precarización enorme en la juventud y la constante pauperización de las familias que concurren a la escuela pública.

Aunque da bronca, vale la pena recordar que más de 700 mil chicos de 5 a 15 años trabajan en el país, y según UNICEF hay un 47,7 por ciento de los hogares con niños y adolescentes que no cubren la canasta básica y 5,6 millones de niños son pobres, de ellos, 1,3 millón está en la indigencia. Esto se profundizará. Hay que unirnos desde las escuelas con todas estas familias, con la juventud y organizarse, para pelear contra estas condiciones de vida que quieren imponernos.

¿Cómo salimos de esta crisis?

Con respecto a la crisis que dejó Macri y la deuda hay que tomar decisiones fuertes, como planteó nuestro compañero Nicolás del Caño y el Frente de Izquierda en campaña. Desconociendo esta deuda el país se ahorraría millones y millones, que como ya se demostró es ilegal, ilegítima y fraudulenta. Es falsa la idea de que se podía cumplir la deuda y frenar el ajuste. Mientras se negocie para pagar, la contrapartida va a ser una política que haga caer los costos sobre sectores de la clase trabajadora y el pueblo, nunca sobre los banqueros. Aunque lo quieran tapar con discursos de «solidaridad». Hay que hacer un gran ahorro nacional desconociendo soberanamente la deuda y volcando esas decenas de miles de millones de dólares a servicio de las necesidades del pueblo trabajador. Es lo contrario a subordinarse a los dictados del FMI y los buitres como está haciendo Alberto.

Por eso la tarea, tenemos que asumirla en conjunto trabajadores, estudiantes, familias jubilados movilizándonos e imponer en las calles otro programa, otra política al servicio de las mayorías. Esa es la solidaridad que tenemos que desarrollar, pelear juntos por nuestros intereses.

Para evitar la crisis y un posible “default”, se hace necesario desconocer la deuda no pagarla y nacionalizar la banca para que no fuguen los capitales, los mismos que se beneficiaron de la deuda, ya que los grandes bancos privados y todo el sistema está organizado no para proteger a los pequeños ahorristas (cómo vimos en 2001), sino para proteger a los mismos ricos que toman deuda fraudulenta y cada vez que las cosas se ponen feas la fugan al exterior.

El país recaudaría nacionalizando el comercio exterior, hoy en manos de las cerealeras y otras patronales agrarias, y seguramente con estas medidas habría decenas de millones de dólares por año para bajar las tarifas. Y nacionalizar el sistema energético para no quedar atrasados tecnológicamente y hacer un plan de obras públicas para construir un millón de viviendas, hospitales, escuelas, pagar a los jubilados la canasta básica, entre otras medidas de emergencia. Sólo una nacionalización de la banca y de las grandes empresas estratégicas podrá crear empleo y superar la pobreza.

¿Qué deben hacer nuestros sindicatos?

En toda la Argentina somos más de un millón y medio de docentes, de todos los niveles. Hay una escuela en cada pueblo y en cada ciudad. Miren la fuerza y la extensión que tenemos y el lugar que ocupamos. Somos parte, como trabajadores de la educación, del conjunto de la clase trabajadora en Argentina que van desde los que abren las escuelas, los que construyen casas, trabajan en las fábricas y comercios, y los que manejan los transportes. Nosotros trabajamos con los hijos e hijas de toda esta clase trabajadora.

Los sindicatos nacionales como CTERA tienen que tomar en sus manos estas problemáticas y convocar a movilizar. En primer lugar hay que poner en pie asambleas por escuela, por zona y distrito y debatir de abajo para arriba para tomar resoluciones. En relación al salario tenemos que defender la cláusula gatillo y conseguir un aumento que nos permita superar realmente a la inflación. Pelear por un básico unificado nacional sin sumas en negro, nacionalizar el sistema educativo acabando con los resabios de la ley federal de Educación de Menem y la fragmentación que mantuvo la Ley Nacional.

La CTERA tiene la fuerza de hacer desde Ushuaia a la Quiaca una fuerte campaña ¡La deuda es con el pueblo! partiendo de la necesidad de no pagar esta estafa y explicando por ejemplo, que si se elige pagar a los bonistas y arreglar con el FMI, las primeras en golpear serán nuestras escuelas. Para los que conocemos o conservamos memoria de las grandes luchas que dimos los docentes, tanto el Maestrazo de 1989 como las luchas provinciales previas al 2001, o la importante lucha en Provincia cuando los docentes cantábamos “A ver Cristina, a ver si nos entendemos, con 1800 pesos, de básico no comemos / Derrochan millones, pagando a Repsol/ y no dan un peso, para educación. / Los trabajadores salimo’ a luchar / ganemos las calles, huelga general”, cuando se acuerda con los buitres y el Fondo vienen por nuestros derechos. Hoy tenemos como apoyo seccionales y sindicatos provinciales recuperados por la izquierda, para poner otra política y otros intereses por delante.

Los docentes del PTS en el Frente de Izquierda Unidad, desde la Corriente Nacional 9 de Abril, con presencia en decenas provincias, somos socialistas y peleamos día a día contra la clases social de los especuladores y los ricos, por ellos defendemos nuestro salario, enfrentamos tarifazos y ajustes a jubilados y el pueblo.. Los dueños de la Argentina son duros contra los trabajadores, pero cobardes frente al FMI y a los grandes acreedores. Sólo una gran fuerza de trabajadores puede movilizar a todo el pueblo, conquistar un gobierno de los trabajadores que no se agache ante los poderosos para frenar décadas y décadas de decadencia nacional.

Fuente del artículo: https://laizquierdadiario.com/Los-bancos-ganaron-166-mas-en-2019-y-cuanto-recibio-la-educacion-publica

Comparte este contenido:

La curiosa ecuación que puede mejorar la escuela uruguaya

Por: Tomer Urwicz. 

Para aquellos que ven pasar una nube y ya imaginan la peor de las tormentas, esta ecuación marca el fin de la existencia de los uruguayos. Pero para quienes divisan en las nubes un cúmulo de agua que pone fin a la sequía, esta es una oportunidad: caída de los nacimientos + baja de repetición + una cifra intacta de niños nacidos en el extranjero = menos población para atender, más posibilidad de reducir los tamaños de las clases y más chances de extender el tiempo pedagógico.

El Ministerio de Salud confirmará, antes de fin de mes, que la cantidad de nacimientos en Uruguay continúa su tendencia de caída. De hecho el registro ya está por debajo de los 40.000 nacimientos al año. Eso significa que si la escuela uruguaya atendiese solo a los nacidos en su país, dentro de poco se verá la pérdida de al menos 10.000 alumnos (esa fue la baja de nacidos entre 2015 y 2019).

Pero la ecuación es un poco más compleja. Podría suceder que los niños ingresaran a la escuela, repitieran y quedasen “estancados” mucho tiempo (este escenario aumentaría la matrícula). Sin embargo, la repetición escolar sigue a la baja y en 2019 tuvo su registro más bajo: 3,5%.

Solo estos dos elementos (caída de nacimientos y repetición) ya incidirán en la matrícula escolar de aquí a un lustro. Pero como la ecuación es todavía un poco más rebuscada, hay otro elemento que contribuiría a ese escenario: en 2019 no hubo un aumento de niños extranjeros que se hayan anotado en la escuela pública uruguaya.

Según información de Primaria a la que accedió El País, el año lectivo acabó con 5.528 alumnos nacidos en el extranjero y había comenzado con 5.570. Esta mínima variación -que carece de significado estadístico- muestra que el pico inmigratorio, que había ocurrido entre 2017 y 2018, se frenó. Una explicación a este “freno” podría ser el perfil de los nuevos inmigrantes. Los cubanos han sido los que más llegaron en 2019. Se trata de una población que realiza una verdadera quijotada para llegar hasta Uruguay, una travesía difícil de sortear con niños. Y, además, es una población con una tasa de fecundidad por debajo de la uruguaya (la cubana es la más baja de la región: 1,5 hijos por mujer en edad de ser madre).

Tal es así que solo el 10% de los escolares nacidos fuera de Uruguay son cubanos.

Los niños extranjeros habían sido la clave para que, en 2018, Primaria aumentara su matrícula tras 15 años de caída de su población. Pero el freno de inmigración en esas edades, la tendencia demográfica y la inexistencia de grandes movimientos entre la educación pública y privada le dan a la escuela uruguaya un bonus track.

¿Por qué? Si se mantienen o incrementan los recursos (tal como han manifestado los políticos de todos los partidos) y, a la vez, baja la cantidad de niños, Primaria tiene más recursos por niño. Eso permite reducir el tamaño de los grupos (ya hubo una caída desde 2006 que se “estancó” en el último quinquenio). O bien se puede extender los horarios porque hay más maestras por estudiantes. O bien no habría tanta falta de docentes… una ecuación (casi) perfecta.

Fuente del artículo: https://www.elpais.com.uy/informacion/educacion/curiosa-ecuacion-mejorar-escuela-uruguaya.html

Comparte este contenido:
Page 226 of 472
1 224 225 226 227 228 472