«Una mascarilla no protege al médico»
La gente fallece por culpa del coronavirus; los médicos y quienes están dispuestos a jugarse su salud por la de los demás caen plantándole cara. Los protagonistas de esta película ya no están entre nosotros: profesionales sanitarios que mucho antes de que se hablara de una pandemia, murieron por hacer su trabajo en ausencia de las medidas de seguridad que más tarde se revelaron necesarias. Sus seres queridos nos cuentan sus historias y les rinden el homenaje que no pudieron brindarles en su día.
Los primeros días de la pandemia de coronavirus a inicios de la primavera boreal del 2020 fueron los más difíciles para el personal sanitario en diferentes países, debido a que entonces no sabían con certeza a lo que se enfrentaban. Apenas había equipos de protección, zonas aisladas en hospitales especializados o reglas de distanciamiento social.
Los sanitarios se limitaban a hacer su trabajo y muchos fallecieron tratando de salvar la vida de otros. Es el caso de Mijaíl Lébedev, un intensivista infantil que trabajaba en una Unidad de Emergencias Sanitarias de Moscú. Mijaíl contrajo el covid-19 y falleció tras pasar 8 días conectado a un respirador artificial.
Debido a los protocolos sanitarios, su familia no pudo acompañarlo en sus últimos días ni estar presente en el funeral. «Quería verlo, darle un beso en la frente y despedirme de él como es debido. No me dejaron (…) No me siento como si hubiéramos enterrado a mi padre. Sigo esperándolo constantemente. Incluso lo sigo llamando de vez en cuando [a su número de celular]. Por la noche, te duermes y sueñas que llaman al timbre, que abres la puerta y ahí está tu padre», relata Vasili, hijo de Mijaíl.
«Una mascarilla no protege al médico»
En marzo del 2020, Italia era el país con más infecciones de coronavirus del mundo, y más adelante sería el de mayor número de fallecidos por la epidemia. En un hospital de la región de Véneto prestaba sus servicios Samar Sinjab, de origen sirio, quien fue el primer miembro del personal sanitario de esa región en morir debido a la pandemia.
Sinjab se contagió en el ambulatorio mientras atendía a un paciente con covid-19 pese a que llevaba mascarilla permanentemente. «Una mascarilla no protege al médico al 100 %. Ahora usamos mascarillas respiratorias tipo FFP2 o FFP3, pero al principio usábamos mascarillas simples para protegernos. Nos dijeron que bastaría con ella. Las mascarillas más seguras llegaron demasiado tarde, cuando mi madre ya estaba hospitalizada», recuerda Rafi el Mazloum, hijo de Samar y también médico.
Mijaíl y Samar no son los únicos profesionales sanitarios que han fallecido tratando de salvar a otras personas. Historias similares han ocurrido en varios países del mundo y, lamentablemente, siguen ocurriendo a causa de la pandemia del coronavirus.
Fuente e imagen: https://actualidad.rt.com/programas/documentales/360230-hasta-muerte-separe-coronavirus