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Washington ha convertido la Covid-19 en un arma contra Irán, Venezuela y Cuba, asegura Oliver Stone

América/Estados Unidos/08/04/2020/Autor: Internacional VTV/Fuente: tercerainformacion.es

El reconocido cineasta norteamericano, Oliver Stone, acusó a su país natal, Estados Unidos, de convertir el nuevo coronavirus en un arma contra Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua, países sobre quienes ha impuesto medidas coercitivas y unilaterales, reseña un artículo publicado por el periódico New York Daily News citado por Hispan TV.

En dicho artículo,  el director de cine estadounidense Oliver Stone y el profesor de derechos humanos internacionales en la Facultad de Derecho de la Universidad de Pittsburgh, Pennsylvania, Daniel Kovalik, exigen el fin de las “sanciones terriblemente crueles” de la administración de Donald Trump contra los referidos países en medio de la pandemia del Covid-19.

En cuanto a Venezuela, Stone y Kovalik repudian que las sanciones obstaculicen la adquisición de medicamentos y suministros necesarios para combatir el virus, e incluso Trump está intensificándolas, bajo la falacia de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, está traficando drogas.

“Pero los propios datos del Gobierno de Estados Unidos desmienten esta afirmación. Aun así, el sufrimiento que causará el aumento de las sanciones de Trump será muy real”, alertan.

Asimismo, lamentan que Washington haya actuado así mientras muchos otros países representan una solidaridad internacional y muestran la humanidad que el mundo necesita en este momento.

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/2020/04/06/washington-ha-convertido-la-covid-19-en-un-arma-contra-iran-venezuela-y-cuba-asegura-oliver-stone

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Boaventura de Sousa Santos: «parece inminente la invasión de Venezuela por parte de los Estados Unidos, un acontecimiento gravísimo, violento, ilegal y cruel»

America/Venezuela/08/04/2020/Autor: César Pérez Navarro/Fuente: tercerainformacion.es

  • Pronunciamiento de Boaventura de Sousa Santos sobre la peligrosa situación en que se encuentra Venezuela en lo que parecieran ser preparativos imperialistas hacia una intervención militar.

  • Sousa Santos crítica además las ambigüedades del gobierno de España y la posición nefasta de la Unión Europea.

En un momento en el que el mundo entero coloca el foco sobre la pandemia del Covid-19, diversas voces denuncian los movimientos militares por parte de EE.UU. contra Venezuela. El doctor en Sociología del derecho por la Universidad de Yale y catedrático jubilado se suma a estas advertencias bajo el pretexto de «maniobras militares» en la frontera de Venezuela con Colombia. A la par, menos de una semana después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusara por narcotráfico al presidente Nicolás Maduro poniendo precio a su cabeza al más puro estilo del viejo oeste americano, también a una decena de altos funcionarios o exfuncionarios de este país, el gobierno de Donald Trump anunció el pasado miércoles el inicio de una «operación antinarcóticos» ampliada que ha supuesto el aumento significativo de fuerzas militares en el Mar del Caribe, cerca de la costa de Venezuela. Estas «maniobras» incluyen barcos de guerra, aviones espía y miles de tropas.

La misión del contingente sería reducir la entrada de drogas ilegales en EE.UU. y el soporte financiero que provee al «régimen corrupto», o «los fondos necesarios para realizar sus actividades malignas», en palabras del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien.

El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, acusó al ejecutivo Trump de desviar la atención de la crisis del coronavirus y de atacar a Venezuela con infamias y amenazas. Las últimas cifras de la pandemia se dispararon en EE.UU. 337 mil casos confirmados a día de hoy y casi diez mil fallecidos por Covid-19. El país norteamericano -con un sistema sanitario costoso, privatizado e ineficaz- se convierte en el epicentro mundial de la enfermedad. La Administración Trump ha suspendido los vuelos procedentes de Europa durante un mes. El presidente ha declarado la emergencia nacional para combatir el virus y ha ampliado hasta el 30 de abril las medidas contra el Covid-19.

En este contexto tiene lugar el despliegue militar tras las citadas acusaciones por narcotráfico. «Sabemos que esto es un pretexto, como fue un pretexto la invasión de Iraq», afirrma Sousa Santos, que añade que «las Naciones Unidas han demostrado reporte tras reporte que el problema de las drogas viene de Colombia, no de Venezuela, que tiene un papel muy marginal en el comercio de la droga. El 90% de la cocaina pura llega a los Estados Unidos desde Colombia, esto no tiene nada que ver con la guerra de las drogas».

El reconocido intelectual en el área de las ciencias sociales señala el «declive de la economía de EE.UU. frente a China» y la «guerra por el petróleo entre Rusia y Arabia Saudita», que hizo caer el precio del petróleo. En este contexto, apunta a la necesidad urgente por parte de Estados Unidos de acceder al petróleo y a las otras riquezas naturales de Venezuela, y «por eso es la invasión, no es otra cosa».

El Gobierno ruso también ratificó su rechazo a las maniobras políticas de EEUU contra Venezuela, en medio de la lucha que enfrenta el país suramericano por el Covid-19. “Washington intenta aprovechar la situación del covid-19 para golpear definitivamente a Venezuela”, comentó la portavoz de la Cancillería rusa, Maria Zajarova, en alusión a las acusaciones de narcotráfico contra el Ejecutivo venezolano. Zajarova consideró totalmente ilógicos los argumentos para lanzar la mayor operación antidroga conocida en los últimos 30 años con el supuesto propósito de castigar a infractores, aunque su aliado Colombia sea el mayor productor y distribuidor de estupefacientes en el mundo. “La idea del golpe de Estado en Venezuela continúa fija en la mente de muchos políticos en Estados Unidos”, expresó la portavoz rusa, quien también repudió el bloqueo de la ayuda del Fondo Monetario Internacional a Venezuela y el acoso hacia altos funcionarios del Estado venezolano, incluyendo al Presidente de la República.

Por su parte, la Unión Europea estimó este viernes que el plan de Estados Unidos sobre un gobierno de transición en Venezuela sin el presidente Nicolás Maduro ni el opositor Juan Guaidó “va en la línea” de una solución pacífica promovida por el bloque. En una declaración en nombre de los 27 países de la UE, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, tomó nota “positivamente” del nuevo plan de Estados Unidos y “con interés” la parte correspondiente a su política de sanciones.

Sin embargo, el criterio de la ONU respecto a las sanciones contra Venezuela es el mismo: «atentan contra los derechos humanos de personas inocentes». Naciones Unidas ha advertido en diversas ocasiones que la coerción, ya sea militar o económica, nunca debe usarse para buscar un cambio de gobierno en un Estado soberano, sino que se debe fomentar un diálogo constructivo para encontrarle solución a la crisis en Venezuela.

Sousa indica como primordial la cercanía de elecciones presidenciales en EE.UU. y conluye su alegato llamando a presionar a los gobiernos latinoamericanos para que «no intervengan en esta locura», sino que apoyen a Venezuela. Por último, insta al estado español a posicionarse de manera firme contra esta intervención: «pienso que es necesario poner una presión enorme sobre España para que tenga una posición distinta, y no la haya unanimidad en la Unión Europea».

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/2020/04/06/boaventura-de-sousa-santos-parece-inminente-la-invasion-de-venezuela-por-parte-de-los-estados-unidos-un-acontecimiento-gravisimo-violento-ilegal-y

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Israel y Palestina: ¿en manos de Trump? Entrevista a Yehuda Shaul

Por: Daniel Koop

La política de Donald Trump en relación al conflicto israelí-palestino ataca los antiguos acuerdos de paz y diluye la posibilidad de los dos Estados. Yehuda Shaul, ex comandante y sargento en las Fuerzas de Defensa de Israel y fundador de la organización Rompiendo el silencio, explica lo que implican los planes de Trump en Israel en esta entrevista.

A principios de febrero, el gobierno de Estados Unidos lanzó el llamado «Acuerdo del siglo» (Deal of the Century), su visión para resolver el conflicto israelí-palestino. Uno de los arquitectos del plan, el yerno de Donald Trump, Jared Kushner, ha declarado que no mira el mundo como era en 1967, sino como es en 2020, lo que sugiere que el plan abandona los acuerdos de paz negociados previamente y el derecho internacional. Entonces, ¿qué propone este en su lugar?

Debemos distinguir entre lo que propone y lo que hace. Tenemos 52 años de ocupación. Israel gobierna a palestinos sin derechos ni dignidad. Israel ha fragmentado el espacio palestino al construir asentamientos e imponer restricciones a la movilidad para evitar el surgimiento de un Estado palestino.

Lo que dice Kushner es que esto se acepta sin más. Y en lugar de calificarlo como un problema que es necesario tratar y resolver, llamemos solución a la realidad actual y llamemos a esto paz. Ese es exactamente el plan de Trump. Se trata de hacer permanente lo que se supone que es temporal y lo que es un problema que debe resolverse mediante negociaciones, sobre la base de parámetros acordados internacionalmente, el derecho internacional y los principios de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

¿Se trata entonces de normalizar la realidad actual?

Incluso algo peor. Porque lo llamaremos solución. Lo llamaremos paz. Porque eso significa que ya no es ocupación, es anexión, y esta es aceptada. Es como dar un certificado kosher al gobierno permanente sobre los palestinos sin igualdad de derechos.

Se pueden observar todas las cuestiones relativas al estatuto definitivo que durante décadas creímos que debían negociarse: fronteras, seguridad, refugiados, Jerusalén. Ahora Israel se hace de aproximadamente 30% de Cisjordania. El llamado Estado Palestino será entonces un grupo de territorios desconectados y rodeados a 360 grados por Israel. Esos fragmentos de tierra estarán conectados por puentes y túneles que actualmente están bajo control israelí. Las dos rutas que unen con Jordania estarán bajo control israelí permanente. Y nosotros, los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), decidiremos quién puede moverse en el llamado Estado Palestino, tal como decidimos hoy quién puede hacerlo en Cisjordania, o entre Cisjordania y Gaza. ¿Qué clase de tratado de paz es ese?

Parece que a los palestinos se les quedaría una contradicción en términos: ¿un Estado sin soberanía plena?

Así es, tomemos el caso de Jerusalén. Ambos lados de la Línea Verde –Este y Oeste– van a Israel. Los palestinos obtienen algunos territorios, aislados entre sí, fuera de la barrera de separación, incluyendo Abu Dis, Kafr Aqab y el campo de refugiados de Shuafat. Y en cierto modo, esa analogía revela la trama completa de este plan. Una capital del futuro Estado Palestino se encuentra en un campo de refugiados. Eso es lo que quiere Trump. Y luego lo llama paz.

El objetivo es destruir todos los principios internacionales acordados, basados en el derecho internacional y en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Destruirá el paradigma de los dos Estados y consolidará una realidad de un único Estado donde los palestinos no tendrán los mismos derechos.

Se trata de intentar dar legitimidad internacional a una realidad en la que los palestinos no tendrán derechos ni dignidad. Esa realidad matará a la democracia israelí. Israel ya no será una democracia si esto se vuelve permanente. Y es por eso que el mundo debe rechazarlo, para asegurarse de que no se convierta en la línea de referencia para futuras negociaciones. Porque la única forma de que el conflicto israelí-palestino finalice es que ambas partes salgan de la sala de negociación con derechos y dignidad.

Quiero volver a algo que usted dijo: que el plan de Trump parece romper con el pasado. Usted dice que todo lo discutido en los últimos 40 años quedó básicamente excluido. Pero en su reciente artículo publicado en Foreign Policy, usted argumenta que el plan de Trump no es nada nuevo, que es un plan «plagiado». ¿Puede explicar eso?

Al menos Ariel Sharon, cuando a fines de los años 70 y principios de los 80 se embarcó en un plan para dividir el espacio palestino –con el fin de construir asentamientos entre pueblos y ciudades palestinas–, tuvo la decencia de admitir que era un plan para evitar el surgimiento de un Estado palestino.

La idea de que cualquier espacio palestino debe estar fragmentado ha sido el principio conductor de la política de Israel durante décadas. Y eso es para nosotros un problema, porque impide la aparición de un Estado palestino junto a Israel. Ahora Kushner dice que esa es la solución. Aceptemos todo.

Kushner habla de reconocer la realidad, pero la palabra «ocupación» no aparece ni una sola vez en todo este plan. ¿Qué fue lo que hice durante dos años en Cisjordania, si no ocuparla? ¿Qué es lo que hice las 24 horas, los siete días de la semana, durante dos años como soldado en los territorios ocupados? ¿Qué es lo que hemos estado haciendo como ejército durante 52 años en los territorios ocupados, si no una ocupación?

Una de las cosas que solíamos hacer como soldados en los territorios ocupados era lo que llamamos hacer sentir nuestra presencia. La idea es simple: si los palestinos tienen la sensación de que el ejército israelí está todo el tiempo allí, tendrán miedo de atacar. Entonces, ¿qué se hace para que sientan eso?

En Hebrón, por ejemplo, usted tiene tres patrullas caminando por las calles de la ciudad vieja. Entra en una casa palestina al azar, sin haberle hecho inteligencia previa. Luego despierta a la familia y revisa el lugar. Puede imaginar lo que sucede cuando una unidad militar ingresa a su casa a las tres de la mañana.

Una vez que ha terminado de revisar la casa, sale a la calle, golpea otras puertas, corre hacia la otra esquina de la calle, invade otra casa al azar, despierta a la próxima familia, registra el lugar. Así es básicamente como pasa un soldado su turno de ocho horas, las 24 horas del día, los siete días de la semana, desde septiembre de 2000 –cuando comenzó la segunda intifada– hasta hoy.

Porque la única forma de gobernar a un pueblo en contra de su voluntad para siempre, sin darle derechos, es hacer que le teman a uno. En cierto modo, la misión política es la rendición palestina. Y eso es exactamente lo que Trump está haciendo con este plan: intenta obtener la rendición palestina.

Supongamos que el plan se implementa realmente. Según su experiencia como soldado, ¿qué significaría eso en el territorio, tanto para los soldados como para los palestinos? ¿Cómo podemos imaginarlo?

En primer lugar, quiero decir que el plan se implementa incluso sin que se lo implemente. Porque lo más importante, lo que el plan quiere, es cambiar el paradigma. Está dirigido a darnos un paradigma de legitimación de un Estado discriminatorio, donde algunas personas tienen derechos y otras no.

Si esto se convierte en el punto de referencia, entonces no es una receta para la paz sino para un conflicto permanente y sin fin. La idea de que los palestinos aceptarán vivir para siempre sin derechos no va a funcionar. Otra vez: la única forma de evitar esto es que ambas partes salgan de la mesa de negociación con derechos y dignidad.

Lo segundo es la anexión. Si se lleva a cabo la anexión, es un cambio radical. La piedra angular del orden internacional basado en normas es la no adquisición de territorio por la fuerza. ¿No es eso lo que aprendimos de nuestra historia?

Ahora está el comité que se formó hace unos días. Israelíes y estadounidenses se sentarán juntos y decidirán cómo rebanar el territorio palestino y apoderarse de él.

Solo daré un pequeño ejemplo. ¿Qué pasa si mañana usted aplica la ley israelí en el valle del Jordán? En Israel, hay una ley llamada Ley de Propiedad de Ausentes. Esta norma dice que cualquiera que posea una propiedad en el Estado de Israel pero viva en un país enemigo –y hay una lista de países enemigos– o dentro del territorio de Israel que no es parte del Estado de Israel, o sea, porciones no anexadas de Cisjordania o Gaza, pierde sus tierras en Israel automáticamente. Y el Estado se apodera de esas tierras. Todos los palestinos que están en las áreas no anexadas pero que poseen tierras en las áreas anexadas pierden todo derecho sobre ellas. Esto significa que si Israel se anexiona el Valle del Jordán, los palestinos que viven en las áreas A o B pero que tienen terrenos agrícolas o familiares en la parte anexada del valle pierden automáticamente todo derecho sobre esos terrenos en virtud de la Ley de Propiedad de Ausentes.

En Jerusalén Este, que fue anexada a Israel, los fiscales generales y los abogados generales militares decidieron al comienzo de la ocupación no aplicar esta ley a Jerusalén Este. Pero el actual fiscal general, en el actual clima político israelí, la aplica. Esto significa que, si hay una anexión del Valle del Jordán o cuando la haya, es probable que también se aplique allí la Ley de Propiedad de Ausentes.

Kushner evitó que Netanyahu anexara territorio inmediatamente después del lanzamiento del plan Trump y aparentemente le dijo que esperara hasta después de las elecciones. ¿Por qué?

Para ser sincero, si fuera Kushner, estaría en contra de la anexión inmediata. Porque lo más importante que puede hacer el plan es destruir el paradigma de los dos Estados. La anexión inmediata dañará esa capacidad porque el mundo también podría reaccionar en forma más negativa.

Dar legitimidad al plan de Trump es peor que la anexión. Esto se debe a que el plan de Trump es un cambio total de paradigma para la región y, simultáneamente, le da legitimidad a la anexión. Por eso es tan peligroso. Es importante que no caigamos en la trampa de las negociaciones. Lo sé, aquí en Europa suena bien: ambas partes deben sentarse a dialogar y negociar para resolver el problema, no hacerlo a través de la violencia. Sin duda, en última instancia, a fin de cuentas, israelíes y palestinos tendrán que sentarse a una mesa y negociar el final de la violencia.

El problema es ¿cuáles son las premisas de estas negociaciones? ¿Se trata de una solución real tangible, que puede otorgar derechos y dignidad a ambas partes? ¿Es una solución que se basa en el derecho internacional? ¿O se trata de un intento de consolidar una realidad de un único Estado sin igualdad de derechos?

¿Entonces usted está diciendo que los políticos europeos deberían lisa y llanamente rechazar el plan?

Sí, claramente. No deben cooperar con un plan que no cumple con los principios del derecho internacional y el paradigma de los dos Estados. Y este plan no se enmarca en ellos.

Ya tenemos los principios No hay por qué reescribirlos. Fueron durante décadas una política declarada. Solo tenemos que aplicarlos.

La idea de hostigar a los palestinos para que se sometan no va a funcionar. A corto plazo, esto envalentonaría a Hamas. Porque, a fin de cuentas, ¿qué hacen los líderes palestinos como Abbas, cuando este le dice a la gente que no debemos recurrir a la violencia? Ya no tiene nada más que decir. Y a la larga, será una catástrofe para Israel. Este es el principio del fin de Israel.

¿De Israel como democracia?

Si no somos una democracia, ¿qué nos queda? Esa es la visión de Israel que teníamos. ¿Un régimen brutal que pisa las gargantas de millones de personas para siempre? Este no es el Israel que quiero.

Traducción: Carlos Díaz Rocca

Fuentes e imagen: International Politics and Society

   https://nuso.org/articulo/israel-y-palestina-en-manos-de-trump/

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Pandemia: la Casa Blanca y el FMI los primeros infectados

Por:  Atilio A. Boron

Guerras, crisis económicas, desastres naturales y pandemias son acontecimientos catastróficos que sacan lo peor y lo mejor de las personas –tanto de los dirigentes como del común de las gentes- y también de los actores e instituciones sociales. Es en esas circunstancias tan adversas como las bellas palabras se desvanecen en el aire y dan lugar a las acciones y comportamientos concretos.

Días pasados y apenas conteniendo las lágrimas el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, denunció ante las cámaras el gran engaño de la “solidaridad europea”. No existe tal cosa, dijo Vucic, es un cuento de niños, un papel mojado. Renglón seguido agradeció la colaboración de la República Popular China. Y tenía razón en su queja. Desde Latinoamérica advertimos hace mucho que la Unión Europea era un mezquino tinglado diseñado para beneficiar más que nada a Alemania a través de su control del Banco Central Europeo (BCE) y con el euro someter a los países de la Eurozona a los caprichos -o los intereses- de Berlín. La titubeante reacción inicial del BCE ante un pedido excepcional de ayuda de Italia para enfrentar la pandemia que está devastando la península mostró por unas horas lo mismo que había denunciado el líder serbio. Un escandaloso “sálvese quien pueda” que echa por tierra las edulcoradas retóricas sobre la “Europa de los ciudadanos”, la “Europa una y múltiple” y otras divagaciones por el estilo. Cuento de niños, como dijo Vucic.

Lo mismo y más todavía vale para la pandilla de hampones que se ha instalado en la Casa Blanca de la mano de Donald Trump quien ante un Irán fuertemente afectado por la pandemia lo único que se le ocurrió fue escalar las sanciones económicas en contra de Teherán. Tampoco dio muestras de reconsiderar su genocida política del bloqueo a Cuba y a Venezuela. Mientras Cuba, la solidaridad internacional hecha nación, auxilia a los viajeros británicos del crucero Braemar boyando en el Caribe, Washington envía 30.000 soldados a Europa y sus ciudadanos, alentados por el “capo” salen a enfrentar la epidemia ¡comprando armas de fuego! Nada más para argumentar.

Fiel a sus patronos el Fondo Monetario Internacional demostró por enésima vez que es uno de los focos de la podredumbre moral del planeta, que una vez que pase esta pandemia seguramente tendrá sus días contados. En una decisión que lo hunde en las cloacas de la historia rechazó una solicitud de 5.000 millones de dólares elevada por el gobierno de Nicolás Maduro apelando al Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) especialmente creado para socorrer a países afectados por el COVID19. La razón aludida para la denegación del pedido arrasa con cualquier atisbo de legalidad porque dice, textualmente, que «el compromiso del FMI con los países miembros se basa en el reconocimiento oficial del gobierno por parte de la comunidad internacional, como se refleja en la membresía del FMI. No hay claridad sobre el reconocimiento en ese momento».

Dos comentarios sobre este miserable exabrupto: primero, todavía hoy en el sitio web del FMI figura la República Bolivariana de Venezuela como país miembro. Por lo tanto la claridad “sobre el reconocimiento” es total, enceguecedora. Claro que no alcanza para ocultar el hecho de que la ayuda se le niega a Caracas por razones rastreramente políticas. Segundo, ¿desde cuándo el reconocimiento de un gobierno depende de la opinión amorfa de la comunidad internacional y no de los órganos que la institucionalizan, como el sistema de Naciones Unidas? Venezuela es miembro de la ONU, es uno de los 51 países que fundaron la organización en 1945 e integra varias de sus comisiones especializadas. La famosa “comunidad internacional” mencionada para hostilizar a Venezuela por personajuchos como Trump, Piñera, Duque, Lenín Moreno y otros de su calaña es una burda ficción, como Juan Guaidó, que no llega a sumar 50 países de los 193 que integran las Naciones Unidas.

Por consiguiente, las razones profundas de esta denegatoria nada  tienen que ver con lo que dijo el vocero del FMI y son las mismas que explican el absurdo préstamo de 56.000 millones de dólares concedidos al corrupto gobierno de Mauricio Macri y que fuera mayoritariamente utilizado para facilitar la fuga de capitales hacia las guaridas fiscales que Estados Unidos y sus socios europeos tienen diseminadas por todo el mundo. Espero fervientemente que la pandemia (que es económica también) y el desastre del préstamo a Macri se conviertan en los dos lóbregos sepultureros de una institución como el FMI que, desde su creación en 1944, sumió a centenares de millones de personas en el hambre, la pobreza, la enfermedad y la muerte con sus recomendaciones y condicionalidades. Razones profundas, decíamos, que en última instancia remiten a algo muy simple: el FMI no es otra cosa que un dócil instrumento de la Casa Blanca y hace lo que el inquilino de turno le ordena. Quiere asfixiar a Venezuela y el Fondo hace sus deberes.
No faltarán quienes me achaquen que esta interpretación es  producto de un alucinado antiimperialismo. Por eso he tomado la costumbre de apelar cada día más a lo que dicen mis adversarios para defender mis puntos de vista y desarmar a la derecha semianalfabeta y reaccionaria  que medra por estas latitudes. Leamos lo que escribió hace poco más de veinte años Zbigniew Brzezinski en un texto clásico y uno de mis libros de cabecera: “El Gran Tablero Mundial. La Supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos” en relación al FMI y al Banco Mundial. Hablando de las alianzas e instituciones internacionales que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial dijo que  “Además, también debe incluirse como parte del sistema estadounidense la red global de organizaciones especializadas, particularmente  las instituciones financieras internacionales. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial se consideran representantes de los intereses “globales” y de circunscripción global. En realidad, empero, son instituciones fuertemente dominadas por los Estados Unidos y sus orígenes se remontan a iniciativas estadounidenses, particularmente la Conferencia de Bretton Woods de 1944.” (pp. 36-37)

¿Hace falta decir algo más?  Brzezinski fue un furioso anticomunista y antimarxista. Pero como gran estratega del imperio debía reconocer los datos de la realidad, de lo contrario sus consejos serían puras insensateces. Y lo que él dijo y escribió es inobjetable. Concluyo agregando mi confianza en que Cuba y Venezuela, sus pueblos y sus gobiernos, saldrán airosos de esta durísima prueba a la que se ven sometidos por la inmoralidad y prepotencia del dictador mundial, que se cree con derechos de decirle a todo el mundo lo que tiene que hacer, pensar y decir, en este caso a través del FMI. No habrá que esperar mucho para que la historia le propine una lección inolvidable, para él y sus lacayos regionales.

Fuente e imagen: https://rebelion.org/pandemia-la-casa-blanca-y-el-fmi-los-primeros-infectados/

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Covid-19 y la economía mundial

Por. La Jornada

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) disminuyó sus tasas de interés a cero (un máximo de 0.25 por ciento) a fin de apoyar la reactivación de la economía global, la cual está ya severamente afectada por la paralización de actividades derivada de las medidas para enfrentar la pandemia de coronavirus que se extiende por el mundo. Asimismo, la Fed lanzó un programa de recompra de bonos por un total de 700 mil millones de dólares para las próximas semanas. Medidas similares adoptaron los bancos centrales de Europa, Canadá, Gran Bretaña, Japón y Suiza, con el propósito de facilitar a entidades financieras el acceso a dólares.

Tales decisiones dan cuenta de la preocupación existente en los circuitos financieros del orbe por los desastrosos efectos que las medidas de mitigación de la epidemia están teniendo en el desarrollo de las naciones ricas. Los sectores de viajes y turismo son los primeros grandes perjudicados, seguidos por los servicios y la industria de espectáculos y entretenimiento; sin embargo, los expertos dan por sentado que los efectos de la contracción económica llegarán como una onda expansiva a otros ámbitos, con una magnitud aún difícil de precisar.

También resulta aventurado determinar, por ahora, la envergadura de la reconfiguración económica que producirá la emergencia sanitaria mundial, aunque pueden apuntarse algunos elementos para ponderarla: si los sectores mencionados se enfrentan a desastres de diversa magnitud, es probable que los consorcios hospitalarios privados y la industria farmacéutica experimenten una expansión como consecuencia del incremento en la demanda de sus servicios y productos, y resulta razonable prever que, a corto plazo, compras de pánico masivas que han tenido lugar en diferentes países impulsen las ganancias de las empresas minoristas.

Otro escenario posible e incluso probable es que la pandemia y las medidas para combatirla alteren, de manera coyuntural, la correlación de fuerzas económicas, particularmente entre Estados Unidos y Europa occidental, y de China con el resto del mundo.

Sería contraproducente y deplorable que en esta circunstancia los gobiernos intentaran utilizar a su favor la contingencia con propósitos de guerra comercial o financiera, una eventualidad que no puede descartarse, particularmente si se considera el afán de la administración que encabeza Donald Trump por derrotar a China en el terreno de los intercambios comerciales.

Si no se entiende que la amenaza es global y que se requiere de la unión de esfuerzos y la coordinación para hacerle frente, se socavará la capacidad de la comunidad internacional para minimizar la mortalidad y la extensión del Covid-19.

En esta perspectiva, cabe esperar que quienes toman las máximas decisiones políticas en el mundo tengan la sensatez requerida para dejar de lado sus cálculos geopolíticos y se sometan a las recomendaciones eminentemente técnicas de la Organización Mundial de la Salud.

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El primer ministro palestino advierte sobre el grave peligro del «Acuerdo del Siglo» de Trump

Asia/Palestina/19/02/2020/Autor y fuente: tercerainformacion.es

Mohammad Shtayyeh advierte a la comunidad internacional que el precedente establecido por la medida propuesta por el presidente estadounidense sentaría un precedente terrible para las relaciones internacionales.

El primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, calificó de «muy peligrosa» la iniciativa del Gobierno estadounidense para resolver el conflicto en Oriente Medio, e instó a Europa a rechazarla.

«La propuesta de [Donald] Trump es muy peligrosa, simplemente porque se basa en un nuevo paradigma. Y el paradigma de Trump, en lo que se refiere a los palestinos, se basa en lo siguiente: derrotarlos, para que se rindan, para que acepten», manifestó Shtayyeh durante una discusión sobre Palestina que tuvo lugar este domingo en la Conferencia de Seguridad de Múnich.

El jefe del Gobierno palestino instó a Europa a dar una respuesta seria, fuerte y clara al llamado ‘acuerdo del siglo’, rechazándola.

El 28 de enero, Donald Trump presentó en Washington el llamado ‘acuerdo del siglo’ para la solución del conflicto palestino-israelí.

El plan prevé el reconocimiento mutuo de los Estados de Israel y Palestina, con una capital «indivisible» de Israel en Jerusalén, mientras que Palestina tendrá su capital no en todo Jerusalén Este, como aspira, sino «en la sección de Jerusalén Oriental localizada en áreas al este y al norte de la actual barrera de seguridad, incluyendo Kafr Aqab, la parte oriental de Shuafat y Abu Dis, y que podría llamarse Al Quds u otro nombre determinado por el Estado de Palestina».

No obstante, la iniciativa exige que antes de ser reconocida como un Estado, Palestina implemente una serie de reformas políticas, sociales y económicas.

Palestina ya expresó su rechazo al proyecto estadounidense que, según el líder palestino Abás, acabará en «el basurero de la historia».

Fuente e imagen:  https://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/2020/02/16/el-primer-ministro-palestino-advierte-sobre-el-grave-peligro-del-acuerdo-del-siglo-de-trump

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Estados Unidos: Trump eliminará presupuesto para educación a niños migrantes

Estados Unidos / 16 de junio de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Bajo Palabra

Comenzaran a reducir o eliminar las actividades para menores migrantes que no son necesarias para la protección de la vida y la seguridad, incluidos los servicios de educación, recreativos o legales. 

Autoridades de Estados Unidos anunciaron hoy que comenzarán a restringir los servicios educativos y recreativos, así como la asistencia legal, para los niños migrantes que permanecen en refugios del gobierno, lo que generó numerosas críticas de organizaciones humanitarias.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos informó que su Oficina de Reasentamiento de Refugiados ordenó que comenzaran a reducir o eliminar las actividades para menores migrantes que no son necesarias para la protección de la vida y la seguridad, incluidos los servicios de educación, recreativos o legales.

En la actualidad, unos 13 mil 200 menores migrantes, incluidos los que cruzaron la frontera solos y niños pequeños que fueron separados de sus padres, se encuentran en más de 100 albergues en todo el territorio estadunidense, donde reciben clases de inglés, matemáticas y educación cívica, entre otras.

«La mayoría de los refugios tienen además un campo deportivo y los niños pueden salir a realizar alguna actividad recreativa, como jugar futbol, ​​al menos una vez al día, de acuerdo con el portal del diario The New York Times.» 

Sin embargo, la portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Evelyn Stauffer, indicó que hace más de un mes el gobierno federal advirtió al Congreso que la entidad atravesaba por una crisis financiera y requería recursos adicionales para evitar el recorte de servicios en los refugios.

La semana pasada, los operadores de los albergues fueron notificados de que «el Programa de Niños No Acompañados está actualmente operando con déficit», por lo que los recursos presupuestados para actividades recreativas o educativas serán restringidos.

«De acuerdo con un correo electrónico enviado a los responsables de los refugios, al que tuvo acceso The New York Times, el recorte solo se aplicará a los fondos otorgados después del 22 de mayo de 2019, y permanecerá vigente hasta nuevo aviso.»

Tras el anuncio del gobierno, defensores de los derechos civiles sostuvieron que cualquier medida para eliminar los servicios educativos y recreativos constituiría una violación de un acuerdo judicial conocido como Flores, que data de 1997, y establece que los menores migrantes deben ser detenidos en las condiciones “menos restrictivas”.

«Si esta administración continúa negando la educación, la recreación y otros servicios (…) sería una violación flagrante del acuerdo Flores y enfrentará una acción legal inmediata», advirtió Neha Desai, directora de inmigración en el Centro Nacional de Derecho Juvenil en Oakland, California.

Tras ser interceptados por la Patrulla Fronteriza, los menores migrantes son enviados a albergues del gobierno, donde permanecen hasta que un patrocinador, generalmente un familiar que ya vive en Estados Unidos, puede probar que es apto para cuidar al niño.

Más de 40 mil menores migrantes han quedado bajo custodia del gobierno estadunidense en lo que va del actual año fiscal, que comenzó el 1 de octubre pasado, cifra que representa un aumento de alrededor del 60 por ciento respecto al año pasado.

Fuente de la Noticia:

Trump eliminará presupuesto para educación a niños migrantes

ove/mahv

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