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Necesario adecuar el sistema educativo en México: UNESCO

América del Norte/ México/ 08.10.2019/ Fuente: www.elsoldemexico.com.mx.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) advirtió que si la escuela no se plantea explícitamente la consecución de una sociedad más justa, contribuirá a la reproducción de las injusticias sociales.

En el marco del Seminario Internacional sobre Equidad y Justicia en la Nueva Escuela Mexicana, el coordinador general del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la UNESCO, Javier Murillo, aseguró que, para poder crear una cultura educativa para la justicia social es necesario adecuar el sistema educativo para que las escuelas se conviertan en comunidades profesionales de aprendizaje.

Para ello, estimó que las escuelas deberán desarrollar procesos de enseñanza y aprendizaje justos, trabajo conjunto con la familia y la comunidad, reconocimiento y valoración de las diferencias e impulso a la democracia y la participación.

También señaló que la equidad no es suficiente y es necesario trabajar, además, por la justicia social, para lo cual la participación es el elemento indispensable. Y las escuelas, dentro del sistema educativo, son los sitios clave para trabajar en pro de la justicia social.

En este sentido, el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, afirmó que la Nueva Escuela Mexicana se construirá con el trabajo «hombro con hombro», con la participación de maestros, alumnos, padres y madres de familia, y por la sociedad en general.

Enfatizó que la escuela debe informar y formar, ya que se necesita educar mexicanos con base en valores, ya que afirmó se ha convertido en una necesidad de la sociedad, que también exige la corresponsabilidad de los tutores en la educación de sus hijos.

En su ponencia La escuela como espacio de construcción de equidad y justicia, Javier Murillo también advirtió que la equidad no es suficiente y es necesario trabajar, además, por la justicia social, para lo cual la participación es el elemento indispensable.

«Las escuelas, dentro del sistema educativo, son los sitios clave para trabajar en pro de la justicia social», afirmó.

Acompañado por el Subsecretario de Educación Básica, Marcos Bucio Mújica, el también doctor en Ciencias de la Educación habló sobre la forma en que la educación suele convertirse en reproductora de injusticias y legitimadora de desigualdades, cuando debiera ser un medio para el cambio social.

El también director de Estudios del Centro de Investigación y Documentación Educativa del Ministerio de Educación de España, aclaró que no todas las escuelas son iguales ni se comportan igual; «algunas contribuyen en mayor medida a la reproducción de las desigualdades, en tanto que otras impulsan la transformación social», comentó.

Por ello añadió que la justicia implica la promoción del acceso y la equidad para asegurar la plena participación en la vida social, especialmente de aquellos que han sido sistemáticamente excluidos sobre la base de su etnia, edad, género, habilidad física o mental, educación, orientación sexual, situación socioeconómica u otras características del grupo de pertenencia.

«Si la participación es asumida como la más elevada justicia de carácter político, entonces, la educación debe ser entendida como un resorte para la justicia social, desde la justicia social y en la justicia social», consideró Murillo.

Fuente de la noticia: https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/ultimas-noticias-educacion-en-mexico-sep-unesco-4278338.html

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Educación, una prioridad

Por: Roberto Patiño. 

Transcurrida la primera semana del reinicio de las actividades escolares en todo el país, constatamos con alarma que las estimaciones hechas por distintas organizaciones no gubernamentales, organismos y nuestras propias previsiones sobre la ruinosa situación del sistema educativo se quedaron cortas.

Esta semana, la profesora Luisa Pernalete de Fe y Alegría informó que existen, en este momento, 300 vacantes de maestros en estas escuelas, un incremento de 10% respecto al mes de agosto. Las principales razones son las condiciones laborales de  miseria que viven los docentes, cuyos salarios no les alcanzan para nada.

Sumado a esto, la matrícula escolar va en caída libre por la imposibilidad de los padres de inscribir a sus niños, bien sea porque no pueden alimentarlos o porque no tienen capacidad de comprar los útiles o uniformes. Además, hay que considerar el aumento de la migración hacia otros países, para huir de la asfixiante situación económica y social que vivimos en el país.

Lo hemos comprobado en las comunidades del municipio Libertador, en las que funcionan nuestros comedores de Alimenta La Solidaridad. En un reporte que pedimos a las madres voluntarias nos informaron que muchas escuelas no comenzaron clases. Por ejemplo, en Caricuao 8 de 13 colegios no iniciaron actividades, unos por problemas con la planta física, otros por la falta de maestros y la poca afluencia de alumnos, muchos de los cuales ni siquiera se han inscrito para este nuevo período escolar. Esto solo en las instituciones de educación básica. Ya veremos la situación al iniciar actividades, a principios de octubre, de liceos y universidades.

Aunque esta situación se está viviendo en todos los estratos sociales, no cabe duda de que quienes se ven más afectados son los sectores más vulnerables, profundizando la situación de pobreza y exclusión de la mayoría de la población.

En cierta medida este resultado forma parte de la política de control del régimen, que ahora pretende cubrir la deficiencia de maestros con agentes ideologizantes como los miembros de Chamba Juvenil. Mucho más grave es que permita que la guerrilla colombiana realice censos en las escuelas en las poblaciones fronterizas para proveer a los alumnos de útiles escolares, con una clara intención de conquistarlos para sumarlos a sus filas. Según lo denunció Fundaredes,  20.624 estudiantes fueron objeto de este censo por parte de grupos irregulares.

Ante este panorama es urgente que pongamos el foco en la educación, en garantizar la permanencia de los niños en las escuelas y promover cambios que permitan a los maestros seguir cumpliendo con su labor, porque de ello depende la transformación y el desarrollo del país. Con los chamos en las escuelas podemos hacer seguimiento a otros aspectos: el estado nutricional de los estudiantes, sacar a los niños y jóvenes de las calles para que no se vean tentados a caer en la violencia y a formar parte de bandas delictivas.

Una forma de abordar el problema es propiciando la organización de comunidades, instituciones, gremios. Movilizar a la sociedad en su conjunto y crear alianzas para detener el deterioro de nuestro sistema educativo; buscar juntos soluciones a problemas puntuales que vayan sumando para que se mantengan las aulas abiertas.

Esta grave crisis hay que atenderla ya, mientras, en paralelo, seguimos poniendo todos nuestros esfuerzos para lograr el cambio político necesario que permita un abordaje más profundo de este y otros graves problemas que vivimos.

Fuente del artículo: https://www.elnacional.com/opinion/educacion-una-prioridad/

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4T recorta alfabetización y educación básica para adultos

Por: Aabye Vargas.

 

Este 2019 será el año en que el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) tenga el menor número de alfabetizados y de certificados emitidos en los últimos seis años, de acuerdo con documentos obtenidos por Publimetro vía Ley General de Transparencia.

Según los documentos, hasta el mes de agosto el Instituto sólo ha alfabetizado a 26% de lo registrado el año pasado (265 mil 583 personas); mientras que en nivel primaria y secundaria no supera el 47%.

Además, la plantilla de beneficiarios también se redujo, pues podría cerrar el año con aproximadamente 340 mil estudiantes menos de seguir la tendencia.

Ante esto, el Instituto envió un escrito a este diario en donde explica que se encuentra en un proceso de reestructuración con el fin de “optimizar los recursos”, así como mejorar los esquemas de trabajo para atender a adultos en la zona sur-sureste del país.

“Es importante señalar que se trabaja en la atención de la región sur-sureste, lo que implica optimizar los recursos y depurar los esquemas de trabajo para atender a personas que se encuentran en rezago educativo en esta parte del país. Todo lo anterior ha implicado en los hechos, una redefinición de las metas cualitativas del Instituto, así como redoblar esfuerzos para la atención de esta población aún en exclusión educativa”, indicó el organismo.

Reducen círculos de estudio y puntos de encuentro

Además de la disminución en el número de certificados emitidos por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, la cifra de unidades operativas como círculos de estudio y puntos de encuentro se redujo en alrededor de 20%.

De acuerdo con los documentos del organismo, el año pasado se registraban 108 mil 995 círculos de estudio; sin embargo, este 2019 pasó a 87 mil 406. De igual forma sucedió con los puntos de encuentro, los cuales pasaron de 10 mil 643 a ocho mil 590 en un año.

Esto, según el Instituto, se debe a que se lleva a cabo un proceso de depuración para reubicar algunos círculos de estudio en lugares estratégicos y lograr constituir otros más.

“El INEA trabaja de manera constante para realizar alianzas estratégicas con los sectores público, privado y social, con el propósito de seguir con la instalación de plazas comunitarias en todo el territorio nacional, de las cuales actualmente operan 2 mil 600 para ofrecer los servicios del Instituto a las comunidades de las diversas localidades en rezago”, detalló el organismo en el mismo escrito.

INEAFoto: Especial

No es prioridad la alfabetización

El director de la Facultad de Humanidades y Ciencias sociales de la Universidad La Salle, Francisco Enríquez, señaló en entrevista que este dato puede ser engañoso, ya que el reducir espacios formativos no significa disminuir la cantidad de estudiantes que se atienden.

“Actualmente se otorga más impulso a la educación básica y no tanto a la alfabetización, que implica desatender a personas mayores de 60 años e indígenas, que si bien se les da apoyo económico no se les da el educativo.

“En México hay 500 mil personas menores de 15 años que son analfabetas; dos millones de personas menores de 60 en esta condición y más de 2 millones de personas de 60 años que no saben leer ni escribir; es decir, más de 40% de analfabetas son adultos mayores”, indicó el especialista.

Además, recordó que actualmente 6.9% de la población mexicana es analfabeta, y que instituciones educativas del gobierno federal se han planteado en ocho años reducirlo hasta 3.8%, para que México pueda ser declarado país libre de analfabetismo, de acuerdo con lo dictado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

INEAFoto: Especial

INEA, en abandono

Gregorio Hernández, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), aseguró que el INEA ha estado en el abandono desde hace muchos años, ya que para los gobiernos el alfabetizar no es prioridad, y cuestionó la poca preparación de los “profesores” que enseñan dentro del instituto de educación.

“La educación para los adultos es un subsistema tradicionalmente marginal, pues es una población que está en rezago educativo; sin embargo, la prioridad de todos los gobiernos no ha sido este sector, sino estudiantes que tienen y están en un nivel educativo de acuerdo a su edad.

“El presupuesto del INEA es bajo y la formación de instructores es poca, pues muchos no tienen ni preparación pedagógica, ya que no son maestros son asesores voluntarios; ellos no tienen sueldo, aunque hay mecanismos para recolectar ingresos”, indicó el también ex trabajador del INEA.

Fuente del artículo: https://www.publimetro.com.mx/mx/nacional/2019/09/29/4t-recorta-alfabetizacion-educacion-basica-adultos.html

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Venezuela: Docentes del Táchira amenazan con no volver a las aulas

América del Sur/ Venezuela/ 30.09.2019/ Fuente: elpitazo.net.

 

Docentes de educación básica y profesores universitarios advirtieron que buscan un paro nacional que comienza con negativa a regresar a las aulas de clase y que busca incorporar a todos los gremios del país, pues consideran que la formación de los jóvenes está en riesgo

Docentes de escuelas y liceos, así como profesores universitarios del estado Táchira emprenderán una serie de acciones para exigirle al poder central un cambio estructural del sistema educativo, por cuanto consideran que la educación en el país y en la entidad no es formativa ni apta para las nuevas generaciones.

José Torribilla, presidente del Sindicato de la Educación del estado Táchira, manifestó que la intención es continuar con las actividades de protesta que iniciaron en los meses de enero y febrero de este año, que por una medida cautelar impuesta por los tribunales de la entidad, los docentes paralizaron.

“En este momento nos encontramos de nuevo retomando las acciones. Para la próxima semana en la ciudad de Barinas tenemos un pleno zonal del magisterio venezolano, donde se va a introducir un pliego de peticiones ante el Ministerio del Trabajo para proteger a todos estos educadores que ya están en rebeldía y no se han incorporado a sus labores docentes. No es necesario convocar a un paro: los docentes se han incorporado, porque un docente con un salario de 40 mil bolívares no puede hacer nada”, expresó.

Precisó que buscarán llegar con acciones escalonadas hacia un paro nacional en el que participen todos los gremios del país, pues destacó que de nada vale un aumento salarial cuando la realidad económica de Venezuela se lo consume en 15 días. Destacó que la idea es no volver a las aulas si no existe un cambio en el país.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (Apunet), Lubin Cádenas, manifestó que de acuerdo a un documento publicado en la Universidad de Oriente, un profesor instructor en el año 1976 requería 1,2 días de salario para comprar su canasta alimentaria, mientras que en julio de 2019 requería 498 días, es decir 1,4 años.

“Se han encargado de destruir nuestra universidad, nuestra educación en todos los niveles, desde el prescolar hasta la universitaria. Aquí en el Táchira están unificando los liceos; de dos liceos mandan a dar clase en uno solo porque no tienen matrícula para atenderlos a los dos, entonces nuestra educación está destruida, y así se pretende con la universidad, que se nos ha destruido en su infraestructura. No tenemos laboratorios para las práticas, nuestros docentes vienen a pie, manifiestan que están pasando hambre y necesidad, algunos hasta con los zapatos rotos”, expresó, al tiempo que afirmó que el Gobierno nacional ha convertido el trabajo docente en una forma de esclavitud moderna.

Para el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes (ULA), Douglas Barboza, el Ejecutivo nacional ha implementado políticas que buscan destruir la educación en perjuicio de las nuevas generaciones de venezolanos.

Destacó que el inicio del año escolar ha sido un fracaso total: docentes sin estudiantes, escuelas con infraestructura educativa destruida y abandonada, lo que a su juicio significa que la educación venezolana se avisora como un colapso en el que se destruirán los valores y la razón de ser de la venezolanidad. “No existirán instrumentos ni útiles necesarios para la educación de las nuevas generaciones”, agregó.

Fuente de la noticia: https://elpitazo.net/los-andes/docentes-de-educacion-basica-y-universitaria-del-tachira-amenazan-con-no-volver-a-las-aulas/

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Cambalache para las escuelas normales

Por: Carlos Ornellas. 

 

Más claro ni el agua purificada. En la mañanera (ya caí en este uso) del 11 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó “No se van a cerrar las escuelas normales, al contrario, se van a abrir más y el que salga de ahí va a salir con su plaza”. Lo dijo después de que el día anterior había parlamentado una vez más con el liderazgo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

El Presidente aseguró que no recibió ningún apremio, “a mí nadie me presiona”. Sin embargo, la obtención de una plaza automática para los egresados de las escuelas nórmales es una de las demandas centrales de los cabecillas de esa facción, al menos desde 1993, cuando ya hubo más egresados que plazas disponibles.

Si el Presidente no sintió presión, si las marchas, plantones, tomas de casetas, cierres de aeropuerto no le causaron mella en su creencia, entonces su decisión es producto de un pacto político que, si se le busca fecha, quizá se selló el 12 de marzo de 2018 en Guelatao. Pero concedo que puede ser producto de una convicción profunda, aunque equivocada. ¡Sí, el Presidente puede equivocarse!

La CNTE y sus líderes son huesos duros de roer, no dan su brazo a torcer. No les bastó la palabra del Presidente, bloquearon el Congreso, no habrá leyes secundarias hasta que les cumplan todo y digo todo. Ya lograron mucho y van por más. La nueva exigencia: que se elimine de la Ley General de Educación los consejos de participación social.

La oferta de la coordinadora al gobierno es diáfana: “gobernemos juntos en la educación”. En otras palabras, “vamos a colonizar de nuevo el mando en la educación básica”. Y esta vez no nada más en los territorios que controlamos, “vamos a desplazar a los charros. El mensaje, nada sublime: “tú te irás y nosotros seguiremos”.

Ante las críticas por el convenio —que no fue pacto, sino autosugestión—, el Presidente comparó a los egresados de las normales con los de los colegios del Ejército y la Armada. No obstante, se le pasó señalar las exigencias para la admisión, el rigor de los estudios y la instrucción disciplinaria que reciben en sus estudios.

Para el Presidente: “Los maestros en México están capacitados y ya basta de estar partiendo de supuestos falsos”. Frase contundente. El asunto es que contradice los esfuerzos —al menos discursivos— de la Secretaría de Educación Pública. El mensaje es que la Estrategia para la Mejora de las Escuelas Normales es innecesaria, los egresados de las normales no requieren más.

El Presidente acuerda con la coordinadora, pero ningunea al Congreso Nacional de Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales, le reduce el 20% del presupuesto a las normales públicas, pero habrá plaza en automático para sus egresados.

Un cambalache que beneficiará a unos y perjudicará a la educación pública.

 

RETAZOS

Esta semana se llevó a cabo la IV Reunión de Rectores de Universidades Mexicanas y Japonesas en la UNAM. Habrá tiempo de compartir buenas noticias.

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/cambalache-para-las-escuelas-normales/1336364

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El derecho a la educación del siglo XXI

Por: Andrés Gil Domínguez.

 

El derecho a la educación, consagrado en las constituciones de los siglos XIX y primera mitad del XX, estuvo determinado por contenidos referidos a la potestad titularizada por las personas de poder acceder, en general, a la educación y ,en particular, a la educación básica o primaria. Las constituciones de la segunda mitad del siglo XX y los instrumentos internacionales sobre derechos humanos incluyeron dentro de sus contenidos el acceso a los niveles secundario y universitario.

El modelo que se enmarcó en la revolución industrial estuvo signado por una obligación de hacer, a cargo del Estado, determinada por una actividad de prestación basada en una política pública con un inicio (la escuela primaria extendida al nivel inicial) y un eventual final (la universidad).

Con dicho esquema, se garantizó plenamente el derecho a la educación en un contexto social y económico vinculado a un factor de multiplicación de la tecnología (esto es, el número de veces que una tecnología es capaz de mejorar la función o el objetivo que le fue asignado; como por ejemplo, los automóviles permiten pasar de nuestra velocidad al andar 6 km/h a 90 km/h lo cual significa un factor de multiplicación de 15 en cuanto 15×6= 90) que surcó a varias generaciones.

La revolución digital presenta un factor de multiplicación de la tecnología de la información del orden de un millón (mientras que el factor de multiplicación de la agricultura fue de 100 y el de la revolución industrial fue de 1000) que se ha desarrollado en tan solo setenta años.

La revolución industrial duró cien años, transcurriendo a través de cuatro generaciones, lo cual posibilitó que las generaciones sucesivas fueran cambiando su formación para adaptarse a los desafíos laborales y sociales del futuro. La cuarta revolución industrial motorizada por la inteligencia artificial implica el paso del conocimiento analógico al digital y se desarrollará quizás en una sola generación, produciendo un desafío imposible de determinar en este presente.

La cultura del siglo XX donde se insertó la educación estuvo dominada por un plano donde coexistían un conjunto de percepciones superficiales (a veces caóticas) que solamente podían ser superadas gracias a la intermediación de un profesor o un maestro, laico o religioso.

Era un camino de articulación complejo presentado como una pirámide invertida en cuya punta se obtenía el sentido auténtico de las cosas, y cuando allí se arribaba, se consideraba que habíamos adquirido el conocimiento o la experiencia.

Tal como lo expone Alessandro Baricco en el libro The Game , la revolución digital produjo una revolución cultural donde la pirámide se reubicó en su postura tradicional, puesto que las esencias afloran en la cúspide sobre la base de una experiencia transformada en “posexperiencia”, como una suerte de hija de la superficialidad (la cual se alcanza utilizando las herramientas que provee la insurrección digital) mientras que las complejidades se esconden en algún sitio.

Así está hecho el iPhone, Google, Amazon, Facebook, YouTube, Spotify y WhatsApp, desplegando una simplicidad donde la inmensa complejidad de la realidad emerge en la superficie dejando tras de sí cualquier lastre que haga más pesado el corazón esencial. Ante el desarrollo de la comunidad digital, las instituciones públicas y muy especialmente la escuela, no preparan ni tampoco entrenan las capacidades útiles para poder participar de este nuevo juego, lo cual genera una desproporcionada brecha (digital y de las otras) entre incluidos y excluidos.

¿Puede el derecho a la educación receptado en las constituciones y los instrumentos internacionales sobre derechos humanos seguir manteniendo la misma estructura analógica frente a la revolución digital? Indudablemente no. De hacerlo generaría un regresivo anacronismo en todos los ámbitos que encapsularía definitivamente a la enseñanza en el superado modelo analógico.

El derecho a la educación digital no puede estar limitado por niveles o segmentos educativos, sino que, la prestación del servicio educativo como política pública debe ser dinámica. En otras palabras, las necesidades de aprender demandan una enseñanza constante de cómo se maneja el mundo digital.

En este sentido, alfabetizar incluye dotar de capacidades para acceder al mercado laboral, poder desarrollar emprendimientos productivos, disfrutar de los beneficios de la disrupción tecnológica. Esto abarca por igual a las niñas, niños y adolescentes, como así también, a los adultos y a los adultos mayores. Ante dicha realidad el Estado como sujeto pasivo asume -en los términos expuestos por Bidart Campos- una obligación activamente universal que consiste en desarrollar políticas concretas mediante “un hacer frente a todos”.

El derecho a la educación del siglo XXI demanda con urgencia pasar del modelo analógico a un sistema digital, de forma tal, que permita optimizar las nuevas relaciones que el ser humano entabla a diario con la tecnología, y en consecuencia, con una emergente cultura de conectividad masiva y subjetividades dúctiles.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/derecho-educacion-siglo-xxi_0_IUwBhpW.html

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Venezuela: Para comprar útiles y uniformes escolares en Anzoátegui se debe cargar una “carretilla de dinero”

América del Sur/ Venezuela/ 09.09.2019/ Fuente: cronica.uno.

Encargados de negocios en la zona metropolitana de Anzoátegui afirman que una lista escolar para cualquiera de los grados de educación básica, fácilmente sobrepasa el millón de bolívares, sin incluir los libros. Un par de zapatos, que pueden usarse para el diario y educación física se vende entre 550.000 y 700.000 bolívares. Para comprar lo necesario los padres deben cargar una «carretilla de dinero».
Barcelona. “Mi hijo este año irá a la escuela con los pantalones brincapozos, los zapatos rotos y la camisa por el ombligo, porque con estos precios es imposible que yo complete siquiera la lista de útiles escolares”, así define Marli Faría, el panorama que tiene por delante en este venidero año escolar.

Faría es una las cientos de madres que a diario caminan por el bulevar 5 de Julio de Barcelona a la caza de ofertas o algún remate, que les permita adquirir los implementos que sus hijos usarán a partir del próximo 16 de septiembre, cuando las escuelas reciban a los estudiantes de educación primaria.

La representante, que además es profesora universitaria, asegura con conocimiento de causa que este inicio de clases no se comparará con ningún otro en la historia venezolana. La crisis que atraviesa el país tiene en una disyuntiva a los padres, quienes se debaten entre comer o enviar a los chamos al colegio.

Este año no será igual, por ejemplo, en el colegio de mi hijo la maestra me pidió que para el primer día de clases ya debe tener la lista completa. Eso es inaudito, con estos precios que tienen los útiles eso es casi imposible. He comprado poco de la lista. Yo no concibo que un libro cueste casi un millón de bolívares”, dijo.
De una lista de más de 60 artículos, Faría apenas llevaba en una pequeña bolsa ocho de los que su pequeño usará cuando encare sus estudios de tercer grado. “Mi esposo y yo trabajamos en dos lugares a la vez y eso no nos alcanza. Aquí en este momento te mueres o el chamo estudia”, refirió.

El equipo de Crónica.Uno realizó un recorrido por varios establecimientos y constató que los precios de los artículos escolares parecen verdaderas joyas.

Compararlos con los de la temporada anterior es retroceder hacia el fin y principio del nuevo cono monetario nacional. Antes de agosto de 2018. Una enciclopedia de primaria estaba en el orden de los 10 millones de bolívares y luego llegó la reconversión monetaria, que hizo una variante de precios.

Pocas ventas y complicaciones tecnológicas

En la librería G y V, ubicada en la avenida Miranda de Barcelona, su encargada Nora Macuare, indicó que una enciclopedia de una reconocida editorial la venderán este año en 800.000 bolívares y una lista escolar para cualquier grado de primaria, sin los libros, sobrepasa fácilmente el millón de bolívares.

“Yo particularmente considero un abuso vender un libro en casi un millón de bolívares. ¿Cómo le digo yo a un representante que un libro está por ese precio? Prefiero no venderlo. Yo creo que las escuelas deberían ser más conscientes y adecuar las listas a la situación económica. Antes nosotros dábamos crédito y hasta apartábamos las listas escolares, pero ya no lo podemos hacer porque tenemos que pagar a los proveedores por adelantado y pese a ello, cuando llega la mercancía, viene con un nuevo precio y hay que pagar la diferencia”.

Macuare señala que el propio ambiente de la librería refleja la situación por la que atraviesa la educación en Venezuela. En el momento de hacer la entrevista, en el local solo se encontraban dos clientes que preguntaban por los precios y la mercancía para vender era poca.

Otra cosa con la que tenemos que lidiar es que ahora no tenemos ni punto ni línea telefónica. Hace una semana varios negocios pagamos 50 dólares para que nos arreglaran este problema y nada, dependemos solo de transferencias y efectivo. Para este año, los proveedores dicen tener material, pero está muy costoso, solo nos queda comprar poco, antes compramos 24 cajas de lápices, ahora solo seis”.
Para conseguir algo de ofertas, los padres tienen que, literalmente, dejar las suelas de los zapatos en el asfalto, pero al final el esfuerzo vale la pena.

Mientras que en las librerías los cuadernos superan los 30.000 bolívares, en algunos negocios asiáticos se pueden encontrar modelos de buena calidad entre los 20.000 y 25.000 bolívares. Una caja de lápices, dependiendo la marca, puede cotizarse entre 30.000 y 42.000 bolívares, una pega de 70 ml se vende en 19.000 bolívares, los colores jumbo (ideales para prescolar) los venden entre 60.000 y 80.000 bolívares, una resma de papel se puede conseguir entre 150.000 y 190.000 bolívares.

Estrenos inalcanzables

En el bulevar 5 de Julio de Barcelona, así como en el centro de Puerto La Cruz, los negocios que expenden ropa están surtidos con una gran variedad de atuendos escolares. Sin embargo, se quedan en los ganchos de las tiendas puesto que con los altos precios en los que se cotizan, son incomprables para los padres.

Nancy Marcano es una de las madres que se encontraba visitando tiendas en busca de una nueva indumentaria para su hija que este año iniciará el quinto año de bachillerato. Afirmó que tendrá que ir con el mismo uniforme del año anterior porque “esto pasa del asombro”.

“Yo no he comprado nada, los precios están demasiado elevados, aún le queda el uniforme que usó el año pasado y con ese iniciará este año. En donde sí tenemos que gastar es en zapatos y eso es otra locura. Entramos a una zapatería en Barcelona y nos estaban cobrando 40 dólares, yo no gano eso, qué locura es esta. A esta fecha aún no he comprado nada de lo que necesitará mi hija para el inicio de clases”.

Solo en la compra de un uniforme los padres pueden gastar poco más de 1 millón de bolívares / Foto: José Camacho

María López es abuela de una pequeña de cinco años de edad e indicó al equipo de Crónica.Uno que con los actuales costos “no se puede comprar nada”.

Mientras los muchachos no se cambien de camisa representará un dolor de cabeza menos para los padres. Yo no sé qué fue lo que pasó que de la noche a la mañana estos precios se dispararon”, afirma.
En el almacén La India, su encargada que prefirió no ser identificada, indicó que para esta nueva temporada, las faldas se cotizan entre 150.000 y 300.000 bolívares, dependiendo de la marca. Los pantalones, sean para niños o niñas, tienen un precio ubicado entre 190.000 y 500.000 bolívares y el valor también depende de la marca.

Las chemises se venden en un rango de precios entre 150.000 y 250.000 bolívares, en otras tiendas tienen un costo similar. Las franelas usadas para educación física se pueden conseguir entre 150.000 y 164.000 bolívares, los monos se venden a un precio de 250.000 bolívares y un par de medias cuesta 90.000 bolívares, mientras que un par de zapatos se puede conseguir entre 550.000 y 700.000  bolívares, similares a los de las zapaterías corrientes.

“En comparación con el año pasado, los precios han aumentado alrededor de 200 %, recuerdo que el año pasado había chemises que se vendían entre 50.000 y 60.000 bolívares. Te puedo decir que aquí las ventas se han mantenido y hemos notado que los padres hacen un sacrificio para que comprarle los uniformes a sus hijos”, afirmó la encargada del almacén La India.

Las ferias escolares que otrora representaban una alternativa, este año brillan por su ausencia en toda la zona norte de Anzoátegui. Padres como Alberto Betancourt aseguraron que se mantendrán en la búsqueda de la lista y mientras tanto “compremos lo que se pueda”.

Fuente de la noticia: http://cronica.uno/para-comprar-utiles-y-uniformes-escolares-en-anzoategui-se-debe-cargar-una-carretilla-de-dinero/

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