Page 4 of 6
1 2 3 4 5 6

Entrevista a Ulrika Holmström: “La igualdad de género es una prioridad del gobierno sueco”

09 Octubre 2016/Fuente: /Autor: Ben Davis Min

A su paso por Buenos Aires, luego de haber participado en el Foro Internacional sobre Derechos de las Mujeres y el Desarrollo organizado por la Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo (AWID), en Costa do Sauípe, concedió una entrevista a Notas Ulrika Holmström, miembro de la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional, especialista en cuestiones de género y reconocida feminista. Estudió Ciencias Políticas e Historia Económica Internacional en la Universidad de Estocolmo. Habla perfectamente en castellano y portugués.

-¿Qué significa ser feminista?

-Significa reconocer que existe una desigualdad sistémica entre mujeres/niñas y hombres/varones y tener la decisión de querer cambiar esa realidad.

-¿Cómo han sido tus comienzos en el trabajo de cuestiones de género?

-Empecé a trabajar con una ONG sueca llamada Fórum Syd, que es una organización de la sociedad civil. Después me surgió una oportunidad de trabajar en Angola como asesora, en tareas relacionadas con asuntos de igualdad de género. Y ahí también trabaje para otra organización sueca que se llama Grupos África de Suecia. Hoy en día la organización trabaja dando apoyo financiero y trabajando en conjunto con ONGs locales. Trabajé en Angola en tareas súper interesantes, porque el país había estado muchos años en guerra y justo cuando yo llegue en 2002, se había firmado un acuerdo de paz.

-¿Es parecida la problemática de la mujer de Angola a la de las mujeres suecas?

-Mucho no, porque los contextos son muy diferentes. En Angola hay una alta presencia de la pobreza y una gran mortalidad materna. Esa situación no tenía nada que ver con Suecia, donde un parto no es peligroso para la mujer. Y la situación de pobreza es totalmente diferente. El contexto de la posguerra también era totalmente diferente. Los problemas tenían que ver con la falta de infraestructura básica.

Pero después también había problemas en común también. Eso fue interesante porque, por ejemplo, la violencia de género es un problema importante en Suecia también y era un problema grande en Angola. El dominio de los hombres en muchas áreas de decisión también, así como las ideas sobre la sexualidad de las mujeres. Esas eran notas comunes a ambas culturas.

-¿El tema de la sexualidad de la mujer es similar en la mujer angoleña y sueca?

-Hay problemas en común en relación a cómo se ve la sexualidad de las mujeres y la de los hombres. Como por ejemplo en caso de una violación cuando se insinúa que la mujer tuvo alguna culpa o se cuestiona la ropa que llevaba… El hecho de que a veces los hombres dominaban el discurso en las conversaciones y las mujeres quedaban afuera. Eso en Suecia pasa también.

-¿Trabajaste en Argentina?

-Si en 2008/2009 trabajé como asesora de género en la Fundación Mujeres en Igualdad (MEI). Es un contexto muy diferente, con otro nivel de educación, pero también con algunas problemáticas muy específicas de aquí. Por ejemplo, en América Latina la cuestión de los femicidios es un problema muy grande, los números son horrendos. Otro problema muy grave en Argentina es la trata humana.

-¿Acerca de tu tarea actual: estás trabajando en una organización estatal?

-Sí, se llama SIDA, en español es ASDI (Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional). Y trabajo en el área de igualdad de género.

-¿Que es lo que hace el gobierno sueco concretamente por la igualdad de género?

-La igualdad de género ha sido una prioridad desde hace muchos años, pero más ahora que tenemos un gobierno feminista. Es un gobierno que tenemos desde hace un año y que se declaró como el primer gobierno feminista. También declararon una política exterior feminista. Hay un plan de acción y tenemos una embajadora por la igualdad de género. Este gobierno le está poniendo muchísimo énfasis a este tema.

En mi trabajo lo que hacemos en esa área es apoyar a las instituciones en los países donde trabajamos. El apoyo puede ser al Estado, en el caso de que se trate de un Estado democrático y transparente, como también puede ser un apoyo a la sociedad civil, ONGs, por ejemplo un apoyo a organizaciones de mujeres, organizaciones de derechos humanos u otras áreas donde es relevante la perspectiva de género. Mi trabajo es ayudar a mis colegas, sobre todo a los que trabajan en las embajadas, porque tenemos personal de la Agencia en las embajadas. Y yo trabajo con ellos para asegurar que todo el dinero que va para algún programa, a algún proyecto que termine beneficiando a las mujeres. Que haya una perspectiva de género, que se haga un análisis y que se puedan medir los resultados.

-Uno de los puntales del Estado de bienestar fue la asistencia médico sanitaria, ¿cómo está el tema actualmente en Suecia?

-Toda esa área está bastante bien cubierta en Suecia, el aborto es legal, y es accesible. Sobre el aborto hay un consenso bastante amplio. Aunque ahora aparecieron algunas voces que lo están cuestionando nuevamente. Y con relación a los partos, Suecia es un lugar relativamente seguro para tener un hijo, pero ahora se han empezado a ver problemas que muchos adjudican a falta de recursos. Por ejemplo, a una mujer la pueden mandar a otra ciudad a tener su hijo porque no hay lugar y eso es una problemática que se ha vuelto cada vez más visible. La atención debe ser igual para suecos y para inmigrantes.

-¿Crees que existe una relación entre pobreza e igualdad de género?

-Sí, veo muchas relaciones. Por un lado vemos que de los más pobres las mujeres son la mayoría. Las mujeres pobres están afectadas por una doble discriminación. Están en una situación más complicada. Y por otro lado, para trabajar contra la pobreza uno de los factores más importantes es tratar de generar más equilibrio entre hombres y mujeres, porque hay una relación entre los derechos de las mujeres y la pobreza. Además la pobreza tiene muchas dimensiones. Puede ser falta de recursos o dinero, pero también puede ser la falta de voz, de tiempo, de poder de decisión. Estos factores forman parte de lo que puede ser la pobreza. Y las mujeres lo viven muchas veces de otra manera que los hombres.

-¿Es posible lograr la igualdad de género habiendo una gran desigualdad económica en la sociedad?

-Yo creo que está muy relacionado con la economía. Si hay mucha división en la sociedad es difícil lograr la igualdad de género. La igualdad de género está relacionada con otros tipos de desigualdades.

-Estuviste en el Foro Internacional de AWID por el Derecho de las Mujeres, en Brasil ¿cuál fue tu experiencia?

-Fue súper interesante. Es una red de organizaciones de mujeres y cada cuatro años organizan un foro feminista. Los hubo en Estambul, en Bangkok, en Ciudad del Cabo en Sudáfrica. Es un gran foro de encuentro del movimiento feminista en el mundo. Y este año eran más de 1800 personas de 140 países. Había un montón de seminarios que pasaban simultáneamente. Un tema del que se habló mucho fue la falta de recursos para las organizaciones de las mujeres, otro tema tratado fue el papel de las corporaciones multinacionales y de las relaciones desiguales de comercio entre los países que afectan a las mujeres. Se habló mucho también de todo el dinero que se gasta en armas comparado con el dinero que va para proyectos de paz. Son una gota en el océano por comparación y eso habla un poco de lo absurdo que es el mundo.

Me parece que este encuentro en Brasil fue muy interesante porque estaba muy representado el universo de organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres, que es una fuerza increíble. Yo viajé mucho y en todos los países existen este tipo de organizaciones y se parecen. El tipo de trabajo que hacen, el compromiso que hay y las cosas increíbles que generan con muy poquitos recursos. Y eso es lo que tenemos que cambiar, sobre todo nosotras que tenemos un país que se declaró feminista, tenemos que generar más recursos para ese trabajo.

Fuente de la entrevista:https://notas.org.ar/2016/10/05/ulrika-holmstrom-suecia-feminismo-recursos/

Fuente de la imagen: https://notas.org.ar/wp-content/uploads/2016/10/Ulrika-680×365.jpg

Comparte este contenido:

Colombia: Ministerio de Educación dejará de impulsar la «ideología de género»

América del Sur/Colombia/09 Octubre 2016/Fuente: publimetro /Autor: EFE

El Ministro de Educación encargado, Francisco Cardona, reconoció en el marco de varias reuniones con grupos educativos de Bucaramanga que la entidad disminuirá el ímpetu sobre la enseñanza de la identidad de género en los colegios públicos después de los escándalos por cartillas del pasado mes de agosto.

“La política básicamente es que nosotros no vamos a trabajar ideología de género, somos muy claros sobre esto”, manifestó Cardona a Blu Radio.

El énfasis, según el encargado de la cartera de Educación, será crear estrategias para combatir el matoneo escolar que, entre otros, afecta a los estudiantes con tendencias sexuales de la comunidad LGBTI.

El debate sobre identidad e ideología de género se ha convertido en una complicada situación, luego de que se divulgaran cartillas impulsadas por el Ministerio de Educación en las que se explican temas de diversidad sexual para los estudiantes.

La polémica se hizo tan intensa que provocó la renuncia de la ministra Gina Parody, e incluso se involucró en la campaña del plebiscito del pasado 2 de octubre en la que mensajes del exprocurador Alejandro Ordóñez, entre otros, aseguraron que el «sí» implementaría a nivel nacional la ideología de género.

Fuente de la noticia: http://www.publimetro.co/colombia/ministerio-de-educacion-dejara-de-impulsar-la-ideologia-de-genero/lmkpjh!PDVd66ZLC53dY/

Fuente de la imagen: http://www.publimetro.co/_internal/gxml!0/r0dc21o2f3vste5s7ezej9x3a10rp3w$ojk7dbh2xxjtcbywxhcp3sddp3mx9w6/Captura-de-pantalla-2016-08-11-a-las-13.jpe

Comparte este contenido:

Entrevista a Graciela Morgade:“La educación sexual integral hace a la escuela más justa, pero también más interesante”

18 Septiembre 2016/Fuente:Página12 /Autor:Verónica Engler

La decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA fue una de las expertas convocadas para redactar los lineamientos curriculares para implementar la norma. Aquí, analiza el camino recorrido en esta década: el impacto en los docentes, los miedos que se fueron venciendo, el involucramiento de los gremios, lo que todavía falta.

Hace una década, en octubre de 2006, en la Argentina se sancionaba la Ley Nacional 26.150, con la cual se creaba el Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Así se iniciaba un arduo y promisorio camino para que en el país la escuela fuera un lugar mucho más amplio, integrador y respetuoso de las diferentes identidades que quieran asumir tanto quienes educan como quienes están aprendiendo. Los lineamientos curriculares de la ley definen la educación sexual desde un abordaje integral y no reducido al modelo ‘biomédico’, que se centra en la prevención de enfermedades o embarazos. Algunos de los temas de aprendizaje comunes y obligatorios –que deben adaptarse a la edad de alumnos y alumnas– se refieren a las distintas formas de organización familiar (que no se reducen al clásico mamá-papá-hija-hijo), el respeto a la intimidad propia y ajena, la prevención del abuso sexual, las relaciones de género entre varones y mujeres, el respeto por la diversidad de identidades, y la necesidad de luchar contra las discriminaciones y los estereotipos, entre otros. Todas cuestiones que, a simple vista, implicaban una revolución copernicana en las aulas si se tiene en cuenta que hace diez años en la sala del jardín de infantes las nenas solían jugar en el rinconcito de la cocina y los nenes en el de los bloques, o que en cualquier recreo cuando las chicas optaban por correr y gritar las maestras las podían reprender porque “se portan mal como los varones”, o que en las aulas del colegio para dar una clase de educación sexual se exponían láminas rosa para mostrar el aparato reproductor femenino y azul para el masculino (además dando por sentado que la opción correcta para todos y todas era la heterosexual, y no otras). ¿Ha comenzado esa revolución de los cuerpos y de las formas en que aprendemos a vivirlos? ¿Ha sido una década ganada? ¿En qué sentido? “Se ha iniciado un camino, pero todavía hay mucho por recorrer, mucho por investigar, por discutir”, señala Graciela Morgade, decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y una de las expertas convocadas hace diez años por el Ministerio de Educación para redactar los lineamientos curriculares para implementar la ley.

–Usted investiga desde hace más de una década sobre educación sexual y sobre cómo aparecen los cuerpos y las sexualidades en las aulas. ¿Cómo empezó a trabajar en estos temas?

–Arrancamos en 2004, pero previamente yo había estado investigando varios años alrededor de la docencia en el nivel primario como trabajo femenino y la feminización del cuerpo docente, desde una mirada que se pregunta de qué modo el carácter femenino de las mujeres maestras se articulaba con las formas del trabajo docente. Pero en algún momento, a partir de diferentes experiencias históricas, comencé a preocuparme por una cierta dicotomía que veía en el movimiento social de mujeres entre las cuestiones de género y educación y las que tenían que ver con los derechos sexuales y reproductivos. Y esto también tiene que ver con cómo el concepto de género fue cambiando. Porque en un momento decíamos que el género era lo cultural y el sexo lo biológico. Entonces se empezó a criticar más fuertemente al concepto de género como excesivamente binario, y esto lo hicieron mucho los movimientos de gays, lesbianas, trans y travestis. Ahí la categoría de género ilumina lo que, desde nuestra perspectiva, es la mejor manera de entender el cuerpo y la sexualidad, que tiene que ver con las construcción social del cuerpo.

–¿Cómo es esa construcción social del cuerpo?

–Ya no diríamos que está lo biológico por un lado y lo social, lo cultural, por otro. Esa construcción del cuerpo social implica que la materialidad que en cada sujeto tiene que ver con lo biológico, en un mundo social se vive de una determinada manera, se disfruta o se padece de una determinada manera, y eso tiene mucho que ver con los significados que se le da a la cuestión de las feminidades o las masculinidades, por ejemplo. También entran en juego las identidades abyectas o prohibidas, lo que llamamos disidencia sexual. Entonces, no hay solamente dos maneras de vivir el cuerpo, hay muchas maneras de vivir el cuerpo sexuado, y tiene que ver con muchas posibilidades distintas que ya no es femenino/masculino, mujer/varón, heterosexual necesariamente, sino que el deseo, la forma de vivir el cuerpo, la forma de estar en el mundo tiene muchas alternativas.

–¿Qué encontraron en las aulas al investigar sobre educación sexual?

–En ese momento, en 2004, se estaban discutiendo leyes de educación sexual, por eso nos metimos de lleno para ver qué concepto había en las aulas en el momento de esa discusión. Lo que encontramos al principio, y que en muchos casos hoy sigue en pie, es la visión biologicista. O sea: que hay un sexo y que el sexo está determinado por una configuración genética, biológica, y entonces, para abordar la sexualidad se habla del aparato reproductor. La ley (Nacional de Educación Sexual Integral, N° 26.150) finalmente se votó en 2006 y los lineamientos curriculares, los contenidos, en 2008; y la documentación y todos los materiales que se fueron produciendo a partir de ahí, fueron intentando desplegar lo que está en la ley, que es el concepto de sexualidad desde una perspectiva integral. Esta perspectiva implica pensar que hay, efectivamente, una dimensión biológica, pero también hay una dimensión histórica y cultural, una dimensión ética, que tiene que ver con los valores, una dimensión emocional, psicológica, que todas esas dimensiones configuran la sexualidad. Y la educación sexual se tiene que hacer cargo de todas esas dimensiones, y por lo tanto no tiene que ser biología solamente.

–La Ley Nacional de Educación Sexual Integral supone una mirada sobre la sexualidad que no se limita al aspecto biológico de la misma y que incluye la perspectiva de género. ¿Me puede contar en qué consiste esta otra mirada que propone la ley?

–La perspectiva de género es una perspectiva que es crítica, que critica la desigualdad, la relaciones sociales de poder. Entonces, no se trata solamente de hablar de sexualidad en todas las materias, sino de hacer una crítica de las formas en que ciertas relaciones de poder implican padecimiento para los sujetos, porque sufren discriminación o sufren físicamente, o emocionalmente, o quedan en una situación de subordinación, inclusive a veces aceptándola, porque puede haber procesos de autoconvencimiento que atraviesan las personas. La ley habla de integralidad, y todos los documentos posteriores fueron abriendo la cuestión, hacia una manera compleja de entender la sexualidad, multidimensional, altamente diversa, y es fuertemente igualitaria en un sentido político, que es el poder decir que todas las identidades sexo-genéricas tienen derechos.

–Posteriormente a la sanción de la ley usted ha investigado particularmente el nivel de la escuela media. En esta década transcurrida, ¿cuáles fuero los cambios que se registraron?

–Cuando nosotras entramos en las escuelas nos decían que había educación sexual porque la profesora de biología daba las clases de sexualidad o porque iban agentes externos a vender elementos para la intimidad femenina. Pero cuando trabajamos con profesoras y profesores que tienen interés en hacer una mirada desde la ley y desde la perspectiva de género y derechos, lo que empezó a pasar es que se dieron cuenta de que su formación de base, su formación disciplinar no había incluido esta mirada.

–¿No se sentían capacitados para abordar la propuesta que hace esta ley?

–Claro, entonces hay un primer nivel, que es que si se visibiliza la cuestión de los derechos y se habla de los estereotipos, se entiende que hay una crítica social a la falta de oportunidades. Y para esto es más o menos sencillo ver que hay pocas mujeres presidentas, o que todavía hay discriminación hacia las lesbianas y los gays. Este primer nivel de conocimiento social fue visibilizado: está la ley de matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, por ejemplo. Pero lo que nos preocupa hoy es que en cada materia escolar hay una crítica de género para hacer, hay una crítica al androcentrismo, ya no es esta cuestión meramente descriptiva, tiene que ver con una mirada de cómo se construye el conocimiento. Por ejemplo, tenemos profesorados de lengua y literatura o de letras, y la crítica del sexismo en el lenguaje es una dimensión que es tremendamente interesante en el castellano, que es una lengua particularmente sexista. Pero además, cuando se trabaja en literatura está el tema del canon de la literatura: ¿se leen mujeres? ¿qué mujeres? Y otra cuestión: ¿hay temas que tienen que ver con sexualidades en los textos? Realmente hay una enorme cantidad de temas que entran en la crítica al androcentrismo en el caso de la lengua y la literatura. Lo mismo en historia o en biología.

–Claro, como cuando se enseña el proceso de hominización, que va de un mono a un hombre.

–Sí, varón, y además en general del tipo caucásico, blanco, es un hombre europeo, alto. O imágenes de familias prehistóricas, en las que está mamá, papá y los chicos, por ejemplo. En biología todavía hay mucho camino por recorrer. Y el sexismo, la mirada patriarcal del mundo, se transmite por esos canales también. No es suficiente, aunque es mejor que nada, hacer una clase sobre sexualidad, una clase sobre la discriminación en la mujer, una clase sobre el matrimonio igualitario. El problema es que se discuta en todas las clases lo mismo. Hay mucho por recorrer. El programa nacional (de Educación Sexual Integral) hizo muchísimo, pero son temas que van a llevar muchos años, porque para que haya una crítica y un análisis del androcentrismo en la formación docente, tiene que haber mucha investigación y mucha discusión.

–¿Qué sucedió con los docentes a medida que accedían a los diferentes momentos de formación que prevé la ley?

–Creo que en general el impacto ha sido positivo en el sentido de que se pudieron ir bajando ciertos temores en las maestras y en los maestros. Por un lado, el miedo a no saber, y por otro lado el miedo a oposición de las familias. Pero además hay una especie de fantasma que recorrió y recorre todavía las escuelas, o el sentido común, que es que si hablamos de sexualidad, habilitamos el “libertinaje”, y ahí hay un tema ético; o que se impulsa la iniciación sexual, aunque está bastante demostrado que no es así. En los países en donde la temática de la educación sexual está muy presente, la iniciación sexual se demora, porque, por ejemplo, a veces los varones se sienten obligados a debutar para demostrar virilidad. Y modificar eso solamente es posible criticando la definición patriarcal de virilidad, para que esos chicos puedan entender que los procesos son personales y que son intersubjetivos. O en el caso de las chicas, que todavía cuesta que exijan el uso de un preservativo, y todavía hay una sospecha de la chica que tiene en su cartera un preservativo, porque parece que es “rapidita”. Y esos temas culturales, cuando se puede producir una situación de reunión con cierta calma, las maestras y maestros, los profesores y profesoras, se dan un espacio para reflexionar. Es evidente que es la Educación Sexual Integral (ESI) es una llave para entrar al mundo subjetivo, y a los estudiantes eso les interesa, y eso también atraviesa la propia vida del sector docente. Y no estoy diciendo que hay que hablar de la vida privada, sino que se pueda tomar la dimensión de la identidad y de las historias desde una perspectiva que es muy significativa para los niños y niñas, y jóvenes. La ESI no es una política exclusivamente de la escuela, es una política pública, que es social, y que se tiene que articular con el sector de salud, de desarrollo social y con la justicia, para que no queden solas las maestras y los maestros con la cantidad de temáticas que afloran cuando se habla de sexualidad. Porque tampoco es el rol o el trabajo de la maestra que se termine haciendo cargo de situaciones personales de alguna familia, por ejemplo. Entonces, esa red de instituciones hace que las maestras no tengan miedo.

–¿Y se da efectivamente esta articulación institucional? Si una maestra se encuentra con una situación de abuso o violencia en el aula, ¿tiene a dónde recurrir?

–La articulación institucional hasta ahora fue bastante dispar. Hay ciudades en donde esto funcionaba bien, como en Rosario, en donde la municipalidad tenía un Instituto de la Mujer, o aun en la ciudad de Buenos Aires, que tiene defensorías y que tiene una red importante de organizaciones de la militancia. En algunas provincias, donde hay áreas llamadas de la mujer o defensorías en el sector de la justicia, donde hay fiscalías que pueden tomar ciertos temas y adonde pueden acudir las y los docentes, las escuelas están menos solas, y en algunas ciudades del país se dio esta articulación. Pero yo creo que en general ese puente no está todavía suficientemente tendido

–¿Hoy los y las docentes están mejor preparados para llevar a las aulas los contenidos que prevé la ley?

–En estos años hubo, tanto por dentro de las escuelas como por fuera, en el debate público, una tematización de las dimensiones que tiene que ver con las sexualidades muy interesante. La sexualidad era uno de los temas tabú de la escuela, no se hablaba de religión ni de sexualidad. Creo que la dimensión tabú de la sexualidad, por muchos debates sociales que se fueron produciendo, está bajando. Algunas de las discusiones que se dieron, como la de la ley de matrimonio igualitario y la de la ley de identidad de género, o la presencia de algunas compañeras travestis en la televisión hicieron mucho por la ESI, inclusive más que la capacitación docente, porque van creando un clima de aceptación democrático. Pero yo creo que tiene que haber mucha más continuidad en la capacitación, y validación del programa ESI para que se profundice.

–Y en esta coyuntura en la que hay importantes reducciones de personal en áreas clave para la implementación de la ESI, no sólo en el Ministerio de Educación sino también en el Ministerio de Salud, por ejemplo, ¿cómo le parece que puede seguir este proceso iniciado con la sanción de la Ley?

–Creo que tenemos un camino de lucha por delante. Hace unas semanas generamos con varios grupos una declaración que tuvo muchas firmas que dice “Sin Educación Sexual Integral no hay Ni Una Menos”. Fue importante, porque hubo muchas organizaciones del movimiento feminista, tenemos mucho apoyo de Ctera y de la CEA, que son dos confederaciones importantes. Y esto no es menor, porque somos muchos y muchas que hacemos una crítica, de alguna manera intentamos mostrar que la ley tiene que ser cumplida. La discontinuidad, la desarticulación de los programas, lo único que hace es atrasar, porque se frena una política, aunque no se elimine. El día que el ministro (Esteban) Bullrich presentó el Compromiso por la Educación (el 12 de julio pasado), la Ctera, la CEA y la Conadu hicieron un acto bastante importante en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, y cuando la secretaria general de Ctera habló del desmantelamiento de las políticas públicas se refirió a la ESI. Esto implica que se ha recorrido un camino impresionante, porque los sindicatos también son espacios en donde hay discriminación de género y durante mucho tiempo fueron reticentes a tomar el tema porque parecía que no era tan urgente. Esta adhesión de los sindicatos docentes fue una muy interesante evidencia de que algo pasó, que fue una política en donde se combinó la decisión del gobierno, los movimientos sociales, la Academia y un equipo de trabajo bárbaro. Me sorprendió el nivel de apoyo que hay en estos sindicatos docentes, que crearon sus líneas de trabajo y tienen su capacitación propia. Se lee que hay un potencial, porque creo que la ESI hace a la escuela más justa, pero también más interesante.

Fuente de la entrevista: http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-309170-2016-09-12.html

Fuente de la imagen:http://www.pagina12.com.ar/fotos/20160912/notas/na17fo01.jpg

Comparte este contenido:

“Safe Schools”: ¿un programa anti-bullying o adoctrinación sexual radical? Australia no se pone de acuerdo

Australia/17 septiembre 2016/Fuente: Globalvoices

Una petición exige al gobierno australiano de Nueva Gales del Sur dejar “Safe Schools” (Escuelas Seguras), un programa diseñado para promover la aceptación y respeto a hacia estudiantes gays e intersexuales y la diversidad de género, que se ha implementado en unas 500 escuelas en Australia; ha reavivado un gran debate nacional sobre si se trata de una iniciativa decisiva en la lucha contra el bullying, o simplemente una ataque radical hacia el adoctrinamiento sexual.

Según Safe Schools Coalition Australia (Coalición Australiana de Escuelas Seguras), el programa, fundado con fondos federales, proporciona recursos gratuitos y apoyo a miembros escolares para fomentar un ambiente más seguro y más acogedor en las escuelas. Sin embargo, algunos aspectos de Safe Schools, como el que se anime a los jóvenes a que conciban el concepto de género como un fluido, ha alarmado a algunos padres.

La petición, firmada por 17.000, personas pretende representar a la comunidad chino-australiana en Nueva Gales del Sur y pide al gobierno que paren la implementación de Safe Schools. Argumentan que el programa:

– Contiene recursos que promueven una ideología en particular, incluida la fluidez entre géneros, que es contraria a nuestra cultura y nuestras creencias y
– Discrimina a los niños y padres de otras culturas que tienen una visión de las relaciones sexuales que incuyen por norma a un hombre y a una mujer, debido a sus creencias culturales y religiosas.

Kenrick Cheah, el presidente de una comunidad china llamada “Chinese Australian Forum”, dijo que la petición no representa la opinión de toda la comunidad china. Un usuario de Twitter también señaló el gran número de personas que han firmado una petición apoyando Safe Schools:

 

¿ Escuelas seguras 32.000 firmas? contra ACL (Grupo de presión Cristiano Australiano)  ¿17.000??

Un país dividido

La oposición a Safe Schools ha surgido de una parte representativa de la población australiana, incluso de personas se identifican como LGBTIQ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero, intersexual o queer):

 

Soy gay y espero que Safe Schools acabe en la basura. Es propaganda marxista escrita por fracasados.

El problema ha resaltado diferencias internas y entre los principales partidos políticos australianos. En marzo de 2016, un grupo de unos 30 miembros conservadores del parlamento, dirigido por el diputado liberal George Christensen, firmó una petición similar solicitando el retiro del financiamiento al programa hasta que se realice una investigación parlamentaria sobre su pertinencia. Miembros del mismo partido no están de acuerdo con el trato de sus compañeros hacia Safe Schools:

 

El diputado liberal Trent Zimmerman denomina a los comentarios de George Christensen sobre Safe Schools “deliberadamente provocativos” en @RNDrive

Una interna política provocó una apresurada revisión de Safe Schools. Como resultado, el gobierno federal pasó a limitar ciertos contenidos en los institutos, eliminar actividades donde los alumnos actuaban como si fuesen adolescentes homosexuales, y otorgar mayor poder a los padres sobre lo que sus hijos aprenden.

 

El abiertamente gay senador liberal @DeanSmithWA, respalda la respuesta del gobierno al programa escuelas seguras: “Una decisión muy responsable por parte del Gobierno”

Algunos sostienen que cualquier crítica a Safe Schools inmediatamente es tildada de manera infundada de homofobia. Un blogger escribió en la web de noticias sobre educación Education HQ lo siguiente:

Supuestamente, Safe Schools se opone al bullying hacia personas jóvenes con orientaciones sexuales diversas, un objetivo muy honorable, pero si hurgas un poco te das cuenta de que va mucho más allá. Con el riesgo de ser políticamente incorrecto, y posiblemente ser tachado de homofóbico (porque eso es lo que pasa cuando alguien dice algo razonable hoy en día), yo creo que Safe Schools va más allá.

Así que he decidido entrar en su web y he de admitir que me impresionó mucho lo que vi. La cantidad de recursos promoviendo la diversidad de género, la intersexualidad, la bisexualidad y la homosexualidad era un poco abrumador… Por ejemplo, Safe Schools anima a permitir que los chicos que se consideran chicas usen el baño y vestuario para mujeres. Del mismo modo, las chicas que creen que son chicos pueden hacer lo mismo. ¿Soy el único profesor y padre que ve en esto una señal de alarma y un gran peligro de abusos?

Aunque la oposición a Safe Schools continúa, cada vez hay más gente que apoya el programa.

El estado de Victoria, por ejemplo, se comprometió a financiar el programa en todos los institutos secundarios, sin apoyo federal. James Merlino, el Ministro de Educación del estado australiano de Victoria, ha expresado en varias oportunidades su apoyo a Safe Schools.

 

Estoy muy orgulloso de participar en el mitin de escuelas seguras esta noche. Todos los niños tienen derecho a sentirse seguros, apoyados y felices en el colegio.

Además, cientos de académicos y profesionales de la salud han firmado cartas abiertas dirigidas al Primer Ministro Malcolm Turnbull para expresar su apoyo al programa. Una de las cartas citaba estudios que demostraban una tasa de suicidios en el grupo LGBTIQ entre 6 y 14 veces veces mayor que entre los heterosexuales australianos, al igual que altos niveles de violencia doméstica, mayores posibilidades de quedarse sin casa, de sufrir abusos en el colegio y de fracasar en sus estudios o en el trabajo.

Otros australianos manifestaron su oposición ante la última petición para eliminar Safe Schools recalcando la importancia de enseñar tolerancia e inclusión en los colegios australianos.

Mira, si no quieres que tu hijo se exponga a la inclusión y la comprensión de las diferencias, mándalo a una escuela privada intolerante

Samuel Leighton-Dore, editor de de la comunidad LGBTIQ online Heaps Gay, escribió:

…hoy de manera espectacular se ha difundido una petición firmada por 17.000 padres bien intencionados, desinformados y asustados contra el programa Safe Schools. Y, efectivamente, estoy enfadado. Así que quiero decirles que iniciativas como Wear It Purple Day (Usa algo morado contra la homofobia) y Safe Schools van más allá de la sexualidad y de cultivar una cultura tolerante en el patio de la escuela. Quiero decirles que tratan de llamar la atención de una nueva generación de jóvenes adultos. Adultos que inevitablemente crecerán y se convertirán en hombres y mujeres con diversas actitudes, religiones, inclinaciones y éticas. Tratan de garantizar que esos hombres y mujeres entiendan la diferencia entre el bien y el mal, asegurándose que aprendan a tratar a los demás con respeto.

El Gobierno de Nueva Gales del Sur debatirá la petición el 22 de setiembre.

Fuente: https://es.globalvoices.org/2016/09/16/safe-schools-un-programa-anti-bullying-o-adoctrinacion-sexual-radical-australia-no-se-pone-de-acuerdo/

Comparte este contenido:

CEPAL: Género y tecnologías de la información y las comunicaciones

América del Sur/Chile/11 de Septiembre de 2016/Fuente: CEPAL

CONVOCATORIA AL CURSO VIRTUAL
Género y tecnologías de la información y las comunicaciones
En memoria de Magaly Pineda

Descripción del curso:

El curso comprende conocimientos teóricos y prácticos – a través de diversas actividades formativas – que introducen a las y los participantes en el campo de las Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) y género. Las áreas tratadas en el curso giran en torno a los siguientes temas: conocer los distintos usos de las TIC que realizan las mujeres en diferentes esferas y lugares de su vida; las diferentes brechas digitales de género en el mundo y en América Latina y el Caribe; la relación entre la brecha digital y la brecha social de género; las fórmulas de medición, comprensión y análisis de las brechas digitales de género; el rol del Gobierno Electrónico y sus políticas en el ámbito de las TIC; las herramientas digitales para impulsar intervenciones en el campo de la igualdad de género.

La participación en el curso demanda una dedicación mínima de 2 horas diarias. Este tiene una duración total de 80 horas pedagógicas asignadas, que se desarrollan durante 9 semanas.

Objetivos:

Fortalecer las capacidades en el diseño, gestión y análisis en las estrategias e intervenciones innovadoras para avanzar hacia una plena inclusión digital de género en la región.

Visualizar cómo se pueden propiciar nuevas interacciones y vínculos entre los actores públicos y privados que operan en el campo de la igualdad de género, el desarrollo de las TIC y la producción estadística, a fin de fortalecer la dimensión de género en estas políticas, así como las sinergias comunes.

Metodología del Curso:

Se realiza en una modalidad de educación a distancia, a través de internet.

El curso se estructura en nueve módulos que corresponden a diversas unidades temáticas. Los participantes deben desarrollar una serie de lecciones, ejercicios aplicados, trabajo grupal y una evaluación al finalizar cada módulo.

Plazo de Postulación:

El plazo para postular es hasta el día 22 Julio  de 2016  Esta deberá realizarse mediante la página web de SIGCA, sistema integrado de gestión y capacitación de ILPES-CEPAL y comprende dos pasos: primero, registrarse en SIGCA y luego, con su nombre de usuario y clave, seleccionar el Curso de TIC’s y Género y postular al mismo.

Programa

Módulo 0: Introducción

Módulo 1: La sociedad de la información,un territorio de brechas y oportunidades

Módulo 2: Economía Digital y Brechas Digitales

Módulo 3: Brechas Digitales de Género

Módulo 4: La Medición de las Desigualdades  y la Brecha Digital desde la Perspectiva de Género: Concepto, fuentes e Indicadores

Modulo 5:Igualdad de género y contenidos digitales

Módulo 6: Políticas de género y TIC

Módulo 7: Experiencias inspiradoras

Módulo 8: Evaluación final

Detalles

Course language Español
Modalidad
A distancia
Coordinador/a
  • Margarita Vega
    División de Asuntos de Género
    margarita.vega@cepal.org
    (56 2) 2210 2128
Responsable institucional
Paula Camila Muñoz
paulacamila.munoz@cepal.org
(56-2) 2210-2421
Tipo de financiamiento
Con matrícula
Precio
450$
Sobre el financiamiento
Este curso tiene un costo de US$ 450 (Cuatrocientos cincuenta dólares americanos) por participante, que debe ser pagado una vez aceptada la postulación y antes del inicio del curso mediante transferencia bancaria o vía tarjeta de crédito. Debido a los cambios administrativos se avisa a los participantes del curso, que no se podría emitir desde la CEPAL ningún justificante de pago del curso Un número limitado de cupos para exención de la matrícula está disponible para los participantes provenientes de Mecanismos para el Adelanto de la Mujer, Institutos Nacionales de Estadística y otros organismos vinculados con la temática del curso,  que cuenten con aval institucional. Una comisión se encargará de asignar dichos cupos y de distribuirlos al final del periodo de inscripción.

Fuente: http://www.cepal.org/es/cursos/genero-tecnologias-la-informacion-comunicaciones

Fuente de la imagen: http://www.cepal.org/es/capacitacion

Comparte este contenido:

Chile: ¿Educación no sexista en las escuelas? ¡SÍ SE PUEDE!

América del Sur / Chile / 11 de septiembre de 2016 / Por Francisca, Profesora de Lenguaje. Miembro de la Comisión de género de la Agrupación recuperemos el Colegios de Profesores.

 

Crónica de una profesora sobre una experiencia en el aula y educación no sexista.

Siempre cuando hago clases me gusta problematizar, poner en la palestra diversos temas y llevar al aula la posibilidad de discutir y compartir nuestras experiencias.

Soy profesora jefe de un primero medio y lo que pasó hoy con mi curso no he podido olvidarlo y cada vez que lo pienso vuelven a brotar esas lágrimas, las mismas que estoy segura que deben representar a muchas mujeres en esta sociedad machista y patriarcal en la cual nos desenvolvemos día a día.

El contenido era “Los medios masivos de comunicación”, para mí, era de suma importancia abordar esta temática de una manera crítica, por ende, decidí empezar con los estereotipos de los medios y sobre todo de la publicidad. La actividad consistía en realizar un collage con todas aquellas imágenes que ellas consideraban como un ideal, finalmente, los alumnos tendrían que analizar su creación y explicarla delante del curso.

A medida que iban ocurriendo las exposiciones, comenzamos a profundizar en el tema de la belleza y la perfección. Mientras más trabajos se presentaban más profundo era al análisis. Juntos concluimos que los medios y la publicidad eran agresivos sobre todo con el concepto de mujer, belleza e ideal, en donde nos fuerzan día a día a abandonar lo que somos, a renegarnos y perseguir un cuerpo que probablemente jamás podremos alcanzar.

Un grupo de cuatro estudiantes llamó mi atención, noté en sus palabras una rabia contenida, con todos esos recortes de modelos rubias que tenían en su trabajo. Se me ocurrió comenzar a indagar en la vida de mis alumnas, cómo ellas se sentían frente a este sistema, frente a la violencia y la opresión. Instalé la problemática, preguntando abiertamente cuántas de mis alumnas se sentían arrasadas por este sistema, cuántas de ellas se miraban al espejo día a día y se sentían culpables por no ser lo que la sociedad espera de ellas.

Me sorprendí, cuando todas ellas levantaron la mano. Quise ahondar más en el tema y les pedí que hablaran desde su experiencia, en qué momento no se habían sentido validadas por lo que eran. Esa conversación provocó un clima casi de catarsis, muchas de ellas comenzaron a abrirse y a contarnos todo lo que pensaban de sí mismas palabras como: “no me gusta nada de mi cuerpo” “cada vez que me miro al espejo me da pena” “tengo miedo que la sociedad no me acepte por lo que soy” o incluso “mi familia me dice a diario que soy gorda”, comenzaron a hacerse parte de la discusión.

A medida que iba fluyendo la conversación entre las mujeres (los alumnos solo miraban, sin entender mucho) comencé a darme cuenta que todas lloraban, cuando vi en sus miradas angustia, también lloré, vi en ellas mi reflejo, el de mis amigas, madres y colegas que deben enfrentarse día a día a un sistema que no nos valida, nos violenta y oprime.

Lo que pasó después fue hermoso. Por primera vez siento que instalar en las aulas las problemáticas de género había generado algo profundo en todos nosotros.

Sentí que sus compañeros pudieron entender qué era lo que significaba ser mujer en este sistema capitalista, que entendieron la lucha diaria en contra del rol histórico que hemos cumplido a lo largo de la historia, la lucha por aprender a amarnos dentro de una sociedad que nos enseña a odiarnos. Nunca había habido tanto silencio en mi sala de clases. Muchos de los hombres luego de esto, se acercaron a sus compañeras a abrazarlas, a decirles que eran perfectas tal como eran, que eran hermosas y que no debía importarles lo que ellas veían a diario en los medios.

Como profesora, sigo insistiendo en la importancia de instaurar estas problemáticas en la sala de clases, de hablar sobre género, violencia y discriminación. Como docentes y estudiantes debemos exigir una educación no sexista, una educación que les enseñe a todas esas adolescentes a conocerse y por sobre todo amarse por lo que son. No permitir que en nuestras escuelas se siga hablando de lo femenino y masculino como un impositivo, que se le de cabida a todas las diversidades de género.

Es necesario, enseñar desde la práctica el feminismo, de manera transversal en todas las asignaturas que se imparten, enseñar a los hombres a solidarizar con las mujeres, a darles la oportunidad a nuestros alumnos de liberarse, de compartir experiencias que nos enriquezcan como personas. Como profesores tenemos una tarea compleja, de ahí la necesidad de organizarnos en torno a la educación no sexista, levantar foros y conversatorios que nos permitan compartir experiencias, que nos motiven a seguir con la lucha en contra de la violencia.

Como comisión de género de la Agrupación Recuperemos el Colegio de Profesores estamos levantando las acciones para llevar a cabo nuestras demandas por un currículum no sexista, por la existencia de comisiones de género en las escuelas para discutir y organizarnos para conseguir nuestros derechos en nuestros lugares de estudio y de trabajo junto a profesores, estudiantes y apoderados.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.cl/Educacion-no-sexista-en-las-escuelas-SI-SE-PUEDE?id_rubrique=1201

Foto: http://www.unter.org.ar/node/11823

Comparte este contenido:

Libro: Igualdad de género en Educación Secundaria

Igualdad de género en Educación Secundaria

  • Autores: Antonia García Luque,  Matilde Peinado Rodríguez
  • Editorial: Octaedro
  • ISBN 978-84-9921-767-3
  • Nro. páginas: 128 pp.

Sinopsis:Investigar, desde la perspectiva de género, la influencia de la ideología y la cultura, así como su proyección social en el siglo XX, en el ámbito educativo español nos ofrece nuevas herramientas de reflexión para entender la pluralidad de caminos recorridos por las mujeres.

Las lagunas en el análisis de la historia del colectivo femenino son aún inmensas en el currículum escolar y, consecuentemente, en la sociedad. Por ello, el objetivo prioritario del presente trabajo es educar en igualdad de género al alumnado de la Educación Secundaria Obligatoria. Para ello ofrecemos al profesorado una propuesta didáctica centrada en el cine de ficción y el documental, por su potencial motivador y conceptual, además de su capacidad para generar análisis y debate en torno a la cultura e ideología de una sociedad determinada. Además estamos convencidas de que es una herramienta útil e idónea para la investigación histórica y el aprendizaje de las ciencias sociales fundamentado en la innovación educativa.

Fuente de la reseña: http://www.octaedro.com/OCTart.asp?libro=13151&id=es&txt=Igualdad%20de%20g%E9nero%20en%20Educaci%F3n%20Secundaria

Fuente de la imagen: http://www.octaedro.com/images/13151.jpg

Comparte este contenido:
Page 4 of 6
1 2 3 4 5 6