STERM-i critica que la educación de personas adultas está siendo «la gran olvidada» en la gestión de la crisis y que se mantiene «bajo mínimos».
El pasado 1 de abril, el Gobierno Regional anunciaba que la Comunidad ofertaba recursos formativos para Educación de Personas Adultas y que pretendía facilitar la formación a través del aprendizaje a distancia.
STERM, sin embargo, denuncia que el gobierno de la Región de Murcia está muy «alejado de la realidad de la educación de adultos».
El sindicato llama la atención sobre la «poca predisposición del Gobierno Regional de apoyar y reforzar los Centros de Educación de Personas Adultas para afrontar las consecuencias educativas de la pandemia».
Desde STERM entienden que se siguen sin cubrir las necesidades reales de refuerzo informativo e inversión tecnológica sobre esta oferta educativa para que siempre puedan disponer del acceso a la educación en cualquiera de sus modalidades.
Para el sindicato, a las dificultades cotidianas se añade la gran incertidumbre generada ante «una planificación errática» de la Consejería de Educación.
Esto afecta, explica, al nivel de confianza con el que se acerca el alumnado a los Centros de Educación de Personas Adultas y, por lo tanto, a la matriculación en sus cursos.
En cuanto a las formaciones que permiten los diferentes accesos, desde el sindicato STERM destacan que un colectivo importante de docentes que está solicitando la adaptación del currículo para reducirlo y hacerlo más accesible para el alumnado que no puede preparar esa densidad sin atención presencial y con tantas dificultades que les acarrea esta situación que, por varias razones, se han agravado en este periodo de pandemia.
El Sindicato se une a las reivindicaciones del profesorado que entienden que ahora mismo es momento de agilizar los currículos para que el alumnado que está preparando el acceso a universidad no pierda la oportunidad de presentarse a las pruebas por no poder finalizar todo el material.
Desde STERM consideran que Educación está «dejando en el olvido» un importante recurso educativo que cumple importantes funciones sociales: por un lado, favorecer la integración en el mercado de trabajo a través de la formación y por otro, mejorar la cohesión social.
En muchos casos, el perfil de alumnado de estos centros comporta importantes dificultades de organización con su vida diaria.
Por ello, desde el sindicato exigen a Educación que lance una campaña de refuerzo y puesta en valor de los Centros de Educación de Personas Adultas para garantizar el acceso a la información como los medios que necesita para tener una fluidez que le permita desarrollar su aprendizaje y formación.
Fuentes de STERM Intersindical insisten en que la Administración Regional debe poner en marcha todos los recursos disponibles para que los centros de adultos sean centros de apoyo y de recursos para esas personas que deben compaginar sus circunstancias personales con la oferta de conseguir una igualdad de oportunidades desde las instituciones.
Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/21/09/2020/sterm-murcia-denuncia-el-abandono-de-la-educacion-de-personas-adultas/
España / 9 de junio de 2019 / Autor: Pedro Uruñuela / Fuente: El Diario de la Educación
Es necesario un giro en nuestro enfoque, dejar de exigir cambios solamente a nuestro alumnado y empezar a pensar en las cosas que podemos y debemos hacer de manera muy distinta.
Fotografía: Enric Catalá
La mejora de la gestión del aula sigue siendo una de las preocupaciones fundamentales del profesorado, sea de la etapa que sea. Así lo he podido comprobar reiteradamente pero, sobre todo, desde la publicación de mi último libro dedicado precisamente a la gestión del aula.
Siguen preocupando entre el profesorado las conductas disruptivas, los comportamientos de determinados alumnos y alumnas que les impiden llevar a cabo su trabajo y que se concretan en diversas conductas. Preocupa la pasividad de determinado alumnado, que no hacen nada y no traen el material necesario; o las conductas agrupadas bajo la denominación de “molestar en clase”: desde hablar continuamente, levantarse sin permiso, ponerse a cantar, hacer ruido y otras acciones mucho más llamativas; o los retrasos, faltas de asistencia a determinadas horas o clases, ausencias prolongadas, etc. También preocupan las faltas de respeto hacia el profesorado, al quien consideran como “iguales” o “colegas”, junto con los conflictos de poder en los que se busca quién queda por encima en el conflicto o discusión, o las situaciones concretas de violencia que, aunque no tienen continuidad, rompen la convivencia y la buena relación necesaria en las aulas.
Estas conductas pueden encontrarse en todos los niveles educativos pero son especialmente importantes por su frecuencia en los dos últimos cursos de primaria y en los tres primeros de Ssecundaria. Se han incrementado de forma importante en los cursos de FP Básica y hasta en las enseñanzas de Educación de Personas Adultas, cuando en un grupo concreto predominan alumnos y alumnas jóvenes, que han agotado su permanencia en el instituto y acuden a la EPA con actitudes y comportamientos similares a los que mantenían en su centro y encuentran, a su vez, formas de trabajo muy parecidas a las de los centros en los que han fracasado. Se trata de conductas que preocupan mucho al profesorado y que están teniendo una alta incidencia en la salud personal y profesional de este colectivo.
No cabe duda de que todo profesor o profesora quiere llevar a cabo su tarea en condiciones adecuadas, de ahí su protesta y queja sobre la situación que les toca vivir. Sin embargo, hablando con el profesorado preocupado por estas situaciones, es fácil detectar una idea acerca del papel que jugamos como profesores y profesoras y la responsabilidad que le corresponde, en general, al alumnado disruptivo. Suele pensarse que es este quien debe cambiar, ya que son ellos y ellas quienes crean dichos problemas con su actitud y conducta. De ahí que exijamos básicamente al alumnado los cambios necesarios para crear un buen clima de aula, pensando que son, con su actitud, los responsables de lo que sucede en el aula.
Pero hay una pregunta que muy pocas veces se plantea entre el profesorado, y es la relativa a la atribución causal de lo que sucede en el aula: ¿a qué o a quiénes atribuimos la responsabilidad de lo que pasa dentro de la clase? Se trata de una pregunta fundamental y básica para dar una respuesta adecuada a lo que pasa, ausente de manera explícita entre el profesorado. Cuando reflexionamos sobre ella, es fácil encontrar un predominio de la atribución externa, de la responsabilización de personas, grupos u otros factores ajenas al aula y, sobre todo, muy alejadas de lo que hacemos el profesorado en las clases.
Es fácil señalar al alumnado, a determinadas características de su personalidad, de su carácter, contribuyendo así a un cierto etiquetado de los alumnos y alumnas. O se señala a la familia, que no se interesa o apenas se implica en la tarea educativa; también a la sociedad en la que vive, orientada hacia metas muy alejadas de las que se plantean en los centros educativos; o a la influencia de la televisión y de otros medios de comunicación, a las redes sociales y sus mensajes… En definitiva, a medios o factores ajemos al propio centro y a la tarea educativa.
La conclusión es fácil y sencilla: si el responsable es el alumno/a, u otras instancias, son estas quienes deben cambiar, quienes deben modificar su actitud y su manera de comportarse. Nosotros, profesores y profesoras, hacemos las cosas bien, por eso no las sometemos a revisión, sabemos qué es lo mejor y lo llevamos a la práctica. ¡Lástima que no encontremos la respuesta adecuada y proporcional a nuestro planteamiento! Y así se lo transmitimos al propio alumnado (tenéis que esforzaros más, que estudiar más…), a las familias (no debe consentir determinadas actitudes o comportamientos) y a la sociedad.
Sin embargo, este enfoque no solamente no sirve para solucionar los problemas, sino que contribuye a agrandarlos y perpetuarlos. Las conductas disruptivas se convierten en reiterativas, las sanciones no sirven para cambiar los comportamientos, ya no sabemos qué hacer y cómo abordar estas situaciones de indisciplina o desinterés por parte de nuestro alumnado.
Por eso es necesario un cambio en el enfoque, un “giro copernicano” en el enfoque de las conductas disruptivas, cambiando la manera de analizar y plantear nuestra acción educativa. No podemos pensar que es el alumnado quien debe cambiar, o su familia o la Administración. Debemos cambiar nuestra manera de abordarla y dar cabida a un enfoque sistémico-ecológico de lo que sucede en las aulas. Lejos de buscar dónde está el problema o quiénes son los culpables, debemos plantearnos ante todo qué necesidad educativa están poniendo de manifiesto estas conductas y cómo le vamos a dar respuesta.
Desde el enfoque sistémico-ecológico sabemos que en el aula todo está relacionado con todo, que la conducta del alumnado depende de cómo planteemos nuestra actividad docente, que tiene un gran peso la relación que mantenemos con él, que su mayor o menor actividad resulta fundamental en su comportamiento y que, en definitiva, la selección de contenidos, la metodología y forma de evaluación que pongamos en práctica, así como la forma de organizar el aula son factores fundamentales para explicar y comprender lo que sucede dentro de la clase y los comportamientos de nuestros alumnos y alumnas. Es el medio el que regula las conductas, y estas pueden ser causa y efecto, todo está relacionado con todo.
De ahí la necesidad del cambio de enfoque en lo que hacemos en clase. Un profesor o profesora, como bien señala Juan Vaello, no es sólo un transmisor de contenidos, es ante todo un creador de condiciones para el aprendizaje. Este solo es posible si se dan las condiciones adecuadas y le corresponde al docente crearlas para que sea posible el aprendizaje. De forma continua se están creando condiciones favorables o desfavorables: se consigue una mayor atención, se evitan distracciones, se prevén comportamientos disruptivos, etc., siempre relacionadas con lo que el profesor o profesora esté haciendo dentro del aula.
Sin embargo, gran parte del profesorado no es consciente de este planteamiento. Lejos de analizar y plantearse qué condiciones de aprendizaje está creando en su aula con sus propuestas didácticas, sigue exigiendo a su alumnado que cambie su actitud y su comportamiento, sin tocar apenas otros elementos que tienen una incidencia importante en el clima de la clase. Nos olvidamos de que, si seguimos haciendo las cosas de la misma manera, necesariamente los resultados van a ser los mismos.
Hace poco, en una visita de formación a un centro, encontré una frase que me hizo reflexionar: “Cuando una flor no florece, arreglas el entorno en el que va a crecer, no arreglas la flor”. En demasiadas ocasiones, ante los problemas que nos encontramos en nuestras aulas, seguimos pidiendo cambios a nuestro alumnado, “cambios a la flor”. No nos planteamos cómo es el entorno en el que crece, qué cambios debemos hacer, qué cosas debemos modificar para dar respuesta a los problemas existentes.
Es necesario un giro en nuestro enfoque, dejar de exigir cambios solamente a nuestro alumnado y empezar a pensar en las cosas que podemos y debemos hacer de manera muy distinta. Cambios para conseguir mejores relaciones interpersonales con nuestro alumnado (clima de aula, creación de grupo, comunicación, gestión de conflictos, protagonismo del alumnado), acciones sobre los elementos “motores” del alumnado (emociones y sentimientos, motivación) y cambios sobre los elementos internos del aula (contenidos, metodología, evaluación, organización interna, normas y sanciones, etc.). Pero de esto hablaremos en un próximo artículo.
Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 9 de junio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.
00:00:00 – Chile: Piñera deja caer la educación pública
En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.
En el marco de la reunión de revisión de la CONFINTEA VI, la CLADE, en conjunto con otras redes de la sociedad civil y activistas, hizo un llamado a la acción en defensa del derecho humano a la educación de las personas jóvenes y adultas y logró el reconocimiento al educador y filósofo Paulo Freire en el cierre del evento.
La CLADE estuvo presente en la Reunión de Revisión de Medio Término de la VI Conferencia Internacional de Educación de Personas Adultas (CONFINTEA VI), que se realizó en Suwon, República de Corea, del 25 al 27 de octubre. Las CONFINTEA V y VI han dado relevancia y contenido a la agenda del derecho a la educación de personas jóvenes y adultas (EPJA) en todo el mundo.
Desde las regiones se han subrayado sugerencias y aportes a la Declaración Final de la Sociedad Civil que resultó del Foro. El documento demanda que se priorice la EPJA como un derecho humano fundamental y un bien público clave para la realización de los demás derechos humanos y para la concepción de un mundo digno.
En este debate, representantes de América Latina y el Caribe apuntaron como retos para la realización de la EPJA en distintos países: los actuales retrocesos para la democracia y la ascensión de grupos políticos conservadores; el crecimiento de la censura cultural, artística y educativa, especialmente respecto a la cuestión de género; la criminalización de la pobreza y de movimientos sociales; el aumento de la desigualdad socioeconómica; el debilitamiento de la cooperación internacional para la EPJA; el predominio de una perspectiva reduccionista, instrumentalista y compensatoria de esta modalidad educativa por encima de una mirada holística de la educación, que tome en cuenta los procesos de aprendizaje, y no apenas sus metas cuantitativas y resultados medibles.
A la vez, recomendaron: el aumento del financiamiento de la EPJA; el reconocimiento de la gran diversidad de los sujetos de esta modalidad educativa, considerándose especialmente la presencia de jóvenes; la valoración de nuevas epistemologías, generándose otros conceptos de desarrollo y educación, por ejemplo el buen vivir y la cultura oral; la necesidad de sistematizar e investigar prácticas y políticas exitosas de la EPJA; la importancia de la formación y profesionalización docente; la participación de todos los sujetos de la EPJA, especialmente educadoras/es y educandas/os, en la toma de decisiones sobre las políticas educativas; el fortalecimiento de una educación crítica, que valorice la cultura y tenga como objetivo la transformación social, reconociéndose la contribución de la educación popular para ese proceso.
Desde América Latina y el Caribe participaron tanto en el Foro de la Sociedad Civil, como en la posterior reunión de revisión de medio término de la CONFINTEA VI: Nélida Céspedes y Roberto Catelli, del CEAAL; Timothy Ireland, coordinador de la Cátedra UNESCO de EPJA e integrante del ICAE; Sebastián Vielmas, del ICAE; Carmen Campero, miembro de la Red EPJA de México y representante de la CLADE por América Latina y el Caribe en el Comité Directivo del ICAE; Maria del Carmen Lorenzatti, profesora de la Universidad Nacional de Córdoba y especialista en EPJA; David Aruquipa, coordinador de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación; y Camilla Croso y Adelaida Entenza, respectivamente coordinadora general y asesora de políticas de CLADE.
Revisión de medio término de la CONFINTEA VI – El Tercer Informe Mundial sobre Aprendizaje y Educación de Adultos (GRALE) de la UNESCO, que da seguimiento a los avances en materia de la educación de personas jóvenes y adultas a nivel mundial (en particular los compromisos que contrajeron los Estados en CONFINTEA VI) destaca que, a pesar de que los países afirman haber progresado en sus marcos normativos y políticos desde el año 2009, aún hay alrededor de 758 millones de personas adultas, entre ellas 115 millones de entre 15 y 24 años de edad, que aún no lograron leer ni escribir adecuadamente. A su vez, pocos países lograron alcanzar al 2015 el objetivo de la Educación para Todos (EPT) de aumentar en un 50% el número de personas adultas alfabetizadas.
En este contexto se realizó la Reunión de Revisión de Medio Término de la CONFINTEA VI, que tuvo la participación de más de 400 representantes de la sociedad civil y gobiernos de 98 países del mundo. El encuentro tuvo el objetivo de evaluar los avances y desafíos pendientes en la implementación del Marco de Acción de Belém, así como discutir el actual panorama de la EPJA, en base al tercer GRALE y a informes regionales, siempre en diálogo con la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 y la “Recomendación sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos”, instrumento adoptado por la UNESCO en el 2015 que da nuevos impulsos a este campo de la educación.
Durante el evento, Camilla Crosoparticipó, como presidenta de la Campaña Mundial por la Educación, en el panel «Perspectivas hacia 2030: educación y aprendizaje a lo largo de toda la vida, ODS 4 y la más amplia agenda de ODS”. En esta ocasión, destacó entre otras cuestiones el aprendizaje y la educación de personas jóvenes y adultas como parte integral del derecho humano a la educación, subrayando su rol “estructural, facilitador y fundamental” en la promoción e implementación de toda la Agenda de Desarrollo 2030.
Planteó, además, una serie de recomendaciones para que la EPJA sea priorizada nacional e internacionalmente, como una política de Estado, desde una concepción más amplia y humanista que se refleje en la legislación, las políticas públicas y las prácticas educativas. Enfatizó también la necesidad de un mayor financiamiento de la EPJA en los países, así como desde la cooperación internacional, además de una mayor atención a las personas que sufren discriminación en el campo de la EPJA, como por ejemplo las mujeres, personas en contexto de encierro y personas adultas mayores. Lea aquí su ponencia completa (en inglés).
La reunión de revisión de la CONFINTEA VI concluyó con un reconocimiento al educador brasileño Paulo Freire y su legado para la EPJA y la educación popular. En breve, compartiremos el informe y la declaración final del encuentro.
Educación en cárceles – En un evento paralelo realizado el día 27 de octubre, se promovió un breve intercambio de información sobre la situación de la educación en prisiones, destacándose algunos desafíos para la implementación de este derecho en algunos países. Se abarcó concretamente información sobre Filipinas, algunos países de Asia Central, Bielorrusia y, en lo que respecta a nuestra región, Brasil, Argentina y Uruguay. Participaron en este intercambio integrantes de Unang Hakbang Foundation Inc., DVV International, CEAAL, ICAE y CLADE.
Llamado a la Acción – Como resultado de la Reunión Regional sobre EPJA realizada el pasado mes de agosto por la CLADE, en alianza con CPDE, REPEM, CEAAL e ICAE, con el apoyo de DVV International, organizaciones y activistas de la sociedad civil del campo de la EPJA elaboraron y dieron a conocer en Suwon un Llamado a la Acción, con el objetivo de contribuir con la revisión de medio término de la CONFINTEA VI.
«Debemos abordar el derecho a la educación de personas jóvenes y adultas desde una perspectiva ética, política, social y cultural, que promueva una educación holística, integral, transformadora, emancipadora, intercultural, enfocada a la paz, al buen vivir y a una relación armónica y sostenible con la naturaleza; que reconozca la contribución de los procesos de la educación formal, no formal e informal y el valor de la educación de gestión social, comunitaria y cooperativa, a las y los educandas/os como sujetos de derecho, históricos, con trayectorias de vida significativas y saberes diversos, y que se nutra de la tradición y los aportes de la educación popular que caracteriza la región de América Latina y el Caribe», afirman las organizaciones y activistas en el documento [léalo completo: en castellano y en inglés].
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!