Cuba celebra Día Internacional de la Infancia

Centro América/Cuba/03 Junio 2017/Fuente: Prensa Latina

Cuba celebró el jueves el Día Internacional de la Infancia, fecha durante la cual diversas instituciones del país recordaron la importancia dada en la isla al cuidado y bienestar de los niños y las niñas.

En tal sentido, la nación caribeña ratifica cada año su respaldo a las convenciones internacionales relacionadas con la defensa y promoción de los derechos de los más pequeños.

Como resultado de los programas aplicados a partir de enero de 1959, el país celebra múltiples logros en la atención a los menores, desde los bajos índices de mortalidad infantil hasta los derechos de los niños y las niñas a la educación, la salud, la protección y la no discriminación.

Además, el cuerpo legislativo nacional -que cuenta con el Código de la Familia, el de la Niñez y la Juventud, así como con la Ley de Maternidad- influye en el amparo a los pequeños y pequeñas.

Igualmente, Cuba es reconocida internacionalmente por el alto nivel de la atención educativa en edades tempranas, la prevención en los infantes de más de una docena de enfermedades y por la no explotación de menores.

El Día Internacional de la Infancia busca promover el bienestar y los derechos de los niños y niñas. Esta celebración tiene lugar en fechas distintas en el orbe.

Actualmente en el mundo cientos de millones de niños de entre cinco y 14 años cumplen extensas jornadas laborales y muchísimos más viven en condiciones de pobreza.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=90169&SEO=cuba-celebra-dia-internacional-de-la-infancia
Comparte este contenido:

Francesco Tonucci: La Misión principal de la Escuela ya no es Enseñar cosas

Por: Educación y Cultura AZ. 24/03/2017

“La misión de la escuela ya no es enseñar cosas. Eso lo hace mejor la TV o Internet.” La definición, llamada a suscitar una fuerte polémica, es del reconocido pedagogo italiano Francesco Tonucci.
Pero si la escuela ya no tiene que enseñar, ¿cuál es su misión? “Debe ser el lugar donde los chicos aprendan a manejar y usar bien las nuevas tecnologías, donde se transmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo”, responde.

Para Tonucci, de 68 años, nacido en Fano y radicado en Roma, el colegio no debe asumir un papel absorbente en la vida de los chicos. Por eso discrepa de los que defienden el doble turno escolar.

“Necesitamos de los niños para salvar nuestros colegios”, explica Tonucci, licenciado en Pedagogía en Milán, investigador, dibujante y autor de Con ojos de niño, La ciudad de los niños y Cuando los niños dicen ¡Basta!, entre otros libros que han dejado huella en docentes y padres. Tonucci llegó a la Argentina por 15a. vez, invitado por el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, a quien definió como “un lujo de gobernante”.

Dialogó con LA NACION sobre lo que realmente importa a la hora de formar a los más chicos y dejó varias lecciones, que muchos maestros podrían anotar para poner en marcha a partir del próximo ciclo escolar.

la-propuesta-politica-de-Tonucci

Propuso, en primer lugar, que los maestros aprendan a escuchar lo que dicen los niños; que se basen en el conocimiento que ellos traen de sus experiencias infantiles para empezar a dar clase. “No hay que considerar a los adultos como propietarios de la verdad que anuncian desde una tarima”, explicó.

Recomendó que “las escuelas sean bellas, con jardines, huertas donde los chicos puedan jugar y pasear tranquilos; y no con patios enormes y juegos uniformes que no sugieren nada más que descarga explosiva para niños sobreexigidos”.

Y que los maestros no llenen de contenidos a sus estudiantes, sino que escuchen lo que ellos ya saben, y que propongan métodos interesantes para discutir el conocimiento que ellos traen de sus casas, de Internet, de los documentales televisivos. “¡Que se acaben los deberes! Que la escuela sepa que no tiene el derecho de ocupar toda la vida de los niños. Que se les dé el tiempo para jugar. Y mucho”, es parte de su decálogo.

De hablar pausado y de pensamiento agudo, Tonucci transmite la imagen de un padre, un abuelo, un educador que aprendió a ver la vida desde la perspectiva de los niños. Y recorre el mundo pidiendo a gritos a políticos y dirigentes que respeten la voz de los más pequeños.

-¿Cómo concibe usted una buena escuela?

-La escuela debe hacerse cargo de las bases culturales de los chicos. Antes de ponerse a enseñar contenidos, debería pensarse a sí misma como un lugar que ofrezca una propuesta rica: un espacio placentero donde se escuche música en los recreos, que esté inundado de arte; donde se les lean a los chicos durante quince minutos libros cultos para que tomen contacto con la emoción de la lectura. Los niños no son sacos vacíos que hay que “llenar” porque no saben nada. Los maestros deben valorar el conocimiento, la historia familiar que cada pequeño de seis años trae consigo.

-¿Cómo se deberían transmitir los conocimientos?

-En realidad, los conocimientos ya están en medio de nosotros: en los documentales, en Internet, en los libros. El colegio debe enseñar utilizando un método científico. No creo en la postura dogmática de la maestra que tiene el saber y que lo transmite desde una tarima o un pizarrón mientras los alumnos (los que no saben nada), anotan y escuchan mudos y aburridos. El niño aprende a callarse y se calla toda la vida. Pierde curiosidad y actitud crítica.

-¿Qué recomienda?

-Me imagino aulas sin pupitres, con mesas alrededor de las cuales se sientan todos: alumnos y docentes. Y donde todos juntos apoyan, en el centro, sus conocimientos, que son contradictorios, se hacen preguntas y avanzan en la búsqueda de la verdad. Que no es única ni inamovible.

tonucci

-¿Cuál es rol del maestro?

-El de un facilitador, un adulto que escuche y proponga métodos y experiencias interesantes de aprendizaje. Generalmente los pequeños no están acostumbrados a compartir sus opiniones, a decir lo que no les gusta. Los docentes deberían tener una actitud de curiosidad frente a lo que los alumnos saben y quieren. Les pediría a los maestros que invitaran a los niños a llevar su mundo dentro del colegio, que les permitieran traer sus canicas, sus animalitos, todo lo que hace a su vida infantil. Y que juntos salieran a explorar el afuera.

-Varias veces usted ha dicho que la escuela no se relaciona con la vida. ¿Por qué?

-Porque propone conocimientos inútiles que nada tienen que ver con el mundo que rodea al niño. Y con razón éstos se aburren. Hoy no es necesario estudiar historia de los antepasados, sino la actual. Hay que pedirles a los alumnos que se conecten con su microhistoria familiar, la historia de su barrio. Que traigan el periódico al aula y se estudie sobre la base de cuestiones que tienen que ver con el aquí y ahora. Esto los ayudará a interesarse luego por culturas más lejanas y entrar en contacto con ellas.

-¿Cómo se puede motivar a los alumnos frente a los atractivos avances de la tecnología: el chat, el teléfono celular, los juegos de la computadora, el iPod, la play station?

-El colegio no debe competir con instrumentos mucho más ricos y capaces. No debe pensar que su papel es enseñar cosas. Esto lo hace mejor la TV o Internet. La escuela debe ser el lugar donde se aprenda a manejar y utilizar bien esta tecnología, donde se trasmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo.

-¿Es positiva la doble escolaridad?

– En Italia llamamos a este fenómeno “escuelas de tiempo pleno”. La pregunta que me surge es: ¿pleno de qué? Esta es la cuestión. La escuela está asumiendo un papel demasiado absorbente en la vida de los niños. No debe invadir todo su tiempo. La tarea escolar, por ejemplo, no tiene ningún valor pedagógico. No sirve ni para profundizar ni para recuperar conocimientos. Hay que darles tiempo a los niños. La Convención de los Derechos del Niño les reconoce a ellos dos derechos: a instruirse y a jugar. Deberíamos defender el derecho al juego hasta considerarlo un deber.

Consulta la nota en: La Nación Argentina

Imágenes tomadas de Alaya Difundiendo Infancia

Fuente: http://www.educacionyculturaaz.com/noticias/francesco-tonucci-la-mision-principal-de-la-escuela-ya-no-es-ensenar-cosas

Fotografía: educacionyculturaaz

Comparte este contenido:

Los dirigentes mundiales deben invertir para mejorar los datos sobre la infancia, dice UNICEF

24 Septiembre 2016/Unicef

Con el fin de demostrar que hay lagunas en los datos, UNICEF lanza el montaje de una “máquina del tiempo” en la Asamblea General de las Naciones Unidas

UNICEF está haciendo un llamamiento para que los dirigentes mundiales realicen inversiones a fin de mejorar los datos sobre la infancia, y ha advertido en un nuevo análisis de que solo existen datos suficientes relativos a la mitad de los indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con los niños.

El análisis de UNICEF demuestra que los datos comparables sobre la infancia que hay disponibles, tales como las mediciones en materia de pobreza y violencia, son muy limitados o de poca calidad, por lo que los gobiernos carecen de la información que necesitan para abordar de manera precisa las dificultades a las que se enfrentan millones de niños y realizar un seguimiento del progreso hacia la consecución de los Objetivos.

Con el fin de centrar la atención en la falta de datos, UNICEF y el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, han presentado hoy el montaje de una “máquina del tiempo” en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York. Esa Máquina del tiempo (una estructura en forma de cápsula que muestra los datos a través del arte, convirtiendo en sonidos la información sobre recuerdos de la infancia) brinda a los visitantes y delegados asistentes a la Asamblea General de las Naciones Unidas del 14 al 30 de septiembre la oportunidad de entender los datos que se encuentran disponibles en la actualidad y conocer los ámbitos en los que escasean.

“El mundo se ha comprometido en erradicar la pobreza extrema que afecta a los niños antes de 2030 y tratar de atender primero a los más desfavorecidos. Si queremos alcanzar con éxito esos objetivos tan ambiciosos, primero necesitamos unos datos que nos expliquen quiénes son esos niños, dónde viven y qué necesitan”, explicó Jeffrey O’Malley, Director de la División de Datos, Investigación y Políticas.

Algunos ejemplos de los datos que faltan son:
• Al menos uno de cada tres países carece de medidas comparables sobre la pobreza infantil.
• Alrededor de 120 millones de niñas menores de 20 años se han visto forzadas a mantener relaciones sexuales y otros actos sexuales. Los niños también están en peligro, pero apenas hay datos disponibles al respecto.
• Hay falta de datos precisos y comparables acerca del número de niños con discapacidad que hay en casi todos los países.
• El acceso universal a agua potable segura es una necesidad fundamental y un derecho humano. Contamos con datos que revelan de dónde procede el agua potable, pero casi nunca sabemos si es seguro beberla.
• Nueve de cada 10 niños asisten a la escuela primaria, pero no hay datos que demuestren cuántos de ellos están aprendiendo.
• Cada día, 830 madres mueren como resultado de complicaciones derivadas del nacimiento de sus hijos. La mayor parte de esas muertes son prevenibles y, aun así, existen graves lagunas de información sobre la calidad de la atención materna.
• El retraso en el crecimiento priva a los niños de la oportunidad de sobrevivir, crecer y desarrollarse. Sin embargo, 105 de 197 países siguen sin tener datos recientes sobre el retraso en el crecimiento.
• Uno de cada dos países de todo el mundo carece de datos recientes relativos a la obesidad infantil.

UNICEF lleva más de 30 años ayudando activamente a los países a recopilar, analizar y publicar datos sobre el progreso de los niños. Como parte de esos esfuerzos, UNICEF seguirá contribuyendo a la recopilación directa de datos mediante encuestas en los hogares, y continuará investigando para descubrir el modo en que las nuevas herramientas tecnológicas pueden ayudar a completar la información.

UNICEF hace un llamamiento a los gobiernos para que realicen inversiones para obtener datos desglosados, comparables y de calidad relativos a los niños, con el fin de abordar adecuadamente cuestiones como los ciclos intergeneracionales de pobreza, las muertes prevenibles y la violencia contra los niños.

Notas

Máquina del tiempo
La Máquina del tiempo de UNICEF es un montaje interactivo y experimental que se mostrará en el edificio de la Secretaría durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. El montaje se construyó en alianza con Domestic Data Streamers, una agencia con sede en Barcelona que explora nuevas formas de comunicación mediante la narración de datos.

La Máquina del tiempo está disponible para los medios de comunicación y el público en el vestíbulo del edificio de la Secretaría de las Naciones Unidas de Nueva York hasta finales de septiembre de 2016.

Para ver contenido multimedia de la Máquina del tiempo por favor visite: http://uni.cf/2cu5m4C.

Acerca de UNICEF
En UNICEF promovemos los derechos y el bienestar de todos los niños, niñas y adolescentes en todo lo que hacemos. Junto a nuestros aliados, trabajamos en 190 países y territorios para transformar este compromiso en acciones prácticas que beneficien a todos los niños, centrando especialmente nuestros esfuerzos en llegar a los más vulnerables y excluidos, en todo el mundo.

Para obtener más información sobre UNICEF y su labor para la infancia, visite: www.unicef.org/spanish.

Para conocer los datos más recientes sobre la infancia, visite www.data.unicef.org.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/media/media_92752.html

Comparte este contenido:

La conciencia moral del niño

Europa/España/Fuente:http://infocatolica.com/

Por: Pedro Trevijano.

La niñez es por tanto una etapa de preparación lenta y progresiva hacia la maduración de la conciencia moral. Hay que ir educando al niño en el ejercicio de su libertad cristiana.

No hay que pensar que el recién nacido carece totalmente de conciencia personal, aunque hasta después de los dos años parece más sensible a la presencia e imitación de los demás que a la afirmación de sí mismo. Hasta los tres años, más o menos, la moralidad existe casi exclusivamente en forma de imposiciones negativas por parte de los adultos, que van creando una serie de reflejos condicionados en el niño, aunque poco a poco empieza a darse cuenta él mismo de que hace el mal.

El ser humano es esencialmente un ser a educar. Lo que ha recibido en su herencia biológica no le prepara inmediatamente para sus tareas específicamente humanas. Necesitamos muchos años de aprendizaje, siéndonos necesarios unos educadores que sepan sacar a la luz nuestras potencialidades para que lleguemos así a nuestra madurez. Podemos, por tanto, bajo ciertas condiciones, inmiscuirnos en la personalidad que se desarrolla para configu­rarla de manera determinada. En el período de educación es, incluso, necesario hacerlo.

El niño es bueno y malo al mismo tiempo. Todos sabemos que el niño es un ser profundamente egoísta y que reacciona, actúa y se comporta impulsado por las necesidades cercanas que busca satisfacer; necesita por supuesto ser educado, especialmente en lo que se considera bueno y positivo, como los valores religiosos y morales, a los que, por cierto, es bastante receptivo. Dejar al niño en una situación neutra, para que opte luego con mayor libertad, es una idiotez semejante al que no lleva al niño a la escuela a fin que pueda escoger libremente su futuro, ya que lo único que se consigue es cerrar puertas a su libertad. La educación no es posible sin una dosis de sacrificio, pero para aceptar éste el niño necesita encontrar una acogida benévola que lo llene de cariño y seguri­dad, siendo la ausencia de cariño un obstáculo muy grave para su evolución y desarrollo.

La educación familiar debe llevar al niño, naturalmente indisciplinado, al dominio de sí, que es la condición de la libertad e independencia personal. La obediencia a los padres debe permitir al niño hacer triunfar poco a poco su razón sobre sus pulsiones instintivas, pues el niño conoce sus primeros deberes a consecuencia de la presión moral de los adultos. Por eso lo que hay que hacer es encauzar sus cosas buenas y evitar al mismo tiempo sus posibles desviaciones. Aprende a base de premios y castigos lo que puede y no puede hacer, debiéndose evitar los extremos de un exceso de castigos que le amedrentarían e inhibirían, y de una excesiva benevolencia, que no haría consciente al niño de los límites de su libertad ni de los derechos de los demás.

La educación de la conciencia infantil ha de ser explícita­mente religiosa. Tan pronto como el niño sea capaz hay que hablarle de la voluntad de Dios, que es verdaderamente Padre, de la amistad con Jesús, de la necesidad de vivir y crecer en edad, sabiduría y gracia (Lc 1,40 y 52). Su conciencia moral es una conciencia incipiente y frágil, caracterizada por el predominio del objeto sobre el sujeto e instalada en el momento presente. Pero el niño que no se forme en esta conciencia realista y heterónoma propia de la infancia, no logrará llegar a la verdadera autonomía propia de la edad adulta.

Ya desde los dos años los niños saben que deben obedecer a su madre y que eso es bueno, apareciendo a los cinco años el legalismo objetivo o realismo moral, en el que las normas se juzgan como absolutas y sin excepciones y su violación con igual absolutez, no apreciándose todavía el valor de la intención. En pocas palabras la moralidad de la primera niñez es extrínseca, simplista y totalmente orientada por la autoridad de los padres.

Entre los siete y los nueve años los niños van adquiriendo la disciplina del trabajo intelectual y son bastante dóciles, por lo que a esta edad se le llama también edad de la obediencia. Desde los siete años conocen relativamente bien sus responsabili­dades y a los nueve fácilmente tienen remordimientos de sus malas acciones, aunque sus pecados son simplementepecadillos, por no haber suficiente conocimiento, advertencia y consentimiento para el pecado grave, que tampoco parece puede darse en la época posterior entre los nueve y los doce años. En esta época posterior la intención del que actúa va asumiendo su lugar apropiado en contraste con la anterior manera objetivista. Se supera la primitiva moralidad que confundía lo bueno y lo malo con lo mandado y prohibido y aparecen el Bien y el Mal como entidades independientes, siendo en esta época cuando el niño aprende a autojuzgarse y a preguntar por su conciencia.

La pedagogía moral debe tratar de pasar poco a poco de una protección absoluta al recién nacido a una autonomía cada vez más plena que hay que conceder al joven, al traspasar el umbral de la edad adulta. La educación ha de formar la personalidad y hacer del individuo un ser inteligente y libre, capaz de dirigirse por sí mismo, suscitando un sujeto consciente y responsable. Además ha de integrar al educando en el proceso de transformación de su región, de su país, de su continente, preparándole para ejercer una función crítica con vistas a la creación de una sociedad más justa y más fraternal, no existiendo una acción pedagógica no directiva y totalmente libre. La cuestión no es la de influir o no, sino cómo influir y en qué dirección hacerlo.

La conciencia propia y auténtica no nace instantáneamente en el ser humano, sino que necesita preparación tanteos, crecimiento, ayuda, elementos exteriores que la iluminen y guíen, pero todo en vistas a desarrollar su innata capacidad personal de autodeterminación y a consolidarla en la práctica firme del bien. Podemos decir que si la noción objetiva de responsabilidad y la noción subjetiva no constituyen propiamente dos estadios sucesivos, responden sin embargo a dos procesos distintos, de los que uno suele preceder al otro, aunque ambos se encuentran involucra­dos en la evolución moral del niño por un sincronismo parcial.

La niñez es por tanto una etapa de preparación lenta y progresiva hacia la maduración de la conciencia moral. Hay que ir educando al niño en el ejercicio de su libertad cristiana enseñándole el sentido del pecado y sobre todo del perdón de un Dios que ama y es misericordioso. Estas primeras experiencias de perdón suelen ser determinantes en su vida, dejándole un poso que aunque se aleje durante años le hará más fácil la vuelta, aunque sólo cuando el ser humano deja de ser niño y toma plena concien­cia de su existencia tanto a nivel de sexualidad como de persona integral, sólo entonces podemos llegar a ser nosotros mismos y decidir qué hacemos con nuestra existencia. Es a partir de ese momento cuando se hace posible la opciónfundamental, que no sólo es posible, sino también necesaria. De un modo explícito o, por lo menos, implícito, el hombre consciente y responsable tiene que decidir lo que va a hacer en la vida y, sobre todo, lo que va a ser.

Fuente: http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=26961

Imagen: http://gerant05.files.wordpress.com/2011/09/nincc83o-pensando.jpg

Comparte este contenido:

Casi medio millar de maestros de guardería se reúnen este fin de semana en madrid para reivindicar su trabajo

06Mayo216 www.teinteresa.es, MADRID

Más de 400 maestros de guardería de toda España asistirán este fin de semana en Madrid al Congreso ‘Por la excelencia en la educación: Educación de 0 a 3 años’, que se celebra para reivindicar la importancia de la educación de calidad desde los primeros años de vida.

Otro objetivo de este congreso, convocado por la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-Waece), es proporcionar herramientas y estrategias a los maestros y educadores para que puedan ayudar a que los niños y niñas alcancen su máximo potencial.

El presidente de la AMEI-Waece, Juan Sánchez Muliterno, afirmó que “la educación infantil y la atención a la infancia tienden a recibir menos atención que cualquier otro nivel educativo y formativo, a pesar de las pruebas que demuestran que una inversión eficaz en la calidad de la educación de los primeros años tiene mayor efecto que la intervención ulterior y produce apreciables resultados a lo largo del ciclo vital, en particular para los desfavorecidos”.

Sánchez defendió además que “hemos de trabajar para apoyar la profesionalización del personal dedicado a la educación infantil y a la atención a la infancia, insistiendo de modo especial en el desarrollo de sus competencias, cualificaciones y condiciones de trabajo y dando relevancia al prestigio de la profesión”, así como “concebir políticas encaminadas a atraer, formar y mantener personal con la cualificación apropiada y mejorar el equilibrio entre los sexos”.

Durante el congreso se hará entrega del Premio a la Excelencia en Innovación Educativa, dotado con 1.500 euros y que ha convocado la Asociación Mundial de Educadores Infantiles en colaboración con Hermex Ibérica, a Pilar Rodríguez Jiménez, de la Escuela Infantil ‘Los Sauces’ de Valdemoro (Madrid), por el trabajo titulado ‘CreArte’.

Entre los expertos que participarán en el congreso figuran los autores de los libros ‘Todos los niños pueden ser Einstein’ y ‘Matemáticos desde los 0 años’, Fernando Alberca de Castro y Ángel Alsina, respectivamente.

Fuente: http://www.teinteresa.es/espana/MAESTROS-GUARDERIA-MADRID-REIVINDICAR-TRABAJO_0_1571842865.html

Comparte este contenido:

Libro. Socialización Escolar. Procesos, experiencias y trayectos

Socialización escolar
Procesos, experiencias y trayectos

René Unda Lara. Liliana Mayer. Daniel Llanos Erazo. [Coordinadores]
Nadia Hakim Fernández. Liliana Mayer. Verónica Millenaar. Claudia Jacinto. Sara Victoria Alvarado. María Camila Ospina Alvarado. María Cristina Sánchez León. Julián Loaiza. Héctor Fabio Ospina. Camilo Andrés Ramírez-López. Cecilia Carrión. Marcos Javier Luna. Andrea Bonvillani. Denise Laura Fridman. Pedro Núñez. María Verónica Di Caudo. Silvia Grinberg. Mercedes Machado. Sofía Dafunchio. Patricia Botero Gómez. [Autores de Capítulo]
…………………………………………………………………………
Colección Grupos de Trabajo.
ISBN 978-9978-10-209-1
Editorial Universitaria Abya-Yala. CLACSO.
Quito.
Febrero de 2016En los artículos que forman parte de este libro se despliega un conjunto de temas, problemas y debates que, en un primer momento, se hicieron presentes entre el equipo coordinador del libro y que luego fueron compartidos con los investigadores miembros del Grupo de Trabajo «Juventudes, Infancias: Políticas, Culturas e Instituciones Sociales» (GT) del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). En tal sentido, el propósito de la compilación consiste en aportar a la actualización de un área o campo que, desde sus inicios, fue y es pensado por las ciencias sociales: la escuela y los sistemas educativos. Sin embargo, en los últimos años, el campo de estudios sobre la escuela se ha diversificado y especializado, encontrando nuevos objetos de estudio y ampliando los ya existentes, al tiempo que los temas y problemas educativos se hablan y debaten por toda la sociedad.

Descargar .pdf
Fuente de la Reseña:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1079&pageNum_rs_libros=1&totalRows_rs_libros=1064&orden=
Comparte este contenido: