El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) publicará en agosto de 2018 el segundo diagnóstico sobre la educación indígena en el país, el cual incluirá, por primera vez.
América del Norte/ México/15/08/2017/Autor y Fuente: http://www.20minutos.com.mx
El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) publicará en agosto de 2018 el segundo diagnóstico sobre la educación indígena en el país, el cual incluirá, por primera vez, información en la materia de la población afrodescendiente. El director general para la Integración y Análisis de la Información del INEE, Héctor Robles Vázquez, informó a Notimex que este documento cuenta con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef por sus siglas en inglés).
Ello es posible mediante un convenio de colaboración con Unicef, organismo que los apoya con recursos humanos para poder realizar estos diagnósticos, detalló el especialista. Precisó que este miércoles se subió a la página de Internet del INEE (www.inee.edu.mx) el documento denominado “Breve Panorama Educativo de la Población Indígena”, que es un adelanto del estudio dado a conocer en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se conmemora el 9 de agosto. “Se publicó en la página del INEE este miércoles, el documento Breve Panorama Educativo de la Población Indígena, y se denominó así porque para el próximo año se prepara una publicación que Unicef apoyará, y el INEE junta fuerzas para visibilizar las carencias de esta población y llamar la atención de las autoridades, académicos y opinión pública, para proveer información y que se aproveche”, explicó. El documento referido es un adelanto y el estudio del año próximo tendrá como novedad que se incluye a la población afrodescendiente y se hace un análisis más exhaustivo en el ámbito de las entidades federativas, lo que permitirá dar una mayor profundidad en el diagnóstico de la situación educativa en la población indígena del país.
Es decir, que se conozcan los niveles de cobertura, estudio y aprendizaje de los niños y jóvenes para la toma de decisiones en materia educativa y en particular para ese sector, que se considera son 25 millones de indígenas en el país. Detalló que con relación al documento que adelantó el INEE denominado “Breve Panorama de la Educación Indígena”, se prevé el tema de cobertura en primaria y secundaria, en el cual destacó que se registran avances. Sin embargo, agregó que aún hay retos muy importantes para cerrar las brechas en materia educativa de la población indígena con relación a la población en general. Sobre todo, dijo, los retos crecen en los niveles posprimarios, especialmente en secundaria y educación media superior, pues reveló que se tiene un problema de aprendizaje central en esa población. Por ello, consideró que el modelo educativo, si se diseña bien, pilotea bien, se le dan recursos suficientes y logran que los mejores maestros en educación indígena y especialistas acompañen ese proceso, “podremos revertir esta situación que es muy preocupante para el país”.
De acuerdo con el funcionario, “nuestros chicos en las escuelas indígenas tienen déficit y carencias escolares muy importantes que les impedirán alcanzar la plenitud de su desarrollo escolar, y eso los va a limitar en la participación del mercado laboral, en tener mejores empleos y tomar mejores decisiones». Consideró necesario «atender esos problemas de manera más pertinente que en el pasado, porque no podemos permitir que esto suceda, estamos truncando la vida de desarrollo humano de estos chicos”. De acuerdo con el diagnóstico del documento “Breve Panorama Educativo de la Población Indígena”, en materia de aprendizaje se revela que los resultados no son satisfactorios, pues el estudio indica que 80 por ciento de los estudiantes indígenas, en sexto de primaria, tienen el logro insuficiente en las pruebas Planea. Es decir, en la aplicación del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea), en 2015, 83 por ciento de los alumnos de sexto de primaria de escuelas indígenas tuvo insuficiente en español y 83 por ciento en matemáticas.
“Más de las cuatro quintas partes de los alumnos de escuelas indígenas de sexto de primaria no tienen los conocimientos suficientes para entender y poder aprender español, lenguaje y comunicación, y matemáticas”, informó. Por lo tanto, aquellos que califiquen con insuficiente en aprendizaje, seguramente cuando lleguen a secundaria tendrán problemas y, probablemente, reprobaciones altas y abandono escolar. En este trabajo previo se revela que aún subsisten rezagos educativos entre la población indígena y el resto de la población, siendo los hablantes de lengua indígena, y de éstos, los monolingües, los que permanecen en un estado de mayor desventaja. En este sentido, Robles Vázquez informó que se tienen indicadores más actualizados de cuál es el estado que guarda la educación indígena en el país, entre los que se destaca que en 2015 la escolaridad de la población indígena solo era de 72.6 por ciento que concluyeron la primaria y el resto de la población alcanzó 82 por ciento. Otro dato importante es que con relación a la tasa de analfabetización supera en mucho a la del resto de la población, pues entre la población indígena, 18 de cada 100 son analfabetas, en tanto que el resto de la población lo son cuatro de cada centenar.
El presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, INEE, ha encuerado y exhibido la política educativa del Peñismo. Y de paso, de los gobernadores.
Y aun cuando reconoce que se trata de una tarea inverosímil, cinco años después de Enrique Peña Nieto, la realidad desencanta.
Uno. «Las viejas inercias, como la venta y herencia de plazas» siguen vigentes.
Dos. «La corrupción de grupos sindicales y de gobierno impide que se aplique la lógica de elegir al mejor maestro».Tres. «La entrega de plazas a quienes ocupan los primeros lugares en las listas de prelación para el ingreso al servicio docente no siempre se cumple con la normatividad vigente».
Cuatro. «La entrega de plazas en las entidades federativas no se cumple cabalmente. Hay grupos (poderosos) que todavía ostentan el poder de definir a quién se las dan».
Cinco. «Los estudiantes de las escuelas normales son los que tienen una preparación más baja».
Seis. «Hay muy poco control de la calidad de la enseñanza en las escuelas normales. Casi el ciento por ciento de quienes ingresan… egresan, pues (más allá) de que los alumnos estudien o no, de cualquier forma obtienen su certificado» (La Jornada, Laura Poy Solano, domingo 30 de julio). En pocas palabras, «la corrupción (política) es un freno para la reforma educativa».
El profesor Eduardo Backhoff Escudero es un académico lejos de la política mafiosa. Y ha puesto «el índice en la llaga purulenta»…retratando, por añadidura, lo que está sucediendo en Veracruz desde hace ocho meses.
Bastaría recordar que el tiempo de la Decena Trágica en Veracruz, 2004 a 2016, Fidel Herrera a Javier Duarte, la política educativa fue rehén del cacique magisterial, líder sindical durante 33 años, guía moral todavía, Juan Nicolás Callejas Arroyo.
Ahora, con Callejas Arroyo retirado de la cancha, pero operando atrás del trono filial (su hijito, el Callejitas, diputado pluri), todo indica que la educación está igual o peor con Enrique Pérez Rodríguez, el titular de la SEV, quien tuvo amplio entrenamiento pedagógico cuando fue director de Prevención y Readaptación Social del gobierno federal y se le escapara Joaquín «El chapo» Guzmán Avilés.
PASAMANOS: El presidente del INEE dice que la calidad educativa sólo será lograda cuando «las personas que conforman el sistema educativo en todos sus estamentos, en particular, en los Estados, estén convencidas… de que es la única forma de tener un mejor país, un mejor sistema educativa» (Ibídem).
Habría, entonces, de mirar a la secretaría de Educación de Veracruz.
El titular, por ejemplo, nunca en su vida ha desempeñado un cargo público vinculado con la educación.
Jamás cruzó por su mente que fuera a ser designado el secretario de Educación de la yunicidad para alcanzar, digamos, o rebasar incluso, la dimensión pedagógica de Enrique Rébsamen, Enrique Lausbcher, Rafael Delgado y Carlos A. Carrillo, entre otros, pues ni modo que soñara con ser mejor que Adolfo Mota, Flavino Ríos Alvarado o Xóchitl Adela Osorio.
Es más, de acuerdo con las versiones, Enrique Pérez sólo tiene una encomienda como es trabajar la plaza estatal para amacizar la candidatura del primogénito del góber azul para la gubernatura de seis años el año entrante.
Y por añadidura, la calidad educativa le vale.Y le vale tanto que al momento, y por ejemplo, ningún dedo ha movido para alfabetizar a las 600 mil personas que en Veracruz no saben leer ni escribir.Ni tampoco para ofrecer posibilidades al millón de paisanos con la escuela primaria inconclusa.
Y al otro millón con la secundaria incompleta.
Y a los 600 mil con el bachillerato a medias.
Simple y llanamente, le vale.Y más, él, un político que suele comportarse ante los demás igual que una parte de los duartistas (Érick Lagos, Jorge Carvallo, Adolfo Mota, Alberto Silva, Édgar Spinoso, Vicente Benítez, Juan Manuel del Castillo, etcétera) como un perdona-vida, paridos por los dioses, dueño del día y de la noche y del destino común, como si fuera el señor de las tinieblas.
CASCAJO: La realidad es que la SEV y la SEDESOL (Indira Rosales) y SEFIPLAN (Guillermo Moreno) y Seguridad Pública (Jaime Téllez) son la punta de lanza del proyecto político del jefe máximo de la revolución azul para amarrar la candidatura y el triunfo en las urnas del primogénito a gobernador de seis años.
La educación y la calidad educativa menos interesa y ocupa al gabinete yunista.
Ni siquiera, vaya, al Oficial Mayor, Abel Cuevas, de quien se dice que es el más político, el mejor mano izquierda, el más tolerante, el más sencillo, el más humilde, el más preocupón.
Y si el presidente del INEE habla de la mística de servicio y el apostolado que han de tener «quienes conforman el sistema educativa en todos sus estamentos», entonces, caray, en Veracruz estamos jodidos.Ahora sí, como intituló un artículo el ex embajador de México en Italia y ex procurador de Justicia de la Ciudad de México y del país, Ignacio Morales Lechuga, «de Guatemala pasamos a Guatepeor».
Es cierto. Muchas de nuestras escuelas públicas no cuentan con la infraestructura necesaria para aprovechar la conectividad a internet, y muchas otras requieren incluso de algo tan básico como la electrificación, mobiliario o hasta un techo.
También es cierto que hay decisiones que México no debe seguir postergando: en la actualidad fuera de las aulas, la tecnología ya está al alcance de todos y necesitamos contenidos y capacitación adecuados.
En el año 2000 muchos consideraron irrisoria la propuesta visionaria, hay que reconocerlo, de un candidato presidencial para que la educación pública incluyera inglés y computación. Hoy el destino nos alcanzó y aunque tarde, nuestro país ha dado pasos firmes para enfrentar la brecha digital que ha generado nuevas desigualdades sociales, estructurales y educativas, vinculadas al uso de internet y las nuevas Tecnologías de Información (TIC’s).
La educación en México hoy cuenta con las bases constitucionales y legales necesarias que, en el camino hacia su consolidación, están plasmando calidad en el proceso de aprendizaje que reciben millones de niñas, niños y jóvenes, además de la transformación cualitativa en las relaciones entre autoridades, maestros, alumnos, padres de familia y la sociedad en general.
El presupuesto del sector tiene niveles históricos destinados a infraestructura y equipamiento, lo que debe traducirse en escuelas dignas, donde la incansable gestión de los maestros y maestras se centre en el proceso de enseñanza-aprendizaje y no en las condiciones mínimas necesarias de la infraestructura.
Sin embargo, la tarea no estaría completa si no emprendemos acciones que aseguren, como lo establece el texto constitucional, que los materiales y métodos educativos abonen al máximo logro de aprendizaje de los niños, jóvenes y adultos inscritos en alguno de los niveles de enseñanza.
Con el propósito de hacer realidad el derecho humano a la educación de calidad de los mexicanos, el acceso al internet y a las TIC’s son un factor que coadyuvará a la sociedad del conocimiento, en una era global donde la alta competitividad, el flujo y tránsito de la información son la estructura de una nueva manera de entender y participar en el mundo actual.
De ahí que senadores de todas las fuerzas políticas apoyaron en forma unánime la reforma a la Ley General de Educación que propuse en 2014, para facultar a la autoridad educativa federal a que al inicio de cada ciclo lectivo, ponga a disposición de la comunidad educativa y de la sociedad en general los libros de texto gratuitos y demás materiales educativos, a través de plataformas digitales de libre acceso.
Con cambios al artículo 12 del ordenamiento jurídico, se garantiza que todos los niños y jóvenes tengan acceso a la información de preescolar, primaria, secundaria, telesecundaria, educación indígena y media superior, independientemente del extraordinario esfuerzo que se realiza en México para llevar los libros impresos a cada escuela.
Información publicada por el Inegi señala que el acceso a las tecnologías digitales es predominante (80 por ciento) entre la población de los 12 a los 17 años, mientras que en niños de entre 6 a 11 años, el acceso es igualmente significativo (42.2%). Para el grupo de 18 a 24 años, la proporción se reduce a dos de cada tres, mientras que la mitad de los adultos jóvenes, (de 25 a 34 años) dispone de las habilidades y condiciones para realizar tareas específicas en Internet.
En congruencia con las reformas educativa y en telecomunicaciones, el Senado dio un paso firme para posicionar a nuestro país como referente internacional en el acceso educativo a través de medios tradicionales y tecnológicos preservando la gratuidad y el acceso a los contenidos a través de plataformas digitales.
Muy seguramente la Colegislatura encaminará sus esfuerzos a la consecución del logro de oportunidades para la inclusión de los educandos, lo que sin duda, repercutirá en la innovación, el desarrollo del capital humano y el perfeccionamiento del conocimiento para las nuevas generaciones.
América del norte/México/15 julio 2017/Fuente: Cambio de Michoacán
El secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, afirmó que fortalecer y transformar a las escuelas normales del país representa el corazón y el eje del cambio de México, para la transformación del país justo, libre, democrático, creativo y que triunfe en el siglo XXI.
Al presentar la Estrategia Nacional para el Fortalecimiento de las Escuelas Normales, indicó que el reto es mayúsculo y que el cambio de México en gran medida depende de la educación, mientras que el cambio de la educación depende de los maestros, y el cambio y transformación de éstos depende de las normales.
Nuño Mayer expresó la confianza que se tiene en las escuelas normales del país para que contribuyan y sean el corazón y el eje del cambio de México, y en ese sentido destacó que la propuesta es el cambio más fuerte que se ha hecho no solo de la educación, sino del país en el futuro, en el mediano y largo plazo.
Puntualizó que como nunca se había hecho en la historia del país, la transformación de los planes y programas de estudio para los niños y el enfoque pedagógico al interior de las escuelas normales se hace al mismo tiempo, dentro de un nuevo Modelo Educativo, lo que representa una coordinación y una alineación no solo en el tiempo sino en los contenidos.
El funcionario federal añadió que los nuevos planes y programas, así como las modificaciones que serán de distinto tipo a las diversas licenciaturas que se imparten en las escuelas normales, estarán alineadas con el Nuevo Modelo Educativo y sobre todo con los nuevos planes y programas de estudio.
“Serán un espejo en donde se estará dando una concentración en los aprendizajes claves, en la educación socioemocional, y por supuesto en la educación intercultural, en la educación inclusiva. Todos los elementos del nuevo modelo que están reflejados en los nuevos planes y programas de estudio”, refirió.
Aunque con cierto retraso de acuerdo al plazo que originalmente se había anunciado, se ha dado a conocer la novísima propuesta educativa que habrá de acompañar a la reforma idem impulsada en el actual sexenio. De acuerdo a los tiempos que fijó la SEP, desde el 31 de mayo debieron haberse conocido planes y programas de estudio para los niveles básico (preescolar, primaria y secundaria) y medio superior (preparatoria o bachillerato) que comenzarían hipotéticamente aplicarse a partir del ciclo escolar 2018-2019, es decir, hasta dentro de un año. De esta forma, el nuevo modelo educativo arrancara de no enfrentarse a contingencias políticas o causas de fuerza muy mayor que se presenten en la ya inminente transición sexenal, cuando vaya de salida el gobierno que impulsó a la actual Reforma. Reforma que por lo demás, después de cuatro años de iniciada solo se conoce su vertiente laboral administrativa a través de la aplicación de la Ley del Servicio Profesional docente y su maratón de evaluaciones.
El retraso de dos meses obedeció según pretextaron las autoridades del ramo a los ajustes que tendrían que hacerse al aspecto de la vinculación entre los niveles básico y medio superior. Cosa no menor. De planearse y hacer bien las cosas, los periodos posteriores inmediatos a los recesos de clases (entiéndase vacaciones) de este y el próximo inicio de los ciclos escolares, en teoría habrán de ser muy intensos. Las tareas que a los profesores les esperan serán las reuniones de trabajo, análisis y discusión de colegios de sus respectivos consejos técnicos.
Como sentencia Perogrullo, nadie puede enseñar lo que no sabe y si se va a enseñar y sobre todo aprender con un nuevo enfoque y método, habrá que empezar por conocer el contenido y naturaleza de la nueva propuesta pedagógica. Los docentes que en un buen porcentaje no les gusta ni tienen el hábito de la lectura, tendrán que ponerse a machetear los mamotretos de documentos en que se han vaciado planes y programas y demás aspectos del modelo incluido su sustento teórico pedagógico. Acostumbrados muchos de ellos a recibir y aplicar recetas, el trabajo que les espera no es poca cosa. Porque no solo será leer lo que tiene que ver con el nuevo paradigma educativo, sino entenderlo y aplicarlo.
El estudio será obligado además porque podría ser motivo de una próxima evaluación para mantener la plaza (y con ella la categoría) o para futuros ascensos y promociones con sus respectivos estímulos económicos que vinieron a sustituir a la carrera magisterial.
El nuevo “Modelo educativo para la Educación Obligatoria” que con este nombre Peña Nieto en la voz de Aurelio Nuño ofrece a los mexicanos pone como uno de sus objetivos centrales además de “educar en libertad y para la creatividad”, promover la autonomía escolar. Esto no es otra cosa que los planteles puedan adaptar los contenidos educativos a los requerimientos de su entorno. Es esta una de las premisas de modelos exitosos como el finlandés.
Esta característica de buscar que las escuelas sean autónomas, proceso que podrá lograrse gradualmente, está contemplada en la legislación de la Reforma que pugna por transformar la organización del sistema educativo para darle mayor autonomía de gestión a los establecimientos educativos. Condición que se cumplirá sujetándose a los lineamientos que imponga la SEP. En otras palabras, la autonomía escolar será dirigida, como lo es nuestra democracia. La autoridad del ramo pareciera estarle diciendo a los profesores y directivos reunidos en sus Concejos Técnicos: miren mis hijitos, tendrán (cierta) “libertad” para gobernarse con sus propias reglas, gozaran de una relativa independencia en sus decisiones y acciones, ya no dependerán para la operatividad de los planteles del patrón y gozaran de una relativa potestad particular; pero todo esto se hará bajo los lineamientos que a mí como autoridad y gobierno convengan.
El nuevo modelo en su flexibilidad permitirá agrupar a los alumnos obedeciendo a sus propias habilidades e intereses hasta en cinco diferentes ámbitos. Esto que pareciera un galimatías en desafío contra una educación integral y holística, consiste en forma resumida en lo siguiente: el primero tiene que ver con los aspectos propiamente académicos del lenguaje, comunicación, pensamiento matemático, conocimiento de las parcialidades de los mundos natural y social.
En el segundo ámbito los alumnos aprenderán a potenciar el desarrollo personal y social en el que se incluye el deporte y la cultura. El tercero busca insertar a los futuros ciudadanos en las necesidades de la posmodernidad del siglo 21 que tienen que ver con la educación financiera (sic), la programación, robótica y el aprender a ser emprendedores. El cuarto ámbito de aprendizaje le da cabida a la microhistoria o historia local, tecnologías, artesanías, cultivo de hortalizas y educación ambiental. Una cierta re visitación a la escuela del trabajo de Dewey y Ramírez.
Y en el último de los ámbitos se propone que los alumnos acompañados de sus maestros se involucren en labores sociales como colecta de basura, potabilización del agua y práctica de la democracia escolar en escuelas que si algo las ha caracterizado es su carácter vertical y autoritario. El imaginario prefigura acaso otro regreso a los años dorados de la escuela rural mexicana.
Además de estos cinco ámbitos que conforman al nuevo “Modelo Educativo para la Educación Obligatoria en México”, la propuesta que recién se ha dado a conocer contempla también cinco ejes formativos. Por cuestiones de espacio nos ocuparemos de ellos en una próxima entrega.
Este jueves 6, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, presentó la Estrategia de Equidad e Inclusión, como el inicio de la puesta en práctica de las propuestas del capítulo IV del Modelo Educativo para la educación obligatoria.
¡Otra promesa más!, dirán los críticos. Sin embargo, si la SEP no la hubiera presentado sería objeto de censuras por no cumplir. Atención, no desapruebo los reproches; a fin de cuentas, son acicates para que la alta burocracia se aplique más. Pero prefiero analizar antes que juzgar.
Observo que el secretario Nuño hace lo que se supone deben realizar los altos funcionarios: tomar decisiones. La presentación de la Estrategia va más allá de los temas programáticos e intenta ahondar en tácticas concretas. Además, lo hace en un tema apreciado por los abogados del proyecto democrático de Reforma Educativa.
La idea central de ese proyecto, como diría Amartya Sen, no se orienta a la caracterización de una sociedad “perfectamente justa”, sino a un ejercicio que pueda servir de base para un razonamiento práctico de cómo reducir la injusticia y avanzar hacia la equidad. Esto, bajo los enunciados de igualdad, libertad y reivindicación de los derechos humanos. No en todo, pero la Estrategia se aproxima a ese ideal.
A partir del diagnóstico planteado en el Modelo acerca de la desigualdad, rezago, exclusión e inequidad en el sistema escolar, el gobierno antepuso la inclusión y la equidad como alternativas para comenzar a resolver las deficiencias. El primer punto programático fue plantear un currículo incluyente (que Nuño presentó la semana anterior) y otros asuntos que hoy recoge la Estrategia.
Trata de blindar su Modelo, dicen unos. Puede ser correcto. Los propósitos gruesos de la Reforma Educativa se institucionalizaron en leyes y nuevas entidades desconcentradas o dentro de la SEP. La secretaría promueve ahora mecanismos para poner en práctica los objetivos.
Los instrumentos estratégicos son congruentes con el concepto de equidad de autores como Amartya Sen y Martha Nussbaum, con el planteamiento de la Organización de las Naciones Unidas sobre el derecho a la educación, y con los fines de inclusión plasmados en la Constitución.
La estrategia se sustenta en dos objetivos y seis ordenanzas. Los designios son: 1) romper nudos de desigualdad en el sistema escolar; 2) hacer efectivo el derecho a la educación mediante la instalación de infraestructura digna, escuelas de organización y tiempo completo.
Los seis preceptos de la Estrategia son: 1) prioridad a poblaciones indígenas y migrantes pobres; 2) inclusión —en las escuelas regulares— de personas con discapacidad; 3) énfasis en el desarrollo infantil temprano; 4) disminución de las brechas de género; 5) otorgar becas a quienes más las necesiten; y, 6) abatir el rezago educativo.
Estos fines y disposiciones no son la panacea ni implican que se realizarán en el plazo medio, cuando este gobierno ya no tenga capacidad ejecutiva. He platicado con colegas que esperan percibir más acción, ver en la práctica todos los planteamientos; critican a la SEP por su lentitud, por los huecos y los rezagos. También porque no disciplina a los gobiernos morosos. Entiendo sus preocupaciones, a mí también me gustaría comprobar más realizaciones. No obstante, observo las barreras que enfrenta. Advierto el vaso a medias, en lugar de verlo vacío.
RETAZOS
Cuando vi la foto de Luis Enrique Miranda en el presídium, me vino a la mente el refrán “vale más solo que mal acompañado”. ¿Pensaría Nuño lo mismo?
Aunque Aurelio Nuño pidió disculpas por haber extendido su retórica, parece que no percibe que hablar mucho disminuye el valor de sus palabras. Piezas breves, lógicas, bien construidas le ayudarían; y su auditorio lo agradecería, tal vez.
América del norte/México/08 Julio 2017/Fuente: T13
Mejorar la calidad de la pobre educación en México es la principal meta del gobierno, que en 2012 lanzó una ambiciosa y polémica reforma. Mientras las autoridades aseguran que esperan ver resultados dentro de una década, directores, maestros y padres de alumnos dudan de que el plan sea implementado con éxito.
Algo no va de acuerdo a lo planeado si quien debería estar a gusto con dirigir una escuela en teoría modelo, no hace más que lamentarse.
Marina del Carmen Hernández convive con 291 alumnos y se resigna a hacerlo con una mezcla de «impotencia y desesperación». Está a cargo de la escuela España en Ciudad de México, una de las 500 donde se aplica el nuevo modelo de una ambiciosa, controvertida y disputada Reforma Educativa.
«La propuesta es muy buena… si es que se lleva a cabo como debe de ser«, le dice a BBC Mundo en su oficina, «si ustedes leen el programa de escuela de tiempo completo es muy bueno, pero como no hay recursos ni económicos, materiales ni de personal, es lo mismo».
Así que Hernández lanza una retahíla de quejas. Su escuela pasó de medio horario a tiempo completo, pero no cuenta con suficientes maestros para cubrir las ocho horas, de las que al menos tres deben completarse con asignaturas alternativas como ajedrez, robótica, danza o educación financiera.
Hernández se tiene que poner a dar clases para cubrir las vacantes o el mismo maestro le da varias materias a los alumnos.
«Imagínese lo que es para un niño y para un maestro estar 8 horas en un salón», señala, «después de la hora del recreo los niños ya están dispersos, cansados, de trabajar«.
No es el único problema. El año pasado se les inundó el gimnasio y el suelo quedó inservible. Desde la Secretaría de Educación Pública (SEP) no les han enviado recursos para repararlo. Si se rompe la venta de un salón de clases, se tienen que poner de acuerdo con los padres de los alumnos para conseguir fondos y arreglarla.
«Los papás están muy contentos que existan estas escuelas», explica, «tienen un lugar dónde dejar a sus hijos más tiempo, pero nada más, aunque los niños estén más tiempo en la escuela eso no nos garantiza que estén aprendiendo».
«No estoy en contra de la reforma y considero que sí es necesario», añade, «pero siempre y cuando se cumpla con lo que estipula esa reforma».
El mayor desafío
Que los niños mexicanos aprendan más y mejor es una asignatura pendiente desde hace décadas. Si reformar la educación de un país es complicado, en México el esfuerzo es titánico. Dada la magnitud del sistema educativo -sólo cuatro países tienen uno más grande (China, India, Estados Unidos y Brasil)- el desafío es mayúsculo.
Son 34 millones de alumnos, dos millones de maestros y 260.000 planteles educativos. Si a eso se le suma lidiar con el mayor sindicato de América Latina, la ecuación se complica aun más.
El secretario de Educación -y quizá candidato del oficialismo en las presidenciales del año próximo-, Aurelio Nuño Meyer, no duda en afirmar que reformar la educación es el mayor desafío que puede tener el gobierno.
«Sí, contundentemente sí», le dice a BBC Mundo durante una entrevista en su despacho, «el más importante por lo que implica hacia el futuro». «Estoy convencido de que al final del día», agrega, «la mejor política económica y la mejor política de seguridad es una buena política educativa«.
La Reforma Educativa fue puesta en marcha con la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia en 2012, cuando ni siquiera se sabía cuántas escuelas existían en el país.
El secretario no espera tener el sistema educativo que quieren hasta alrededor de 2030. «No ha habido un solo país que haga un cambio de un año a otro ni en cinco años», explica Nuño Meyer, «son transformaciones en donde se empiezan a ver resultados después de una década. Es un proceso».
En el fondo de la tabla
Su implementación no ha estado exenta de críticas y obstáculos. Es un camino empedrado que busca mejorar la calidad y la equidad de la educación en el país. La realidad que transmiten diversos indicadores es aplastante y basta repasar algunos para dimensionar el urgente trabajo por delante.
México está casi en el fondo de la tabla. De acuerdo a los resultados de 2015 de la prueba Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por su sigla en inglés), sus estudiantes de 15 años se ubican en el puesto 56 en ciencias, 56 en matemáticas y 52 en lectura de un total de 70 países.
Ocupa el último lugar entre las 35 naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De cada 100 niños que entran a primaria, sólo 57 llegan a bachillerato. Eso significa que el 22% de los mexicanos de 15 años está fuera del sistema educativo. Y de los que permanecen, seis de cada diez se encuentran en el grado que les corresponde.
El 57% no alcanza el conocimiento mínimo en matemáticas y el 48% no lo consigue en ciencia. Son muchas cifras que hablan de un mismo drama. El sistema está roto.
«La situación es gravísima y de emergencia», le dice a BBC Mundo David Calderón, presidente ejecutivo de la organización Mexicanos Primero, «por eso mismo este ciclo de reforma tiene potenciales tan valiosos y tiene, evidentemente, dificultades enormes para concretarse».
«Ves a todos los países de la región y están hechos pedazos», explica el secretario general de la Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Educación (Reduca).
«Chile tiene 35 años de impulsar de algunas soluciones y los resultados son malos. México para fines prácticos tiene los mismos resultados que Uruguay», que tiene apenas un millón más de habitantes que México tiene de maestros.
Calderón considera que la reforma, que asegura no será la última, introduce dos elementos radicales: un respaldo normativo para poner en el centro al aprendizaje, lo que implica que el Estado mexicano queda obligado a garantizarlo y los incumplimientos se pueden pelear en tribunales; y la evaluación de los maestros.
No hay punto más álgido en la reforma y el secretario lo sabe.
«Ha sido una de las discusiones, el principal problema y conflicto con parte de la resistencia magisterial», admite Nuño Meyer, «esto ha generado una gran crispación y molesta entre muchos maestros. «También hay que entender del sistema que venimos y que no es culpa de los maestros no tener la formación que hoy les estamos demandando».
«Está estableciéndose como práctica rutinaria que para entrar al servicio profesional docente hay que hacer un concurso» agrega, «y eso rompe con la herencia de venta de plazas, o con la plaza automática o el control de los lugares por el sindicato y la burocracia».
Aquel maestro que no supere la evaluación tras tres intentos pasa a tener un puesto administrativo y no puede seguir impartiendo clases. Mientras que aquellos que obtengan un resultado destacado reciben un incremento salarial.
El problema, que alimenta el descontento de maestros y las críticas de organizaciones, nace de que la formación docente sigue siendo «inadecuada e inapropiada».
No sólo la mayoría de los estados no cumple las normas sobre los requisitos necesarios para formarse para ser maestro, sino que los planes de estudio de los alumnos han cambiado antes que la forma en que se les enseña a los profesores, cuestiona Mexicanos Primero.
Los nuevos maestros, en una lógica perversa, llegan desactualizados al salón de clases. Y, dicen, las evaluaciones que se llevan a cabo son injustas.
«Quedó un mensaje autoritario de sometimiento», opina Calderón, «algo haces muy mal cuando los agentes del Estado que llegan a los niños tienen una opinión muy negativa de todo el proceso de cambio. De dónde les quieres sacar el entusiasmo si son ellos los que se sienten los únicos afectados y en mucho sentidos tienen razón».
Las autoridades rechazan estos cuestionamientos y señalan que los programas de formación de docente siempre han existido, y que los nuevos planes y programas de estudio presentados la semana pasada entrarán en vigor recién en 2018.
«Tienen todo el derecho de evaluarme»
«Muchos compañeros le llaman el examen de confusión múltiple, y es real, te presentan un caso pero es muy rebuscado, te dan respuestas amañadas», cuenta María Saritza Balderas, maestra de 6º en la escuela España.
«Estoy de acuerdo que tenemos la necesidad de actualizarnos, pero ese tipo de examen más que nada es de resistencia, no de conocimientos», se lamenta Saúl Camargo, maestro de 4º año de mañana y de 2º en la tarde en la escuela Gabino Barreda, del centro de la capital.
Camargo, con 24 años de experiencia en la docencia, se queja de que los exámenes de evaluación son muy largos porque duran hasta ocho horas, que se hacen en computadora y él no es muy diestro, y que en realidad las evaluaciones tienen como objetivo reducir el número de maestros.
«Digo que me pregunten sobre lo que hago, y sobre eso me evalúen, esa es la parte en donde no estamos al 100% convencidos», asegura, «tienen todo el derecho de evaluarme quien me paga. No digo que me opongo».
La SEP desestima las críticas: «Es una apreciación equivocada que responde más bien al hecho de que ahora sí hay evaluaciones de desempeño obligatorias, vinculantes y con consecuencias, y eso genera ese tipo de reacciones infundadas».
Además hacen hincapié en que el examen es apenas una parte de la evaluación que también incluye un informe del director tras observar el desempeño en el aula y una parte en la que el maestro presenta evidencias de su trabajo frente al grupo.
La directora de esta escuela, María Guadalupe Castillo, afirma que las reformas en el sistema educativo han sido constantes y que todavía no alcanza ver el impacto de la actual.
«Así como súper necesaria no, le digo que ya veníamos con la reforma desde atrás. Ha sido todo un proceso de ir modificando conductas, contenidos, de alguna manera quienes hemos estado en proceso hemos ido caminando, no trabajo igual que hace dos años».
Está al frente de una escuela, al igual que muchas otras, con serias carencias. Aquí la reforma todavía no llegó. Y los problemas se acumulan.
Los padres, en gran parte comerciantes de la zona, se quejan del atraso y de la pobre calidad de la educación que reciben sus hijos.
No aprenden inglés ni computación. Para lo primero no hay maestros. Para lo segundo la mayoría de las máquinas están rotas -13 de 25-, ni hay presupuesto de la SEP para repararlas ni autorización para arreglarlas por su cuenta porque fueron préstamo del gobierno de la ciudad. Internet tampoco funciona bien.
«Es muy decadente estar en una escuela de gobierno, son procesos muy largos, a lo mejor se puede poner una solicitud, decir que las computadoras están mal pero la solicitud se queda en el olvido», explica Magali Martínez Ramírez, quien tiene un hijo en 6º grado.
«A lo mejor vienen a lo mejor no, seguramente habrá otra solicitud y los niños no se pueden quedar así» agrega.
Las carencias a nivel de infraestructura y equipamiento son una constante en el sistema educativo. Son algunos de los que aspectos que promete resolver una reforma considerada «sistémica» por el secretario.
Lo que se busca, asegura, es replantear el modelo, donde los niños aprendan a aprender y donde se los eduque para la libertad, en el que no se les demande que memoricen contenido sino que lo comprendan.
El plan existe, su implementación será otra historia.
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