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Las Autonomías Institucionales y la Educación

México / 2 de diciembre de 2018 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

Coincido con la idea de que al exceso de rigidez en el ejercicio de gobierno, le sucede la carencia de imaginación y creatividad

El debate sobre las autonomías institucionales (Banco de México, IFAI, INEE, Fiscalía Federal, INE, etc.) da cuenta de una de las necesidades y exigencias de la sociedad actual, en términos de ampliar los cauces democráticos y de dotar a las instituciones del Estado mexicano de mayor estabilidad o proyección transexenal, y consistencia en la producción y el manejo de la información y los conocimientos, entre otros factores.

Esto lo comento a propósito del interesante artículo “En defensa de la Autonomía”, publicado la semana pasada por el doctor Pedro Flores-Crespo, y dado a conocer en el sitio Educación Futura (19 de septiembre, 2018).

Hay cuatro tesis del doctor Flores-Crespo en su texto sobre la Autonomía que me llaman la atención y sobre las cuales pongo a consideración algunos comentarios, especialmente porque no solo se aplican a nivel institucional, sino también en los planos de la escuela, pequeños grupos y en lo individual.

El contexto: Flores-Crespo recuerda un comentario que él mismo publicara en 2017, sobre la autonomía de los grupos, las personas y las instituciones, mismo que retomó recientemente “a la luz del escarceo de un legislador (Martí Batres) del partido Morena por desaparecer el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), lo cual generó un interesante debate en las “benditas” redes sociales. El cyber espacio vio desde los detractores que culparon a ese órgano constitucionalmente autónomo de la “violencia” generada contra los maestros hasta los defensores del instituto. Estos últimos reiteramos la importancia del instituto en función del cúmulo de información que ha generado desde 2002 y que no solamente se circunscribe a los resultados de la evaluación docente.”

Primera tesis: “El hecho de verificar y cuestionar la “verdad oficial” por medio de los datos y del conocimiento que generan los órganos autónomos es un baluarte de la democracia.”

Segunda tesis: “Un sujeto autónomo es ante todo un sujeto responsable”.

Tercera tesis de Flores-Crespo: “Reconocer la capacidad de desarrollo individual, escolar e institucional contribuiría a delinear una agenda educativa mucho más imaginativa que la que ha planteado el presidente electo (dar becas, multiplicar espacios de estudio formales o tener una visión bastante cándida del magisterio)”

Y agrega lo siguiente el profesor de la Universidad Autónoma de Querétaro: “El gobierno de Andrés Manuel López Obrador sí podría hacer historia si construye las bases y las condiciones para que, por ejemplo, los maestros de Educación Básica puedan trazar sus propias rutas de desarrollo profesional, y la Secretaría de Educación Pública (SEP) los respalde para la consecución de ese fin. Además, al reconocer al docente como un sujeto responsable – y no sólo un recipiente de programas de buena voluntad -, puede proponer estrategias para quitarle a los maestros la tutela que les impone la burocracia sindical, la SEP, las secretarias (de educación) de los estados y la sobre ideologización de algunos colectivos.”

“Dejar de controlar desde el centro sería una bocanada de aire para nuestras universidades públicas que cada vez ponen más en entredicho su “autonomía” e independencia. Quizás la supresión de la autonomía universitaria por medio del control gubernamental ha impedido, en gran medida, el florecimiento intelectual y científico…” A este fragmento le agregaría lo siguiente: Y también sería una bocanada de oxígeno para nuestros subsistemas de Educación Básica y Media Superior.

Cuarta y última tesis: “Para finalizar diría que la noción de autonomía que suscribo aquí no significa autosuficiencia (“yo las puedo de todas, todas”). No estoy sugiriendo que las personas giramos ciegamente en torno a nosotros ni que el gobierno no es importante para el desarrollo de la autonomía individual, sino que hay una capacidad clave que el gobierno electo parece no advertir y de ahí su poca imaginación en la agenda educativa que propone.”

“Esperemos entonces que sepan escuchar, discutir y consideren a las personas y a las organizaciones escolares y universitarias desde otra perspectiva que los gobiernos neoconservadores no quisieron reconocer. Sí hay una buena oportunidad de “hacer historia” si se defiende y no se atenta contra la autonomía individual, escolar e institucional. Esto sí sería una verdadera transformación.”

Hasta aquí dejo las ideas centrales de la exposición de Flores-Crespo.

Lo que pienso al respecto, es que justamente uno de los problemas que enfrenta el régimen republicano, esto es, las instituciones del Estado moderno, que cuenta con una división de poderes y un esquema sui generis de órganos autónomos, como sistema democrático y representativo, al menos en las condiciones y con los actores políticos que participan en México, es el de la “partidización” en la composición de los órganos legislativos y, por lo tanto, en la elección o selección de consejeros de las juntas de gobierno de las instituciones de referencia. No hay que olvidar que es el poder legislativo, -federal y estatal en la mayoría de los casos-, el que toma las decisiones durante los procesos de nombramientos de miembros de dichas dirigencias. Entonces ¿el problema de la “autonomía institucional” está o no resuelto? ¿La autonomía o las autonomías institucionales están o no delimitadas, acotadas, minimizadas por los partidos políticos?

Tal como lo señalé en el espacio de comentarios al pie del texto de Flores-Crespo en Educación Futura: Considero que, si bien hay que reconocer que la tradición liberal, contraria a la tendencia conservadora en México, ha sido reivindicada por AMLO, otro problema latente está, sin embargo, en las tentaciones del morenismo de la Cuarta Transformación (4T) por reciclar el esquema político del «nacionalismo revolucionario» y, junto con ello, las prácticas antidemocráticas como el corporativismo, los procedimientos clientelares y el «Estado a toda costa benefactor», paternalista, además de burocrático, lo cual iría en contra de las autonomías (responsables) a distintos niveles: individual, grupal, escolar e institucionales.

Coincido con la idea de que al exceso de rigidez en el ejercicio de gobierno, le sucede la carencia de imaginación y creatividad. No creo que el Estado y su poder público centralizado, como “Ogro filantrópico” en la discutible analogía empleada por Octavio Paz, sea la solución a los grandes problemas nacionales, y menos aún al problema de la educación pública. Precisamente lo que se requiere, por el contrario, es menor presencia del Estado en la cosa pública, menores cargas burocráticas (procedimentales), y una mayor participación de la ciudadanía en las decisiones y en los procesos educativos (en términos de aprendizajes) con sentido de autonomía y de responsabilidad. En eso coincido, sin embargo, aparece otro conflicto: ¿Cómo lograrlo?

Tampoco estaría a favor de la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), por decreto y sin análisis, pero sí estaría de acuerdo con ejercer una valoración más crítica y autocrítica sobre su desempeño, como institución pública, desde 2002; y como órgano autónomo del Estado, desde 2013. Habrá que revisar, entre otras cosas, su estructura orgánica, la distribución y pertinencia de sus mandos directivos, medios y operativos, centrales y periféricos; así como sus atribuciones legales claves y el modelo de financiamiento con el que trabaja. Pero quizá lo más importante del INEE sea rescatar y fortalecer su función principal como institución encargada de jugar el rol de “evaluadora”, no solo de las acciones del gobierno, (para no ser comparsa de la SEP o “porrista” en materia de diseño y aplicación de las políticas públicas), sino de la marcha del sistema educativo nacional.

Cierro este breve comentario con un fragmento –porque lo suscribo-, del texto del propio doctor Flores-Crespo: “Si AMLO en verdad está preocupado por elevar la calidad de la educación y su justa distribución, podría sugerir que sean los niños, maestros y directivos quienes en sus propias escuelas discutan sus problemas y deliberen abiertamente estrategias para enfrentarlos dentro de un marco de aprendizajes común. Ante este ejercicio reflexivo, la SEP tendría que responder respetando su libertad y dotándoles de recursos y apoyo. Uno de estos apoyos sería precisamente la confianza que constituye un primer paso para formar personas y comunidades autónomas y responsables.”

Fuente del Artículo.

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/09/24/las-autonomias-institucionales-y-la-educacion

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Algunas vueltas de tuerca de la Reforma Educativa

México / 15 de julio de 2018 / Autor: Miguel Ángel Pérez / Fuente: Educación Futura

El virtual titular de la Secretaría de Educación Pública en el gobierno de López Obrador, Esteban Moctezuma, ya ha comenzado a dar algunas declaraciones, a mi me parece precipitado aparecer tan pronto en la escena pública, es preferible que espere su tiempo, si bien es importante mandar señales de lo que está por venir, también la paciencia es buena consejera.

En los discursos y en las diversas intervenciones públicas del personaje que estará al frente de conducir los asuntos educativos a partir del próximo 1° de diciembre, da dos grandes señales importantes.

  1. Por un lado no desecha plenamente la iniciativa de reforma educativa, (habrá solo algunos ajustes a partir de hacer girar algunas tuercas). Moderará la evaluación e iniciará con los cambios propiamente educativos.
  2. Recupera a partir de las menciones el protagonismo de maestros y maestras, esto deja entender que no habrá ninguna reforma educativa en el Lopezobradorismo sin la participación de los maestros, aquí habría que pensar en la estrategia. Ya que aunado a todo lo anterior y en movimientos paralelos el SNTE también sufrirá cambios y reconfiguraciones.

Las vueltas de tuerca a la reforma educativa es obvio pensar que se esperan hacia la izquierda, teniendo una visión más clara de regresar el carácter educativo a la reforma. Pero el problema no sólo está ahí y es una trágica herencia del pasado reciente, ¿Qué se va a hacer con la excesiva carga evaluativa, con los cambios que se hicieron a la legislación laboral y en concreto con las secuelas del servicio profesional docente?

El problema no es sencillo, es extirpar un cáncer en la parte más oculta y profunda del sistema, y esperando evitar daños colaterales.  Muchos esperarían cambios radicales, que el legislativo derogue la actual reforma para volver a iniciar de nuevo, otros le temen al gatopardismo, de mostrar que las cosas cambian para que todo siga igual. En recientes declaraciones se habla de que habrá una gran consulta al magisterio y a otros actores de la sociedad.

Desde mi perspectiva, en el terreno educativo es importante que el nuevo gobierno tenga claro los objetivos, de hacia dónde quiere llegar, a estas alturas del partido no es nada bueno ni dudar, ni tampoco improvisar. La consulta es muy buena porque sirve para darle una plataforma de legitimidad a la propuesta, pero del otro lado es importante tener claro los ejes sobre los cuales se trabajará.

Otro aspecto importante es que no se cuenta con un diagnóstico actualizado que permita aportar algunos elementos claros junto con sus oscuros, de lo que se necesita hacer en educación. Lo importante de todo es que en estos momentos López Obrador cuenta con un fuerte apoyo de un número destacado del magisterio nacional de todas las corrientes político – sindicales, (incluyendo al SNTE y su estilo oportunista de proceder). Esto deberá ser aprovechado para comenzar un proceso lento pero seguro de la verdadera reforma que México necesita.

El error de Peña y de Nuño fueron de forma y de contenido, tanto las formas como los contenidos deberán cuidarse en la nueva administración.

Un aspecto importante para imprimirlas vueltas de tuerca a la reforma educativa es abrir la agenda y consultar a los expertos a los que saben del tema. Convocar y escuchar a los especialistas, en currículum en formación docente, en educación alternativa, en educación por la paz la ciudadanía y los derechos humanos, en educación matemática en lenguajes, en enseñanza de las ciencias, en la habilitación de la atención educativa en entornos virtuales, en la educación en y para las diversidades, todos y todas tienen algo que aportar, escuchar y decir al lado de ellos, solamente así la reforma podrá diseñarse con bases firmes y podrá avanzar a partir de ensayar sobre la base de pequeñas cosas de pequeñas iniciativas.

Otro aspecto importante es buscar experiencias a partir de prácticas exitosas, o de intentos que han demostrado generar buenos resultados, es importante que en el magisterio la cultura de mirar hacia abajo y de descalificar lo poco que se avanza se supere. Se trata de reforzar lo que si sirve, lo que si educa y lo que genera resultados favorables y darle mayor visibilidad a dichas experiencias. Y por último, al final se trata de generar una nueva cultura de gestión y de participación que nos lleve a asumir que la educación es tarea de todos y todas los mexicanos y mexicanas. Se trata de hacer de México un gran país educador y educado, si bien esto parece frase de cliché la idea es hacerla realidad. Se trata de que todos nos hagamos educadores y educandos en esta gran escuela llamada México del siglo XXI.

Fuente del Artículo:

Algunas vueltas de tuerca de la Reforma Educativa

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Las TIC en educación como desafío: la clave pedagógica

Por: Francisco Javier Lozano Díaz

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) vinieron para quedarse en la sociedad. La vieja idea de considerar la tecnología como indeterminación positiva no se corresponde muy bien con la realidad cotidiana que se aprecia comúnmente en cada ámbito humano, aunque los beneficios son innegables. También en el sector educativo.

Cuando se decide, se determina. Por ello, decidir es tanto como determinar, escribe el doctor Bernal. Así pues, decidirse por la incorporación de las TIC en la educación es determinar un contexto tecnológico. Por consiguiente, se comienza un proceso de confección social a desarrollarse: complejo, inacabado e imperfecto. Podemos leerlo en el artículo de Alberto Sebastián Barragán, titulado Tecnología Educativa: Estrategias fallidas, en este mismo medio.

Por otra parte, nuestra experiencia propia con la tecnológica en contextos educativos tiene la justificación del deber ser. El hecho de que a menudo nos sentimos capaces de predecir el futuro nos conduce a la toma de decisiones en pro de una cuestionada sociedad del conocimiento. Aunque hasta el momento es una sociedad de la invasión TIC. Cierto es que la propia dinámica social nos empuja, nos obvia obstáculos y nos fomenta una ilusión de facilidad para inocular el discurso de lo tecnológico como natural. Aquellos disidentes de las TIC son estigmatizados como antiguos, rancios, trasnochados e incompetentes.

Cuando avanzamos en el mundo de eficacia y eficiencia de las TIC, nos sentimos más competentes, y realizamos artificios sofisticados con ligereza y estética antes no pensados. Cuando nos sentimos cuestionados por aquellos tecnófobos, los estigmatizados, contratacamos con la falsa bandera de la nueva educación atribuyendo diversos complementos como educación digital, educación del siglo XXI, educación empoderadora, educación auténtica, etc. Como diciendo sin decirlo, ser tecnófilo es ser superior. Apunta el doctor Bernal: “Vendría a significar poder hacer lo que se quiere sin que nadie lo impida”. Porque olvidamos el punto de partida, decidimos que la tecnología guíe nuestros pasos. Por tanto, determinamos esa deriva social.

Situados en este punto, ¿cuál es el desafío de las TIC a la educación? Desplazar el pensamiento pedagógico hacia los márgenes de la acción educativa, suplantándolo por una racionalidad técnica donde domine la lógica de los medios y se difumine cualquier otro tipo de discurso en torno a: ¿para qué y sobre qué educar? Es decir, confiar el fin al medio, dejando la decisión a los técnicos que determinarán la práctica educativa. Por tanto, planteamos la clave pedagógica para afrontar el  desafío:

La clave ante la irrenunciable presencia de las tecnologías de la información y de la comunicación, que configuran una sociedad red con posibilidades y limitaciones particulares, es dotar de racionalidad pedagógica la educación desde la acción y el efecto. Supeditando y controlando los medios técnicos a la finalidad educativa. Puesto que educar es dotar de capacidad para la convivencia en colectivo y ejercicio de la libertad individual sin dependencia alguna a dispositivos superfluos. tic_1_2-1

De nada sirven propuestas de medios, herramientas y recursos TIC. Menos aún revestir de artefactos tecnológicos los procesos de enseñanza-aprendizaje. Todo ello, sin decidir qué tipo de sociedad más allá de la hiperconectada y ciudadanos más allá de lo cibernéticos pretendemos determinar. Sumando incertidumbre y complejidad manifiesta que cuestionan la posibilidad del logro.

Por último, derivado de lo anterior, podemos leer el artículo Del Programa de Inclusión y Alfabetización Digital al Programa de Inclusión Digital: ¿Hacia donde vamos? del compañero Miguel Ángel Gallegos en Educación Futura. Donde observamos sintéticamente, qué tipo de racionalidad ha dominado y qué tipo de acciones han guiado las políticas en este ámbito concreto de la tecnología educativa.

Notas y Referencias:

  1. Doctor Antonio Bernal Guerrero, Profesor del Departamento de Teoría e Historia de la Educación y Pedagogía Social de la Universidad de Sevilla (España).
  2. Bernal, A. (2012). “Educar en la libertad y la responsabilidad. Una tarea compleja”. Revista Edetania, 42, p. 75-90.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/las-tic-en-educacion-como-desafio-la-clave-pedagogica/

Imagen: www.tugentelatina.com/media/images/ImageManager/8279/160623383.jpg

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El cerebro y la educación que viene.

Por:  Eduardo Andere.

La educación es compleja; el aprendizaje, complicado. El cerebro es complejo; la mente, complicada. Todos los cerebros humanos en lo básico se parecen, pero todas las mentes humanas en lo básico son diferentes. Y la combinación cerebro-mente es lo que produce la “magia” del aprendizaje.

Ahora, sabemos lo que se requiere para aprender, también, dónde físicamente ocurren ciertos aprendizajes, pero lo que no sabemos es cómo el impulso físico y la decodificación que preceden al aprendizaje se transforman en aprendizaje.

No sabemos cómo un conjunto de insumos como letras o palabras se transforman en significados y, menos aún, en tropos o metáforas. El cerebro funciona por el juego virtuoso de neuronas, conexiones y patrones, que se especializan para ciertos aprendizajes en ciertas regiones pero que utilizan al alimón, recursos de diferentes secciones del cerebro. Como bien lo sugieren investigaciones de una profesora de la Universidad de Stanford[1], ya desde la década de los noventa, cada neurona es como una hormiga (o una abeja) que con el trabajo conjunto producen lo que conocemos como consciencia, pensamiento y voluntad, es decir, la mente y sus productos y sus procesos. Paradójicamente ni las neuronas ni sus redes saben que saben; eso solo lo sabe la mente por el trabajo conjunto de todo el sistema.

Mis neuronas no saben su teleología, i.e., el pensamiento, pero el funcionamiento conjunto de neuronas, conexiones y patrones produce el pensamiento, lo que llamamos emociones y el pensamiento sobre las emociones. Cuando decimos, piensa con el corazón, en realidad queremos decir, considera a las emociones cuando tomas decisiones; pero las emociones pueden hacernos trucos, pueden hacernos pensar que ciertas veredas, porque nos tranquilizan o recompensan en el corto plazo, son las correctas desde el punto de vista racional; es más, pueden, en los intrincados y sinuosos caminos del cerebro, esgrimir racionalizaciones que parecen silogismos pero que en realidad son sofismas. Son los embates de la amígdala que quiere una recompensa en el corto plazo y sacrifica una mayor recompensa en el largo plazo pero menos tangible y, quizá, menos apetecible que la del corto. Cualquier persona atrapada en los encantos del enamoramiento sabe a qué me refiero.

¿Qué pueden hacer las padres de familia, los directores y maestros de las escuelas para facilitar y propiciar un diálogo positivo, constructivo entre la mente racional y el centro emocional del cerebro?

Utilizar el poco pero significativo avance de las ciencias del aprendizaje entre ellas la neurología, la psicología cognitiva, la piscología del desarrollo infantil y llevarlo a la práctica. ¿Qué empezamos a saber? El cerebro aprende con el juego; métodos estructurados de aprendizaje a temprana edad pueden perjudicar en el largo plazo el desarrollo de habilidades no cognitivas y emocionales que son cruciales para futuros aprendizajes. El juego y la exploración de los pequeños es más importante que la dirección y estructura de los papás y los maestro. No lo sabemos ahora, pero en el futuro, la disposición, gusto y entusiasmo por el aprendizaje se verán fomentados. Son más importantes la cordialidad, la compañía, el lenguaje nutrido hablado en casa y la escuela, el juego y exploración iniciados por el niño, que la instrucción formal de la maestra o de los papás para acompañar y fomentar el desarrollo natural del cerebro de los pequeños. No sirve de mucho que los niños aprendan cosas sin conocer su significado y para conocer el significado de muchas cosas se requiere tiempo. Ya habrá mucho tiempo para número y letras de manera formal, los papás y las escuelas tendrán casi diez ciclos escolares antes de que los niños se sienten a presentar la popular prueba PISA de la OCDE, cuyos resultados de la ronda 2015 se darán a conocer en todo el mundo alrededor del 6 o 7 de diciembre de 2016. (Debemos estar preparados en México para recibir no muy buenas noticias de los resultados).Mexico en PISA 2012

Cualquier ventaja cognitiva que un pequeño de preescolar estructurado lleve a la primaria sobre niños de ambientes más lúdicos y exploratorios, desaparece en los dos o tres primeros años de estudio. Además, los niños de ambientes más lúdicos y exploratorios   llevarán una ventaja sobre los estructurados: el despliegue de su potencial explorador, lúdico, social y creativo.

Concedo que nadie puede asegurar, excepto en los extremos, que tal o cual método sea mejor o peor para el desarrollo integral de los niños en su vida adulta, pues son muchos y muy variados y complejos los factores que intervienen en el desarrollo de todos nosotros, tanto genéticos como ambientales, pero la evidencia y los expertos en el desarrollo infantil parecen favorecer más los esquemas más progresistas que los más tradicionales y a los papás y maestros que acompañan en lugar de educadores que avasallan. Tan perjudiciales pueden ser los padres negligentes o “muy ocupados”, como los padres avasalladores o helicópteros.

Los padres de familia obsesionados porque sus hijos sean los mejores, los más inteligentes, genios, saturados de trabajo, cursos, actividades y artilugios desde los primeros años de vida, y que tratan a sus pequeños como “proyectos” en lugar de hijos, que están sobre ellos como padres helicópteros en lugar de padres convivientes en gozo, juego y relación de calidad, verán en el futuro, hijos tristes, cortos de mira, alejados del estudio y, sobre todo, deprimidos porque el tiempo perdido en juego, que el cerebro debió haber gozado a los 3, 4, 5 y 6 años de edad, no se recupera nunca. Si la literatura científica es correcta, esos cerebros, para cuando lleguen a los 15 años de edad, habrán aprendido que la única forma de aprender es ganar y competir; los otros cerebros habrán aprendido que la forma de aprender es disfrutar, gozar, compartir, explorar y cooperar.

El entendimiento de todo esto, que apenas empieza a llegar a los sistemas educativos del mundo y sus escuelas, definirá a la educación a partir de la tercera década del siglo XXI. Esta será la parte esencial de las reformas educativas del futuro.

La OCDE que elabora las pruebas PISA sabe esto y actualmente prepara un nuevo marco para PISA 2018 en el que se midan no solo conocimientos y habilidades sino también actitudes y valores relacionados con convivencia, cooperación, diversidad, creencias, responsabilidad, todo ello encapsulado en un concepto que le denominan “Competencia Global” y que se aplicará a través de los cuestionarios de contexto a los estudiantes. Los cuestionarios de contexto que han acompañado a las pruebas PISA en el pasado, en el futuro serán no sólo de contexto sino de competencia global. Es un reconocimiento, quizá pequeño y tardío, pero un reconocimiento por parte de la OCDE, de la importancia de las habilidades suaves o no cognitivas para el desarrollo de las habilidades cognitivas. (OCDE. 2016. Global Competency for an Inclusive World).

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-cerebro-y-la-educacion-que-viene/

Imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/09/img_7631-300×225.jpg

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