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La escuela particular, un dilema

*Jesús Andriano / Pluma Invitada

La educación particular en México no es contemporánea, nace en la época de la colonia, cuando los llamados preceptores se ocupaban de la educación de niños, niñas y jóvenes a cambio de una remuneración por guiar, orientar o acompañar un proceso educativo definido por la sociedad en ese momento histórico. Al establecerse las escuelas particulares gozaron de una libertad condicionada, ya que desde un principio se les fijaron ciertas restricciones. En el reglamento general de instrucción pública de 1823 se establecía que “todo ciudadano tiene facultad de formar establecimientos particulares de instrucción en todas las artes y ciencias, y para todas las profesiones”, sin embargo el Estado se reservaba la autoridad de supervisar y asegurarse de que los maestros de estas escuelas tuvieran las aptitudes y preparación necesarias para la enseñanza de acuerdo a las necesidades de la sociedad. Al legalizarse la creación de instituciones educativas por particulares, el propósito por establecer una educación gratuita y pública a toda la sociedad generó un primer inconveniente; ahora cualquiera podía crear una escuela y ofertar la educación al mejor postor, bajo un modelo de educación acorde a los intereses de un grupo social y no propiamente la educación establecida por el Estado.

Desde su creación el objetivo de la escuela particular, no fue el mismo que él de una escuela pública, su intención fue diseñada para ciertos grupos sociales, que no deseaban disponer de la escuela gratuita; por lo tanto desde su origen representa ciertos valores o creencias religiosas propios de la sociedad a la que atiende. En las primeras leyes de instrucción pública, tanto de liberales como de conservadores, se insistió en la libertad de enseñanza entendida en formas distintas. En los debates constitucionales de 1857 se señaló, que el medio para romper el poder ideológico de la Iglesia no era mediante el fomento de la enseñanza privada, sino al contrario, con el fortalecimiento de la instrucción pública que atendiera las necesidades educativas de una sociedad; habrá que mencionar, que para ese momento histórico el proyecto de una educación dirigida por particulares ya era una realidad.

Con el paso del tiempo la educación privada se ha robustecido generando el estereotipo de brindar la mejor educación y por lo tanto mejores resultados que la escuela pública; sin embargo, no todo lo que brilla es oro; en las evaluaciones estandarizadas como PISA, los resultados ligeramente superiores de las escuelas privadas, no son atribuibles a su sistema educativo, sino a las oportunidades sociales, culturales y económicas de sus alumnos; no obstante el sistema privado debería de ser capaz de diferenciarse de manera más clara del público al estar supeditado a la oferta y la demanda. Al encontrarse adscrita a la administración de particulares, la escuela privada tiende a visualizar de manera empresarial a la educación y exterioriza un factor de competitividad social, cuya finalidad es satisfacer al cliente que desea cimentar un cierto estereotipo.

La educación privada es principalmente monitoreada por la sociedad que atiende, los padres de familia valoran empíricamente el logro de la escuela a partir la experiencia, sin tener conocimiento de los resultados en las evaluaciones estandarizadas o en el desarrollo de ciertas habilidades que favorezcan las competencias que demanda el actual modelo educativo. Normativamente a las escuelas particulares se les supervisa bajo mecanismos de control administrativo, es decir, sobre la entrega documentos en tiempo y forma de acuerdo a lo solicitado por la autoridad inmediata.

La aplicación del plan y programa de estudio oficial, se realiza de manera paralela con material sugerido por la institución, lo que genera un doble trabajo para el docente y una saturación de actividades para los alumnos, que lejos de generar un gusto por aprender, propician desinterés por nuevos conocimientos y plantean como reto cumplir con ambos materiales al termino del ciclo escolar y con ello satisfacer el propósito de la escuela, encaminado en el compromiso que se generó con la sociedad. El enfoque de trabajo es disciplinar con énfasis en modelos educativos exitosos en otros contextos, vinculado a creencias religiosas o valores que hacen de la institución su misión de ser; es así como las actividades artísticas o físicas complementarias son el reflector de una educación integral, y la enseñanza del inglés como un plus que satisface a la sociedad y al requerimiento de una política educativa, que demanda la enseñanza del idioma de manera obligatoria y que la escuela pública difícilmente puede atender, dadas las condiciones con las que cuenta la mayoría de la escuelas pública.

Existe una creencia social, de que en las escuelas particulares se contrata a los mejores maestros; sin embargo, no hay una evidencia clara de la forma en la que son seleccionados, si es que son capacitados, tienen experiencia en la docencia o simplemente si cuentan con el perfil idóneo de acuerdo a la política educativa para poder ser docentes; en la mayoría de los casos el convenio laboral es temporal, con el pretexto de evaluar su desempeño y dependiendo del resultado poder recontratar sus servicios. En algunas escuelas los profesores carecen de una trayectoria docente, son profesionistas de diferentes  disciplinas, lo que a futuro genera problemas dado el poco compromiso que se genera con una profesión que no es propia de su campo del conocimiento; los cursos de capacitación a los que son sometidos, se convierten en mecanismos de control para darle continuidad a su labor dentro de la institución, son de carácter obligatorio e impartidos en el mejor de los casos por diversas editoriales, bajo un convenio para utilizar el material educativo que se oferta y asumiendo que existe una necesidad de la planta docente con respecto a las estrategias y técnicas que contribuyan al uso debido de dicho material; de igual manera los docentes, tienen que atender los cursos que plantea la SEP,  pero con la condición de que son ajenos a su proceso de contratación, lo que genera un compromiso diferenciado con la labor docente con respecto a una escuela pública. A la par de la capacitación, la carga laboral es otra condición con la que los docentes de las escuelas privadas tienen que vivir, el horario de trabajo se extiende y la jornada laboral en su mayoría es de ocho horas; en algunas escuelas el trabajo se diversifica y las actividades se distribuyen entre varios docentes, lo que contribuye que no haya una articulación en las actividades programadas, o continuidad con el propósito que se desea alcanzar; cabe señalar que el trabajo que se realiza, tiene que dar cumplimiento a lo que demanda el cliente, sin que propiamente sea un experto en educación.

A lo largo de los años, la noción de progreso o retroceso de la educación particular es discutible, independientemente que esté validada por el sistema educativo nacional o que satisfaga a cierto grupo social que asume de manera utópica que a mayor precio, mejor educación, sin tener en mente que los estándares de calidad no son propios de cantidad.

*Docente investigador interdisciplinario de la Escuela Normal de Tecámac. Colaborador de Voces Normalistas

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-escuela-particular-un-dilem

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Perú: Nuevo informe aborda el panorama de la educación privada de ‘bajo coste’ en el país

El informe, promovido por la Internacional de la Educación y dado a conocer el pasado mes de febrero, llama la atención sobre el notorio crecimiento de la educación privada en este país y señala que un 40% de estudiantes de los distritos más desfavorecidos de Lima Metropolitana asiste en la actualidad a escuelas privadas

En el documento, titulado Educación privada de ‘bajo coste’ en el Perú: un enfoque desde la calidad se analizan las tendencias, la gobernanza y regulación de la educación privada en el Perú y los procesos de expansión de la oferta privada (evolución y distribución) en el país, en particular el crecimiento de la educación de bajo coste (EBC) con una especial atención a la expansión  de la educación privada en el área de Lima Metropolitana. El informe también observa las implicancias que ello tiene para el derecho a la educación, en particular en términos de acceso, resultados, calidad y equidad.

Se señala que “la evidencia disponible sugiere que el sector de EBC peruano presenta bajos niveles de calidad – tanto en términos de resultados como de procesos y condiciones de aprendizaje” y que hay un “impacto netamente pernicioso en términos de equidad, en tanto que la oferta EBC tiende a concentrase en las zonas más pobres y, por lo tanto, sus limitaciones afectan de forma especialmente acusada al alumnado con menos recursos socioeconómicos”. Otras problemáticas resaltadas en el estudio refieren a deficiencias en la infraestructura e instalaciones, falta de materiales educativos, alta rotación de docentes y precarias condiciones laborales.

La indefinida regulación del mercado educativo y el insuficiente incremento de la oferta pública educativa, en un contexto de expansión demográfica, son destacados entre los principales fenómenos que han propiciado la proliferación de la oferta educativa privada en el país. La insuficiente capacidad de control y de gestión, los escasos niveles de supervisión, la falta de información precisa y actualizada sobre este tipo de oferta educativa, el rol rector del Ministerio de Educación y la necesidad de avanzar en la creación de espacios de articulación y trabajo entre éste y el sector privado, así como un marco regulatorio, también son temas abordados en el informe.

El estudio concluye resaltando que “la necesidad de una respuesta desde la política pública capaz de ejercer un control real sobre todos los segmentos de la oferta privada, así como una mayor atención a su impacto en términos de calidad y equidad resultan imprescindibles si se quiere asegurar una educación al servicio del interés público”.

El informe ha sido realizado por un equipo de investigación de la Universitat Autònoma de Barcelona y del Grupo de Análisis para el Desarrollo de Lima.

Descargue aquí el informe completo: Educación privada de ‘bajo coste’ en el Perú: un enfoque desde la calidad.Fontdevila, C., Marius P., Balarin M. & Rodríguez M.F. (2018)

Descargue aquí el resumen ejecutivo: Educación privada de bajo coste en el Perú: elementos para el debate

Reseña de informe: http://privatizacion.campanaderechoeducacion.org/peru-nuevo-informe-aborda-el-panorama-de-la-educacion-privada-de-bajo-coste-en-el-pai

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España: La tasa de repetidores es muy superior en la escuela pública que en la privada

España/07 de Abril de 2018/Diario de Cadiz

Un estudio de Educación alerta de la horquilla de más del 15% entre alumnos de la ESO según su centro escolar.

El porcentaje de alumnos que pasa de curso, ya sea con todas las asignaturas aprobadas o con algunas suspensas, varía entre los centros públicos y privados, llegando las diferencias hasta a 17 puntos porcentuales a favor de los segundos. El 83,3% es el porcentaje medio del alumnado que pasa de curso o promociona para el conjunto de los cuatro cursos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en los centros públicos, porcentaje que se eleva al 91,5% en la enseñanza concertada y al 98,1% en la enseñanza privada no concertada.

Además, dentro del alumnado que promociona, el porcentaje medio del que lo hace con todas las materias superadas es del 68,2% para los centros públicos, del 78,5% para la enseñanza concertada y del 92,7% para la enseñanza privada no concertada. Por tanto, el alumnado de ESO de los concertados y privados repite menos que el de los públicos o pasa de curso con menos suspensos.

Son datos recogidos en un informe del Ministerio de Educación (con los resultados académicos del curso 2014-15), donde se especifica que en Segundo de la ESO las diferencias señaladas llegan a 17,2 puntos porcentuales. Esto ocurre en Segundo de la ESO; si la tasa media que pasa de curso es del 85% del alumnado, la cifra en los centros públicos es del 81,2%, en los concertados el 92% y en los privados no concertados del 98,4%.

Por otra parte, en el curso 2014-15 los alumnos promocionaron menos en Segundo de la ESO y Segundo de Bachillerato ya que sólo pasó de curso el 85% y el 78,2%, respectivamente. En Segundo de Bachillerato aprobó el curso el 73,8% del alumnado de los públicos y, en cambio, el 89,9% de los privados.

Fuente: http://www.diariodecadiz.es/sociedad/repetidores-superior-escuela-publica-privada_0_1231677265.html

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Chile: Alcances del fallo del TC sobre educación superior

América del Sur/ Chile / 02.04.2018 / Fuente: www.latercera.com.

El Tribunal Constitucional (TC) consideró como inconstitucional uno de los artículos de la recientemente aprobada ley de educación superior, específicamente aquel que impide que personas jurídicas con fines de lucro puedan controlar una institución de educación superior. Aun cuando el contenido del fallo se conocerá recién a fines del mes de abril, bastó este pronunciamiento para que se desatara una tormenta política, acusando que el TC había consagrado “el lucro” en educación superior. En paralelo, sectores de oposición han condicionado cualquier entendimiento con el gobierno a que se apruebe una reforma a las facultades y composición del TC, algo que por ahora el Ministerio del Interior no tiene entre sus prioridades.

Conviene precisar que lo resuelto por el TC no modificó lo establecido en la ley acerca de que las instituciones de educación superior no pueden percibir lucro, y por ende, deben destinar todos sus ingresos a fines académicos. Esta prohibición fue reforzada en la reforma mediante una serie de resguardos, y de hecho será fuertemente fiscalizada por la futura Superintendencia del ramo. De este modo, el fallo respeta íntegramente el espíritu de la ley aprobada en el Congreso y, al mismo tiempo, es coherente con la Constitución, la cual consagra el derecho de asociación y de “abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales”, sin otras limitaciones que las impuestas por la moral, las buenas costumbres, el orden público y la seguridad nacional. Así, la carta fundamental no contempla que una persona jurídica que persiga fines de lucro pueda por este solo hecho ser discriminada para efectos de fundar o controlar una institución de educación superior, y es valioso que este principio haya sido refrendado por la mayoría del TC.

En términos prácticos, el fallo no continuará desincentivando la presencia de privados en educación superior, ya suficientemente limitada por la imposibilidad de retirar utilidades y los prejuicios que se han establecido sobre el aporte privado en la educación.

Quienes antojadizamente insisten en que el fallo del TC es de naturaleza política y que busca contrariar las mayorías obtenidas en el Congreso, no reparan en que justamente es parte del rol que desempeña una instancia de este tipo: evitar que mayorías circunstanciales pasen por encima de los preceptos bajo los cuales se rige toda la institucionalidad del país. Varios otros contenidos de la ley también eran discutibles desde el punto de vista constitucional, como el trato privilegiado que se dio a ciertas universidades privadas del Consejo de Rectores, la imposibilidad de las instituciones de fijar aranceles -incluso entre aquellos alumnos que no son parte de la gratuidad- o los “gatillos” que marcan la ampliación de dicho programa. El hecho de que estas disposiciones no hayan sido tocadas por el fallo demuestra que no hubo un ánimo deliberadamente obstruccionista.

Es irresponsable que una vez más se pretenda destruir o debilitar una institucionalidad como el TC simplemente porque un fallo no resulta del agrado de un sector político, y se minimice la importancia de que las leyes aprobadas por el Congreso no pasen a llevar garantías constitucionales.

 Fuente: http://www.latercera.com/opinion/noticia/alcances-del-fallo-del-tc-educacion-superior/1187

 

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Progresismo impregnando la educación, receta para el desastre

Por: 

No importa si el gobierno es de izquierda o derecha, siempre el tema es delicado pues las visiones son muchas al respecto.

Uno de los temas más sensibles y más complejos de tratar en cualquier gobierno es la educación y el porvenir de la misma según las políticas de moda a implementar.

No importa si el gobierno es de izquierda o derecha, siempre el tema es delicado pues las visiones son muchas al respecto. Que la educación es un derecho, que es un bien de consumo, que es un servicio, etc.

El énfasis que se ha discutido en Chile los últimos años tiene que ver con la fuente de su financiamiento y no con la calidad, la cual año a año disminuye en la educación pública aumentando la brecha de rendimiento entre este sector y el privado.

Lo preocupante es que pese a ver con números y datos duros que la calidad no se mejora con un mal entendido empoderamiento del alumno, que se confunde con un mimo injustificado que lo releva de sus deberes, sino con la formación rigurosa que se da en cada una de las asignaturas y sus requerimientos, los cuales están diseñados por profesionales de la educación, competentes y que como cualquier otro trabajador desea ver los frutos de su trabajo.

Una señal de alerta de que la calidad ha estado disminuyendo es la cantidad de puntajes nacionales egresados del emblemático establecimiento llamado Instituto Nacional. Dichos puntajes solían ser abundantes y destacaban la eficiencia y eficacia de un buen establecimiento público que ponía a sus estudiantes en condiciones de competir de igual a igual con el mundo privado y los egresados de los mejores colegios.

Gracias al progresismo que propone que el ser humano es sujeto de derecho, pero escasamente de deberes, que concibe la educación como un adoctrinamiento que ha de ser impartido por el Estado y que la sola existencia del privado en el ámbito es una desgracia para el progreso porque genera diferencias entre el producto estudiantil que el Estado puede generar y ellos, se ha estado desmantelando la esencia misma de la educación, que es formar personas con habilidades que permitan la sana convivencia en sociedad y que además cuenten con un set de conocimientos apropiado como base para aportar en el lugar donde se encuentren.

Ya no es necesario el rigor de la formación que las asignaturas nos dan pues parece que el objetivo es simplemente conformar a una horda de padres ocupados que no quieren lidiar con la soledad de sus hijos ni los efectos que esta produce, tales como el mal rendimiento.

Tenemos una generación de padres que compraron el discurso victimista que les instala el progresismo en donde el mundo les debe algo y la escuela no es más que una gran guardería donde depositan a sus hijos sin sentirse culpables y donde esperan que se les enseñe lo que ellos no están dispuestos a hacer en casa.

Esperan que se les devuelva un buen hijo, con buenos modales, con conocimientos, con perspectivas de futuro y con madurez, pero el rigor necesario para obtener personas con esa disciplina, con esa disposición, no es aceptado por este grupo de padres y apoderados que quieren milagros sin pasar por el proceso.

Esta cultura, genera grupos de presión que van en desmedro de la educación misma y ha traspasado esa sensación de victimismo a quienes hoy se están educando, creyendo que el socialismo es aplicable a la educación y que la meritocracia es un lujo burgués que no debe ser impuesto al tan estimado “pueblo”.

Eso de que sea necesario esforzarse por alcanzar las metas propuestas es una herencia de la explotación capitalista que es impuesta por los abusadores de la sociedad y los estudiantes no deben someterse a tal disciplina porque podría traumarlos.

La última medida comunicada por el actual gobierno que ya casi termina, anuncia que aquellos estudiantes que no logren alcanzar los objetivos mínimos de promoción, no deben repetir año. Es decir, se promoverá de curso a personas que no han adquirido ni los conocimientos ni las competencias necesarias para pasar al siguiente nivel. La disposición reza así:

“De acuerdo a la evidencia, se indica que la repitencia suele tener más efectos negativos que positivos, tanto para el desarrollo como para el aprendizaje de los y las estudiantes, afectando aspectos socioemocionales y aumentando las probabilidades de ausentismo y deserción”, señaló el Mineduc en su sitio web.

“Al respecto, el nuevo decreto promueve el tránsito desde la repitencia automática —modelo actual en Chile, en que a partir del no cumplimiento de ciertas reglas fijas el o la estudiante repite directamente.—- a un modelo en el que el proceso de toma de decisión de promoción o repitencia es un análisis colectivo e integral de cada caso, en que la repitencia es entendida como medida excepcional y en que el centro está en proveer el mejor acompañamiento posible a los y las estudiantes que hayan tenido mayores dificultades”.

La libertad de enseñanza permite que existan distintos y diversos proyectos educativos entre los cuales elegir y que se adapten mejor a las expectativas de los padres, apoderados y estudiantes.

Por eso habrá establecimientos científico-humanistas, técnico profesionales, escuelas para personas con necesidades especiales, pero una mala entendida inclusión implica que la diversidad de personas se ven obligadas a coexistir a veces en ambientes menos que ideales para su avance en el aprendizaje y a esto le sumamos un disparo a la cabeza a la meritocracia como es la eliminación de la repitencia automática.

El trabajo que implica correr tantas millas extras por personas que muchas veces y en muchos casos simplemente carecen de la motivación y cuyo problema no ha de resolverse sino en casa, hará que los profesionales de la educación tomen el camino sencillo y promuevan a personas que nunca estarán preparadas para el mundo del futuro, para competir y ser los mejores pese a sus dificultades y para destacar en la creación de bienestar.

Parte del legado, no podía ser de otra manera, el socialismo versus la educación. Y así se despide Bachelet.

Fuente del Artículo:

Progresismo impregnando la educación, receta para el desastre

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Populismo pedagógico

Por: José Sánchez Tortosa

El 19 de mayo de 1928, Primo de Rivera aprueba un Real Decreto-Ley de reforma universitaria que desencadena protestas estudiantiles y la oposición de sectores intelectuales, en particular contra el artículo 53, que permitía a los alumnos de centros privados (léase religiosos) ser examinados por dos profesores de su centro y un catedrático de la Universidad donde se matricularan, lo que fue considerado un privilegio. Uno de esos estudiantes, J. López-Rey, recoge uno de los manifiestos estudiantiles que circularon durante aquellas jornadas en Los estudiantes frente a la dictadura: «Los estudiantes han caído en las calles atropellados por la fuerza pública, porque querían que el día de mañana, los españoles, cuando acudan al médico, al abogado o al ingeniero, éste ostente la máxima garantía de su capacitación. La del Estado español, no la que puedan dispensar arbitrariamente unas congregaciones religiosas».

Hoy, menos de un siglo después, los estudiantes no caen atropellados sino que yacen paralizados en un sueño inerte en brazos de un sistema educativo diseñado por las congregaciones religiosas del constructivismo y de la Pedagogía oficial. Su papel como Teología de los afectos ha disfrazado de salvación laica de almas puras la nueva función de la escuela pública: contener bolsas de sujetos ociosos en edad prelaboral. La transmisión de saberes técnicos y académicos dejó de ser hace tiempo objetivo de la institución.

Y es que tras la Segunda Guerra Mundial, las sociedades europeas, afectadas por un fuerte impacto demográfico en la franja de edad más productiva, se ven abocadas por necesidades materiales a extender la enseñanza pública. Alcanzada la recuperación económica y demográfica, la masificación de la enseñanza pasó de ser la solución a ser el problema. El número de licenciados aumentó hasta constituir un excedente que provocó ciertos ajustes. Se recurrió a la alfabetización universal formal. Asegurada la producción de las elites necesarias para asumir las decisiones de la alta administración y bendecida la medida por la sofística progresista de moda, los centros de enseñanza públicos se vieron condenados a una pauperización de sus fines técnicos, reemplazados por funciones de orden público. La legitimación espectacular del modelo quedó a cargo de la Pedagogía.

En España este proceso lo culminó el modelo general de la ley de 1990, prefigurado por la ley Villar Palasí de 1970. Así, los centros de enseñanza pública se convirtieron en guetos respetables donde retener, bajo control administrativo, a masas de sujetos en edad decretada como escolar sin que la formación académica, técnica y teórica tuviera relevancia. En esa abigarrada convulsión de afectos y sentimientos en que se convirtió la escuela, asumiendo los clichés de los medios de masas y, hoy, de las redes sociales, apenas queda resquicio para la lógica o la mera sintaxis, maltratadas sin piedad. De modo que el desprestigio del conocimiento y, por extensión, del profesor que se resiste a ser mero monitor de ocio obligatorio y subvencionado y de diversión reglada, es consecuencia inexorable. Las escuelas son centros de acogida a tiempo parcial y entretenimiento. Enseñar algo, inusual rebeldía, y aprender algo, heroicidad impar de los alumnos que no se pliegan a ser sólo niños, son poco más que sospechosas extravagancias reaccionarias.

El profesor a diario ha de ser un actor y representar un papel específico con una función docente por el bien intelectual y académico de sus alumnos. De forma paralela, la política exige actuación y cierto grado de teatralidad. Pero cuando los fundamentos en los que se basa la función del profesor y la del político padecen una sacudida traumática por motivos económicos, tecnológicos o demográficos, el papel exige ser modificado. En ese estadio crítico se abre paso la sobreactuación.El populismo pedagógico resultante precede en éxito al populismo político. Y disfruta de una mejor imagen, acaso por invisible, porque impregna transversalmente casi todas las opciones electorales. El Niño al que hay que agradar es la encarnación de la Gente para el pedagogo-demagogo, parafraseando a Unamuno.

Igual que la ley, como racionalidad común e impersonal no sujeta a sentimentalización ni apropiación interesada, es la única defensa del ciudadano frente a los poderes que regulan su vida, la lógica argumentativa y el conocimiento riguroso es la única defensa del alumno frente al poder de la ignorancia y la rebeldía impostada de la servidumbre. Las víctimas de una enseñanza reducida a diversión a la carta son los alumnos en general y, en especial, los que no pueden acceder a la enseñanza privada. Una escuela pública que no selecciona provoca que sea la economía, u otros factores, la que lo haga. El populismo, cuya gestación se produce como ruptura con el obrerismo, es clasista y fatal para los menos privilegiados. En política y en enseñanza. Un ejemplo evidente es el de la Universidad, que dejó de ser selectiva por lo que era inviable sin convertirse en cara para los alumnos.

Lo que podemos llamar neopedagogía, antes nueva escuela o escuela única, comprensiva o inclusiva, es, a pesar de la propaganda y la obsesión por innovar, tan vieja como clasista, o tan intemporal como la necedad humana. Opera como pantalla superestructural, hueca y eficaz, y como justificación retórica de una escuela escuálida de contenidos y saturada de hormonas y felicidad inmediata. Es propia de sociedades opulentas dadas a un individualismo psicologista, a un narcisismo consumista y electoral, que propicia autistas absorbidos por dispositivos móviles. La escuela basura no es una disfunción o una anomalía. Es consecuencia necesaria del vaciado académico de la institución al asumir una función de acogida. Estamos, previsiblemente, ante un cambio de paradigma educativo por los reajustes geopolíticos, demográficos, económicos y tecnológicos. La escuela estatal de los Estados nación da sus últimas bocanadas a pesar de las resistencias que aún perduran. En los partidos políticos, que escenifican unas diferencias superficiales lo suficientemente llamativas como para vender como voluntad de fortalecer la enseñanza lo que es dejadez o abandono, poco interés y, acaso, poco poder hay para frenar estructuralmente esa deriva. Con una palabrería fofa y unos lemas tan angelicales que pocos osan discutir, ofreciendo un igualitarismo clasista, unas libertades ilusorias y una universalidad que sólo garantiza mediocridad, se ha consumado la degradación de la escuela. Y bajo las luces de neón de los tópicos progresistas, se ha cumplido el logro de condenar a los alumnos con menos recursos, familias desestructuradas e inmigrantes a la indigencia académica e intelectual, económica y laboral. Esta destrucción de la enseñanza se produjo con una gran inversión. A más medios económicos, más personal y mejores infraestructuras, peor enseñanza. A más libertades políticas formales más ignorancia material generalizada.

El fenómeno se antoja irreversible. Si no se desechan las bases jurídicas e ideológicas de esa devastación no se conseguirá otra cosa que enquistar su inercia. Y, mientras la negociación no discuta los postulados ideológicos de la Pedagogía triunfante y no se impongan principios puramente técnicos, será imposible detener esa caída libre. Nada permite suponer que el resultado del presunto pacto educativo sea ajeno a ideología o cálculos estratégicos. Cabe sugerir medidas técnicas que contengan la debacle, lejos de la trifulca partidista y teatral. Pero cambiar el modelo parece imposible y las puestas en escena sobre la posibilidad del pacto o sobre un MIR para docentes están condenadas a perpetuar el fondo del problema: el mando de los lugares comunes de la Pedagogía por encima de las disciplinas académicas y técnicas que dan contenido a la enseñanza, desplazadas o neutralizadas. Todo pacto que renuncie a reconstruir esa institución dotándola de su función propia perpetuará su decadencia, oculta en las pantallas por la pose televisada.

Fuente: http://www.elmundo.es/opinion/2018/02/21/5a8c0b92268e3e42148b4597.html

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Estados Unidos: Adiestran a maestros para responder a tiroteos

América del norte/Estados Unidos/08 Marzo 2018/Fuente: El vocero 

El Departamento de Educación evalúa los protocolos que debe seguir el personal

Tras el aumento de tiroteos en escuelas de Estados Unidos, el Departamento de Educación (DE) y la Asociación de Educación Privada (AEP) realizan adiestramientos a maestros y personal de seguridad para que puedan actuar en una situación de emergencia, como la ocurrida recientemente en el estado de Florida, donde fallecieron 17 personas a manos de un pistolero.

Según el comisionado de Seguridad de Educación, César González, existe un protocolo en esa agencia para atender estos casos y el mismo será sometido a revisiones.

“Estamos en proceso de revisión de lo que es el plan de seguridad, pero nosotros nos dejamos regir por un protocolo existente que tiene unos incisos dentro del Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres, que también está incluido en el plan de seguridad”, aseveró en entrevista con EL VOCERO.

Este protocolo está dentro del manual “Antes del incidente”, que se entregó a los directores escolares en 2011. Sin embargo, a raíz del ataque en la escuela Marjory Stoneman Douglas, en Florida, el DE retomó la discusión de las medidas de seguridad que se deben tomar en los planteles escolares en caso de algún tiroteo.

“Nosotros comenzamos hace (más de) dos semanas una campaña sobre cuáles son los manuales y protocolos que las escuelas y edificios administrativos del Departamento (de Educación) deben seguir en caso de que haya un tirador activo. Tenemos una campaña abierta donde hemos estado orientando y capacitando al personal de seguridad. Ahora mismo contamos con seguridad en todas las escuelas del País por un plan que se estipuló el 9 de enero”, indicó González.

Dijo que han coordinado la visita del director de seguridad del estado de Florida y el subdirector del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) para comenzar con los adiestramientos en la región educativa de San Juan.

En una situación que exista un tirador activo, lo primero que se debe realizar, según el manual federal y estatal, es guardar la seguridad propia, apagar las luces, tirarse al suelo, tratar de esconderse, cerrar puertas, ya sea en la oficina o salón de clase ,y en el caso de que haya que escapar porque el lugar donde se encuentra no es seguro, es recomendable ir a un sitio donde el atacante no tenga acceso.

En tanto, la presidenta de la AEP, Wanda Ayala, señaló que los colegios privados son autónomos e independientes y cada dueño es el responsable de establecer cuál es su política de seguridad más allá de lo que sea el reglamentado por la ley.

“Nosotros como asociación estamos trabajando en dos esfuerzos en este momento, nosotros tenemos un taller profesional para maestros y directores todos los últimos viernes del mes. El taller que se estará ofreciendo el 23 de marzo va dirigido a cómo aumentar la seguridad y medidas específicas para poder evitar un tiroteo y cómo se crea un protocolo de ‘lockdown’, entendiendo que estas cosas pueden suceder”, manifestó Ayala.

Según el Protocolo de Respuesta Estándar de Estados Unidos (SRP, por sus siglas en inglés), ‘lockdown’ es el cierre de emergencia que se realiza cuando hay una amenaza o un peligro dentro del edificio de la escuela.

Marcha de pueblo

El sábado 24 de marzo a las 10:00 de la mañana se realizará una marcha de pueblo en solidaridad con el movimiento “March for Our Lives”.

“Entendemos que es importante que nosotros como asociación en representación de las escuelas privadas nos unamos, ya que no sabemos en qué momento podamos envolvernos en una situación de este tipo”, dijo Ayala.

“March for Our Lives” busca crear consciencia sobre la importancia de detener la violencia desatada por el uso indiscriminado e inapropiado de armas de fuego luego de la masacre desatada el 14 de febrero en Florida.

Fuente: https://www.elvocero.com/educacion/adiestran-a-maestros-para-responder-a-tiroteos/article_7aa4ba38-2197-11e8-9cf6-17e43c63e12f.html

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