CABA: El “voucher Macri” para el salvataje de las patronales privadas de la educación

Luego del lanzamiento del Programa de Asistencia “Vouchers Educativos”, por parte del Gobierno Nacional, el Gobierno de CABA anunció que cubrirá una parte de la cuota de los alumnos que estudian en escuelas privadas subvencionadas. La asistencia, llamada “Ayuda cuota escolar”, se prolongará durante tres meses (a partir de mayo) y alcanzará hasta el 50% de la cuota programática, con un tope mensual por cada hijo de $30.000.

A diferencia del programa nacional, que se tramita vía ANSES y que se acredita directamente en la cuenta bancaria de los beneficiarios, el gobierno porteño girará los fondos directamente a cada escuela, no a las familias. Así, sumados los dos aportes, el de la Nación (hasta $27.000 por hijo) y el de la Ciudad, (hasta $30.000, con tope al equivalente del 50% de la tarifa básica), las patronales educativas recibirán hasta 57 mil pesos por alumno.

A diferencia de los “vouchers” anunciados por la Nación, los requisitos para solicitar la ayuda del Gobierno porteño no prevén un tope de ingresos familiares. Además, el beneficio estará disponible para los alumnos de escuelas privadas de nivel inicial, primario y secundario con cualquier porcentaje de subvención estatal (desde del 40% hasta el 100%). El beneficio no tiene restricciones por cantidad de hijos: en caso de tener más de un hijo, las familias podrán solicitar el beneficio para cada uno que se encuentre en edad escolar, informaron desde el Gobierno porteño.

En total, detalló Macri, el beneficio cubrirá a unos 212.000 alumnos de los tres niveles y contemplará una partida de casi 11.000 millones de pesos. “Abarcará unos 36.000 alumnos de nivel inicial, desde sala de 4; otros 99.000 de primaria y unos 77.000 de secundaria, de unas 854 escuelas subvencionadas”, detalló la ministra de Educación porteña, Mercedes de Miguel. Una de las diferencias con el programa de vouchers educativos, es que a los padres no se les solicitará que aporten datos sobre sus niveles de ingresos o si son beneficiarios de algún plan social.

Con respecto al origen de los fondos para esta asistencia “Ayuda cuota escolar”, Grindetti explicó que también se ajustaron los números de partidas asignadas a viáticos, viajes y que se redujo la dotación de personas que trabajaban para la Ciudad, entre otras medidas. Esos ajustes y reducciones tienen nombres y apellidos, no son en lo absoluto cifras, ya que recientemente decenas y decenas de trabajadores administrativos pertenecientes al Ministerio de Educación en la Ciudad de Buenos Aires quedaron desvinculados de sus tareas mediante un correo electrónico a partir del 1 de abril. Entre las trabajadoras despedidas, hay una atravesando un tratamiento oncológico, otra con licencia psiquiátrica, hay personal con certificado de discapacidad, a una delegada sindical de ATE Capital y de la CTA, entre otras.

En esta medida de “asistencia” para pagar las cuotas de los colegios, no fueron alcanzados los colegios privados sin subvención como tampoco los jardines maternales (en ellos asisten alumnos de 45 días a dos años de edad). En este último caso, De Miguel explicó que los jardines maternales no están cubiertos porque no están incorporados a la enseñanza obligatoria. Sin embargo, la cantidad de escuelas de jardines maternales de gestión pública en CABA es escasa, situación que lleva a que la inmensa mayoría de las familias trabajadoras deba llevar a sus hijos a jardines maternales privados, afrontando elevadísimas cuotas y matrículas (considerando que lo enfrentan trabajadoras jefas de familia, en un muy alto nivel).

“La cobertura en jardines maternales es escasa, es fragmentaria, desigual. Según los distritos del país, hay una oferta muy dispar. No hay una regulación a nivel nacional para la oferta de servicios de educación y cuidado de menores de 2 años. Entonces, cada jurisdicción del país lo hace como se le ocurre. Hay provincias que tienen algo más organizado, otras menos, depende mucho de los municipios”, explica Gabriela Fairstein, coautora del libro “Educación y cuidado en la primera infancia. Pedagogía desde el jardín maternal”.

Este escenario, responsabilidad de quienes gobiernan y gobernaron, retrata un nuevo salvataje a las patronales privadas de la educación, las mismas que forman parte de la clase capitalista, la que pretende abortar la educación pública y gratuita para convertirla en un nuevo coto mercantil y con nuevas concesiones al clero. Para enfrentar dicho escenario, construyamos el camino hacia la huelga general educativa.

Fuente de la información e imagen: https://politicaobrera.com

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La hora del magisterio

Por: Pedro Hernández Morales*

El próximo 17 de diciembre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) celebrará 42 años de existencia. En ese lapso ha enfrentado reformas educativas que buscaron conformar cambios profundos en la educación pública y su privatización, estrategias para su aniquilación o cooptación. No sólo resistió “el vendaval neoliberal”, sino que construyó alternativas de organización sindical y propuestas educativas que han desarrollado una educación emancipadora en comunidades y regiones a lo largo y ancho del país.

En el sexenio peñista la CNTE enfrentó una guerra contra el magisterio que dejó una cauda de asesinados, presos, cesados, descuentos y la aplicación de una reforma que no era educativa, sino laboral y administrativa para mejorar el control sobre los trabajadores de la educación. La CNTE desarrolló una resistencia política, jurídica y pedagógica; las oleadas de movilización se sucedieron una tras otra, e impactaron en amplias capas del magisterio nacional, generando una interlocución con el pueblo y sectores importantes de la academia y de los medios, pese al control estatal.

La reforma educativa fracasó por la desobediencia del magisterio a someterse a un régimen de excepción laboral. El actual mandatario prometió en campaña cancelar la “mal llamada reforma educativa” y concitó apoyos importantes del magisterio que respaldó su candidatura. A su arribo al gobierno, con bombo y platillo anunció una iniciativa para derogar la reforma “educativa” anterior que, si bien eliminó la evaluación punitiva para la permanencia de los docentes en el servicio educativo, perfeccionó el control para el acceso a la docencia al imponer la llamada Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros y su unidad administrativa la USICAMM, que se ha convertido en verdugo al aplicar disposiciones que han afectado el ingreso a la docencia de normalistas y negado la continuidad de quienes ya habían ingresado al servicio docente, recreando un sistema de excepción laboral.

Manteniendo la esencia de la reforma educativa del sexenio anterior. La promesa de impulsar la democracia en los sindicatos se ha quedado en el discurso, obligados por la reforma laboral a un cambio en los estatutos. En el caso del SNTE, desde las secretarías del Trabajo, de Gobernación y el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, se han permitido relevos en algunas secciones, con un reglamento a modo, para remontar la deslegitimación de la camarilla de Alfonso Cepeda que se mantiene en la cúpula sindical bajo dos premisas: las millonarias cuotas de los agremiados, que religiosamente le entrega la SEP, y la recuperación de la interlocución con el gobierno federal y su incondicionalidad con la política laboral y educativa.

Con la pandemia enfrentamos la falta de una estrategia integral de la SEP para la atención oportuna a los estudiantes. La respuesta de los maestros fue continuar con los procesos educativos aun sin el apoyo de las autoridades educativas (véase https://brigadaparaleerenlibertad.com/libro/docentes-de-a-pie-ensenar-en-lapandemia).

La educación no se detuvo, una nueva educación democrática, emancipadora y alternativa se abre paso en medio de esta crisis agravada por la pandemia del Covid-19, maestras y maestros nos negamos a regresar a la normalidad de un capitalismo devastador de la naturaleza, de relaciones de desigualdad y explotación que nos llevó a esta crisis.

Los desafíos que enfrenta la CNTE en el actual régimen en los terrenos laboral, educativo, sindical, de seguridad social y, sobre todo, ante la falta de interlocución durante 11 meses con el Ejecutivo federal, tras un periodo donde se desarrollaron 18 mesas de diálogo en Palacio Nacional, y la suspensión en el resarcimiento de los daños de la reforma educativa peñista, se requiere de la mayor inteligencia y la activación de la estrategia de movilización-negociación-movilización.

En su última Asamblea Nacional Representativa, la CNTE diseñó un plan táctico-estratégico que se iniciará con una movilización nacional en la Ciudad de México los días 13 y 14 de diciembre. Continuará en la estructuración de sus ejes político-organizativo, laboral, educativo, alianzas y medios. La CNTE tiene enfrente la posibilidad de convertirse nuevamente en la caja de resonancia de las luchas de resistencia que se mantienen en el territorio ante una política de devastación de recursos, personas y culturas.

Su papel es la defensa de los derechos laborales, la mejora de las condiciones de trabajo y el imperativo de avanzar autónomamente en sus proyectos educativos, y consolidar sus estructuras y prácticas sindicales democráticas, así como enfrentar al charrismo sindical, que de estar en la lona, ahora ha empezado a levantar cabeza, de la mano de autoridades educativas y laborales.

En el terreno de las alianzas, la CNTE debe tejer fino respaldando las luchas que no han tenido respuesta del gobierno, a los pueblos y comunidades que han sido afectados con los megaproyectos y políticas que privilegian a los consorcios y trasnacionales, rebasando lo gremial y emprendiendo jornadas amplias de información y movilización. La CNTE puede ser la articulación de la verdadera transformación de una sociedad que tiene aspiraciones de cambio. La apuesta, como en sus orígenes, sigue siendo la democratización de los sindicatos, de la educación y del país y es necesaria la autocrítica y la construcción de otros paradigmas. Nuevas batallas se avizoran, el presente es de lucha, el futuro es nuestro.

*Secretario General Sección 9 Democrática SNTE-CNTE
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