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Los caminos de emancipación de la juventud como hipoteca del desarrollo

Autores: Daniel MacadarFernando FilgueiraVíctor Borrás

Esta nota forma parte de un ciclo de artículos que está publicando la diaria sobre dinámicas de población y su vínculo con el desarrollo, en una iniciativa conjunta con el Fondo de Población de Naciones Unidas.

Hemos hecho mención en diversas notas anteriores a la idea de bono demográfico o la etapa denominada “ventana de oportunidades demográfica”. Estas etapas se cierran en la medida en que los países envejecen y presentan tasas de fecundidad y natalidad cada vez más pequeñas. Una categoría clave de población en estos procesos es la adolescencia y la juventud. Estas poblaciones en nuestro país ya están disminuyendo en términos relativos a la población activa de mayor edad y a la población adulta mayor, aunque aún son una amplia proporción de la población. Entre los 15 y los 29 años se encuentra aproximadamente 22% de la población. En tan sólo diez años es esperable que dicha proporción descienda a 19,7% y hacia 2050, bajo algunos escenarios de caída marcada de la fecundidad como se está constatando en los últimos años, a tan sólo 16,6%. Estas son las nuevas cohortes que estarán ingresando a la vida adulta, laboral, familiar y reproductiva, y que en buena medida y dependiendo de cómo lo hagan, determinarán niveles futuros de productividad, bienestar, desigualdad y pobreza.

Si la primera infancia es clave para generar cohortes futuras integradas, productivas e innovadoras, esta etapa transicional determina si dichas inversiones se cosechan adecuadamente o, por el contrario, se dilapidan. Aún peor en algunos casos, las bajas inversiones tempranas y una matriz de desigualdad que incrementa las brechas en la adolescencia ya determinan que un porcentaje importante de las nuevas cohortes jóvenes pierdan el tren del siglo XXI, perdiendo el país con ello su recurso más y más escaso en el futuro: el humano.

Trayectorias y dilemas: historias imaginadas y sus implicancias

María, de 24 años, es soltera, estudia en la Universidad y empieza a preguntarse, dados los escasos trabajos que ha logrado conseguir, de qué manera podrá independizarse de sus padres. Con su pareja no se plantean aún la unión formal o el inicio de una vida en conjunto. Él cuenta con un empleo estable y ha finalizado estudios terciarios, pero enfrenta limitaciones de progreso laboral. Emigrar está dentro de su horizonte de posibilidades. Más lejos aún está la idea de un hijo o hija.

José, de 20, trabaja desde los 16 años, en changas y empleos inestables. Dejó sus estudios entre 4° y 5° año de liceo y ayuda económicamente en la casa de los padres, aunque cree que es crecientemente más una carga adicional que una ayuda y está viendo cómo alquilar algo básico. Con su novia terminaron la relación hace poco. Ella quería avanzar hacia una vida en conjunto, pero él no ve condiciones de autonomía aún.

Emilia tiene 18 años, está finalizando secundaria, pero quedó embarazada sin planificarlo y no cuenta con una pareja estable, ni mucha voluntad del padre biológico de ser parte de la vida de un hijo que ella ha decidido tener. Ha conseguido un trabajo con un salario bajo, pero estable, pero no ha podido sostener los estudios. No tiene claro si podrá trabajar luego de que nazca su hijo. En la casa de sus padres ella también sabe bien que una boca más es un tema complejo.

Estos ejemplos imaginados reflejan dilemas, tensiones y aspiraciones de los jóvenes en nuestro país en su tránsito a la vida adulta. Expresan también al menos cuatro hitos claves que normalmente son considerados para describir y evaluar la transición a la vida adulta: finalizar los estudios, iniciar la vida laboral, independizarse del hogar de origen e iniciar la vida reproductiva.

Ahora bien, la forma, la secuencia y el timing que asumen estos hitos también tendrán una influencia notoria en el futuro de los jóvenes y en el futuro agregado de la sociedad. Una transición en donde la tenencia de hijos es muy temprana, el ciclo educativo es abandonado mucho antes de su culminación o egreso y la salida del hogar de origen se realiza en un contexto de débil o precaria inserción laboral posee altas probabilidades de condenar a dichos jóvenes a la pobreza o al menos a una muy baja posibilidad de movilidad social ascendente durante su ciclo vital.

Además, si una proporción importante de nuestros jóvenes transitan rutas como la descripta o similares, el país pierde un porcentaje importante de nuevos integrantes del mundo adulto en sectores de baja productividad y en muchos casos con necesidad de apoyos sociales a estos y su descendencia. Otras rutas pueden verse limitadas por las opciones del mercado, empujando a nuestros jóvenes a considerar la emigración o a postergar indefinidamente la emancipación hacia la vida adulta.

Estas rutas no se producen por el libre albedrío de cada joven solamente, aunque las decisiones de los actores son relevantes. Estas están fuertemente matrizadas por los orígenes sociales y la más amplia o más restringida estructura de oportunidades que enfrentan. Con qué Estado, mercado, en qué familias de origen y en qué territorios se transitan estos dilemas no son datos irrelevantes o con efectos aleatorios. Ellos determinarán en buena medida rutas diferenciadas a la vida adulta.

Hitos de la transición a la vida adulta en Uruguay: tendencias y estratificación

Las clases sociales de origen, el nivel educativo propio y de sus progenitores, el sexo de la persona y el lugar en donde habita (grandes áreas urbanas, localidades urbanas medias y pequeñas localidades rurales) posee una fuerte incidencia en las edades a las que los y las jóvenes finalizan sus estudios, inician su vida laboral, se emancipan de sus hogares de origen y tienen su primer hijo/a. Esta pauta fuertemente estratificada ya se había identificado con la primera Encuesta de Juventud en 1990 y se constata nuevamente, aunque con algunos signos alentadores, en la última encuesta, de 2018. Evidencia parcial entre 2018 y 2021 muestra tendencias de las buenas y de las otras.

Foto del artículo 'Los caminos de emancipación de la juventud como hipoteca del desarrollo'

Si bien el acceso al primer trabajo y el abandono del hogar de origen presentan diferencias por estrato social o clima educativo del hogar de origen, son estos otros dos mojones en las transiciones en donde el contraste es más marcado. Más de 50% de las y los jóvenes que tienen hijos declaraban ya ser madres o padres a los 20 años cuando provienen de hogares de bajo clima educativo. En materia de finalización o abandono de ciclo educativo, el contraste es muy marcado. Más de 50% de quienes dejaron el sistema educativo declaran no estar estudiando en hogares de bajo clima educativo a los 16 años, y 11% (lo cual no deja de ser alto) lo hacen a estas mismas edades cuando el hogar de origen posee un clima educativo alto.

Algunas tendencias alentadoras pueden haber mejorado parcialmente estos valores. Entre 2018 y 2021 el embarazo entre 15 y 19 años disminuyó a la mitad prácticamente, lo que estaría indicando una mejora tanto en los valores absolutos de los sectores bajos como en la estratificación en dicho hito transicional. También entre 2018 y 2019 (es difícil evaluar el año pandémico y posiblemente haya generado un importante retroceso) mejoraban los indicadores educativos de acuerdo a la Encuesta Continua de Hogares (ECH).

Foto del artículo 'Los caminos de emancipación de la juventud como hipoteca del desarrollo'

Por otra parte, es importante resaltar que en cuanto a la salida del hogar de origen y tenencia del primer hijo, los sectores medios y altos presentan una pauta bastante dilatada. 35% del total de jóvenes de clima educativo alto recién dejaría su hogar de origen luego de los 30 años. Esta dilatación es más marcada cuando se considera la tenencia de hijos. Más de 50% de los jóvenes de clima educativo alto no ha tenido hijos hasta los 35 años de edad. En materia laboral la pauta estratificada es menos marcada, pero existe. Del total de jóvenes con alguna experiencia laboral en el estrato alto, casi 25% la inicia sólo luego de los 22 años. Estos valores se revierten en los estratos bajos. Menos de 25% de los jóvenes con baja educación no han conocido experiencias laborales a los 18 años.

Existe otra opción no considerada en el análisis precedente que refiere a la opción emigratoria. Ante la pregunta de si en los últimos dos años han considerado la opción de dejar el país, las pautas son muy claras. Cuanto mayor el clima educativo del hogar y mayor la edad, aumenta la propensión migratoria.

En suma, una parte de nuestros jóvenes (al menos 50% de los que pertenecen al clima educativo bajo) está procesando transiciones sumamente vulnerables a la pobreza y la exclusión, además de la reproducción intergeneracional de la pobreza. Son aquellos que declaran haber finalizado su asistencia educativa a los 16 años y ser madres o padres antes de los 20 años. Por otra parte, en donde se concentra el capital humano de nuestra juventud observamos una tardía pauta reproductiva y salida del hogar de origen (y tenencia del primer hijo).

Además de esta clara estratificación en los hitos transicionales a la vida adulta, el sexo y las construcciones de género asociadas importan. Las mujeres tienden a adelantar la salida del hogar de origen en forma moderada respecto de sus pares varones, en parte asociado a un más claro adelantamiento en la faz reproductiva. Por otra parte, los hombres ingresan más tempranamente al mercado laboral y abandonan más tempranamente el sistema educativo. También difieren las trayectorias según el área geográfica de residencia. En particular, los/as jóvenes del interior tienden a salir antes del sistema educativo que los de Montevideo, al tiempo que ingresan también antes al mercado de trabajo.

Inversión en juventud para mitigar la estratificación

Existen al menos siete políticas o áreas programáticas que deberían considerarse para poder enfrentar algunos de los problemas del país en esta materia.

En primer lugar, continuar con una política de Estado que garantice la opción reproductiva en calendario y cantidad es clave. Ello incluye el acceso a educación sexual, métodos anticonceptivos modernos y asistencia reproductiva cuando tal es el deseo, pero la biología es una limitante.

En segundo lugar, lo ya señalado en notas anteriores: combatir la penalización en materia de estudios y muy especialmente empleo e ingresos a la maternidad (y en menor medida a la paternidad). Las licencias, los apoyos monetarios a las familias con hijos pequeños y los sistemas de cuidado son parte de esta estrategia.

Tercero, las políticas educativas, especialmente aquellas orientadas a la retención en el ciclo medio y a una mayor diversidad y flexibilidad de ofertas terciarias, son fundamentales. En la parte baja y aún media de la estratificación es clave lograr mayores niveles de egreso y continuidad educativa con saberes que permitan inserción laboral y continuidad educativa. En la parte alta y en quienes acceden a estudios terciarios es importante diversificar la oferta en modalidades más cortas que el mercado demanda y la oferta educativa hoy no proporciona, y facilitar la complementación de experiencias laborales y continuidad educativa en carreras más largas.

Un cuarto desafío: las políticas activas de empleo deben robustecerse, procurando facilitar experiencias de calidad de primer empleo en todos los niveles sociales. Exoneraciones tributarias, subsidios, pasantías, lógicas de estudios duales que combinan formación con trabajo, tanto en el nivel terciario como en la finalización de ciclos medios superiores, son parte de la batería de opciones.

Foto del artículo 'Los caminos de emancipación de la juventud como hipoteca del desarrollo'

Un quinto y muy complejo desafío refiere a cómo retener a nuestros y nuestras jóvenes más capacitados. Es necesario, sin cercenar las posibilidades de estudios y experiencias laborales en el extranjero, generar incentivos y oportunidades para la permanencia y el retorno de estas juventudes. Ello requiere direccionar adecuadamente parte de la inversión en ciencia y tecnología hacia políticas que eviten el llamado brain drain (fuga de cerebros). Por otra parte, también son necesarias políticas de fomento de la inversión pública y privada (nacional y extranjera) que favorezcan con subsidios o exoneraciones a aquellas que crean y garantizan puestos de trabajo de alta calidad para nuestra juventud. Una economía dinámica y en crecimiento y un mercado laboral con menos barreras de ingreso a los más jóvenes forma parte de dicha estrategia. Lo primero depende de un conjunto complejo de aspectos bajo nuestro control y otros que no lo están. Lo segundo nos obliga a pensar en reglas de mercado laboral que disminuyan la brecha de oportunidades entre los protegidos y los que están a la intemperie.

Un sexto componente sí depende de nuestras capacidades. De la misma manera que existe una mayor propensión migratoria en los y las jóvenes de clima educativo alto, existe una proporción no menor de las olas inmigratorias que están llegando al país jóvenes y con buenos niveles educativos. Su plena integración a la continuidad educativa y a las oportunidades laborales es clave.

Un séptimo componente refiere a las políticas de acceso a vivienda propia y alquileres. Hoy para los sectores medios y altos, ni que hablar para los sectores bajos, el acceso a viviendas autónomas de calidad es extremadamente oneroso. Nuevamente es importante el desarrollo de mercados y ofertas accesibles para esta población.

Puede parecer paradojal que en un país que envejece las principales políticas para transitar dichas etapas supongan una fuerte inversión en infancia, adolescencia y juventud. Cuanto más tarde entendamos esto, menor será el aprovechamiento del bono, de los frutos de este para mejorar la etapa posterior a este, y más corta será la sábana fiscal, ya que la presión sobre el gasto de los adultos mayores se incrementará inevitablemente.

Víctor Borrás es investigador del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. Fernando Filgueira es jefe de la oficina del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA). Daniel Macadar es investigador de UNFPA.

(*) Esta nota se apoya en el trabajo elaborado por Víctor Borrás para UNFPA, “Transición a la adultez en Uruguay: nueva evidencia en base a la Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud 2018” ; UNFPA 2021, Montevideo, Uruguay.

Bibliografía
Ciganda, D. (2008) “Jóvenes en transición hacia la vida adulta: El orden de los factores ¿no altera el resultado?”, en Varela, C. (coord.), Demografía de una sociedad en transición: la población uruguaya a inicios del siglo XXI, Montevideo: Trilce.

Filardo, V. (2015) “Cambios y permanencias en las transiciones a la vida adulta de los/as jóvenes en Uruguay (2008-2013)”. En Mirada Joven. Cuadernos Temáticos de la ENAJ N°1. Mides/INJU, Departamento de Sociología Facultad de Ciencias Sociales Udelar.

—————(2010) “Transiciones a la adultez y educación”. Cuaderno N° 5 UNFPA. Montevideo.

Filgueira, C. (1998) Emancipación juvenil: trayectorias y destinos. Cepal Montevideo.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2021/9/los-caminos-de-emancipacion-de-la-juventud-como-hipoteca-del-desarrollo/

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Los profesores de Ecuador sienten complicado hablar de educación sexual en las aulas, pero las falencias en la materia ya causan cientos de muertes

Por: eluniverso.com/Informe

Divulgar información científica basada en derechos humanos sin sesgos religiosos es uno de los mecanismos, dicen expertos, para reducir el embarazo precoz

El embarazo adolescente y la alta mortalidad materna del país debido en parte a que la gestación y el parto son de alto riesgo, mientras más joven sea la madre, son dos de las consecuencias de una educación sexual con falencias y vacíos de información.

En los últimos 13 años, 169 niñas y adolescentes de hasta 17 años han muerto durante el embarazo, el parto o puerperio, defunciones que ocurren mientras están embarazadas o dentro de los 42 días siguientes al parto, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en el periodo 2008-2020.

El embarazo adolescente y la alta mortalidad materna del país debido en parte a que la gestación y el parto son de alto riesgo, mientras más joven sea la madre, son dos de las consecuencias de una educación sexual con falencias y vacíos de información.

En los últimos 13 años, 169 niñas y adolescentes de hasta 17 años han muerto durante el embarazo, el parto o puerperio, defunciones que ocurren mientras están embarazadas o dentro de los 42 días siguientes al parto, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en el periodo 2008-2020.

Recién a partir del actual año lectivo hay un mayor contacto con algunas clases en línea. Una docente de ciencias naturales (asignatura en la que se trata la educación sexual) de octavo, noveno y décimo año de educación básica, en una institución fiscal del norte de Guayaquil, cuenta que los refuerzos digitales no llegan a todos, ya que, por ejemplo, 35 de 50 estudiantes finalmente se conectan en promedio.

“En la clase sobre las bacterias y virus optamos este año por explicar sobre el riesgo de las enfermedades de transmisión sexual. La desventaja es que no todos se pueden conectar y no es lo mismo interactuar virtualmente que de forma presencial. Al verlos de frente uno se da cuenta de que quieren preguntar algo y no se atreven, entonces como docentes se da la pauta para que lo hagan. Al verlos en la pantalla es más difícil, pero igual hacen sus preguntas”, dice.

Lo lamentable, agrega, es que estos temas aún son tabú dentro de algunos hogares, pese a que hay menores que ya tienen actividad sexual desde que tienen los trece años de edad.

Un aspecto positivo es que desde este año tienen de nuevo la posibilidad de adaptar sus contenidos a partir de los ejes temáticos que se plantean para cada nivel de estudio. Estos se imparten a través de clases digitales en las que se usan más recursos, como videos disponibles en internet que dan cuenta de los riesgos de mantener relaciones sexuales sin protección, por ejemplo.

Les hice ver el caso de un menor mexicano de 14 años que se contagió del VIH(virus de inmunodeficiencia humana que provoca el sida), en su primera relación sexual. Esto da apertura para hablar sobre las otras enfermedades de transmisión sexual y los riesgos”, señala la maestra.

En los establecimientos educativos privados, la educación sexual se ha impartido en línea desde el año pasado durante el confinamiento por la pandemia. Alison López, coordinadora académica de la Unidad Educativa Lemas en el norte Guayaquil, dice que las preguntas fluyeron incluso de forma escrita a través del chat de las plataformas.

“El año anterior hicimos un proyecto sobre cuáles eran los cambios en la parte emocional con el paso de la niñez a la pubertad (en la educación básica superior). Todo lo manejamos tal como se hacía cuando estábamos de forma presencial, tratamos de que el cambio fuera de forma y no de fondo con el uso de herramientas tecnológicas cooperativas”, asegura.

Un aspecto positivo de las clases en línea, agrega, es que los menores más tímidos han planteado sus interrogantes a través de los juegos lúdicos digitales que se usan, lo que no ocurre en forma presencial.

Los profesores de ciencias naturales reconocen que de por sí es complejo tratar el tema de la educación sexual con los estudiantes. Los contenidos más relacionados con la sexualidad se imparten desde quinto año de educación básica hasta que en séptimo se ve la anatomía del sistema reproductor masculino y femenino y la fecundación.

Un docente de una institución privada que prefirió la reserva de su nombre indica que las preguntas son variadas y previsibles, lo que da la oportunidad de prepararse. “Son sobre el uso del preservativo, cómo se forman los gemelos y el proceso de desarrollo del feto. En mi caso sí es un poco incómodo cuando las niñas me preguntan sobre su primer periodo de menstruación que en unas se da a los once o doce años de edad, entonces quieren saber la razón de esas diferencias”, señala.

Teresa Borja, sexóloga y docente de la Universidad San Francisco de Quito, asegura que la educación sexual es un comportamiento que se aprende poco a poco desde el inicio de la vida. “Desde que los padres tocan con suavidad el cuerpo, con cariño, te van nombrando las diferentes partes del cuerpo, y tocan de manera calmada, respetuosa, amorosa, serena, todo eso va formando tu sexualidad”.

El aprendizaje empieza en la familia, en la comunidad y sigue en los establecimientos educativos. “En estos dos últimos años desde el punto de vista educativo ha sido un gran retroceso, pero ya se está en camino de un encuentro más personal (con la presencialidad en el aula)”, afirma la especialista.

La estrategia de educación sexual del Estado abarca entregar la información según los distintos niveles de educación como un eje transversal en las asignaturas, sobre todo en la de ciencias naturales. “El programa en sí de enseñanza es bueno, pero creo que ya se debe dar en una materia propia desde el primer año de educación porque hay abusos sexuales que se empiezan a dar desde los primeros años, cuando tienen siete, ocho y nueve años de edad”.

Una de las fallas, añade, es la no generación de relaciones interpersonales respetuosas. “Enseñarles a aprender a cuidar no solo el cuerpo sino la mente y el desarrollo emocional, eso es básico para un buen desarrollo sexual, trabajar con ellos desde el cariño, la paciencia y el cuidado”.

Otra arista es inculcar el derecho igualitario de las personas sin importar el género, edad, creencia religiosa, nivel educativo o capacidad económica. Esto implica “tener la capacidad de respetar todas las formas que se presenten desde la sexualidad, hay personas que tienen intereses sexuales diferentes que mientras no sean contra el otro, deben ser respetadas”, puntualiza Borja.

El aprendizaje en la clase específica debería incluir, manifiesta, las relaciones y los derechos humanos y el respeto por la igualdad. “Es un problema social por resolver, entonces se necesita entrenar personas que tengan esta habilidad de ir cubriendo estos contenidos con capacidad de enseñar. Personas dedicadas a esta área de educación de la sexualidad y la afectividad, como bien la llaman, porque no solo debe quedarse en la parte sexual sino de forma amplia”.

La guía para prevenir los embarazos adolescentes debe incluir la enseñanza de que tener un niño no es solo una función biológica del cuerpo, menciona Borja. “Hay una función afectiva, social, cultural. La cantidad de años que se necesitan para dominar una cultura compleja como la actual no se alcanza durante la adolescencia. Los chicos de 18 y 19 años todavía necesitan de apoyo de sus padres para culminar la universidad, es complicado tener un niño tan pronto”.

La educación sexual es una herramienta también para reducir el machismo y prevenir posibles casos de violencia y abuso sexual contra los niños y adolescentes. “El menor de edad no debe ser introducido a una sexualidad tan precoz sin darse cuenta de las consecuencias. Para eso se necesita ir educando a los padres, a los docentes, a los niños, con el fin de prevenir los embarazos”, asegura.

Uno de los impactos es el círculo de pobreza que se genera cuando se trae un ser sin tener los recursos económicos para su crianza y cuidado. “Primero empezar por el respeto al cuerpo y una vez que se tome la decisión de qué hacer con su sexualidad hay que darle información sobre cómo pueden vivirla sin embarazarse. Hay que proporcionar toda la información sobre el consentimiento sexual y luego viene la decisión de tener o no tener hijos a través de métodos anticonceptivos para los hombres y mujeres”, indica Borja.

En una zona rural de Yaguachi se detectó en 2003 un caso de abuso sexual a una menor de 14 años, luego que sufriera un ataque de epilepsia en el aula. La menor estaba en segundo año de educación básica, en la modalidad de nivelación, ya que se retrasó en su escolaridad por su condición de salud.

La profesora que trabajaba en ese entonces para una fundación cuenta que la menor fue trasladada a Guayaquil tras uno de sus ataques y durante la revisión detectaron que había sido violada. “Lo más grave es que cuando la psicóloga del hospital le preguntó si había sentido un golpe o dolor, la niña respondió con naturalidad que su papá y hermano estaban con ella y que creía que lo hacían para demostrarle cariño. Esto fue denunciado y manejado por los directivos, pero la madre de la niña decía que él era su esposo y que no podía hacer nada”, recuerda la docente.

La historia evidencia cómo en ciertas comunidades se normaliza el abuso sin denunciarlo, pese a que mantener relaciones sexuales con un menor es un delito, enfatiza Brown.

“En muchas comunidades del país se considera normal que niñas de 14, 15 y 16 años sean madres. En algunas se normaliza incluso que existan familiares o parientes muy cercanos que tengan relaciones sexuales con ellas. En Ecuador, la norma es clara: mantener relaciones sexuales con menores de edad es un delito y no existe el consentimiento informado”, asegura la funcionaria.

De ahí que la estrategia al respecto esté en proceso de revisión y cambio, asegura Brown.

Una embarazada no puede ser obligada a dejar sus estudios

El protocolo en la educación pública ante los casos de embarazos adolescentes incluye que la estudiante entregue cada semana tareas específicas que da el docente cuando esta se ausenta por tres meses debido al periodo de lactancia. Ella también debe ser derivada al centro de salud más cercano para el control prenatal y que acceda después del parto a métodos anticonceptivos.

“Los padres de la embarazada pueden llevar y entregar las tareas cada viernes al docente”, afirma una profesora fiscal que tuvo contacto con niñas de 14 años embarazadas cuando laboraba en 2019 en un establecimiento público de Fertisa, en el sur de Guayaquil.

Allí conoció a una de décimo año que había quedado embarazada durante el periodo previo de las vacaciones. “Me dijo que si hubiera conocido sobre la anticoncepción no estaría en gestación y que su madre nunca le habló al respecto. Fue muy penoso. Se trataba de una alumna con buen rendimiento académico, lo que se mantuvo luego del parto”.

Su pareja que estaba en el mismo año fue cambiada de paralelo para evitar las miradas curiosas del resto de estudiantes. “Siendo buena alumna, quedó embarazada”, cuenta la docente que le decían. “Era una adolescente sobreprotegida, entonces se cansó y se fue con el enamorado que tenía y quedó embarazada”, agrega.

La menor logró terminar sus estudios ya que su madre cuidaba a la hija, de la que el padre, de la misma edad de ella, no se hizo cargo. (I)

https://www.eluniverso.com/noticias/informes/los-profesores-de-ecuador-sienten-complicado-hablar-de-educacion-sexual-en-las-aulas-pero-las-falencias-en-la-materia-ya-causan-cientos-de-muertes-nota/

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Chile: “Queremos Una Educación Que Deje Fuera La Mirada Discriminadora Que Plantea El Patriarcado”

América del Sur/Chile/23-08-2021/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl

Con más de 100 participantes, el Departamento de Mujer y Género del Magisterio dio inicio este martes al “Ciclo de Talleres sobre Educación No Sexista”. Espacio formativo cuya misión es entregar herramientas que permitan elaborar clases con perspectiva de género y así, contribuir a eliminar el sexismo presente en el sistema educacional.

Conversamos con Javiera Zumarán, una de las profesoras asistentes al primer taller, quien destacó la instancia por ser un espacio de reflexión: “Se tocaron varios puntos que a veces como docentes damos por sentado, como por ejemplo:  ¿Qué es el sexismo?, ¿Qué es un discurso de odio?; y al aunar criterios con las demás participantes, que eran de distintas partes de Chile y de diferentes generaciones, fue posible comprender de una manera más íntegra de qué estamos hablando cuando hablamos de una Educación No Sexista. Por eso, una de las cuestiones que destacaría de este taller, es la oportunidad que tuvimos de conversar y poner en común nuestras experiencias y así llevar ese conocimiento a nuestras propias escuelas”.

En ese sentido, la profesora y coordinadora del Ciclo, Rosa María Montecinos, destacó la importancia de generar este tipo de talleres para que las profesoras puedan tener los conocimientos, experiencias y herramientas necesarias para contribuir desde el currículo a una Educación No Sexista en Chile. “Queremos una educación que deje fuera la mirada discriminadora que plantea el patriarcado. Abrir un portal que visibilice a las mujeres y a las disidencias en el relato histórico de la construcción del conocimiento, erradicando ciertas dinámicas que están presentes en nuestras comunidades escolares, que son: heteronormativas, sexistas y discriminadoras y que muchas veces, producen violencia en nuestros alumnos y también en nuestros docentes”, agregó Montecinos.

Si bien el ciclo de talleres ya comenzó, éste se extiende hasta el 1º de septiembre, a continuación tendrás el detalle de cada uno de los talleres y el formulario de inscripción:

Taller 2.-” Aproximaciones a las Olas Feministas”
Análisis histórico de las distintas olas feministas, que permite reflexionar respeto de las luchas, conquistas, tensiones y aportes del feminismo a lo largo de la historia. Miércoles 18 de Agosto a las 19:00 horas.

Taller 3: “Introducción a las Diversidades Sexuales y de Género”
Este taller está dirigido a profesoras y profesores que por primera vez se enfrentan a la temática, o que desean desarrollar una mirada integral sobre esta realidad. Miércoles 25 de Agosto a las 19:00 horas.

Taller 4: “Infancias Trans y Educación: hacia una inclusión efectiva”
Este taller está dirigido a profesoras y profesores que deseen comprender de manera cabal las infancias trans y los desafíos que enfrentan en establecimientos educacionales, así como adquirir herramientas para avanzar hacia su inclusión efectiva en la comunidad escolar. Jueves 26 de Agosto a las 19:00 horas.

Taller 5: “Trabajando la Diversidad Sexual en la asignatura de biología”
Este taller está dirigido a profesoras y profesores de biología que busquen conocer más sobre la diversidad sexual en la naturaleza y en la humanidad desde una perspectiva biológica, derribando con evidencia mitos sobre la sexualidad para avanzar hacia una enseñanza actualizada de esta dimensión humana en el aula. Abierto a docentes de otras asignaturas. Martes 31 de Agosto a las 19:00 horas.

Taller 6: “Trabajando la Diversidad Sexual en la asignatura de historia”
Este taller está dirigido a profesoras y profesores de historia que busquen conocer más sobre la presencia de la diversidad sexual y de género a lo largo de la historia en diversas culturas, la historia del movimiento LGBTI moderno y cómo aplicar estos conocimientos en el aula. Abierto a docentes de otras asignaturas. Miércoles 1 de Septiembre a las 19:00 horas.

Fuente e Imagen: https://www.colegiodeprofesores.cl/2021/08/18/queremos-una-educacion-que-deje-fuera-la-mirada-discriminadora-que-plantea-el-patriarcado/

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El Salvador: Realizan seminario sobre educación, género y sexualidad en colegio de religiosas salesianas

América Central/El Salvador/20-08-2021/Autor(a): L. Martínez/Fuente: www.elsalvador.com

Fundación religiosa considera necesaria la educación sexual y de género.

La Fundación Pro Educación Laura Vicuña (Funelavi) llevó a cabo este lunes el Seminario “Sexualidad, género y educación”, el cual fue impartido por el doctor Antonio Daniel García Rojas, director del departamento de Pedagogía de la Universidad de Huelva y experto en sexualidad, educación sexual, género, igualdad de género y violencia de género. El seminario fue impartido en las instalaciones del Colegio María Auxiliadora de San Salvador a alumnas, docentes y padres de familia.

“Nos encontramos en una sociedad cambiante donde consideramos que la escuela tiene que adaptarse a dichos cambios. Preocupadas por dicha realidad, hemos visto la posibilidad de implementar una formación en nuestros colegios sobre sexualidad y género”, dijo la presidenta de la fundación Sor María Antonieta Salguero Ábrego.

El doctor García Rojas considera necesario tener claro “la distinción fundamental que existe para las ciencias sociales entre sexo y género, debido a que a menudo se utilizan los dos términos indistintamente y, de forma errónea, como sinónimos”.

El académico afirmó que, independientemente del enfoque teórico que se adopte, “existe un común acuerdo en que el sexo de las personas pertenece al ámbito de la biología y es fruto de las diferencias anatómicas, cromosómicas y hormonales entre mujeres y hombres, mientras que el género se construye socialmente y hace referencia a lo que se considera femenino o masculino, tratándose de una concepción susceptible de variar según el lugar y el momento”.

Esto influye en los comportamientos y actitudes que la sociedad espera de las personas. Por lo que García Rojas considera que la educación sexual desde edades tempranas, es “el único medio para erradicar la desigualdad de género y la violencia de género”.

Foto cortesía Colegio María Auxiliadora de San Salvador

El seminario ha sido impartido en todos los colegios de las Hijas de María Auxiliadora en Guatemala, Honduras y El Salvador. En cada colegio, durante tres semanas, han recibido el seminario las alumnas, en la mañana, y los docentes y familiares en la tarde. El programa finalizará en El Salvador el sábado 27 de agosto. El seminario ha sido impartido a 350 docentes y más de 1000 alumnas.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/educacion-sexual-violencia-de-genero/869502/2021/
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España: Los escolares debatirán sobre sexualidad y violencia de género desde los 10 años

Europa/España/13-08-2021/Autor: ALFONSO TORICES/Fuente: www.elcomercio.es

La nueva Primaria que se implantará en 2022 solo permite una repetición y mantendrá las notas clásicas de insuficiente, bien o sobresaliente.

Los escolares españoles comenzarán a formarse y a debatir en clase sobre afectividad y sexualidad o sobre violencia de género y respeto a las minorías, en otros aspectos, desde que cumplan 10 y 11 años, según se decida colocar finalmente la nueva asignatura obligatoria de Educación en Valores Cívicos y Éticos en el quinto o el sexto curso de la Educación Primaria.

Así lo establece el proyecto de real decreto sobre enseñanzas mínimas de Primaria que el Gobierno pretende aprobar a la vuelta del verano, una vez haya recibido las alegaciones de la comunidades autónomas, y que fijará los aspectos básicos del currículo, los que aplicarán el núcleo de la nueva ley educativa, la Lomloe, a partir del curso 2022-23.

Al igual que los decretos que después dibujen los currículos de ESO y Bachillerato, este texto marca qué se aprende –los conocimientos mínimos para titularse en la etapa y el reparto de las materias– y cómo se aprende en el 50% o el 60% de las horas lectivas (según haya lengua cooficial o no), así cómo se evalúan estas enseñanzas mínimas, las que corresponde fijar al Ministerio de Educación para todo el país. El resto del contenido del currículo lo diseñarán las autonomías y los propios colegios e institutos.

El borrador de decreto describe los objetivos, fines y principios y las competencias y saberes específicos de cada una de las siete grandes áreas de conocimiento que cursarán los casi tres millones de chicos de 6 a 12 años durante tres ciclos de dos cursos cada uno. En el caso de Valores Cívicos y Éticos, de nueva creación, busca preparar a los alumnos para «un ejercicio crítico y responsable de la ciudadanía» y, para ello, los formará en cuestiones éticas, pero también muy vinculadas a la convivencia. Dialogarán sobre igualdad entre hombre y mujer, migraciones, ecología, sobre respeto a la diversidad y a las minorías, incluidas las identidades étnicas y de género, y de forma especial sobre educación afectivo-sexual.

La asignatura, que para muchos es un rescate de la polémica Educación para la Ciudadanía de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, amenaza con tener una aplicación teñida del mismo enfrentamiento político que entonces, pues PP y Vox ya han tildado la materia de «ideológica». No obstante, buena parte de los contenidos de esta área ya los recibirán los escolares desde el primer curso, pues, como ocurre con competencias como la comprensión lectora, la oratoria o el manejo digital, impregnarán de forma permanente los seis años y todas las materias. En la misma lista de valores transversales está la educación para la paz y la salud, el respeto a los animales o el consumo responsable.

La nueva escuela que comenzará en el otoño de 2022 huirá de temarios enciclopédicos y memorísticos en favor de la adquisición de competencias y habilidades básicas para desenvolverse en la sociedad actual y centrará el aprendizaje en el conocimiento práctico, colaborativo y en la interrelación de materias. Por ello vuelven a reunirse en un solo área el Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural –que hará un especial hincapié en convertir a los chicos en «agentes de cambio ecosocial»– o la Educación Artística. No obstante, permite que las autonomías o los centros los separen en Naturales y Sociales, por un lado, y Plástica y Música y Danza, por otro. Estas dos materias, como también Matemáticas, Educación Física y Lengua Española y Literatura, tendrán que impartirse desde una clara perspectiva de género.

La evaluación será «continua y global», tendrá en cuenta «el conjunto de procesos de aprendizaje» y concluirá cada curso en una valoración final a realizar en una sola sesión y por todo el profesorado. Solo se podrá repetir en el curso final de cada ciclo (en los pares) y solo se permitirá repetir una vez en toda la Primaria. Para evitar algo que se tilda de excepcional, los alumnos recibirán un programa de refuerzo en cuanto se detecte que se descuelgan del aprovechamiento general. El acta de notas que recibirá cada estudiante mantendrá la técnica tradicional de calificaciones (insuficiente, suficiente, bien, notable o sobresaliente) y no retornará a expresiones como «progresa adecuadamente» o «necesita mejorar».

Currículo para Infantil

El real decreto de enseñanzas mínimas de Primaria se aprobará probablemente junto al de Infantil, que también está en plazo de consulta a la autonomías. Infantil, la escuela de los niños entre 0 y 6 años, seguirá siendo voluntaria y gratuita de los 3 a 6 años. El objetivo es extender la universalidad y gratuidad de que ya goza el segundo ciclo al primero, priorizando a niños en situación de pobreza o exclusión.

Por primera vez el primer ciclo de Infantil va tener un currículo oficial, con el desarrollo de la propia identidad –control sobre el cuerpo, equilibrio y afectividad– y la interacción con los demás como saberes básicos. Se favorecerá que lo hagan interiorizando valores como la igualdad de género o la empatía, y se procurará que realicen su propio descubrimiento de la sexualidad y la construcción de género «a través de valores de igualdad y modelos no estereotipados».

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/escolares-debatiran-sobre-20210810203020-ntrc.html

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Embarazo temprano frustra el futuro de las niñas en América Latina, según estudio

Embarazo temprano frustra el futuro de las niñas y adolescentes en América Latina.

La tasa de embarazo temprano en América Latina es una de las más altas a nivel mundial. Con las medidas de confinamiento y aislamiento social, debido a la emergencia sanitaria, este indicador se ha agravado, provocando severas repercusiones para las niñas y adolescentes de la región, en especial, en el cumplimiento de sus derechos, como el acceso a la educación y su desarrollo personal y profesional.

La directora Ejecutiva de Plan International en las Américas, Débora Cóbar, advierte que todavía no existen cifras actualizadas a la fecha sobre esta problemática. Sin embargo, ratifica que, mientras dure la pandemia, el indicador irá en aumento.

En el caso de las niñas menores de 14 años, es importante señalar que los embarazos no solo son de alto riesgo para la salud de las niñas, sino que también son el resultado de la violencia sexual. Estos abusos sexuales hacia las niñas se comenten en la mayoría de las ocasiones en su entorno más cercano.

Por ello, las medidas de confinamiento colocaron a las niñas en una situación de enorme vulnerabilidad ya que no solo estuvieron encerradas con sus posibles agresores, sino que vieron limitada su capacidad de pedir ayuda y se vieron alejadas de espacios de protección como las escuelas.

En cuanto al embarazo adolescente “La pandemia limitó tres factores que eran decisivos en la lucha contra el embarazo: el acceso a los sistemas de salud, el acceso a información sobre salud sexual y reproductiva y el acceso a servicios de asistencia. Los gobiernos de la región deben focalizar sus esfuerzos en subsanar estas falencias, para evitar que se pierdan todos los avances registrados en la erradicación de esta problemática”, enfatiza Débora Cóbar.

El informe Consecuencias Socioeconómicas del Embarazo Adolescente para Seis Países en América Latina —que incluyen a Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Paraguay—, realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y presentado en 2020, reveló que alrededor del 18% de los nacimientos en la región corresponden a madres menores de 20 años de edad.

En la experiencia de trabajo de Plan International en comunidades de 12 países de América Latina y el Caribe, el embarazo temprano es una problemática multidimensional, que tiene gravísimas consecuencias para el futuro de las niñas y adolescentes de la región.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, las complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto son la principal causa de muerte de las niñas de 15 a 19 años en todo el mundo.

“Los riesgos que enfrentan las niñas, en la actualidad, son mucho mayores en el contexto de la pandemia, debido a las implicaciones que puede representar un embarazo”, señala Débora Cóbar.

Si bien es difícil encontrar datos sobre algunas implicancias graves del embarazo temprano, sí hay certeza que estos también provocan importantes consecuencias para la salud mental de las niñas y adolescentes, más cuando son fruto de la violencia sexual. Además, pueden tener también importantes afectaciones en su salud física a largo plazo, más todavía en los casos de niñas menores de 14 años.

Organismos internacionales estiman que cada año más de 1,5 millones de madres adolescentes dan a luz y dos tercios de ese total son el resultado de la falta de información para prevenir el embarazo o por violencia sexual.

Este indicador repercute directamente en el acceso a educación y oportunidades profesionales de las niñas y adolescentes a largo plazo. Ante la falta de apoyo económicos y de cuidado una vez que han sido madres, un gran número de ellas se ven en la obligación de renunciar a la posibilidad de continuar su formación educativa.

En caso de incorporarse al mercado laboral, esta incorporación en la mayoría de los casos se da en el mercado informal con todo lo que ello implica, mayor precariedad, menor remuneración, menor acceso a servicios sociales entre otros.

Como parte de su estrategia para transformar esta realidad, Plan International ha desarrollado proyectos de prevención, en alianza con instituciones locales, como “Zonas Libres de Embarazo” (Ecuador) o “¡Cero embarazos antes de los 20!” (Nicaragua), cuyos resultados son alentadores para erradicar esta problemática.

Fuente: https://amprensa.com/2021/07/embarazo-temprano-frustra-el-futuro-de-las-ninas-en-america-latina-segun-estudio/

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Abuso sexual infantil, la pandemia invisible

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