Madrid, 26 may (EFE).- La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha defendido hoy miércoles la educación afectivo sexual en las aulas frente a la pornografía en la red, a la que se asoman jóvenes y niños, incluso menores de 11 años, para observar por «curiosidad».
Durante una comparecencia en la comisión de Educación del Congreso de los Diputados, a petición propia y de varios grupos parlamentarios, Celaá ha garantizado que esta materia se impartirá en la escuela, entre otras razones porque «nosotros preferimos que la aprendan en la escuela», en lugar de en internet.
Por ello, la Lomloe incorpora la educación afectivo sexual, sobre todo desde secundaria: «Creemos en ella y tenemos confianza en los profesionales».
Tras recordar que la última reforma educativa (Lomloe) establece la docencia de la materia afectivo sexual, la ministra ha defendido también el programa de coeducación Skolae frente a las críticas de grupos como UPN y Vox.
Skolae, por el que el Gobierno de Navarra recibió el premio Unesco de Educación de Niñas y Mujeres para reconocer su trabajo en materia de igualdad, «ha sido reconocido por muchas entidades, entre ellas Alboan», una organización no gubernamental de los jesuitas en el País Vasco, ha subrayado Celaá.
Según Sergio Sayas (UPN), dicho programa es «sectario e ideológico que no pretende ni educar ni hacer educación sexual sino adoctrinar en ideología, que además tumbó el Tribunal Superior de Justicia de Navarra».
Por su parte, la diputada Georgina Trías (Vox) ha preguntado en qué términos plantea el Gobierno la educación afectivo sexual: «¿Consiste en sembrar la duda en nuestros hijos acerca de su identidad sexual, diciéndoles que pueden ser lo que quieran ser y negar la mayor, que es la información de lo que nos dice nuestro cuerpo?».
Frente a las críticas del PP sobre el nivel de los alumnos españoles en el informe PISA, la ministra ha explicado que en la etapa popular ya arrojaba resultados negativos, entre ellos la tasa de repetidores de los adolescentes de 15 años: un 29 % frente al 15 % de la media de la OCDE.
Los alumnos españoles -ha defendido- trabajan «un montón» y, sin embargo, salen mal parados en las clasificaciones; por tanto, «si no son más lentos ni más torpes que los demás, ¿qué está ocurriendo?», se ha interrogado Celaá, que piensa que donde hay que mirar es hacia la mejora del sistema.
Por último, el portavoz popular Óscar Clavell ha opinado que en la modificación del currículo que el Gobierno quiere introducir «desaparece la palabra esfuerzo y nos retrotrae a la Logse, que buscaba promover las habilidades frente a los conocimientos».
En conversación con La Tercera, la activista admite que, pese a que en 2015 Irlanda se convirtió en el primer país del mundo en aprobar el matrimonio homosexual mediante un referendo, aún existen desafíos al respecto.
En momentos en que Irlanda cumple seis años de la aprobación del matrimonio homosexual mediante un referendo, la activista irlandesa Moninne Griffith es una pieza clave del movimiento. No solo participó activamente de la campaña sino que también ahora sigue trabajando como directora general de BeLonGTo, una organización nacional irlandesa que entrega apoyo a jóvenes lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI+).
También es una de las protagonistas del documental La 34ª: La historia del matrimonio igualitario en Irlanda (que desde el viernes y hasta mañana está siendo transmitido en la plataforma digital del Centro Arte Alameda), que narra, a través de entrevistas y archivos, la campaña que desembocó en el referendo del 22 de mayo de 2015, donde más del 62% de los irlandeses votó a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. Irlanda se convirtió así en el primer país del mundo que autoriza por voluntad popular este tipo de uniones.
Griffith, quien el jueves participó de un conversatorio organizado por la Embajada de Irlanda junto con Isabel Amor, directora de Fundación Iguales, se refiere en esta entrevista con La Tercera a la campaña para el referendo sobre el matrimonio gay y los desafíos que aún enfrenta la comunidad LGTBI en su país.
Usted trabajó por años en llevar adelante una campaña para lograr la legalización del matrimonio homosexual. ¿Cómo describiría este proceso considerando lo conservadora que puede ser la sociedad irlandesa, por el factor religioso, al igual que la chilena?
Creo que hay muchas similitudes entre los irlandeses y la experiencia en Chile también, aunque de alguna manera ustedes están a la delantera de nosotros en relación con algunos derechos LGTBI como, por ejemplo, el reconocimiento de género. Pero en cuanto a matrimonio igualitario, logramos esa ley en 2015 después de una larga campaña que duró unos 10 años, previo al referendo de 2015. Había una pareja irlandesa que se casó en Canadá y llevó el caso a los tribunales de Irlanda para intentar ayudar al reconocimiento de su matrimonio canadiense. Y en muchos sentidos, ese fue el nacimiento del movimiento por la igualdad en el matrimonio en Irlanda, porque ciertamente dio visibilidad a las parejas del mismo sexo de una manera que nunca antes había ocurrido en el país. Hay que tener en cuenta que la homosexualidad fue despenalizada en 1993 y las cosas han mejorado porque somos parte de la Unión Europea. Así que había muchas directivas, reglamentos y leyes de la Unión Europea que se habían introducido y obligado a Irlanda a actualizar nuestras leyes en términos de igualdad y discriminación. Y así, las personas LGTBI estuvieron protegidas de la discriminación en el lugar de trabajo. Las cosas estaban empezando a mejorar, pero de una manera muy calmada. Había muy poca visibilidad de las personas LGTBI en lugares públicos, en cargos públicos, en los medios de comunicación. Entonces, cuando vimos a la pareja de mujeres que llevó el caso a los tribunales, de repente aparecieron en los medios de comunicación y en las noticias hablando sobre su caso judicial. Creo que esta fue la primera vez que el público en general en Irlanda realmente comenzó a pensar en las personas gay y lesbianas que querían casarse. Creo que muchos de ellos probablemente ni siquiera habían considerado esto antes. El caso no tuvo éxito y no cambió la ley. Pero creo que hizo comenzar la lucha por la igualdad en el matrimonio. La campaña en sí misma se construyó en torno a una estrategia de comunicación y de humanización del debate, haciéndolo sobre personas y su familia y su comunidad, en su vecindario, sus amigos, y no en un debate teórico junto con una campaña política. Hicimos una estrategia de movilización y hablamos con los sindicatos, con organizaciones de niños, organizaciones de jóvenes, organizaciones de mujeres y muchas organizaciones diferentes que estaban trabajando por los derechos de diferentes grupos de personas para construir solidaridad, generar un impulso y construir un movimiento. Cuando llegó el referendo todos nuestros aliados ya estaban informados. Estaban a bordo.
¿Qué ocurría con los sectores más conservadores y qué hicieron para conseguir apoyo?
Al principio habían varias personas que no apoyaban el matrimonio homosexual, ellas pueden haber pensado, bueno, el matrimonio es una institución patriarcal. Y entonces tuvimos que construir apoyo y la capacidad entre la comunidad LGTBI para abogar y ver cómo compartir sus historias, ya sea entrando y hablando con su político local o teniendo conversaciones con amigos o con la familia o en el lugar de trabajo. La idea era mover a la comunidad por todo el país. Así que no fue solo en el momento del referendo y no fue solo un grupo de activistas en Dublín quienes pidieron (una ley de matrimonio homosexual). Había personas en todas las ciudades pequeñas y grandes de toda Irlanda que se movilizaron, activaron, sabían cómo llevar a cabo la campaña local, sabían cómo hablar con los medios locales y había que hablar con los residentes locales en los barrios, en las comunidades y los representantes electos locales. Entonces tomó tiempo. Tomó mucho tiempo. Y, ya sabes, cuando comenzamos en 2007, mucha gente pensó que nunca sucedería en nuestra vida. Pero hicimos muchas encuestas e investigaciones y sabíamos que realmente se trataba de educación, concientización y luego de responder a algunos de los miedos y preocupaciones que la gente tenía en torno a las personas LGTBI, el matrimonio y tener hijos y qué significaría eso para la sociedad en grande. Entonces respondimos esas preguntas. Por ejemplo, les pedimos a los jóvenes que habían crecido con padres gays y lesbianas que contaran sobre cómo fue crecer con padres gays y lesbianas. Las personas hablaban de sus miedos y se dieron cuenta de que esos miedos eran infundados.
¿Ustedes pensaban legalizar el matrimonio homosexual mediante referendo o querían hacerlo con una ley en el Parlamento?
No, al principio esperábamos que fuera a través de los tribunales o de nuestro Parlamento. En el referendo tuvimos una gran victoria, ni siquiera fue una victoria estrecha, fue de un 62%. Y fue lo más afirmativo para mí como lesbiana y también para otras personas LGTBI, el hecho de poder entrar en una tienda o estar en público e incluso si experimentas algo de homofobia, porque no ha desaparecido, sabíamos que no desaparecería de la noche a la mañana. Pero en todo caso puedes sentirte bien, por el hecho de que la mayoría de las personas piensa que merezco la igualdad y piensa que soy un igual. Y eso te da más resiliencia y más sentido de pertenencia y que estás seguro y apoyado. Entonces es una afirmación increíblemente poderosa. Pero creo que no habría sido nuestra primera opción, si era posible hacerlo en el Parlamento y en los tribunales, esa siempre sería nuestra preferencia. Pero el fiscal general de Irlanda le dio un consejo al gobierno y le dijo que no sería posible debido a la posición única de la familia casada en la Constitución irlandesa.
Después de cinco años en que hay una ley de matrimonio homosexual en Irlanda, ¿cuáles son los desafíos que aún enfrentan?
Desafortunadamente hay tantos desafíos. Yo como mujer lesbiana blanca, de clase media y sin discapacidad, la vida es mucho mejor. Puedo decir que lo es y me siento mucho más segura de estar en público y cuando uso los servicios, cuando voy al médico, al hospital o cualquier otra cosa, ya sabes, me siento más segura. Pero para las personas LGTBI más jóvenes y para las personas LGTBI que tal vez sean solicitantes de asilo o que sean miembros de la comunidad romaní que viaja aquí, la vida todavía puede ser muy, muy difícil. Trabajamos con jóvenes LGTBI de 14 a 23 años y la gran mayoría es gente joven y el 73% de ellos no se siente seguro en la escuela.
Eso iba a preguntarle, sobre el acoso, la burla que pueden enfrentar algunos jóvenes LGTBI en el colegio…
Depende de la escuela. Entonces, algunas que son muy duras frente al acoso escolar. No aceptan ni toleran la intimidación de ningún tipo. Y son realmente buenos en eso. Pero muchas escuelas no lo son. Y a veces es porque no se sienten cómodos o confiados. Los profesores no se sienten seguros de cómo abordar esto, o si un joven se les acerca, no saben cómo apoyarlos. Y es por eso que es tan importante que continuemos con nuestro trabajo y capacitemos a los maestros y apoyemos realmente a los estudiantes LGTBI. Así que sí, sigue siendo un problema. Todavía hay enormes niveles de intimidación, aislamiento y exclusión. Y la repercusión de eso es que las personas LGTBI tienen un riesgo mucho mayor de problemas de salud mental, autolesiones, ideación suicida y uso indebido de drogas y alcohol, y también un mayor riesgo de faltar a la escuela y abandonarla antes. Así que todavía queda mucho trabajo por hacer para que la escuela sea un lugar y un hogar más seguros. Por tanto, tomará tiempo hacer algo porque está profundamente arraigado en la cultura y tradición irlandesas y en la forma en que pensamos. Y luego, en el otro lado, está el ascenso de la extrema derecha, a quienes se les han dado plataformas para hablar especialmente sobre personas trans y cuestionar su existencia misma. Es una narrativa realmente muy dañina y peligrosa, y está provocando mucho miedo.
¿Qué deberían hacer los países para proteger los derechos de las personas LGTBI?
El Estado tiene el deber de garantizar que los estudiantes LGTBI estén seguros cuando están en la escuela, en sus comunidades y en sus hogares. Y parte del trabajo en torno a eso es la educación, a reducir los estigmas, los prejuicios, el miedo, que a veces es inconsciente.
Más de 7.900 mujeres menores de edad resultaron embarazadas y dieron a luz en el primer trimestre de 2021 en Guatemala, según los registros reportados este lunes por el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSAR).
Las estadísticas de esta institución privada dan cuenta de que entre enero y marzo pasado fueron embarazadas 7.937 menores de entre 10 y 17 años de edad en el país centroamericano.
Entre las embarazadas figura una niña que fue madre a los 10 años, además de 113 que no habían cumplido los 13 años al dar a luz.
La mayor cantidad de menores que tuvieron un hijo en el primer trimestre de este año fueron las de 17 años con 3.865 casos, seguido de las de 16 con 2.431 y las de 15 con 1.154 partos.
Según OSAR, los departamentos con mayores casos de embarazos fueron los de Alta Verapaz, ubicado en el norte del país y con mayoría indígena, con 2.466 menores de 17 años en estado de gravidez, seguido de Huehuetenango (noroeste) con 2.257 casos.
Otros lugares con altos índices de embarazos infantiles son los departamentos de Guatemala, que incluye la capital, con 2.010 menores que fueron madres entre los 10 y 17 años, y Quiché (noroeste) con 1.794 casos.
Mientras que los departamentos que registraron menos casos son los de El Progreso (este) con 138 embarazos de menores, Sacatepéquez (oeste) con 282, Zacapa (este) con 312 y Retalhuleu (sur) con 366.
De acuerdo a OSAR, en 2020 se contabilizaron 104.837 embarazos de menores de edad en Guatemala, incluidas 4.814 de menores de 14 años.
El promedio de hijos por mujer en Guatemala es de 3,81 y el 81 por ciento de mujeres que se convierten en madre ya son mayores de edad, según cifras oficiales.
Un informe de la Organización de Naciones Unidas, publicado en Guatemala en 2018, determinó que el embarazo en la adolescencia «tiene efectos no solo en las trayectorias educativas, labores y de salud» de las niñas y adolescentes, sino también «en sus familias, comunidades y en la sociedad en conjunto».
“La maternidad será deseada o no será”, es una de las consignas de lucha que suena fuerte en las agrupaciones y movimientos feministas alrededor del mundo en el último tiempo. Esta frase, para millones de mujeres es de mucho sentido y profundidad, debido al largo camino que se ha recorrido por años de sociedad patriarcal para lograr separar a la mujer del rol de ser madre.
Afortunadamente, las nuevas generaciones han comprendido que la maternidad debe ser una opción para la mujer y no una imposición. Se debe elegir ser madre o no serlo sin temer al juicio social. Asimismo, en la actualidad, se entiende que no hay sólo una forma de ser madre, sino que existe una amplia diversidad; madres lesbianas, madres solteras, madres adoptivas, madres sin gestar.
Pero, para tener el poder de decisión sobre los derechos sexuales y reproductivos, es necesario que existan garantías, educación y protección.
¿Es suficiente una Ley de Aborto en Tres Causales?
La matrona y encargada del Área de Ginecología del Departamento de Promoción de Salud de la Mujer y el Recién Nacido de la Universidad de Chile, Alicia Carrasco, cree que se está avanzando hacia un Ley de Aborto Libre, como ocurrió en Argentina en diciembre del año pasado. La profesional señala que esto responde a que las sociedades van avanzando con conocimiento, educación y exposición de casos.
“La Ley de Aborto en las Tres Causales probablemente no habría sido aprobada hace cinco años atrás. El país vivió un proceso en que se empezaron a abrir temas como los derechos sexuales y reproductivos. Además, estamos en un momento legislativo muy importante, en donde se puede escribir una nueva Constitución con equidad de género. Tenemos una historia de avance”, comenta Carrasco.
Por su parte, la matrona y Coordinadora del Área de Salud de la Asociación Chilena de Protección a la Familia (Aprofa), Bélgica González, señala que a nivel político las mujeres no estamos representadas.
“Hay grupos de poder que están frenando una demanda social que es tremendamente válida, no se está pidiendo un favor, se está pidiendo que se respete un derecho. Frente a una persona que no tiene conocimientos de su educación sexual y reproductiva, es mucho más fácil vulnerarla en sus derechos. Entonces, hay un tema que tiene que ver con poder elegir a nuestras representantes para que apoyen nuestras demandas, con quitarle poder a entidades como la Iglesia”, enfatiza González.
La importancia de la Educación Sexual Integral
En Chile, no existe una ley que busque proteger, respetar y garantizar el derecho humano a la Educación Integral de la Sexualidad desde los primeros años de vida, con personas debidamente capacitadas para este ejercicio. Esta propuesta educativa corresponde a un mecanismo de protección para niñas, niños y jóvenes; es una defensa a sus derechos humanos y a su dignidad.
Ante esto, Alicia Carrasco comenta que “existe una estigmatización, una forma de ver de manera peyorativa y desestimar la importancia de esta ley que protege el bien superior del niño, la niña y el adolescente”. Agrega que “uno de los grandes temores es que se enseñen cosas que no van acorde a la edad o generar cierta ideología y se desecha la importancia que tiene que el niño y la niña conozca desde pequeño las partes de su cuerpo; cómo se llaman, qué les va a pasar, el cambio en la pubertad”. En este sentido, la profesional de la salud señala que este tipo de educación permite prevenir el abuso. “Eso es, saber cuándo algo le haga sentir mal, incómodo y lo sepa verbalizar”.
En este sentido, el rol de los padres, tutores o adultos responsables es primordial en la enseñanza de la sexualidad, así como también el rol que juegan profesores y docentes. Sobre estos últimos, Bélgica González señala que aún les falta capacitación y asesoría para que puedan abordar estos temas en la sala de clases. “Pero para eso estamos otro tipo de profesionales, como las matronas o psicólogas especializadas en Educación Sexual, que podemos desarrollar capacitaciones didácticas para acercarnos a enseñar la salud sexual y reproductiva a las distintas edades, abordando las diferentes problemáticas”, comenta.
Asimismo, se destaca que la Educación Sexual Integral comienza a edad temprana y se mantiene por los años, podría ser una herramienta infalible en la prevención del abuso, como también de las infecciones y del embarazo no deseado, por ejemplo.
Anticonceptivos defectuosos y embarazo no deseado
Más de 200 mil cajas de Anulette CD defectuosas fueron entregadas gratuitamente por el sistema de salud pública a lo largo de todo el país. Ante esto, se ocasionó una gravísima negligencia que afectó a cerca de 170 mujeres, las cuales quedaron embarazadas. El error fue reconocido por la autoridad, sin embargo, los laboratorios a cargo de la fabricación de estos fármacos solamente debieron pagar una multa fiscal, sin compensar directamente a las mujeres afectadas.
Para Alicia, esto fue derechamente una catástrofe. “Esta es una falla muy grave del laboratorio y no basta con una compensación económica del Estado. Debería haber una compensación económica por largo tiempo porque no se abre la posibilidad del aborto para quienes quisieran, ya que no entra dentro de las Tres Causales”, reconoce.
“Si estaban tomando un anticonceptivo era porque no querían tener un hijo. No era su momento ahora y quizás más adelante tampoco. Me parece que debieron haber ofrecido la posibilidad del aborto, es algo que está totalmente en línea con las necesidades que tienen las mujeres. Es parte de la regulación de la fertilidad que incluye la posibilidad de tener un aborto cuando un método anticonceptivo falla y más aún en este caso, cuando no ha sido por una irresponsabilidad de la usuaria, sino por una negligencia”, finaliza.
Hablamos con Raquel Graña, sexóloga, youtuber y autora del libro ‘Sex On’, sobre la importancia de la educación sexual y la influencia que tienen las redes sociales en las relaciones de los jóvenes.
“Muchos comienzan a ver porno en 1º ESO, algunos en 6º de Primaria”, afirma la sexóloga, psicóloga y coach educativa Raquel Graña. Y, precisamente por eso, insiste: “Las familiasdeberían hablar sobre sexo con sus hijos y no solo desde el mundo de la prevención, sino desde la empatía”.
Graña enseña educación afectivo-sexual en colegios e institutos, imparte formaciones como experta por toda España y es ‘youtuber’: su canal ‘Íntimas Conexiones con Raquel Graña’ cuenta con más de 700.000 seguidores. Con motivo de la publicación de su libro con consejos sobre educación sexual para adolescentes, ‘Sex-On’ (Vergara), explica cómo se debería enseñar esta materia, qué papel juega la familia y cómo influyen las redes sociales, el porno y los ‘realities’ de televisión en las relaciones de los jóvenes.
Pregunta: La educación sexual está ganando terreno poco a poco en el ámbito educativo. Pero ¿cómo se debería impartir? ¿qué temas debería tocar?
Respuesta: Lógicamente deben impartirlo personas con formación en sexología, que tengan un conocimiento demostrado en este ámbito.
El foco de los temas dependerá de cada centro escolar y de la demanda concreta del alumnado. Si bien, sobre todo, debería estar enfocado a la gestión emocional y la afectividad. Hoy en día el ‘sexo’ se muestra de una forma totalmente fría y frívola, sin emociones. Por lo tanto, la educación sexual ayuda a empatizar, a entender al otro, a ponerse en su lugar y a trabajar la comunicación y el respeto.
P: ¿Qué dudas son las más habituales entre los adolescentes en la actualidad? ¿Están más informados que los de generaciones pasadas?
R: Son las dudas de toda la vida, no hemos evolucionado mucho en ese sentido: ¿le gustaré? ¿cómo lo sé? ¿cómo será la primera vez (entendida como coito)? ¿me dolerá? ¿cómo será la menstruación? ¿hay algún método ecológico y cómodo? ¿duele hacer ‘x’ cosa…? ¿cómo sé si estoy preparada/o?
“Las dudas son las de toda la vida, no hemos evolucionado mucho en ese sentido”
Están bombardeados de informaciones incorrectas, sobre todo del grupo de iguales, del porno, de muchos posts o vídeos en redes sociales. Tienen acceso a mucha información, pero deben valorar cuál es buena y cuál no.
P: ¿Está incrementando el consumo de pornografía en estas edades? ¿De qué forma influye en su identidad de género, roles y sexualidad?
R: Muchos comienzan a ver porno en 1ºESO, algunos en 6º de Primaria. Cuando digo esto muchas familias se escandalizan, pero claro… Ellas no están conmigo y con ellos, a solas, en el aula. Conmigo se sueltan, se abren y no se sienten juzgados.
Este consumo influye en sus prácticas y en sus experiencias, ya que muchos quieren experimentar justamente lo que ven en los vídeos o creen que saben hacerlo por lo que se muestra en las imágenes del porno.
P: ¿Deberían hablar los padres con sus hijos sobre sexo? ¿Cómo pueden abordar el tema de una manera natural?
R: Deberían y no solo desde el mundo de la prevención, si no desde la empatía, el respeto y entender que ellos también tienen preocupaciones y problemas. Muchas veces los adultos se olvidan de que fueron adolescentes y los ignoran u obvian sus historias. Esto es un gran error.
Deben tratar de fomentar la empatía, la escucha activa, el hablar de sentimientos y de comprensión desde Primaria. A los adultos también les queda mucho trabajo en este ámbito.
P: La primera regla, el despertar sexual, las relaciones… ¿Qué temas no pueden faltar en estas conversaciones? Y, ¿cuándo es buen momento para empezar a hablar?
R: Las emociones y los pilares principales dentro de una relación: comunicación, confianza y respeto. También hablar de que una práctica debe ser consentida y consensuada, previamente hablada.
Es necesario hablar desde que preguntan, de forma natural y sencilla. Y, aprovechar que en Primaria comienzan con los cambios corporales para abordar estos temas para que se encuentren informados y no perdidos.
P: Sexting, publicación de fotos íntimas, autoestima… ¿Qué consejos darías tanto a las familias como a los propios adolescentes respecto al uso de las redes sociales en el ámbito de la sexualidad?
R: Son libres de hacer lo que quieran, pero también deben conocer sus consecuencias. Yo no educo desde el miedo, siempre desde lo positivo con responsabilidad. Les pongo casos claros y ejemplos reales de personas que han hecho sexting y han tenido problemas de difusión de imágenes íntimas, de adolescentes con cuentas abiertas y seguidores adultos que se inventan otras identidades… Les aconsejo que hagan las cosas con cabeza y, ¿por qué? porque si comienzas a prohibir, dejan de escuchar.
Ellos quieren ser adultos, así que dales ese espacio, confía y deja que se equivoquen si es necesario. Eso sí, si alguna vez se les pasa por la cabeza quedar con un desconocido… mejor si van con amigos. Si a alguien le está explotando una neurona leyendo esto… que sea consciente de que los adultos ya lo hacen en las apps de ligue.
“Si comienzas a prohibir, dejan de escuchar”
P: Programas como ‘La isla de las tentaciones’… ¿Entretenimiento o influencia? ¿Tiene un impacto en cómo perciben las relaciones?
R: Sí, claro, principalmente les llegan estereotipos y cánones de belleza irreales que lo que hacen es fomentar más la inseguridad y las comparaciones. Pensad una cosa, ¿si les sucede a los adultos, por qué no a ellos?
Es un ejemplo de la sociedad o de lo que atrae a la sociedad, es una mezcla de entretenimiento, morbo, influencia, mensajes erróneos… En este programa se vive todo con una intensidad emocional muy grande y sin ninguna gestión.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/porno-en-primaria/
La iniciativa aspira atender el problema de los embarazos no intencionales y prevenir los delitos sexuales. Entre enero y marzo de 2020 se registraron 2 mil 652 embarazos en menores de 10 a 19 años.
En 2019 hubo en Panamá 72 mil 456 nacimientos vivos, de los cuales 458 correspondieron a niñas/madres menores de 15 años y 11 mil 809 a adolescentes/madres de entre 15 y 19 años, según los datos más recientes de la Contraloría General de la República.
Estos números son solo el reflejo frío de un fenómeno social que se repite y en el que entran en juego la falta de protección hacia las niñas por parte de su núcleo familiar, y del Estado, que no logra pasar de la letra a la acción en cuanto a aseguramiento de derechos y castigo al infractor.
El tema, cuya génesis es multifactorial, es abordado a través de una iniciativa que está pendiente de primer debate en la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social de la Asamblea Nacional. Con ella se busca darle fuerza de ley a la enseñanza de la educación sexual, materializada hoy en el país, tras años de discusión para alcanzar un consenso, en lo que se conoce como las Guías de Sexualidad y Afectividad; y dar un paso más allá al incluir la prevención de los delitos sexuales.
Las guías comenzaron a elaborarse en 2016 y no fue hasta fines de 2019 cuando el documento consensuado estuvo listo. Luego, pasó casi año y medio para que se anunciara que la capacitación los facilitadores –400 y de forma virtual– empezaría: en abril de 2021.
La propuesta, de Gabriel Silva, Juan Diego Vásquez y Fátima Agrazal, aspira a instaurar el “Programa De Educación para la Prevención de Embarazos en Menores de Edad, Infecciones de Transmisión sexual y Delitos Sexuales”. En ella se atribuye parte del problema a la falta de información y al desconocimiento de niñas y jóvenes sobre cómo prevenir situaciones de riesgo y cómo denunciarlas, cuando se ven envueltas en ellas.
“Esto [la ley] busca construir sobre las guías. Es importante la continuidad de la obligación y la continuidad de la educación sexual; garantiza presupuesto, garantiza horas de capacitación, garantiza temas”, dijo a este medio Silva, al explicar cómo se inserta su propuesta con los pasos hacia la enseñanza de la educación sexual que ha dado el país con las cinco guías elaboradas.
Las guías se dividen en: una dirigida a los padres de familia (orientación y formación en educación en sexualidad y afectividad), otra para cada nivel educativo (primaria, premedia y media), y una dirigida a adolescentes embarazadas, madres adolescentes y sus padres.
La propuesta
De acuerdo con la iniciativa, el programa a desarrollar estará basado en la ciencia, no será parte del currículo general y los centros educativos deberán notificar a los padres de familia o acudientes sobre las fechas y temas a tratar en cada clase, charla o taller que organicen. Corresponderá al Ministerio de Educación (Meduca) y al Ministerio de Salud (Minsa) establecer el diseño curricular y la capacitación docente, que no deberá ser menor a 30 horas para asegurar los objetivos.
La propuesta también detalla los temas que deberá ofrecer el programa, entre ellos, Conozca el cuerpo humano, su desarrollo y funcionamiento, en particular lo relativo al sistema reproductor; Conozca y practique el respeto a la integridad física; Conozca las maneras de prevenir un embarazo precoz; Sepa prevenir infecciones de transmisión sexual y el VIH/SIDA; Sea capaz de prevenir, reconocer y denunciar la violencia sexual.
También se dispone que el Meduca y el Minsa creen, en todos los centros oficiales y particulares, espacios de formación para los padres o acudientes, a propósito de ofrecerles información sobre: aspectos biológicos, fisiológicos, genéticos, psicológicos, éticos, jurídicos y pedagógicos sobre los niños, niñas y adolescentes; promover la comprensión y el acompañamiento en su maduración afectiva, preparándolos para entablar relaciones interpersonales positivas; y vincular a la escuela y a la familia para el logro de los objetivos del programa.
Así mismo, promover canales de comunicación y reflexión conjunta entre los padres y sus hijos sobre la salud sexual y reproductiva, la responsabilidad con respecto a la prevención del embarazo precoz, la prevención en infecciones de transmisión sexual, VIH/SIDA y la violencia o abuso sexual; y enseñar a los padres de forma adecuada cómo replicar la información en el hogar.
Los argumentos
El programa educativo, señala Silva en la exposición de motivos, puede ser parte de una solución integral de mediano a largo plazo a los problemas planteados. “Si los niños, niñas y adolescentes aprenden a prevenir, a protegerse, a cuidarse y a denunciar, muchas de estas lamentables situaciones se pueden evitar […] De lo contrario, seguirán incrementando los embarazos en menores de edad, afectando así la calidad de vida, la salud pública y arrebatándole la niñez a los jóvenes”.
En el documento, Silva sustenta, con estudios de organismos internacionales y estadísticas nacionales, la necesidad de atender el asunto. Entre otros aspectos, destaca que la Organización Mundial de la Salud ha advertido de que el embarazo en la niñez o adolescencia es uno de los principales factores que contribuyen a la mortalidad materna e infantil, genera consecuencias en la salud y perpetúa la pobreza.
También refiere, citando al Banco Interamericano de Desarrollo, que las madres menores de edad tienen menos probabilidades de culminar la educación secundaria y que el embarazo adolescente reduce los años de escolaridad, la asistencia a la escuela y las horas laborales.
Aludiendo a estudios del Fondo de Población de Naciones Unidas indica que las niñas o adolescentes que quedan embarazadas antes de los 18 años rara vez pueden ejercer sus derechos a la educación, la salud, la protección y un nivel de vida adecuado, por el contrario, asumen obligaciones de adultas sin estar preparadas para ello y no tienen acceso a los mismos derechos y oportunidades que las demás niñas o adolescentes. La Organización Panamericana de la Salud advierte de que el embarazo no intencional se asocia no solo a pobreza y exclusión, sino a la violencia sexual.
La propuesta revela, de acuerdo con registros del Minsa, que entre enero y marzo de 2020 se registraron 2 mil 652 embarazos en adolescentes de 10 a 19 años, y que solo en esos tres meses se superó el 57% de los casos registrados entre enero y noviembre de 2019, cuando hubo 4 mil 652.
Entre 2007 y 2019, en el país hubo 181 mil 668 nacimientos vivos de mujeres menores de entre 10 y 19 años, según cifras de la Contraloría de la República.
“De acuerdo al MINSA, del 2014 a mayo de 2019 quedaron embarazadas un promedio de 29 adolescentes por día. Esto representó aproximadamente 58 mil jóvenes embarazadas”. Estos números no incluyen cifras de la Caja de Seguro Social y de las clínicas privadas.
Detalla el texto que según la Contraloría, entre 2014 y 2018, 86 niñas con menos de 15 años tuvieron un segundo hijo; y que los registros del Ministerio Público reflejan que en 2020 hubo 5 mil 469 denuncias por delitos contra la libertad e integridad sexual, de los cuales mil 913 fueron por el delito de acceso sexual con una persona mayor de 14 años y menor de 18.
“La bibliografía del impacto de la educación en reducir el embarazo precoz es extensa. La evidencia que hemos recopilado indica que los cursos, talleres, seminarios y demás pueden tener efectos positivos en reducir embarazos en los menores de edad […] también pueden tener efectos positivos en la reducción de las infecciones de transmisión sexual y VIH y los delitos sexuales. No obstante, los resultados dependen de la calidad e implementación”, se lee en la exposición de motivos.
Silva manifestó a este medio que con las Guías de Sexualidad y Afectividad se pasó de cero a algo, pero así como esos textos llegaron pueden desaparecer, ya que puede llegar un gobierno que diga que va a aplicar otras guías, y como no hay una ley que las respalde, eso no se podría evitar. Pueden cambiar al vaivén no solo del gobierno, sino del ministro –afirmó–. La ley que propusimos le daría más estructura y validez jurídica a las guías, para que la educación sexual se mantenga.
El diputado destacó que su propuesta se robustecerá cuando llegue el primer debate en la comisión, ya que pedirá la conformación de una subcomisión para que todos los grupos interesados participen y hagan aportes. “El foro para terminar de construir este proyecto, que no es una versión final, es la subcomisión”, apuntó, al tiempo que indicó que ya ha recibido comentarios de algunos diputados y organizaciones sobre aspectos que se deben modificar, y que aspira a que ese recorrido que viene sea de consenso.
Contexto global
El Fondo de Población de Naciones Unidas aboga por la educación integral en sexualidad (EIS), que implica un enfoque basado en los derechos y centrado en el género, ya sea en la escuela o fuera de ella.
Este modelo implica una formación a lo largo de los años y de acuerdo con la evolución de las capacidades de los jóvenes. Incluye información científicamente precisa sobre el desarrollo humano, la anatomía y la salud reproductiva, así como información sobre anticoncepción, parto e infecciones de transmisión sexual.
Según el Unfpa, se trata de un asunto de derechos porque “las elecciones sexuales y reproductivas de los jóvenes pueden tener un efecto cascada en sus derechos humanos”.
El informe Estado Mundial de la Población 2021 –presentado este 14 de abril por el Unfpa– se centró en la autonomía corporal: el poder y la capacidad de las mujeres para tomar decisiones sobre sus cuerpos, sin temor a la violencia o a que alguien más decida por ellas.
En este reporte se advierte, entre otras cosas, que el derecho a la autonomía corporal es violentado cuando se priva a los jóvenes de una educación integral en sexualidad.
La EIS –señala el informe–, no solo ayuda a evitar los embarazos no planeados y las infecciones de transmisión sexual, sino que también capacita a las personas para defenderse a sí mismas. También inculca valores de respeto, consentimiento e igualdad para todos, incluidos los niños, adolescentes y los hombres jóvenes, los cuales son fundamentales para convertir la autonomía corporal en una realidad.
Uno de los países de la región líder en EIS es Argentina, que en 2017 puso en marcha el Plan nacional de prevención del embarazo no intencional en adolescentes. Un reporte de la consultora Julia Frenkel revela que un año después de haberse comenzado a implementar el plan en 12 provincias del país, se registraron 6 mil 961 nacimientos menos que en 2017 en chicas menores de 19 años, incluidos 143 casos menos de niñas menores de 15 años. En ese año, 94 mil 79 de los nacimientos fueron de adolescentes menores de 20 años y 2 mil 493, de niñas menores de 15.
El 9 de diciembre de 2020, FLACSO Argentina lanzó la iniciativa “Pausa. Vamos de nuevo”, que ofrece materiales de EIS para adolescentes de 13 a 18 años, docentes y familias de la región latinoamericana. Este proyecto, que es apoyado por el Unfpa se enmarca en la Iniciativa de Inversión en Adolescencia y Juventud, 165 Millones de Razones: un llamado a la acción dirigido a movilizar, amplificar y coordinar esfuerzos a favor de las generaciones presentes y futuras, así como en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Los recursos disponibles, que están en diferentes formatos (audiovisuales, guía didáctica, acceso a otros recursos) y son accesibles e inclusivos, buscan facilitar el diálogo y promover una educación integral de la sexualidad de calidad, empoderando a las y los adolescentes para tomar decisiones conscientes y críticas sobre su sexualidad.
Nos anima un conservadurismo ciego; sin embargo, promovemos la vulgaridad y la incultura. Negamos a las mujeres el derecho a su cuerpo, resistimos a la educación sexual en las escuelas y nos doblegamos frente al poder de las iglesias.
Todos y todas, al igual que el presidente de la República, estamos indignados por la muerte de la joven pareja cristiana de manos de la Policía. Indignados, pero no sorprendidos. La que nos mueve hoy es la misma vieja indignación que sentimos desde hace decenios frente a la violencia endémica de nuestro país y a la interminable lista de atropellos y desacatos de las autoridades encargadas de velar por nuestra seguridad.
Frente a estas situaciones, que son eslabones de una larga cadena de desafueros, cada presidente ha tenido su librito. El presidente Balaguer removía la mata como si la esencia misma de su gobierno fuera ajena a las arbitrariedades de la época.
A partir de 2005, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) desarrolló el Plan Nacional de Seguridad Democrática con su gran apuesta Barrio Seguro. Para la ocasión se trajo una moderna y carísima flotilla de motores Harley Davidson para patrullar en sectores de vías angostas.
La incoherente respuesta no funcionó. La vigilancia barrial siguió con motores tradicionales conocidos como “saltamontes”. De acuerdo a las estadísticas, durante el periodo 2004 a 2012 la tasa de violencia fue más alta que en los demás años.
En 2013 el presidente Danilo Medina puso en marcha el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, con el componente de prevención Vivir Tranquilo, y en 2018 se creó la Comisión Nacional de Seguridad Interior con la tarea de crear la estrategia nacional de seguridad ciudadana, que no se implementó.
En el pasado proceso electoral la seguridad ciudadana fue una de las grandes promesas de campaña. Se insistió en el mejoramiento de las condiciones salariales de los agentes y en el entrenamiento del cuerpo policial.
Hace poco se anunció la primera fase de la Estrategia Integral de Seguridad Ciudadana. Según lo dado a conocer el plan se concentrará en la política criminal, la seguridad ciudadana y la seguridad nacional.
Como medidas de impacto se informó que se comprarían armas detentadas ilegalmente por particulares, se obligaría a los motoristas a llevar chalecos numerados, se reforzaría la lucha contra la violencia intrafamiliar y se crearía una “nueva cultura policial”.
Me da la impresión que el ciudadano de a pie no le ha prestado mucha atención al nuevo plan. Siento que, después de tantas decepciones, se extiende el escepticismo: la gente se siente chiva con cualquier nuevo anuncio o intento de modernización de la Policía. Lo que el pueblo conoce y vive es la ratería, la violencia intrafamiliar, la violencia de la calle, la violencia de la Policía y la violencia de la pobreza.
Los planes de seguridad ciudadana ambiciosos, integrales, multisectoriales van y vienen, tienen aspectos que funcionan mejor que otros. Incluso se ha tratado de aplicar planes que han funcionado bien en otros países y que, sin embargo, aquí han chocado contra la pared de nuestra realidad y la larga cadena de corrupción y atropellos policiales.
Ni la modernización del modo de vida de amplios sectores de la población, ni el desarrollo turístico, ni los cambios de gobierno han podido poner un freno a una violencia estructural soterrada y endémica, consustancial a la sociedad dominicana de la cual nuestra policía es solamente un reflejo.
La institución policial está hecha a la imagen y semejanza de nuestra sociedad, una sociedad cada vez más fraccionada entre los de arriba y los de abajo.
Es una institución piramidal: los altos mandos se hacen rápidamente millonarios, les siguen los del medio que entran en un sistema de peajes estimulados por los de arriba, que reciben su tajada, y por los mismos ciudadanos que mojan para poder seguir con las actividades delictivas con las que compensan salarios paupérrimos, o simplemente para que los dejen tranquilos.
Abajo,encontramos los recién reclutados,muchas veces con un escaso nivel de instrucción,entrados en las filas de la institución sin filtros reales, muchos de ellos víctimas de la violencia intrafamiliar, provenientes de familias disfuncionalessin modelos de referencia positivo,perode repente dotados de un arma y a quienesse les pide mano dura en contra del crimen.
En todo conglomerado humano hay un sistema de dominación social y política que tiende a reproducirse y se expresa en todos los aspectos de la vida social. Quizás valga la imagen del sancocho para ilustrar la República Dominicana de hoy que se compone de una mezcla de elementos variados imbricados unos con otros.
Estamos montados en el tren de la modernidad y de la virtualidad, hablándole un lenguaje del siglo XXI a una población que maneja un escaso vocabulario. Hablamos de empleos de calidad con una lógica económica basada en los bajos salarios.
Nos anima un conservadurismo ciego; sin embargo, promovemos la vulgaridad y la incultura. Negamos a las mujeres el derecho a su cuerpo, resistimos a la educacion sexual en las escuelas y nos doblegamos frente al poder de las iglesias. No podemos, en la era de la comunicación, predicar la modernidad por un lado y actuar con formas propias del paleolítico por el otro.
Debemos preguntarnos si no es nuestra organización social la que genera las formas de delito que nos indignan. Las diversas redes de tráfico son hoy en día fuentes de enriquecimiento para muchos, hay sectores de poder que las protegen y en ellas participan oficiales y agentes que están supuestos a combatir el delito.
El presidente pidió perdón públicamente y el ministro de Interior y Policía fue personalmente a darles el pésame a los familiares de las víctimas de Villa Altagracia. Estos gestos, como las sanciones, tienen mucho valor. Pero lo fundamental es ir a las raíces del patrón de abusos de la autoridad pública.
De la misma manera que hay que hacer hincapié en la selección y el entrenamiento de los oficiales y agentes del orden público y en la dignificación de su trabajo,hayque dedicar cuantiosos recursosen la prevención de la violencia social y en la salud psicoemocional de nuestra gente.Entre ella,las fuerzas del orden que salen de las mismas entrañas del pueblodeben estar en la primera fila y másen tiempo de pandemia que exacerba los conflictos.
Para esto último hay que actuar en la sociedad como conjunto. No podremos cambiar la Policía si no cambiamos la sociedad al mismo tiempo, superando sus injusticias más lacerantes, su corrupción y sus abusos más significativos.
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Fuente: https://www.latercera.com/la-tercera-sabado/noticia/moninne-griffith-activista-irlandesa-por-los-derechos-de-la-comunidad-lgtbi-todavia-hay-enormes-niveles-de-intimidacion-hacia-las-personas-lgtbi-en-irlanda/KM2GHK5BSVGTBBY6ZXZIPSSKM4/