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Filipinas: El país donde tener sexo con niños de 12 años es legal (y sus esfuerzos por cambiarlo lo antes posible)

Los niños de 12 años recién viven la pubertad, sus genitales están inmaduros y su cerebro todavía no entiende las implicaciones de una relación sexual.

Pero durante décadas en Filipinas ha sido legal que los adultos se acuesten con niños de esa edad.

Este país del sudeste asiático tiene una de las edades consentimiento sexual más bajas del mundo, aunque las comparaciones pueden ser confusas debido a las diversas legislaciones de cada país.

Expertos consultados por BBC Mundo afirman que la baja edad de consentimiento sexual en Filipinas es una amenaza para la salud infantil y que contribuye a que también sufra altas tasas de abuso, violencia y explotación sexual de niños.

La controvertida ley aún vigente, que data desde los años 30, dificulta definir qué es violación y qué no; y permite que pederastas y violadores esquiven con frecuencia el castigo de la ley, aseguran especialistas.

Niños en Filipinas.
Pie de foto, La baja edad de consentimiento sexual en Filipinas es una amenaza para la salud infantil y contribuye a que el país asiático también sufra altas tasas de abuso, violencia y explotación sexual de niños.

Sin embargo, las cosas podrían estar muy cerca de cambiar.

A fines de 2020, el Congreso de Filipinas, tras décadas de campaña de organizaciones defensoras de los derechos del niño, aprobó por amplia mayoría aumentar hasta 16 años la edad de consentimiento sexual, también conocida como ley de violación estatutaria.

La reforma aún debe recibir la aprobación del Senado y la ratificación del presidente Rodrigo Duterte para convertirse en ley. Es el paso que muchos esperan que acabe con décadas de desprotección infantil.

Arraigo cultural centenario

En el mundo, las edades de consentimiento sexual oscilan entre los 11 y 18 años, aunque quedan relativamente pocos países que mantengan este índice por debajo de los 14 o 15 años.

Muchos de estos países se concentran en Sudamérica y Asia, y, en el caso de Filipinas, los expertos lo justifican en el arraigo cultural y religioso de códigos penales influenciados por siglos de colonización española, finalizada en 1898.

Procesión católica en Filipinas.
Pie de foto, El código penal filipino aún está influenciado por el arraigo religioso vigente desde tiempos de la colonización española.

«Cuando en Filipinas se estableció la edad de consentimiento sexual a los 12 años en la década de 1930, aún estábamos muy marcados por los tres siglos de dominio español, con todas las herencias culturales que eso significa», explica a BBC Mundo la doctora Bernadette Madrid, directora de la Unidad de Protección Infantil de la Universidad de Manila, Filipinas.

Hasta 2015, la edad de consentimiento sexual en España estaba situada en los 13 años, de las más bajas de la Unión Europea. Actualmente está definida en 16.

Inmadurez psíquica y física

«La violación estatutaria es un delito que involucra el contacto sexual entre un adulto y un menor a la edad especificada por la ley. Con cierta edad, un menor no puede dar su consentimiento al sexo porque carece de la madurez necesaria para tomar una decisión consciente sobre ello», explica a BBC Mundo Patrizia Benvenuti, directora de Protección Infantil en Unicef Filipinas.

Básicamente significa que cualquiera que tenga contacto sexual con un menor de 12 años en Filipinas no tiene que responder ante la ley si el menor afirma que la relación fue consentida.

Campaña en contra de la ley de violación estatutaria.
Pie de foto, Durante décadas, distintas organizaciones han hecho campaña para que se proteja más a los niños en Filipinas.

«Esto es muy problemático. La parte racional del cerebro de una persona no se desarrolla completamente hasta los 25 años. Hay amplia evidencia sobre ello. Por lo tanto, decir sí a una relación sexual con 12 años no es consistente con los estudios científicos sobre el desarrollo del cerebro y la madurez física y emocional», agrega la experta.

«A los 12 años, los genitales de una niña están inmaduros. Cualquier relación sexual a esa edad les expone a más posibilidades de contraer enfermedades de transmisión sexual, infecciones y desarrollar cáncer de cuello uterino. Un embarazo a esa edad tampoco es seguro y pone en riesgo tanto a la madre como al bebé», amplía Madrid.

Además, ambas expertas coinciden, a esa edad es muy fácil ser manipulado por alguien mucho mayor.

Prisa por aprobar la ley

Benevenuti dice que aprobar esta ley es vital porque protege a los niños de zonas en desventaja social, más propensos a la actividad sexual con adultos a cambio de bienes y favores.

Además, protegería a los niños de las consecuencias de la actividad sexual prematura y de la alta tasa de embarazos no deseados o precoces, una causa primaria en el abandono escolar adolescente.

«Y, por supuesto, castigaría a los adultos que se aprovechan de los menores», dice Benvenuti.

Personas haciendo campaña en favor de una mayor protección de niños en Filipinas.
Pie de foto, Las esperanzas de muchos filipinos están depositadas en que el Senado convierta la propuesta en ley cuanto antes.

En Filipinas, uno de cada cinco niños entre 13 y 17 años ha sufrido violencia sexual y esta tendencia afecta a hembras y varones, según un estudio de Unicef en 2015.

Es por ello que la propuesta también recoge protección igualitaria tanto a niños como niñas en casos de violación, algo que no incluye la ley actual.

Filipinas también figura entre los países con mayor producción y distribución de material pornográfico infantil.

Unicef estima que la baja edad de violación estatutaria es causa primaria de que estos índices de abuso infantil sean tan altos.

Cambio de mentalidad

Muchos filipinos, como Madrid, esperaban que la reforma se aprobara de forma exprés en el Senado después de que el Congreso diera el visto bueno el 1 de diciembre de 2020 por 207 votos a favor y 3 en contra.

«Pero ahora parece que el proceso va más lento. Me preocupa que, si sigue tardando, la iniciativa quede relegada por otras prioridades de la agenda política», dice la experta.

Los promotores de la nueva ley llevaban varios años intentando que se debatiera en el Congreso, pero no fue hasta hace unos meses que los congresistas actuales se sentaron a discutirla y aprobarla.

Padre junto su hija durante una campaña defensora de los derechos del niño en Filipinas.
Pie de foto, «Al margen de la ley, este país necesita un programa de educación sexual más completo».

«Algunos de los congresistas tienen hijas de 12 años y, por tanto, tienen la empatía suficiente para comprender que una niña de 12 años no está preparada para tener sexo», explica Madrid.

La doctora reconoce que, a pesar de la mayor promoción institucional de la ley, existen «pedófilos» que se han manifestado en contra y desafían la iniciativa dejando comentarios críticos en el sitio web de la Unidad de Protección Infantil.

«Muchos nos dicen que las adolescentes de 12 años deberían ser libres de decidir por sí mismas si quieren tener sexo o no. Al margen de la ley, este país necesita un programa de educación sexual más completo«, opina la especialista.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-55720966

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Escaso acceso a métodos anticonceptivos en Venezuela vulnera los derechos sexuales

Promover una educación sexual, más allá de conocer el aparato reproductor femenino y masculino, es parte de la deuda del Estado. La escasez y altos precios de métodos anticonceptivos inciden en el alto índice de embarazos adolescentes, así como infecciones de transmisión sexual.

Un estudio de la Asociación Civil Convite, en alianza con otras ONG, indica que en Venezuela existe 52 % de escasez de métodos anticonceptivos orales, con mayor afectación en Puerto Ordaz, San Carlos y el Área Metropolitana de Caracas. En cuanto al preservativo masculino, la escasez es de 22 %.

La abogada y defensora de derechos humanos, Eumelis Moya, destacó que la educación sexual va mucho más allá de conocer sobre el aparato reproductivo femenino y masculino. Y los derechos sexuales implican políticas públicas por parte del Estado, que garanticen el acceso a métodos de anticoncepción y educación sobre infecciones de transmisión sexual.

El problema de los métodos anticonceptivos no es solo de escasez. Un blíster de pastillas anticonceptivas cuesta entre 10 y 20 dólares, precios que no pueden cubrir mujeres de bajos o medianos recursos.

El estudio de Convite señaló que los casos más alarmantes de escasez se registraron en disponibilidad de: parches (90 %), aros vaginales (92 %), dispositivos intrauterinos (91 %) y anticonceptivos inyectables (90 %).

30 % de las mujeres consultadas hasta noviembre de 2020 manifestaron que no usan ningún método anticonceptivo. 21 % usa preservativos, 15,21 % opta por las pastillas, y 25 % de las que usa algún método dijo estar esterilizada.

Por otra parte, 23,47 % de las encuestadas dijo no tener ningún tipo de información sobre infecciones de transmisión sexual y cómo protegerse. 16,53 % tiene información, pero no se protege.

De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, Venezuela tiene la tasa más alta de embarazos en adolescentes en toda la región de América. Uno de cada cuatro bebés nace de madres adolescentes. De hecho, hasta 2018 cuando se obtuvo información oficial, el municipio Caroní en el estado Bolívar lideró el índice de embarazo precoz en el país.

Escaso acceso a métodos anticonceptivos en Venezuela vulnera los derechos sexuales
Puerto Ordaz es una de las ciudades afectadas por la escasez de métodos anticonceptivos. Fuente: Convite
Corresponsabilidad social

Para Moya, «el problema con los derechos sexuales de las personas es mucho más complejo e implica un tema de responsabilidad, tanto de las personas como del Estado. Hay un tema de corresponsabilidad social que empieza y parte de la educación. La única manera de que los derechos sexuales puedan ser exigidos es que las personas conozcan que hay derechos sexuales y cuáles son».

Aclaró que los derechos sexuales van mucho más allá del tema de las relaciones.

Ciertamente, el Estado ha gestado algunas políticas, como las jornadas de esterilización, colocación del dispositivo intrauterino o inyección. Sin embargo, me detendría a preguntar si la persona conoce cuáles son las diferencias, los beneficios y las consecuencias de utilizar un método y otro. Eso es educación en materia sexual, y es derecho sexual», puntualizó.

Escaso acceso a métodos anticonceptivos en Venezuela vulnera los derechos sexuales
Venezuela tienen uno de los mayores índices de embarazos precoz. Fuente: Convite
Prevención de enfermedades

Moya considera también que el tema de la educación sexual debe ir más allá de los dogmas, porque cada corriente tendrá una visión distinta según sus creencias. Asimismo, uno de los escollos a superar es que repose en la mujer la responsabilidad de prevenir un embarazo.

«Cuando tú reposas en ella esa responsabilidad, lo circunscribes a eso y nos obviamos la parte de que el condón no es solamente para prevenir embarazos, es para prevenir enfermedades. Puedo estar tomando pastillas anticonceptivas y no salgo embarazada, pero me puedo contagiar de VIH, de papiloma. Y es que la gente no sabe, hay una distorsión, y los hombres se ofenden cuando la mujer adquiere el VPH porque es clínica manifiesta en las mujeres mas no en el hombre, pero el portador es el hombre».

Hay tanto hombres como mujeres que desconocen que los síntomas de infecciones como el virus de papiloma humano pueden ser una manifestación final. En cambio, estando asintomática puede contagiar a otra persona. Lo mismo ocurre con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y el sida.

«Los derechos sexuales de las personas no deberían verse como una cosa de métodos y prevención. El Estado tiene que gestar desde las escuelas, las familias, un tema de formación en educación sexual. No es solo el aparato reproductor, es generar material informativo, entendible y comprensible para todos los niveles, desde el que más ha estudiado como el que menos ha estudiado», reiteró Moya.

A su vez, considera importante gestar un tema cultural y endosar al hombre un poco más de responsabilidad en la prevención de embarazos y enfermedades de transmisión sexual.

Ausencia de jornadas anticonceptivas

La legalización del aborto en Argentina encendió aún más el debate de quienes están a favor y en contra de la interrupción de un embarazo. Sin embargo, las discusiones poco se centran en exigir al Estado garantías de acceso a los métodos anticonceptivos, así como una educación sexual de calidad.

En Ciudad Guayana, por ejemplo, la última vez que se promovieron jornadas de métodos anticonceptivos de esterilización fue en 2019. Ese año se hicieron dos fases, una en julio y otra en septiembre.

Se basó en la aplicación de anticonceptivos inyectables, para mujeres que presentaran prueba de embarazo negativa o estuvieran en su período de menstruación. Este método solo brinda protección de uno a tres meses, según la marca del inyectable.

Sobre un plan de esterilización, el último en Ciudad Guayana fue en agosto de 2018, como parte del programa Mujer, Vida y Futuro.

Fuente: https://cronica.uno/escaso-acceso-a-metodos-anticonceptivos-en-venezuela-vulnera-los-derechos-sexuales/

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Callejón sin salida

Por: Tahira Vargas García

Los hombres y jóvenes que embarazan tienen una cuota de responsabilidad, pero son invisibles dentro de estos factores causales, su participación en embarazar sin medir consecuencias es significativa.

El embarazo en la adolescencia es un fenómeno frecuente en nuestro país. El fenómeno tiene dos tendencias dentro de la adolescencia según los estudios cualitativos y cuantitativos realizados en los últimos 10 años, (CONAPOFA 2008, PROFAMILIA-CENISMI 2011), estas tendencias son embarazos deseados y embarazos no-deseados. Dentro de los embarazos no-deseados encontramos diversos perfiles de adolescentes que se embarazan por diferentes causas entre las cuales se encuentran:

a-Presencia de relaciones sexuales espontaneas no-planificadas.

b-Falta de información y orientación.

c-Poca continuidad y sistematicidad en el uso de métodos anticonceptivos.

d-Violaciones sexuales

e-Incestos

Vemos que hay una diversidad de causas de embarazos no-deseados desde la perspectiva de las adolescentes. Los hombres y jóvenes que embarazan tienen una cuota de responsabilidad, pero son invisibles dentro de estos factores causales, su participación en embarazar sin medir consecuencias es significativa.

En los estudios realizados se muestra que las adolescentes que se embarazan sin desear ni planificarlo sufren en muchos casos el rechazo y la presión social en sus familias, centros educativos, parejas, grupos de pares y sociedad en general.

Nuestra sociedad maneja el embarazo en adolescente en una forma ambigua y contradictoria. Las familias, centros educativos y entorno social las juzga, las expulsan de los centros educativos porque están embarazadas y se desesperan. No pueden interrumpir el embarazo porque la sociedad no lo permite, es ilegal, si continúan con el embarazo sufren la expulsión de los centros educativos, el aislamiento, discriminación y exclusión en sus familias y en su contexto social.

Cuando la niña o adolescente sufre una violación sexual, el silencio es mayor y con ello los riesgos. Quedar embarazada se convierte en un doble trauma en el que se combina la condena social por ser adolescente embarazada y el riesgo de mantener una relación continua con su agresor al convertirse este en padre. El miedo a informarle a la familia el abuso y sufrir el peso del estigma las lleva a búsqueda de alternativas clandestinas y riesgosas de aborto. La desesperación y la depresión las arropan y buscan incansablemente salidas en las que no hay puertas sino muros. Las búsquedas de remedios combinados para provocarse el aborto en forma clandestina son múltiples en las que se combinan raíces y hojas de diversa índole, ingesta de tres pasitos, tirarse por la escalera, introducirse una percha o un objeto punzante, pedirle a una amiga que se le tire encima y muchas otras prácticas agresivas que las llevan muchas veces a desangrarse sin contar con atención médica oportuna y de emergencia.

Como sociedad no le damos alternativas a las adolescentes y jóvenes, le cerramos las puertas y solo nos dedicamos a condenar y reprimir. No se ofrece una educación sexual que empodere a las y los adolescentes en sus derechos sexuales y reproductivos y se les niega a las adolescentes servicios de salud integral cuando inician un proceso de aborto clandestino. La condena total al aborto que se ha mantenido a través de la historia solo provoca más desesperación, clandestinidad, riesgos y muerte. ¿Hasta cuándo seguiremos empujando a las niñas y adolescentes abusadas a un callejón sin salida?

Fuente: https://acento.com.do/opinion/callejon-sin-salida-2-8903498.html

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Argentina se prepara para la promulgación de la Ley del aborto

En un hecho histórico para el país suramericano, Argentina se convierte en el sexto de América Latina y el Caribe en despenalizar el aborto.

Este jueves a partir de las 18H00 hora local Argentina, se espera la promulgación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) a manos del presidente del país, Alberto Fernández, tras ser aprobada el pasado 30 de diciembre en el Congreso.

El acto, a realizarse en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada en Buenos Aires, pretende ser una ceremonia que enarbole la lucha histórica de las mujeres en el país, y que pondrá fin a una legislación vigente desde 1921 con la que se criminalizó a miles de personas por interrumpir embarazos no deseados.

Además de la ley del aborto, también será promulgada la ley de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante la gestación y la Primera Infancia, conocida como el Plan de los mil días, que busca acompañar de forma integral a las mujeres gestantes durante los nueve meses y luego en la primera infancia de los nacidos.

Las normativas aprobadas que dan paso a la atención sanitaria segura y gratuita bajo el sistema público, estará acompañada de una serie de estrategias educativas anunciadas recientemente en su desarrollo por la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, quien asegura se realiza un trabajo conjunto con «organizaciones de la sociedad civil».

 

La promulgación de estas leyes bajo la afirmación del presidente Fernández, quien asegura será sin restricciones, contará con 14 días para ser publicado en el Boletín Oficial y luego, ocho días corridos después de su publicación, quedará vigente en todo el territorio nacional, siendo a partir de ese momento un derecho el acceso a esta práctica.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/argentina-promulgacion-ley-aborto-alberto-fernandez-20210114-0009.html

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Absentismo y menstruación: un problema mundial

Por: Sofía García-

El absentismo escolar es un problema a nivel mundial que se ha agravado debido a las condiciones impuestas por la pandemia. Pero antes del surgimiento de esta crisis de salud global, existía otra, siempre presente pero menos notoria, afectando a aproximadamente la mitad de la población escolar mundial.


 Una de las mayores causas de absentismo en las alumnas que ya han alcanzado la pubertad es el ciclo menstrual. En 2017, se reportó un absentismo del 41 % en las niñas entre 11 a 17 años en Bangladesh, la India alcanzó el 24 % en el mismo rango de edad. En Latinoamérica, UNICEF México informó que el 43 % de las alumnas con periodo menstrual prefieren no ir a la escuela durante su ciclo.

“Si una de ellas decide faltar uno o dos días por mes, eso se acumula al final del año en un rezago educativo. Y el tema de higiene menstrual está concatenado a muchas otras cosas, que hacen que las niñas en secundaria y media superior decidan dejar la escuela”, explica Paola Gómez, Oficial Nacional de Educación en UNICEF México, sobre la problemática presente para el porcentaje del alumnado que expresa sus problemas con asistir a la escuela durante su periodo.

¿Por qué presentarse a clases durante el periodo representa una dificultad mayor que otro tipo de situaciones como algún malestar estomacal, un resfriado o una jaqueca? La complicación no estriba solamente en los síntomas del Síndrome Premenstrual, sino en la falta de recursos tanto en las instalaciones, como en la estructura educacional para mantener la calidad de la experiencia educativa de las alumnas durante su menstruación.

Sin recursos ni logística

El obstáculo más grande para la integración de las alumnas a la experiencia educativa durante sus ciclos menstruales es la falta de recursos de higiene menstrual tanto a nivel personal como en las instalaciones de la escuelas.

El aspecto social y económico es crucial no solo para obtener el derecho al transcurrir de un periodo digno, sino del acceso a la educación con o sin periodo. En países como la India el factor costumbre y la creencia de que procesos biológicos como la menstruación vuelven a una mujer un “ser impuro” pesan mucho y son un lastre para el desarrollo integral e igualitario de la mujer.

“Si ya hay niñas que menstrúan a los 9 años, la educación menstrual debe empezar entre los 3 y 4 años”.

En varias regiones de África las niñas no cuentan con acceso a toallas sanitarias ni formas de desecharlas o limpiarlas en caso de que nos sean desechables. En México, 23 % de las escuelas no cuentan con agua potable, un problema que afecta no solamente la logística de la higiene menstrual para las alumnas, sino que complica sobremanera la higiene general de toda la población de las escuelas mexicanas.

Este problema no es exclusivo de los países o regiones en vías de desarrollo. En Inglaterra, 1 de cada 10 familias no puede costear productos de higiene menstrual para sus hijas, en Estados Unidos y Alemania, los productos de higiene menstrual no se consideran objetos de requerimiento básico y se gravan como artículos de necesidad secundaria o de lujo.

No existe una base cultural ni económica para considerar los periodos como parte de la vida diaria de las mujeres en edad de estudiar o trabajar, las carencias de logística que esto genera separa a millones de niñas y mujeres del acceso a la educación y de una experiencia educativa de calidad.

Sin la educación pertinente

En terreno educativo todavía no existe un rubro que ayude a familiarizar a las alumnas con la experiencia del ciclo menstrual y cómo puede impactar su experiencia educativa, las instancias educativas de salud femenina para los hombres son todavía más escasas. El entendimiento de los hombres acerca del ciclo menstrual rara vez es superior al de las nociones básicas del proceso biológico.

La educación sexual y de salud en las escuelas está diseñada para codificar la menstruación ya sea solamente como la ausencia de un embarazo, la razón por la que las mujeres sufren de malestar físico o de desequilibrios emocionales u hormonales.

“Crecemos teniéndole asco a la menstruación. Pensando que es algo que hay que esconder” .

La conversación acerca de la menstruación, inclusive dentro de las escuelas, casi siempre es segregado, en un tiempo-espacio alienado del resto de la intención educativa y lejos de los oídos de estudiantes y docentes varones. A las alumnas mujeres se les enseña sobre la menstruación en función de aprender a gestionarla en silencio y fuera de su faceta como estudiante, o como miembro del mercado de trabajo.

“Crecemos teniéndole asco a la menstruación. Pensando que es algo que hay que esconder”, afirma Johana Karis Molina Ortiz, trabajadora social y experta en educación para la salud menstrual. Molina explica que una de las carencias más notorias de la educación para la salud y la educación sexual en las escuelas, es que la enseñanza sobre el tema de la menstruación está completamente desprovisto de su dimensión social, política y económica. No cuestiona los prejuicios ni los tabúes ligados a la menstruación, ni prepara a las alumnas a sobrellevar el impacto psicológico de estos juicios sociales sobre sus cuerpos y sus procesos biológicos.

Tampoco hay guías de visibilización para alumnos transgénero que también experimentan el ciclo menstrual. Añadiendo un peldaño más al conjunto de dificultades que enfrenta el estudiantado no heteronormado. Todo esto constituye un conjunto de condiciones inherentemente hostiles para cualquier estudiante con un cuerpo que menstrue. ¿Cómo empezar a dimensionar soluciones en este terreno?

La necesidad de una educación con perspectiva de género

Una de las trabas más determinantes para asegurar una experiencia educativa de equidad es la resistencia a integrar una perspectiva de género a la educación sexual. Si maestros y personal educativo se limitan únicamente a describir procesos biológicos, los alumnas quedan desprovistas de información importante acerca de cómo la visión social sobre la menstruación va afectar sus experiencias y oportunidades el resto de su vida, especialmente cuando se excluye a los hombres de estos aprendizajes.

El momento en el que se tratan estos temas en el aula también juega en contra, para cuando el currículo de educación sexual o educación para la salud toca el tema de la menstruación, muchas alumnas ya experimentaron su menarquía, y tanto niñas como varones, van años tarde para desarrollar habilidades sociales y de inteligencia emocional como para asimilar las implicaciones de lo que sucede con sus compañeras mujeres. El impacto sobre las alumnas que no están listas para procesar su menarquia es tan importante que puede también influir el tiempo que permanecen dentro del sistema educativo.

Yarimar Rosa Rodríguez, psicóloga clínica y autora de la investigación “Menstruamos: Experiencias, actitudes y creencias en América Latina”, sostiene una perspectiva polémica pero interesante acerca de cuándo debe comenzarse la tarea de la educación menstrual. “Si ya hay niñas que menstrúan a los 9 años, la educación menstrual debe empezar entre los 3 y 4 años”.

De acuerdo con la también doctora en Filosofía, este tiempo es instrumental para romper los esquemas educativos que eliminan la experiencia de las personas con cuerpos menstruantes de la educación sexual o para la salud, educando en base a la conversación y la integración de todos los aspectos de la vida de los estudiantes, incluyendo aquellos cuyos tabúes y mitos sociales separan a la mitad de la población en edad escolar del acceso a la educación.

Una conciencia social y política con respecto a la necesidad de recursos para la higiene menstrual también es de gran ayuda. Al inicio de este año, Reino Unido finalmente retiró el impuesto que gravaba los productos de higiene menstrual como artículo de lujo y Escocia dió un paso más allá al convertirse en el primer país en el mundo en instituir que estos productos son un derecho básico y que deben ser provistos por el estado a cualquiera que los necesite.

Estas iniciativas son esenciales para  instaurar la práctica social de un periodo digno, también son una gran ayuda para la disminución de la pobreza extrema que ataca con más incidencia a las mujeres, y eliminar el subsector de la pobreza que inhabilita a las personas que menstrúan a asegurarse un periodo digno.

¿Piensas que las instancias de educación menstrual son necesarias en las escuelas? ¿Has notado un desbalance en la experiencia educativa de tus alumnas por la falta de este recursos o de una logística que sea más amigable para las necesidades de la población femenina estudiantil? ¿Crees que esto también impacta no solo en sus oportunidades educativas sino laborales a largo plazo? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/absentismo-menstruacion

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Informe: El incremento de abortos pone en evidencia la necesidad de más educación sexual y mejor acceso a anticonceptivos en España

El año pasado se produjo un incremento de las interrupciones voluntarias de embarazo de un 3,37%, situando la tasa en 11,53 por cada mil mujeres. Una subida que, si bien las expertas no consideran alarmante, exige por parte del Estado más y mejor educación y acceso a métodos de última generación.

El incremento de 3.230 abortos en 2019 en comparación con el año anterior (se pasa de 95.917 interrupciones a 99.149) no es dato alarmante, pero sí un indicador que parece consolidar una tendencia y que hace preciso tomar algunas medidas. Así lo explican algunas expertas en salud sexual y reproductiva.

Según los últimos datos del informe Interrupción voluntaria del embarazo 2019, dado a conocer este martes por el Ministerio de Sanidad, la tasa de abortos durante el año pasado se situó en 11,53 por cada 1.000 mujeres de 15 a 45 años, frente al 11,12 del año anterior.

La tendencia a la baja en el número de abortos iniciada en el año 2012, parece haber comenzado a invertirse ligeramente en los dos últimos años. Si en 2012 el número de abortos fue de 12,12 por cada mil mujeres, su cifra fue en descenso en los siguientes cinco años, hasta situarse en 2017 en 10,51 casos cada mil. En 2018 se produjo un pequeño incremento (11,12), tendencia que vuelve a suceder en 2019, situando la cifra por cada mil mujeres en 11.53.

Sin embargo, diversas expertas afirman a Público que la variación es muy leve e insignificante, por lo que no tiene que preocupar, aunque sí se hace necesario volver a resaltar que la disminución en el número de interrupciones voluntarias de embarazo descansa en dos pilares básicos: la educación afectivo-sexual y el acceso a los métodos anticonceptivos de forma universal y a los de última generación. Más que preocupadas por las cifras de incrementos, diversas expertas consultadas resaltan que es importante mirar en detalle algunos datos, que nos dan algunas lecturas buenas y otras no tan buenas que es necesario corregir.

Aborto temprano

Entre los buenos datos a tener en cuenta figura el hecho de que cada año la interrupción voluntaria del embarazo se realiza de forma más temprana. En 2019 casi el 71% de las mujeres abortaron a las ocho semanas o antes. Otro 23,6% lo hizo entre la novena y la 14. Es decir, que más del 94% de las mujeres que abortaron lo hicieron antes de la semana 14.

«Estamos en una tendencia de continuidad. Es verdad que ha habido un leve aumento en los últimos años, pero estamos hablando de unas 3.000 mujeres con respecto a años anteriores y es difícil buscar la causa. Pero lo que tenemos que tener en cuenta es que desde el año 2011, hemos bajado la cifra en unos 20.000 abortos. Cuantos menos se hagan mejor, pero estamos en una normalidad. La evolución mirada de formal amplia es muy positiva. Si en 2011, cuando comenzó a aplicarse la ley, el 65% de las mujeres abortaban antes de las ocho semanas, en 2019 este porcentaje se incrementó hasta el 71%», explica Isabel Serrano, ginecóloga de la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE).

Desde la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI) destacan, también, que el 90% de las mujeres manifiestan que lo hacen por voluntad propia «, lo que pone de manifiesto la madurez y la libertad con la que toman su decisión».

Para algunas expertas como Silvia Adalvert, coordinadora de la Associació de Drets Sexuals i Reproductius, es muy importante destacar que nuestro país sigue por debajo de los 100.000 abortos anuales, «una cifra que se superaba antes del años 2013, pero que a partir de ese momento comenzó a bajar. Esta experta afirma que si bien en los últimos dos años parece haber un repunte, éste es leve y no que ese dato no debería preocupar».

Disparidad entre comunidades

Pero no todos son interpretaciones positivas de los datos y del estudio. Uno de los principales problemas que manifiestan todas las expertas es la existencia de grandes disparidades que tienen las mujeres de las distintas comunidades y territorios al acceso al aborto y a los métodos anticonceptivos.

Si nos atenemos a los datos aportados por las diferentes comunidades autónomas, la tasa más alta de abortos la registró Catalunya, que en 2019 fue de 14,32 por cada mil mujeres, seguida de Baleares (13.8) y Asturias y Madrid con 13 por cada mil mujeres. Por el contrario, las que tuvieron índices más bajos fueron La Rioja (6,18 por mil), Extremadura (6,43) y Galicia con 6,41.

Pero una lectura más detallada de los datos hace aflorar otros que pueden quedar ocultos. Un ejemplo de esta disparidad es el hecho de que cinco comunidades autónomas no han realizado ningún aborto en hospitales o centros públicos. Ningún centro sanitario público de Madrid, la Región de Murcia, Extremadura, Castilla la Mancha y Aragón ha realizado a lo largo de 2019 ningún aborto.

«Las mujeres que no han podido abortar en hospitales o centros públicos en estas comunidades suman unas 26.770. Es decir, prácticamente un tercio de todas las que han abortado en España durante el 2019«, afirma Serrano. Es dramático. Esto no significa que no tengan acceso a los centros concertados con el Estado, que hacen una magnífica labor. Pero entre ese 30% que no ha podido hacerlo en el sistema Público de Salud hay algunas mujeres que debían abortar por enfermedades graves o por malformaciones del feto. Cundo se las manda a la privada se las está sacando de su círculo de diagnóstico, de su obstetra, de su matrona…», añade Serrano.

Según el informe de Sanidad, en 2019 el 14% de los abortos se realizaron en centros públicos, tanto en hospitales (6,2%) como en otros centros extrahospitalarios de titularidad pública (8,1%). El resto, el 86%, se realizaron en centros privados, concertados con el Estado. No es un dato positiva para muchas de las consultadas, pero, tal como explica Serrano, algo hemos avanzado en la última década. Esta ginecóloga recuerda que en 2011, solo el 3% de los abortos se realizaban en centros públicos y que el otro 97% en clínicas acreditadas concertadas.

Esta ginecóloga propone un ejercicio mental: «imaginemos que al 30% de la población española que padece una dolencia o una enfermedad se las obliga a ir a un centro privado. ¿Qué pasaría?».

Casi 40 de cada 100 mujeres que han abortado en 2019 afirman no haber usado métodos anticonceptivos

Otro dato altamente preocupante que arroja el estudio mirado entre líneas, es el hecho de que «el 38%, es decir casi 40 de cada 100 mujeres que han abortado afirman no haber utilizado métodos anticonceptivos. Estamos en el siglo que estamos. Nos sigue preocupando este dato porque en el acceso a los anticonceptivos siguen existiendo lagunas importantes que afectan de forma importante a mujeres pobre o a mujeres en al ámbito rural», explica Serrano.

Para ACAI, es una «obligación de las autoridades sanitarias autonómicas procurar la financiación o gratuidad de un abanico de posibilidades contraceptivas que se adecuen a las distintas situaciones personales y sanitarias de las mujeres en edad reproductiva. El hecho de que más de 37.000 mujeres de las que abortaron en nuestro país no utilizase ningún método anticonceptivo, refuerza la posición expuesta y la necesidad de abordar las causas y consecuencias de esta situación».

Para Adalvert, es casi más importante lo que el informe no dice, que los datos que arroja. Una de las críticas de esta experta es el hecho de que estos datos estadísticos son en muchas ocasiones irrelevantes. Les falta detalle en algunos aspectos y en otros no aporta información válida para sacar conclusiones o conocer más en detalle los problemas.

«Recogidos de esta forma no son muy útiles. Debemos pensar que tal vez hay que recoger otro tipo de datos que sirvan para marcar líneas estratégicas de actuación, que encuentren y solucionen problemas. En una década no se ha realizado ningún seguimiento ni evaluación de los datos sobre aborto en nuestro país. Sólo recoger datos estadísticos, que en muchos apartados les falta detalle», se queja Adalvert.

Una de las grandes lagunas que presentan los informes que año tras año recopila el Ministerio de Sanidad, es para esta experta el hecho de que hay datos que no están. «Nos preocupan las mujeres que necesitan abortos a partir de la semana 22 de embarazo. Aquí los datos son opacos. Sólo salen en las estadísticas 178 caso y sabemos por experiencia que están invisibilizados. La estadística sólo refleja los que efectivamente abortaron, peor no los casos que fueron rechazados, ni cuantas mujeres en esta situación tienen que viajar a otro país a realizarse un aborto porque el comité clínico te que las tiene que autorizar las deniega».

Esta experta reclama más transparencia en este área, en el que no se respeta el espíritu de la ley para que prevalezca la voluntad de la mujer. Además denuncia oscurantismo en relación al funcionamiento, composición y forma de actuar de estos comités clínicos.

Todas las experta consultadas destacan que se precisa más formación del personal médico en técnicas de interrupción del embarazo. Desde ACAI comparten «la creciente preocupación por la continua disminución de profesionales que, conociendo todos los métodos de IVE, realizan esta práctica sanitaria reconocida por el Sistema Nacional de Salud y financiada por este».

Adalvert destaca que no existe relevo generacional entre el personal médico que conoce las técnicas para la interrupción del embarazo. «La ley dice que tienen que formarse en las carreras. Pero en toda la red sanitaria pública apenas tenemos profesionales que las conozcan y éstos están casi todos en la privada. Esto es serio. Existe una disyuntiva entre el método farmacológico para abortar y el quirúrgico. Y parece que el primero se va a ofrecer con más frecuencia en el Servicio Público de Salud porque es más barato y requiere menos formación y esto no va a cubrir las necesidades de las mujeres. Es preciso quitarle el estigma. Porque no todos los médicos objetan por motivos morales. Muchos lo hacen por el desprestigio que el aborto tiene en la clase médica.

Para todas las consultadas, la única forma de hacer descender los abortos pasas por dos grandes acciones: impulsar la educación afectivo-sexual en todas las etapas de la educación y hacer accesibles los métodos anticonceptivos, así como la conocida como píldora del día después.

Fuente: https://www.publico.es/sociedad/incremento-abortos-pone-evidencia-necesidad-educacion-sexual-mejor-acceso-anticonceptivos.html

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ONU: Venezuela ocupa el sexto lugar en embarazo precoz en Latinoamérica

En un informe, la ONU advirtió que la maternidad temprana es una fábrica de pobres en la región.

El embarazo adolescente lastra la vida de miles de jóvenes y reproduce la pobreza en Latinoamérica, además de generar a los países gastos millonarios que podrían evitarse, advierte la ONU en un estudio presentado este miércoles 11 de noviembre.

«El embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana son fenómenos que impactan fuertemente en la trayectoria de vida de miles de mujeres en América Latina», señala el informe del Fondo de Naciones Unidas para la Población (Unfpa).

Los efectos de esos embarazos precoces «son múltiples y se extienden tanto al nivel de la educación como del mercado laboral, de la salud e incluso de las economías nacionales», añade el documento.

«El embarazo adolescente es una fábrica de pobres en América Latina», dice a la AFP Federico Tobar, asesor regional del Unfpa.

El estudio titulado ‘Consecuencias socioeconómicas del embarazo en la adolescencia en seis países de América Latina y el Caribe’, analiza la situación de Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Paraguay.

Según el informe, las niñas y adolescentes que son madres suelen abandonar la escuela para criar a sus hijos, sobre todo en las familias de menos recursos, lo que se traduce en una mayor dificultad para seguir los estudios y encontrar empleo bien remunerado.

Casi la mitad de las madres de 10 a 19 años se dedican exclusivamente a tareas domésticas y tienen tres veces menos oportunidades (6,4% frente 18,6%) de obtener un título universitario que aquellas que postergaron la maternidad, al tiempo que ganan en promedio 24% menos, indica el estudio.

Asimismo, las mujeres que tienen hijos después de los 20 años ganan un promedio anual de 573 dólares más que aquellas que son madres antes de esa edad.

Estas circunstancias condicionan la independencia de las mujeres, lo que las hace más vulnerables a la violencia de sus parejas.

No usan condones

Según Unfpa, Latinoamérica presenta la segunda tasa de fecundidad (66,5 por cada 1.000) más alta del mundo entre mujeres de 15 a 19 años.

República Dominicana (100,6 por cada 1.000), Nicaragua (92,8), Guyana (90,1), Guatemala (84), Guyana francesa (82,6), Venezuela (80,9) y Panamá (78,5) presentan las tasas más altas.

De los seis países del informe, el índice mayor lo presenta Guatemala (84), seguido de Ecuador (77), México (66), Argentina (64), Paraguay (60) y Colombia (57).

Según los especialistas, el embarazo temprano en América Latina tiene varias aristas, aunque principalmente se debe a la ausencia de una educación sexual integral, al desconocimiento, la falta de acceso a métodos anticonceptivos y barreras culturales.

En muchos países está prohibido, incluso, que las instituciones públicas entreguen esos métodos anticonceptivos, denuncia Unfpa.

«La mayoría de adolescentes tienen su inicio sexual sin usar anticonceptivos», lamenta Tobar.

Gastos millonarios

El estudio también detalla los costos que implican para los países latinoamericanos el tratamiento de los embarazos en adolescentes.

Unfpa advierte sobre la pérdida de ingresos que supone para los estados, ya que el embarazo en la adolescencia compromete la participación de estas mujeres en el mercado laboral y su aporte al sistema tributario.

Los seis países del informe «tienen un costo vinculado al embarazo adolescente y la maternidad temprana de alrededor de 1.242 millones de dólares, lo que equivale a 0,35% del PIB de estos países», afirma Tobar.

El informe detalla que en 2018 los seis países estudiados dejaron de recaudar 746 millones de dólares en impuestos, unos 110 dólares por mujer, ya que las madres adolescentes pagan menos tributos y tienen menor consumo debido a sus condiciones sociales y laborales.

«Si consiguiéramos prevenir el embarazo adolescente todos ganan, gana el Estado, el sistema de salud, la recaudación, pero fundamentalmente ganarían las mujeres y sus hijos porque estamos asumiendo que la gran mayoría de esos chicos van a vivir bajo la línea de pobreza», declara Tobar.

Fuente: https://www.panorama.com.ve/ciudad/Venezuela-ocupa-el-sexto-lugar-en-embarazo-precoz-en-Latinoamerica-20201111-0045.html

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