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Una tríada que no se puede esquivar

Por: Dinorah García Romero

Esta tríada, si se asume con responsabilidad y fundamentación científica, en Educación Inicial, Primaria, Secundaria y Educación Superior, sí que generará cambios significativos en la vida de las adolescentes, de las familias y de la sociedad en general.

La República Dominicana lleva varios años escuchando y repitiendo la palabra cambio. Este es un vocablo que se canta, se explica y se declama por doquier. Mientras unos repiten hasta la saciedad este término, diversas personas, colectivos e instituciones del país no solo esperan cambio, sino que están tratando de aportar para que se produzcan transformaciones pertinentes y concretas. Compartimos los deseos que hay en la población de que no se repitan las mismas prácticas y se pueda avanzar en todos los órdenes. En este contexto, hemos escuchado con frecuencia al Ministro de Educación, Profesor Roberto Fulcar, indicando que la propuesta curricular vigente hay que repensarla. La pandemia que nos afecta en estos momentos, demanda una adecuación curricular para reorientar una educación pensada con un peso esencialmente presencial y que ahora requiere una articulación con la educación virtual y la educación a distancia.

Una revisión curricular no se improvisa; requiere una preparación seria y, sobre todo, ha de ser pensada no solo para respuestas inmediatas. Ha de asumirse con una visión a más largo plazo. Antes de idear una revisión curricular, se impone una evaluación de lo realizado. Es necesario identificar qué es lo bueno e interesante que se ha hecho, además de explorar todas las acciones y prácticas que han de transformarse. Reconocemos que la calidad de la educación dominicana, tanto en el ámbito preuniversitario como en el nivel de la educación superior, es crítica. Esta realidad no la podemos eludir. Pero hemos de cuidarnos de cualquier generalización peligrosa, al asumir como punto de partida en una gestión determinada que nada sirve, que nada funciona. No compartimos posiciones extremas. Consideramos que, aunque sean mínimos, hay procesos, prácticas y culturas institucionales que aportan; y, que, a su vez, activan nuevas maneras de hacer y de aprender en los funcionarios que salen y en los que llegan.

Nos interesa recordarles a los nuevos gestores del Ministerio de Educación de la República Dominicana que cuando determinen los procesos de adecuación curricular en el contexto de la pandemia, han de tener en cuenta, con las modalidades que consideren plausibles, una tríada que tiene carácter de urgencia en nuestro país: educación sexual, educación ambiental y educación en género. El énfasis que hemos de hacer en la educación virtual no puede obviar áreas que constituyen tareas pendientes y que ya no se debe relegarlas más. Ha llegado la hora de enfrentar todos los obstáculos que bloquean intencionalmente la educación en estas tres perspectivas. En diversas ocasiones planteamos la necesidad de erradicar el lamento por embarazos de adolescentes, la histeria por los feminicidios y la neurosis por el descalabro del medio ambiente.

Esta tríada, si se asume con responsabilidad y fundamentación científica, en Educación Inicial, Primaria, Secundaria y Educación Superior, sí que generará cambios significativos en la vida de las adolescentes, de las familias y de la sociedad en general. Es una tríada que, de ser trabajada con sistematicidad, le ahorrará muchos problemas y gastos a la República Dominicana; pero, sobre todo, impulsará un desarrollo integral en las personas y en la sociedad. Las nuevas autoridades han de ser valientes y trabajar con empeño e innovación estas tres ramas del saber. Optamos por un saber que conecte con las necesidades de las personas y del tejido social.

No es recomendable formar a los estudiantes ignorando su cuerpo y escondiéndole sus funciones; no tiene sentido negar la educación en género, mientras la Ley General de Educación  N° 66-97 habla de igualdad y de equidad. Mucho menos es plausible desconocer la Educación Ambiental mientras desaparecen con celeridad ríos, bosques, se reduce la biodiversidad y la Ley 94-20 de Educación y Comunicación Ambiental es una perfecta desconocida.  Esta tríada no resiste más discurso ni más miedo a compromisos electorales, religiosos y empresariales. Estamos ante una tríada que no se debe esquivar.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/una-triada-que-no-se-puede-esquivar-8862973.html

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La mala palabra, la palabra prohibida

Las restricciones sanitarias castigan con especial dureza a la niñez.

Aborto: Interrupción de un embarazo (Diccionario panhispánico del español jurídico).

La prevalencia de doctrinas religiosas en los países latinoamericanos, cuya influencia ha sido estampada hasta en textos constitucionales, constituye un obstáculo aparentemente infranqueable para uno de los problemas sociales y de salud pública de mayor impacto en países de población mayoritariamente pobre: el derecho a la interrupción de embarazos de alto riesgo o producto de violaciones. Así, las muertes evitables en niñas, adolescentes y mujeres por la práctica clandestina de este procedimiento, terminan siendo resultado de decisiones políticas destinadas a privar a los menos privilegiados de acceso a la educación y a servicios básicos, como la máxima expresión de un sistema patriarcal de dominación y control.

En los países de nuestro continente, se estima que unos 25 millones de mujeres carecen de acceso a métodos anticonceptivos; pero la cifra se queda corta al sumar a quienes, a pesar de tenerlos, no los utilizan por razones religiosas, por desconocimiento o por imposición de los hombres en su círculo inmediato: pareja, padre, hermano o alguna autoridad de su comunidad. También se conoce la tremenda prevalencia de violencia en el ámbito familiar, violaciones sexuales, incesto y trata de personas, a cuyas víctimas el sistema deja a merced de sus agresores. Esta amenaza se cierne sobre las mujeres, la niñez y la juventud, sometidas desde el inicio de su vida a un sistema de estricto control masculino que les priva de su derecho a una vida sin violencia y acceso a las oportunidades en igualdad de condiciones.

Para ilustrar la dimensión del drama humano enfrentado por este sector, baste constatar que las cifras de embarazos en niñas y adolescentes, de entre 10 y 14 años, en un solo país y durante los primeros cuatro meses de 2020, ascienden a cerca de mil 500; estas, reportadas por el Observatorio de los Derechos de la Niñez en Guatemala, Ciprodeni. Sin embargo, Guatemala –al igual como muchos otros países de América Latina-, carece de un sistema confiable de estadísticas y registro, ya sea por la ausencia de instituciones del Estado en una buena parte de su territorio, ya sea porque muchos casos son ocultados por la familia de las víctimas, por lo cual los datos presentados podrían ser solo una muestra parcial de esta tragedia.

Estas niñas agredidas y violadas son, por decisión política, sometidas a la tortura de llevar su embarazo a término y, adicionalmente, exponerse a perder la vida y, de sobrevivir, a perder las mínimas oportunidades que el sistema les podría brindar. Es decir, quedan sujetas a un régimen de absoluta privación de todo aquello que presta valor a su existencia. La interrupción del embarazo para estas pequeñas víctimas de un sistema aberrante de poder patriarcal, debería ser una prioridad en el sistema de salud y también derribar de una vez por todas los absurdos prejuicios que rodean a esta práctica sanitaria. Del mismo modo, poner el procedimiento al alcance de quienes lo necesiten ya sean niñas, adolescentes o adultas, tal y como se brinda en hospitales privados a mujeres de círculos sociales privilegiados que lo requieren y lo reciben en un ambiente sanitario adecuado.

La negativa de esos mismos sectores de privilegio a poner al alcance de las familias la educación sexual y los métodos para planificar los embarazos, evitando así tanta muerte innecesaria no responde, por lo tanto, a una postura ética sino a una política de control y prevalencia de un sistema arcaico de dominación social, instrumentalizado por medio de doctrinas religiosas y restricción del acceso a la educación para las grandes mayorías.

Fuente: https://rebelion.org/la-mala-palabra-la-palabra-prohibida/

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Feministas piden retirar la guía de educación sexual en institutos valencianos por “defender la pornografía”

Por: La Vanguardia/RAQUEL ANDRÉS DURÀ

El colectivo feminista el Front Abolicionista del País Valencià ha pedido la retirada de la guía de educación sexual ‘Els nostres cossos, els nostres drets’ de los institutos valencianos porque consideran que es “neoliberal y patriarcal” porque “defiende la pornografía, la prostitución como trabajo sexual, los vientres de alquiler, la donación de óvulos, o la asistencia sexual para personas con diversidad funcional”.

Así lo han explicado en rueda de prensa las activistas Laura Gómez y Puri Lietor. Han recordado que han enviado una carta pidiendo la retirada del documento vigente desde 2018 al conseller de Educación, Vicent Marzà.

En ella sostienen que 21 mujeres integrantes y colaboradoras del Front han estudiado, analizado y debatido el contenido de la guía y han “llegado a la conclusión de que no es un material adecuado” y que lo consideran “pernicioso para la comunidad educativa”.

La respuesta de la Conselleria: “Es una acusación muy seria”

Aunque las activistas han asegurado no haber recibido respuesta de la Conselleria, esta ha asegurado a este diario que se han reunido con el Front Abolicionista y “ha dado respuesta a sus peticiones”.

En ella, ha propuesto al colectivo que, si lo desean, pueden elaborar otra guía abordando perspectivas complementarias y que estudiarán “la conveniencia de difundirla entre la comunidad educativa”.

En cualquier caso, han subrayado que los materiales se han encargado “a personas expertas” y que “no se vulneran valores relacionados con los derechos humanos”. Revelan que la guía fue supervisada por un Consejo de Revisión de Contenidos compuesto por 19 personas expertas (13 mujeres y 6 hombres).

“Los materiales didácticos son para que se trabajen y sirvan de debate y reflexión, por eso hay total libertad para opinar sobre los diferentes aspectos que se plasman en estos. Prohibir o censurar en este sentido materiales didácticos con los que se puede estar de acuerdo o no, no es tarea de la Administración”, prosigue la Conselleria en un comunicado.

Asimismo, sostienen que decir que la guía se pronuncia a favor de la pornografía “es una acusación muy seria que no se corresponde con la realidad”.

Desde el Front lamentan que la guía no explica la prostitución ni analiza sus causas

El Front Abolicionista se queja de que en la guía hay una “ausencia de la coeducación en las bases teóricas”, “no ha habido una colaboración participativa de la comunidad educativa ni de personas expertas en sexualidad humana”, “apuesta por la diversidad y no por la igualdad entre mujeres y hombres”, tiene un “tratamiento confuso del sistema sexo-género” y “carece de una base científicamente rigurosa”.

También denuncian que el documento “se pronuncia a favor de la pornografía sin considerarla como la escuela de violencia sexual hacia las mujeres”, “carece de referencias sobre la prostitución como violencia sexual hacia las mujeres, posicionándose a favor de considerarla ‘trabajo’”, tiene una “postura favorable a la explotación reproductiva comercial del cuerpo de las mujeres, es decir, de los llamados ‘vientres de alquiler’”, “fomenta la hormonación temprana y modificaciones corporales a menores sanos” (en relación a la transexualidad).

Las activistas del Front Abolicionista del País Valencià, Laura Gómez y Puri Lietor

Las activistas del Front Abolicionista del País Valencià, Laura Gómez y Puri Lietor (Raquel Andrés Durà)

Lamentan que “en la guía no hay ninguna actividad en la que se analicen las causas de la existencia de la prostitución y sus graves consecuencias en las mujeres prostituidas, en el conjunto de mujeres y en la sociedad. Ni siquiera hay una actividad en la que se explique en qué consiste la prostitución”. En este sentido, critican que “no hay referencia alguna al proxenetismo, ni a la vulnerabilidad extrema de las mujeres”.

Por todo ello, consideran que la guía “se suma a las políticas y cambios en legislaciones pretendidos cuya consecuencia última es el borrado de las mujeres, de las normativas y espacios sociales, políticos y jurídicos que hasta hoy el feminismo ha logrado para garantizar los derechos para las mujeres”.

Muchos de los aspectos mencionados son objeto de fuerte debate dentro del movimiento feminista, que tiene distintas visiones sobre la prostitución o la identidad de género.

Las autoras lamentan la crítica “violenta” y las “acusaciones gravísimas”

La Vanguardia ha accedido a la contestación de los autores de la guía, Rosa Sanchis, Charo Altable Agustín Zaragozá. En ella, defienden que la guía “nació con el espíritu de conectar con la juventud para luchar contra el machismo pero también con las discriminaciones que provoca la diversidad” que encuentran en el aula y que, para ellos, “no es ninguna incompatibilidad”.

Aseguran que querían que la guía fuera una página web abierta a modificaciones y a sugerencias y “no un PDF cerrado”, pero problemas de presupuesto no lo permitieron. Aún así, recalcan que “no es una guía-catecismo” y que está abierta a ser “revisada, cambiada y actualizada”.

Argumentan que el Front ha hecho una interpretación de la guía “de brocha gorda” y que “no se ha leído con rigor, se han malinterpretado muchos conceptos y se hacen acusaciones gravísimas”, como que se presentan textos “de personas que promueven la pedofilia o la violación” o “que se posiciona a favor de la pornografía e induce al alumnado a verla y a practicarla”.

En este sentido, desde el Front se les ha criticado que empujen a las jóvenes a hacerse fotos íntimas y a enviarlas, y los autores se defienden argumentando que, lo que buscan, es “deslegitimar el porno vengativo, que no es culpa de quien comparte las imágenes en un entorno íntimo, sino de quien las comparte sin permiso”. Por lo que buscan “desculpabilizar” a las víctimas y “apoderar a los espectadores para que actúen contra la violencia y no sean cómplices”.

Por todo ello, los autores manifiestan su “disconformidad, tristeza y asombro” ante la “manera violenta” que han tenido desde el Front de criticar la guía y han asegurado que están “contra todo tipo de violencia sobre las mujeres y contra todo tipo de mercantilización del cuerpo de las mujeres”.

En el texto muestran su “asombro” ante el hecho de que el colectivo feminista haya expresado sus críticas en público sin antes contactar con las autoras y sugieren que “entre compañeras se critica, se escucha, se pregunta y se proponen cambios o se hacen propuestas”.

Por último, sostienen que la guía es “una brújula para el profesorado”, pero que es él quien debe adaptarlo con un enfoque personal en base a lo que se encuentra en el aula.

“Hay una clara relación entre las ‘ manadas’ y el porno”

Una de las principales críticas del Front es hacia la pornografía, que aseguran que en la guía se contempla tratarla sin entrar en qué hay detrás. En este sentido, Puri Lietor ha valorado que hay “una clara relación entre las “manadas” y el porno”: “Si buscan en Google ‘culo y tetas’, los menores ven un sexo entre adultos y dan por hecho algo que no es. Luego con la primera novia quieren hacer lo que han visto en los vídeos, y las chicas lo aceptan para que no les dejen por otra”.

“Las prostitutas nos dicen que los puteros son cada vez más jóvenes y más violentos. Ahora se contrata a una mujer entre varios para hacer con ella lo que quieran”, ha denunciado.

En este sentido, han aportado algunos datos sobre el portal Pornhub: en 2019 se registraron 42 billones de visitas (8,7 billones más que en 2018). En los vídeos, sostienen que “mientras las mujeres son cosificadas y llevan adelante el disfrute masculino, los dueños de la acción son los hombres.

“Las mujeres permanecen activas, pasivas, complacientes, atadas, abofeteadas, abusadas, por un individuo o por varios. No hay deseo femenino, ni elección femenina ni control femenino”, prosiguen.

El acceso a la pornografía ha disminuido la edad mínima de consumo
El acceso a la pornografía ha disminuido la edad mínima de consumo (Atlas)

Entre los vídeos “con más millones de descargas”, están aquellos que “equiparan deseo y virilidad violenta” con “abusos, violaciones, incesto o pedofilia”. Así, categorías como ‘Por favor para, por favor para’ tienen más de 1.500 vídeos, y ‘Ella dijo no’, otros 1.500. También hay otras categorías de “desmayadas, drogadas, dormidas y borrachas”.

Añaden que algunos títulos como “Prostituta callejera es asaltada en una violación grupal” tiene 6,9 millones de visitas y un 64% de ‘me gusta’. EL vídeo “Joven abusada por su profesor de deporte” acumula 5 millones de visitas y un 60% de ‘me gusta’.

El Front recuerda las declaraciones de la exactriz porno, Vanessa Belmond: “Tienes unos cuantos desgarros anales cuando haces esas escenas, y si tomas un analgésico muy fuerte, es mucho más fácil hacerlo. Te piden que sonrías, consientas y hagas ver que te lo pasas bien”.

El colectivo ha añadido que el libro Nueva pornografía y cambios en las relaciones interprofesionales de Carme Orte y Lluís Bataller, de la Universitat de València, daba datos reveladores.

En la obra se entrevistó a casi 2.500 jóvenes de siete comunidades autónomas de entre 16 y 29 años, en su mayoría heterosexuales, y apuntaba a “un aumento de las ‘manadas’ en el estado español”. Reflejaba que casi un 70% de los jóvenes españoles había visto porno por Internet y que suelen acceder por primera vez a los 8 años, aunque su consumo se generaliza a los 14 años.

*Fuente: https://www.lavanguardia.com/local/valencia/20200804/482678206480/front-abolicionista-pv-retirar-guia-educacion-sexual-institutos-valencianos-defender-pornografia.html

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Evitar que Paraguay siga siendo el país de las niñas abusadas

“Una niña embarazada es una niña abusada”, dice el lema de una campaña gubernamental, con apoyo internacional, que recuerda la escalofriante realidad de que el Paraguay ocupa el primer lugar en la región en embarazo de niñas. Solo en lo que va del 2020 se registran casi 300 nacimientos en niñas de 10 a 14 años. Lo llamativo es que mientras los ministerios de Salud y de la Niñez exigen que haya educación sexual en las escuelas como método de prevención, el ministro de Educación, Eduardo Petta, ha erradicado la educación sexual integral de la malla curricular. En esta divergencia, que obedece más a motivos religiosos o ideológicos que pedagógicos, se sostiene una dramática realidad social que debe ser cambiada.

La campaña Ñangareko, lanzada por varias instituciones del Gobierno, con respaldo de organismos internacionales, busca crean conciencia sobre la dramática realidad del Paraguay, que ocupa el primer lugar en la región en embarazo de niñas. Con el lema “Una niña embarazada es una niña abusada”, la iniciativa busca crear conciencia acerca de una situación que muchos consideran como algo “normal” o como parte de la cultura social, cuando en realidad responde a una perversa situación naturalizada por la población, y en muchos casos por las propias autoridades.
Ñangareko es llevada adelante por el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Educación y Ciencias, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y el Fondo de Población de las Naciones Unidas, con la cooperación del Gobierno de la India.

Tan solo en los siete primeros meses del 2020, en el Paraguay se han registrado 282 embarazos en niñas menores de 14 años y más de 7.500 embarazos en niñas entre 14 y 19 años. Las cifras de años anteriores son igualmente elevadas, ubicando a nuestro país en primer lugar en la región en este indeseable ránking.

La situación afecta mayormente a niñas y adolescentes de hogares vulnerables, en condiciones de marginalidad y pobreza. La falta de una mejor educación y de oportunidades de desarrollo, sumada a la inmadurez física y sicológica, hace que las niñas que no deberían ser madres vean truncadas su infancia y su primera juventud, impidiendo en muchos casos la posibilidad de seguir estudiando para salir de la pobreza. Muchas ni siquiera alcanzan a terminar la escuela primaria. Lo terrible es que muchas son a su vez hijas de madres adolescentes, repitiendo una historia enraizada en la cultura popular.

El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, dijo en la presentación de la campaña que “hay que hacer visible el problema, hay que mostrarlo, y hay que desnaturalizar”. La ministra de la Niñez, Teresa Martínez, fue aún más determinante: “Las niñas deben ser protegidas contra toda forma de abuso, contra toda forma de violencia; una adolescente o niña embarazada es una niña o adolescente abusada. Si bien es cierto los padres y las madres son los principales responsables de la educación de sus hijos, no es menos cierto y es absolutamente imperioso que la educación sexual integral se incorpore a la malla curricular del Ministerio de Educación. Tienen que tener información veraz, confiable, científica de qué ocurre con sus cuerpos, cuando van cambiando, cuando van creciendo tienen que tener información de que pueden hacer con ellos y ellas, y hasta dónde puede llegar un adulto sobre sus cuerpos, y la escuela es una gran responsable”.

Por ello resulta llamativo que, a pesar de acompañar oficialmente la campaña, el Ministerio de Educación y Ciencias haga todo lo contrario. El responsable de la cartera, Eduardo Petta, ha erradicado la educación sexual integral de la malla curricular. En esta divergencia, que obedece más a motivos religiosos o ideológicos que pedagógicos, se sostiene una dramática realidad social que debe ser cambiada.

Fuente: https://www.ultimahora.com/evitar-que-paraguay-siga-siendo-el-pais-las-ninas-abusadas-n2899430.html

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México: Buscan 13 estados controlar educación sexual

Partidos y organizaciones sociales quieren implementar en 13 estados del país el “pin parental”, un mecanismo con el que los padres pretenden autorizar los contenidos que se enseñan en las escuelas.

Partidos políticos y organizaciones sociales de al menos 13 estados de la República han propuesto reformar leyes educativas para crear un “pin parental”, con el objetivo de que los padres de familia autoricen los contenidos que se enseñan en las escuelas y, con ello, limitar temas como la igualdad de género, la salud sexual y reproductiva.

Aunque la Secretaría de Gobernación (Segob), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y organismos internacionales se pronunciaron en contra del pin parental, cada vez son más los estados donde se aviva la discusión en torno a este tema.

Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Guanajuato, Querétaro, Veracruz, Puebla, Aguascalientes y Nuevo León son las entidades donde los partidos Encuentro Social (PES) y Acción Nacional (PAN) han promovido la intervención de los padres en los contenidos educativos.

En el caso de Nuevo León, la iniciativa del pin parental fue votada y rechazada en el Congreso estatal, mientras que en Aguascalientes la Comisión de Derechos Humanos local impugnó las reformas educativas que ya habían sido publicadas en el Periódico Oficial.


Conservatives seek to implement parental veto over sex education in 13 states

Conservatives seek to implement parental veto over sex education in 13 states

Por otra parte, en Baja California, Oaxaca, Tamaulipas y Yucatán asociaciones como el Frente Nacional por la Familia ejercen presión para que los Congresos estatales incluyan el tema en sus agendas.

Especialistas alertaron que permitir a los padres o tutores aprobar los contenidos que se dan en las escuelas provocaría que sectores conservadores rechacen los temas de igualdad de género, salud sexual y reproductiva, lo cual podría derivar en un aumento de la violencia contra las mujeres, embarazos infantiles, abuso sexual de menores y homofobia.

Retroceso

“El pin parental sería un retroceso para la Convención sobre los Derechos del Niño, la Constitución Política y las diferentes leyes que tenemos donde se expresa que los niños y adolescentes no son propiedad de los padres.

“Este tipo de iniciativas ponen a los menores como objetos de sus papás y ese es un retroceso de décadas”, criticó José Lugo Rodríguez, coordinador de Incidencia Política de Protección a la Niñez de la organización Save The Children México.

El experto aseveró que la sexualidad sigue siendo un tabú en la sociedad mexicana, por lo que la escuela se ha convertido en un espacio ideal para que los infantes aprendan sobre este tema.

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La sexualidad aún es tabú en la sociedad mexicana, afirma experto.
“Si eliminamos la posibilidad de que los niños puedan conocer este tema desde el punto de vista científico, que en las escuelas puedan dialogar, realmente podríamos poner en riesgo a nuestros niños, porque no somos un país donde hablemos de esto con naturalidad en nuestras casas”, advirtió el especialista.

Las consecuencias de eliminar la educación sexual y de género en las escuelas no sería poca cosa: aunque ha habido una tendencia a la baja durante los últimos años, en 2018 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) registró 154 mil 299 embarazos de niñas y adolescentes.

Con respecto a la violencia de género, la cifra de 10 asesinatos de mujeres al día sigue vigente a pesar de las estrategias implementadas por el gobierno federal para contener el problema.

En cuanto al abuso sexual infantil, las autoridades no tienen una cifra específica para medir este delito, y sobre la homofobia el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBT registró 65 asesinatos de integrantes de esta comunidad en 2019.

Oportunismo político

El pin parental no es un proyecto surgido de la nada, tiene sus raíces en el partido político español VOX, que propuso que los padres tengan información previa sobre cualquier actividad que involucre cuestiones sobre identidad de género, feminismo o diversidad.

El objetivo es que los responsables de los menores, con base en “cuestiones morales” y creencias, decidan si los niños pueden realizar esas actividades.

Teniendo en cuenta los antecedentes políticos, Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim), no dudó en que el PES y el PAN puedan utilizar esta iniciativa con miras a las elecciones de 2021, cuando se disputarán 15 gubernaturas, 30 Congresos estatales, casi 2 mil municipios y se renovará la Cámara de Diputados.

“El pin parental es un pretexto para confrontarse con las instituciones del gobierno mexicano, para hacer visibles sus cuestionamientos homofóbicos, misóginos y adultocéntricos porque en nuestro país hay mucha gente que piensa así. Este es un método que utilizó VOX para ganar electores”, declaró Juan Martín Pérez.

El experto equiparó el pin parental con otras propuestas que en su momento lanzó el Partido Verde Ecologista, como la pena de muerte, y que le sirvieron para conseguir votantes que a la postre eran de utilidad para su aliado favorito: el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“México es un terreno fértil para las propuestas antiderechos por la fragilidad institucional, por los altos niveles de impunidad y por la polarización que hay en estos momentos. Así como vemos a estos grupos antiderechos esforzándose para lograr visibilidad y ganar electores, seguramente vamos a ver a otros grupos con la misma estrategia”, aseveró Juan Martín Pérez.

Para que el pin parental no sea aprobado en las entidades federativas, la semana pasada la Comisión Permanente del Congreso de la Unión hizo un llamado a la CNDH para que interponga acciones de inconstitucionalidad contra las iniciativas estatales en la Suprema Corte.

El Legislativo federal coincidió en que esta propuesta viola derechos humanos de los menores de edad, entre ellos el acceso a la salud sexual y reproductiva. Y aunque esta crítica se replica desde distintos frentes, grupos conservadores han optado por no escuchar y seguir con su agenda.

Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/buscan-13-estados-controlar-educacion-sexual

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El pin parental una explicación desde la historia

Por: Dra. Romelia Hinojosa Luján

 

Este texto se dirige a padres y madres de familia con el propósito de dar a conocer los antecedentes de la Educación Sexual Integral en el contexto histórico de nuestro país. Es importante conocerlo, por los peligros que se ciernen sobre el acceso de niñas, niños y adolescentes del estado de Chihuahua a su derecho para recibir educación sexual como parte de su formación. Existe la amenaza de que diputados aprueben el mal llamado pin parental, que en realidad es un veto a los contenidos de educación sexual que se imparten en la educación pública básica.

El 29 de enero la diputada Marisela Sáenz Moriel, del Partido Encuentro Social y hoy en la bancada del Partido Revolucionario Institucional, presentó en el H. Congreso del Estado de Chihuahua la propuesta para reformar la Ley Estatal de Educación e introducir la posibilidad de que los padres de familia veten la educación sexual en las escuelas de educación básica. El pin parental sería un formato que se enviaría a los padres de familia, con un mes de anticipación, para que sean ellos quienes autoricen el trabajo de contenidos de Educación Sexual y de Igualdad de Género al profesorado. Entonces me pareció que estaba en una regresión del tiempo, en un deja vu.

La frase que el Frente Nacional de la Familia se apoya para solicitar el pin: “Con mis hijos no te metas”, me regresó a los años 30 del siglo pasado. Recordé cuando en 1932 Narciso Bassols impulsó un programa de educación sexual para las escuelas primaria de la Ciudad de México y la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) organizó manifestaciones para no mandar sus hijos a la escuela. Se acusó al gobierno de monopolizar la educación y violentar “el derecho de los padres de familia a educar a sus hijos”.

Seguramente ustedes, amables lectores, están  también ya en ese bucle del tiempo….¡pero esperen! no es el único momento en el que grupos conservadores han buscado intervenir directamente en la acción pedagógica que se lleva a cabo en nuestras escuelas públicas.

Hagamos un breve recuento de algunos hechos vividos por la oposición de grupos religiosos a temas y contenidos de índole sexual. En 1959 se creó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG) con la finalidad de distribuir materiales de apoyo de manera gratuita a niños y niñas de educación primaria, de todos los rincones del país. Pues esta acción se encontró con la oposición del Partido Acción Nacional y de la UNPF acusando la medida como antidemocrática y antipedagógica. ¡Sí… los libros de texto gratuitos que todos hemos usado en nuestra educación básica!

Otra ocasión fue cuando en 1961 se manifestaron 100,000 personas con perspectiva católica que afirmaban que estos libros de texto gratuitos, los que la CONALITEG edita y se distribuyen en las escuelas primarias, eran parte de un “proyecto totalitario” y “contrario a los derechos del individuo y la familia”. Los manifestantes sostenían que los padres de familia tenían un derecho “natural” a elegir el tipo de educación de sus hijos ¿Les recuerda algo? ¿Les parece el discurso conocido? Tal vez han escuchado esto mismo en quienes defienden el pin parental.

Es hasta 1974 cuando se implementan los contenidos sobre educación sexual en los libros de texto gratuitos de educación primaria y secundaria. El enfoque era biologicista: los temas se focalizaban hacia la menstruación, embarazo y cambios físicos durante la adolescencia. Un enfoque adecuado para su tiempo debido a que eran tiempos en que la planificación familiar era una demanda social. Las reacciones no se hicieron esperar: la UNPF acusó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) de “pretender implantar un sistema ateo, totalitario y antimexicano; esgrimió que los libros no consideraban a los padres de familia, que la educación sexual debía darse en el seno de la familia y que los maestros no estaban capacitados” (Camacho & Padilla, 2015). Nuevamente el discurso es muy similar al que hoy escuchamos en redes.

En 1988 los libros de texto se modifican un poco en contenidos de educación sexual. En ese momento hubo quema de libros en algunas ciudades del país. Los manifestantes cuestionaban el hecho de que se trabajaran estos temas en la escuela y se consideraba molesto e inadecuado que se insertaran dibujos de los órganos sexuales externos, para explicar la anatomía y procesos fisiológicos del ser humano. Con la reforma educativa de 1992 se introdujo el tema de VIH en los contenidos de la escuela secundaria.

Entre 1993 y 2011 hubo estrategias de los grupos religiosos que obligaron a la SEP a editar o censurar temas en los materiales educativos como la homosexualidad, le obligaron a colocar mensajes sobre la abstinencia como la mejor forma de prevención del embarazo y de infecciones de transmisión sexual, así como la promoción del modelo de la pareja heteronormada como único (Díaz, 2018).

En la Reforma educativa de 2011 se incorporó al Plan y Programas de estudio de preescolar, primaria y secundaria el enfoque de la Educación Sexual Integral. Se plantea el modelo holónico de la sexualidad con una visión integral. Este modelo es producto de las investigaciones científicas más avanzadas, que consideran la sexualidad humana como un conjunto de factores sociales, emocionales, de género y reproductivos. Hasta este momento, la educación sexual únicamente consideraba aspectos físicos que tenían que ver con la biología.

La Educación Sexual Integral impulsa que la sexualidad es una herramienta que ayuda a las personas a interactuar en sociedad. La sexualidad es un ámbito estratégico para la socialización y control de la subjetividad. Este modelo explica que la sexualidad está conformada no solamente por aspectos reproductivos, sino que se integran por el contacto social, aspectos de género, de la afectividad y del erotismo. Impulsa una visión de la sexualidad mucho más amplia (Rubio-Aurioles & Ortiz-Martínez, 2012).

¿Cuáles son las razones de que los materiales educativos y la misma educación sexual bajo el enfoque de la Educación Sexual Integral, sean calificados por quienes en 2020 impulsan el pin parental como “ideologizante” o bajo el enfoque de la “Ideología de género”? La razón es la contraposición de dos modelos de moral en la sexualidad. La sexualidad judeocristiana y la sexualidad liberal. Para los grupos como el Frente Nacional por la Familia y grupos religiosos conservadores, la moralidad judeocrtistiana es la única y la “natural”. Todo lo que es diferente a ella, es antinatural y no científica porque no tiene como único basamento la biología. Han inventado el término “Ideología de género” con la finalidad de desacreditar los factores culturales integrantes de la sexualidad, que tiene origen en la Perspectiva de Género. La Perspectiva de Género son constructos teóricos emanados de las ciencias sociales y es una herramienta que permite denunciar las desigualdades políticas que tiene las mujeres y las personas no heteronormadas para acceder a los derechos humanos.

La moralidad judeocristiana considera la sexualidad con la única finalidad reproductiva. Ignora, descarta y denigra todo lo que no se ajuste a sus criterios: la heterosexualidad obligatoria, la negación del placer sexual principalmente en las mujeres, la visión de la masturbación como indeseable, la prohibición de métodos anticonceptivos y las relaciones unicamente al interior del matrimonio (Padrón, Fernández, Infante, & Paris, s/d). Es una moral completamente anclada a aspectos religiosos, que quien impulsa el pin parental desea nos sea impuesta a toda la sociedad.

Se pueden preguntar ahora lo siguiente: ¿Por qué, si desde 2012 los materiales educativos incorporan la Educación Sexual Integral (ESI), se percibe la amenaza hasta el 2020? ¡8 AÑOS DESPUÉS¡ ¿Por qué es el momento “ideal” de solicitar el pin parental exactamente ahora? Ah! Porque lo importante es impulsar a diputados y diputadas de partidos políticos conservadores para que se reelijan u ocupen diputaciones de alcance federal.

¿Qué es lo que está sucediendo en la sociedad? Está cambiando el orden sexual, de una moral basada en ideas religiosas (judeocristiana) hacia una laica (la impulsada por el Estado) y basada en el progreso científico.

Una educación sexual laica demanda que se incorporen contenidos con base en las necesidades y desafíos presentes de la vida de niñas, niños y adolescentes en temas como salud sexual y reproductiva, inclusión, desigualdad de género, violencia sexual y convivencia pacífica. La realidad social ha cambiado y las características del modelo judeocristiano ya no responden a ella, ha quedado obsoleto. El marco valoral adoptado por México y el mundo son los Derechos Humanos. El Estado debe ser garante, por eso la Educación Sexual Integral.

La moral judeocristina puede ser practicada por las familia católicas y cristianas en sus hogares e iglesias: los padres pueden educar a sus hijos en ella. El artículo 24 constitucional se los garantiza. Sin embargo, el artículo 3º declara la obligación del Estado por preservar la laicidad en los contenidos educativos y la obligación de incorporar la Educación Sexual Integral en sus planes y programas. Esos niños y niñas, educadas en su familia bajo esa moral, deben también aprender esta otra visión del mundo, para que puedan estudiar marcos comprehensivos amplios de las relaciones sociales. La garantía que el Estado mexicano ofrece para que  niños, niñas y adolescentes puedan tener esa oportunidad, es el interés superior de la niñez.

La Historia como ciencia tiene un objetivo: explicar el presente a partir del pasado. Cuando no recurrimos a la Historia, corremos el riesgo de repetir los errores del pasado. En este caso, la sociedad en conjunto debemos rechazar el pin parental, no debemos permitir un retroceso en nuestra educación sexual y contenidos de Perspectiva de Género. No perdamos el terreno ganado.

Bibliografía

Camacho, S., & Padilla, Y. (2015). Educación sexual, libros de texto y oposición conservadora en México: 1974, 2006 y 2016. XIV Congreso Nacional de Investigación Educativa. San Luis Potosí: COMIE.

Díaz, A. (2018). Laicidad y educación sexual. Recuperado el Agosto de 2020, de Academia.edu: https://www.academia.edu/38200978/Laicidad_y_educación_sexual_en_México.pdf

Padrón, M.-d.-M., Fernández, L., Infante, A., & Paris, Á. (s/d). Libro Blanco sobre Educación Sexual de la provincia de Málaga. Málaga España: Diputación de Málaga.

Rubio-Aurioles, E., & Ortiz-Martínez, G. (2012). Educación integral de la sexualidad. Formación para maestras y maestros de Educación Básica. Manual para la maestra y el maestro. Nivel secundaria. Ciudad de México: SEP.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-pin-parental-una-explicacion-desde-la-historia/

 

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Hablar sobre sexualidad continúa siendo un tabú: los pendientes de la educación sexual en Chile

El Mostrador Braga conversó con Karla Donoso, psicóloga infanto juvenil especialista en sexualidad, quien expone la realidad chilena en torno a la educación sexual en infancia, adolescencia y adultez, las principales problemáticas derivadas de las carencias en educación y comunicación en esta materia, el adultocentrismo y los caminos hacia la construcción de una relación con el cuerpo sexuado autónoma y responsable.

“Llegamos tarde a la educación sexual de nuestras hijas e hijos”, dice Karla Donoso, psicóloga del equipo docente del CESCH (Centro de estudios de la sexualidad de Chile) para manifestar que en el país existe una deuda en torno a este tema. La salud sexual y reproductiva es otra arista de la salud pública que se ha remecido en este periodo. La educación juega un rol central en su prevención, diagnóstico precoz y tratamiento. ¿Nos ha faltado tiempo o espacio para conversar? ¿Cómo, cuándo y quién nos educa para hablar sobre sexualidad? La respuesta a estas preguntas a continuación en reportaje para El Mostrador Braga.

Es un hecho que en los últimos años y en un país que se transforma minuto a minuto, ha existido una apertura a poner sobre la mesa temas que por muchos años fueron cubiertos por el pudor, sin embargo es probable que esta apertura no alcance para establecer programas Ministeriales que fortalezcan la intimidad, autoconocimiento y autonomía de nuestras niñas y niños, por tanto la educación sexual se ha transformado en una verdadera tradición oral, en la que los padres son quienes ponderan la opinión “creo ciertamente que aún para muchos es un tabú. El mundo adulto que hoy está a cargo de hablar sobre estas temáticas fue criado bajo estrictas reglas morales y religiosas que han impactado negativamente en la capacidad de abrirse a estas temáticas”, opina Karla sobre el adultocentrismo aún presente en sexualidad.

Sin miradas reduccionistas, “debemos entender que la sexualidad se refiere a cómo nos relacionamos con un otro y consigo mismos, a las formas en que entendemos el cariño, a cómo son nuestros apegos y vínculos primarios. Implica también el cómo nos comunicamos, cómo resolvemos conflictos, cómo les hablamos a nuestros hijos, todo eso habla de sexualidad. Creo que cuando entendamos la sexualidad desde allí, ese será el momento en que podremos educarnos realmente para tener una vida sexual responsable”, explica.

Carencia de educación sexual en Chile

La psicóloga expone que la existencia de una “seria carencia a nivel país”, esto ya que no existe un programa unificado por el Ministerio de Educación que se encargue de cubrir temas como educación sexual y sexualidad, “muchas veces tiende a confundirse o tratarse como si fueran conceptos sinónimos siendo que la sexualidad es mucho más amplia”, subraya y aclara que en actualmente existen siete programas reconocidos por el Ministerio de Educación organizados por universidades y centros particulares u otro tipo de programas a los que los colegios pueden acceder, sin embargo esta oferta no es suficiente de acuerdo a la evaluación de la especialista, ya que no incluyen a los tres estamentos básicos que son estudiantes, progenitores y profesores  y “sino se trabaja con los tres al mismo tiempo finalmente la educación sexual se vuelve difusa y poco práctica porque, en ocasiones, difiere con los valores morales o creencias familiares, creando un conflicto en los y las adolescentes”, examina.

En este orden, Karla se refiere a los adultos, quienes no se encuentran al margen de esta situación, existiendo muy pocas instancias de formación en esta materia dirigida a ellos, quedando a merced de “algunas charlas que los establecimientos educacionales pudieran entregar”, por tanto plantea que el capital cultural en torno a la sexualidad que los adultos manejan es lo aprendido en su núcleo familiar, quedando sujeto a “las conversaciones, creencias, criterios morales y mitos asociados y que impide la transmisión de información certera hacia los adolescentes”.

Y vislumbra el problema general de la cuestión y el que radica en el foco que se da a la educación sexual,  hoy volcado hacia “lo biologicista”, dice y explica“se reduce al coito, las ITS, el uso del preservativo y los anticonceptivos, pero sin un marco que entregue la real importancia del uso de estos dos últimos elementos”.

Así, la comunicación se encontraría debilitada, ya que a su juicio, las inquietudes no están centradas en las reales necesidades de los adolescentes, abandonándolos al uso de internet en busca de respuestas  lo que representa un peligro, puesto que “ellos tienen acceso a mucho contenido desde la pornografía, el internet o desde lo que sus amigos o amigas les cuentan”, de esta forma el desconocimiento se profundiza como “una bola de nieve”, reduciéndolo al básico uso de preservativos y la falsa creencia de que “a ellos jamás les ocurrirá nada, que es incómodo y no se le toma el real peso en su vida sexual cotidiana”, enfatiza.

“Finalmente, hoy en contexto de pandemia, esta temática ha quedado relegada al olvido pese a su importancia, pues los colegios deben enfrentarse a otras temáticas más urgentes”, sentencia.

Intimidad y autonomía sexual: una mirada desde el adultocentrismo

“No podemos hablar sobre autonomía en ésta área si partimos hablando de educación sexual a los 15 – 16 años, hoy hay niños que ven pornografía desde los 9 o 10 años por lo que tenemos que orientarnos a la realidad actual del país”, dice Karla para iniciar este punto. “También, es importante considerar que la edad de inicio en la vida sexual en nuestro país es muy precoz”, señala y comenta una experiencia obtenida a partir de estudios realizados en establecimientos educacionales donde se ha observado que la actividad sexual se inicia alrededor de los 12 o 13 años, “sin mucho contexto, pero con harta curiosidad y por supuesto sin ningún tipo de protección: ni anticonceptiva, ni de preservativo. Por lo tanto, creo que desde los 12 años es necesario hablar con nuestros hijos e hijas respecto de estos temas, esto con objeto de que puedan tomar decisiones informadas y acompañadas por nosotros como adultos”.

La autonomía es relativa, la especialista no considera pertinente “dejar a un adolescente ser completamente autónomo en esta materia”, siendo fundamental el acompañamiento y la supervisión de los adultos, ya que “la adolescencia es una etapa donde se vive al límite creyendo que a otros les ocurrirán cosas y no a mí, por lo tanto, tienden al descuido, a olvidarse de las pastillas anticonceptivas o del preservativo. Además, aún se tiende a polarizar que en una relación de pareja la mujer debe velar por su anticoncepción y el hombre por el uso del preservativo cuando se debería instar a que ambas partes mantengan una preocupación por la temática de manera global”.En esta línea “Autonomía no es sinónimo de dejarlos sin un soporte”.

Tal vez nos ha faltado tiempo y espacio para conversar, de acuerdo a la opinón de la psicóloga “no es común que las familias hablen abiertamente sobre sexo, prevención y anticoncepción”, es así entonteces que “nunca se trabajó la educación sexual propiamente tal, no se daba espacio a la discusión sobre esta temática”, agrega la especialista para reflexionar que la sexualidad es un tema que “se trataba como algo más bien oculto que se debía aprender desde la experiencia”. Es esa la raíz por la que los adultos“hoy no tienen las herramientas apropiadas para poder hablar sobre sexo, se sienten inexpertos en el tema, les da vergüenza, no saben cómo afrontar las preguntas de sus hijos y se quedan sin responder”, dijo.

Por tanto el adultocentrismo que se vive en torno a la sexualidad no sería sinónimo de orientaciones a la medida de las necesidades de las y los adolescentes que inician su vida sexual. La realidad indica lo contrario, siendo altamente probable que ni la gran mayoría de las madres y padres y/o los adultos a cargo en los colegios se encuentren preparados para abordar incluso su propia educación sexual.

Por otro lado, la psicóloga señala que “los padres se niegan a una realidad que ocurre y que es que la edad de inicio sexual es muy baja en el país y aún así muchas veces prefieren evitar la temática y confiarle al establecimiento educacional ese trabajo, el problema es que allí tampoco se aborda la temática y los adolescentes siguen quedando con las mismas dudas.

Finalmente, la clave estaría en la comunicación y la búsqueda de equilibrios “contar con la opinión de los adolescentes, de lo que ellos quieren saber y también incorporar los conocimientos que como adultos formados en el área tenemos y que son relevantes a la realidad país.Mientras el adulto no considere la opinión de los adolescentes en la temática muchos programas de educación sexual están destinados al fracaso y pasarán a ser otra clase expositiva más”.

Y todo se inicia en casa, la educación sexual en la adultez no es un detalle, “es muy difícil que los adolescentes puedan tener una vida sexual responsable, ya que son los adultos quienes tienen el control de los anticonceptivos y preservativos por un tema económico, quedando a criterio (o descriterio) de los padres, el cómo se incorporará ese tema en la vida de sus hijos”, puntualiza y finaliza manifestando que “Muchos creen que con comprar las pastillas es suficiente, pero no explican cómo usarlas o cuál es la verdadera importancia de su uso, así como también se cree que porque no vemos a la pareja podemos dejar de usarlas y luego volver a ellas, eso sólo habla del desconocimiento que hoy presentamos como sociedad y estamos poniendo en riesgo a nuestros adolescentes por la falta de formación de los adultos”, finaliza.

Fuente: https://www.elmostrador.cl/braga/2020/07/17/hablar-sobre-sexualidad-continua-siendo-un-tabu-los-pendientes-de-la-educacion-sexual-en-chile/

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