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La educación a distancia, siempre mirada de reojo: ¿ahora con mejores resultados?

Por Maximiliano Fernandez.
En países de la región como Brasil y México se comienzan a notar registros que superan a la modalidad presencial. La situación del e-learning en la Argentina, la evolución desde su surgimiento y la mirada del mundo laboral.

(Getty)

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En casi nada se parece a sus comienzos. En un principio, la educación a distancia le decía al alumno: «Acá está el libro. Ahora estudiá». Algunas décadas después, revolución digital mediante, el modelo cambió por completo.

«Algunos sostenemos que con la virtualización nace la educación a distancia y que antes lo que había era una prehistoria», dijo a Infobae Claudio Rama, director del Observatorio de la Educación Virtual de la Organización de Estados Americanos (OEA).​ «En la región, sin embargo, el avance ha sido lento y a la vez disparejo».

En el sur del continente, la modalidad crece a un ritmo cansino, en parte producto de «paradigmas resistentes que asocian la calidad a lo presencial». Argentina, por caso, muestra una cobertura cercana a 130 mil estudiantes a distancia ​que representan cerca del 6,5% del total, con una participación del sector privado del 35%.

Sin embargo, de a poco, los resultados comienzan a avalar la educación a distancia y derribar mitos en torno a ella. En Brasil, desde el 2008 se realiza un examen de aprendizaje, el ENADE, que deben rendir todos los estudiantes en su último año de estudios universitarios. «Los resultados permiten mostrar que no hay diferencias significativas en los aprendizajes realizados entre las modalidades. Más aún, en varias áreas, los resultados de las pruebas masivas muestran resultados persistentemente superiores por parte de los estudiantes a distancia», sostuvo Rama.

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Más allá de que los procesos de acreditación son «escasos», tanto en Brasil -con 22% de la matrícula a distancia- como en México -con 13% de universidades públicas virtuales- que existen evaluaciones finales que realiza CENEVAL «parecen ir en la en la mismo dirección de resultados», al igual que los exámenes de Estado. Por su parte, en Colombia, la universidad que tiene menor tasa de deserción es el Politécnico Grancolombiano, cuyos alumnos son en un 60% a distancia.

Características de la modalidad

La agencia Market Research Future calcula que el mercado global de educación online aumentará a una tasa de crecimiento anual del 24% entre 2017 y 2023. De confirmarse la previsión, la industria pasaría a mover 423 billones de dólares en seis años.

Ya no son los sistemas precarios de antaño, de escasa interactividad entre profesores y alumnos. Los recursos de aprendizaje evolucionaron y el sistema de seguimiento también. «La educación a distancia permite una mayor individualización de los aprendizajes, educación más selectiva a los particularismos, seguimiento y tutoría a los docentes y estudiantes, y mejores recursos de aprendizaje. Todo va conformando un escenario de mejores posibilidades», puntualizó Rama.

Durante mucho tiempo, fue pago. Ahora, cada vez más, universidades grandes ofrecen cursos gratuitos, los famosos MOOCs (Massive Open Online Courses), en los cuales no participa el docente en la interacción sino en la planificación de los cursos: filman clases, diseñan el currículo y formulan evaluaciones automatizadas. «Se considera que la automatización y la programación informática están abriendo una nueva fase de la educación a distancia, siendo los MOOCs su expresión», consideró Rama.

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Para Cristóbal Cobo, investigador de Oxford y director del Centro de Estudios de la Fundación Ceibal, el estudiante a distancia debe tener una condición sine qua non. «El sujeto debe tener mucha autodisciplina para aprender por su cuenta y un capital social importante detrás. Si no, la gente se desmotiva, se siente sola, se decepciona», señaló a Infobae.

En Europa, los cursos y carreras de e-learning crecen entre el público joven. «Antes era para adultos mayores que querían actualizarse en su área profesional o que querían su primer título. Ahora jóvenes de 20 años toman como primera opción la educación a distancia», agregó Cobo.

A nivel global, la demanda por educación terciaria, en cualquier de sus modalidades, «creció a niveles gigantescos, sin precedentes en la historia», pero la cantidad de oferta universitaria es limitada. El investigador consideró: «Va a ser fundamental apostar a nuevos modelos, ya sea educación a distancia o modelos híbridos, que van a ser cada vez más comunes».

La resistencia que persiste

Pese a los avances metodológicos e incluso algunos resultados esperanzadores, la resistencia persiste. Todavía la mirada general la considera una segunda opción, menos confiable. «La resistencias tiene muchos motivos», dijo Rama. «Temor a ser controlado, a salir del espacio de confort, desconocimiento de la realidad, rechazo a una actualización de competencias de los docentes. Hay una sensación incluso de pérdida de espacios laborales», explicó.

María Belén Mendé, rectora de la Universidad Siglo 21, rebatió a Infobae el concepto instalado de educación a distancia: «Está mal llamada. ¿Cuál distancia? Más distante es el alumno presencial que viene cuatro veces por semana. El alumno digital puede estar siempre conectado y cerca del aprendizaje. El mundo muestra cómo la distancia rompió muchos paradigmas y en Argentina estamos liderando ese proceso».

En su visita al país, William Ballhaus, CEO de Blackboard, una plataforma de e-learning con 3 millones de usuarios en Latinoamérica, dijo: «Hay que pensar la educación de una nueva manera considerando que hoy los chicos nacen con un celular en la mano. En el mundo, el 95% de las universidades coinciden en que los recursos tecnológicos hacen la educación más eficiente para los estudiantes, además de ser vital la interacción entre el docente y el alumno».

¿Cómo afecta un título universitario a distancia en las posibilidades de conseguir un empleo? ¿Se sigue priorizando al que se recibió en modo presencial? Alejandro Melamed, director general de Humanize Consulting, respondió que no hay un pensamiento unificado: «Está evolucionando esto. Todavía sigue habiendo reclutadores que miran de reojo a la distancia y valoran más la presencial. Sin embargo, cada vez se abre más el panorama. Lo importante no es la modalidad, sino el tipo de educación que recibiste y las capacidades que desarrollaste. Es indistinto si una o la otra».

Fuente de la reseña: https://www.infobae.com/educacion/2017/11/18/la-educacion-a-distancia-siempre-mirada-de-reojo-ahora-con-mejores-resultados/

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Argentina: Segunda movilización multitudinaria contra el cierre de carreras terciarias

América del Sur/ Argentina/ 11.11.2017/ Fuente: laizquierdadiario.com.

Un grupo pequeño de docentes propuso abrir un compás de espera con el gobierno. El FIT llama a no confiar, mantener asambleas y nuevas movilizaciones hasta torcerle el brazo a Morales-Calsina.

En el día de ayer se realizó una segunda movilización en rechazo a la resolución N° 7239 que ordena la suspensión de inscripciones para las carreras de Educación Inicial, Primaria, Ed. Física y las carreras de Administración, Cs. Políticas y Economía.

A diferencia de la marcha del viernes pasado en esta oportunidad hubo una mayor concurrencia con más de mil personas. Se destacaron los profesorados de artes y Ed. Física que junto a estudiantes de otras carreras fueron la mayoría de los manifestantes.

La dureza de la ministra de Educación, Isolda Calsina y de los funcionarios que sostienen el cierre de inscripciones provoca mucho malestar en los estudiantes que pierden el derecho a elegir y que ya vienen con incertidumbre de continuidad en otras carreras como Economía.

Por su parte los gremios docentes ADEP y CEDEMS volvieron a estar ausentes y esperan una negociación con la ministra de Educación con la expectativa de obtener cargos a cambio de dejar pasar el cierre de inscripciones. El resto de los gremios docentes privados (SADOP) y universitarios (ADIUNJU) también pegaron el segundo faltazo consecutivo, y en el caso del gremio universitario fue luego de suspender la asamblea prevista para el martes 7.

Ninguna confianza en el gobernador Gerardo Morales y sus funcionarios 

Un pequeño grupo de docentes que está al frente de las movilizaciones definió, sin consultar a nadie, ir a la legislatura provincial y reunirse con diputados de la Comisión de Educación que preside el funcionario de la UCR Néstor Sanabia encargado de ejecutar el Pacto Social Educativo desde la legislatura. Los estudiantes no fueron recibidos por los diputados y tampoco los docentes que ingresaron lo reclamaron.

Este encuentro tuvo como resolución “poner al tanto “al gobernador Morales de los reclamos de los estudiantes y docentes.

¿A caso el gobernador no conoce las movilizaciones multitudinarias del viernes (3) en distintas localidades de la provincia que hasta su ministra Calsina descalificó en los medios? ¿La tarea de los miles movilizados es abrir un diálogo con un gobierno que resolvió en forma inconsulta cerrar cinco carreras de los IES?

Esta política de algunos docentes no tiene otro fin que poner un freno al incipiente proceso de organización de los estudiantes despertando expectativas en el gobierno 
Por el contrario el movimiento de estudiantes y docentes avanzó gracias a rechazar la resolución 7239 y es un punto de apoyo desde el cual no se puede retroceder.

Frente a las maniobras de docentes que son parte de las listas que históricamente se disputan espacios de poder en los rectorados y en los gremios necesitamos conquistar asambleas estudiantiles en cada IES que discutan un plan de lucha y una nueva movilización. No se puede permitir que un grupo decidan sobre la mayoría de estudiantes que conforman los terciarios. Esta es la única forma de construir una sólida unidad con los docentes para defender la educación pública.

Este sábado a las 17hs los docentes y estudiantes del PTS en el Frente de Izquierda junto al diputado electo Alejandro Vilca convocan a un plenario abierto en la facultad de Humanidades. Se proponen discutir las perspectivas del conflicto educativo y como enfrentar el conjunto del plan de ataques a la educación pública por parte del gobierno de Gerardo Morales.

Fuente de la noticia: http://laizquierdadiario.com/Segunda-movilizacion-multitudinaria-contra-el-cierre-de-carreras-terciarias

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ACNUR: Esquema de educación en línea les da un grado de esperanza a los estudiantes refugiados

ACNUR / 1 de octubre de 2017 / Autor: Charlie Dunmore / Fuente: ACNUR

Con el apoyo de la Universidad de Ginebra, el proyecto InZone pone a disposición cursos de grado para quienes ven la universidad fuera de su alcance.

La guerra puso un abrupto fin a los esfuerzos de Qusai para convertirse en un abogado. Había estado en el primer año de un curso de Derecho en la Universidad en Dara’a cuando la violencia estalló en la ciudad meridional de Siria en el inicio del conflicto civil del país en 2011.

En 2013, él y su familia huyeron a Jordania y terminaron en el remoto campamento de refugiados de Azraq. Allí, la esperanza de Qusai de convertirse en abogado parecía evaporarse.

Desesperado por continuar estudiando, él se inscribió en cada clase informal que pudo encontrar- inglés, computación, e incluso reparación de teléfonos celulares. Sin poder cubrir los costos o asegurar una visa para estudiar en un tercer país, la idea de concluir sus estudios continuaba lejos de su alcance.

Fue entonces cuando oyó hablar de una iniciativa llamada InZone, respaldada por la Universidad de Ginebra y que ofrecía un curso de historia a nivel de grado diseñado por la Universidad de Princeton en los Estados Unidos.

“Había instituciones prestigiosas involucradas y yo quería formar parte”.

“Yo no había pensado en estudiar historia, pero había instituciones prestigiosas involucradas y yo quería formar parte”, dijo Qusai.

La matrícula en la educación terciaria ha aumentado a nivel mundial, llegando a un 36 por ciento en 2016, comparado con un 34 por ciento un año anterior; sin embargo, para el 99 por ciento de los refugiados, el acceso a la universidad o a otras formas de educación superior continúan fuera de alcance.

La demanda claramente está allí: en 2016, más de 4.300 refugiados recibieron becas DAFI, el programa de educación superior provisto por la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, y apoyado por Alemania, para recibir educación terciaria en 37 países de acogida, un aumento del 90 por ciento en comparación con 2015. Sin embargo, para decenas de miles más, la matrícula, la distancia y la dificultad para completar la educación secundaria los mantienen fuera de la educación superior.

InZone demuestra cómo la educación superior puede estar disponible para quienes normalmente no tendrían acceso. La iniciativa, que se estableció primero en el campamento de refugiados en Kakuma en 2010, llegó a Azraq en septiembre de 2016 con el curso de historia dado por Princeton.

Ahora otra institución estadounidense, Purdue University, está dando un curso de ingeniería. Las sesiones presenciales se llevan a cabo en un laboratorio de cómputo financiado por ACNUR y gestionado por la ONG CARE International.

“Estar conectado con el mundo exterior de la academia te hace sentir parte de algo más grande”.

James Casey, un candidato doctoral en historia siria moderna en Princeton, fue uno de los tutores en línea para el curso impartido en Azraq. Él dice que, a diferencia de un curso normal en línea o por correspondencia, donde los índices de retención son bajos, el enfoque de InZone es promover la interacción regular entre los tutores y los estudiantes, ya sea en línea, cara a cara o por medio de las redes sociales. Esta es la forma de mantenerlos “comprometidos y en el camino”, dijo él.

Los tutores y profesores de los cursos intentan visitar a los estudiantes en el campamento al inicio y al final del término, en el primer caso para llevar a cabo los exámenes de selección e introducir a los seleccionados al curso, y al final para supervisar el taller y los exámenes finales del curso.

Además del laboratorio de computación, los estudiantes utilizan dispositivos móviles para estudiar y tener acceso a los materiales en un dispositivo USB cuando el internet no está disponible. Los grupos de tutores usan el servicio de mensajería instantánea de Whatsapp para permitir la comunicación entre estudiantes y profesores cuando la conectividad es limitada.

El curso mantuvo a Qusai intelectualmente estimulando y le dio esperanza. “Estudiar con una de las mejores universidades y estar conectado con el mundo exterior de la academia te hace sentir parte de algo más grande, no solo como una cifra en un campamento de refugiados”, dijo él.

El curso también le dio una nueva perspectiva. “Aprendimos cómo los países de Europa se reconstruyeron después de la Segunda Guerra Mundial, y eso me da la esperanza de hacer lo mismo en Siria”.

Fuente de la Noticia:

http://www.acnur.org/noticias/noticia/esquema-de-educacion-en-linea-les-da-un-grado-de-esperanza-a-los-estudiantes-refugiados/

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La educación en el sistema penitenciario es un tema pendiente en Uruguay

América del sur/Uruguay/30 Septiembre 2017/Fuente: La Red 21

La jornada sobre educación, trabajo y arte en cárceles celebrada el pasado viernes concluyó que la educación en el sistema penitenciario es un tema pendiente para Uruguay.

El viernes 22 de setiembre se llevó a cabo la jornada “Educación, trabajo y arte en las cárceles” en el anexo del Palacio Legislativo.

La actividad constó de una mesa pública de diálogo con autoridades del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), de la Universidad de la República (Udelar) y del Consejo de Formación en Educación; y el realto de las experiencias de diversos programas que trabajan con el foco en las personas privadas de libertad como el Programa Integral Metropolitano (Udelar), Usina Cultural Matices, Programa Población de la Facultad de Ciencias Sociales (Udelar), Área de Derechos Humanos del Servicio de Extensión y Actividades en el Medio (Udelar), y Learning Together (Universidad de Cambridge).

Los panelistas que intervinieron en la jornada coincidieron en señalar que la educación en el sistema penitenciario continúa siendo un tema pendiente, recoge la página web de la Udelar

El comisionado parlamentario para el Sistema Carcelario, Juan Miguel Petit, hizo referecia al trabajo de las docentes de la Universidad de Cambridge, Ruth Armstrong y Amy Ludlow, fundadoras y directoras del programa “Learning Together” (aprendiendo juntos) y destacó la experiencia de poder “escuchar propuestas innovadoras y transformadoras” en un tema central como es la educación en el sistema penitenciario.

Petit reconoció que aunque se está trabajando mucho ese sigue siendo un tema pendiente en nuestro país. A su vez consideró que la experiencia de Armstrong y Ludlow muestra cómo puede el estudiantado universitario “invadir” las cárceles con aire fresco, innovación, ideas y posibilidades de trabajo superando obstáculos y prejuicios.

Por su parte el prorrector de Enseñanza de la Udelar, Fernando Peláez, coincidió con Petit en que se ha avanzado mucho, pero todavía queda muchísimo por hacer porque los resultados son aún insuficientes.

A su vez señaló que hay una tradición de trabajo importante vinculada a esta temática en la Udelar, en varias de sus Facultades, servicios y equipos de estudiantes. En el último año se dio un “salto cualitativo importante»”luego que la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) planteara al Consejo Directivo Central de la Udelar, la necesidad de un programa de articulación y coordinación del acceso a la educación para las personas privadas de libertad, expresó. Este equipo está liderado por Gabriela Pasturino, integrante del área de Derechos Humanos de la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (CSEAM), quien expresó que el intercambio con las docentes de la Universidad de Cambridge en los últimos tres días fue muy emotivo y esclarecedor, y permitió “una simbiosis entre ellas y las personas privadas de libertad respecto a lo que querían hacer”.

La coordinadora de la Unidad Académica de CSEAM, Mariana Mendy, explicó en su turno que la Udelar cuenta desde el año pasado con un área de Derechos Humanos y que allí se definió como uno de los temas centrales la problemática de las personas privadas de libertad, principalmente educación en ese contexto.

Aprendiendo Juntos

A través del programa “Learning Together” (Aprendiendo Juntos) de Armstrong y Ludlow, las personas privadas de libertad y estudiantes universitarios asisten a un curso dictado en una cárcel, cuyas reglas y contenido están determinados por el consenso entre ellos.

Ambas docentes señalaron que la experiencia en Uruguay fue muy energizante y se emocionaron al ver la “cultura de investigación” que tiene el país y cómo las autoridades de distintas instituciones están abiertas al intercambio, reseña la web de la Udelar.

Las visitantes recordaron que la educación y la seguridad están muy vinculadas: una persona con educación limitada tiene más probabilidades de cometer delitos.
A su vez señalaron que los aspectos de la educación que interactúan con la rehabilitación de las personas privadas de libertad son la edad, el poder de decisión sobre uno mismo y el desarrollo pleno de la identidad, los vínculos sociales, las situaciones y oportunidades que tenemos como integrantes de una sociedad. Mientras que destacaron que sus investigaciones parten del diálogo con los estudiantes e instituciones que integran el programa, sin remitirse meramente a preconceptos teóricos.

Según reporta el artículo de Udelar el objetivo principal de Armstrong y Ludlow no es conformarse con casos individuales, sino presentar a los gobernantes y a las instituciones de educación terciaria un desafío para generar un cambio importante en la sociedad a largo plazo. Actualmente trabajan con 25 universidades y 25 cárceles próximas geográficamente –para facilitar la movilidad de los estudiantes–, y están intentando que los cursos que aprueban las personas privadas de libertad sean acreditados para que puedan acceder a un título universitario.

Fuente: http://www.lr21.com.uy/comunidad/1346001-jornada-educacion-arte-trabajo-carceles-uruguay-udealr

Imagen: http://www.lr21.com.uy/wp-content/uploads/2017/09/educacion-carceles.jpg

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Costa Rica, el país de OCDE que más porcentaje del PIB invierte en educación

Costa Rica / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: El Periódico

Costa Rica es el país de la OCDE que más porcentaje de su Producto Interior Bruto (PIB) invierte en educación, además de ser el que destina la mayor cantidad de dinero por estudiante en Latinoamérica, revela un informe de la entidad publicado hoy.

En informe «Panorama de la Educación 2017» de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se desvela que Costa Rica invierte el 6,3 por ciento de su PIB en educación, el mayor porcentaje entre los países miembros del organismo y superior al promedio de éstos, que es del 4,8 %.

Esa inversión se desglosa en un 4,8 % del PIB para primaria, secundaria y educación no superior y un 1,6 % para instituciones de educación terciaria. Estos números superan la media de la OCDE, que es de 3,4 % y 1,3 %, respectivamente.

Además, Costa Rica invierte por estudiante 4.520 dólares anuales, la mayor cantidad en Latinoamérica, aunque esta cifra está por debajo de los 9.245 dólares que promedian los países de la OCDE.

Entre los datos que revela el informe figura un aumento del nivel de asistencia a la educación superior en el rango de 25 a 34 años desde el 2000, que ha pasado del 18 % al 29% en 2016, mientras que el porcentaje de personas sin estudios superiores pasó del 68 % al 50 % en el mismo periodo.

«A pesar de este progreso significativo (…) uno de cada dos adultos jóvenes no ha completado estudios superiores a la secundaria, un porcentaje mucho mayor que el promedio en los países de la OCDE (16 %)», se indica en el informe.

Los adultos con títulos en educación superiora en Costa Rica tienen mejores posibilidades de empleo, pues el 81 % de los que tienen entre 25 y 64 años tiene trabajo, mayor que aquellos con menor preparación (62 %).

Los graduados de educación superior perciben ingresos de más del doble de quienes no tienen un título en Costa Rica, se añade en el documento.

También se desprende del informe que el campo de estudio preferido es el que componen los negocios, la administración y las leyes con el 34 %, seguido por la educación con el 19 %. Ambos abarcan más de la mitad de las personas con estudios terciarios, lo que supone 17 puntos porcentuales más que el promedio de la OCDE.

Las carreras de ciencias, ingenierías, tecnología y matemáticas son menos atractivas para los costarricenses, con solo un 17 % de los estudiantes, menor al promedio de los países de la OCDE (25 %).

«Costa Rica tiene el porcentaje más bajo de personas que estudian ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas entre los país de la OCDE y sus economías asociadas con datos disponibles», se agrega en el informe.

Fuente de la Noticia:

http://www.elperiodico.com/es/sociedad/20170912/costa-rica-el-pais-de-ocde-que-mas-porcentaje-del-pib-invierte-en-educacion-6279995

Fuente de la Imagen:

Educación en Costa Rica

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Educación superior: un proyecto que necesita rehacerse íntegramente

Chile / 17 de septiembre de 2017 / Autor: José Joaquín Brunner / Fuente: El Líbero

El mayor problema de la reforma de la educación superior impulsada por el gobierno es la inexistencia de un diagnóstico serio del sistema que considere todos los elementos indispensables, y la ausencia por ende de una agenda de problemas necesarios de abordar. Hasta ahora, la reforma anunciada, y el proyecto de ley enviado al Congreso para materializarla, carecen de una fundamentación racional.

Ante todo, deseo llamar la atención sobre el carácter y desempeño de nuestra educación terciaria (ET), cuya legislación más fundamental estamos tratando de cambiar. En efecto, cualquiera modificación de la legislación que la rige, sobre todo si pretende ser de fondo, debe partir por un conocimiento fundado del sistema que se busca cambiar.

 

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Carácter. Dentro de la clasificación de regímenes de economía política de los sistemas nacionales según el carácter público/privado de la provisión y el financiamiento del sistema, el de Chile se caracteriza —en comparación con el promedio de los países de la OCDE— por tener en ambas dimensiones una presencia preponderante de matrícula y recursos privados. En esta misma categoría, aunque con perfiles diferentes de preponderancia privada, se encuentran además Brasil, Corea, Gran Bretaña, Israel, Indonesia, Japón, Perú y otros.

Un tipo diametralmente opuesto de economía política es aquel donde predominan la provisión y el financiamiento estatales, como ocurre —en diversos grados— en la mayoría de los países de Europa Occidental y también en Argentina, Cuba y Uruguay, por ejemplo.

Un tercer tipo de régimen es aquel en que predomina la provisión estatal, pero con financiamiento mayoritariamente privado (economía política estatal de costos compartidos), como poseen Australia, Canadá y Estados Unidos, entre otros.

Por último, hay sistemas cuyo régimen combina provisión mayoritaria por instituciones privadas (“de vocación pública”) con gestión independiente y financiamiento predominantemente fiscal (economía política de tercer sector), como ocurre en Bélgica, Finlandia, Estonia y Honduras, por ejemplo.

Nótese que si bien Chile se sitúa en el cuadrante de provisión y financiamiento predominantemente privados, sin embargo posee universidades que corresponden a  tres de los tipos de regímenes de economía política descritos: universidades estales financiadas mayormente con recursos privados agrupadas en el CUECH;  universidades privadas cofinanciadas con aportes directos del Estado (las del G9); y universidades privadas cuyo financiamiento principal —aunque no exclusivo— proviene de fuentes privadas.

 

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Desempeño. ¿Qué rendimiento posee nuestro sistema de ET en las dimensiones básicas de su desempeño? A continuación se presentan resumidamente los datos más relevantes (con base en OECD, Education at a Glance 2016, a menos que se indique una fuente diferente).

  1. Participación. La participación neta, sobre el grupo de edad de 20 a 29 años, alcanza en Chile a un 27%, mientras que en el promedio de la OCDE se sitúa en torno a un 22%. La participación bruta medida por la UNESCO en relación a la cohorte de edad pertinente es de 89%, trece puntos porcentuales por encima de los países de Europa Occidental y América del Norte y casi el doble de la tasa promedio de América Latina (46,3%). En breve, Chile cuenta con un sistema de ET de amplia cobertura, con acceso casi universal, lo que representa un logro notable, pero crea nuevos y más complejos desafíos, como veremos más adelante.
  2. Acceso. La tasa de primer ingreso a la ET (proporción de personas que puede esperarse ingresará a algún programa de ET en el curso de su vida), índice que ofrece una idea general sobre la accesibilidad a este nivel, es de 87% en Chile, frente a un 68% en el promedio de la OCDE. La ET dejó, pues, de ser un privilegio y hoy es un derecho que las familias reconocen frecuentemente como una obligación para sus hijos.
  3. Matrícula por niveles. La distribución de la matrícula por niveles de la Clasificación Internacional Normalizada de Educación (CINE 2011) es la siguiente en Chile: Nivel 5 (carreras de ciclo corto), 29%; Nivel 6 (programas de licenciatura o equivalentes), 63,1%; Nivel 7 (programas de maestría o equivalentes), 7,1%; y Nivel 8 (programas de doctorado o equivalentes), 0,4%. En los países de Europa Occidental y América del a Norte, las cifras correspondientes son: 24,2%; 53,5%; 19,4%; 2,8%, respectivamente (UNESCO Institute for Statistics, 2017).
  4. Equidad de la matrícula. En América Latina,Chile posee la mayor tasa de participación neta del quintil 1 (más pobre), que alcanza a un 27,4%. Asimismo, tiene el segundo índice más bajo de desigualdad 20:20 después de Bolivia; el valor para Chile es 2,3, el de Bolivia 1,8 y el índice 20:20 promedio para América Latina es 7,0. (SEDLAC, 2017). Un reciente estudio del Banco Mundial destaca que Chile ha sido uno de los países más exitosos en términos de reducir la desigualdad en el acceso a la educación superior” (The World Bank, At a Crossroads: Higher Education in Latin America and the Caribbean, 2017, p. 88).
  5. Eficiencia interna. Hay dos maneras de medir el grado de eficiencia interna del sistema de ET. (A) La tasa de 1a graduación de la ET (sin incluir estudiantes extranjeros) —que estima el porcentaje de una cohorte de edad que se espera se gradúe durante el largo de su vida— es 51% en Chile, mientras en el promedio de la OCDE es 45%. En las carreras de ciclo corto las cifras correspondientes son 22% y 11%; en el nivel de licenciatura o equivalente, 34% y 38%; en el nivel de maestría o equivalente, 9% y 18%; y en el de doctorado o equivalente, 0,2% y 1,7%, respectivamente. De modo que no sólo ha aumentado notablemente la cobertura, sino también las expectativas de graduación, calculadas en base al patrón actual de titulación en la ET. (B) La tasa de conclusión de estudios universitarios por cohorte ingresada en un determinado año no cuenta en Chile con datos confiables que pudiesen ser comparados internacionalmente. Para el promedio de los países de la OCDE es 45% de graduación en tiempo oportuno y 69% medida dentro de los tres años siguientes a la duración nominal de los correspondientes programas. Suele estimarse que en Chile esta última cifra sería significativamente inferior, existiendo además una demora para graduarse en relación con la duración nominal de los estudios.
  6. Eficiencia externa, vinculada con el empleo y la remuneración de las personas con ET. (A) La tasa de empleo de personas con ET por área de educacional, hombres y mujeres, aparece como altamente satisfactoria en la comparación internacional. Para el año 2015, se situó en Chile en un 90% en el promedio de todas las áreas. Los países de la OCDE, para los años 2012 a 2015, alcanzan una tasa algo inferior, de 85% en el promedio de los países miembros. (OECD, Survey of Adult Skills, PIAAC). (B) El diferencial del ingreso recibido por las personas con ET en relación con el ingreso promedio de las personas con educación secundaria superior (=100) es en general alto comparado con el promedio OCDE, en todos los niveles. En el nivel 6 asciende a 282 frente a 148 en la OCDE. Y en el Nivel 7, la comparación es de 444 versus 191, respectivamente. Sin embargo, se observa en Chile una creciente dispersión de las remuneraciones de los graduados; por ejemplo, en el caso de Derecho, durante el primer año después de la graduación, el 10% superior tiene una remuneración alrededor de 10 veces mayor al 10% inferior ($3,4 millones versus $344 mil pesos) (Mi Futuro, 2017). Asimismo, un reciente estudio del Banco Mundial estima que un 7% de los estudiantes que comenzó sus estudios de ET en 2012 podría haberse matriculado en programas que tendrían tasas negativas de retorno (The World Bank, At a Crossroads: Higher Education in Latin America and the Caribbean, 2017, cap. 3 de Sergion Urzúa).
  7. Calidad. Es la dimensión más difícil de medir cuantitativamente. A continuación presentamos tres indicadores.
    • Según el porcentaje de estudiantes en universidades acreditadas, menos de un 10% de los estudiantes se halla matriculado durante los últimos años en universidades no-acreditadas. Un 31% de la matrícula total de las universidades se encuentra en instituciones con el máximo de las cinco áreas acreditadas, mientras que un 14% de los estudiantes de pregrado está matriculado en universidades con acreditación solo en las dos áreas obligatorias. Considerando la matrícula de los IP y CFT, un 87,3% de la matrícula del sector técnico profesional corresponde a instituciones con dos o más áreas de acreditación y un 13% a instituciones sin acreditación. En breve, la gran mayoría de los estudiantes cursa sus estudios en instituciones que la agencia oficial del Estado califica como de un nivel satisfactorio.
    • Según el número universidades de excelencia registradas entre las mil universidades top del ranking global del Times Higher Education aparecido hace pocos días, el sistema chileno cuenta con 13 universidades de calidad internacional, una por cada 1,4 millón de habitantes, seguido de Costa Rica con una x cada 4,9 millones de habitantes, Brasil, una x cada 9,2 millón y Colombia una x 9,8 millones. Más atrás aparecen Venezuela, Perú, México y Argentina. Nótese que las mil primeras universidades corresponden a menos del 4% del total mundial de universidades registradas por Webometrics (26.368 en 2017).
    • Según el desempeño de las personas con ET en el examen PIACC de comprensión lectora (literacy), Chile muestra una baja calidad de resultados: 240 puntos en promedio, que representa un nivel elemental de literacy, frente a un promedio de 275 puntos para los países de la OCDE. La puntuación obtenida por las personas con ET en Chile es menor que el puntaje alcanzado por las personas con educación secundaria superior de la OCDE (260) y supera apenas por cinco puntos el puntaje promedio OCDE de las personas con educación inferior al nivel secundario superior (235 puntos).

Una hipótesis plausible es suponer que la baja puntuación obtenida en Chile por las personas con ET, se debe a los bajísimos niveles alcanzados previamente por las personas con menos que educación secundaria superior (186 puntos) y con educación secundaria superior (219 puntos). Dicho en otras palabras, el pobre desempeño de la ET en literacy, sería el resultado acumulativo de las desventajas de la cuna y de la pobre calidad de la educación primaria y secundaria que recibe una mayoría de los niños y jóvenes provenientes de los hogares correspondientes a los deciles de menor ingreso.

  1. Financiamiento. El gasto en ET (incluyendo I&D) medido como porcentaje del PIB —indicador del esfuerzo relativo que los países realizan en este ámbito— es en Chile netamente superior al promedio de la OCDE; de hecho, es uno de los mayores del mundo. Se caracteriza además por una fuerte participación de la financiación privada.

(A) Según niveles de la CINE 2011 alcanza en Chile a un 0.4% en el Nivel 5; a un 2.0% en los Niveles 6 a 8; en total, 2.3% del PIB. En el promedio de la OCDE, las cifras correspondientes son 0.2%, 1.4% y 1.6%, respectivamente.

(B) Según el carácter estatal o privado de las fuentes de recursos, en Chile la composición del gasto es: 1.0% estatal; 1.4% privado; total, 2.3%, respectivamente. En el caso de la OECD: 1.1% estatal; 0.5% privado; total, 1.6%.

(C) Según el monto del gasto por estudiante, la distribución en Chile  es la siguiente (expresada en USD ppc,  incluyendo gasto en I&D): Nivel 5, USD 4.079; Niveles 6 a 8, USD 9.084; total, USD 7.642 (USD 364 en I&D). En comparación, el gasto promedio de la OCDE es USD10.107, USD 16.199, 15.772 (USD  4.837 en I&D), respectivamente. En suma, Chile realiza un significativo esfuerzo de gasto en la ET en relación con el PIB, pero sostiene este esfuerzo mediante un esquema de gasto compartido. Aun así, el gasto en el Nivel 5 es comparativamente bajo para el gasto en los niveles superiores, y el gasto en I&D es ínfimo.

  1. Evaluación de sistemas nacionales. El único ranking de sistemas nacionales de universidades, realizado por Universitas 21, ubica a Chile en el lugar 34 entre 50 países, el primero de los cuatro sistemas latinoamericanos evaluados, seguido de Argentina, Brasil y México. Este ranking considera recursos, ambiente académico, conectividad y output de investigación y docencia.

 

En suma, una visión respaldada por datos sobre el desempeño comparado del sistema chileno arroja un balance positivo con una sólida performance en el contexto no sólo latinoamericano, sino también —en varias dimensiones— en relación con el promedio de la OCDE. Además, revela dónde se hallan los principales desafíos que el sistema enfrenta en la actual etapa de su desarrollo: (i) baja calidad del logro en la adquisición de competencias fundamentales; (ii) necesidad de focalizar los esfuerzos de la instancia de acreditación en cubrir a todas las instituciones, exigiendo y fomentando una mayor efectividad de los procesos de enseñanza y aprendizaje; (iii) necesidad de un constante monitoreo de la empleabilidad de los graduados, especialmente la evolución de la franja de personas con tasa negativa de retorno; (iv) preocupación por la deserción y duración tanto nominal como real de las carreras universitarias y necesidad de apoyar a los estudiantes vulnerables; (v) reducido gasto en I&D y en la enseñanza técnica de ciclo corto.

 

3

Visto el positivo desarrollo de nuestra educación superior y su estado actual, cualquier cambio que se desee introducir —sobre todo si es de cierta magnitud— debe ser seriamente fundado y técnicamente bien diseñado. El mayor problema de la reforma de la educación superior impulsada por el gobierno es la inexistencia de un diagnóstico serio del sistema que considere todos los elementos resumidos más arriba, y la ausencia por ende de una agenda de problemas necesarios de abordar. Hasta ahora, la reforma anunciada, y el proyecto de ley enviado al Congreso para materializarla, carecen de una fundamentación racional.

Tampoco ha definido los principios axiales que deberían orientar la reforma, en relación con aspectos cruciales tales como la naturaleza del sistema y su  economía política; el balance estatal/privado respecto de la provisión y el financiamiento; la mantención o no de un esquema de costos compartidos; la definición y el carácter de las instituciones; cómo ha de entenderse lo público de acuerdo a la evolución histórica del sistema y su institucionalidad; vínculo de las instituciones con el Estado (igualdad de trato o diferenciación, cuándo, cómo, en qué aspectos, etc.); la autonomía de las universidades; la identidad de sus proyectos educacionales; los esquemas de apoyo para los estudiantes, etc. En breve, la reforma carece de norte; no explícita sus objetivos ni aparece dotada de una racionalidad de valores.

Tampoco propone una estrategia sustentable de desarrollo de la ET que sirva como marco para las modificaciones legislativas y que responda a un diagnóstico fundado, incorpore los principios axiales y defina metas y medios para su implementación. Discutimos en el aire, lo que dificulta la comprensión de los asuntos discutidos e inhibe una deliberación racional.

En cuanto a la gobernanza del sistema propuesta en el proyecto, ella es orgánicamente débil y confusa en el vértice superior. En efecto, se discute en paralelo crear una Subsecretaría de Educación Superior y un Ministerio de Ciencia y Tecnología. Esta dualidad no se justifica y debilita a ambas partes en vez de fortalecerlas.

Funcionalmente, el esquema propuesto es centralizado, controlista, excesivamente burocrática y parece obedecer a un generalizado sentimiento de desconfianza de las autoridades hacia las instituciones. Establece un control estatal panóptico a través del manejo de la admisión; la determinación de vacantes; la definición de estándares y la regulación curricular a través de un marco nacional de cualificaciones rígidamente concebido; el trato preferente a un grupo de universidades que recibirían el monopolio sobre el carácter público de la ET; una categorización y segmentación de las universidades; la supervisión concebida con criterios de mera contabilidad de la gestión y uso de recursos; la fijación del precio de los aranceles; y, en última instancia, la dependencia de todas las instituciones de la voluntad oficial una vez que el financiamiento del sistema se halle exclusivamente en manos del Estado.

En breve, parece haberse diseñado una gobernanza para el control del sistema, no para guiarlo en beneficio del interés común. Más que estimular la iniciativa de las instituciones, parece que la opción es sujetarlas a una administración jerárquica que operaría por medio de reglas y controles.

Tampoco se prevé  una adecuada coordinación entre los varios componentes de la gobernanza, como ministerios, agencias públicas relevantes, los actores del sistema y las partes interesadas externas de la sociedad civil. La interlocución del gobierno con los actores internos del sistema se mantiene bloqueada a favor del CRUCH, organismo que se ha vuelto disfuncional y cada vez menos representativo del conjunto de universidades acreditadas. Igualmente, se excluye la participación institucionalizada de partes interesadas externas en la formulación de las políticas para el sector, salvo en el caso de las instituciones no-universitarias.

 

4

Por último, conviene anotar que toda esta discusión sobre una reforma de la ET se lleva a cabo sin atender a los desafíos que el sistema deberá enfrentar durante las próximas décadas. Menciono, por vía de ejemplo, tres órdenes de estos desafíos.

  1. Perspectivas de desarrollo de la docencia, su arquitectura, homologación con las tendencias internacionales a nivel de pregrado y posgrado, el aprendizaje de competencias claves para este siglo, el uso intensivo de las nuevas tecnologías digitales, etc. No hay una efectiva preocupación por los temas de deserción y titulación oportuna; la contención de la espiral de costos docentes; el financiamiento de los estudiantes y las instituciones; la administración de la gratuidad parcial y focalizada que se ha instaurado por medio de glosas del presupuesto de la nación; el mejoramiento continuo de los programas; el financiamiento del esquema de becas y créditos, etc.
  2. La investigación en los diferentes campos del saber y las áreas interdisciplinarias de especial interés para Chile; la concentración o dispersión de la inversión en ciencia y tecnología; cómo combinar las dimensiones global-nacional-locales; el financiamiento de I&D; los nuevos modos de producción de conocimiento; la triple hélice entre universidades, empresas y gobierno, etc; la vinculación de la ET con el desarrollo regional y las comunidades; la forma de estimular la investigación en las nuevas universidades más meritorias.
  3. Gobierno de las instituciones. Hay una escasa reflexión sobre esta crucial materia, como queda en evidencia con la discusión sobre el gobierno de las universidades estatales, asunto que se trata separadamente en otro proyecto de ley. No nos formulamos la pregunta clave, cual es, ¿cómo han de organizarse gobiernos de universidades que posean a la vez legitimidad académica, eficacia de conducción y liderazgo de cambio? Tampoco aparecen en el horizonte del debate cómo fortalecer el pluralismo dentro del sistema, la diversidad de instituciones y un trato igualitario de ellas basado en criterios de desempeño, mérito y sujeción a un marco público de regulaciones.

En suma, el actual proyecto de reforma de la ET no está a la altura de la complejidad ni de los desafíos que enfrenta nuestro sistema. Requiere ser repensado desde la base y rediseñado con criterios más contemporáneos, aprovechando sus numerosas fortalezas y ventajas, e identificando correctamente los problemas que se deben abordar.

 

José Joaquín Brunner, #ForoLíbero

 

(Versión revisada de la presentación realizada ante la Comisión de Educación y Cultura del Hon. Senado, 11 de septiembre de 2017)

 

Fuente del Artículo:

Educación superior: un proyecto que necesita rehacerse íntegramente

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Colombia: Sistema Nacional de Educación Terciaria está en espera

América del sur/Colombia/26 Agosto 2017/Fuente: El colombiano

La información es clara: “El Ministerio de Educación Nacional se permite informar que no se ha radicado en el Congreso proyecto alguno relacionado con el Sistema Nacional de Educación Terciaria (Snet) y no se hará hasta que exista consenso con los sectores interesados en el mismo”.

El comunicado es del 31 de enero de 2017 y, a la fecha, la situación no ha cambiado.

“Está en decretos borradores y en intenciones”, confirma Diana Rúa, directora académica del IME.

Una demora que retrasa la puesta en marcha de los diferentes componentes del sistema, como el Marco Nacional de Cualificaciones (que, sin embargo, ya presentó el de las TIC y empezó a construir el de la salud), el Sistema Nacional de Calidad de la Educación Terciaria —Sisnacet— o el Sistema Nacional de Acumulación y Transferencia de Créditos —Snatc—.

“Son 15 áreas de desempeño, sin contar los oficios. Vamos a paso lento”, agrega la directora académica del IME.

“Esperábamos que el Snet estuviera listo este año”, confiesa Beatriz Marín, rectora del Cesde. “En Colombia hay una desagregación de los niveles de educación. No conversan el uno con el otro, sin posibilidades de rutas, homologaciones, entre niveles”, agrega la directiva.

El Snet, sin embargo, sigue siendo la ruta integradora que las instituciones para el desarrollo y el trabajo humano ven como necesaria para el sistema educativo colombiano, tanto para que los estudiantes cuenten con plataformas homologables, como para que “el sector educativo no esté a la espalda del sector empresarial”, insiste la rectora Marín .

Fuente: http://www.elcolombiano.com/colombia/educacion/sistema-nacional-de-educacion-terciaria-esta-en-espera-DA7174270

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