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Universidad: Ingreso y Gratuidad

Alejandro Grimson

Un fantasma recorre los claustros universitarios. Es el fantasma de López Murphy. Nadie desea que se repita un episodio de reducción presupuestaria que genere una crisis. Pero las noticias y tensiones disparan preguntas.

¿Qué está ocurriendo en las universidades? Después de varios años de fuerte expansión, han regresado tensiones y conflictos. Paros en colegios secundarios universitarios, movilizaciones por el boleto estudiantil, huelga de docentes, declaraciones del ministro y de rectores, reunión con el presidente. ¿De dónde venimos y para dónde vamos?

Las universidades públicas argentinas son parte de las instituciones con mayor reconocimiento social. Fuente de orgullo, también generan intensos debates. La Argentina no sólo tiene universidades de alto prestigio, sino que ha privilegiado el sistema público sobre el privado, tanto en cantidad de estudiantes como en términos de investigación científica.

En la llamada “época de oro”, en 1960, antes de la “noche de los bastones largos”, había nueve universidades nacionales. En 2010 sumaban 47. Hace muy pocos años que en las 23 provincias argentinas hay al menos una universidad pública. Casi la mitad fueron creadas en los últimos treinta años de democracia. En 1960 había 160 000 estudiantes universitarios en el país, lo cual representaba el 0,8% de la población. Esa cifra se fue incrementando durante las últimas tres décadas, así como la proporción sobre el total. En 2010 había más de 1.700.000 estudiantes, más de diez veces más que cincuenta años antes, y abarcaban el 4,3% de la población. En proporción, los estudiantes universitarios se multiplicaron por cinco en cincuenta años. Entre 2001 y 2011 se sumaron 395.000 estudiantes al sistema universitario, lo cual implica un crecimiento del 28%. En el mismo período los egresados aumentaron un 68%, pasando de 65.000 a 109.000 egresados anuales.

En términos comparativos, es indudable que tanto Brasil como México cuentan con sólidos sistemas universitarios en la región. Los salarios reales de los docentes son aproximadamente el doble que en Argentina. Ahora bien, mientras el 4,3% de la población argentina está conformado por estudiantes universitarios, en Brasil sólo alcanzan el 3,4%, y en México el 2,1%. Además, mientras en la Argentina el 3,4% de la población asiste a instituciones públicas, en México ese porcentaje desciende al 1,4%, y en Brasil al 0,9%.

Una cifra que se acerca a dos millones no refleja a una pequeña elite. Una gran parte de los estudiantes trabaja y estudia, y un elevado porcentaje, que alcanza el 70% en muchas universidades nuevas, no son hijos de universitarios. Son, por lo tanto, la primera generación universitaria de sus familias. La ampliación del acceso es un avance altamente significativo.

Desde 1983, la universidad pública argentina responde a la herencia de la Reforma de 1918, vinculada al ingreso irrestricto, el cogobierno y la autonomía, así como a la herencia de la gratuidad, instituida originalmente en 1949. Esos elementos se encuentran presentes en las universidades de varios países, pero en el nuestro aparecen conjugados, lo que constituye un caso bastante singular.

El Instituto Cifra-CTA calcula que entre diciembre de 2001 y diciembre de 2014 el salario promedio de los docentes universitarios se recompuso un 56%, con el detalle de que durante la crisis de 2002-2003 había llegado a descender un 30% respecto de 2001. Esto fue parte de un aumento del presupuesto universitario y de ciencia y tecnología, acompañado de importantes obras de infraestructura.

El triunfo de Mauricio Macri generó mucha preocupación entre los universitarios. El actual presidente había cuestionado la creación de nuevas universidades: “¿Qué es esto de hacer universidades por todos lados? Obviamente, muchos más cargos para nombrar…” Al comenzar la nueva gestión parecía que una persona ajena a la gestión de las universidades públicas asumiría en la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación.

Esto provocó un gran revuelo, que no es muy difícil de entender. En primer lugar, las universidades siempre han sido lugares donde los diferentes radicalismos tuvieron cierto peso. De los doce años de gobiernos kirchneristas, durante seis años el secretario fue el expresidente de la Universidad Nacional de La Plata, Alberto Dibbern, quien siempre se autodefinió como “un radical no k”. A esto debe sumarse la gestión de Juan Carlos Pugliese que juntos totalizan nueve años de gestión radical de las universidades durante el kirchnerismo. En segundo lugar, varios presidentes del Consejo Interuniversitario Nacional de origen radical nunca plantearon un cuestionamiento de la política universitaria del gobierno. En tercer lugar, al nivel de las universidades y sus rectores no existió una grieta en la Argentina. Como en cualquier ámbito hubo tensiones, pero nunca hubo en estos últimos años una división absoluta, ni entre radicales y peronistas, ni entre grandes y chicas. En el CIN se respetaron acuerdos de alternancia y composición plural.

Por eso, los niveles de conducción universitaria sintieron un alivio cuando finalmente asumió la Secretaría el ex rector de la Universidad Nacional del Litoral, Albor Cantard. A nadie le preocupaba su filiación política. El clima indicaba que un rector que conoce el sistema puede tener preferencias o políticas opinables, pero nunca destruye instituciones. Ya el tema presupuestario general y de los salarios en particular pasa por otros andariveles, ya que más allá de cada funcionario, en las paritarias es obvio el peso de los funcionarios de economía.

Sin embargo, la preocupación regresó mucho más pronto de lo previsto. La alta inflación desde diciembre y el ajuste de las tarifas de los servicios provocaron dos problemas: aceleraron los reclamos gremiales y tornaron inviable el presupuesto previsto para gastos operativos.

A fines de abril un alto funcionario del Ministerio de Educación le explicó a algunos rectores algunos lineamientos de sus políticas. Entre muchas palabras, aludió al “crecimiento excesivo”, a la “calidad relajada”, a un “sistema pervertido”, a la “discrecionalidad en el manejo recursos”. Literalmente dijo que “se han creado carreras a troche y moche”. “Hubo fiesta. Hay que apagar la música, arremangarse y ponerse a trabajar”. Una expresión, para los más moderados, poco afortunada. Es que resulta imposible que alguien que conozca el día a día de las universidades públicas pueda ser tan desatinado. Los menos moderados tuvieron expresiones que dejamos a la imaginación del lector.

Propuso trabajar en articular universidades públicas y privadas, mientras criticaba a las universidades públicas. Y ofreció ejemplos de que no puede ser “que cada uno decida su carrera” cuando sobran en una profesión y faltan en la otra.

Innumerables fuentes confirman que los radicales a cargo de la Secretaría de Políticas Universitarias no tienen claro el futuro inmediato. Hay un gobierno del PRO, que les cedió a ellos ese cargo. Ese funcionario debería disponer de mil quinientos millones de pesos para llevar a cabo sus políticas. Hasta ahora no tiene fondos.

Por otra parte, las paritarias con los docentes y no docentes son una incógnita. Todo apunta a una pérdida relevante del poder adquisitivo, pero hasta ahora las propuestas oficiales a los docentes resultan imposibles de aceptar por parte de los sindicatos.

Por supuesto, en la Ciudad de Buenos Aires una huelga en el Colegio Nacional de Buenos Aires tiene una gran repercusión. Menos conocido es que en estos años se crearon colegios secundarios universitarios en zonas de niveles socioeconómicos bajos, cerca de barrios populares o villas. En 2016 las escuelas secundarias de las Universidades General Sarmiento, Avellaneda, Quilmas y San Martín no han recibido fondos para pagar sueldos ni gastos.

Además de los salarios, las universidades tienen gastos operativos. Según varios rectores hay dilaciones con los gastos operativos previstos en la ley de presupuesto para varias universidades del conurbano. Habrá debate sobre si se trata de un incumplimiento de la ley de presupuesto y si no se trata de una medida discrecional. Algo similar sucede con el presupuesto de nuevas carreras, creadas a través de “contratos-programa”.

Por otra parte, en el contexto inflacionario se potenció el reclamo estudiantil por el transporte que ya produjo una movilización masiva en la ciudad de La Plata.

El gobierno parece ajustar con el fantasma de López Murphy. Este ministro de economía de De la Rúa anunció una reducción del presupuesto universitario y provocó una movilización gigantesca que terminó con su propia renuncia en marzo de 2001. Pero López Murphy no disponía del actual “ajuste por inflación”. Ahora viene el ensayo y error de ir probando en qué cifras puede generarse fragmentación de la comunidad universitaria, tanto en el plano sindical como en la presión de los rectores. Eso depende de una relación de fuerzas. Por supuesto, siempre lo más imprevisible para el gobierno es la reacción del movimiento estudiantil. La población universitaria actual en la Argentina hace que haya estudiantes en toda la trama social.

Mientras tanto, el mapa de las universidades es complejo. Mientras algunas comienzan a recibir las transferencias al día, otras están realmente cerca de situaciones de emergencia. Algunas están por suspender la comida en los colegios secundarios o han buscado créditos para solventar gastos básicos. Otras quizás sobrelleven mejor esta coyuntura, salvo la incertidumbre de las paritarias. Y el interés general, la preocupación genuina por lo que sucede en el conjunto del sistema, el compromiso por resolverlo colectivamente, es básicamente algo que quizás se construya en un futuro lejano.

El discurso neoliberal ha achacado acerca de la ineficiencia de las universidades públicas. Si sólo gradúan al 20 o 30% de los ingresantes, ¿por qué no nos ahorramos el dinero y reducimos drásticamente el presupuesto? Primero, ese millón y medio de pibes que están en el sistema público, se reciban o no, pasan por una experiencia universitaria que mejora sus conocimientos y mejora nuestra sociedad. Segundo, ellos y todos tienen derecho a acceder al conocimiento. Tercero, si se hiciera una selección anterior, probablemente muchos pibes de sectores más humildes que finalmente acceden al título quedarían por el camino. Cuarto, el problema de la graduación no se resuelve regresando al examen de ingreso de la dictadura militar, sino realizando inversiones apropiadas para incrementar el porcentaje y la cantidad de graduados.

En otro orden de cosas, ¿quién dijo que lo que hacen las universidades en graduar y graduar? Sólo un gran desconocimiento del sistema universitario puede provocar esa suposición. Las universidades hoy son el principal lugar donde trabajan los investigadores de ciencia y tecnología del país, es decir, son las mayores productoras de conocimiento, en articulación con el Conicet. Por ello mismo, realizan transferencia de tecnología, patentes y trabajan junto a empresas en procesos de desarrollo. Están insertas en la trama social local: realizan actividades culturales y extensión trabajando con comunidades en todo el país. Son un nodo crucial de la internacionalización y de la inserción global de la Argentina: las decenas de universidades públicas tienen acuerdos académicos y científicos con los países más importantes del mundo. Son además parte del desarrollo de las industrias culturales de carácter público. La relevancia de las editoriales universitarias, sus publicaciones científicas y culturales es enorme en el país.

Está comenzando a regresar, aún de modo solapado, un eficientismo neoliberal. Puramente ideológico, desconoce las realidades de la universidad pública actual. Hasta qué punto las palabras que revelamos aquí se harán públicas y regirán las políticas oficiales, es aún una incógnita. La profunda ignorancia sobre las universidades puede terminar desatando irrefrenables fantasmas del pasado.

Buenos Aires, Argentina / Mayo 2016 /Autor:Alejandro Grimson. Fuente: .pagina12.com.arFuente artículo: http://m.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-299222-2016-05-13.html

Fuente de la imagen: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10209403227140080&set=pb.1306569157.-2207520000.1463221868.&type=3&theater (Fernanda Saforcada, CLACSO)

Socializado por: Carlos A. Bracho León

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ODS Objetivo 4 / Meta 7 – Asegurar la adquisición de teorías y prácticas que promuevan el desarrollo sostenible y la ciudadanía global

Fuente OREALC UNESCO / 14 de Mayo de 2016

Estrategias para lograrlo:

  • Promover un enfoque interdisciplinario y multilateral que promueva una cultura de paz y no violencia.
  • Asegurar el reconocimiento de los factores culturales en la EDS.
  • Promover programas participativos de EDS con las comunidades, con educandos y docentes.
  • Entregar herramientas para formar ciudadanos/as globales y sociedades pacíficas, sanas y sostenibles.
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Colombia: Agitadas elecciones en Universidad de Pamplona

Cucuta7Días/12 de mayo de 2016/Por Juan Diego Restrepo E.

La renovación del Consejo Superior Universitario se ha convertido en una disputa política rodeada de aparente corrupción en el proceso electoral. ¿Qué está en juego?

La Universidad de Pamplona, en Norte de Santander, es una de las más importantes de esa región y su oferta atrae a estudiantes de todo el país, quienes ven en este centro educativo una opción para iniciar su camino a la profesionalización. Sin embargo, entre telones, hay una agitada actividad política para nombrar nuevo rector, quien deberá regir los destinos de esta institución entre 2017 y 2020.

En ese proceso se debe renovar el Consejo Superior Universitario, razón por la cual hay que elegir nuevos representantes de egresados, docentes y estudiantes, pues los actuales ya acaban su periodo de dos años. Quien quiera ser rector sabe que allí hay tres votos claves para sus propósitos. Los otros sufragios vienen del representante de los exrectores, que nombrarán a su vocero en agosto próximo, así como de los delegados de la Presidencia de la República, el Ministerio de Educación, el Gobernador de Norte de Santander, el sector productivo y de las autoridades académicas.

La escogencia de cada uno de los representantes de egresados, docentes y estudiantes se hace mediante un proceso electoral en el que se habilitan urnas, jura dos de votación, testigos electorales. Es un mecanismo que, en principio, es democrático, pero que, como toda elección de esas características, padece los males de la manipulación para beneficiar intereses particulares.

Muestra de ello fueron las elecciones realizadas el pasado 7 de mayo, cuando fueron convocados a las urnas cerca de 76 mil egresados en 20 ciudades del país para que eligieran su representante al Consejo Superior Universitario. No fue un proceso transparente, según denunciaron algunos sectores.

Evidencia de esas sombras de corrupción arrancan por la ausencia de un listado de votantes por mesa, lo que permitía que alguien podía votar en varias mesas sin ningún tipo de restricción; asimismo, no se dispuso de una base de datos depurada y actualizada, lo que a juicio de los denunciantes permitía la suplantación o doble votación. Quienes tuvieron la oportunidad de revisar el documento, observaron que había personas fallecidas y otras estaban doblemente registradas por aquello de que han cursado o más carreras.

Otra de las anomalías denunciadas está relacionada con la no utilización en esta jornada electoral de un software que permite sistematizar la base de datos, lo que habría facilitado que un egresado pudiera votar varias veces en diferentes ciudades; por ejemplo, en Cúcuta y Pamplona, en Bogotá y Cajicá o en Fundación y Santa Marta. Si bien hubo requerimientos con varias semanas de anticipación para que se habilitara ese sistema, no hubo respuesta alguna.

También se denunció que en algunas mesas de votación no hubo bases de datos disponibles, lo que impedía confirmar a los sufragantes. Un caso puntual fue el de Maicao, en Guajira, donde todo aquel que se presentara con cédula de ciudadanía o carné podía votar sin verificación previa. La anomalía fue registrada por el testigo electoral Carlos De Luque.

Otro de los fenómenos que observaron los denunciantes es que las bases de datos en las que estaban registrados los potenciales votantes no fueron subrayadas a la hora de sufragar, que es uno de los mecanismos más simples de control para evitar que una persona vote dos o más veces. Así lo dejaron registrado dos jurados electorales en una de las actas de escrutinio.

Las presuntas irregularidades denunciadas también pasaron por obstaculizar el ingreso de los testigos electorales a cumplir con sus funciones, entre ellas verificar la transparencia del proceso de votación y conteo de votos, pese a que estaban previamente autorizados por el Comité Electoral. Cintas de seguridad, miembros de la Fuerza Pública y presencia de funcionarios de la administración habrían impedido sus labores.

Este proceso electoral también estuvo enrarecido por los ataques a través de Internet contra una de las candidatas a la Rectoría y su círculo de colaboradores, sindicándolas de “guerrilleras” y “comunistas”, buscando con ello desprestigiar sus nombres y su propuesta. Para reforzar sus intimidaciones, se han creado perfiles falsos en redes sociales.

Bajo ese ambiente se deberán realizar hoy las elecciones del representante de los docentes y el próximo 27 las de representantes a estudiantes. Se presagia una intensa actividad para que estos procesos sean transparentes ante lo ocurrido con los egresados, que será impugnada por quienes se vieron afectados.

No es nuevo este ambiente opaco en la Universidad de Pamplona. El año pasado escribí sobre hechos de corrupción ligados a la venta de títulos profesionales, oferta irregular de ingresos al programa de Medicina, falsificación de pruebas de suficiencia en inglés, vulneración del sistema de notas de estudiantes, fraudes y venta de pruebas en concursos de jueces, procuraduría y directores de hospitales en el país.

Tales denuncias han sido presentadas ante diversas autoridades, locales, regionales y nacionales, entre ellas a la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría, sin que se conozcan, a la fecha, algún tipo de sanción contra los responsables de esos hechos.

La Universidad es un botín atractivo para los corruptos. Además de tener bajo su responsabilidad diversos concursos de méritos, que exigen un alto nivel de transparencia, es la principal universidad de la región, que dinamiza la economía de Pamplona, donde está la sede principal; cuenta con un presupuesto anual de más de 110 mil millones de pesos; tiene capacidad de contratación y vinculación de más de 700 docentes provisionales, 330 profesores de cátedra y por lo menos 500 profesionales por orden de servicios para laborar en diversos proyectos.

No es despreciable lo que está en juego. Por eso, quien llegue a la Rectoría de esta institución debe ser un funcionario con las mejores calidades humanas y profesionales para superar ese oscurantismo que desde hace varios años rodea la institución y le dé el verdadero valor a un centro educativo que es patrimonio de Norte de Santander. No debe admitirse a quien lastima y perjudica su buen nombre y lesiona los intereses de la comunidad académica.

 

Fuente: Tomado de: Revista Semana

http://cucuta7dias.com/empoderemonos/elecciones-unipamplona/

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La Justicia bloqueó el ingreso irrestricto a la universidad Educación. Una ley sancionada al final del kirchnerismo

ElClarin/12 de mayo de 2016

Lo decidió un juez, ante un amparo de la Universidad de La Matanza. La institución había pedido anular dos artículos de la Ley de Educación Superior por violar la “autonomía universitaria”.

La corte federal suspendió la vigencia de dos artículos de la Ley de Educación Superior Nº 27.204, que habían sido modificados en octubre, poco antes de las elecciones, por un proyecto de la ex diputada Adriana Puiggrós. La reforma de la ley estableció expresamente la gratuidad de las universidades públicas y prohibió los exámenes de ingreso eliminatorios. Ahora, esta segunda disposición –el ingreso irrestricto– quedó anulada con el argumento de que violaba la “autonomía universitaria”.

El fallo del juez federal Pablo Cayssials suspendió los artículos 2 y 4 de la Ley, que establecían que el Estado debe “garantizar la igualdad de oportunidades y condiciones en el acceso, la permanencia, la graduación y el egreso”, y que “todas las personas que aprueben la educación secundaria pueden ingresar de manera libre e irrestricta” a la universidad. La decisión judicial se dio a raíz de un recurso de amparo de la Universidad de La Matanza (UNLAM). Dicha Universidad consideró que los nuevos artículos violaban la autonomía universitaria y que iban a generar “desfinanciamiento” del sistema y a “bajar la calidad educativa”, según explicó el rector de la UNLAM, Daniel Martínez.

“Es una ley demagógica, que apela al facilismo y confunde a la sociedad. Nosotros planteamos que vulnera el principio de autonomía universitaria porque fija un régimen de permanencia, graduación y acceso a la universidad, cuestiones que deben ser definidas por cada institución”, agregó Martínez. El fallo alude al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, suscripto por Argentina, que reconoce “el pleno ejercicio del derecho a la educación superior, pero sobre la base de la capacidad de cada uno”.

Cada año se anotan en la UNLAM unos 24 mil alumnos, de los cuales ingresa el 60%, informó la Universidad. “No tenemos aulas, ni capacidad financiera ni docentes para recibirlos a todos. La ley no preveía fondos para garantizar el acceso irrestricto”, argumentó Martínez. Y añadió: “Establecer la gratuidad por ley es redundante: la universidad pública es gratuita de hecho desde 1949, y eso está garantizado por la Constitución”.

La reforma del año pasado, que modificó la Ley N° 24.521 de 1995, surgió de un conflicto entre la Universidad Nacional de La Plata y la Facultad de Medicina de esa universidad, que tenía un curso de ingreso muy eliminatorio (ver aparte). Según estimó Marcelo Rabossi, investigador de la Universidad Di Tella, “el único cambio que promovió la ley es que el viejo curso de ingreso se convierta en el primer año de la carrera. Ya no hay ingreso eliminatorio, pero te ‘eliminan’ en primer año”.

La autora de la ley, Adriana Puiggrós, defendió los artículos suspendidos: “Me preocupa que un fallo y un rector sostengan que la autonomía universitaria está por encima del derecho a la educación superior”. La pedagoga y ex legisladora explicó que la ley autorizaba a cada universidad “a definir sus mecanismos de ingreso” y que “no avasallaba la autonomía”, sino que buscaba “ordenar la heterogeneidad del sistema universitario”.

Puiggrós anticipó que la decisión judicial será apelada. “Si hay un problema en la secundaria, hay que resolver ese problema. Pero es inconcebible que la Argentina no pueda garantizar el acceso a la universidad para todos sus ciudadanos”, consideró. Puiggrós señaló que “si una universidad no quiere ser una fábrica de ni-ni, hoy tiene muchas alternativas pedagógicas y metodologías que permiten retener a los alumnos”, y mencionó a las universidades de Quilmes, General Sarmiento y Florencio Varela como “ejemplares” en ese sentido.

Mientras el juez decide sobre la cuestión de fondo, el amparo está vigente. La Cámara en lo Contencioso Administrativo rechazó ahora un pedido de apelación del fiscal, y en su resolución advirtió que el Ministerio de Educación dio “instrucciones de no apelar la sentencia”, con lo cual la respuesta que recibió la UNLAM deberá mantenerse también para otros “casos similares en los cuales se halle en contradicción los artículos de la Ley de Educación Superior cuestionados”.

Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/Justicia-bloqueo-ingreso-irrestricto-universidad_0_1574842707.html

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Así se elaboran los rankings mundiales de universidades

Por: Shirabe Masashi

El Gobierno de Abe Shinzō se ha fijado, como una de las metas cuantificables que guiarán su política universitaria, situar al menos 10 universidades japonesas entre las 100 que comandan los rankings mundiales. Pero, ¿es esa una meta correcta? Un investigador que conoce a fondo los criterios utilizados en los rankings nos previene contra una excesiva fe en estas mediciones.

Los rankings penetran en las políticas de ciencia y tecnología

El periódico Nihon Keizai Shimbun publicó en su edición matinal del 2 de noviembre de 2015 un artículo impactante, que informaba de que el Gobierno de Japón había decidido introducir en la quinta etapa del Plan Básico de Ciencia y Tecnología, plan rector de la política del país en esos campos durante los próximos cinco años, metas cuantificables para medir los resultados, y que una de las mediciones concretas que se realizarían sería la posición que ocupan las universidades japonesas en los rankings mundiales.

En la propuesta presentada el 10 de diciembre, juntamente con el informe sobre el Plan Básico, por el Comité de Estudios Especializados para el Plan Básico (órgano del Consejo de Política Científica, Tecnológica e Innovación), la expresión que aparece no es “rankings mundiales de universidades” sino “comparaciones internacionales entre universidades”, pero si con esto se pretende significar lo primero, nos vemos obligados a decir que esta decisión no va a atajar el problema.

La idea de introducir en las políticas oficiales de nuestro país esos rankings como metas cuantificables cuajó por primera vez en la Estrategia de Revitalización de Japón, y ahí es donde encontramos el origen del error que se está cometiendo ahora.

A la citada estrategia vino a sumarse el objetivo ideado y hecho público en junio de 2013 por el Consejo de Competitividad Industrial de colocar, a lo largo de los próximos 10 años, 10 universidades japonesas entre las 100 que encabezan los rankings mundiales. Este es el curso que ha seguido la idea de introducir dichos rankings entre las metas de planes, programas, políticas y medidas oficiales.

Rankings que favorecen a las universidades más grandes

Actualmente, los tres rankings más ampliamente difundidos son el Ranking Académico Mundial (ARWU) que comenzó a publicar la Universidad de Shanghai Jiao Tong en 2003, los World University Rankings (Rankings THE) de la revista Times Higher Education, desde 2004, y los QS World University Rankings la compañía QS, desde 2010(*1).

Sin embargo, personalmente, creo que el primero de ellos el ARWU no debe ser tenido en cuenta. Tengo varias razones, pero creo que lo que más estropea este ranking es el hecho de que el 90 % de los factores que conforman la puntuación están definidos de forma que, supuesta la igualdad en el resto de los factores, resultan proporcionales al tamaño de la universidad.

El ranking está hecho de una forma tan extraña que si, por ejemplo, fundiéramos las siete instituciones japonesas que antiguamente formaban la Universidad Imperial (Teikoku Daigaku), obtendríamos quizás la universidad número 1 del mundo. Los otros rankings citados, el THE y el QS, si bien en menor medida que el ARWU, cojean del mismo pie, pues el principal elemento que se tiene en cuenta en las puntuaciones, la reputación, depende(*2) igualmente del tamaño de la universidad.

Los rankings THE y QS se elaboran siguiendo un método similar y sus resultados tienden a parecerse mutuamente, aunque tampoco son totalmente iguales, como se ha visto este año en el hecho de que, mientras que el THE incluía solo dos universidades japonesas entre las 100 mejores del mundo, el QS daba el pase a cinco. También se dan en estos rankings algunos fenómenos difíciles de explicar, como que la institución en la que trabajo, el Instituto Tecnológico de Tokio, haya logrado encaramarse este año hasta el puesto 56 en el QS, mientras que en el THE ha sufrido una fuerte caída hasta quedar relegada al bloque 201-250.

Por muy similares que puedan ser los métodos de cálculo, se trata de rankings elaborados desde perspectivas diferentes y, por tanto, es lógico que los resultados no sean los mismos. Es, precisamente, esa variación que puede ocurrir en función del punto de vista adoptado lo que caracteriza a estos rankings y a cualquier otra forma de valoración. Pero, aun conviniendo lo anterior, sigue habiendo en ellos algo que no convence del todo.

La errónea idea de que el desconocimiento perjudica a los centros japoneses en los rankings

La Tabla 1 muestra los indicadores que son objeto de valoración y el peso relativo o porcentaje que se concede a cada indicador en el cómputo general en los rankings THE y QS. Como se ve, en un ranking hay más indicadores que en el otro, pero ambos coinciden en otorgar el mayor peso relativo a la encuesta en la que se pregunta por la reputación de las universidades. Los siguientes indicadores que más influyen sobre la valoración final son los que incluyen la frecuencia de cita(*3), es decir, el número de veces que son citados los trabajos académicos (tesis, etcétera) producidos por esas universidades. A partir de lo anterior se suele señalar que podría ocurrir que el bajo nivel de conocimiento de las universidades japonesas estuviera condicionando muy negativamente su valoración.

Tabla 1 Criterios utilizados en los rankings y sus pesos relativos

THE
Categoría Indicador Peso relativo
Docencia Encuesta sobre reputación 15 %
Razón docentes/alumnos 4,5 %
Razón doctorados/graduados 2,25 %
Razón doctorados/personal docente 6 %
Ingresos institucionales 2,25 %
Investigación Encuesta de reputación 18 %
Ingresos por investigaciones 6 %
Razón trabajos presentados/investigador 6 %
Número de citas Citas por trabajo 30 %
Internacionalidad Razón alumnos extranjeros/nacionales 2,5 %
Razón docentes extranjeros/nacionales 2,5 %
Proporción de trabajos en colaboración internacional 2,5 %
Ingresos recibidos de las empresas Razón ingresos industriales/personal docente 2,5 %
QS
Indicador Peso relativo
Reputación académica 40 %
Reputación entre las empresas 10 %
Razón alumnos/docentes 20 %
Razón citas/docente 20 %
Proporción de alumnos extranjeros 5 %
Proporción de docentes extranjeros 5 %

THE, paralelamente, hace público cada primavera una serie de rankings que tienen en cuenta solo la reputación. Sus resultados nos revelan que, al menos en lo que se refiere a la Universidad de Tokio y a la de Kioto, es falsa la idea de que se están viendo perjudicadas. El siguiente gráfico muestra, en el eje de abscisas (horizontal) los resultados obtenidos en la encuesta de reputación y en el de ordenadas (vertical) la puntuación total obtenida por las 50 universidades que ocupan las primeras posiciones en el ranking THE de 2014. La curva muestra la regresión logarítmica. Las universidades que aparecen situadas en la parte interior de la curva son aquellas cuya reputación fue valorada, proporcionalmente, por encima de la puntuación total que obtuvieron. Las que están en el caso contrario (peor reputación en proporción a la puntuación total) quedan en la parte exterior de la curva. Se ve claramente que las dos universidades citadas, marcadas en color amarillo, lejos de resultar perjudicadas por la encuesta de reputación, se han beneficiado de ella.

Cambio de criterios produce fuerte bajada de las universidades japonesas

Los resultados de los rankings elaborados por THE y QS para 2015 trajeron grandes variaciones para las universidades japonesas, especialmente el primero de ellos. En el THE, la Universidad de Tokio bajó del puesto 23 al 43, la de Kioto del 59 al 88 y el Instituto Tecnológico de Tokio cayó del puesto 141 a la banda comprendida entre el puesto 201 y el 250. La Universidad de Osaka, que estaba en el 157, cayó a la banda 251-300 y la Universidad de Tohoku (165) a la 201-250. La debacle afectó, pues, a todas las universidad japonesas. En el ranking QS, si exceptuamos el Instituto Tecnológico de Tokio y la Universidad de Waseda, que ascendieron, el resto perdió muchas posiciones. Esta variación refleja un cambio en el método de calcular el número de veces que fueron citados los trabajos académicos producidos por cada universidad, que es el segundo indicador más valorado, después de la reputación.

Hasta ahora, en el ranking QS no se tenían en cuenta las grandes diferencias en el número de citas recibidas existentes entre un campo de investigación y otro. 2015 fue el primer año en que se tuvo en cuenta este hecho, procediéndose a hacer una rectificación (compensación numérica). A consecuencia del cambio, descendió el influjo relativo de campos como las ciencias de la vida o la medicina, ascendiendo el de otros campos como la ingeniería. Todo ello quedó reflejado en los resultados finales.

Por su parte, el ranking THE, en el apartado del número de citas, venía haciendo una rectificación numérica por país(*4) que tenía en cuenta el influjo de su lengua, cultura, etcétera. En esa misma edición de 2015 se moderó, hasta reducirla a la mitad, la magnitud de la rectificación que se venía haciendo. Fruto de este cambio, las puntuaciones en el apartado de “citas recibidas” de las universidades japonesas, que se sitúan por debajo de la media mundial, experimentaron, sin excepción, un fuerte bajón. En el ranking THE se introdujeron otros muchos cambios además del que afecta al número de citas recibidas y resulta difícil hacerse una idea precisa de cómo afectan al resultado cada uno de esos cambios.

Se comprenderá, en vista de todos estos hechos que vengo exponiendo, que estos rankingsmundiales que varían de tal forma en virtud de los planteamientos de quienes los elaboran no deberían causarnos una impresión demasiado honda ni para bien ni para mal, no deberían influir nuestras actuaciones, y menos aún deberían llevarnos a convertir la posición que nuestras universidades ocupan en ellos en objetivos cuantificables de nuestras políticas. Dicho lo cual, quisiera llamar la atención sobre la penosa situación en la que se encuentra la universidad japonesa, una realidad subyacente en todos estos rankings.

Las universidades asiáticas van a dar alcance a las japonesas

Impulsado por la lectura de cierto artículo periodístico, quien suscribe estas líneas recogió, el pasado otoño, una serie de datos de la base de datos bibliográficos Scopus. Los resultados los muestro en la Tabla 2 , que expone(5) el número de trabajos académicos que fueron citados más de 1.000 veces por universidades(6).

Tabla 2 Número de trabajos citados más de 1.000 veces

Publicados entre 2000 y 2014 Publicados entre 2008 y 2014
Universidad de Tokio 74 19
Universidad de Kioto 47 9
Universidad de Pekín (China) 14 8
Universidad Nacional de Singapur 31 16

Vemos que durante el largo periodo que va desde el año 2000 hasta prácticamente el momento presente (2014) la posición ocupada en el contexto de Asia por las dos universidades japonesa es muy destacada. Sin embargo, la medición para el periodo 2008-2014 nos indica que las principales universidades asiáticas, que últimamente están recibiendo un fuerte apoyo estatal, podrían estar próximas a dar alcance a las japonesas. Otros muchos datos apuntan a esa misma posibilidad. Sería deseable que las universidades japonesas obtuviesen un apoyo oficial similar.

Los rankings mundiales de universidad presentan numerosos problemas en sí mismos, pero muchos indicativos y otros datos relacionados que se ocultan tras ellos podrían estar señalándonos hechos que merece la pena analizar seriamente.

Fotografía del titular
El Auditorio Yasuda de la Universidad de Tokio (izquierda) y el Pabellón Memorial de la Torre del Reloj, de la Universidad de Kioto (derecha).

(*1) ^ Hasta 2009, la compañía QS colaboraba en la elaboración del Ranking THE, pero la colaboración terminó ese año y desde 2010 elabora sus propios rankings.

(*2) ^ De hecho, si el Instituto de Tecnología de California, número 1 en el ranking THE en 2015 y 2016 no obtuvo un buen puesto en el ranking específico de reputación fue, probablemente, por su pequeño tamaño.

(*3) ^ La forma de entender la estandarización del número de citas difiere entre THE y QS y esta es la causa de las grandes diferencias en los puestos que ocupan las universidades japonesas en uno y otro ranking.

(*4) ^ No se ha explicado suficientemente en qué consiste esta rectificación por país, lo cual supone un problema.

(*5) ^ El método que se sigue habitualmente no considera las citas en número absolutos sino en porcentajes, pero los trabajos citadas más de 1.000 veces merecen una consideración especial. Además, en tanto sea alto ese número, cabe pensar que la investigación realizada en ese trabajo es líder en su campo. No obstante, debido a la gran cantidad de factores que intervienen, la medición no deja de ser un indicativo aproximado.

(*6) ^ Debe tenerse en cuenta que, al haberse hecho las búsquedas por observación ocular de los nombres de las universidades, cualquier error o deficiencia en la anotación ha podido afectar al cómputo.

*Articulo tomado de: http://www.nippon.com/es/in-depth/a05102/#auth_profile_0

 

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España: El Consejo Escolar del Estado pide al Gobierno que aumente las becas

ElMundo/12 de mayo de 2016

El Ministerio pone más dinero que antes y hay más becados, pero la cuantía media ha bajado. El Gobierno modifica la ley para que los universitarios que cambian de carrera también tengan becas.

El Consejo Escolar del Estado ha pedido al Gobierno que aumente la cuantía media de las becas para el curso que viene. Esta partida está congelada desde hace cuatro años, cuando cambió el sistema de reparto de las ayudas al estudio. El Ministerio de Educación pone más dinero que nunca y hay más becados que antes, pero la cuantía media que llega al bolsillo de cada estudiante ha bajado.La Comisión Permanente del máximo órgano consultivo del Gobierno en materia educativa ha aprobado este jueves incorporar a su Ponencia una docena de enmiendas presentadas por la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (Canae), que agrupa a 300 asociaciones de alumnos de Secundaria y Universidad.En las enmiendas, a las que ha tenido acceso EL MUNDO, el Consejo Escolar del Estado pide al Ministerio de Educación que eleve la cuantía variable de las becas de los 60 euros actuales a 150 euros como mínimo y la cuantía fija de los 1.500 actuales para los universitarios a 3.500 euros.

También proponen recuperar la cuantía fija ligada al desplazamiento que antes existía, al considerar que los alumnos que estudian lejos de donde viven tienen que afrontar «un gasto importante que debe ser cubierto para garantizar la igualdad de oportunidades». Para ello proponen 192 euros adicionales para quienes se desplacen de cinco a 10 kilómetros de distancia de su lugar de residencia; 386 euros para quienes se desplacen de 10 a 30 kilómetros; 763 euros para los que se desplacen de 30 a 50 kilómetros, y 937 euros para quienes vayan más allá de 50 kilómetros. Y piden, además, 2.556 euros adicionales ligados a la residencia.

El Consejo Escolar también plantea al Gobierno que habilite beca en los créditos en los que los estudiantes se hayan matriculado «por segunda vez», ya que el sistema actual exige, por un lado, la matriculación de todos los créditos, y, por otro, excluye las segundas matrículas, produciéndose una «incongruencia». En la reunión de la Comisión Permanente se ha debatido, asimismo, el proyecto de real decreto sobre las reválidas de la ESO y Bachillerato, que el ministro en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, discutirá mañana en la Conferencia Sectorial de Educación. La mayoría ha respaldado este decreto y los cambios que se han realizado al borrador han sido «muy técnicos» y de «escasa relevancia».

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/05/12/5734b539ca4741176f8b4611.html

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Argentina: Docentes y Estudiantes Universitarios Marchan en Defensa de la Educación Pública y la Dignificación del Salario Docente

VOCES UNIDAS EN PRO DEL DERECHO A LA EDUCACIÓN PÚBLICA.

Argentina/12 mayo 2016/Autora: María Magdalena Sarraute. Prensa OVE/ Fotografías: Alberto Croce. Docente Argentino

IMG-20160512-WA0016A las 16:30 en Argentina, inició una de las marchas más históricas en pro de la defensa de la educación pública, mejoras salariales y mayor inversión en educación.

Histórica, ya que tenían más de 15 años que todas las federaciones y gremios docentes y decenas de federaciones y centros de estudiantes de las universidades públicas no se unían para ser una misma voz y hacer un reclamo colectivo.

La Conadu histórica, UDA, Fedum, Conadu,  Ctera  y Fagdut, sindicatos de docentes universitarios se reunieron y marcharon ésta tarde junto con las organizaciones estudiantiles desde la Plaza Houssay, hasta el Ministerio de Educación, mejor conocido como el Palacio Pizzurno, después del fracaso de la sexta reunión paritaria y la crisis presupuestaria detonaron un conflicto de alcance nacional.

El movimiento universitario día tras día fue captando más adhesiones por los claros síntomas de crisis presupuestarias, la eliminación de programas financiados por la nación, destiempos en los pagos y la disminución o recortes en las partidas. Lo que hizo que terminará de explotar la situación crítica, fue cuando la UBA aprobó en su Consejo Superior un presupuesto que no contenía alguno el aumento salarial.

Clases públicas y protestas de calle están desde Tierra del Fuego hasta Santiago del Estero, los movimientos estudiantiles han apoyado a sus docentes y han incluido sus reivindicaciones propias, como el boleto educativo provincial en La Plata.

Macri ha unido lo que parecía imposible y ha generado un movimiento de lucha cuya fuerza es impredecible, que tienen una capacidad grandiosa de causar molestias sociales y promover sentimiento de solidaridad, aunque había hecho todo lo posible por desconfigurar y desvanecer la lucha en algunas universidades, comprando voluntades rectorales,  el movimiento en vez de caer, se potenció, incluso rectores peronistas del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) señalaron su insuficiencia.

Sin duda alguna, hoy ha sido un día histórico en Argentina, los defensores y defensoras de la Educación Pública, han dicho con sus acciones No al Apagón Pedagógico Global, que se viene dando en diferentes parte del mundo.

 

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