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La educación superior, ante los desafíos del racismo

Educación. Son pocos los docentes de pueblos originarios en el país.

El 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. La Asamblea General de Naciones Unidas escogió este día para destacar tan desafiante meta porque seis años antes, en esa fecha, la Policía de Sudáfrica reprimió con armas de fuego una protesta que personas desarmadas realizaban contra las leyes del apartheid. Casi 200 personas resultaron heridas y 69 fueron asesinadas.

Desde entonces, leyes, instituciones y prácticas racistas fueron abolidas en numerosos países. Pero el racismo continúa vigente de diversas formas, incluso en ámbitos donde podríamos no sospecharlo.

En 1995, una educadora de ascendencia colla, graduada universitaria, presentó sus papeles para acceder a un cargo e n una escuela secundaria en la provincia de Tucumán.

La docente fue preseleccionada y convocada a una entrevista. Entonces, quien la entrevistaba, la rectora del establecimiento, también graduada universitaria, le dijo que no podrían darle el cargo.

Cuando la colega preguntó por qué, la rectora le respondió: “Por tu color de piel”. Este es un ejemplo de lo que podemos llamar “racismo explícito”. Pero abundan los casos de “racismo oculto”. El problema es que este es más difícil de identificar y de erradicar.

En los países de América latina, la mayoría de los medios de comunicación que informan sobre hechos de racismo suelen hacerlo especialmente acerca de los que acontecen en otras latitudes.

Si bien hay excepciones, rara vez informan sobre las numerosas situaciones y procesos que afectan de modo cotidiano a personas y a comunidades de pueblos indígenas y afrodescendientes de sus propios países.

Estas situaciones y procesos no suelen convertirse en noticia. Esto es así porque ocurren “desde siempre” y afectan a personas y a comunidades que no nos sorprende que sufran estos hechos. La ausencia de noticias sobre el racismo que afecta a estas comunidades no parece conmover demasiado a otros grupos de población.

En estas sociedades, se ha naturalizado que estas personas y comunidades deban enfrentar palabras y comportamientos humillantes o prejuicios que afectan sus posibilidades de acceder a oportunidades laborales.

Además, se ha naturalizado que hayan sido desplazados de sus territorios originales y hoy vivan en otros espacios, en condiciones ambientales y sanitarias deplorables.

También se ha naturalizado que sus tierras sean usurpadas por terceros, que sus niñas sean víctimas de violaciones, que sus miembros trabajen sin derechos laborales en la agricultura, que las escuelas y los hospitales cercanos a sus comunidades presenten condiciones incluso peores que las que atienden a otros sectores sociales nada favorecidos por las políticas y los presupuestos públicos.

¿Por qué nada de esto sorprende? Porque el racismo es un elemento constitutivo y estructuralmente vigente en estas sociedades. Este problema, originado en el período colonial, continúa vigente.

Si bien los comportamientos abiertamente racistas hacia estas personas y comunidades son menos habituales, existen desventajas acumuladas a lo largo de la historia, mecanismos institucionales, prejuicios y prácticas que continúan reproduciendo inequidades. Las expresiones “racismo oculto”, “estructural” o “sistémico” permiten llamar la atención respecto de estos problemas.

Las instituciones y las políticas de educación superior no escapan a los problemas derivados del racismo. Ellos se expresan en la escasa participación de personas indígenas y afrodescendientes entre el estudiantado y los cuerpos docentes, y entre autoridades y funcionarios.

También se expresan en la exclusión de las historias, las lenguas y los conocimientos de esos pueblos en los planes de estudio. De este modo, el racismo también afecta la calidad de la educación que las universidades ofrecen, la investigación que realizan y su papel en la formación de profesionales, de ciudadanos y de opinión pública.

Además, las ideologías y las prácticas racistas impregnan la formación de docentes, y así se irradian hacia todo el sistema educativo.

En vista de estos problemas, la Tercera Conferencia Regional de Educación Superior, realizada en Córdoba en junio de 2018, entre otras recomendaciones enfatizó que las políticas y las instituciones de Educación Superior deben contribuir a desmontar todos los mecanismos generadores de racismo.

Como una manera de asegurar esto, también destacó la necesidad de promover la diversidad cultural y la interculturalidad en condiciones equitativas y mutuamente respetuosas. Y planteó que el reto no es sólo incluir en las instituciones de educación superior a miembros de pueblos indígenas y afrodescendientes e individuos de grupos sociales históricamente discriminados, sino transformar a estas instituciones para que sean pertinentes desde lo social y cultural.

Ahora se trata de poner estas recomendaciones en práctica.

* Investigador de Untref-Conicet, director de cátedra Unesco Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes

Fuente: https://www.lavoz.com.ar/opinion/educacion-superior-ante-desafios-del-racismo
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Estudio: el liderazgo público en educación superior de California carece de diversidad

Tal vez la combinación más colorida de estudiantes en el mundo asista a colegios y universidades públicas de California, sin embargo, la mayoría de las personas designadas para administrar esas escuelas son blancas.

Un nuevo estudio señala la disparidad y la oportunidad, ya que el próximo gobernador de California podrá ocupar 38 vacantes en los próximos cuatro años en las juntas directivas de la Universidad de California, la Universidad Estatal de California, Colegios Comunitarios de California y la Ayuda Estudiantil del estado Comisión.

El gobernador Jerry Brown también espera llenar cinco vacantes actuales en la Junta de Regentes de UC y dos en la Junta de Gobernadores de las universidades comunitarias antes de dejar el cargo este año.

«Los estudiantes merecen tener líderes que puedan relacionarse con su experiencia. Los líderes se pueden ver a sí mismos convirtiéndose «, dijo Michele Siqueiros, presidenta de la Campaign for College Opportunity, un grupo sin fines de lucro que aboga por un mayor acceso a la educación superior en California.

Fuente: https://www.sfchronicle.com/education/article/Study-California-public-higher-education-13101980.php#photo-15913105

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El Informe Mundial sobre la Diversidad Cultural © Unesco

En la encrucijada de la reflexión intelectual, científica y política, este segundo Informe Mundial de la UNESCO se plantea como objetivo hacer el balance sobre todo lo que se dice, piensa y hace en nombre de la diversidad cultural, así como identificar las condiciones necesarias para que la diversidad se vuelva una ventaja y no una amenaza, una fuente de renovación para las políticas públicas al servicio del desarrollo, de la cohesión y de la paz. La diversidad cultural – más compleja de lo que generalmente se supone – no se limita al ámbito cultural, y debe ser considerada en términos de diálogo y dinámica en relación con los nuevos retos que puede crear para las lenguas, los sistemas de educación, los medios de comunicación y el mundo empresarial.

A partir del análisis de nuevas iniciativas, ejemplos concretos, estudios de caso y buenas prácticas, este Informe pone de relieve unas serie de recomendaciones que explorar para renovar las estrategias de desarrollo a favor de la erradicación de la pobreza, la acción medioambiental y una gobernanza centrada en lo humano y sostenible.

La preparación del Informe Mundial se basa en la coordinación y acción conjunta de: un Comité consultivo de quince especialistas, con contribuciones de asociados; consultas con la sociedad civil y las instituciones académicas; consultas internas e interdisciplinarias.

El Informe Mundial está disponible en línea:

Fuente:http://www.unesco.org/new/es/culture/resources/report/the-unesco-world-report-on-cultural-diversity/

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EEUU: Según informe educativo la Pedagogía culturalmente relevante puede satisfacer las necesidades de estudiantes universitarios no tradicionales

América del Norte/EEUU//diverseeducation.com/Samuel Benyehudah

Según el Consejo Estadounidense de Educación , solo el 34% de los estudiantes no tradicionales completan sus estudios. Los estudiantes no tradicionales son definidos por el Centro Nacional de Estadísticas de Educación (NCES) como estudiantes de 25 años en adelante y matriculados en programas de pregrado.

La Dra. Marybeth Gasman , profesora de la Universidad de Pensilvania, sugiere que las universidades comunitarias puedan aprender de las universidades y universidades históricamente negras (HBCU) mediante el uso de «pedagogía culturalmente relevante» en sus aulas. Ladson Billings acuñó el término en 1994 y lo describió como una pedagogía que «faculta a los estudiantes intelectual, social, emocional y políticamente mediante el uso de referentes culturales para impartir conocimientos, habilidades y actitudes».

Ajustar la entrega pedagógica para satisfacer las necesidades de la población estudiantil no tradicional no solo mejoraría los resultados, sino que equiparía a los estudiantes para lidiar mejor con el estrés. Muchos estudiantes universitarios de la comunidad se enfrentan a altos niveles de estrés, según el informe  Demasiado angustiado para aprender . El informe indica que solo el 8% de los institutos superiores comunitarios cuentan con la facultad psiquiátrica apropiada para tratar los niveles de estrés de sus alumnos, en comparación con el 58% de los institutos y universidades de cuatro años.

La adaptación de la pedagogía culturalmente relevante en las aulas de los colegios comunitarios podría ayudar a crear espacios de aprendizaje democrático para apoyar a las poblaciones de estudiantes adultos «en riesgo». Para muchos estudiantes no tradicionales con múltiples trabajos y familias en el hogar, un modelo colaborativo de educación sería mucho menos estresante que las formas tradicionales de evaluación: lectura extensa, evaluación y clasificación por habilidad.

Los estudiantes marginados, muchos de los cuales no son tradicionales, rara vez han experimentado la solidaridad en el aula. Muchos han experimentado traumas en el sistema K-12 debido a la negligencia, la inestabilidad y la falta de apoyos envolventes para ayudar a sus necesidades emocionales. Es incorrecto suponer que los adultos que salen de los sistemas secundarios ya no necesitan apoyo emocional solo porque son cronológicamente más viejos. El modelo competitivo en la educación superior busca borrar esas experiencias anteriores, en lugar de desarrollar estudiantes a partir de una lente basada en activos que está enraizada en sus historias únicas y circunstancias actuales.

El uso de una pedagogía culturalmente relevante en el aula de educación superior puede potenciar e inspirar la resiliencia en los estudiantes no tradicionales. Drs. Sally Ann Goncalves y Dunja Trunkdijeron que los estudiantes mayores en las universidades comunitarias tienen un «mayor riesgo» de no graduarse que sus contrapartes tradicionales más jóvenes. Los colegios comunitarios han ampliado el acceso para incluir a los estudiantes no tradicionales, pero también han tenidodificultades para graduarlos.

La reforma de las aulas de educación superior podría mejorar los resultados de los estudiantes y reducir la duración de su estadía en la universidad. Esto, a su vez, reduciría sus cargas de deuda y aumentaría su calidad de vida.

La educación superior debe reformar sus estrategias pedagógicas para acomodar mejor a los estudiantes no tradicionales en el aula. Según el NCES, se espera que la población estudiantil no tradicional crezca considerablemente en los próximos años. La pedagogía culturalmente relevante ofrece una oportunidad trascendental para que las instituciones de educación superior satisfagan mejor las demandas de los estudiantes no tradicionales a la vez que aumenta la posibilidad de persistencia, tasas de abandono más bajas y mejores resultados. Es una intervención económica que requiere poco más que un modelo a seguir, construir solidaridad, establecer vínculos mutuos de confianza, todo a través de prácticas de apoyo en el aula.

Kemuel Benyehudah obtuvo su maestría en el programa de Educación Superior de la Universidad de Pensilvania, Graduate School of Education. Está interesado en estudiantes adultos, estudiantes no tradicionales y problemas de acceso y equidad relacionados con hombres de color.

Fuente: http://diverseeducation.com/article/109395/

Imagen de archivo OVE

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Chile: Comprobado. La diversidad cultural en la sala de clases forma niños más seguros de sí mismos

América del Sur/Chile/Septiembre del 2017/Noticias/http://www.eldefinido.cl/

 

Estudios estadounidenses avalan los beneficios para niños y jóvenes de tener salas de clases diversas culturalmente.

Un 72% han aumentado alumnos inmigrantes de la comuna de Santiago, los últimos cuatro años. Cada vez es más común en algunas regiones que niños chilenos compartan la sala de clases con haitianos, peruanos, venezolanos o colombianos, lo que dista mucho de la experiencia que tuvieron sus padres. ¿Cómo influye esta experiencia en ellos?

Según los estudios más recientes, realizados en Estados Unidos, cuanto más contacto con ambientes multiculturales tenga un niño durante su escolaridad, será más seguro de sí mismo e incluso tendrá mejores resultados académicos. Aquí te explicamos por qué.

Salas de clase diversas, ¡alumnos seguros!

Un estudio se preguntó cuándo y cómo los estudiantes se benefician de la diversidad étnica. Analizaron a 4.302 estudiantes en 26 escuelas intermedias del sur de California, en donde el 41% de los alumnos eran latinos, el 26% estadounidenses (“blancos” indica el estudio), el 18% correspondían a asiáticos y el 15% a afroamericanos. El resto eran de las islas del Pacífico y de Medio Oriente. Una muestra sumamente diversa en uno de los estados más diversos del país.

Lo interesante fue que se metieron a las clases de sexto grado, analizaron sus dinámicas y vieron cómo eran sus desempeños en las distintas materias. Buscaban saber si los distintos grupos se sentían seguros o vulnerables ante el resto, si creían que el trato que les daban los profesores era justo y equitativo, y si jugaban o almorzaban juntos o segregados culturalmente.

Los resultados fueron fascinantes. En la medida en que el sexto grado era más equilibrado racialmente, los niños decían sentirse menos solos, menos intimidados y muy seguros. Consideraban que los profesores eran justos y buscaban voluntariamente juntarse a jugar baloncesto o almorzar con estudiantes de otros grupos culturales. Si bien había casos en que ciertos alumnos latinos o afroamericanos habían sido víctimas de burlas, el estudio no pudo pesquisar quiénes habían sido los culpables.

Por otra parte, el estudio concluyó que la diversidad dentro del aula tiene una importancia fundamental, porque las escuelas que tienen miembros de distintas etnias, pero se encuentran segregados en distintas salas, no se benefician de estos valores y se genera más tensión y sentimientos de injusticia.

Todo indica que saben que la piel puede tener muchos colores y que conocen que su religión o sus creencias no son las únicas, sienten que viven en un mundo mucho más manejable y seguro. Resulta lógico pensar que el enfrentarse tempranamente a realidades diversas, los hace menos vulnerables a que lo distinto los espante. E incluso lo buscarán, porque encontrarán las semejanzas y no las diferencias entre unos y otros.

No sólo se ven favorecidas las minorías

Cuando el periodista Jeremy Adam Smith publicó un informe que mostraba la segregación racial de las escuelas de San Francisco, muchos lectores reaccionaron hostilmente diciéndole que ellos “priorizaban la excelencia académica, por encima de la diversidad”. Si bien la multiculturalidad era evidente en las calles de la ciudad, al momento de entrar a clases, esto no se reflejaba, como también sucede en muchos colegios chilenos.

Un estudio de The National Coalition on School Diversity que abarcó 60 años y aplicó pruebas multidisciplinarias, llegó a la conclusión de que este tipo de enseñanza acarrea beneficios para todos, y no únicamente para la inclusión de las minorías. Indican que, por diversos factores, los resultados académicos de los estudiantes “blancos” son a la larga superiores a los de quienes han estudiado en entornos cerrados. La buena noticia es que, mientras en 1942 sólo un 33% de los blancos pensaban que los niños debían asistir a escuelas multirraciales, hoy el 95% piensa de esta forma.

“Las familias blancas que desean maximizar los beneficios académicos y sociales de la educación de sus hijos, pueden buscar activamente escuelas diversas, asegurando que sus propios hijos serán fuertemente favorecidos por la experiencia”, concluyen.

Si bien en Chile las condiciones son muy distintas a Estados Unidos, un estudio como éste podría dar seguridad a aquellos padres que creen, por ejemplo, que la educación de sus hijos se podría ver perjudicada al compartir la sala con niños que tienen otras religiones o costumbres. Al contrario, un ambiente diverso les dará a los niños muchas más herramientas para enfrentar su futuro.

Además, ese miedo viene finalmente de la idea de que niños de ciertos países puedan tener un nivel más bajo de educación (pocos dudan de alumnos de Canadá, Francia o Inglaterra). Eso nos lleva al tema del rendimiento, donde se teme que unos alumnos con malas notas influencien a otros. Pero, ¿conviene separarlos culturalmente?, ¿qué dice la evidencia? No es recomendable. Esa separación no es efectiva, pues las tensiones se acrecientan.

En Chile: ¿cómo han cambiado nuestras escuelas?

Estos dos estudios estadounidenses son muy relevantes, considerando que Chile está en vías de convertirse en un país multicultural. Según datos de Extranjería, entre 2005 y 2010, se emitieron 376.668 visas, mientras que entre 2011 y 2016, el número subió a 795.921, un aumento que hizo despegar a nuestro país en términos de diversidad. Se nota en las calles, en la micro, en los servicios en general y, por supuesto, en las aulas de clases.

Como te contamos hace poco en El Definido, muchas escuelas públicas y liceos en Chile están abriendo sus puertas a estudiantes inmigrantes, que llegan con urgencia buscando instituciones que los acojan. Comunas como Estación Central o Santiago, son un claro ejemplo de ello. En la Escuela Humberto Valenzuela (Estación Central), por ejemplo, de sus 360 estudiantes, 140 son inmigrantes. La Escuela República del Líbano (Santiago) cuenta con un 44% de alumnos extranjeros, y hasta hay cursos en donde superan a los alumnos chilenos. También en la Escuela República de Colombia (Santiago) se la están jugando por acoger a los niños extranjeros, aquí un 54% de ellos vienen de otros países.

Gracias a un trabajo diario, a docentes muy comprometidos, a equipos de psicólogos y a profesores multilingües, se han logrado ya muchos avances. A veces, el currículum escolar ha debido adaptarse y no solamente enseñar Historia de Chile, por ejemplo, sino realizar vínculos con otros lugares de América Latina.

De acuerdo a Carolina Stefoni, académica de sociología de la U. Alberto Hurtado, esto “abre una serie de oportunidades en la formación de los estudiantes, permite que se conecten con la sociedad que se está construyendo hoy día, que es mucho más globalizada y donde uno se encuentra con personas que vienen de múltiples contextos”.

Y ojo, que esta repentina oleada no sólo ha permitido un rico contacto multicultural, sino también ha copado las matrículaslo que ha favorecido enormemente a las escuelas municipales, las que desde hace algunos años habían estado perdiendo a bastantes alumnos.

Fuente: http://www.eldefinido.cl/actualidad/mundo/8918/Comprobado-La-diversidad-cultural-forma-ninos-mas-seguros-de-si-mismos/

Imagen: https://lh3.googleusercontent.com/NpsqGQqJddQCWk_lxrICmGghrkvM2id3tc6H0cjinvBdAbDOgphXXGMbvPvfdsaWyS_Cnw=s85

 

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