27 julio 2017/Fuente: Educacion Tres Punto Cero
El curriculum de Anna Forés es muy amplio: Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación, profesora en la Universidad de Barcelona, vicedecana en temas de doctorado y posgrado propios, codirectora de la revista de innovación e investigación educativa REIRE, miembro del grupo de investigación consolidado GR-EMA (entornos y materiales para el aprendizaje) del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Barcelona…
Hemos tenido la oportunidad de charlar con ella con motivo de la tercera edición de su obra “Neuromitos en educación: el aprendizaje desde la neurociencia” (Plataforma Editorial) y también de cómo aprende el cerebro, los beneficios de la neurociencia en los procesos de enseñanza y cómo ha evolucionado la neurología.
Ya se han publicado tres ediciones de “Neuromitos en educación: el aprendizaje desde la neurociencia”. ¿Qué diferencia a esta obra de otras publicaciones de temática similar?
Nuestro primer libro sobre neurodidáctica lo publicamos en el 2009, entonces apenas nadie hablaba de estos temas. Ahora sí, especialmente este último año han eclosionado libros que acercan las neurociencias a lo cotidiano y algunos de manera directa a la educación.
Escribir sobre neuromitos tuvo un doble objetivo. El primero hacerlo por placer, por compartir ideas, estudios y vocaciones como equipo que somos. El segundo fue poder aportar estudios y evidencias a aquellos temas que más nos ocupan y nos preocupan como educadores en el sentido más amplio del término. Con la humildad justamente del pensamiento científico de decir hasta hoy, y este momento, lo que se ha demostrado es eso o aquello; y que sean los mismos educadores los que tengan ese sentimiento de querer comprobar y reflexionar sobre su tarea diaria.
Estamos delante de una revolución educativa interesantísima donde cualquier soporte respaldado puede favorecer la dirección del cambio
¿Qué temas son los que aborda y desde qué perspectiva?
La perspectiva es transdisciplinar. Nuestro equipo está formado por médicos, genetistas, físicos, psicólogos y pedagogos, así que los capítulos son abordados de una manera amplia y llena de detalles. En este libro abordamos 12 neuromitos o creencias populares que están presentes en muchas praxis educativas, así como en muchas propuestas curriculares e incluso en leyes educativas. No queremos hacer ninguna clase de apología ni pretender demostrar taxativamente nada, sólo presentar los avances de la neurociencia en relación a los neuromitos aquí tratados y confrontarlos a los principios pedagógicos y las prácticas educativas hoy en día vigentes en muchos centros de enseñanza.
¿Cómo ha evolucionado la neurología y su aplicación en el ámbito educativo en los últimos años?, ¿a qué cree que se debe este interés?
Existe un doble interés. Por un lado,la tecnología nos ha permitido acceder a un nivel del conocimiento de cómo funciona el cerebro impensable hace dos décadas y eso ayuda a evidenciar, a verlo con nuestros propios ojos. En los últimos tiempos ha existido un enorme desarrollo de las tecnologías de visualización cerebral que nos están permitiendo mejorar el conocimiento del cerebro para optimizar el aprendizaje y sumar este conocimiento de las neurociencias a los conocimientos pedagógicos, psicológicos… ya existentes para seguir mejorando la educación.
Segundo, es que estamos delante de una revolución educativa interesantísima donde cualquier soporte respaldado puede favorecer la dirección del cambio. El reto es saber discernir entre el “humo” y lo que realmente favorece nuestra tarea docente. No todo vale en educación. Hay que llevar la teoría a la práctica con los recursos suficientes dando tiempo e integrando elementos.
El reto es saber discernir entre el “humo” y lo que realmente favorece nuestra tarea docente
¿Qué beneficios aporta la neurociencia a los procesos de enseñanza?
Nosotros la entendemos como una aliada, nos ayuda a saber más de lo que nos acontece, da ciertas luces a las prácticas docentes y evidencia que hay otras maneras de mejorar lo que hacemos. Como siempre los extremos son malos. La educación es un tema muy complejo, porque cada niño es único y ajustarnos a cada uno de ellos sigue siendo nuestro desafío más grande. Las neurociencias a la educación permiten hacer lo mismo pero sabiendo o reforzando la importancia de cada acción, mejorando los ritmos y ajustando los tiempos, dando otros significados a los procesos, siendo mucho más conscientes de las acciones realizadas, y teniendo presentes las aportaciones de investigadores destacados. Es tomar conciencia, favorecer procesos y mejorar resultados.
Una parte de esta obra se centra en aquellas falsas creencias en educación que han sido “desmontadas” por la neurología, ¿cuáles le han llamado más la atención?
Todas ellas tienen su interés, nosotros seleccionamos 12 que están aún muy presentes en el mundo educativo. ¿Qué materias son las importantes? El tema del sueño, el ambiente positivo, de muchas horas de escolarización, algunas más provocativas sobre Piaget y las matemáticas o el Efecto Mozart….
La esencia de la educación es la inclusión
¿Cómo aprende el cerebro?
Difícil de resumirlo en dos líneas. Pero vamos sabiendo y reconociendo cosas tan importantes como la integralidad a la hora de aprender no de manera aislada o fragmentada ( de ahí que las asignaturas vayan perdiendo sentido y el trabajo por proyectos, retos, o problemas, ganen presencia). Y de ahí también que la esencia de la educación es la inclusión, porque todos somos necesarios y cada uno requiere de una respuesta integral. A modo de detalle, a diferencia de lo que se creía antaño, las investigaciones en neurociencia revelan que no podemos separar lo cognitivo de lo emocional. Así, por ejemplo, en experimentos que han utilizado neuroimágenes, se ha comprobado que somos capaces de recordar mejor en contextos emocionales positivos.
Otras aportaciones son -a parte de la importancia de las emociones- cómo trabajar la atención, la memoria, la importancia de las artes, del ejercicio físico, la alimentación y del dormir. La gran importancia de las expectativas, del trabajo colaborativo entre el profesorado…. Tanto por seguir haciendo, que vale la pena seguir investigando.
Somos capaces de recordar mejor en contextos emocionales positivos
Por último un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?:
Aprendizaje:
SIEMPRE. La vida es aprendizaje, morimos cuando dejamos de aprender.
Ciencia:
Nos ayuda a contrastar para seguir mejorando.
Didáctica:
ARTE. Crear circunstancias para hacer posible el aprendizaje.
Innovación:
Condición sine qua non de la educación. Somos perfectibles, la innovación es la respuesta a la búsqueda de la mejora constante y nos interpela para hacer mejor nuestra tarea.
Metodología educativa:
Propiciar espacios, tiempos y climas para apasionarse por el aprendizaje.
Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/anna-fores-vida-aprendizaje/51192.html