Desde violaciones, secuestros, reclutamiento, asesinatos, mutilaciones hasta otras formas de explotación, son algunos de los graves peligros a los que se exponen los niños durante los conflictos armados.
El Día Universal del Niño debería ser una fecha para celebrar los avances en esta materia, sin embargo, en 2017 aún millones de infantes se enfrentan a un contexto inseguro marcado por conflictos armados, enfermedades y catástrofes naturales que afectan directamente su seguridad.
Esta fecha también es un recordatorio a los Gobiernos del mundo para que centren su mirada en la situación de los niños más desfavorecidos y defiendan sus derechos.
Niños y conflictos armados
Desde violaciones, secuestros, reclutamiento, asesinatos, mutilaciones hasta otras formas de explotación, son algunos de los graves peligros a los que se exponen los niños durante los conflictos armados.
Miles de ellos se ven obligados a huir de sus países de origen junto a su familia y esto agrava su situación.
Un informe publicado en septiembre pasado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Unicef reveló que el 77 por ciento de los niños que viajan por la ruta del Mediterráneo central son víctimas directas de abuso, explotación y tráfico humano.
“La cruda realidad es que se ha convertido en habitual que los niños que están en tránsito por el Mediterráneo sean víctimas de abusos, trata, violencia y discriminación”, indicó Afshan Khan, directora regional de Unicef y coordinadora especial de la Crisis de Refugiados y Migrantes en Europa.
El documento también revela que los niños procedentes de África Subsahariana tienen mayores probabilidades de ser víctimas de tráfico y explotación, en comparación con otras partes del mundo. “El racismo es un importante factor subyacente de esta discrepancia”.
Desorientados y en shock suelen permanecer la mayoría de los niños que han estado expuesto a los efectos devastadores de la guerra en Siria que inició en 2011.
“Estoy abrumado por las experiencias traumatizantes que han vivido estos niños. Han debido soportar una violencia brutal, han perdido amigos y familiares. Están aterrados y, sin embargo, tienen esperanzas”, expresó Fran Equiza.
Más de 320.000 niños rohingya cada semana han llegado al sur de Bangladesh desde fines de agosto. Allí viven en campamentos deplorables y expuestos a numerosas enfermedades.
Enfermedades e inseguridad alimentaria
La tercera parte de los casos de cólera registrados en Yemen afecta principalmente a los niños. El conflicto en ese país ha reducido a la mitad los servicios de salud. Más de dos mil personas han perdido la vida y el 41 por ciento de los casos sospechosos son menores de 15 años.
A esta situación se le suma los casos graves de desnutrición, más de dos millones de niños la padece y son más vulnerables a contraer enfermedades peligrosas.
En Sudán del Sur la historia parece repetirse. El resurgimiento de la violencia en 2013 ha empeorado su situación humanitaria y miles de personas han huido hacia Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda.
Los niños deben afrontar el mayor peso del conflicto y padecer el colapso de los servicios básicos.
Millones de infantes tampoco no tienen acceso a la salud ni a una nutrición adecuada, denunció Mahimbo Mdoe, representante de Unicef en ese país.
El 21 de junio se levantó la clasificación de hambruna en ese país, sin embargo, la Federación Internacional de la Cruz Roja calificó este paso de una victoria frágil, dado que 1,7 millones de personas aún se enfrentan a niveles de emergencia de hambre.
Trabajo infantil
El trabajo infantil sigue privando a los infantes de su niñez, interfiere en su escolarización y es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
Los niños también pueden ser sometidos a graves situaciones de esclavitud, son separados de su familia, expuestos a enfermedades y muchas veces abandonados en grandes ciudades.
Aún hay 152 millones de niños víctimas del trabajo infantil, es decir, uno de cada diez en el mundo. De ellos, casi la mitad realiza trabajos peligrosos, advirtió recientemente la Organización Internacional del Trabajo (OIT).