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Libro(PDF): Escuelas de dignidad el derecho a la política amanece en otra escuela

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Escuelas de Dignidad es el desenlace de una larga investigación en escuelas públicas argentinas y brasileñas que propone una porfiada utopía en tiempos inciertos y amenazantes. Quiere contribuir a instalar la política como un derecho humano que abre las puertas a los demás de derechos. Valoriza las prácticas de las y los directores de escuelas que, desde una peleada autonomía, construyeron currículos de educación popular para los niños y adolescentes de las clases subalternizadas: los marginados urbanos, los campesinos y los pueblos originarios en distintas regiones del país y en el sur de Brasil. Las historias de vida de los protagonistas permiten comprender cómo estas experiencias fueron posibles y aportan criterios para la formación de nuevas generaciones de educadores que se comprometan con la expansión de la educación popular en las escuelas públicas. A manera de advertencia para no tropezar con las mismas piedras, recupera experiencias análogas resistidas. Sugiere reflexiones teóricas y acciones estratégicas que posibiliten la emergencia de sujetos populares capaces de sostener y expandir el ejercicio de la política desde la desnaturalización y problematización de situaciones inadmisibles. Apuesta así al amanecer de una nueva cultura política para un nuevo protagonismo democrático.

Autoras(es): Germán Roberto Cantero.

Editorial/Edición: CLACSO. IUCOOP. CTERA. Facultad de Filosofía y Letras – UBA.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-813-017-0

Idioma: Español

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Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2399&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1571

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Opinión | El ritual escolar: Comunicación – Todo comunica (parte 1)

Por: Andrés García Barrios

El lenguaje está siendo sometido a revisión (y a una revolución) para que devenga más inclusivo, más universal, y que contenga elementos de identificación para todas las personas.

Hacia mediados del siglo pasado, millones de personas de todo el mundo (sociólogos, antropólogos, psicólogos, intelectuales, comunicadores, artistas…) se unieron entusiasmados a una nueva corriente de pensamiento que ponía a la Comunicación en la cúspide de nuestras prácticas y conocimientos. Todo comunica era la nueva consigna que regía al mundo. Según ésta, todo lo que los seres humanos hacemos, sentimos o pensamos se traduce en comportamientos que comunican algo a alguien.

Aquella nueva corriente era parte de un momento histórico. Como nos recuerda el periodista y ensayista John Higgs en su libro Historia alternativa del siglo XX, desde finales del XIX se habían venido poniendo en duda, una a una, todas las creencias, prácticas, conocimientos, tradiciones, en fin, todos los ejes culturales que con gran paciencia ―y para su tranquilidad― la humanidad había levantado durante siglos. Así habían ido cayendo Dios, la certidumbre científica, la honra militar, el orden moral, el valor del arte, la esperanza de la educación, lo sagrado de la familia, la dorada materialidad del dinero… En sólo unas décadas se había perdido todo centro, todo “eje del mundo”, y hasta la conciencia individual se sumergía en los abismos del subconsciente y corría el riesgo de perderse.

Por eso, cuando los científicos sociales de Palo Alto, California, anunciaron que todo en este mundo es comunicación, millones de personas se asieron a esa rotunda verdad, encontrando la solución a su creciente angustia. ¡La comunicación! Algo tan cotidiano como ella, tan universal y antiguo, seguía funcionando. El milagro se debía justamente a que la comunicación era una actividad que prescindía de todo centro, que era el reflejo mismo de lo “descentrado”, de lo que va y viene, de lo que pasa de uno a otro, de una mente a otra, en un constante fluir. En 1934, la famosa escritora danesa Isak Dinesen ponía en la mente de uno de sus personajes las siguientes palabras: “¡Qué difícil es conocer la verdad! Me gustaría saber si es posible decir absolutamente la verdad cuando se está solo. A mi entender, la verdad es una idea que nace y depende de la conversación y la comunicación humanas”. La literatura se hacía partidaria de la nueva conciencia.

Los años sesenta dieron el rotundo a esa liberación que ponía como eje del mundo al contacto humano. Con el hippiesmo, hombres y mujeres se soltaron el pelo como primer símbolo de lo que pierde el centro y vuela. Decían que cada uno de nosotros es capaz de desprenderse de su cuerpo individual y “viajar” hacia los demás seres humanos y el cosmos, y sentirse uno con ellos. “Para que pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros. Los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia”, publicaba en 1960 el poeta mexicano Octavio Paz.

Esta nueva forma de pensar no era propia sólo de aquel movimiento juvenil, popular y espontáneo (quizás el más espontáneo de la historia, según el insigne Arnold J. Toynbee). También en los estrechos círculos de la academia empezaba a imponerse una nueva manera de pensar: desde el punto de vista de la filosofía tampoco existía el centro, ni en la realidad ni en el conocimiento: todo estaba descentrado y lo único que existía era el pensamiento, el habla, la escritura (el discurso, en suma), que no podía fijarse en ningún punto pero que sí podía hilvanarse y deshilvanarse como una madeja, y además permitía extraños “saltos” de encuentro con “el otro”.

Así, los procesos de comunicación (¡y los medios de comunicación!) iban restableciendo la confianza. Se proclamaba que todo mundo tenía derecho a hablar. Pensadores de la altura de Karl Jaspers, Erich Fromm y Ludwig Habermas, veían en ello el medio para resarcir el tejido social, tan convaleciente, tan desgreñado aquí y allá, roto en todos los sitios donde antes había un “centro”. Finalmente, en 1986, la gran psicoanalista y educadora francesa Francoise Doltó aseguraba que la misión humana en este mundo es comunicarnos y presagiaba la inminente llegada de una herramienta mundial de comunicación que pondría a todo el mundo en contacto.

En este contexto, la institución escolar se volcó a experimentar con las nuevas prácticas y a modificar la vieja visión de la educación como una disciplina supeditada al “progreso” (según esta visión, cada generación tenía el derecho y la obligación de transmitir sus logros y conocimientos a la siguiente). Con la nueva perspectiva, todo era intercambio, mutuo entendimiento; las escuelas eran tanto más innovadoras cuanto más fomentaban el trabajo en equipo y renunciaban al control que el maestro tenía sobre el alumno. Éste se convirtió en un interlocutor activo y finalmente en un verdadero constructor de su personalidad y su conocimiento, y eso no en soledad sino mediante herramientas compartidas con una comunidad de aprendizaje.

Finalmente, con la llegada de internet y de las redes sociales, el boom de la comunicación alcanzó al planeta entero. De pronto, todos teníamos a mano una cámara para registrar lo que nos ocurría (a nosotros y a nuestro alrededor). Se le juzgaba una obsesión voyeurista o un mantenerse alejado del entorno, pero en realidad era como si quisiéramos confirmar en todo momento la vieja máxima del filósofo: “Yo soy yo y mi circunstancia”. En efecto, yo no sólo era yo sino también lo que ocurría en torno a mí, lo que veía y me veía, lo que escuchaba y me escuchaba.

No sólo estábamos más interconectados que nunca y teníamos acceso a más información, sino que entrar en contacto con otras personas también adquiría un nuevo valor. Francoise Doltó ―que como vimos predijo la llegada de internet― murió antes de que un alud de selfies inundara el mundo, pero es muy probable que su mente ―tan aguda como generosa― habría visto en ellas no una manifestación narcisista (como tanto se ha dicho) sino una nueva forma de comunicación basada en atreverse, por fin, a compartirse a uno mismo. La idea es atrevida, pero tiene sentido. Como dice John Higgs en su libro arriba citado, esos autorretratos no son pura autocontemplación y autocomplacencia: “… no son meros intentos de reforzar un concepto personal del yo individual, sino que existen para ser observados (por otros) y, de este modo, fortalecer las relaciones que se dan a través de la red. Esas fotos sólo adquieren sentido cuando se comparten”.

Si quisiéramos seguir con la apología de las redes sociales, podríamos hablar de cómo han servido para evidenciar la cantidad de talento artístico que existe en el mundo, y cómo han democratizado la expresión pública de las artes, antes tan elitista. Como nunca, la gente lee y escribe poesía, expresa ideas, canta, baila, hace magia, seduce, cuenta chistes, expresa dolores y temores…

Esta forma tan contundente de experimentar y proclamar que yo soy yo y mi mundo, ha llegado acompañada de movimientos sociales que exigen el inmediato reconocimiento de la diversidad humana y el respeto a las diferencias. Este inédito avance sigue siendo un logro de la comunicación entendida como práctica de identidad. El lenguaje (que es quizás lo más personal y a la vez lo más común que tenemos los seres humanos) está siendo sometido a revisión (podríamos decir a una verdadera revolución, por momentos violenta) para que devenga más inclusivo, más universal, y que contenga más elementos de identificación para todos. En la mayoría de los países la exigencia es incipiente, pero ya hay muchos lugares donde yo puedo al menos reclamar que los demás se dirijan a mi como yo deseo, sin reducirme a una generalidad sino al contrario, abriéndose a mis singularidades (creo que los casos extremos no son sino elocuentes detonaciones de esta tendencia: he escuchado de una persona que pide que se le considere no un él, ella o ello, sino un ellos, así, en plural: “Call me they”, pide).

(Continuará)

Fuente de la información e imagen:

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Conferencias de la Escuela Internacional sobre Feminismos

Otras Voces en Educación 

Durante una semana reflexionamos sobre diferentes miradas de los feminismos. Nos encontramos con visiones distintas pero complementarias en el horizonte libertario que nos une a todas las formas de los feminismos. Conversamos sobre desigualdades y agendas de trabajo en materia de derechos, reorganización del mundo del trabajo y la vida social.

Nuestras invitadas nos ayudaron a develar obstáculos al cambio radical, no solo culturales sino epistemológicos y, en consecuencia, conocer que propone los feminismos en plural para organizarnos y avanzar en la construcción de otro mundo posible.

A continuación los link de todos los encuentro de la escuela internacional sobre feminismos:

💥Margarita Iglesias Saldaña (Chile) https://youtu.be/VPsKqaxRHuw
💥Valeria Sardi (Argentina) https://youtu.be/RHWIA85dy68
💥Karina Ochoa (Mexico) https://youtu.be/1wdqT2ZOTMs
💥Dora Barrancos (Argentina) https://youtu.be/LyPxZYHnIJ8
💥Kemy Oyarzun (Chile) https://youtu.be/C2HIcitRWjI
💥Marina Oliveira (Brasil) https://youtu.be/hC_5YJnZvBA
💥Mujeres Creando (Bolivia) https://youtu.be/RzWTiBYTtUk
💥Mariela Castro (Cuba) https://youtu.be/b4fzhp5pDWw
💥Cinzia Arruzza (Italia-EE.UU) https://youtu.be/jyjhUoD5qBk
💥Olga Amparo (Colombia) https://youtu.be/Xol4Sd6aljA

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Ecuador: Las clases privadas tapan el vacío escolar en pandemia

https://www.expreso.ec

Maestras desempleadas aprovechan la no presencialidad en las escuelas para nivelar conocimientos de los niños. Esto les genera algo de ingresos.

Con 10 años de experiencia como maestra, Stephania Pilaló (38), docente desempleada, recibe en su vivienda a siete niños de entre seis y doce años, a quienes da clases de apoyo para nivelar ciertas dificultades que tienen en determinados espacios curriculares.

Lo hace desde el 2020, luego de ser desvinculada del magisterio fiscal, durante los meses más fuertes de la pandemia, en donde más de 8.000 maestros a nivel nacional, también, perdieron sus plazas de trabajo.

La educación no presencial y las falencias de aprendizaje que atraviesan varios estudiantes debido a las clases virtuales, que se pusieron en marcha desde que se cerraron las instituciones educativas, han sido la oportunidad para que Pilaló se mantenga vigente en el proceso de enseñanza y para que pueda generar algún ingreso económico para su familia.

“No es mucho lo que gano dando clases particulares de refuerzo, ya sea en mi casa o en el domicilio del niño; pero eso me mantiene a la vanguardia del conocimiento y me brinda la oportunidad de ayudar a aquellos niños que no están teniendo un buen aprendizaje, ya sea porque no tienen quién los guíe o porque no cuentan con los recursos a su alcance”, indica la maestra, mientras revisa las tareas de los menores, quienes tres veces a la semana visitan su vivienda ubicada en la 23 y Rosendo Avilés, suburbio de la ciudad.

Ella cobra $ 2 la hora si los niños van a su casa y $ 3 si tiene que trasladarse a los hogares de ellos. “No se les puede cobrar más, porque los padres tampoco tienen muchos recursos, pero sí quieren que sus hijos aprendan”, anota.

Las clases particulares han sido las más requeridas en estos últimos 18 meses, dicen los maestros consultados por EXPRESO. Incluso, se dan de una manera novedosa, pues no solo sirven para reforzar algún conocimiento que los chicos no pueden asimilar, sino que hasta tienen el fin de enseñar contenidos desde cero. Es que la falta de presencialidad en las escuelas y colegios cada día sumó nuevos obstáculos para algunos escolares.

Las clases individuales a domicilio, y en algunos casos virtuales pero personalizadas, nacieron también para aliviar las cargas económicas de algunos maestros y de quienes estudian carreras afines a la docencia. También han servido para atender la preocupación de los padres que quieren ver aprobado el año lectivo de sus hijos.

clases privadas
Cindy Caicedo da clases particulares a estudiantes de primero a séptimo básico. Por una hora de enseñanza puede llegar a cobrar hasta

Y esa es la ayuda que presta Cindy Caicedo, maestra con 20 años de experiencia, que fue desvinculada del magisterio en abril de 2020.

A su vivienda ubicada en el sector de Las Malvinas, sur de la ciudad, llegan dos veces a la semana cuatro menores que cursan desde primero hasta séptimo básico, que buscan apoyo en las asignaturas de Lenguaje (lectura) y Matemáticas, que son las áreas donde el rezago escolar tiene mayor énfasis, según un diagnóstico elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Me he visto en la necesidad de buscar ayuda particular para que mi hija, que está en tercero básico, pueda nivelar sus conocimientos que se han visto afectados por las clases virtuales.

Eugenia Constante, madre de familia

De acuerdo a este informe, nueve de cada diez menores de entre 10 y 12 años no cumplen el estándar mínimo de lectoescritura establecido para un niño de 7 años, correspondiente al tercero de educación básica. El razonamiento matemático va por el mismo camino. Pero este problema no es nuevo, pues antes de la pandemia ya había déficit de aprendizaje en estas áreas, como informó EXPRESO en varios reportajes.

La maestra desempleada notó ciertas dificultades en determinados espacios curriculares. Según ella, Lenguaje y Matemáticas son materias por las que todos los años los alumnos piden ayuda para aprobarlas. “Me he percatado de que los chicos también tienen problemas con Historia y Geografía, a las cuales les doy un espacio para el repaso”, menciona, mientras enseña a sumar y restar a un menor que está en quinto grado, quien ya debería manejar estas operaciones numéricas.

La no presencialidad le ha pasado factura al aprendizaje de los niños y como padres debemos buscar los medios para que nuestros hijos no se queden rezagados en el proceso de enseñanza.

Manuel Rodríguez, padre de familia

Caicedo explica que su mayor ‘clientela’ está representada por niños de primaria (de primero a séptimo básico). “Los padres me los traen, preocupados por la falta de explicación de los temas a los chicos, parece que hay una gran dificultad en el sistema con el uso del formato virtual o con las clases que reciben a través de Whatsapp”, remarcó.

Claudia Solórzano, quien el próximo año se gradúa de maestra de educación primaria, y desde hace cuatro meses imparte clases privadas a domicilios, cuenta que quienes más participan de las clases de apoyo son los alumnos de primero, segundo y tercero de básico. “Los más grandes no buscan apoyo, y no porque no lo necesiten, sino porque les da vergüenza admitir que no están aprendiendo porque no entienden o porque su maestra no les explica bien”, expresa.

El Ministerio de Educación anunció que en este segundo quinquemestre que empezó el 4 de octubre pasado en el régimen Costa, se pondrá en marcha el plan nacional ‘Aprender a Tiempo’, que busca disminuir el rezago y brechas educativas existentes en los estudiantes del sistema educativo, acentuadas por las clases no presenciales implementadas durante la pandemia de la COVID-19. Pero de esto, poco se conoce.

https://www.expreso.ec/guayaquil/clases-privadas-tapan-vacio-escolar-pandemia-113159.html

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La pandemia amplió las desigualdades en el aprendizaje en Colombia

Por: infobae.com

La educación en Colombia, entre otros pilares del país, fue uno de los factores más golpeados a causa de la llegada de la pandemia de coronavirus, a territorio nacional, durante el primer semestre del año 2020. Los estudiantes con menores recursos económicos, o residentes en zonas vulnerables, se vieron más afectados en comparación con los niños, niñas y jóvenes de las principales ciudades que, a diferencia de la primera población, en gran parte, tienen acceso a internet o a aparatos electrónicos que favorecieron su aprendizaje en estas épocas en las que la virtualidad es clave. Según un estudio hecho por la Universidad de los Andes y la Fundación Barco, la covid-19 habría aumentado, en más del 100%, la desigualdad de aprendizaje.

Teniendo como base de su investigación los resultados de las Pruebas Saber 11 del 2020,ambas entidades estudiaron factores como el acceso a internet en los hogares, la tendencia de un computador, el género y la zona de 570.000 estudiantes, y compararon las conclusiones con la situación de los alumnos en años anteriores.

Para empezar, el estudio arrojó la cifra de 19% en el tema acceso a internet. Según evidenciaron la Universidad y la Fundación, el número de estudiantes que no tienen acceso a internet o a un computador, en su hogar, aumentó en ese porcentaje. “Nuevamente lo que más preocupa, y que se observó en este análisis, es una diferencia mucho más pronunciada de los estudiantes de los colegios oficiales, en donde la reducción fue cuatro veces más grande, frente a quienes están en instituciones privadas. Así mismo aumentó 17 puntos la brecha entre niños de zonas rurales con respecto a los de zonas urbanas”, afirmó Sandra García, profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes e investigadora en temas de educación.

Esta misma docente, en momentos previos, y en entrevistas anteriores, ya había hablado de las dificultades que hoy se viven en colegios, escuelas, institutos y universidades. Hasta el pasado 20 de septiembre, según el Ministerio de Educación Nacional de Colombia registró, hasta el 20 de septiembre de este año, faltaban 2′898.352 estudiantes por regresar a los colegios públicos. Respecto a cifras del sector privado, se supo que han regresado a las aulas de clase 1′417.977, que corresponde al 72% de los matriculados.

”Hay tres secretarías de educación que no han abierto y que van a completar ya un año y medio sin asistencia a las aulas (…) Por lo general, los colegios privados están regresando con una periodicidad mucho más alta que los colegios públicos. Esto preocupa porque el tiempo efectivo de enseñanza y todos los procesos de aprendizaje se está llevando de forma desigual”, manifestó la experta.

Según Sandra García, profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, el tiempo de ausencia de niños, niñas y adolescentes en las aulas de clase equivale a dos años de retraso en el aprendizaje
Según Sandra García, profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, el tiempo de ausencia de niños, niñas y adolescentes en las aulas de clase equivale a dos años de retraso en el aprendizaje

En 2020, según los resultados entregados por el Dane de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida, incrementó en un 13% la inasistencia de estudiantes a sus instituciones académicas. Mientras que en el año 2019 el 2,7% de los menores entre los 6 y los 16 años dejaron de asistir al colegio, en 2020, esta cifra fue del 16,4%.

Sandra García, frente a esto, enfatizó, en testimonios recogidos por el periódico El Tiempo, que existen “dos maneras de evitar el aumento en la inasistencia escolar: garantizar comunicación entre docentes y estudiantes vía acceso a conectividad, o abrir los colegios de manera decidida. Para millones de niños en Colombia no se hicieron ninguna de las dos”. Según el Gobierno Nacional, hasta septiembre de este año, se ha abierto el 83,3% de las sedes educativas del país para garantizar la asistencia de los niños, niñas y adolescentes, es decir, en otras cifras, las puertas de 36.539 instituciones educativas están abiertas, y 7.302 colegios, o escuelas, continúan cerrados.

“Cuando uno va a mirar el tipo de educación que están teniendo, hasta agosto de 2021, solo el 47% de hogares manifestaron que sus hijos estaban asistiendo a educación presencial o alternancia. Por otro lado, de ese 50% restante, que no está asistiendo, solo el 12% señaló que ha tenido, recientemente, encuentros con un profesor o un tutor de manera virtual. La otra estrategia que usan para aprender es a través de guías por profesores y haciendo uso de WhatsApp”, expuso García que, a su vez, manifestó que este tipo de situaciones retrasan los proceso de aprendizaje y afecta, especialmente, a las personas de menores recursos en el país. Lo que argumenta García es que el retraso que menciona sería equivalente a dos años escolares.

”La reapertura es el primer paso, pero después debemos recuperar el bienestar emocional de los estudiantes y concentrarnos en reforzar los aprendizajes básicos”, dijo García luego de recalcar que es importante que, cuando haya oportunidad, será necesario hacer hincapié en temas de lectoescritura y operaciones básicas en matemáticas.

https://www.infobae.com/america/colombia/2021/10/06/la-pandemia-amplio-las-desigualdades-en-el-aprendizaje-en-colombia/

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Todas las claves para fomentar la lectura en el aula

Fomentar la lectura es una labor difícil para el profesorado en los tiempos que corren. El último número de nuestra revista impresa que acaba de salir a la venta ofrece un amplio reportaje sobre este tema, así como todas las claves de la mano de expertos y docentes. Estos son algunos extractos.

Entretenimiento, relajación, fuerza mental, desconexión, alegría… Estos son sólo algunos de los muchos valores positivos que aportó la lectura a millones de personas durante el confinamiento del pasado año, un período en el que la lectura de libros en todo el mundo y en España en particular alcanzó un máximo histórico. Así, durante este tiempo se llegó a la cifra del 57% de lectores frecuentes, es decir, personas que leen casi todos los días o entre una o dos veces a la semana y que dedicaron más de ocho horas semanales a la lectura. El año anterior, sin la pandemia de por medio, ese mismo porcentaje se situaba en el 50% y de igual modo destinaron un tiempo inferior a leer: menos de siete horas a la semana.

Estos datos proceden del informe ‘Hábitos de lectura y compra de libros en España 2020’ de la Federación de Gremios de Editores de España, que también apunta que este aumento de los lectores fue mucho más notable entre los menores de 35 años.

Pero ¿qué sucedió con los más jóvenes? Pues el estudio muestra datos muy desiguales. Así, mientras que las horas de lectura aumentaron entre los menores de 6 años (leyeron 20 minutos más a la semana en comparación con 2019) y entre los de 6 a 9 años, a partir de los 15 años es cuando se produjo un descenso considerable de lectores: de un 79,8% entre los menores de 10 a 14 años a un 50,3% a partir de los 15. Además de leer menos, el porcentaje de jóvenes ‘no lectores’ también se ha visto incrementado: un 27,9% durante el año pasado frente al 25,8% del año anterior.

Importancia de leer

“Leer nos ayuda a mantener la atención. La atención es el cincel de la memoria y sin memoria no hay aprendizaje”, comenta el neurólogo David Ezpeleta Echávarri que también considera que “adquirir el hábito de leer en niños y adolescentes es importantísimo, y más ahora, donde la digitalización está creando legiones de niños y adolescentes inatentos, impacientes, adictos a los móviles y ansiosos”.

Reportaje fomento de la lectura

El primer paso para que los estudiantes se adentren en la lectura y descubran todos sus beneficios es aprender a leer, lo que les llevará después al siguiente estadio de la lectura: aprender a comprender, a entender el mensaje y, por último, a disfrutar de los libros. Pero, ¿cuáles son las herramientas con las que cuentan los docentes para fomentar la lectura en el aula? Una de ellas son los planes lectores. El objetivo de un plan lector, tal y como indica Irakurgunea, la web que desgrana el plan lector de Euskadi, es mejorar la competencia lectora del alumnado y contribuir a desarrollar la habilidad en comunicación verbal, no verbal y digital. Es de este plan a modo de guía del que surgen los proyectos y prácticas didácticas lectoras que se llevarán a cabo con los estudiantes.

Educar y atraer a la lectura

Informes como ‘El fomento de la lectura’ de ‘Temas de Educación’, la revista digital de la Federación de Enseñanza de CC OO de Andalucía, señala que “en la escuela al estudiante se le enseña a leer pero, salvo raras excepciones, no se le educa para la lectura”. ¿Es ese el eslabón que falta para crear el hábito lector entre los estudiantes? Olvido Andújar, docente ayudante y doctora en el departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad Complutense de Madrid, cree que para facilitar el enamoramiento por la lectura es importante dejar claro tanto a niños y jóvenes “que pueden dejar un libro, que no tienen por qué terminarlo y que no van a ser menos ‘inteligentes’ porque no les guste determinado autor canónico”.

Lectura

Nuevas formas de lectura

En la tecnología se encuentran muchos de los lenguajes a los que los jóvenes están acostumbrados ya que forman parte de su día a día. Y el ámbito de la lectura no iba a ser menos. Un ejemplo de ello y que forma parte de las nuevas formas de lectura que se encuentran en la Red son los ‘booktubers’, jóvenes creadores de contenido (cuya edad ronda habitualmente los 20 años) y que realizan reseñas de diferentes libros o llevan a cabo diferentes retos literarios con el objetivo de compartir su gusto por la lectura.

Eva Oña, docente de Lengua Castellana y Literatura en el IES Carlos III de Aguadulce (Almería) y coordinadora de ‘Libro Abierto’, una publicación especializada en Bibliotecas escolares de la Junta de Andalucía, (IES Carlos III) cree que es vital acercarse a estos nuevos lenguajes, pero adaptando las experiencias lectoras para el aula. “No hay que perder de vista que tienen que ser lúdicas si lo que queremos es crear lectores y mantenerlos en el tiempo”. Las experiencias inmersivas o gamificadas que se pueden llevar a cabo a partir de la tecnología o con el uso de redes sociales, en las que el alumnado se sienta parte de la historia y tenga un papel activo, son un ejemplo de adaptación para esta docente.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/fomentar-la-lectura-en-el-aula/
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Tras crisis de pandemia, 124 países reabren escuelas en su totalidad

Por: Lenin Patiñ0 / contralinea.com 

A año y medio del comienzo de la pandemia de la Covid-19, 124 países han reabierto totalmente sus escuelas, 44 han abierto de forma parcial y sólo 16 las mantienen cerradas, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Estos números reflejan la necesidad de prestar atención a la salud y el bienestar de los docentes durante la reapertura de las escuelas, así como al desarrollo profesional para integrar y desplegar con éxito la tecnología educativa, explicó la ONU en un comunicado. Agregó que para sanar al sector educativo se requiere una mayor inversión en el bienestar, la formación, el desarrollo profesional y las condiciones de trabajo de los 71 millones de educadores que hay en el mundo.

Según datos de la Unesco –órgano de las Naciones Unidades encargado de la educación, la ciencia y la cultura–, el 71 por ciento de los países priorizaron de algún modo la vacunación contra la Covid-19 a los profesores, pero sólo 19 países los incluyeron en la primera ronda de inoculaciones. Por el contrario, 59 Estados no les dieron ningún tipo de preferencia en sus planes de distribución de la vacuna.

En el marco del Día Mundial de los Docentes –el cual se celebra cada 5 de octubre–, la ONU también destacó que los maestros son parte esencial de la recuperación del sistema educativo tras los estragos de la pandemia, además de ser fundamentales para acelerar el progreso hacia una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos los alumnos.

“La recuperación de la educación se hará realidad si se lleva a cabo mano a mano con los docentes, dándoles voz y espacio para participar en la adopción de decisiones y respetando sus conocimientos pedagógicos y su experiencia al reimaginar la salida de la crisis y construir sistemas educativos más resistentes“, subrayó Naciones Unidas.

https://contralinea.com.mx/tras-crisis-de-pandemia-124-paises-reabren-escuelas-en-su-totalidad/

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