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Jean-Michel Blanquer, ministro de Educación de Francia: ‘Todos hemos cambiado a raíz de la crisis’

Por: María Fernanda González E.

El Ministerio de Educación Nacional francés cerró sus puertas al público desde hace más de un mes para prevenir la expansión y el contagio del coronavirus. Si bien son las vacaciones de la primavera, el equipo del ministro Jean-Michel Blanquer asegura que el trabajo se ha intensificado.

En poco tiempo tuvieron que adaptarse a la enseñanza en línea. Una institución considerada como paquidérmica, logró movilizar profesores, estudiantes, padres y sindicatos.

Una vez sobrellevado con éxito ese reto, el nuevo desafío es el regreso a las aulas, planteado de forma parcial a partir del lunes 11 de mayo, el cual se aplicará voluntariamente y con protocolos como la presencia de la mitad de los alumnos por aula.

Blanquer destaca, sin embargo, algunos aprendizajes del modelo virtual, aplicado desde la suspensión de clases el pasado 12 de marzo. A través de Facebook Live, el ministro tuvo durante este tiempo encuentros y diálogos con los alumnos, escuchó sus inquietudes, como por ejemplo las de la promoción de bachilleres del 2020, pues es la segunda vez en la historia que no se realizará el examen de Estado, la primera fue en la movilización de mayo del 68.

En sus intervenciones ha explicado las nuevas modalidades del examen continuo. Asegura que las evaluaciones tendrán las mismas exigencias. El ministro tiene una meta clara: mantener la excelencia académica independientemente de si es virtual o presencial. A pesar de tener una apretada agenda, Blanquer, apasionado por Colombia, nos concedió una entrevista para EL TIEMPO.

El 17 de marzo, el presidente Macron aseguró que ‘el país está en guerra, la salud no tiene precio y el mundo no será el mismo’. ¿Cuál es su visión al respecto?

La alegoría de la guerra viene con una idea clave. Es un momento de lucha contra un enemigo biológico y eso requiere unidad nacional y fuerza. Esa es la principal idea detrás de este vocabulario. En segundo lugar, demostrar que hay un antes y un después. En el después se encontrarán las grandes diferencias de las dos épocas. Esto abre la puerta a una reflexión sobre la economía y la sociedad. Ver en qué medida alcanzamos aspectos de resiliencia y de mejoramiento a través de las grandes dificultades que estamos encontrando. Especialmente cómo vamos a enfrentar la crisis económica para tener un modelo que permita la prosperidad y la igualdad.

El presidente insistió en que nuestras convicciones y certezas serán reevaluadas…

Lo que el presidente destaca a través de su discurso es el individualismo y el materialismo de nuestra sociedad actual. Lo que revela una epidemia como esta es la necesidad de valores como la solidaridad, y una visión de largo plazo. Para esto es necesario que la educación y la salud tengan un rol fundamental. Pero es también un momento de reflexión hacia el concepto de la libertad porque actualmente estamos aceptando una fuerte restricción de nuestra libertad. Y esto conlleva un peligro: que las personas se acostumbren a la privación de libertad. Este periodo debe permitirnos ver que su valor es fundamental y el de todos los placeres cotidianos, que nos parecen comunes en tiempos normales y que ahora parecen lujos. Estas libertades y placeres debemos encontrarlos de nuevo después de todo este periodo dándoles el valor que merecen.

¿En qué ha cambiado su agenda desde el confinamiento?

Desde el confinamiento hubo dos tareas fundamentales que cumplir. La primera y más importante es lo que hemos llamado la continuidad pedagógica. Nuestra capacidad de trabajar a distancia con nuestros 13 millones de estudiantes. Realizamos un gran trabajo para poner en marcha los cursos a distancia con la institución CNED. Esta es una tarea que ya habíamos preparado para una eventual necesidad.

¿Desde cuándo existe esta institución?

Esta institución existe desde 1939 para brindarles enseñanza a distancia a los niños enfermos o que están de viaje con sus padres y no pueden asistir al colegio. En tiempos normales, esta institución ha trabajado con miles de niños que tienen esas dificultades. Con esta crisis se transformó en una institución para todos los estudiantes del país. Hemos elaborado dos funciones: una progresión pedagógica para cada nivel de clase y un sistema de clase virtual. Allí, tenemos cuatrocientos mil profesores que utilizan este sitio para conectarse.

¿Qué otros actores lo han acompañado?

Desarrollamos un programa, Nación en Aprendizaje, que involucra a los medios de comunicación que quieren apoyar este proceso. Ellos difunden en sus programas contenidos educativos. Tenemos en poco tiempo resultados importantes, como por ejemplo la cadena France 4, la cual tiene mucha audiencia pues hace cursos para los diferentes grados: primaria y bachillerato. Los alumnos tienen cursos de lunes a viernes para revisar nociones fundamentales en matemáticas, francés, inglés, historia y geografía y ciencias. Queremos crear un ambiente educativo para toda la población. Cuando todo el mundo está en la casa vale la pena que haya emisiones de televisión y radio, interesantes y profundas, en vez de cosas más superficiales.

¿Cuáles han sido las ventajas de este proceso?

Todo este trabajo fundamentalmente busca salvar el nivel general de educación en el país y tener una acción social. Este periodo ha permitido reconocer el valor de la profesión de profesor y demostrar la utilidad de la escuela, de la república para combatir las diferencias sociales. Entonces son dos desafíos: un desafío pedagógico y uno social. Por ejemplo, dimos computadores a las familias que no tienen, hicimos llegar por correo los capítulos y las tareas a quienes no pudieron conectarse en línea.

¿Ustedes han apoyado también al personal médico?

Decidimos dar un apoyo a los niños de los médicos y del equipo de salud, para que pudieran trabajar con serenidad. Para esto movilizamos a profesores que de manera voluntaria se dedican a este trabajo.

Hay un gran trabajo que se gana con todo este nuevo entorno, pero, a su juicio, ¿qué se pierde?

Las ganancias son claras: nuevos usos, más solidaridad, más personalización entre alumnos, padres y profesores. Pero lo que se pierde es la interacción humana que hay en una clase. El mayor problema es la exclusión y la deserción escolar de estudiantes que no participan durante este período. Alrededor del 5 por ciento. Con los rectores hacemos un seguimiento para recuperar este pequeño grupo.

¿Qué ha sido más difícil en su trabajo como ministro: enfrentar el debate con los sindicatos sobre las reformas del Gobierno en materia de educación o este escenario suigéneris?

Son dos tipos de dificultad muy diferentes. En el primer caso, se trata de convencer, escuchar y fijar un objetivo y de avanzar a pesar de los obstáculos. Mientras que en el segundo caso, se trata en un ambiente de unidad nacional. Resolver cada día problemas prácticos con objetivos claros, tal como salvar el nivel general de educación y compensar las injusticias sociales. El imperativo de la unión es clave en el segundo caso. Por ejemplo, la fórmula para evaluar a los estudiantes del último año la establecimos escuchando en videoconferencia a todos los sindicatos.

¿Este escenario le da mayor fuerza a la bandera de su mandato, ‘la escuela de la confianza’?

Todos hemos cambiado a raíz de la crisis. Yo también. Lo importante ahora es alcanzar una visión renovada de la gestión de los recursos humanos de este ministerio, tener un mejoramiento del reconocimiento del profesor en cuanto a los salarios y en cuanto al conocimiento inmaterial. Por eso, la crisis ha permitido un gran involucramiento de los profesores y hay un enorme reconocimiento de la sociedad y de mí mismo hacia los profesores. Ese es un factor positivo para progresar en el futuro.

Usted está acompañado por un importante consejo de sabios. En esta época, ¿cuál ha sido su aporte?

Por supuesto estoy trabajando con ellos. Por ejemplo, están desarrollando programas informáticos para áreas como francés y matemáticas que vamos a poner en los computadores que damos a las familias que no tienen acceso. También estamos haciendo un estudio sobre la evaluación de los estudiantes. Queremos personalizar más el camino de cada alumno, a partir de la evaluación de cada uno.

¿Un mensaje para Colombia y algunos elementos que se puedan compartir con el país en este momento de crisis?

Colombia es un país muy rico en recursos humanos y en la calidad de la gente. El gran desafío en una crisis como esta es el riesgo de la división social debido a las inequidades frente a la educación. Es necesario luchar por una escolarización de todos los ciudadanos, empezando por la escolaridad obligatoria desde la edad de 3 años. Es importante trabajar en el uso de las tecnologías y de la enseñanza a distancia. Como tenemos una visión cultural bastante parecida entre Francia y Colombia sobre el papel de la educación, hay muchas cosas que se pueden hacer conjuntamente, y eso lo iniciamos con el presidente Iván Duque cuando nos visitó en junio pasado.

Uno de sus libros preferidos para los niños y los grandes es el de las fábulas de Jean de la Fontaine. ¿Hay alguna fábula particularmente interesante como reflexión sobre lo que estamos viviendo?

Hay muchas. Todas son pertinentes para vivir. La Fontaine es un profesor de vida. Pero hay una que es importante para mí en este periodo, se llama El labrador y sus hijos. Es la historia de un labriego que va a morir y quiere dejar algo a sus hijos. Les dice que hay un tesoro escondido en sus tierras. Entonces los hijos mueven mucho la tierra para encontrar el tesoro. No lo encuentran, pero como han movido la tierra, esta se vuelve muy fértil y tienen muchos frutos. La moraleja es que el tesoro que el labrador les dejó es el concepto del trabajo. Más que nunca, el valor del trabajo es fundamental para sobrepasar la crisis.

Fuente de la entrevista: https://www.eltiempo.com/politica/jean-michel-blanquer-ministro-de-educacion-de-francia-habla-sobre-la-crisis-del-coronavirus-493124

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Escuela y coronavirus: luces y sombras

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

La pandemia causada por el coronavirus ha tomado por sorpresa al mundo y sus sistemas educativos. La emergencia sanitaria ha dejado al descubierto problemas sociales cuya presencia se ha hecho más notoria a raíz de la crisis. Han sido exhibidos problemas que, aunque ya estaban presentes, el coronavirus los ha hecho más visibles o, incluso, los ha intensificado. Repentinamente, los estratos de pobreza que se escondían debajo de la alfombra de los países prósperos quedaron al descubierto. En la vida escolar, la pandemia hizo que relucieran fortalezas y debilidades de las escuelas. En el caso de la mexicana, algunas sombras como las políticas tendientes a la exclusión, las prácticas pedagógicas o la excesiva carga burocrática en la administración educativa, mientras que destaca la fuerza del magisterio o la presencia del libro de texto gratuito.

La pandemia ha hecho resurgir con mayor fuerza una de las críticas más comunes de las políticas educativas: su tendencia hacia la exclusión y a promover las desigualdades. Muchas voces han expresado sobre la educación a distancia que es una medida que, lejos de tener resultados académicos convenientes, podría acentuar las distancias ya de por sí considerable entre los estudiantes. Mientras algunos alumnos pudieron acceder a entornos virtuales donde podían interactuar con sus profesores, plantearles dudas, recibir retroalimentación sobre las actividades o consultar en diversas fuentes de información en internet, otros se tuvieron que conformar con la televisión, a la que no podían preguntar nada y la que ofrecía incluso programas con errores pedagógicos importantes. Al igual que en la educación presencial, en la remota se hizo palpable la desafortunada naturaleza discriminatoria del sistema educativo.

Aunque no es para nada una verdad oculta, la pandemia ha puesto de manifiesto las condiciones indignas de muchos planteles educativos mexicanos. Resulta por demás lamentable que, de acuerdo con palabras del Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, en casi una de cada tres escuelas los alumnos, por falta de agua potable, no puedan ejercer una medida higiénica tan básica como el lavado de manos. Si no se cuenta con agua potable, es evidente que mucho menos las escuelas cuentan con insumos suficientes para el cuidado de la salud, ni qué decir sobre personal especializado. La necesidad de mantener la distancia entre las personas para evitar el contagio del coronavirus ha puesto de manifiesto también las condiciones de hacinamiento de muchos grupos escolares: si bien el Secretario de Educación ha minimizado la situación señalando que el promedio de integrantes ronda los 20 alumnos, olvida que se trata precisamente de una media: habrá lugares donde existan muchos menos, pero también habrá donde haya muchos más. No es fortuito que casi uno de cada tres docentes de educación primaria opine que su salón de clases es pequeño para el número de estudiantes que alberga (INEE, 2016).

El cierre de planteles y el consecuente trabajo a distancia desde los hogares mexicanos ha desatado una oleada de opiniones en torno a las prácticas escolares, en particular, en una de las más tradicionales: las tareas domiciliarias. El primer motivo de crítica tiene que ver con la cantidad: se ha generalizado una opinión negativa en torno al exceso de tareas, que en ocasiones resultan abrumadoras para los estudiantes; aunque de acuerdo con la OCDE (2014), México apenas se sitúa por encima del promedio de la organización en cuanto a tiempo de los estudiantes destinado a hacer tareas, con 5.2 horas semanales, vale la pena voltear a ver a otros países con buenos resultados educativos, como Finlandia (2.8), Corea (2.9) o Suecia (3.6), cuyo empleo de los deberes escolares en casa es moderado. Durante la pandemia, ha dado la impresión que, en México, en muchos casos se trató, erróneamente, de transferir a las tareas domiciliarias todo lo que se pretende lograr en las aulas.

Otra crítica sobre este mismo asunto es que pareciera haber pasado inadvertido que en un país con tan profundas desigualdades socioeconómicas la experiencia de realizar tareas escolares es diametralmente opuesta entre quienes tienen acceso a medios materiales (bibliográficos y tecnológicos), así como un soporte cultural adecuado (escolaridad de los padres), que quienes apenas las realizan sin mayor apoyo que el lápiz y el papel sobre el que escriben. No se ha dimensionado el riesgo de estar reforzando, mediante esta arraigada práctica, las desigualdades entre quienes asisten a las escuelas. El programa “Aprende en Casa” está lejos de hacer valer su nombre, sobre todo en las comunidades más desfavorecidas del país.

El trabajo a distancia ha dejado también en evidencia una falla en el enfoque de las funciones de las autoridades educativas. Según el boletín 124 de la Secretaría de Educación Pública sólo “el 52 por ciento [de docentes encuestados], aseguró haber recibido asesoría, apoyo o acompañamiento de las autoridades educativas para la implementación del programa Aprende en Casa”, situación que manifiesta que, entre las tareas de quienes dirigen las escuelas, las zonas escolares y las dependencias gubernamentales, los asuntos pedagógicos son eclipsados por otros de diversa naturaleza, sobre todo administrativa. No es desconocido de ninguna manera que en México “prevalece en el sistema educativo un modelo de administración excesivamente burocrático” (INEE, 2018, p. 30), lo que ha conllevado que las autoridades enfoquen su función privilegiando los trámites y el papeleo. No fue casual entonces que el trabajo a distancia fuera motivo para la elaboración de reportes, informes, encuestas, tablas, registros fotográficos y muchos otros tipos de documentos que lejos de contribuir al aprendizaje, distraen a las figuras educativas de su misión principal.

Si bien los maestros han sido los responsables de que la acción educativa continúe y siga llegando a los hogares, la pandemia también ha llevado a reflexionar sobre la necesidad de actualización y capacitación. Esto va más allá de poder manejar un dispositivo electrónico, de dar una videoconferencia o de administrar evidencias de trabajo mediante una plataforma. La enseñanza remota ha puesto de manifiesto que, en algunos casos, hace falta comprender a cabalidad los programas de estudio para así orientar de mejor manera las actividades de aprendizaje. Hace falta, incluso, entender los fundamentos del aprendizaje para así no caer en la falsa ilusión de que los alumnos pueden ser simples depositarios de los conocimientos que el docente vierte. Falta también, aunque no es un asunto atribuible a los docentes, simplificar los programas de estudio: se requiere una organización mucho más sencilla, privilegiando los aprendizajes esenciales, evitando así darle la razón al famoso dicho “el que mucho abarca, poco aprieta”.

La pandemia también ha hecho brillar muchos aspectos de la vida escolar. El cierre de escuelas hizo que se revalorara una de las fortalezas de nuestro sistema educativo: el libro de texto gratuito. Seguramente, éste constituyó para muchas familias el único material bibliográfico para seguir con las prácticas educativas. En un sistema que tiende hacia la exclusión y la desigualdad, los libros de texto gratuito son un auténtico tesoro que se debe preservar como una base mínima para brindar oportunidades educativas dignas para todos los estudiantes. Aún con los errores del programa Aprende en Casa, ha sido un acierto tomar a este recurso bibliográfico como eje de las actividades de aprendizaje.

Finalmente, el cierre de escuelas ha hecho relucir quizá la mayor fortaleza de nuestro sistema educativo: los maestros mexicanos. Sin afán de santificar al magisterio o generalizar las virtudes, es necesario mencionar que han sido ellos quienes, aún con las fallas organizativas, pedagógicas, administrativas y hasta políticas,  han tomado el toro por los cuernos, al igual que en muchos momentos anteriores. No esperaron a que se presentara la estrategia oficial de enseñanza a distancia por parte del gobierno federal, pues ellos ya llevaban semanas trabajando con sus alumnos, anteponiendo la vocación y la voluntad ante posibles carencias técnicas. Abundan ejemplos de iniciativas brillantes particulares de muchos profesores que combinan el uso novedoso y eficiente de tecnología con el toque humano indispensable de esta profesión. A los maestros no les asustó trabajar bajo condiciones adversas (¿qué le puede espantar a profesores que se desempeñan en escuelas sin sanitarios?) o desconocidas. Como bien lo dijo el Secretario de Educación en una de las conferencias presidenciales, quedó de manifiesto que los maestros “son insustituibles”. Será momento de convertir en realidad la muy prometida revalorización del magisterio que, hasta el momento, tiene más presencia en los discursos que en las escuelas.

Por lo visto, la crisis sanitaria y las consecuentes modificaciones a la dinámica educativa han sacado a relucir (y en algunos casos intensificar) los aspectos positivos y negativos de la vida escolar. Es indudable que el cierre de escuelas es un momento propicio para replantearse la práctica educativa: desde las esferas políticas hasta el día a día en las aulas. La pandemia vino a recordarnos, como si en algún momento fuera posible olvidar, la importancia de contar con escuelas dignas en toda la extensión de las palabras: abarcando tanto los aspectos materiales como los procesos que en ella se efectúan y las personas que en ella conviven cotidianamente. Así pues, después de este periodo de educación a distancia, no sólo deberá ser prioridad evaluar, diagnosticar y/o ajustar sobre los aprendizajes de los alumnos, sino, más importante aún, evaluar qué es lo que aprendió la misma escuela sobre esta experiencia extraordinaria: ¿pasará la prueba?

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

Facebook: El Profe Rogelio

Fuente e Imagen: http://proferogelio.blogspot.com/2020/05/escuela-y-coronavirus-luces-y-sombras.html

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‘Filósofas en la Historia’: el proyecto audiovisual que las hace ‘visibles’

Por: Laura Román

‘Filósofas en la Historia’ es un proyecto audiovisual llevado a cabo por tres docentes del IES Aramo (Oviedo) en el que se destaca el papel de las mujeres filósofas a lo largo de la historia. Dirigido a los estudiantes de Secundaria y Bachillerato, el objetivo es reconocer el papel de la mujer en esta disciplina a través del análisis, entrevistas a filósofas actuales y extractos de películas.

¿Quiénes son las filósofas españolas más relevantes? ¿Cuáles fueron las mujeres filósofas que destacaron en la Edad Antigua, la Edad Media y el Renacimiento, la Edad Moderna y la Contemporánea? Estas preguntas encuentran sus respuestas en ‘Filósofas en la Historia’, un proyecto audiovisual que a modo de documental cuenta la vida y obra de diferentes mujeres filósofas destacadas en la historia, pero a las que no se les da reconocimiento en los libros de filosofía ni en Secundaria ni en Bachillerato. Orquestado por tres docentes de la materia del IES Aramo en Oviedo (Asturias) también han contado con la colaboración de profesores de la Universidad de esta ciudad.

Objetivo: hacerlas visibles

Paz Pérez Encinas, Salvador Centeno Prieto y Manuel Gereduz Riera son los tres profesores de filosofía que han llevado a cabo el proyecto para sacar de la ‘invisibilidad’ a un gran número de mujeres filósofas a lo largo de la historia. El objetivo ha sido introducirlas en la tarea docente y darlas a conocer entre los estudiantes de Bachillerato, primero, y entre los de Secundaria después.

Una cuestión que rondaba en sus cabezas desde hace dos cursos. “La idea de introducir a las filósofas en nuestra práctica docente diaria surgió por ‘pura necesidad’. Las preguntas sobre la existencia de las filósofas y sobre su pensamiento se planteaban en clase, cada vez con mayor frecuencia. No fue fruto de un planteamiento teórico, sino de la propia ‘praxis’ educativa”, comentan los docentes.

El proyecto, en formato audiovisual, está dividido en diferentes vídeos según la época histórica: Edad Antigua, Edad Media y el Renacimiento, la Edad Moderna y la Contemporánea, y en ellos tanto los profesores del instituto como el profesorado universitario van explicando las labores y logros académicos de mujeres como Hipatia, Sor Juana Inés de la Cruz u Olympe de Gouges, entre muchas otras, que se combinan con extractos de películas y entrevistas a filósofas actuales.

Paz, Salvador y Manuel comentan que la nula aparición de estas mujeres en las programaciones de la asignatura de Historia de la Filosofía, en Bachillerato, les llevó a comenzar la investigación educativa. Aunque no fue tarea fácil: “La obra filosófica de las mujeres, enmarcada en un relato histórico, es poco conocida. Existen pocos estudios completos sobre ellas y, menos aún, con un hilo conductor que las vincule con su época y con la historia”.

Por ello, se dieron cuenta enseguida de la envergadura de dicho trabajo y ampliaron su red de colaboradores. “Han colaborado profesores de Filosofía de la Universidad de Oviedo como José Antonio Méndez Sanz y Noelia Bueno junto con la profesora de la Facultad de Derecho, también de la misma Universidad, Isabel Núñez Paz. Además, hemos contado con la posibilidad de realizar entrevistas significativas a los investigadores Paula Garay y Pedro Riesco”.

guía docente Filósofas en la historia

Por supuesto también contaron con ayuda para la parte técnica: “Mouayad Nasser Zahra, refugiado internacional sirio en Asturias, que salió de Damasco por la situación en guerra de su país se ofreció, de forma voluntaria y altruista, a realizar todo el soporte técnico, y Asunción López Reguera, trabajadora sanitaria, que por interés intelectual quiso contribuir y ofrecer su apoyo para la realización del vídeo”, destacan.

Repercusión dentro y fuera del aula

El proyecto se ha trabajado fundamentalmente en las aulas de 1º de Bachillerato y 4º de la ESO. E incluso se pudo traspasar a otras fechas importantes, como el 8 de marzo. “El resultado ha sido claramente positivo. Desde este material docente, los alumnos han elaborado distintos ‘carteles’ y presentaciones para celebrar el 8 de marzo con la figura de las filósofas”, explican los docentes organizadores.

Mientras que en 2º de Bachillerato, les ha servido para estudiar la Ilustración y otras cuestiones históricas desde la perspectiva de estas mujeres filósofas. “Justamente en este nivel es donde reivindicamos un ‘espacio legal’ para la presencia de las ‘Filósofas en la Historia’. No es simplemente dar a conocer a las autoras, no sólo ‘anunciar’ su obra, sino también ‘denunciar’ su situación en las programaciones docentes”.
Filósofas en la Historia

Fuera del centro educativo, el proyecto también se ha dado a conocer en diferentes espacios, como el Club de Prensa Nueva España, en Asturias, o en Madrid a través de una mesa redonda. Por último, el Centro del Profesorado y Recursos de Oviedo cuenta con el material para su divulgación y para realizar cursos de Formación al Profesorado. “También disponen de una guía docente para poder trabajar el documental en el aula”, concluyen los docentes.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/filosofas-en-la-historia/

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Libro(PDF): «Pobreza, desigualdad social y ciudadanía. Los límites de las políticas sociales en América Latina»

Reseña: CLACSO

Las ponencias reunidas en este volumen reflejan la vivacidad y diversidad de un debate que aún está por darse en América Latina y el Caribe. Las razones de este retardo son fácilmente identificables: se trata de una de las tantas consecuencias negativas que el triunfo del «pensamiento único» ha tenido en esta parte del mundo. Debido a ello, temáticas como las de la pobreza, la desigualdad social y la inequidad fueron interpretadas en clave crudamente economicista y al interior de un campo teórico –el de la economía neoclásica y su expresión en la política económica, el así llamado «Consenso de Washington»– que impidieron su adecuada comprensión. La proliferación de trabajos inspirados en esta orientación intelectual y política llegó en algunos casos a extremos lindantes con el grotesco. Por ejemplo, proponer políticas altamente focalizadas, destinadas a grupos muy específicamente recortados de la población general, los llamados «targets», haciendo caso omiso del hecho que más de la mitad de la población de nuestro continente se encuentra afectado por la pobreza. Tales políticas pueden ser racionales y efectivas en países del capitalismo desarrollado (¡cosa que aún estaría por verse, de todos modos!) pero constituyen un lamentable consejo para situaciones como las que prevalecen en nuestros países. La famosa «trickle down theory» ha demostrado ser un bello cuento de hadas sin ningún asidero en la realidad. Pensar en que los mecanismos del mercado se harán cargo de atenuar –no hablemos de suprimir– la pobreza es desconocer la experiencia histórica de los capitalismos desarrollados en donde ésta fue considerablemente reducida gracias a la acción de las políticas gubernamentales. Mal que le pese al «pensamiento único» fue el estado y no el mercado quien hizo posible una sociedad menos injusta en el mundo industrializado. Ignorar tan elemental enseñanza sólo puede ocasionar más sufrimientos para nuestras sociedades.

Autor (a):  Alicia Ziccardi. [Compiladora]

Paulette Dieterlen. Sara Gordon. Elina Mecle Armiñana. Miguel Bazdresch Parada. Alicia Ziccardi. Francisco Verdera V.. Alicia Puyana Mutis. Fernando Cortés. Vanina Salles. Rosa María Rubalcava. Laura Golbert. Emilio Duhau. Carmen Midaglia. Pedro Robert. Sergio Raúl Llari. Beatriz Schmukler. Renato Duarte. Judith Villavicencio B.. Pedro Hernández Santiago. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO.

Año de publicación: 2001

País (es): Argentina.

Idioma: Español.

ISBN: 950-9231-57-6

Descarga: Pobreza, desigualdad social y ciudadanía. Los límites de las políticas sociales en América Latina

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=233&pageNum_rs_libros=125&totalRows_rs_libros=1392

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Puerto Rico: María de Lourdes Santiago denuncia uso de sobre $10 millones para sesiones de adiestramiento en Educación

América Central/Puerto Rico/17-05-2020/Autor(a) y Fuente: www.metro.pr

La candidata a senadora por el PIP compartió varias imágenes de un contrato que firmó la agencia para que una empresa ofrezca los servicios.

La candidata al Senado por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago Negrón, denunció en su cuenta de Twitter el uso de sobre $10 millones para el adiestramiento de maestros con equipo tecnológico que se espera para el próximo semestre escolar.

María de Lourdes@marialourdespip

El contrato del Departamento de Educación con Computerlink para la adquisición de 111,330 Laptops y 18,000 iPads (o sea, para menos de la mitad de la matrícula actual) incluye $10 millones para sesiones de adiestramiento de 6 horas a maestras y maestros. @pab550 👇🏽

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En el primer encasillado de la imagen, se describe el uso $10,093,440 para un mínimo de seis sesiones de seis horas que Educación debe acomodar para que maestros reciban el adiestramiento.

Igualmente, la exsenadora adujo que como parte del contrato se comprarán unas 111,330 computadoras y 18,000 iPads, una cantidad menor que la mitad de la matrícula actual.

La denuncia se da mientras que Puerto Rico atraviesa una situación de emergencia por el COVID-19 y se espera que el próximo semestre transcurra en línea como medida de distanciamiento social.

«En promedio, cuesta $1,682 cada sesión de 6 horas. El salario básico del magisterio es $1,750 al mes», añadió la candidata al Senado en un tuit siguiente.

Al momento de esta publicación, el Departamento de Educación no ha reaccionado a las publicaciones.

Fuente e Imagen: https://www.metro.pr/pr/noticias/2020/05/16/colegios-privados-se-preparan-clases-internet-agosto.html

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Francia: Pediatras franceses, ‘urge controlar el miedo’

Europa/Francia/17-05-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Redacción PARÍS
EFE

“Los niños deben volver al cole, y hacerlo cuanto antes”, fue el consenso de los pediatras franceses ante miles de padres que no se animan a mandar a sus hijos a las escuelas primarias que, en toda Francia, se abrieron esta semana.

La vuelta al cole en Francia tras el confinamiento ha comenzado para los más pequeños, que encontraron sus clases medio vacías no sólo por las medidas de distancia social, sino por la decisión de muchos padres de dejar a sus hijos en casa.

El consejo científico que asesora en la desescalada prefería un retorno en septiembre, pero tanto el gobierno del presidente, Emmanuel Macron, fueron tajantes: hay que impedir que haya niños que se descuelguen de la escuela desde las edades más tempranas.

Por esa razón, alumnos de infantil y primaria regresaron este lunes a los colegios en provincias y hoy lo hicieron los de París y periferia, comenzando por los cursos considerados prioritarios y por los hijos de trabajadores indispensables contra la pandemia y alumnos vulnerables.

92% de las escuelas parisinas reabren sus puertas.Los pediatras van incluso más allá al reclamar más pragmatismo y abandonar las medidas sanitarias draconianas en las escuelas que «se alimentan de temores no basados en los hechos y generan ansiedad».

La decisión gubernamental de reabrir los colegios se sustenta en varias patas. Una es evitar que haya alumnos que se queden rezagados, pero también influyen razones económicas, como permitir que los padres retomen el trabajo, y sociales, como asegurar a muchos niños desfavorecidos la comida sana de la cantina.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102318401/pediatras-franceses-urge-controlar-el-miedo

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