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OVE entrevista a Eduardo González “En Chile la crisis educativa no es consecuencia de la mercantilización, sino más bien componente central de la misma”

Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para OVE

El gobierno de Salvador Allende significó una esperanza para América latina, para sus trabajadores, para les marginades. Unes vivimos con dolor el golpe de Estado fascista en su contra, pero por la corta edad que teníamos no logramos dimensionar en ese momento, todas las implicaciones de esa derrota histórica; otres, quienes nacieron en medio del desgobierno de Pinochet o después lo han leído y defienden la causa que lideró Allende. La dictadura fascista hizo hasta lo imposible para fracturar y desmovilizar a los y las docentes; represión y desmantelamiento de sus organizaciones naturales de base. El Colegio de Profesores nace en medio de esa realidad.

A su interior la rebeldía nunca se pudo sofocar y después de la salida de Pinochet comenzó a emerger con más fuerza. La nuevas corrientes clasistas y combativas afloraron, disputando la dirección del gremio. Ha sido ardua y difícil la tarea de construir un movimiento que unifique a las bases magisteriales insurgentes.

En esa tarea encontramos y conocimos a Eduardo, un joven y combativo dirigente docente quien forma parte de la dirección del Movimiento por la Unidad Docente (MUD) al interior del Colegio de Profesores. Siempre coincidimos con él cuando visitamos Santiago, porque él siempre está en el ojo del huracán pedagógico. Eduardo González de tan solo 38 años, es representante de la nueva generación de dirigentes gremiales y sindicales del magisterio chileno que vienen impulsando un fuerte trabajo de renovación de la acción sindical, fuertemente comprometido con las causas de las y los trabajadores de la educación y la lucha popular chilena

Además es un estudioso y respetado profesor de egresado de la escuela de Historia y Ciencias Sociales, Magister en Educación por la Universidad de Chile. Es Vocero Nacional del Movimiento por la Unidad Docente y Dirigente Nacional del Colegio de Profesoras y Profesores de Chile, encargado del departamento de profesores jóvenes y educación especial. Articulista permanente de la Revista Educación: las y los profesores tenemos mucho que decir (www.unidaddocente.cl) Autor del libro “Arriba Profes de Chile: con autonomía y dignidad” y coautor del libro “Las derechas en Chile 1958-1981”. En Otras Voces en educación consideramos importante que nuestros lectores conocieran su perspectiva sobre la coyuntura actual

Eduardo, cuéntanos un poco tu historia de vida, ¿Como llegaste a la vida gremial en el magisterio combativo?

 

Habiendo ingresado a trabajar a una escuela pública, junto a otros compañeros y compañeras, sin una formación en el debate educacional y más llenos de dudas, pero con fuertes inquietudes, nos propusimos crear un grupo de reflexión que se dio la tarea de comprender el impacto del neoliberalismo en el sistema escolar, la pedagogía y el profesorado.

Los análisis que de allí fuimos estableciendo los dimos a conocer por medio de la fundación de la “Revista Educación” que fuese la voz del magisterio, la que comenzamos a distribuir en las movilizaciones del movimiento social por la educación del año 2011. De esta manera, poco a poco, nos percatamos del potencial transformador que posee el magisterio, pero al mismo tiempo constatamos la existencia de corrientes muy gremializadas y corporativas y, por otra parte, una izquierda pedagógica dogmática tanto en su forma de entender la organización como de análisis de la realidad para su intervención.

Esto nos llevó a la conclusión de que debíamos crear una organización que recogiera las mejores experiencias y lecciones de las organizaciones magisteriales chilenas del siglo XX. Constituimos entonces el Movimiento por la Unidad Docente (MUD), referente organizativo de trabajadores y trabajadoras de la educación que actúa como una corriente de opinión, organización y lucha con presencia activa en las principales organizaciones gremiales, como lo es el Colegio de Profesores y Profesoras de  Chile que posee más de 50.000 afiliados en todo el país, y también el impulso por crear y fortalecer la organización sindical en las escuelas particulares pagadas y particulares subvencionadas, estas últimas, algo así como las escuelas charter. (“charter” debe ir en cursiva)

En este marco, luego de diversos debates concluimos que la tarea urgente a impulsar para fortalecer la lucha magisterial, pasaba por desarrollar un intenso, sistemático y permanente trabajo de base que abordara los planos ideológicos, políticos y de herramientas organizativas y, en segundo término, disputar las direcciones de los grandes organismos sindicales y gremiales. De esta manera, en tanto esfuerzo colectivo de una nueva generación de maestros y maestras, hemos llegado “a la vida gremial del magisterio combativo”.

 

¿Cuáles son los elementos relevantes de la crisis educativa en Chile?

 La situación por la cual atraviesa Chile demuestra empíricamente la tesis que formulara Mariátegui en 1925 en orden a que “la crisis de la enseñanza coincide con una crisis política”. En efecto, en nuestro país se asiste a una profunda crisis política derivada del cuestionamiento del pacto de dominación sustentado en el neoliberalismo como modelo económico-social y un régimen político de democracia restringida. Como el mundo fue testigo, las contradicciones y antagonismos de clase incubadas y tejidas desde la misma implantación de dicho pacto, explotaron en octubre del 2019 como acción de masas y violencia política.

En este marco se sitúa la crisis educativa en Chile, que se arrastra ya por varios años. Su origen es uno: la aplicación intensiva de políticas de mercado que nos han llevado al vergonzoso sitial de ser el país con más privatización del mundo, sin lograr buenos resultados ni siquiera en los parámetros internacionales fijados por la OCDE. La mercantilización educativa ha sido implementada, ajustada y consolidada desde la dictadura cívico-militar de Pinochet hasta los gobiernos post dictatoriales.

La etapa actual se define por el hecho que ciertos sectores de la burguesía local, con expresiones políticas tanto en la derecha (Piñera) como en la ex Concertación y ex Nueva Mayoría (Bachelet y Lagos), asumiendo la advertencia del Banco Mundial de los límites del modelo extractivista y la necesidad de avanzar hacia una economía del conocimiento, han impulsado  -durante la última década- una nueva ola de reformas educativas sustentadas en una privatización endógena: gerencialismo para administrar las escuelas, profundización de la rendición de cuentas, carrera docente estructurada en evaluaciones estandarizadas y salarios variables, sistema de calidad con una prueba censal estandarizada que clasifica escuelas para desde ahí determinar sus cierres, son algunas de la políticas que se vienen implementando. Todo, por cierto, articulado por un Estado Evaluador cuyo foco es generar las condiciones para el buen funcionamiento del mercado.

Estas concepciones han llevado a la peor crisis educativa del Chile republicano cuyo carácter es integral y estructural.

La crisis integral se expresa al menos, en los siguientes planos: la matrícula del sistema educativo está mayoritariamente, en todos los niveles, en el sector privado, en el caso del sistema escolar público (primaria y secundaria) solo concentra el 33% de ella. Estas cifran sitúan a Chile como el país con menos educación pública en América Latina y de la OCDE; más de la mitad del financiamiento que entrega el Estado, vía voucher, es recibido por las escuelas particulares subvencionadas, es decir, no existe un financiamiento basal garantizado para las escuelas públicas, las cuales deben competir por captar recursos; la gestión y administración de las escuelas se realiza bajo una figura, única en el mundo, llamada “sostenedores” que en la práctica implica operacionalizar la igualdad de trato entre las escuelas privadas y públicas y la desresponsabilización del Estado quien no administra ni dirige el proceso educativo, segregación socioeconómica en donde las escuelas públicas son verdaderos ghetos que concentran a la población estudiantil más pobre del país, mientras que las escuelas privadas educan a los hijos de la elite, es decir, como lo afirmó la OCDE (2004): en Chile “el sistema educacional está conscientemente estructurado por clases”. Finalmente, podemos señalar la profunda crisis de sentido del por qué y para qué estudiar que atraviesa tanto a las y los estudiantes (altas tasas de deserción escolar y violencia) como también al profesorado que ve cómo la estandarización curricular y evaluativa se aleja del trabajo real que cotidianamente realiza, desdibujándose así el sentido del trabajo.

La crisis educativa es estructural en tanto que ella no es efecto o consecuencia de la mercantilización, sino más bien es componente central de la misma. El neoliberalismo educativo no solo es antagónico al derecho a la educación, sino que supone su destrucción. Bajo esta radical constatación hemos venido insistiendo en que la principal tarea que tenemos la generación magisterial del bicentenario, es contribuir a dotar al magisterio de un proyecto estratégico que oriente la construcción de un Sistema Nacional de Educación Pública para un Nuevo País fundado en un modelo de desarrollo que supere, en el mediano plazo, el neoliberalismo. La superación de la crisis educativa es, por consiguiente, una lucha que va indisolublemente ligada a la lucha por poner fin al actual pacto de dominación.

 

¿La formación de los y las futuras maestras se corresponde a los desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Cuáles son las carencias y las propuestas para mejorar?

La respuesta depende sobre qué entendemos por desafíos pedagógicos y hacia qué horizonte están dirigidos tales desafíos. Ciertamente, bajo un esquema de mercantilización educativa global que ha implicado el desarrollo de agendas privatizadoras con alto impacto en el profesorado por medio de Carreras Docentes, la formación de las y los futuros maestros está siendo fuertemente redefinida. En Chile nos encontramos en pleno proceso de implementación de estas reformas que han involucrado cambios en la institucionalidad asociados básicamente a procesos de acreditación universitaria como curriculares, ligados a la fijación de estándares para la formación inicial docente. Todo este entramado está sustentado en una concepción de docente en tanto técnico superior que aplica metodologías y didácticas, reduciendo la pedagogía a una racionalidad instrumental.

La carencia fundamental de esta mirada radica en negar la dimensión social e histórica de la praxis educativa y del proceso de enseñanza-aprendizaje que deberán encarar los futuros maestros y maestras. La idea de formar al profesorado como un buen ejecutor de estándares definidos externamente, desconoce cómo se construye el saber docente, esto es, un saber situado y contextual, de carácter social-colectivo, vinculado a escenarios socioculturales en los cuales se confrontan experiencias diversas.

Todo intento de mejora de la formación de maestros y maestras, supone definir qué tipo de profesorado se requiere en el sistema escolar, el que a su vez debe tener claridad sobre  qué modelo de sociedad y ser humano se quiere formar. Desde esta triada y marco de totalidad, debemos pensar las mejoras.

En este sentido, los criterios centrales que debiésemos considerar son, en primer lugar, reconocer y poner en valor la capacidad de construcción de pensamiento y saber pedagógico que posee el profesorado, es decir, entenderlo como un sujeto político colectivo trabajador de la cultura que es capaz de producir conocimiento educativo.                 La formación del magisterio debe ser capaz de enseñar a reflexionar y sistematizar la praxis concreta, en la perspectiva de generación de saber que permita ir orientando el accionar educativo en la escuela.

Lo anterior supone, como segunda cuestión, formar en trabajo colaborativo a fin que este sea el eje vertebral de la relación social al interior de las comunidades escolares. Y, como tercer criterio, el profesorado debe ser formado como un sujeto integral, es decir, no solo en su dimensión cognitiva, de lo contrario este no podrá formar a sus estudiantes, por ejemplo, en la solidaridad.

¿Qué ha significado la crisis del Coronavirus? ¿Considera que las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación? 

La crisis del Coronavirus en Chile ha desnudado las deficiencias y bancarrota del modelo de mercado en educación, al tiempo de enrostrar a las y los educadores críticos la carencia de construcción de propuesta y diría, más básico aun, de reflexión educativa ligada a los desafíos que enfrentamos ante el escenario de las profundas transformaciones sociales, culturales, económicas y políticas impulsadas por el capitalismo.

En este escenario, las medidas que el Ministerio de Educación en Chile viene tomando han sido en total coherencia con el enfoque con el cual el gobierno de Piñera está enfrentando la crisis sanitaria, esto es: la crisis deben pagarla las y los trabajadores. En educación esto está significando que se proteja el negocio educativo por sobre el derecho a la educación. Por ejemplo, algunas escuelas privadas subvencionadas que reciben financiamiento del Estado y que tienen asegurado este financiamiento en la crisis, reciben también pagos de mensualidades de las familias; pagos que, según reciente normativa del gobierno, podrán seguir siendo exigibles por parte del dueño del colegio, incluso no habiendo clases o habiendo sido despedidos del trabajo los padres del niño.

Esto denota en toda su expresión y sin tapujos que por sobre el derecho a la educación está la libertad de enseñanza, que en Chile es entendida como libertad de empresa o negocio educativo. En Chile se opta por proteger a la empresa educativa por sobre el derecho a la educación.

Una segunda medida es la idea, en el actual contexto, de “clases virtuales” orientadas hacia una “normalización del proceso de enseñanza-aprendizaje” fuertemente ligado a un enfoque cuantitativo y estandarizado de cobertura curricular.

Esta medida desconoce la realidad concreta de los hogares de las y los estudiantes, marcados por una profunda desigualdad socioeconómica y cultural que se traduce en que un gran porcentaje no tiene acceso a internet[1], el 34% de los niños menores a 12 años vive en hogares monoparentales y en el 92% de estos la mujer es jefa de hogar (Céspedes 2015) por lo que están prácticamente solos; viven en condiciones de hacinamiento y expuestos a contexto de violencia y alcoholismo que, según los datos, producto de las cuarentenas han aumentado explosivamente. En definitiva, la obsesión por “normalizar” el proceso educativo en contexto de pandemia vía clases virtuales se está traduciendo en una profundización de las brechas de aprendizaje, cuestión que atenta contra el derecho educacional de las y los niños.

 

¿Para usted cuales son las alternativas ante la actual situación de crisis educativa?

 No veo viable pensar en superar la crisis educativa en desconexión con la construcción de otra sociedad o un nuevo país, más aún cuando producto de la lucha popular se ha abierto en Chile un escenario de disputa constitucional. En tal sentido, sostengo que las alternativas pasan, al menos, por tres lineamientos fundamentales:

Primero: dotarnos de un diagnóstico medianamente compartido por las fuerzas pedagógicas de izquierda, cuestión que a nuestro juicio hoy estamos lejos de establecer. Este punto nos parece relevante puesto que de las diversas lecturas teóricas se derivan énfasis, apuestas y prácticas distintas. Este diagnóstico debe, al menos, aproximarse a una lectura común sobre qué es el neoliberalismo en la educación (exo y endo privatización) y comprender el impacto de la cuarta revolución tecnológica en el sistema escolar, tal como viene insistiendo el compañero Luis Bonilla. Mientras no nos dotemos de una caracterización del momento en el que nos situamos y de las tendencias y desafíos que se abren, difícilmente podremos construir plataformas y estrategias de lucha de mediano y largo plazo.

Segundo: radicalizar el rol social transformador del magisterio, entendiendo por tal una concepción que entiende la acción sindical y gremial como una acción que contiene, pero supera, lo meramente reivindicativo y sectorial. Hoy la tarea central es disputar PROYECTO PEDAGOGICO Y EDUCATIVO. Hacer política sindical para procesos y no solo para la coyuntura. Razones por las cuales luchar existen muchas y por doquier: mal pago de sueldos, despidos y un largo etc. y en ello podemos pasar años, pero el sistema seguirá en su despliegue. Hoy con urgencia debemos cambiar el enfoque de la lucha y ponernos una mirada de mediano y largo aliento.

Tercero: se requiere de una estrategia que por su forma sea nacional, pero por su contenido continental. A nuestro juicio, debemos re-construir un Movimiento Pedagógico. Hablamos de “reconstruir”, porque en la historia del magisterio chileno esta dimensión ha estado presente desde la Asociación General de Profesores de Chile en la década de 1920 (AGP), pasando por el SUTE, hasta el Colegio de Profesores en el periodo aproximado de 1997-2000.

El Movimiento Pedagógico tiene como propósito central la construcción de propuestas educativas-pedagógicas contra-hegemónicas al neoliberalismo y al capitalismo en la perspectiva de la reconstrucción/defensa de la educación pública y del derecho a la educación. Propuestas que deben ser construidas e impulsadas desde un lugar determinado: el sindicato y el gremio docente.

Un Movimiento Pedagógico que no se limita a la reflexión crítica propositiva, sino que, al mismo tiempo, se dispone a construir las condiciones políticas que constituyan una fuerza social y política transformadora, asumiendo su posición clasista y vinculándose desde la organización magisterial, con el resto de las organizaciones sociales. En tal sentido el Movimiento Pedagógico no puede limitarse a sistematizar prácticas pedagógicas que cuestionen el enfoque raciotécnico que hoy predomina en nuestras escuelas, debe ir más allá. El Movimiento Pedagógico debe ser capaz de empujar el cambio educativo en alianza con las comunidades escolares,  sectores populares y la clase trabajadora.

El Movimiento Pedagógico debe politizar invirtiendo la mirada clásica y unidireccional de ‘politizar lo pedagógico’ (¡cómo si esto último no fuese político!), para ‘hacer de lo pedagógico un proceso de politización’.

 

[1]En relación con otros países de la OCDE, Chile enfrenta una alta exposición a los riesgos de la transformación digital y un desempeño limitado en términos de oportunidades… la variedad de usos de Internet es limitada y el nivel de desigualdad de usos de Internet está por encima del promedio de la OCDE. Una de las principales áreas donde Chile se queda atrás es en el área de habilidades digitales y educación”. OCDE, 2019 , traducido de https://www.oecd-ilibrary.org/sites/9789264311800-10-en/index.html?itemId=/content/component/9789264311800-10-en

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Alemania: «No habrá clases normales antes del verano»

Europa/Alemania/30 Abril 2020/noticierodigital.com

Las autoridades educativas alemanas reconocieron este martes que la normalidad no volverá a las aulas antes del verano, aunque los 16 «Länder» acordaron que todos los alumnos tendrán alguna clase presencial antes de las vacaciones.

Los responsables de Educación de los estados federados cerraron este martes la hoja de ruta común para la reapertura de los colegios con un alto grado de ambigüedad y discrecionalidad, para permitir que cada «Land» pueda ejercer sus competencias, pero también para adaptar la regla general a la situación de la pandemia en cada región.

«No habrá clases normales antes del verano, aunque sólo sea por la necesidad de mantener las distancias y las normas de higiene», explicó al anunciar que se había ya acordado la hoja de ruta, la responsable de Educación de Renania-Palatinado, Stefanie Hubig.

No obstante, agregó, «todos los alumnos volverán algún día o algunas semanas a las aulas para tener clases presenciales antes de las vacaciones de verano».

La fórmula que se elija para la vuelta a las aulas dependerá de la evolución de la COVID-19 en cada Land, de las necesidades educativas de cada grupo de alumnos y de las posibilidades de los colegios.

En los medios alemanes se han apuntado las distintas opciones sobre la mesa que incluyen, entre otras, dividir las clases, extender la semana lectiva al sábado y ampliar la oferta digital.

Lo que es seguro es que los colegios deberán implementar en sus instalaciones las medidas de distanciamiento social e higiene. La prioridad, subrayó Hubig, es la salud, pese a la importancia del derecho a la educación.

Señaló además que algunos podrían regresar a un ritmo «semanal» al colegio, mientras que otros alumnos acudirán «días» sueltos a su centro educativo.

Fuente: https://www.noticierodigital.com/2020/04/alemania-no-habra-clases-normales-antes-del-verano/

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La reapertura de los colegios en Francia, un quebradero de cabeza

Europa/Francia/30 Abril 2020/elperiodico.com

El consejo científico que asesora al Gobierno defendía esperar a septiembre

Los sindicatos de profesores consideran «misión imposible» el respeto de las reglas de distancia social

La vuelta al colegio en Francia de unos 12 millones de alumnos a partir del 11 de mayo está siendo un verdadero quebradero de cabeza para los centros educativos, que se preparan a tientas para el desconfinamiento paulatino a falta de directrices concretas del Gobierno.

Tal y como adelantó hace días el ministro de Educación, Jean Michel Blanquer, la reapertura será escalonada a lo largo de tres semanas y los grupos de un máximo de 15 alumnos pero hay todavía muchos interrogantes sobre fechas concretas y zonas escolares. Lo único seguro hasta ahora es que serán los padres quienes decidan si llevan o no sus hijos al colegio. Es decir, que no será obligatorio.

El presidente Emmanuel Macron anunció el 13 de abril la apertura progresiva de guarderías y colegios de primaria y secundaria a partir del 11 de mayo a pesar de que el Consejo científico que asesora al Gobierno era partidario de esperar a septiembre. En todo caso, el órgano asesor toma nota de la decisión política y ha emitido una larga serie de recomendaciones para garantizar la seguridad sanitaria en los colegios.

Comer en clase

Además de mantener la distancia social y usar mascarilla en el caso del personal docente y los alumnos mayores de 11 años, preconiza que coman en su mesa de clase y organizar las entradas y salidas del aula de manera que no se crucen alumnos de diferentes clases.

Habrá que desinfectar clases y espacios comunes varias veces al día, establecer horarios escalonados para evitar que se formen grupos en la puerta y adaptar el ritmo lectivo para facilitar la distancia (turnos de mañana o de tarde o días alternos). Los padres tendrán que tomar la temperatura del niño cada día antes de llevarlo al colegio y si presentara síntomas en el centro debería abandonarlo.

Los niños tendrán que lavarse las manos con agua y jabón al llegar, antes de cada clase, antes y después de comer y al salir y siempre que se manchen, y secarse con toallas de papel desechable. La nota del consejo científico servirá de base para que el Ministerio de Educación elabore un protocolo sanitario sobre el desconfinamiento escolar.

Una «misión imposible» para el secretario general del SNPDEN primer sindicato francés de profesores, Philippe Vincent. «Si se suman todas las recomendaciones del Consejo sería inviable teniendo en cuenta el estado actual de nuestras capacidades, con un personal que no será del 100%», sostiene.

Creciente desconfianza

El primer ministro francés, Edouard Philippe, detallará este martes en la Asamblea Nacional cuáles son los planes del Ejecutivo para la fase de desescalada y tendrá que aclarar si las mascarillas serán o no obligatorias en los transportes públicos, a quién se le realizarán los test o cómo se procederá en las oficinas, tiendas o talleres que reabran a partir de esa fecha.

El reto es relanzar la actividad económica sin espolear la curva de contagios. Todo en un contexto de creciente desconfianza en la gestión del Ejecutivo porque solo el 39% de los franceses confía en su capacidad para hacer frente de manera eficaz a la pandemia, siete puntos menos que hace una semana, según el último sondeo de Ifop. El covid-19 ha dejado desde el 1 de marzo 22.856 muertos en Francia.

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¿Son los padres y las madres (in)competentes para educar?

Por: Catherine L’ecuyer 

La disciplina social solo es posible cuando existe, previamente, una responsabilidad personal.

En una de las bibliografías de María Montessori, Rita Kramer explica que se había puesto de moda, entre las mujeres del siglo XIX en Italia, el juego de encender y de apagar unas cerillas para matar el tiempo, mientras los niños estaban siendo cuidados por una niñera y el padre estaba ausente del hogar. Esa anécdota ilustra hasta qué punto no se veía la actividad educativa -por lo menos durante los primeros años del niño- como algo relevante. Educar era una tarea a la que se dedicaban principalmente los más vulnerables, a falta de otra alternativa. Montessori explica como era corriente escuchar en las familias burguesas decir al niño; “no te sientes en el suelo” o “no te sientes en el sofá”. Entonces el niño era un ciudadano que no tenía lugar en los espacios comunes de su propia casa. Se le decoraba de lazos y se le ataba inmóvil a una silla con su niñera para que no hiciera ruido y no molestara.

Si bien es cierto que en l’Émile, Rousseau había hablado en el siglo XVIII del niño como de un sujeto, no como un objeto, consideraba el Estado como su principal educador. Afirmaba que el Estado tiene un papel prioritario sobre el de los padres en el ámbito de la educación de los hijos, puesto que la educación de los niños no debe “abandonarse a los prejuicios de sus padres”. Quizás fue por exceso de coherencia consigo mismo que Rousseau abandonó a sus hijos en un orfanato. La idea rousseauniana de que los padres son incompetentes para poder educar a sus hijos y deben dejar que el Estado lo haga para ellos sigue hoy recibiendo atención, configurando muchas de las políticas educativas.

A inicios del siglo XX, se empiezan a multiplicar las teorías psicológicas respecto a la educación y se ponen de moda los parvularios para niños desde los 3 años. En los EE UU, Dewey tiene sus teorías encaminadas a resolver, desde el aula, la cuestión de la educación hacia la integración de los millones de inmigrantes que habían llegado a América después de la Primera Guerra mundial. En Europa, nace el movimiento de la Educación Nueva inspirado en gran parte en Rousseau. Las aulas de la Educación Nueva se convierten en laboratorios de psicología, y la psicología se convierte en el vestido de dignidad de la pedagogía. Surgen todo tipo de teorías educativas elaboradas por médicos o psicólogos, como Claparède, Decroly, Piaget, Montessori, que pueden dar de pensar a los padres que la educación es un asunto demasiado complicado para que ellos mismos puedan hacerse cargo. Los padres deben por tanto encargarlo a los especialistas, ya que ellos, sí saben.

Acabada la Segunda Guerra mundial, ante el horror de los campos de concentración, se rechaza enérgicamente la teoría de la eugenesia, se empieza a entender el poder de la educación y los Estados adoptan progresivamente la idea de cuidar a los colectivos desfavorecidos a través de políticas sociales y educativas, empezando desde la primera infancia. Como consecuencia de la Segunda Guerra mundial, los orfanatos de Europa están llenos. La OMS encarga entonces un informe a un psiquiatra llamado John Bowlby, sobre la consecuencia de una crianza sin madre sobre la salud mental de los niños en los orfanatos. En su informe, publicado en 1951, Bowlby hace hincapié en la importancia de la sensibilidad del principal cuidador para la creación de un vínculo de apego (de confianza) entre él y el niño. Nace entonces la teoría del apego, que revolucionará el ámbito de la psicología infantil.

En la década de los ochenta, el caldo es favorable a la aplicación de ciertas ideas neurocientíficas en el ámbito de la educación y la ciencia se convierte una vez más en el vestido de dignidad de la pedagogía bajo la etiqueta de la “educación basada en la neurociencia” (brain-based education). Esa situación da pie a las expresiones que hoy conocemos como: “todo se juega de 0 a 3 años” o “más y antes es mejor”. Y entonces se recomienda a los padres escolarizar a sus hijos cuanto antes, se pone el énfasis en la parte cognitiva de 0 a 3 años y se multiplican los métodos y los libros que hablan de la estimulación temprana. De nuevo, los padres tienen menos protagonismo, delegando la educación a parvularios especializados que usan métodos supuestamente basados en la neurociencia, pensando que ellos mismos no son lo suficientemente competentes para hacer ese trabajo. El apogeo de esa creencia es, en 1997, cuando Hilary Clinton, en un discurso dirigido a educadores en la Casa Blanca, dice: “En el momento en que la mayoría de los niños empiezan la escuela infantil, la arquitectura del cerebro está esencialmente construida.” Esa declaración levantó un tsunami de críticas por parte de neurólogos y neurobiólogos en todo EE UU, pues esa creencia es un “neuromito” (una mala interpretación de la literatura neurocientífica). El cerebro es plástico y puede modificarse a lo largo de toda la vida y el bombardeo temprano de información no necesariamente favorece el aprendizaje. Esos neuromitos dan una importancia excesiva a la estimulación cognitiva y restan importancia a la dimensión interpersonal en los primeros años, clave para el apego.

La disciplina social solo es posible cuando existe, previamente, una disciplina y una responsabilidad personal.

Los neuromitos han llevado a la abdicación del ámbito familiar, a favor de la industria educativa del consejo empaquetado conformado por aquellos gurús, expertos, libros o productos que dictan a los padres exactamente lo que han de hacer para que sus hijos sean exitosos y felices, y sobre todo para que coman, duerman y obedezcan. Ese enfoque educativo conductista, caracterizado por el adultocentrismo, está orientado principalmente hacía la tranquilidad de los padres. La industria del consejo empaquetado, en búsqueda del “manual definitivo” de una crianza perfecta, enfoca la educación desde el punto de vista de los “cómo” y de los “qué” y aleja a los padres de los “para qué” y los “por qué”. Contribuye, de nuevo, a despojar a los padres de su papel como primeros educadores, entregando a sus hijos a la industria del juego “con botones y pilas” y despojándoles de la intuición parental y del sentido común que debería guiar toda acción educativa.

La teoría del apego fue inicialmente criticada por el feminismo, por culpar a la mujer trabajadora de todos los males de la infancia. Pero hoy sabemos que el apego del niño puede hacerse tanto con el padre como con la madre. El apego es el vínculo de confianza que se establece entre el niño y un principal cuidador disponible y capaz de atender a tiempo sus necesidades básicas durante los primeros años de vida. El niño con apego seguro es más confiado, descubridor y empático en sus relaciones interpersonales. Hoy, esa teoría es una de las más investigadas, reconocidas y establecidas en el ámbito de la psicología del desarrollo, se ha convertido en el enfoque por excelencia para entender el desarrollo del niño y está siendo utilizada como base y premisa de la mayoría de las investigaciones y políticas sociales y de educación infantil en gran parte de los países desarrollados.

Hacer creer a los padres que la híperestimulación durante los tres primeros años de vida es más importante que la atención afectiva y convencerles de la necesidad de una escolarización temprana ha contribuido a adormecer la conciencia de ser principales educadores y puesto en entredicho su vocación y su competencia educativa, generándoles agobio e inseguridad personal. Esas creencias han despojado a los padres de su rol, reduciéndoles a meros estimuladores y animadores de ludoteca que ni gozan, ni disfrutan de la belleza de su misión.

Esa creencia influyó, como es lógico, en la cuestión de la conciliación. Si los niños no necesitan a sus padres, entonces más vale delegar ese cuidado y escolarizarlos desde los 4 meses. Si el niño está mejor en el colegio, ¿para qué necesitamos una baja de maternidad o de paternidad más larga? Entonces los únicos argumentos que nos quedan son invocar el derecho de la mujer a tenerla, o la obligación del varón a cuidar de sus hijos para erradicar el machismo. Hoy sabemos que la rotación del principal cuidador es uno de los factores que interfiere en la creación del vínculo de apego. Pero preferimos prohibir la transferibilidad de las bajas, porque es más afín a nuestras mentalidades igualitaristas. En definitiva, las necesidades del niño, que deberían ser el principal protagonista de la cuestión, se relegan al segundo plano en un debate ideológico esencialmente adultocéntrico.

¿Qué es la sensibilidad? La sensibilidad (instinto maternal, paternal) es un mecanismo del que dispone la naturaleza para ayudarnos a tomar conciencia de nuestra responsabilidad como primeros educadores, para que seamos capaces de sintonizar con las necesidades reales de nuestros hijos. ¿Debería ser suficiente con el sentido del deber? Si, pero la naturaleza es generosa y nos facilita el trabajo. Sin embargo, no es suficiente tener ese regalo. Esa sensibilidad se desarrolla a base de pasar tiempo con nuestros hijos, dándonos cuenta de lo que necesitan para su buen desarrollo. En ese sentido el confinamiento ha sido y está siendo una oportunidad única para desarrollar esa sensibilidad maternal y paternal, para consolidar el vínculo de apego / de confianza con cada uno de ellos. En ese sentido, nuestra mirada es clave para transmitirles una actitud positiva y confiada hacía el mundo que nos rodea.

Por último, no iría mal recordar, en tiempos de des-confinamiento, que la disciplina y la responsabilidad social, tanto por parte de los padres como de los niños, no surge de “la nada”, ni de llenar la calle de personas uniformadas repartiendo multas, ni de las instrucciones del “BOE de cada día”. La disciplina social solo es posible cuando existe, previamente, una disciplina y una responsabilidad personal. Y la responsabilidad personal solo es posible cuando asumimos que la persona que actúa es competente, racional, consciente y libre de asumir las consecuencias de sus acciones. Montessori lo ilustraba con un hermoso ejemplo. Explicaba como era posible que un grupo de personas se queden en silencio ante un concierto. Nos recordaba que el silencio colectivo no es, o por lo menos no debería jamás de ser, el mero resultado de la imposición colectiva de una norma. En ese caso, la disciplina colectiva es la suma de la disciplina personal de cada uno de los que escucha en silencio. Es el resultado del que ha desarrollado la fortaleza personal y el autocontrol, del que entiende lo que acontece y tiene sensibilidad para apreciar la belleza y la armonía del sonido del conjunto de todos los instrumentos que se oyen en la pulcritud del silencio.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/04/26/mamas_papas/1587917046_474050.html

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Transformar las dificultades en posibilidades ¿Será posible después de todo esto?

Por: Francesc Imbernon

Estos días de confinamiento ando cansado de estar delante del ordenador, de recibir mensajes, de videos, de WhatsApp… con mensajes o imágenes divertidas, canciones, chistes, ocurrencias, artículos, aportaciones de todo tipo y, publicidad encubierta o descarada. Muchos mensajes son sobre educación en casa. Algunos interesantes, otros  repetitivos; los hay que la fibra sensible, que dan herramientas virtuales, de elogio al profesorado, de crítica a los recortes anteriores (esto está un poco más olvidado, pero también aparece). Y, por supuesto, muchos de salud, como se merecen sus profesionales.

Hay un criterio común de hablar mucho de crisis (y de guerra, pero eso ya lo dejo de lado) y, si una crisis, como dicen los cronistas, es una ruptura de una situación y que siempre ha de originar un cambio, ¿Provocará esta consecuencias importantes en el mundo de la educación?

Cuando uno escucha a los gobiernos, a los tertulianos o a las noticias, constata que la crisis divide a las personas y las confronta según sus opiniones sobre salud y política. También, claro, la crisis beneficia a unos pocos, mientras que perjudica a muchos miles que ya antes estaban desamparados. Su situación ahora se agrava

Entre quienes hablan de educación, los hay que se decantan por las evaluaciones, las tareas, los deberes, el aprovechamiento del curso, las más variadas propuestas, etc. Otros lo hacen más del lado del bienestar y el desarrollo del alumnado con formas alternativas que no sean las estrictamente escolares.

Estos días he pensado en Paolo Freire, cuando decía que la cuestión está en cómo transformar las dificultades en posibilidades. ¿Podremos desde la educación transformar las dificultades actuales en las posibilidades de futuro? Ese es el reto.

Y no estoy hablando de la tecnología que ahora se tiene que utilizar. Estoy convencido de que el contacto con el alumnado es mejor que la virtualidad, sobre todo, para ciertos estudiantes que tienen más problemas que otros por diversas circunstancias. No entro en el tema, sobre el que se ha hablado y escrito mucho, de la falta de acceso a internet de algunas familias y que señala directamente a la equidad y a la inclusión educativas que tanto se comentan. Pero ahora no hay más remedio que utilizar herramientas virtuales y el reto está en posibilitar que llegue a todo alumnado. El profesorado lo va consiguiendo.

A todo esto se suma que el virus ha llegado cuando se empezaba a discutir la nueva ley de Educación, la LOMLOE. Espero que todo esto que está pasando suponga que esta ley sea mucho mejor para la mayoría de la población y no un buen preámbulo, cuatro añadidos y algunos cambios de artículos para quedar bien. Recuerdo a la ministra decir que la nueva ley pretendía no dejar a ningún alumno atrás. Pues ahora es el momento de poner remedio a esto de verdad y sacar las barbaridades conservadoras de la anterior ley.

El virus también llega en un momento en el que se habla de la educación 360, de la educación expandida, de la ecología del aprendizaje, de la educación tiempo completo… Continúa el problema endémico de no ponernos de acuerdo en las denominaciones, aunque todos estos conceptos vengan a resaltar la importancia de la educación fuera de la escuela. Ahora más que nunca.

Esta pandemia nos ha llevado a muchas reflexiones. Entre las importantes están que la educación es algo que afecta a todos, no sólo en la escuela, en las aulas y a los docentes; que a puesto a prueba cómo se ama a los hijos e hijas; que la educación no es sinónimo de escolarización, o que esta educación fuera de la escuela impacta en muchos hábitos, comportamientos, formas de ver la realidad y el tiempo de ocio. Es un buen momento para repensar todo esto y ver la implicación externa a la escuela.

Hannah Arendt escribió hace tiempo que la educación es el punto en el que decidimos amar el mundo lo suficiente como para tomar responsabilidad por él. Y también decía que muchos adultos se niegan a asumir la responsabilidad sobre el mundo que han dejado a sus hijos. Ahora sí que es un buen momento para desarrollar este aprecio y repensar la realidad que queremos para los niños y adolescentes. Esto lo podemos hacer si somos capaces de utilizar la educación, dentro y fuera, para mejorar a las personas. Pero conlleva una nueva manera de hacer las cosas por parte de los políticos, del sistema educativo y la comunidad. Es posible que todo esto suponga inventar una nueva manera de hacer e invertir en educación.

A ver si tanta información sobre los problemas educativos (currículum, evaluaciones, nuevos valores, relaciones, tiempo, espacios, participación, medio ambiente…) ayudan a establecer mecanismos de consenso y a crear una educación alternativa para una mejor sociedad.

Después de los grandes recortes de la sanidad y de la educación que se hicieron, hay que volver a pensarlas como una gran prioridad. No como un gasto y en beneficio de algunos. Que cuando pase todo esto no se olviden de lo que han visto y oído, ya que muchos responsables tienen la memoria muy débil cuando les interesa.

Todo el mundo dice que espera que nada vuelva a ser como antes. Yo también. Ni en la escuela ni fuera de ella. Pero no lo digo por la enseñanza online, sino por la mejora de la educación (y de la sanidad) que nos merecemos. La educación sólo se mejora renovándose constantemente. Es el reto más grande que tenemos después de quitarnos el virus de encima. Ya veremos.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/04/27/transformar-las-dificultades-en-posibilidades-sera-posible-despues-de-todo-esto/

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OVE invita al webinar: El movimiento sindical y gremial del magisterio en el marco de la actual crisis educativa evidenciada con el COVID-19*

En la semana del 1 de mayo, día Internacional de Les Trabajadores:

El *Grupo de Contacto Internacional*, conformado por dirigentes gremiales del sector educación de América y Europa, pedagogos críticos y educadores populares, te invita a participar en este webinar

Nos acompañan como Ponentes:

🇲🇽• *Pedro Hernández Morales*:
Secretario General de la Sección 9 de la CNTE, México

🇨🇴 *Luis Edgardo Salazar* : Secretario General de FECODE, Colombia

• 🇧🇷 *David Lobâo*: Secretario General de SINASEFE, Brasil

🇵🇪• *Alfredo Velásquez*: Secretario de Relaciones Internacionales del SUTEP, Perú

🇨🇱• *Anibal Navarrete*: dirigente regional del Colegio de Profesores de Chile

🇪🇸 *Rosa Cañadell* : Ex-vocera de la USTEC, Cataluña

Moderador: *Luis Bonilla-Molina* (Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes OIREPOD, dinámica auspiciada por el *Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)*

*Relatoria:* Angela Zambrano (Docente de la Universidad Central del Ecuador)

*Apoyo en la sistematización de preguntas:* *Luz Palomino * (Portal Otras Voces en Educación)

*Fecha: 30 de abril 2020*

*Horarios por país: ​*

🇨🇦11:00 am​ Canadá (Centro Este Pacifico)

🇺🇸​​​​​*12:00*pm Estados Unidos ( ​Los Ángeles / San Francisco)

🇨🇷​​​​*02:00*pm​ Costa Rica

🇨🇴 🇵🇦 🇵🇪🇪🇨🇲🇽*03:00*pm​ Colombia / Panamá / Perú / Ecuador
México (​​Ciudad de México )

🇺🇸🇻🇪🇵🇷 🇨🇺🇨🇱🇧🇴*04:00*pm Estados Unidos (Nueva York) / Venezuela /Puerto Rico
​​Cuba / Chile / Bolivia

🇦🇷*05:00*pm​ Argentina / Brasil (Sao Paulo)

*10:00*pm​ Cataluña

*Pueden entrar al webinar a través del siguiente enlace*:
https://www.facebook.com/1297396020291…/…/3202930319737642/…
Contraseña: 783822

🟢 Por el youtube del portal “ *Otras Voces en Educación* ” en el siguiente enlace https://www.youtube.com/user/DILANCI

🔵*Transmitiremos en vivo a su vez desde las páginas de facebook* de:

🇵🇷 *Federación de Maestros de Puerto Rico* en la siguiente dirección: https://www.facebook.com/federaciondemaestrosdepuertorico/

🇻🇪 *Otras Voces en Educación* https://www.facebook.com/ovemundo

🇧🇷 En *Brasil* por SINASEFE. https://www.facebook.com/sinasefe.nacional/videos/678928356204265/

🇪🇨 En *Ecuador* desde el Facebook de la Unión Nacional de Educadores (UNE)

🇵🇦 En *Panamá*
desde el *Facebook de ASOPROF* y
desde el facebook del *vicerrectorado de extensión de la Universidad de Panama* .

🇲🇽 En *México*
• El Facebook del *Centro Sindical de Investigación e Innovación de la Sección XVIII de la CNTE* https://www.facebook.com/1297396020291…/…/3202930319737642/…

•El Facebook del *Centro Internacional de Pensamiento Crítico* Eduardo del Río (Rius) https://www.facebook.com/Centro-de-Investigaci%C3%B3n-R%C3%8DUS-reflexionando-las-Ciencias-Sociales-431783787648718/?eid=ARCtUbzYaJwqW7GDSb92gY98FS3bYYtbNFf1lAhjN_gxPJhRxWaINwn1fBnnTZVm3sJt4JBwWh2uMEt5

•El CEDES22 de la Sección 22 de Oaxaca de la CNTE https://www.facebook.com/CEDES-22-308360079824902/
• A través del Facebook de La sección 9 de la CNTE
https://www.facebook.com/formacion9na/

🇨🇴 *Colombia*
A través del facebook de *FECODE* https://www.facebook.com/fecode/

También desde el facebook de la *ADE Bogotá 😗 https://www.facebook.com/adebogota/

🇻🇪 En *Venezuela* a través del *Centro Internacional Miranda* (CIM): Https://www.facebook.com/centrointernacionalmiranda/

🇦🇷 En *Argentina*
• A través del *CEIPH* (Bachilleratos populares) en el siguiente enlace https://www.facebook.com/ceiphistorica/

🇨🇱 En *Chile* desde el Facebook del *Colegio de Profesores Regional Bio Bio* https://www.facebook.com/Colegio-de-Profesores-Regional-Bio-Bio-263574447544146/

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La generación del Coronavirus: ¿Cómo viven los padres y los hijos de la pandemia?

Por: Miguel Ángel Pérez

Aunque ha corrido mucha tinta en torno a este reciente fenómeno social llamado coronavirus, no se ha dicho todo; aun los juicios que podamos hacer son parciales y prematuros. Sin embargo, en apenas dos meses ha surgido una nueva generación: aquella que puede ser la de los hijos, los padres y los abuelos del coronavirus.

El coronavirus junto con la pandemia, el virus microscópico y letal, se ha tornado en todo un fenómeno social, sus implicaciones han tocado el tejido social y han modificado algunas costumbres, el uso social de la decisión de los otros y las otras y la forma concreta de relacionarse con el entorno inmediato.

Estoy de acuerdo con Manuel Castels cuando habla de que más que vivir en una época de cambios hemos pasado a un cambio de época, el coronavirus es un síntoma que se suma a este cambio de época y cuyas complicaciones han tocado las fibras microscópicas de la sociedad.

Las escuelas sin clases formales (presenciales) los espectáculos sin espectadores ni personajes pagados para animar, las competencias deportivas sin competidores ni público que les aplauda, esto no solo es nuevo, es también la nueva forma de asumirnos y definirnos en esta posmodernidad agolpada que no la soñó ni la pensó ni Foucault, ni Bauman, ni el mismo Leotard.

En estos pocos días hemos vivido cambios estructurales como no había sucedido en centurias, el “quédate en casa” el “lávate las manos” el “no saludes de beso”, son las nuevas consignas o el nuevo corpus que será internado en las mentes infantiles y juveniles y cuyo sentido aun no cuenta con escenarios predecibles.

Hoy en este caluroso mes de abril, las formas de relación social se han transformado de tal manera, que reconocemos que han surgido nuevas formas de solidaridad social, “pensar en el cuidado de los otros y en el propio”, pero por el otro ha emergido una nueva paranoia, al asumir este temor condicionado al relacionarse con los demás.

El coronavirus se asocia con la plaga, la peste, o con todas aquellas cosas fincadas con aquellas enfermedades relacionadas con el vínculo y la interacción social ¡que gran paradoja!

Ante todo, ello la educación se ha virtualizado, pero nada más, los contenidos son los mismos, los roles de docentes y de alumnos han cambiado muy poco, y las formas de gestionar el conocimiento ha quedado prácticamente inamovibles, entonces en términos verdadera y profundamente educativos ¿Qué estamos dispuestos a aprender ante este cambio de época? Esa es la gran pregunta que tendrían que hacerse educadores y educadoras, docentes, investigadores, políticos de la educación etc.; si el cambio de época nos está orillando ante el surgimiento e inminente desprendimiento de una nueva generación social, (los hijos del coronavirus); los retos la educación que está dispuesta a contribuir ante este escenario inédito. O van a hacer como pasa en otro tiempo a replegarnos en la cola de la historia y desde ahí recoger lo que otros han hecho y repetir el discurso especializado en los demás.

Asistimos por último ante una brillante oportunidad para dar cabida a una nueva pedagogía dentro de la tormenta del cambio social. La pedagogía de la pandemia y del riesgo universal y humano.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-generacion-del-coronavirus-como-viven-los-padres-y-los-hijos-de-la-pandemia/

Imagen: https://pixabay.com/illustrations/man-silhouette-briefcase-umbrella-96587/

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