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EEUU: Apoyemos la rebelión docente en Los Ángeles

Por: anticapitalistasenred.org/16-01-2019

La gran crisis económica del 2008 derrumbó para siempre el famoso sueño americano, dejando al propio Estados Unidos, el regente del capitalismo mundial, en una situación compleja. Expresión de ello es el resurgir, luego de décadas, de rebeliones y grandes huelgas docentes como la que protagoniza, desde el 14 de enero, la docencia organizada en UTLA, en el distrito escolar de Los Ángeles, con gran apoyo social.

En un mundo que se encamina a un nuevo sacudón económico como en el 2008, y en el marco de una crisis mundial sistémica, Estados Unidos es el escenario de una polarización que reafirma el curso del mundo, mostrando un cambio cualitativo en la situación política del país más desarrollado del planeta. Una crisis que continúa y sigue sorprendiendo por su dinamismo.

La lucha es una y sin fronteras

En efecto, en tierra del auge capitalista de otros tiempos, en el propio Estados Unidos se ven los efectos mundiales de esta nueva coyuntura. Un mundo con una crisis capitalista que no logran revertir, con gobiernos que asumen formatos más duros y autoritarios, a fin de aplicar ajustes económicos que atentan contra derechos sociales, democráticos y básicos como la educación pública para intentar recuperar la tasa de ganancia del capital imperialista y así revertir una dinámica de crisis sistémica de la que no se recuperan.

Es que los gobiernos y las corporaciones se encuentran con grandes resistencias, rebeliones y sectores de jóvenes, mujeres y trabajadores que hacen frente a esa contrarrevolución mundial del ajuste, sacando una conclusión necesaria: que el capitalismo no va más. Esta polarización que se radicaliza en sus extremos, a la vez produce y acelera procesos de lucha, también radicalizados, en defensa de esas conquistas sociales. Y a la vez esperanzadores en cuanto a su perspectiva.

Polarización social y política que se ve también en Estados Unidos y generó cambios de tal magnitud que nada volverá a ser como antes. Habiendo ganado Trump, se han dado grandes movilizaciones y luchas. En el 2018, entre los meses de abril y mayo, hubo una serie de grandes e históricas huelgas docentes en varios Estados y de trabajadores públicos. Huelgas masivas, combativas, organizadas y radicalizadas, como hacía cuatro décadas no sucedía y que terminaron en triunfos importantes. Como así también se vieron las grandes respuestas y movilizaciones de mujeres frente a las medidas de Trump. O la respuesta de enormes sectores de latinos, ante las políticas racistas que intenta desarrollar el gobierno republicano.

En este marco, ahora mismo hay en curso una lucha docente que lleva adelante la comunidad educativa del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD- Unified  School District of Los Ángeles), el segundo distrito en importancia en los Estados Unidos, luego de Nueva York. El LAUSD cubre un área de más de 1,1 millón de kilómetros cuadrados y atiende a más de 694.000 estudiantes en 1.322 escuelas, aunque 216 de ellas son escuelas “autónomas”, las que en su mayoría cuentan con maestros no sindicalizados. Alrededor del 80% de los estudiantes son de hogares de bajos ingresos y califican para un almuerzo gratuito o de precio reducido (se sirven alrededor de 1 millón de comidas al día en las escuelas) y un 25% aprende inglés. Esto habla a las claras de la importancia social de la lucha en curso.

Una lucha sin precedentes desde 1989

Se trata de una lucha docente que no tiene precedentes próximos en el distrito, ya que hace 30 años -desde la huelga que realizaran en el año 1989-, que no se preparaban para un paro docente en Los Ángeles y de las magnitudes que podrá tener el convocado por el sindicato UTLA (United Teachers Los Ángeles / Docentes Unidos de los Ángeles) para el 14 de enero.

Una lucha que tuvo un hito hace algunos meses en una movilización enorme el 15 de diciembre pasado, con 50 mil personas entre docentes, madres, padres, familias, estudiantes y la comunidad. Y que, en sintonía con lo que decimos, también resultó ser una de las movilizaciones más grande en años del distrito. También el 24 de mayo del 2018, más de 12.000 maestros se reunieron en Grand Park para la manifestación “All In for Respect” (Todospor Respeto) con manifestaciones de docentes de West Virginia, Arizona, Oklahoma y Puerto Rico, y contaron con la presencia de muchas familias y estudiantes que marcharon junto a ellos. Una lucha docente histórica ya que -como decimos- no tiene precedentes posteriores a los ‘90 en Los Ángeles. Y muestra, sin lugar a dudas, un marco de situación por lo menos novedoso en Estados Unidos.

Una novedad para propios y  ajenos, porque si bien nosotres seguimos este proceso con pasión y entusiasmo, también lo hacemos con una cuota de asombro ante el contrastante con la realidad de continuas huelgas en nuestro país. Y por ello brindamos toda la solidaridad, el apoyo y difusión necesarios. Pero el conflicto también es visto con sorpresa y preocupación por el propio gobierno Demócrata de Los Ángeles y el de Trump en el país. Gobiernos que ensayan sistemáticamente nuevas formas y medidas abiertamente antisindicales para enfrentar y frenar luchas como ésta, aunque sin conseguirlo.

Es que asistimos a una rebelión docente que se manifestó con el voto positivo del 98% de los más de 33.000 educadores, incluyendo bibliotecarios, enfermeras, psicólogos y trabajadores sociales al ser consultados durante varios días en las escuelas primarias, intermedias y secundarias del distrito escolar. La votación a favor o no de ir a la huelga empezó el 23 de agosto de 2018 y sus resultados se difundieron el 31 de ese mes del año pasado, dando mandato al sindicato UTLA para llamar a la huelga.

Este conflicto lleva casi dos años, con 20 meses de fallidas negociaciones entre las autoridades del distrito y el sindicato. Por lo que la docencia organizada en UTLA ha venido trabajando sin un contrato por más de un año. Por eso la totalidad de docentes votó a favor de ir al paro, siendo la Junta Directiva de UTLA la que decidía si se iba finalmente a la huelga, en caso de no prosperar las negociaciones.

Si bien ese voto masivo y categórico no significaba que automáticamente se produciría un paro como el ocurrido en 1989, esta acción le daba al sindicato el derecho de convocar a la huelga, en caso que fallaran las negociaciones con el LAUSD. Y muestra una unidad y voluntad en el conjunto de la docencia, que está decidida a obtener respuestas positivas a sus reclamos.

En ese sentido, UTLA anunció también una huelga en tres escuelas chárter del sur de Los Ángeles, operadas por The Accelerated School, y afirman que sería la primera huelga en una escuela chárter del distrito. El dato no es menor ya que, como bien señalan los medios “las chárters son escuelas privadas que compiten con el sistema escolar público por los estudiantes y por los fondos que aportan. Su rápido crecimiento ha sido un factor importante en los problemas financieros del distrito porque la gran mayoría de los fondos estatales y federales se basan en la inscripción”.

El reclamo salarial y presupuestario de UTLA

Respecto a lo salarial, la última oferta notificada por el distrito a UTLA es un aumento del 2% y una bonificación del 2%, similar a los otros contratos. Luego de muchos meses y varios intentos del sindicato de solicitar reuniones y esperar ser convocados, el pasado 7 de enero hubo una fracasada reunión entre la representación docente y las autoridades del distrito de Los Ángeles. En un conflicto que tiene varios puntos de discusión, pero que en lo que respecta al eje salarial, llevan años sin respuesta, ya que el último aumento acordado fue en 2015. En ese año tuvieron incrementos salariales del 10%, aunque después de la recesión económica y de tener días sin pago. “Fue como una reducción del sueldo porque el distrito amenazó con despedir a maestros y cerrar escuelas”, recordaron desde UTLA.

El Superintendente del LAUSD, Austin Beutner, aseguró que otros sindicatos del distrito se habrían conformado con aumentos de un 6% en tres años y que la misma oferta ponían a disposición de la docencia. Pero UTLA busca un aumento del 6.5%, retroactivo al 1° de julio de 2016. La discusión salarial, desde el gobierno pretenden sostenerla cada tres años.

Para tener una idea de los salarios que cobran, desde el sindicato dijeron que un maestro principiante tiene un sueldo anual promedio de 40.000 a 50.000 dólares; uno de experiencia, 60.000 dólares y “los directores andan en $100.000”. Se trata de sueldos bajos. Aunque si los comparamos con los 14 mil pesos que cobra al mes un docente que se inicia en la provincia de Buenos Aires, un ingreso de 40.000 dólares al año para un docente que se inicia implica cobrar más de 115.000 pesos mensuales. Y una directora de escuela gana casi 300.000 pesos por mes, en su equivalente en dólares (U$S 100 mil al año). Muestra lo lejos que estamos de los salarios de los principales países del G20, más allá de tratarse de sueldos que implican ingresos bajos para el llamado Primer Mundo.

Es en ese marco que Mónica García, presidenta de la Junta Directiva del LAUSD, defendió la oferta del 6% y agregó: “Reconocemos que cada maestro se sacrifica por el bien de los jóvenes que merecen mucho más, pero tenemos que ser responsables con el dinero…”. Esto nos suena conocido. Ya que es la misma frase que nos dicen gobernadoras como María Eugenia Vidal, el presidente Mauricio Macri y cualquier gobernador de provincia. O lo que nos decían Damiel Scioli cuando era gobernador bonaerense y Cristina Kirchner que cerraba paritarias nacionales a la baja y por decreto, en medio de fuertes paros docentes.

Una de las justificaciones que da el Superintendente Beutner para negarse a mejorar la oferta es la falta de presupuesto que tendría el distrito, sin embargo, los docentes alegan que el LAUSD tiene 1,9 mil millones de dólares en reservas irrestrictas de 2018-19 que pueden destinarse a satisfacer y solucionar las demandas y el contrato de la docencia.

Es en este marco de conflicto que UTLA anunció ese día, 7 de enero, que se volverían a reunir el lunes 14 con los negociadores del distrito. A la vez que convocaron al paro para el jueves 10, antes de esa próxima reunión. Pero finalmente la dirigencia de UTLA definió pasar al lunes 14 como día de inicio de la primera huelga docente en el LAUSD desde 1989.

El cambio y demora en la fecha inicial del paro respondía a que el distrito impugnó en el tribunal la fecha de inicio original, alegando que el sindicato no habría dado una notificación de 10 días, como exige la ley estatal. El gremio apeló y finalmente obtuvo luz verde. La audiencia ante el pedido de restricción temporal de la huelga se realizó el jueves por la mañana en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, donde la juez Mary H. Strobel falló a favor de la docencia.

La docencia no solo reclama salario, defienden la escuela pública

“Los maestros saben lo que está en juego y están listos para tomar acción, conectando con las rebeliones nacionales de maestros para luchar por la educación pública”, afirman desde el sindicato. En Los Ángeles, esta medida de presión “histórica” busca mejoras salariales, pero no es lo único que reclaman. Hay otras necesidades tan importantes como tener clases con menos estudiantes (las aulas se pueblan con 40 a 50 estudiantes por clase); así como contar con más enfermeras, psicólogos y bibliotecarios de forma permanente en las escuelas; menos exámenes estandarizados que tienden a la privatización y más enseñanza; mejora del sistema de seguridad escolar y ponerle fin a la privatización de escuelas. Esto junto a otras demandas como la cobertura en salud a la totalidad de trabajadores escolares, no solo a quienes están en el ítem maestro. Reclamos con un mismo hilo conductor, la necesidad de un mayor presupuesto para educación que el gobierno niega.

Aunque también buscan resolver problemas mas profundos al apuntar a la destitución del Superintendente Beutner, a quien consideran inapropiado para regir los destinos del segundo distrito escolar más grande del país. “Beutner no tiene nada que ver con la educación”, declaró Tomás Flores, presidente del Comité Educativo Bilingüe, en la Junta Directiva para el Área Central de UTLA. “Queremos en ese puesto a un maestro…”. Porque el conflicto de fondo es en defensa de la propia educación pública.

Efectivamente, Austin Beutner es bastante rico, ex banquero de inversiones y hombre de negocios. Fue CEO y editor de The Los Angeles Times y The San Diego Union-Tribune. Su formación es en los negocios y política pública, no tiene ninguna experiencia en educación ni formación académica. Fue elegido por un sector defensor de las escuelas chárter, con la misión de ajustar las cuentas del distrito.

Por eso hoy el plan del Superintendente Beutner es dividir el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles en 32 “carteras” más pequeñas, con escuelas públicas que pasarían al estatus de escuela “concertada”, lo que implicaría ir a un sistema mixto, previo a la privatización, nada menos que en el segundo distrito escolar más grande del país. Con un complejidad extra, que radica en la negativa del gobierno a equiparar el límite de estudiantes por clase, entre escuelas privadas y públicas o concertadas. En muchos contratos de escuelas privadas, el máximo de estudiantes es 24; mientras el gobierno pretende que cada clase en las escuelas públicas no tenga menos de 40 estudiantes. Así mismo, esta posibilidad de recorte que ve el gobierno, permitió despidos masivos de docentes, no siendo necesarios ante clases más pobladas, al unificarse a varias en una sola.

Una lucha con muchísimo apoyo popular

Esta pelea en defensa de la escuela pública cuenta con una simpatía enorme y apoyo de la comunidad en su conjunto. Este también es un cambio fundamental. En otros momentos era imposible pensar en la huelga como medida sindical, puesto que era repudiada por la sociedad y se veía como un día de clase “perdido”. Un grave problema para las familias que no conciben otra instancia para ubicar a niñes que deben asistir a la escuela. Esto hoy se ha revertido en gran parte.

En ese sentido, y después de los logros que en el proceso del año anterior han obtenido, el sector docente de los Estados Unidos, encabezado en estos momentos por Los Ángeles, también profundizará su lucha con un gran apoyo de docentes de otros lugares y distritos; pero también con un gran apoyo de familias, y estudiantes. Con grandes manifestaciones encabezadas por padres y familias latinas que entienden muy bien el valor de la educación pública, y que no la entregarán fácilmente, aún en la tierra del Tío Sam.

Ante esta enorme fuerza de lucha, las autoridades que pretenden avanzar en su plan de ajuste y privatización, intentan ganar el conflicto ante la justicia, pidiendo la declaración de la huelga como ilegal. Ven que ya no están fuertes sus argumentos en la sociedad, por lo que pretenden ir por otros caminos en la resolución del conflicto. Como es intentar ganarlo judicialmente, empleando a costosos abogados antisindicales. También pretenden usar la figura del sustituto docente, mejor remunerados que el suplente afiliado, además de ubicar y supervisar a estudiantes en grandes espacios y hasta apelar a la instrucción en línea para seguir prestando educación.

Como detalladamente describe el diario Los Ángeles Times en su edición en español del 7 de enero, en el mes de octubre de 2018 “la Junta de Educación de Los Ángeles autorizó $ 3 millones de dólares para contratar a miles de sustitutos externos, incluyendo maestros, ayudantes del campus, asistentes de educación especial, enfermeras y ayudantes de maestros para reemplazar a los miembros ausentes del sindicato”. Y agrega que “el distrito comenzó a buscar en septiembre compañías que pudieran proporcionar empleados que no fueran del LAUSD para trabajar en tales puestos. Y se firmaron contratos con al menos cinco agencias. Los contratos con agencias, incluyendo la Red de Maestros Suplentes y Maxim Healthcare Services Inc. permiten la entrada de más de 4.400 suplentes…”.

También da cuenta que apelarán a “padres voluntarios”, un listado usado mucho en otra época, y que ahora solo se usa ante emergencias  climáticas o sociales. Personas de la comunidad que se anotan para sustituir, ante falta de docentes, a los mismos en las escuelas. El gobierno está haciendo propaganda para que se anoten más personas en ese listado y para que tomen esa responsabilidad. Esto, ante la negativa de muchos padres de ser sustitutos, aún estando en esa lista.

Los directores de escuela fueron animados en el otoño (octubre, noviembre) a hacer reuniones y solicitar la ayuda de padres durante una huelga. El distrito se prepara también para hacer más fácil el voluntariado en una escuela. Lo que permitiría ofrecerse sin la revisión de antecedentes que regularmente exige el Departamento de Justicia del Estado. Los directores podrían “recoger estos formularios acelerados y verificar los nombres de los padres para asegurarse de que no sean delincuentes sexuales registrados…”.

Entre los “documentos de planificación de huelga” referidos a la “continuidad del aprendizaje”durante un paro y que fueron difundidos por las autoridades, se le pidió a cada director de escuela que llenara una “Hoja de Trabajo de Paro”, donde deben enumerar la cantidad de espacios grandes, como gimnasios, auditorios, salones multiusos y cafeterías, y cuántos estudiantes tendría cada espacio.

A su vez, cualquier empleado del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles que no sea miembro de la UTLA debería tener que presentarse a trabajar durante una huelga docente. Pero los trabajadores de los otros 5 sindicatos de empleados del LAUSD no se muestran muy a favor de “cruzar las líneas de la huelga”.

Los únicos integrantes no docentes de sindicatos que no podrán participar en una huelga de solidaridad son los policías escolares, porque legalmente tienen prohibido hacerlo. Es por eso que las autoridades ya anunciaron que un oficial del Departamento de Policía Escolar de Los Ángeles estará en cada secundaria y preparatoria, y que 2 oficiales de policía de la ciudad estarán en cada primaria. Sin embargo los agentes ya adelantaron que “no vamos a hacer cumplir las leyes del ausentismo escolar”, refiriéndose a la ley que exige que estudiantes asistan a la escuela a menos que tengan una razón válida. Y esto es así pese a que las autoridades del distrito ratificaran que “la huelga no califica como razón…”.

Como vemos, se trata de una importante batería de recursos que el gobierno pretende usar contra la huelga, ante una pelea con final abierto, pero que aparece con una gran perspectiva hacia la docencia y la escuela pública.

Es emocionante ver las innumerables actividades de madres y familias acompañando a docentes de sus escuelas en la organización y preparativos del paro. Participando en las distintas conferencias de prensa, incluso luego de las reuniones de negociación o al explicar el cambio de fecha en el día de la huelga. Madres abogadas en defensa de los derechos de jóvenes estudiantes. Haciendo pancartas y carteles, repartiendo folletos, asistiendo a las convocatorias, marchas y concentraciones y asegurando que ellas, sus familias y estudiantes,“no cruzarán la línea de huelga”. El paro es un acontecimiento que conmueve de arriba a abajo a la sociedad, sus organizaciones e instituciones.

Una rebelión que se da con mucho debate

El embate judicial del gobierno provocó que el sindicato modificara lo previamente anunciado y definieran pasar el día de la huelga para el 14 de enero. Ante esta actitud, el superintendente del LAUSD ni siquiera se molestó en presentarse a las negociaciones mantenidas el día miércoles. Sin embargo, sus funcionarios dejaron en claro que cambiarían su oferta de un pequeño aumento salarial del 2% en cada año, supeditado a los recortes en el seguro médico de los nuevos maestros y no abordarían seriamente la escasez crónica de enfermeras, bibliotecaries y otro personal. Sí dejaron en claro que avanzarían con la idea de pasar escuelas a “concertadas” y que la docencia deberá acordar con el número de 40 estudiantes por clases como un piso, a fin de lograr bajar los costos.

Por eso entre las familias y los propios docentes hubo dudas de la efectividad de la medida al cambiar de día el paro, tras la denuncia de ilegalidad de las autoridades. Muchos sostenían que debía mantenerse el mismo día 10. La página de Facebook de la UTLA está llena de comentarios de docentes y padres enojados por el continuo estancamiento. Muchos dijeron que la nueva fecha era un signo de debilidad, mientras otros se quejaban de que la decisión del sindicato los había dejado confundidos y no sabían lo que estaba sucediendo.

Hay un sector muy crítico del sindicato, ya que dicen que el mismo estaría retrasando la huelga. Y que apelaron a las razones legales cuando los tribunales ni siquiera habían dictaminado sobre la huelga. La realidad es que la docencia quiere ir al paro, no quiere aceptar la propuesta del gobierno y tienen el apoyo de madres, padres, familias  y estudiantes en su gran mayoría.

Desde aquí y más allá del día, ya es un hecho político de enorme magnitud la masividad con la que se avecina el paro del 14, una medida que sería la mayor huelga de educadores en los Estados Unidos desde las grandes rebeliones docentes del año 2018 en West Virginia, Oklahoma y Arizona, siendo el inicio de un plan de lucha que continuaría. Una medida que ya hace historia.

Bipartidismo del ajuste salarial y educativo

Para muchos docentes críticos, la conducción de la UTLA estaría tratando de hacer lo posible para evitar la huelga en el segundo distrito escolar más grande de la nación. El que podría estallar rápidamente en una huelga estatal que desafiaría a los aliados del sindicato en el Partido Demócrata, quienes controlan todo el gobierno estatal. Los demócratas han llevado a cabo recortes presupuestarios por décadas, mientras entregaban miles de millones en recortes de impuestos a los ricos, haciendo pasar al Estado de ser uno de los mejores en la nación en financiamiento escolar, al puesto 43 de los 50 Estados de la Unión.

Una realidad que muestra también que el bipartidismo es una farsa en términos concretos para el pueblo y para derechos tan elementales como el acceso a la educación pública y el reconocimiento de sus trabajadores. Muestra una vez más que, para ajustar, los gobiernos Demócratas acuerdan con el partido gobernante a nivel nacional, los Republicanos presididos por Trump. Hoy gobierna la región de California el gobernador Gavin Newsom, perteneciente al partido demócrata. Fue ex gobernador de su predecesor, Jerry Brown, quien gobernó California desde enero del 2011, responsable de los mayores ajustes en educación. Mientras que otro demócrata, es el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.

Esto también deja en claro un problema mundial en cuanto a los espacios sindicales: no es momento de tibiezas, ante medidas de ajuste tan brutales y que pretenden llevarse puesta a la educación pública y a la docencia, no hay otra respuesta que medidas sindicales que estén a la altura y radicalicen la lucha del sector, en unidad con el pueblo trabajador. Ese es el reclamo social en el distrito y será muy importante que la UTLA pueda responder a esta necesidad. Si bien el cambio de fecha en sí mismo, no implica necesariamente una declinación a la lucha, el lunes 14 será un día clave para pasar la prueba. Vaya toda nuestra solidaridad internacional y de clase, junto al empeño, difusión y contribución que consideren posible y necesaria, al servicio de alcanzar ese desafío.

Todo el apoyo para que triunfen

Como venimos afirmando, aplicable en el mundo, a nuestro país y a los Estados Unidos en el marco de esta polarización, la radicalización social y política que provocan cada una de las medidas de los gobiernos del sistema, de los Trump, Macri, Bolsonaro, junto a los gobernadores y funcionarios cómplices al aplicar sus planes de ajuste y privatización, continuará. Y en sentido opuesto crecerán las luchas y enfrentamientos, por lo que los gremios y centrales sindicales deberán dar respuesta a este nivel de radicalización, si no quieren correr el riesgo de ser desbordados, o de terminar defeccionando en la propia disputa. El final está abierto. Y es un gran desafío lograr organizar a luchadores y activistas que están dispuestos a dar la lucha hasta el final. Es posible y necesario jugarse a fondo para lograrlo, porque de hacerlo se podrá salir más fortalecidos y mejor parados para presionar hasta el final por cada reclamo.

Por eso desde Alternativa Docente, ANCLA Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática, MST y Anticapitalistas en Red, acompañamos esa pelea y nos solidarizamos con el reclamo de las, los y les docentes de Los Ángeles, organizados en UTLA. Y hacemos un llamado a la docencia argentina, de Latinoamérica y el mundo a acercar muestras de solidaridad con su lucha. ¡Arriba la lucha docente en Los Ángeles, EE.UU.! Vaya nuestro más fuerte apoyo y campaña solidaria desde Argentina.

Saludamos también a compañeres de la ISO (Organización Internacional Socialista) y a toda la docencia del distrito de Los Ángeles en general y su comunidad que apoya y acompaña. ¡Su lucha es nuestra lucha!

Andrea Lanzette, Comisión Directiva CTA Autónoma de Lanús, Congresal de SUTEBA, gremio docente de la provincia de Buenos Aires y Francisco Torres, Secretario Gremial de la Federación Nacional Docente, FND-CTA Autónoma.

Integrantes de Alternativa Docente, ANCLA Agrupación Nacional Clasista Antiburocrática / MST – Anticapitalistas en Red

*Fuente: https://anticapitalistasenred.org/2019/01/14/eeuu-apoyemos-la-rebelion-docente-en-los-angeles/

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 2 de diciembre de 2018: hora tras hora (24×24)

Domingo 2 de diciembre de 2018 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 2 de diciembre de 2018. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Los profesores ‘comodín’ de España: ¿un fraude educativo?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295477

01:00:00 – Libro: El cine como posibilidad de pensamiento desde la pedagogía: una mirada a la formación de maestros (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295464

02:00:00 – “Yo, si puedo” fortalece educación nicaragüense gracias a la solidaridad del Comandante Fidel

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295601

03:00:00 – Paulo Freire y la Teología de la Liberación: La consciencia cristiana de la pedagogía crítica (Artículo de Peter Mclaren)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295610

04:00:00 – Honduras: “Mala administración” impide alcanzar buenos resultados en sector educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295607

05:00:00 – “Hay que hacer una jornada de comprensión lectora”: Yvelisse Prats de Pérez

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295486

06:00:00 – México: Aprueban diputados iniciativa presentada hace un año; el ajedrez como asignatura

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295613

07:00:00 – Conoce la tarea que diseñó esta profesora para conocer mejor a sus estudiantes (Artículo de Camila Londoño)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295644

08:00:00 – Presentan proyecto «Biblioteca Virtual» para maestros y estudiantes de Puerto Rico

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295619

09:00:00 – Documento: La Pedagogía del Oprimido, fundamento freireano de la Educación Popular (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295616

10:00:00 – Estonia hace de la autonomía docente y la equidad las claves de su éxito

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295623

11:00:00 – ¿Educamos para la ignorancia?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295648

12:00:00 – Corea del Sur: donde la educación sobrepasa los límites

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295631

13:00:00 – Entrevista | “La vigencia de las normales rurales y la persecución que sufren” con Luis Hernández Navarro

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295489

14:00:00 – César Bona: «No hay calidad en la educación si no se respeta la diversidad» (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295634

15:00:00 – Los inmigrantes y los refugiados corren un alto riesgo de segregación en diferentes escuelas y circuitos escolares más lentos en los países europeos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295651

16:00:00 – Canción: Lucho por la educación | Matador (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295637

17:00:00 – Libro: Calidad educativa. Historia de una política para la desigualdad (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295628

18:00:00 – “Si “los de arriba” quisieran la educación cambiaría” | Entrevista Laura Caldas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/295641

19:00:00 – Las Autonomías Institucionales y la Educación

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20:00:00 – Repensar la pedagogía

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21:00:00 – Libro: Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar? (PDF)

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22:00:00 – Por unas aulas en paz en EE.UU.

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23:00:00 – Millennials en América Latina y el Caribe: ¿trabajar o estudiar? Políticas públicas para la juventud (Video)

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Estados Unidos: Profesores a un paso de la pobreza

Estados Unidos / 4 de noviembre de 2018 / Autor: Joan Faus / Fuente: El País

Una huelga de maestros pluriempleados y con salarios bajos exhibe la sangrante desigualdad en la primera potencia mundial

Lynneia Atkinson, de 39 años, decidió permanecer con un marido que la maltrataba por temor a perder su seguro médico. Ahora que está divorciada y tiene una póliza de salud mucho peor evita a toda costa ir al médico porque los costes son astronómicos. Sus dos hijos viven con ella y llegar a fin de mes le supone un esfuerzo ingente. Los 16 dólares a la semana que cuestan las clases de violín de su hija son un quebradero de cabeza. Y se está planteando levantarse a las cuatro de la mañana para ganar 40 dólares más por enseñar inglés a niños chinos durante cuatro horas a través de Internet.

Podría parecer lo contrario, pero Atkinson ya tiene un empleo. Es profesora en una escuela pública en Shenandoah Junction, un pueblo de Virginia Occidental, pero ese trabajo apenas le permite subsistir. “Nadie con este nivel de educación debería estar luchando por su vida”, denuncia en su aula.

No es un caso aislado. Muchos de los otros 30 profesores de la escuela primaria T. A. Lowery tienen dos o tres empleos. Enseñan inglés, dan clases extraescolares, trabajan en gasolineras o en restaurantes. De los 50 Estados de Estados Unidos, Virginia Occidental es el tercero con los sueldos más bajos para los profesores de la escuela pública y el segundo con menores ingresos por habitante. La situación salarial, junto al aumento del coste del seguro médico que reciben los profesores y la percepción de una erosión continuada de la calidad de los colegios, fue el embrión de una ola de indignación que derivó en febrero y marzo pasados en una inusual huelga con un seguimiento masivo.

Unos 20.000 maestros abandonaron las aulas durante nueve días lectivos consecutivos en los 55 condados que integran el Estado. La movilización fue tal que forzó al Congreso, de mayoría conservadora, y al gobernador, el republicano Jim Justice, que es el hombre más rico del Estado, a subir un 5% el sueldo a los profesores y a congelar los recortes de sus prestaciones sanitarias. Atkinson, que preside un sindicato local de maestros, participó activamente en el paro.

En un país donde las huelgas son muy infrecuentes y los sindicatos se han debilitado enormemente, los profesores de Virginia Occidental lograron tener a la opinión pública de su lado y propiciaron movilizaciones similares en otros cinco Estados del país. Este resurgir del activismo será palpable en las elecciones legislativas del 6 de noviembre: cientos de maestros optan a cargos electos bajo la promesa de mejorar la educación pública.

La huelga expuso el impacto de los tijeretazos en la inversión escolar llevados a cabo en buena parte de EE UU en la última década. Por ejemplo, Atkinson se queja de que en su aula no funciona correctamente la calefacción (sus alumnos llevan a veces abrigos), de que le falta material o falla la conexión a Internet. La protesta también exhibió cómo muchos ciudadanos, en palabras de esta profesora, constatan que “la sanidad no es un derecho” asegurado. El único seguro médico al que puede optar —el que recibe de la escuela— le cuesta 100 dólares al mes y ella debe costear los primeros 6.000 dólares de gasto en cualquier consulta o prescripción médica. El hartazgo de los maestros revela un riesgo: la creciente desigualdad rampante en el país más rico del mundo golpea al primer escalafón de la sociedad, como son las escuelas públicas donde se forman a las generaciones futuras.

La clase media estadounidense se ha desmoronado lentamente en el último medio siglo. El ascensor social se ha estancando. La media de ingresos por hogar apenas ha variado: de 44.895 dólares en 1967 a 57.230 en 2015, según datos del censo que tienen en cuenta la inflación. En cambio, los ingresos de los más ricos se han disparado, mientras los sueldos de la clase baja y media han caído o han permanecido planos.

Un muro de la escuela T.A. Lowery Elementary en Shenandoah Junction, Virginia Occidental.
Un muro de la escuela T.A. Lowery Elementary en Shenandoah Junction, Virginia Occidental. XAVIER DUSSAQ

Pérdida de renta

Los profesores públicos son un ejemplo sintomático: ganan de promedio menos que en 1990, según datos del Departamento de Educación ajustados por la inflación. En Virginia Occidental, el sueldo medio era en 2016 de 45.622 dólares al año, 13.000 menos que el promedio nacional, según la Asociación Nacional de Educación. Atkinson gana unos 2.200 dólares netos al mes. Unos 1.300 van destinados al pago de su hipoteca. El precio medio de una casa en su condado es de 300.000 dólares, lo que, en su caso, supone pagar su hipoteca actual durante 19 años. Ella y sus dos hijos, de nueve y seis años, viven con los 900 dólares restantes de su sueldo y una ayuda económica de su exmarido. “Incluso con esa asistencia casi no me las puedo arreglar”, lamenta.

Atkinson, que enseña inglés y matemáticas a niños de entre cinco y nueve años con necesidades especiales, lleva 17 años ejerciendo de profesora. Empezó en Nueva York, luego se trasladó a Ohio y desde 2010 vive en Virginia Occidental. En realidad, quería ser arqueóloga pero, irónicamente, decidió ser maestra para optar a mejores sueldos. Su salario base actual es 8.000 dólares superior al que tuvo por primera vez como profesora en 2001 pese a que entonces no tenía ni un título de máster ni experiencia laboral. “En este momento, no sé cuánto tiempo más voy a seguir enseñando”, admite.

FUGA DE MAESTROS A ESTADOS CON MEJORES SALARIOS

Cada Estado de Estados Unidos gestiona las condiciones que ofrece a los profesores de su escuela pública y el modelo de financiación. En Virginia Occidental, los maestros ganan lo mismo, según su escala salarial, independientemente del condado en el que vivan. Eso crea disrupciones dado que el sur del Estado es más pobre que el norte y el coste de vida es muy inferior que en pueblos como Shenandoah Junction. Pero en el norte los profesores tienen mayores alternativas: el condado de Jefferson está a poca distancia de Virginia y Maryland, dos Estados con mayores sueldos para el personal escolar.

“Si conduzco 20 o 30 minutos, podría estar ganando 15.000 o 20.000 dólares más al año y con un seguro médico por el que no me tendría que preocupar”, dice Lynneia Atkinson. Inicialmente, desestimó esas posibilidades porque prefería estar cerca de sus hijos pero, ahora como madre con apuros económicos, admite que lo está considerando.

Las mejores condiciones en los otros Estados hace que en el condado de Jefferson haya una fuga de hasta 40 profesores al año. En todo Virginia Occidental, hay cerca de 750 plazas vacantes sin un profesor certificado. Algunas de ellas las cubren profesores de sustitución que no están preparados.

“Esto afecta mucho a la educación de los niños”, denuncia Atkinson, como también lo hace que los maestros necesiten varios empleos para sobrevivir. Ella se declara una defensora convencida de que las escuelas públicas son “el gran ecualizador” de la sociedad estadounidense. En su colegio hay alumnos de todas clases económicas, pero denuncia que las escuelas sufren un “ataque constante” y advierte de cómo EE UU se sitúa por debajo de muchos países avanzados en las clasificaciones internacionales de educación. En las pruebas PISA de 2015, de los 35 miembros de la OCDE, EE UU ocupó la posición 30 en el ránking de matemáticas y la 19 en ciencia.

Fuente de la Noticia:
https://elpais.com/internacional/2018/10/28/estados_unidos/1540687646_447023.html
ove/mahv
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Betsy DeVos Loves Charter Schools. That’s Bad for Charter Schools.

North America/United States/17.10.18/ By Conor P. Williams/Source: ww.nytimes.com.

At Hiawatha Academies’ elementary school in the Morris Park neighborhood of Minneapolis, signs welcome immigrants in multiple languages. Over 75 percent of students there are learning English as a second language, and most are the children of Hispanic immigrants. Hiawatha runs some of Minnesota’s best public schools for serving such students; the Morris Park school, where math and literacy proficiency rates for students learning English are more than double the statewide averages for that group, is one of its flagships.

Hiawatha schools should be easy for the left to love. They’re full of progressive educators helping children of color from low-income families succeed. And yet, they’re charter schools.

Like most charters, Hiawatha schools get public funding, but their daily operations are run by a nonprofit organization and their teachers are not unionized. Progressives have long been open to research suggesting that well-regulated charter schools can extend educational opportunities to historically underserved children. But many also worry that charters foster segregation, siphon funding from traditional public schools and cater to policymakers’ obsession with standardized tests.

And the more President Trump and his secretary of education, Betsy DeVos, embrace charters, the more suspect they seem to people on the left.

Ms. DeVos, who has been widely lampooned for her lack of expertise, can’t stop talking about how much she loves charters. She is so unpopular that she has set off a “political backlash” against these schools, two charter supporters wrote in USA Today. One survey of views on charter schools found that Democrats’ support dropped when they heard that President Trump supported them. In other words, the president and his education secretary are so disliked by liberals that some will automatically reject whatever they endorse.

This puts Hiawatha in an awkward position. How should a charter network run by progressives committed to combating racism navigate the Trump administration’s vocal support of charters? How should it respond to criticism from progressives who accuse it of undermining public education? Charter schools are politically homeless.

Hiawatha was founded in 2007 by Jon Bacal, an education entrepreneur in Minnesota. Ambar Hanson, a Hiawatha administrator and parent, said the network was “founded out of frustration at the huge gaps in education for students of color.” At Hiawatha, these are called opportunity gaps instead of achievement gaps.

“Talking about the achievement gap was often heard by our community members as putting it on them,” Ms. Hanson said. “‘Opportunity gap’ is changing the rhetoric to put the responsibility of closing that gap on schools, where it belongs.”

The executive director of the network, Eli Kramer, said, “We’re trying to elevate the importance of identity, race consciousness, pride in self as really core to the mission.” A walk through Hiawatha Collegiate High School, also in Minneapolis, confirms this. Its walls are papered with posters spotlighting the United Nations’ Universal Declaration of Human Rights. “Black Lives Matter” stickers are everywhere.

Hiawatha’s project goes beyond posters. More than 95 percent of Minnesota’s teachers are white, and just 1 percent are Hispanic. So the network recruits for diversity. Over a quarter of Hiawatha teachers are people of color.

But the school’s commitment to social justice is most visible when it comes to its immigrant families. Early in the Trump administration, Immigration and Customs Enforcement agents began detainingundocumented immigrants near schools. Many Hiawatha students have family members without papers, so the network declared its campuses to be safe havens for undocumented people. Several staff members have volunteered to serve as legal guardians in case students’ parents are deported. When President Trump allowed the Deferred Action for Childhood Arrivals program to expire, students staged a walkout in protest.

School leaders say teachers are intentional about stopping instruction for conversations when students bring up politics. Indeed, on the board in one fourth-grade classroom recently was the question “What does Trump mean by ‘Make America Great Again’?”

“It’s pretty devastating to have to focus on these kinds of things in addition to academics and instruction,” Ms. Hanson said.

And now the teachers are being forced to respond to criticism from people who by most measures should be their allies. Robert Panning-Miller, the former president of the Minneapolis Federation of Teachers, has calledHiawatha schools emblematic of a “corporate reform movement” that values “compliance and test scores over critical thinking” and criticized them as being part of an “apartheid education” movement, because their students are almost exclusively children of color.

It’s true that nine out of 10 Hiawatha students are Hispanic. But if Hiawatha schools enroll a high number of minority students and English learners, that’s because they serve them well.

During the Obama administration, tensions over charter schools among progressives were manageable. National charter school enrollment grewwith support from President Barack Obama and his secretaries of education, Arne Duncan and John King. But the administration also provided more resources and flexibility for the education system as a whole.

The Every Student Succeeds Act, which replaced No Child Left Behind as the country’s primary K-12 education law in 2015, continued these trends. It reduced federal oversight of states’ academic standards, as well as oversight of state programs for historically underserved students. This blend of policies helped keep progressive infighting on issues like standardized tests and federal accountability simmering instead of boiling.

Left-wing education reform critics increasingly focused their attention on charter schools instead.

The 2016 election sharpened that dynamic. In 2017, while Ms. DeVos was pushing her school choice agenda, an Education Next poll found that Democratic support for charter schools dropped by 11 percentage points. Progressive critics are taking advantage of the moment to tie charter-friendly Democrats to her toxic public image. On the day after President Trump’s inauguration, Valerie Strauss, a Washington Post education writer, accused Democratic reformers like Senator Cory Booker of New Jersey, the former Newark mayor, of “advancing corporate education reform” through their support of school choice.

This puts the country’s many thousands of charter-school teachers in an odd place. Most come to this work to provide underserved children with a better shot at educational success, but now they’re increasingly branded as corporate stooges selling out public education by critics who challenge charter schools’ right to exist. These teachers shouldn’t have to answer for Ms. DeVos’s incompetence or wonder if there’s room for them in the future of progressive education politics.

Progressives can ill afford this kind of sniping. The last thing the left needs right now is a war between teachers unions and liberal charter supporters.

“I wish that people knew that the thing that’s most important to us is that students are achieving at high academic levels and they’re also empowered individuals,” said Natalie Heath, who teaches English language development at Hiawatha. That’s all that should matter. But when it comes to education politics in 2018, it seems to be the last thing anyone wants to talk about.

Source of the article: https://www.nytimes.com/2018/06/02/opinion/sunday/betsy-devos-charter-schools-trump.html?rref=collection%2Ftimestopic%2FEducation&action=click&contentCollection=opinion&region=stream&module=stream_unit&version=latest&contentPlacement=6&pgtype=collection

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América Latina amenazada con retroceder

Por: Frei Betto.

En ningún otro continente hay, en las últimas tres décadas, cambios tan significativos como en América Latina y el Caribe.  Son grandes los desafíos que se presentan en los 33 países, con 600 millones de habitantes.

Después del fracaso del TLCAN (Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, y Chile como asociado), y el rechazo de la propuesta del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) por la mayoría de los países del Continente, éste inició su recorrido por un camino propio.  América Latina y el Caribe alcanzaron, al fin, su mayoría de edad.

Muchos factores contribuyeron a este avance.  Primero, la resistencia de la Revolución Cubana, que no sucumbió frente a las agresiones de EEUU ni como consecuencia de la caída del Muro de Berlín y del fracaso de la Unión Soviética.

Vino luego el rechazo electoral a los candidatos que encarnaban la propuesta neoliberal y la victoria de aquellos identificados con las demandas populares, en especial de los más pobres: Chávez, Daniel Ortega, Lula, Bachelet, Kirchner, Mujica, Correa, Morales, etc.  Varios organismos fueron creados para fortalecer la integración continental: Alba, Celac, Telesur, Unasur, Caricom, Aladi, Parlatino, Sica, etc.

Muchas dificultades, sin embargo, se configuran en el horizonte.  En esta economía globalizada y hegemonizada por el capitalismo neoliberal, la crisis de monedas fuertes, como el dólar y el euro, afecta negativamente a los países del continente.  Aunque hay avances en el combate a la pobreza extrema, aún hoy la región alberga millones de miserables; los salarios pagados a los trabajadores son bajos frente a los costos inflacionarios de las necesidades vitales; la desigualdad social crece vertiginosamente (de los 15 países más desiguales del mundo, 10 se encuentran en el Continente).

En Europa, donde la crisis económica desempleó a más de 30 millones de personas, la mayoría jóvenes, ya no hay una izquierda capaz de proponer alternativas.  El Muro de Berlín se derrumbó sobre la cabeza de partidos y militantes de izquierda, casi todos cooptados por el neoliberalismo.  Y ahora, los atentados terroristas refuerzan la xenofobia, la política de puertas cerradas a los refugiados, y los partidos de derecha que defienden una “Europa para los europeos” y un Estado policial.

En los países de Celac, la histórica dependencia de sus economías al mercado externo da indicios de una crisis que tiende a agravarse.  Los índices de crecimiento del PIB caen; la inflación resurge; y se agravan la desindustrialización y el éxodo rural con la consiguiente expansión del latifundio.

El ‘pobretariado’

No basta con tener discursos y políticas progresistas si no encuentran correspondencia y adecuación en los programas económicos.  Y nuestras economías siguen bajo presión de países metropolitanos; de organismos completamente controlados por los dueños del sistema (FMI, Banco Mundial, OCDE, etc.); de un sistema de tarifas, en particular del precio de los alimentos, intrínsecamente injusto, y según el cual los beneficios privados del mercado tienen más importancia que la vida de las personas.

El Banco Mundial (BM) alerta que 241 millones de latinoamericanos pueden caer en la pobreza.  Es lo que Bauman llamó precarización y yo, ‘pobretariado’.  Estos 241 millones ni son pobres, ni pueden ser considerados de clase media.  Y constituyen el 38% de la población del continente, en la que se consideran pobres todos los que se ven obligados a sobrevivir con menos de 4 dólares al día.

Hoy, la mitad de la población adulta de América Latina vive del trabajo informal, debido a la crisis económica que afecta a países emergentes como Brasil, México, Argentina y Venezuela.

Desde que los españoles y los portugueses llegaron a nuestra tierra natal, la economía continental depende de la exportación de productos primarios, hoy conocidos como materias primas.  Sin embargo, los grandes importadores, como China y Europa Occidental, dan señales de declive.

Hoy, se consideran pobres, en América Latina, 167 millones de personas, y 71 millones son miserables (sobreviven con un máximo de US $ 1 por día).  En Brasil, la miseria ya alcanza el 12% de la población, y se agrava por el ajuste fiscal del gobierno golpista de Temer, que afecta a las políticas sociales e inhibe el crecimiento del PIB.

Todos los gobiernos progresistas que hoy se congregan en la Celac, saben que fueron elegidos por los movimientos sociales y por los segmentos más pobres que constituyen la mayoría de la población.  Sin embargo, ¿hay un efectivo trabajo de organizar los segmentos populares? ¿Los movimientos sociales son protagonistas de políticas de gobiernos o meros beneficiarios de programas de carácter asistencialista y no emancipatorio de combate a la pobreza?

¿Cómo los gobiernos democráticos populares de América Latina tratan a los segmentos de la población beneficiados por las políticas sociales? ¿Hay un empeño de intensa alfabetización política de la población o se disemina una mentalidad consumista?

Individualismo y el conservadurismo

Es innegable que el nivel de exclusión y miseria causado por el neoliberalismo exige medidas urgentes que no escapan al mero asistencialismo.  Sin embargo, tal asistencialismo se restringe al acceso a beneficios personales (bono financiero, escuela, atención médica, crédito facilitado, dotación de productos básicos, etc.), sin que haya complementación con procesos pedagógicos de formación y organización políticas.

Se crean, así, reductos electorales, sin adhesión a un proyecto político alternativo al capitalismo.  Se dan beneficios sin suscitar esperanza.  Se promueve el acceso al consumo, sin propiciar el surgimiento de nuevos protagonistas sociales y políticos.  Y lo que es más grave: sin percibir que, en el seno del actual sistema consumista, cuyas mercancías reciclables están impregnadas de fetiche que valoran al consumidor y no al ciudadano.  El capitalismo post neoliberal introduce “valores” – como la competitividad y la mercantilización de todos los aspectos de la vida y de la naturaleza, reforzando el individualismo y el conservadurismo.

Nuestros gobiernos progresistas, en sus múltiples contradicciones, critican al capitalismo financiero y al mismo tiempo promueven la bancarización de los segmentos más pobres, a través de tarjetas de acceso a beneficios monetarios, a pensiones y salarios, y de la facilidad de crédito, a pesar de la dificultad de pagar los intereses y la liquidación de las deudas.

El peligro es fortalecer, en el imaginario social, la idea de que el capitalismo es perenne (“La historia acabó”, proclamó Francis Fukuyama), y que sin él no puede haber proceso verdaderamente democrático y civilizatorio.  Lo que significa demonizar y excluir, aunque por la fuerza, todos los que no aceptan esa “obviedad” son considerados terroristas, enemigos de la democracia, subversivos o fundamentalistas.

Esta lógica se refuerza cuando, en campañas electorales, los candidatos de izquierda acentúan, enfáticamente, con la confianza en el mercado, la atracción de inversiones extranjeras, la garantía de que los empresarios y banqueros traerán mayores ganancias, etc.

¿Hacia reformas estructurales?

Por un siglo la lógica de la izquierda latinoamericana jamás se enfrentó a la idea de superar el capitalismo por etapas.  Este es un dato nuevo, que exige mucho análisis para implementar políticas que impidan que los actuales procesos democráticos populares sean revertidos por el gran capital y por sus representantes políticos de derecha.

Este desafío no puede depender sólo de los gobiernos.  Se extiende a los movimientos sociales y a los partidos progresistas que, cuanto antes, necesitan actuar como “intelectuales orgánicos”, socializando el debate sobre avances y contradicciones, dificultades y propuestas, para ensanchar siempre más el imaginario centrado en la liberación del pueblo y en la conquista de un modelo de sociedad post-capitalista, verdaderamente emancipatorio.

La cabeza piensa donde pisan los pies.  Nuestros gobiernos progresistas corren el serio riesgo de verse sucumbidos por la contradicción entre política de izquierda y economía de derecha, si no movilizan al pueblo para implementar reformas estructurales.  Y el principio del violín, que se aferra con la izquierda y se toca con la derecha…

Como decía Onelio Cardozo, las personas tienen “hambre de pan y de belleza”.  La primera es saciable; la segunda, inagotable.  Eso significa que el deseo humano, que es infinito, sólo dejará de ser rehén del consumismo y del hedonismo –tentáculos del neoliberalismo– si ha saciado su hambre de belleza, o sea, de sentido de existencia.

Esto no se alcanza apenas con más frijoles en el plato y más dinero en el bolsillo.  Será un sí, si existe una formación capaz de imprimir en cada ciudadano y ciudadana, la convicción de que vale la pena vivir y morir para que todos tengan vida, y vida en abundancia, como dijo Jesús (Juan 10, 10).  (Traducción CEAAL).

Fuente: https://www.alainet.org/es/articulo/193879

Fotografía: Alai

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Mozambique: Sobran ganas de aprender, pero les faltan hasta las sillas para sentarse

Mozambique / 2 de septiembre de 2018 / Autor: AFP / Fuente: Chispa TV

A los pequeños les encanta responder las preguntas de la maestra

Cerca de 50 niños se sientan en el suelo de una clase frente a su maestra en lo que podría ser una lección en Mozambique, excepto que no están aprendiendo en portugués, el idioma oficial del país.

La clase se imparte en Changana, un idioma local hablado en el sur de Mozambique y en la capital, Maputo, que está estrechamente relacionado con Tsonga, que se habla en todo el sur de África.

Llevando mochilas y rodeado por una pila de libros, los niños de seis y siete años se ven atrapados por cada palabra del profesor, un nivel de concentración casi imposible de lograr en portugués.

«Los niños son amamantados por madres que hablan Changana y crecen hasta los cinco años hablando en Changana», dijo Helena Joaquim Arguenha, su maestra de la escuela primaria Mitilene en el distrito rural de Manhica, a unos 80 kilómetros de Maputo.

 

Es muy importante que los niños aprendan en su lengua materna porque abre al niño para aprender más, comentó la maestra.

Arguenha ha enseñado en la escuela pública durante seis años, pero solo el año pasado comenzó a enseñar en Changana como parte de un proyecto de Alimentos para el Conocimiento (FFK) financiado por la ayuda de los EE. UU. Y el grupo de acción local ADPP Mozambique.

Casi todas las enseñanzas en Mozambique están en portugués, un legado de la era colonial del país antes de la independencia en 1975, pero la mayoría de los mozambiqueños hablan uno de más de 40 idiomas locales.

En la clase de Arguenha, solo un niño hablaba portugués a comienzos de año.

Pero hablando en Changana, la comunicación entre el profesor y los alumnos es rápida y animada, con los niños levantando las manos para responder preguntas.

Foto: AFP

 

En Changana los estudiantes son más creativos, entienden mejor y no son tímidos. Hablan libremente, se expresan, dijo Arguenha.

 

«Cuando está en portugués son muy tímidos, tienen miedo de hablar y esconderse» agregó.

 

La agencia de educación de la ONU, la UNESCO, ha alentado durante mucho tiempo la enseñanza de la lengua materna en la educación primaria, con investigaciones que demuestran que es el lenguaje óptimo para la alfabetización y el aprendizaje.

Foto: AFP

En el mundo en desarrollo, los niños son más propensos a inscribirse y tener éxito en la escuela. En particular, las niñas y los niños de zonas rurales con menos exposición a un idioma dominante permanecen más tiempo en la escuela y repiten las calificaciones con menos frecuencia si aprenden en su lengua materna.

Fuente de la Noticia:

https://www.chispa.tv/relajate/ninos-estudian-en-el-suelo-piso-africa-aprender-idioma-portugues-necesidades-escuela-africa-20180716-0001.html

ove/mahv
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Lectura contra el fascismo

La historia del fascismo ofrece un sistema de alerta temprana y nos enseña que el lenguaje que opera al servicio de la violencia, la desesperación y los turbulentos paisajes del odio conlleva el potencial de resucitar los momentos más oscuros de la historia.


por Henry A. Giroux

(14 de julio de 2018, Boston, Sri Lanka Guardian ) El crítico cultural marxista Walter Benjamin sostuvo una vez que cada ascenso del fascismo es testigo de una revolución fallida. Benjamin no solo abordaba elementos de una revolución política fallida, sino también el fracaso del lenguaje, los valores, el coraje, la visión y una conciencia crítica. En medio de un momento en que un orden social más antiguo se está desmoronando y uno nuevo está luchando por definirse a sí mismo, siempre hay un momento de confusión y peligro. Hemos llegado a un momento en el que dos mundos están colisionando.

Primero, está el mundo duro y desmoronado de la globalización neoliberal y sus pasiones movilizadoras que alimentan un fascismo al estilo estadounidense. En segundo lugar, hay un movimiento contrario con su búsqueda de una nueva política que pueda repensar, reclamar e inventar una nueva comprensión del socialismo democrático, no contaminado por el capitalismo. En medio de esta lucha, nacerá un nuevo movimiento político y orden social, aunque sin garantías. Algo siniestro y horrible está sucediendo en las democracias liberales de todo el mundo. La arquitectura global de la democracia está dando paso a tiranías autoritarias. Por alarmantes que puedan ser las señales, no podemos apartar la mirada y permitir que los terrores de lo imprevisto se den rienda suelta. No podemos permitir que el poder de los sueños se convierta en pesadillas.

Es difícil imaginar un momento más urgente para desarrollar un lenguaje de crítica y posibilidad que sirva para despertar nuestros sentidos críticos e imaginativos y ayudar a liberarnos de la pesadilla tiránica que ha caído sobre los Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump. En una era de aislamiento social, desbordamiento de la información, cultura de inmediatez, consumo excesivo y violencia espectacularizada, lectura de libros críticos y otros textos representacionales junto con el pensamiento analítico siguen siendo necesarios si queremos tomar en serio la noción de que una democracia no puede existir o defenderse sin ciudadanos informados y comprometidos. Esto es especialmente cierto en un momento en que la negación se ha convertido en un pasatiempo nacional igualado solo por la creciente normalización de una de las administraciones más alarmantes que jamás haya tomado posesión de la presidencia de Estados Unidos.

Contra la indiferencia, la desesperación o la abstinencia que anestesian las órbitas privadas del ser aislado, existe la necesidad de crear esas culturas formativas que humanizan, fomentan la capacidad de escuchar a los demás, suscitan pensamientos complejos y abordan los problemas sociales. No tenemos otra opción si queremos resistir la creciente desestabilización de las instituciones democráticas, el asalto a la razón, el colapso de la distinción entre hechos y ficción, y el gusto por la brutalidad que ahora se extiende por los Estados Unidos como una plaga. Leer críticamente significa no solo aprender a leer el mundo, sino también aprender a pensar analíticamente mientras se niega a sucumbir a lo impensable. La lectura no solo es valiosa como una forma de traducción, sino que, como observa George Steiner, sigue al lenguaje como «el principal instrumento de rechazo [del pueblo] para aceptar el mundo tal como es. «La lección pedagógica aquí es que el fascismo comienza con palabras odiosas, la demonización de otros considerados desechables, y pasa a un ataque a las ideas, la quema de libros, la desaparición de intelectuales y el surgimiento del estado carcelario y los horrores de la detención cárceles y campos Como Jon Nixon sugiere , leer como una forma de «educación crítica» nos proporciona un espacio protegido dentro del cual pensar en contra de la opinión recibida: un espacio para cuestionar y desafiar, para imaginar el mundo desde diferentes puntos de vista y perspectivas, para reflexionar sobre nosotros mismos en relación a otros y, al hacerlo, entender lo que significa «asumir responsabilidades». Leer a contrapelo ofrece oportunidades para que las personas salgan de sus propias experiencias en un momento en que la ideología neoliberal no solo limita nuestra imaginación, sino que también encarcela a ellos en órbitas casi impenetrables de interés propio e hiperindividualismo.


En una época en que la memoria está bajo ataque, la lectura crítica se convierte en una fuente de esperanza y una herramienta de resistencia .


La presidencia de Trump puede ser solo un síntoma del largo declive de la democracia liberal en Estados Unidos, pero su presencia significa uno de los mayores desafíos, si no peligros, que el país ha enfrentado en más de un siglo. Una cultura formativa de mentiras, ignorancia, corrupción y violencia ahora está impulsada por una serie de ortodoxias que configuran la vida estadounidense, incluyendo el conservadurismo social, el fundamentalismo de mercado, el nacionalismo apocalíptico, el extremismo religioso y el nacionalismo blanco, todos los cuales ocupan los centros de poder en el más alto niveles de gobierno. La memoria histórica y el testimonio moral han dado paso a una nostalgia en bancarrota que celebra los momentos más regresivos de la historia de los Estados Unidos.

Las fantasías del control absoluto, la limpieza racial, el militarismo desenfrenado y la lucha de clases están en el corazón de un orden social estadounidense que se ha vuelto letal. Este es un orden social distópico marcado por palabras huecas, una imaginación pillada de cualquier significado sustantivo, limpia de compasión y utilizada para legitimar la noción de que los mundos alternativos son imposibles de entretener. Lo que estamos presenciando es un abandono de las instituciones y valores democráticos y un ataque a gran escala contra la disidencia, el razonamiento reflexivo y la imaginación radical. Trump ha degradado la oficina del presidente y ha elevado el ethos de corrupción política, hipermasculinidad y mentir a un nivel que deja a muchas personas entumecidas y exhaustas. Él ha normalizado lo impensable, legitimado lo inexcusable y defendido lo indefendible. Bajo tales circunstancias,glorificación de soluciones agresivas y violentas a problemas sociales complejos «.

La historia del fascismo ofrece un sistema de alerta temprana y nos enseña que el lenguaje que opera al servicio de la violencia, la desesperación y los turbulentos paisajes del odio conlleva el potencial de resucitar los momentos más oscuros de la historia. Erosiona nuestra humanidad y hace que muchas personas se adormezcan y callen frente a ideologías y prácticas que imitan y legitiman actos horrendos y atroces. Este es un lenguaje que elimina el espacio de la pluralidad, glorifica los muros y las fronteras, odia las diferencias que no imitan a una esfera pública blanca y hace que las poblaciones vulnerables, incluso los niños pequeños, sean superfluas como seres humanos. El lenguaje de Trump, como el que caracterizó a los regímenes fascistas más antiguos, mutila la política contemporánea, desdeña la empatía y la crítica moral y política seria, y hace que sea más difícil criticar las relaciones de poder dominantes. Su lenguaje tóxico también alimenta la retórica de la guerra, una masculinidad súper cargada, antiintelectualismo y una resurgente supremacía blanca. Pero no es solo suyo. Es el lenguaje de un naciente fascismo que se ha venido gestando en los Estados Unidos por algún tiempo. Es un lenguaje que se siente cómodo viendo el mundo como una zona de combate, un mundo que existe para ser saqueado, que considera a los que se consideran diferentes por su raza, etnia, religión u orientación sexual como una amenaza que debe temerse, si no eliminarse. . Cuando Trump usa la retórica tóxica de «animales», «infestar» y «alimañas», está haciendo más que utilizar epítetos desagradables; también está materializando ese discurso en políticas que arrancan a los niños de los brazos de sus madres, ponen a los niños pequeños en jaulas, y Su lenguaje tóxico también alimenta la retórica de la guerra, una masculinidad súper cargada, antiintelectualismo y una resurgente supremacía blanca. Pero no es solo suyo. Es el lenguaje de un naciente fascismo que se ha venido gestando en los Estados Unidos por algún tiempo. Es un lenguaje que se siente cómodo viendo el mundo como una zona de combate, un mundo que existe para ser saqueado, que considera a los que se consideran diferentes por su raza, etnia, religión u orientación sexual como una amenaza que debe temerse, si no eliminarse. . Cuando Trump usa la retórica tóxica de «animales», «infestar» y «alimañas», está haciendo más que utilizar epítetos desagradables; también está materializando ese discurso en políticas que arrancan a los niños de los brazos de sus madres, ponen a los niños pequeños en jaulas, y Su lenguaje tóxico también alimenta la retórica de la guerra, una masculinidad súper cargada, antiintelectualismo y una resurgente supremacía blanca. Pero no es solo suyo. Es el lenguaje de un naciente fascismo que se ha venido gestando en los Estados Unidos por algún tiempo. Es un lenguaje que se siente cómodo viendo el mundo como una zona de combate, un mundo que existe para ser saqueado, que considera a los que se consideran diferentes por su raza, etnia, religión u orientación sexual como una amenaza que debe temerse, si no eliminarse. . Cuando Trump usa la retórica tóxica de «animales», «infestar» y «alimañas», está haciendo más que utilizar epítetos desagradables; también está materializando ese discurso en políticas que arrancan a los niños de los brazos de sus madres, ponen a los niños pequeños en jaulas, y antiintelectualismo y una resurgente supremacía blanca. Pero no es solo suyo. Es el lenguaje de un naciente fascismo que se ha venido gestando en los Estados Unidos por algún tiempo. Es un lenguaje que se siente cómodo viendo el mundo como una zona de combate, un mundo que existe para ser saqueado, que considera a los que se consideran diferentes por su raza, etnia, religión u orientación sexual como una amenaza que debe temerse, si no eliminarse. . Cuando Trump usa la retórica tóxica de «animales», «infestar» y «alimañas», está haciendo más que utilizar epítetos desagradables; también está materializando ese discurso en políticas que arrancan a los niños de los brazos de sus madres, ponen a los niños pequeños en jaulas, y antiintelectualismo y una resurgente supremacía blanca. Pero no es solo suyo. Es el lenguaje de un naciente fascismo que se ha venido gestando en los Estados Unidos por algún tiempo. Es un lenguaje que se siente cómodo viendo el mundo como una zona de combate, un mundo que existe para ser saqueado, que considera a los que se consideran diferentes por su raza, etnia, religión u orientación sexual como una amenaza que debe temerse, si no eliminarse. . Cuando Trump usa la retórica tóxica de «animales», «infestar» y «alimañas», está haciendo más que utilizar epítetos desagradables; también está materializando ese discurso en políticas que arrancan a los niños de los brazos de sus madres, ponen a los niños pequeños en jaulas, y Es un lenguaje que se siente cómodo viendo el mundo como una zona de combate, un mundo que existe para ser saqueado, que considera a los que se consideran diferentes por su raza, etnia, religión u orientación sexual como una amenaza que debe temerse, si no eliminarse. . Cuando Trump usa la retórica tóxica de «animales», «infestar» y «alimañas», está haciendo más que utilizar epítetos desagradables; también está materializando ese discurso en políticas que arrancan a los niños de los brazos de sus madres, ponen a los niños pequeños en jaulas, y Es un lenguaje que se siente cómodo viendo el mundo como una zona de combate, un mundo que existe para ser saqueado, que considera a los que se consideran diferentes por su raza, etnia, religión u orientación sexual como una amenaza que debe temerse, si no eliminarse. . Cuando Trump usa la retórica tóxica de «animales», «infestar» y «alimañas», está haciendo más que utilizar epítetos desagradables; también está materializando ese discurso en políticas que arrancan a los niños de los brazos de sus madres, ponen a los niños pequeños en jaulas, y fuerza a niños tan pequeños como uno  a presentarse ante los jueces de inmigración.

Y aunque no existe un espejo perfecto, cada vez es más difícil para muchas personas reconocer cómo los «elementos cristalizados» del totalitarismo han surgido en nuevas formas en la forma de un fascismo al estilo estadounidense. En parte, esto puede deberse a que la historia ya no se trata con seriedad, especialmente en un momento en que la necesidad de placer instantáneo y el lenguaje de los tweets anulan la disciplina necesaria y el placer potencial que conlleva la desaceleración del tiempo y el arduo trabajo imaginativo contemplación. Además, como observa Leon Wieseltier , vivimos en una era en la que «las palabras no pueden esperar por pensamientos [y] la paciencia es … una responsabilidad». En una era de gratificación instantánea, la historia se ha convertido en una carga para ser tratada como una reliquia descartada que ya no merece respeto. El pasado ahora es demasiado desagradable de contemplar o es delegado al abismo de la ignorancia voluntaria y consignado al agujero de la memoria. Por atemorizante y aparentemente imposible en una democracia liberal, ni la historia ni el fantasma del fascismo pueden ser descartados porque Trump no ha creado campos de concentración ni diseñado planes para actos genocidas, aunque ha enjaulado a niños y les ha negado la inmunidad. a sus países, enfrentan una muerte casi segura. El fascismo no es una reliquia del pasado o un sistema político e ideológico fijo.


Leer el mundo de manera crítica es la condición previa para intervenir en el mundo.


Renombrado historiador de la Alemania moderna Richard Evans observa que la administración Trump puede no replicar todas las características de Alemania e Italia en la década de 1930, pero el legado del fascismo es importante porque se hace eco de una peligrosa «advertencia de la historia» que no puede descartarse. El fascismo no es estático y los elementos proteicos del fascismo siempre corren el riesgo de cristalizarse en nuevas formas. Los fantasmas del fascismo deberían aterrorizarnos, pero lo más importante es que los horrores del pasado deberían educarnos e infundirnos un espíritu de justicia cívica y coraje colectivo en la lucha por una democracia sustantiva e inclusiva. La conciencia histórica es una herramienta crucial para desentrañar las capas de significado, sufrimiento, búsqueda de comunidad, la superación de la desesperación y el impulso del cambio dramático, por desagradable que pueda ser a veces. Ningún acto del pasado puede ser considerado demasiado horrible u horrible para contemplar si vamos a ampliar el alcance de nuestra imaginación y el alcance de la justicia social, lo que nos puede impedir mirar hacia otro lado, indiferentes al sufrimiento que nos rodea. Esto sugiere la necesidad de repensar la importancia de la memoria histórica, la alfabetización cívica y la importancia de la lectura como un acto crítico central para un sentido de agencia informado y crítico. En lugar de descartar la idea de que los principios organizadores y los elementos fluctuantes del fascismo todavía están con nosotros, una respuesta más apropiada al ascenso de Trump al poder es plantear preguntas sobre qué elementos de su gobierno señalan el surgimiento de un fascismo adecuado a un estilo contemporáneo y distintivo Paisaje político, económico y cultural de los Estados Unidos

En una época en que la memoria está bajo ataque, la lectura crítica se convierte en una fuente de esperanza y una herramienta de resistencia. Leer críticamente es fundamental para conectar el pasado con el presente y para ver el presente como una ventana a esos horrores del pasado que nunca deben repetirse. Estados Unidos se está hundiendo en el abismo del fascismo. Las señales nos rodean, y no podemos darnos el lujo de ignorarlas. Una lectura crítica de la historia nos proporciona un recurso vital que ayuda a informar el fundamento ético de la resistencia, un antídoto contra la política de desinformación, división, desviación y fragmentación de Trump. La memoria como forma de conciencia crítica es crucial para desarrollar una forma de responsabilidad histórica y social para contrarrestar una ignorancia voluntaria que refuerza la  pesadilla estadounidense.. En la cara de esta pesadilla, pensar y juzgar debe estar conectado a nuestras acciones.

Vivimos en un momento en que la corrupción del discurso se ha convertido en una característica definitoria de la política, reforzada en gran medida por una administración y un aparato de medios conservadores que no solo miente, sino que también trabaja arduamente para eliminar la distinción entre fantasía y realidad. Como ha argumentado Hannah Arendt, aquí se trata la creación de modos de agencia que son cómplices de los modos de gobierno fascistas. Ella escribe en  The Origins of Totalitarianism : «El sujeto ideal del régimen totalitario no es el convencido nazi o el comunista convencido, sino personas para quienes la distinción entre hechos y ficción (es decir, la realidad de la experiencia) y la distinción entre verdadero y falso (es decir, los estándares de pensamiento) ya no existe «.

El terror de lo imprevisto se vuelve ominoso cuando la historia se utiliza para ocultar el pasado en lugar de iluminarlo, cuando resulta difícil traducir los asuntos privados en consideraciones sistémicas más amplias, y las personas se dejan seducir y atrapar en espectáculos de violencia, crueldad y impulsos autoritarios. Leer el mundo de manera crítica es la condición previa para intervenir en el mundo. Es por eso que la lectura crítica y la lectura crítica son tan peligrosas para Trump, sus acólitos y aquellos que odian la democracia. La democracia solo puede sobrevivir con un público atento al poder del lenguaje, la lectura y los libros y textos que importan. Solo puede sobrevivir cuando nos negamos a emplear el poder para pensar lo contrario con el fin de actuar de otra manera.

La crisis del neoliberalismo -con su ruina financiera para millones, su eliminación del estado de bienestar, su desregulación del poder corporativo, su racismo desenfrenado y su militarización de la sociedad- debe ir acompañada de una crisis de ideas, que abraza la memoria histórica. rechaza la normalización de los principios fascistas y abre un espacio para imaginar que los mundos alternativos pueden surgir. Mientras que la corrosión a largo plazo de la política y el fascismo emergente en los Estados Unidos no terminará simplemente aprendiendo a leer críticamente, los espacios abiertos por la lectura crítica crean un baluarte contra el cinismo y fomentan una noción de esperanza que puede traducirse en formas de resistencia colectiva Es por eso que leer y pensar críticamente es tan peligroso y tan necesario.

Una versión anterior de este artículo aparece en  The Seminary Co-op . 

Fuente: https://www.slguardian.org/reading-against-fascism/

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