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Universidades rusas se preparan para cualquier escenario, incluso el virtual

Europa/ Rusia/ 26.05.2020/ Fuente: www.lavanguardia.com.

 

– Las universidades rusas se preparan para iniciar el próximo curso académico el 1 de septiembre bajo cualquier escenario, ya que aún falta por definir cómo hacerlo debido al coronavirus. Por ello muchas se plantean la posibilidad de impartir clases en línea.

El ministro de Educación de Rusia, Valeri Falkov, ha dicho que el periodo de admisión de documentos para programas de máster comenzará en junio y el de las licenciaturas en julio, y que con ese calendario las universidades podrán iniciar el año académico el 1 de septiembre, una tradición que se mantiene desde hace décadas.

TODO DEPENDERÁ DE LA SITUACIÓN EPIDEMIOLÓGICA

Eso sí, las autoridades no han decidido aún en qué formato se iniciará el nuevo curso y Falkov aclaró que esta cuestión se abordará más adelante, ya que dependerá de la situación epidémica.

«Espero que las clases comiencen el 1 de septiembre, aunque el futuro, posiblemente, será de los formatos mixtos», es decir presencial y en línea, señaló a Efe la vicerrectora de la Escuela Superior de Economía de Rusia, con sede en Moscú, Valeria Kasamara.

Las universidades se pasaron el 16 de marzo a las clases virtuales debido a la propagación del coronavirus, una verdadera «prueba de estrés» para éstas, porque no estaban preparadas del todo, dijo Falkov, aunque ello aceleró «los planes de implantación de nuevas tecnologías y la educación en línea», explicó Kasamara.

El estudiante Li Ziyang se licencia este año en Lingüística en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos (URAP) y el 2 de junio defenderá su proyecto de fin de curso desde China de forma remota.

«Es verdad que ha sido algo muy difícil para nosotros y para los profesores. Primero porque nunca habíamos vivido algo parecido (…)», señaló por teléfono a Efe.

Aún así cree que «la educación a distancia estará muy pronto de moda y todos tendremos que estudiar así y por mucho tiempo».

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha señalado que las tecnologías abren grandes posibilidades, pero no pueden sustituir la comunicación presencial entre un docente y un alumno.

«Los rumores y especulaciones de que la educación a distancia sustituirá por completo la presencial, provocando el cierre de escuelas y universidades tradicionales, son una burda provocación», ha recalcado.

RETICENCIAS ENTRE PROFESORES Y ALUMNOS

Según un estudio de la Universidad RANEPA, especializada en economía y política pública, los docentes «están preparados para adoptar las formas virtuales de enseñanza, pero psicológicamente rechazan una ruptura tan abrupta con la forma presencial.

La argentina Victoria, estudiante de primer curso en la Universidad Estatal Lingüística de Moscú, las clases en línea son buenas «pero hacen que te distraigas más».

«No es lo mismo, por supuesto, una clase virtual que una presencial», explicó a Efe.

Por su parte, el estudiante de doctorado en el Instituto de Aviación de Moscú, el mexicano Aaron, que lleva casi seis años viviendo en Rusia, sostuvo que algunas materias donde «hay que tener contacto con la maquinaria y el material didáctico» no podrán ser impartidas de manera virtual.

«Las prácticas están en el plan de estudios y veo muy poco probable que eso se pueda adaptar a las clases en línea», consideró.

LAS UNIVERSIDADES, PREPARADAS PARA CUALQUIER ESCENARIO

En Moscú, epicentro de la epidemia en Rusia, el alcalde, Serguéi Sobianin, espera que para el 1 de septiembre la situación epidemiológica permita iniciar el nuevo año académico, pero hoy por hoy no se atreve a confirmarlo.

En la Universidad Estatal de Moscú (MGU), la más antigua y una de las más prestigiosas en este país, afirmaron a Efe estar preparados para adaptarse a cualquier circunstancia.

«Estamos preparados para un posible año académico virtual», dijo el vicerrector Yuri Mazer.

El representante de la MGU reconoció ciertas dificultades relacionadas con asignaturas que «son muy difíciles de impartir en línea», pero confió en poder cumplir «la totalidad del programa para que la calidad de los estudios no se vea afectada de ninguna forma».

También RANEPA «se está preparando para todos los escenarios del comienzo del año académico, indicó el vicerrector, Maxim Nazarov.

ESTUDIANTES EXTRANJEROS

El coronavirus ha generado no solo incertidumbre entre los alumnos ya matriculados en las universidades rusas, sino también entre los extranjeros que quisieran estudiar en Rusia, dado que hoy por hoy no hay vuelos y los centros de educación superior tienen que adaptarse a esta circunstancia para poder seguir atrayendo alumnos de fuera.

En la MGU, donde estudian más de 10.000 alumnos extranjeros, también de España y países de América Latina, los exámenes de admisión, incluidos los de los estudiantes de fuera, se harán este año de forma virtual y la jornada de puertas abiertas se celebrará el próximo día 31 de mayo de forma telemática, según Mazer.

El rector, Víktor Sadovnichi, ha propuesto a Putin que se relajasen este año los procedimientos de admisión para los estudiantes extranjeros por el coronavirus, como lo hace EEUU, si bien se ha mostrado convencido de que no habrá menos alumnos de fuera de Rusia que otros años.

En la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos de Moscú (RUDN), que cuenta con más de 9.000 estudiantes extranjeros de 158 países, las principales clases preparatorias estarán disponibles en línea, lo que significa que «los extranjeros podrán empezar los estudios antes de llegar a Moscú», señaló a Efe.

Todos los documentos de los solicitantes extranjeros serán aceptados de forma remota hasta el 28 de septiembre.

Larisa Taradina, directora de RANEPA para Educación y Cooperación Internacional, indicó que en esta universidad estudian más de 3.000 extranjeros de 76 países, de los que cerca de la mitad regresó a sus países de origen y el resto permanece en las residencias de la institución, pero todos continúan «con sus estudios a distancia».

«En la situación actual los estudiantes extranjeros necesitan mucho más apoyo que antes, por lo que todos los servicios internacionales de la Universidad son muy activos y ayudan a los estudiantes a resolver todos los problemas que surgen», indicó. EFE

Fuente de la noticia: https://www.lavanguardia.com/vida/20200522/481321159580/universidades-rusas-se-preparan-para-cualquier-escenario-incluso-el-virtual.html

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Entre la absoluta desprotección y el abandono

Por: Guillermo Castillo Ramírez.

Para Balderrama, pensando que el mundo puede ser un sitios más justo e incluyente…

De acuerdo con estimaciones recientes de la Organización Mundial de la Salud, Estados Unidos se ha vuelto el centro de la pandemia a nivel mundial (con casi 600 mil infectados y más de 24 mil muertes). Y, según el sitio de noticias Democracy Now y en el contexto de que Nueva York es la zona más afectada por contagios y muertes, dentro de los grupos más afectados están los latinos y los afroamericanos. Esto es debido a tres grandes procesos: (1) por un lado, a la gran capacidad de contagio del virus (lo que explica amplia dispersión en EU y el mundo); (2) pero, en el caso de EU, a esto se ha sumado también el estructural y crónico deterioro, reducción y privatización de los sistemas de salud de estadounidenses, derivado de décadas de las políticas neoliberales y del libre mercado; finalmente, y como a la ha documentado Democracy Now y el New York Times, a la respuesta tardía, errática e ineficiente del gobierno de EU (caracterizada por la negligente e indiferente actitud del presidente norteamericano frente a la gran mayoría de la población).

EU es, además, desde hace décadas, uno de los países del norte global con mayor número de migrantes regulares e irregulares a nivel mundial. Los migrantes irregulares se cuentan por millones y juegan un papel clave en diversos nichos productivos de la economía de ese país, desde la agricultura, la construcción, la manufactura, hasta el sector de servicios (turismo, actividades de limpieza, tiendas, etc.). Estos migrantes no sólo fungen como fuerza de trabajo barata, flexible y altamente precarizada, sino que, al carecer de prestaciones y estar mal pagados y explotados, además incrementan notoriamente las ganancias de las empresas.

Desde años atrás, y en el marco del actual gobierno de EU, estos migrantes irregulares ya padecían una seria de procesos de violencia y exclusión (criminalización, redadas masivas, deportaciones, separación familiar y discursos y prácticas racistas), tanto por parte de instituciones gubernamentales, como de grupos nativistas xenófobos. Ahora, con la contingencia del COVID 19, su situación se ha vuelto a un más precaria en varios niveles [1].

  1. Por un lado, y como lo ha reportado La Jornada, al carecer de documentos migratorios y tener condiciones laborales parciales e incompletas, la mayoría de los migrantes irregulares (centenas de miles) no cuenta con acceso a servicios de salud y, en el contexto actual, están imposibilitados por recibir atención médica [2].
  2. Por otra parte, y en el marco de las medidas para contener la pandemia, periodistas de La Jornada han dado cuenta de cómo el proceso de aislamiento social y de suspensión de las actividades económicas significa la suspensión laboral temporal de millones de estos migrantes indocumentados. Especialmente afectados son aquellos que trabajan en actividades de construcción, manufactura, y servicios [3]. Ahora se han quedado sin el sustento con el que sobreviven.
  3. En cambio, hay otras centenas de miles de estos migrantes que realizan trabajos considerados “esenciales” y que están en clara situación de riesgo y exposición al contagio del COVID 19. Son los dedicados a las labores de jornaleros agrícolas (que son casi 2.5 millones), o los que trabajan en servicios de mensajería o de limpieza de sectores clave (hospitales, tiendas de víveres, etc.) [4]. Estos trabajadores están en una aguda indefensión frente al virus, no sólo porque siguen expuestos a contraerlo, sino porque además no tienen acceso a servicios médicos.
  4. Asimismo, el impacto de esta pandemia en EU tendrá efectos negativos y de larga recuperación para mucha gente y, en especial, para la población migrante [5]. Como resultado de la recesión económica que se avecina sobre el mundo y EU en particular, habrá contracción del mercado laboral y miles de estos migrantes irregulares perderán sus trabajos de manera definitiva, con lo que se incrementará más su situación de exclusión y vulnerabilidad socioeconómica.

Ahora, como antes de la pandemia, los migrantes indocumentados son de los grupos excluidos y olvidados.

Notas:

[1] https://www.jornada.com.mx/2020/04/11/mundo/024n1mun

[2] https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/04/11/migrantes-entre-las-mayores-victimas-del-covid-19-en-eu-9783.html

[3] https://www.jornada.com.mx/2020/04/11/mundo/024n1mun

[4] https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/04/11/migrantes-entre-las-mayores-victimas-del-covid-19-en-eu-9783.html

[5] https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/04/11/migrantes-entre-las-mayores-victimas-del-covid-19-en-eu-9783.html

Fuente del artículo: https://rebelion.org/entre-la-absoluta-desproteccion-y-el-abandono/
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México: López Obrador envía pésame a víctimas de tiroteo en Torreón

América del Norte/ México/ 13.01.2020/ Fuente: mundo.sputniknews.com.

 

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lamentó un tiroteo ocurrido en un colegio privado de Torreón, en el norteño estado de Coahuila, donde un alumno de 11 años de edad asesinó a su maestra, hirió a cinco compañeros y a otro profesor, y después se suicidó.

«Lo primero es expresar el pésame y mi abrazo a los familiares y lamento mucho que estas cosas se den en nuestro país», dijo el jefe del Ejecutivo a periodistas en Ciudad Juárez, Chihuahua, fronteriza con EEUU.

Al final de una reunión con empresarios manufactureros y exportadores, López Obrador instó a las autoridades y a los padres de familia a poner atención a los niños y jóvenes, además de brindarles más oportunidades y evitar la desintegración familiar.»Todo esto debe llevarnos a seguir trabajando por la integración de las familias, por el fortalecimiento de los valores morales, espirituales», agregó el gobernante federal.

El gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, y el alcalde de Torreón, Jorge Zermeño, dijeron que las primeras pesquisas indican que el menor habría sido influenciado por un videojuego.

«Tenemos que atender a los niños y los jóvenes, no darles la espalda, hace falta mucha atención al interior de nuestras familias», puntualizó el presidente.

El menor de sexto grado escolar portaba dos armas cortas al momento del ataque, según el alcalde de la ciudad donde viven más de 700.000 habitantes.

El alcalde detalló que, por la vestimenta del alumno, habría estado influenciado por el videojuego «Natural Selection» de 2002, que reproduce la masacre de Columbine, Colorado, EEUU, cometida en abril de 1999, cuando dos alumnos mataron a 13 compañeros e hirieron a 24 personas más antes de suicidarse.El alcalde señaló que el menor atacante, «vivía con su abuela, donde al parecer los padres no lo atendían».

Testimonios de padres de familia a medios locales describen al menor como «melancólico pero no violento».

«El niño dijo a sus compañeros que era el día que ya se iba a ir», relató al noticiario radiofónico Imagen Humberto Barbachano, padre de un compañero de clases del niño agresor.

El ataque fue contra la maestra de inglés y el profesor herido impartía educación física, en la institución donde acuden alumnos de clase media alta.

Fuente de la noticia: https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202001111090101484-lopez-obrador-envia-pesame-a-victimas-de-tiroteo-en-torreon/

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Guatemala, entre el neomilitarismo y un proceso Constituyente Plurinacional

Por: Ollantay Itzamná

En una coyuntura electoral nacional bastante “atípica” y apática se “filtró” información sobre la solicitud que hiciese el actual Presidente de la República de Guatemala al gobierno norteamericano para la “ampliación de la presencia militar humanitaria de los EEUU en el territorio de Guatemala”. Sí, así como lo lee: un gobierno soberano pidiendo intervención militar extranjera en su pequeño territorio.

En los hechos, el intervencionismo violento norteamericano en Guatemala, posterior al golpe militar de 1954, jamás cesó. A partir de 1978 la intervención militar sustituyó el uso del camuflaje por el esmoquin. El soberano en Guatemala siguió siendo la Embajada norteamericana.

Esta solicitud vergonzosa resume, en buena medida, la trágica situación en la que se encuentra el aparente Estado y sociedad guatemalteca. No hay autoridad, no existe sentido de comunidad política imagina en la socidad. La ilegalidad se impuso sobre la deficitaria legalidad en administración pública y en la vida cotidiana. La macro economía funciona a “control remoto”, oxigenado por frescos y millonarios narcodólares que circulan libremente en el país, mientras 7 de cada 10 guatemaltecos sobrevive en el hilo del empobrecimiento. Guatemala, como país y como Estado está quebrado. Y esto no se compone con un rito electoral. Lo sabe su Presidente (el mejor pagado de Latinoamérica).

Partidos políticos envejecidos y víctimas de sus miedos

Lo dantesco de esta trágica estampa guatemalteca no es tanto la renovada presencia militar humanitaria gringa, ni la desigualdad socioeconómica que asesina a millones de sus niños, sino la “natural” complicidad de los partidos políticos de derecha e izquierda que se niegan a plantear/debatir abiertamente la urgente necesidad de un proceso de Asamblea Constituyente ampliado para consensuar nuevas reglas de convivencia, y un nuevo proyecto de país y de Estado.

Los candidatos políticos de derecha e izquierda saben que el bicentenario Estado nación jamás pudo ser, y ahora, padece una enfermedad terminal (fruto de sus contradicciones internas). También saben que la solución es un nuevo Contrato Social Plurinacional. Pero, presos de sus miedos y síndromes de autoderrota se resisten a suministrar la medicina necesaria que requiere el país.

En la reciente memoria colectiva de los pueblos de Guatemala aún está presente las dolorosas consecuencias de la opción militar. Fueron cerca de 200 mil vidas asesinadas/desaparecidas en 36 años del conflicto armado interno promovido y financiado por el gobierno norteamericano. Terrible historia que convirtió a esta Guatemala promisoria y rica en el país más desnutrido y empobrecido de América Latina.

Indígenas y campesinos impulsan proceso Constituyente Plurinacional

En esta larga oscuridad radiante en ausencia de ideas, se posiciona un nuevo actor sociopolítico popular y plurinacional. Es el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), uno de los 21 partidos políticos que participa en la contienda electoral del próximo 16 de junio para elegir Presidente y Vicepresidente, 160 diputados, 340 corporaciones municipales y 20 diputados al Parlamento Centroamericano.

El MLP, cuya candidata a la presidencia es Thelma Cabrera, indígena maya mam, plantea e impulsa un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional para debatir y consensuar una nueva Constitución Política, un nuevo Estado Plurinacional.

Esta organización política, que fue creado y se asume como instrumento político de los pueblos, recoge y canaliza las postergadas demandas de los cuatro pueblos. No sólo expone y propone los contenidos para la nueva Constitución Política Plurinacional, resumido en 14 temas, sino también plantea la metodología y modalidad de cómo avanzar hacia el proceso constituyente plurinacional.

En la crítica coyuntura electoral de Guatemala, que oficialmente clama por mayor intervención militar norteamericano, el MLP se constituye en la única alternativa electoral que puede prevenir a este país de raíces milenarias de otro ciclo cruento de militarismo sanguinario.

El MLP plantea que su objetivo final “no es ganar las elecciones”, sino acelerar y posibilitar un proceso de Asamblea Constituyente y revisar los contratos de privatización de los bienes y servicios. Además, con su novedosa modalidad de hacer campaña electoral austera, su programa de gobierno de cambios estructurales, y con su narrativa ética sin precedentes ya está aportando a la democratización de la democracia guatemalteca tan afín al camuflaje y bayonetas militares

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La Modernidad y el Robo de la Consciencias Históricas de los Oprimidos

Por: Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo

INTRODUCCIÓN

Recientemente en una manifestación antichavista en Venezuela marchaba un hombre con apariencia humilde con su hijo sobre los hombros vestido de capitán América, el manifestante cargaba un letrero que decía “Capitán América, nuestro futuro depende de usted”. La imagen del oprimido manifestándose con las imágenes construidas por el opresor puede ser una excelente alusión al tema de la presente comunicación “La Modernidad y el robo de la conciencia histórica del oprimido”.

El oprimido solicitando

La intervención del opresor.

Muchos otros representantes de la derecha neoliberal en América Latina, que es el territorio del planeta que más intervenciones de EUA ha sufrido a lo largo de su historia, marchan cargando los símbolos del imperialismo cultural norteamericano; estatuas de la libertad, personajes de películas, héroes míticos de las pantallas, etcétera.

En rededor de este tema hay muchas preguntas para orientar el análisis ¿Cargarían los oprimidos los estandartes de su opresión si tuviesen conciencia de que trabajan para sus opresores? ¿Es la actitud abyecta una opción consciente de los oprimidos, o se llega a ese estado a partir de la anulación de la capacidad crítica sincrónica con la incapacidad de reconocer a su verdadero enemigo histórico?

En el presente trabajo abordaremos el proceso el robo de la consciencia histórica de los oprimidos a lo largo del proceso histórico que denominamos modernidad. Abordaremos en primer lugar la propia definición de modernidad y luego algunas de sus características con énfasis en el robo de la memoria histórica.

DESARROLLO

Creemos que, en primer lugar, la participación de las construcciones culturales e ideológicas de la dominación como actores en procesos sociales de contrarrevolución no es casual, es parte del proceso de la penetración ideológica del poder del capitalismo en la aniquilada consciencia de los explotados. Según expresa el articulista:

(…), el mensaje del cartel «Capitán América, mi futuro depende de ti» nos produce inquietud, zozobra, lástima, repugnancia. Y es que revela el efecto tan hondo y devastador de la maquinaria de dominación cultural sobre la subjetividad de la gente. Si ese hombre de pueblo (digamos que es eso: un hombre de pueblo) decidió hacer un doble llamado al Capitán América, por vía del disfraz de su hijo y del cartel, es un ejemplo digno de estudio.[1]

Planteamos como hipótesis de este trabajo el hecho de que esta abyección ha tenido un proceso de construcción histórica a lo largo de todo el período conocido como modernidad.

De la modernidad se ha dicho mucho. Pretendemos desarrollar un acercamiento a ella desde una dimensión que se nos presenta muy atractiva, esto es: la modernidad pensada como el robo sistemático de la consciencia histórica de los oprimidos con instrumentos cada vez más sugestivos subliminales e integrados a su realidad vital, y, por ende, ocultos a su propia conciencia de explotados.

Primero tendremos que detenernos necesariamente en lo que se ha denominado modernidad en sí. Sin embargo, conviene de antemano que dejemos claro que no es posible referirse a un sistema conceptual desde una postura aséptica. Todos los hombres al referirnos al mundo lo hacemos desde una plataforma de partida que condiciona la manera de ver a ese mismo mundo que pretendemos criticar. No es posible ser un observador o un analista neutro o pretender hacerlo desde la distancia pues toda distancia establece, como distancia en sí, dimensiones que dependen en sí mismas del distanciamiento.

Los marcos cognoscitivos permean nuestros modos de pensar, influyen sobre nuestros conceptos de la causalidad y guían nuestras percepciones sensoriales. En todo momento nos encontramos inmersos en un sistema cognoscitivo que organiza la forma en que conceptualizamos el mundo material a nuestro alrededor.[2] p. 25

La cita anterior reafirma lo que estamos diciendo. Nadie está fuera de la cultura, el distanciamiento cultura no existe pues estamos dentro de ella todos, todo el tiempo. Es por ello que cuando hablamos de modernidad estamos en el entendido que lo hacemos desde las posibilidades y desde las limitaciones que nuestro recorrido cultural nos autoriza. Entendamos por recorrido cultural las vivencias que llenan nuestra subjetividad y las vivencias que llenaron las subjetividades de los que nos educaron.

Para acercarnos a una definición de modernidad apelaremos desde los inicios a un universal, un proceso que emerge de incontables eventos causales y casuales como la llegada de los castellanos al Anáhuac pero que se despliega en universales irrevocables como la instalación de la cosmovisión jadeo cristiana en tierras de lo que se denominó Nuevo Mundo. Nuevo Mundo en referencia al viejo mundo, a lo que ya existía, a lo conocido.

Nuevo mundo se refiere a nosotros, que seríamos para ellos los otros, siempre nos han definido desde un supuesto epistémico. Echevarría al referirse a la modernidad lo hace desde un ya universal: “(…) la modernidad capitalista como esquema civilizatorio universal.” Porque debemos reconocer que el capitalismo nace para los otros, para incluir a los otros en su lógica. El capitalismo modernizador no es, como se ha dicho excluyente, es todo lo contrario incluyente y, además igualador. La modernidad es el pensamiento que se hegemoniza en el proceso de desarrollo del capitalismo. La modernidad reconoce al otro, reconoce la diferencia, pero ni la respeta ni la reverencia, la integra así aniquilándola.

Algunos autores defienden que nosotros a diferencia de los castellanos no reconocíamos la otredad por no tener la experiencia de ella. En este sentido Bolívar expresa que:

Los indígenas no podían percibir en el Otro una otredad o alteridad independiente. Una «soledad histórica», la falta de una «experiencia del Otro», según la explicación materialista de Octavio Paz, había mantenido incuestionada en las culturas americanas aquella profunda resistencia oriental a imaginar la posibilidad de un mundo de la vida que no fuera el suyo. La otredad que ellos veían en los españoles les parecía una variante de la mismidad o identidad de su propio Yo colectivo, y por tanto un fenómeno perfectamente reductible a ella (en la amplitud de cuya definición los rasgos de la terrenalidad, la semi-divinidad y la divinidad pertenecen a un continuum). p.25[3]

Para los autores de este trabajo la dificultad no estaba en no reconocer la otredad porque en el territorio conocido como Anáhuac existía una enorme variedad de naciones reconocidas por su lengua en primer lugar y por toda la diversidad de producción material y cultural que subyace debajo de la producción lingüística. Vivíamos rodeados de otredades de diversas dimensiones e importancia. Sin embargo, coincidimos con este autor en que no teníamos la noción de la aniquilación del otro. A las naciones Tainos que poblaban las Antillas mayores y menores, según ya hoy se conoce, las conquistaban como a palomitas por su carácter bondadoso y gentil y por su falta de experiencias en la batalla y en el asesinato del otro.

Entonces modernidad sería inclusión, igualación, aniquilación de la diferencia por el arte de incluirla en lo propio de manera violenta. Toda la historia de la modernidad es la historia de la inclusión violenta del otro en su propia lógica, digamos ya acá, una lógica que es esencialmente depredadora. Esto es, no se violenta por el amor a la violencia sino con el objetivo superior y económico de despojar. Incluir para depredar sería su objetivo. Es la maquinaria económica sometiendo a la cultura a su lógica de capitalización. En esta dirección del análisis modernizarse sería sinónimo de someterse; de ser obligadamente incluido en la lógica del otro, del incluyente.

Algunos autores intentan lanzar luces de hermandad a este proceso de sometimiento del mundo por el capital que en lo esencial estuvo lleno de crueldades e imposiciones al que identificamos con la ideología de la modernidad: “Uno de ellos es Roger Bastide (1978: 12). En vez del concepto de sincretismo, habla de una interpenetración de las civilizaciones, un proceso dinámico que continua hasta nuestros días.”[4] Citado por Silvia Marcos, p. 26.

No estamos negando la realidad objetiva de que las culturas de la modernidad y las que fueron sometidas a su lógica no hayan intercambiado en muchísimos aspectos y dimensiones de lo humano. Pero ha de reconocerse que este intercambio no se dio entre iguales pues una cultura estaba por debajo de la otra, dígase que ella no intercambió a ella se le obligó. Incluso el intercambio dura hasta nuestros días con la misma lógica que llegó porque el despojo aún no se ha detenido. La lógica depredadora del capitalismo sobre nuestro territorio es más cruenta. Tal y como expresa Michel:

El derecho que se formula como «de vida y muerte» es en realidad el derecho de hacer morir o de dejar vivir. Después de todo, era simbolizado por la espada. Y quizá haya que referir esa forma jurídica a un tipo histórico de sociedad en donde el poder se ejercía esencialmente como instancia de deducción, mecanismo de sustracción, derecho de apropiarse de una parte de las riquezas, extorsión de productos, de bienes, de servicios, de trabajo y de sangre, impuesto a los súbditos. El poder era ante todo derecho de captación: de las cosas, del tiempo, los cuerpos y finalmente la vida; culminaba en el privilegio de apoderarse de ésta para suprimirla. p.164[5]

Es claro que la Modernidad cuyo inicio lo ubican los especialistas en el año de 1492 dado que en el comienza la depredación de las culturas que se desarrollaron en lo que hoy se conoce como América Latina y el Caribe, es un proceso objetivo de dominación que venía ya antecedido por una lógica, una ética y una epistemología del despojo. Para la autora de este trabajo el despojo cultural o el epistemicidio como se le conoce es solidario y sincrónico con la aniquilación de la conciencia histórica.

Algunos elementos de interés para este análisis de lo que es la modernidad para los habitantes de estas tierras se encuentra en un documento firmado por el rey de Castilla en el año 1912 y que se conoce como “Leyes de Burgos”. En estas leyes el rey intentaba “organizar” el trato con los indios y establecer los derechos que estos tenían bajo la dominación española. Nótese que estos son derechos otorgados y reconocidos por la figura que te despoja de la libertad, del territorio, de la cultura y de las riquezas. En estas Leyes de Burgos el rey establecía que para que los indios dejaran su vida corrupta deberían tener sus casas cerca de las casas de los castellanos para que aprendieran de aquellos las costumbres cristianas. Ya el propósito mismo porta un desprecio por lo ajeno, por lo otro, por lo que no se comprende. Estas leyes de Burgos organizan el epistemicidio que hoy vemos claramente: establecen que se construyan en estos poblados, construidos por la fuerza: las encomiendas; una iglesia con una campana para llamar a los indios a orar y que se les aplicara un examen cada 15 días para ver lo que habían aprendido. Se controlaba con exámenes quincenales el avance de la hegemonía cultural, se media y evaluaba con objetividad la efectividad del trabajo ideológico.

Estas leyes evidencian que la conquista estaba acompañada de la imposición de un tipo de pensamiento que la justificaba para lo cual necesitaban borrar la memoria histórica de los pueblos, como se conoce a la par con la construcción de las igliesias se quemaron los códices.

Es por ello que defendemos la idea de que la Conciencia histórica sería, entre otros aspectos, la posibilidad real de reconocer al verdadero enemigo histórico. El pobre vestido de Capitán América sería un ser que no reconoce a su enemigo histórico y, por ende, se ubica en la trinchera de este, dispuesto a pelear sus batallas y a morir defendiendo su propio estado de explotación. En la historia humana los hombres siempre se han inventado muchísimos enemigos en función de intereses particulares y mezquinos sin percatarse que el enemigo común lucra con su falta de memoria histórica y de unidad.

No estamos diciendo acá que todo lo que la modernidad despoja en el hombre se inaugura con ella precisamente en el año 1492. El despojo, que sería como el rasgo distintivo de todas las sociedades divididas en clases sociales, tiene su historia anterior a esta fecha. La modernidad capitalista lleva al despojo a su más alta expresión, a su más desarrollada sofisticación. Es el hombre alejado de sí mismo, enemistado con su propia naturaleza, producto del despojo sistemático y sistémico; aquello que Carlos Marx denomina enajenación.

Para demostrar que el despojo ya era anterior a la modernidad podemos poner un ejemplo de ello: el despojo de la libre esencia femenina de la mujer es un despojo que acontece mucho antes de que la modernidad se establezca. Así puede leerse en el texto de Engels “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”:

Por tanto, la monogamia no aparece de ninguna manera en la historia como una reconciliación entre el hombre y la mujer, y menos aún como la forma más elevada de matrimonio. Por el contrario, entra en escena bajo la forma del esclavizamiento de un sexo por el otro, como la proclamación de un conflicto entre los sexos, desconocido hasta entonces en la prehistoria. En un viejo manuscrito inédito, redactado en 1846 por Marx y por mí, encuentro esta frase: <<La primera división del trabajo es la que se hizo entre el hombre y la mujer para la procreación de hijos>>. Y hoy puedo añadir: el primer antagonismo de clases que apareció en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en la monogamia; y la primera opresión de clases, con la del sexo femenino por el masculino[6]. p.32

Como puede verse Engel y Marx hacen una aguda y fundamentada crítica a la dominación de la mujer, esto es al patriarcado, que llega de la mano de la explotación de las clases y la de la mujer al unísono. A la mujer se le expropia el derecho a la felicidad sexual a la libertad de elección de la pareja precisamente por una necesidad económica de los hombres. El matrimonio monógamo llegó como transacción económica, como acuerdo entre las partes para un fin mercantil. La mujer se convirtió en moneda de cambio para aumentar o asegurar más ganancias. El matrimonio monógamo no buscaba ni mucho menos la felicidad de la mujer, sino que su estructura servía a intereses económicos muy bien definidos.

Puede decirse que el cuerpo de la mujer es expropiado sincrónicamente a la expropiación de la tierra. Al final de este texto, Engel expone en una aclaración que el matrimonio monógamo es una de las características fundamentales de lo que posteriormente se convirtió en lo que hoy denominamos modernidad. La cita exactamente expresa:

Haré notar sencillamente que Fourier consideraba ya la monogamia y la propiedad sobre la tierra como las instituciones más características de la civilización, a la cual llama una guerra de los ricos contra los pobres. También se encuentra ya en él la profunda comprensión de que, en todas las sociedades defectuosas y llenas de antagonismos, las familias individuales (les familles incohérentes) son unidades económicas[7]. p.93

La modernidad es entonces la lógica de la explotación junto a la justificación del despojo y la barbarie. En esta batalla por la dominación as primeras víctimas fueron las mujeres. Es por ello que todos los feminismos, en opinión nuestra, debe ubicar en primer lugar al enemigo histórico contra el que enfilan sus armas. Ese enemigo, en nuestra opinión, no es en ningún caso el sexo opuesto o cierto tipo de educación sino un sistema de organización de la producción del que emerge un tipo muy específico de familia y de educación social de los sexos.

El despojo de la memoria histórica que se consolidó con la modernidad se instaló de manera muy suigéneris en leyes y formas de organización. Los documentos que guardan las memorias de la “Disputa de Valladolid” pueden ser una excelente prueba de ello. En la disputa de Valladolid se enfrentaron los argumentos de Sepúlveda y de el Padre de las casas. De un lado Sepúlveda defendiendo el derecho a evangelizar por la fuerza a los conquistados y el Padre de las Casas defendiendo la idea de evangelizarlos, pero desautorizando la fuerza y la barbarie. Ambos posturas mantenían terribles identidades: en primer lugar; las ideas eran expuestas por hombres que estaban del lado de los conquistadores; luego, se nos defendía porque se nos veía incapaces de hacerlo por nuestros propios argumentos; además, no se discutía en ningún caso el derecho de los indios a que los españoles se retiraran de nuestros territorios o que se aceptaran nuestras creencias como válidas sino que en ambas posturas, como debería ser, coincidían en la necesidad de evangelizarnos; léase, dominarnos culturalmente.

Estamos entonces intentando acercarnos a una definición de modernidad que hace énfasis en su carácter negativo, en la ruptura de la continuidad del desarrollo de las culturas que somete para imponerse. En la cita anterior de Engels y Marx se exponen dos aspectos sobre los que deseamos llamar la atención; uno es el carácter disruptor de la modernidad en el sentido de despojar y el otro es la denuncia que hacen estos filósofos a la explotación de la mujer. Podemos, repitiendo una idea ya dicha pero fundamental y sin temor a equívocos, ubicar los inicios del feminismo actual en esta toma de conciencia histórica de la importancia que tuvo la dominación de la mujer para el desarrollo de las sociedades de las clases en general y del capitalismo en particular.

De manera más explícita Engels expone que:

El estadio de la producción de mercancías, con el que comienza la civilización, se distingue desde el punto de vista económico por la introducción: 1) de la moneda metálica, y con ella del capital en dinero, del interés y de la usura; 2) de los mercaderes, como clase intermediaria entre los productores; 3) de la propiedad privada de la tierra y de la hipoteca, y 4) del trabajo de los esclavos como forma dominante de la producción. La forma de familia que corresponde a la civilización y vence definitivamente con ella es la monogamia, la supremacía del hombre sobre la mujer, y la familia individual como unidad económica de la sociedad.[8] p.45

La denuncia de la acumulación del capital como forma de explotación del hombre y de la naturaleza la elaboran Marx y Engels, denunciando a la vez, el proceso de explotación de la mujer. La constitución de la familia monógama es una necesidad económica en primer lugar y despoja a la mujer de su condición de ser con dignidad para construir una identidad femenina que se solidarice con las condiciones de expropiación que ya vienen consolidándose.

El robo de la memoria histórica de las mujeres incluye esta importante dimensión de su explotación porque al desconocer la historia de la familia monógama ella desconoce las causas primerias y esenciales de la opresión entre los géneros. Esta falta de conocimientos de la historia de la dominación femenina hace que algunas feministas ubiquen a su enemigo de genero en el otro genero y no en un sistema de relaciones de explotación que ha lucrado con el robo de su cuerpo y su libertad desde sus mismos orígenes. Este es otro argumento a favor de la tesis de que no hay Modernidad sin el robo de la memoria histórica de los oprimidos (los modernizados).

Ciertamente creemos que la modernidad arrebata también la memoria histórica a algunas mujeres para que luchen sus batallas sin dañar en un ápice al sistema de dominación, en este momento, neoliberal.

En otro orden de ideas, para los clásicos del marxismo el capitalismo en su esencia explotadora al desarrollarse y conseguir sus “progresos” refina los modos de explotación, tanto de hombres como de mujeres. En otras palabras; el desarrollo de la modernidad es el desarrollo de mejores y más refinadas formas de explotación y de robo de la conciencia histórica.

Siendo la base de la civilización la explotación de una clase por otra, su desarrollo se opera en una constante contradicción. Cada progreso de la producción es al mismo tiempo un retroceso en la situación de la clase oprimida, es decir, de la inmensa mayoría. Cada beneficio para unos es por necesidad un perjuicio para otros; cada grado de emancipación conseguido por una clase es un nuevo elemento de opresión para la otra. La prueba más elocuente de esto nos la da la introducción de la maquinaria, cuyos efectos conoce hoy el mundo entero.[9] p.92

Los esclavos modernos, si es que se nos permite la frase, a diferencia de los esclavos de la edad media, compran con su raquítico salario sus propias cadenas, las actualizan y las disfrutan.

La modernidad actualiza sus formas de dominación; las crueles y las menos drásticas. Todas han de ser reconsideradas a la luz de las experiencias históricas. Puede leerse a Victoria Ocampo cuando se pregunta qué nos deja el siglo, decir:

En Chile, más allá de cualquier deseo de siglo, más allá de las intenciones políticas de blanqueo de la historia (me refiero a su neutralización), el siglo xx chileno me parece que quedará prisionero en un relato enteramente contaminado por el golpe de Estado de 1973. El golpe será el hito visible tras el que se agrupará laberínticamente el centenario. Una ordenación circular que permitirá atisbar, con una cierta nitidez, la escalada programática de los distintos tipos de violencia que han recorrido los últimos cien años.[10]

Sin embargo, para toda la América Latina este siglo deja, además, la desmemoria. A pesar de las dictaduras y los miles de desaparecidos y asesinados en este continente, aun cuando duela decirlo, los ninguneados continúan votando por los despojadores. Una nueva versión de Pinochet gobierna Brasil con la anuencia de una parte importante de humildes trabajadores que le dieron el voto. Hoy, solo algunos pocos se salvan del capital, la mayoría corre asustada a alinearse nuevamente a las órdenes de Tío Sam. Y unos trabajadores empobrecidos piden, vestidos del Capitán América, que los EUA intervengan nuevamente en nuestras tierras arrasadas. Para este continente a la alerta martiana de unirnos como la plata en las raíces de los andes deberá continuar esperando por otros aires menos agresivos.

En esa actualización de las formas de dominación, hoy los golpes de estado son blandos y el pensamiento crítico es asesinado sistemáticamente en internet. En este 2019, a diferencia de otras épocas “más tristes” y “menos entretenidas” podemos admirar la caída de las bombas en tiempo real y disfrutar del linchamiento de un presidente sentados en las primeras filas. Hoy las dictaduras tienen otros discursos y se presentan en la televisión con el mayor de los descaros. Todo ello es posible porque el capitalismo y su modernidad están dispuesto dispuestos a reciclarlo todo; el capitalismo en neoliberalismo y la modernidad en postmodernidad; menos a la memoria histórica de los oprimidos. El tiempo lineal que nos propone la modernidad aleja cada ves mas a los hombres del pasado cruel impidiendo que se reconozcan en sus antecesores. El tiempo cíclico de las culturas madres nos permitía vivir nuevamente con los ancestros reeditando la memoria imprescindible para la construcción de la identidad; el tiempo lineal de la modernidad lo imposibilita porque siempre vamos hacia delante con la ilusoria noción del desarrollo alejándonos de las costumbres y de nosotros mismos.

Además de lo dicho, la modernidad ha establecido como nunca antes un tiempo para el trabajo y un tiempo para el disfrute; y este último no es otra cosa que tiempo para olvidar. El entretenimiento de la modernidad se alienó junto con el trabajo hasta el punto que hoy en día descansar es consumir y, nunca, emanciparse. Resulta muy poco frecuente que las personas identifiquen el tiempo de descanso con un espacio de conquista de mayor desarrollo subjetivo y de conciencia histórica.

Qué son sino los nuevos y sofisticados teléfonos celulares; más que herramientas del sistema de dominación cultural que arrebata el tiempo a los dominados y con ello la conciencia de su propia explotación. Las pruebas de la importancia que tuvieron los teléfonos celulares y las redes en la definición de la victoria en las antepenúltimas, penúltimas y últimas elecciones en los EUA resultan abrumadoras y preocupantes. Los celulares no son dispositivos neutros para la comunicación humana sino herramientas que posibilitan continuar educando un pensamiento único en contra de los intereses históricos de los desposeídos. Los celulares se apoderan del tiempo en el que el explotado moderno podría leer e ir conquistando la unidad y organización que les permitan destruir definitivamente al sistema de explotación que los oprime.

Es por ello que reconocemos con desprecio que este sujeto oprimido vestido con los atuendos del Capitán América, que citamos al inicio de este trabajo, está orgullosamente peleando la guerra de su opresor porque ese mismo opresor o enemigo histórico le ha robado la conciencia histórica, la capacidad de comprender su propio estado de alienación y explotación.

¿Qué sería entonces para los autores de este trabajo la conciencia histórica? Ya hemos enumerado algunos aspectos que se consideran fundamentales en la construcción de esta respuesta. Deseamos enumerar otros: en primer término; conciencia histórica sería, poder reconocer el despojo. Poder fundamentar con hechos su propio estado de alienación y ubicar, dentro del momento histórico que le ha tocado vivir cuales son los objetivos inmediatos y mediatos de su clase social.

Estamos escribiendo esto en el entendido que al reconocer el despojo al que es sometido, el sujeto pasa solidariamente de ver su explotación individual a reconocerla en los otros como una condición de explotación colectiva. Inmediatamente pasa a concebirse como parte de una clase social con la que comparte no solo el pasado y el presente sino, además, el futuro.

El despojo debe visualizarse en todas sus dimensiones históricas, haciendo énfasis en las que consideramos fundamentales, esto es: el despojo de la tierra, el despojo del cuerpo y de la memoria histórica, el despojo de los recursos espirituales y la cultura y por último el despojo de los satisfactores.

Comprender el despojo de los satisfactores es de primera importancia. En las condiciones de explotación primarias el esclavo sufría su explotación y podía ubicar a su enemigo. Nunca, en ninguna de las sociedades anteriores al capitalismo la clase dominada, expropiada o explotaba disfrutaba su propio estado de sometimiento como ahora se hace. Al despojar al esclavo de los satisfactores naturales de su existencia humana e instalar satisfactores creados por la clase explotadora el esclavo moderno comienza a sentir placer en el acto de dominación. Disfruta la producción cultural del capitalismo cuya misión esencial es despojarlo de su conciencia de explotado y lanzarlo al disfrute de un entretenimiento absurdo que lo llena de deseos mundanos por una vida en condiciones de total indignidad.

Es en este punto en el que se comprende como es que puede un humilde hombre de pueblo salir a una manifestación y pedirle al imperialismo norteamericano que lo libera del gobierno que lo libera del imperialismo.

Ahora bien, la modernidad no ha seguido un desarrollo lineal ni mucho menos. Al ser específicamente la ideología de una sociedad de explotación dividida en clases ha sufrido los rigores de las contradicciones de esas mismas clases en todos los niveles de la vida humana. Especialmente dura ha sido la lucha de la modernidad por imponer una visión de lo social, lo humano y lo cultural que oculte precisamente esa lucha a muerte entre las clases que ya habían denunciado Carlos Marx y su amigo F. Engels.

Uno de los ejemplos que se pueden citar al respecto sería la corriente estructuralista inaugurada por Lévi Strauss y que es una escuela que se consolida en Francia en los años 50 y 60 del pasado siglo y que según Gustavo Bueno es el intento de introducir el concepto de estructura en el análisis antropológico intentando dar cuenta con ello de conceptos como clases sociales y lucha de clases.

Personalmente considero que la propuesta del estructuralismo de encontrar estructuras explicativas para los fenómenos antropológicos que pudiesen aplicarse a varias culturas y que por tanto tuviesen carácter general, sin que, además, emergieran de la base económica de las que emergían las relaciones de dominación de las sociedades que investigaban no pasó más de ser una propuesta suigéneris pero poco explicativa.

Considero mucho más sólida la propuesta marxista cuando hace un análisis de los tipos de familia y su evolución y llega a la conclusión de que la familia monógama es resultado del establecimiento de un tipo de relación económica de producción que no hubiese podido evolucionar sin introducir a la familia en la propia lógica del sistema.

La modernidad entonces, para la autora de este trabajo es un complejo sistema de pensamiento que emerge de sociedades divididas en clases y pretende, en la mayor de los casos, ocultar ese estado de explotación.

CONCLUSIONES

La modernidad es un sistema de pensamiento que nace de sociedades divididas en clases y que pretende, como objetivo fundamental, hegemonizar el estado de injusticia permanente que tal sociedad produce y reproduce.

El pensamiento moderno es un pensamiento lineal, instrumental y hegemónico que no reconoce a la lucha de clases como el factor determinante de la historia y pretende sustituir la conflictividad que se genera de su estado de explotación con los conceptos de desarrollo, eficiencia, libertad y democracia. Conceptos que por demás se le han subordinado de manera acrítica.

La modernidad es un modo de pensar que se funda fundamentalmente en la perdida de la memoria histórica de los oprimidos que terminan alabando las bondades desarrollistas de un sistema que no les da esperanzas ni a los hombres ni a la tierra que aniquila bajo sus producciones innecesarias.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Abel Prieto Jiménez. “Capitán América, mi futuro depende de ti”, el empleo por la oposición antichavista de símbolos yanquis. Cubadebate contra el terrorismo mediático. Consultado el 20042019 en http://www.cubadebate.cu/opinion/2019/04/19/capitan-america-mi-futuro-depende-de-ti-el-empleo-por-la-oposicion-antichavista-de-simbolos-yanquis/#boletin20190419
  2. Bolívar Echevarría. La modernidad de lo barroco. Biblioteca Era. 1998. Echeverría
  3. Friedrich Engels. EL ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL ESTADO. En soporte digital. PDF.
  4. Michel Foucault. HISTORI DE LA SEXUALlDAD. 1. LA VOLUNTAD DE SABER. Traducción de Ulises Guiñazú. Editorial siglo xxi editores, s.a. de e.v, México, D.F. 1977.
  5. Sylvia Marcos. Tomado de los labios: género y eros en Mesoamérica. Ediciones Abya–Yala. Quito-Ecuador. 2006.
  6. Victoria Ocampo. Mery Louisse Prattno me interrumpas, las mujeres en el ensayo latinoamericano. En soporte digital. PDF.

[1] Abel Prieto Jiménez. “Capitán América, mi futuro depende de ti”, el empleo por la oposición antichavista de símbolos yanquis. Cubadebate contra el terrorismo mediático. Consultado el 20042019 en http://www.cubadebate.cu/opinion/2019/04/19/capitan-america-mi-futuro-depende-de-ti-el-empleo-por-la-oposicion-antichavista-de-simbolos-yanquis/#boletin20190419

[2] Sylvia Marcos. Tomado de los labios: género y eros en Mesoamérica. Ediciones Abya–Yala. Quito-Ecuador. 2006.

[3] Bolívar Echevarría. La modernidad de lo barroco. Biblioteca Era. 1998. Echeverría

[4] Sylvia Marcos. Tomado de los labios: género y eros en Mesoamérica. Ediciones Abya–Yala. Quito-Ecuador. 2006.

[5] Michel Foucault. HISTORI DE LA SEXUALlDAD. 1. LA VOLUNTAD DE SABER. Traducción de Ulises Guiñazú. Editorial siglo xxi editores, s.a. de e.v, México, D.F. 1977.

[6] Friedrich Engels. EL ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL ESTADO. En soporte digital. PDF.

[7] Idem.

[8] Friedrich Engels. EL ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL ESTADO. En soporte digital. PDF.

[9] Friedrich Engels. EL ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL ESTADO. En soporte digital. PDF.

[10] Victoria Ocampo. Mery Louisse Prattno me interrumpas, las mujeres en el ensayo latinoamericano. En soporte digital. PDF.

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El socialismo norteamericano y nuestra América Latina

Por: Juan J. Paz-y-Miño Cepeda
Entre 1929 y 1933 los Estados Unidos vivieron la más grave crisis económica, que arrastró a otras naciones capitalistas. Las fórmulas liberales y tradicionales no sirvieron para solucionarla. Hasta que llegó a la presidencia el demócrata Franklin D. Roosevelt (FDR – 1933-1945) quien, contando con la asesoría de académicos de la Columbia University, inauguró el “New Deal”, un conjunto de políticas económicas cuya prioridad fue la atención a millones de desocupados y a gente en la miseria, sobre la base de generar empleo.

Los bancos fueron intervenidos para garantizar a los depositantes; las empresas industriales, vigiladas por el gobierno, debieron establecer códigos de competencia, precios, horas de negocio; fueron perseguidos los comerciantes inescrupulosos; los agricultores (previo subsidio) fueron obligados a reducir la producción; al mismo tiempo, se mantuvo la inflación sobre precios de ciertos productos; se suspendió el patrón oro; y, además, se inició un vasto plan de inversiones estatales, despertando el trabajo en obras públicas, caminos, limpieza de parques, playas, plantación de árboles, reparar, pintar, construir casas, edificios públicos, piscinas, hospitales, aeropuertos, escuelas, proyectos de riego, electrificación, empleo de jóvenes en bibliotecas, oficinas, universidades, fomento del empleo temporal, etc.

En forma inédita, se sancionó despidos de trabajadores; se introdujo la seguridad social, así como pensiones por desempleo, salud y jubilación; fueron elevados los impuestos (taxes) como el de la renta, argumentando la injusta distribución de la riqueza como parte de la crisis; pero también se dictaron leyes para garantizar salarios mínimos, elevarlos, proteger sindicatos, contratos colectivos y otros derechos laborales. En los primeros cien días, la crisis fue controlada.

El “segundo New Deal” se inició en enero de 1935, con el propósito de profundizar las reformas: el Acta sobre Seguridad Social estableció beneficios para los trabajadores retirados, seguro para los desempleados, un programa de salud general, el de bienestar para niños y el de asistencia para ancianos, que debía ser cubierto con aportes de los empresarios y los trabajadores con empleo; el fondo para el seguro de desempleo fue financiado a través de un impuesto especial cobrado compulsivamente a los patronos.

La Administración para el Progreso de los Trabajadores (WPA) también se ocupó del trabajo para los artistas: con apoyo del Teatro Federal se organizaron exhibiciones y, por primera vez, corredores y salas de los edificios públicos fueron adornados con grandes murales pintados por artistas. A fines de 1935 cerca de 20 millones de norteamericanos contaban con alguna forma de asistencia pública.

En la mentalidad norteamericana de la época, semejantes políticas significaban una ruptura con la visión liberal y, en consecuencia, el New Deal y el propio presidente Roosevelt fueron acusados de “comunistas”. Resultaba algo insólito que un presidente denunciara abiertamente “la injusta concentración del bienestar y el poder económico” en manos de una pequeña fracción de la población norteamericana. Pero FDR logró del Congreso la aprobación de un elevado impuesto sobre las rentas de los individuos y las corporaciones; y para evitar su evasión, incrementó el impuesto a las donaciones. Con razón los opositores escandalizaron en contra de lo que llamaban un “desplume a los ricos”.

Sin embargo, fueron las medidas descritas las que permitieron salir de la crisis y mejorar las condiciones de vida y trabajo de los norteamericanos que, con razón, reeligieron a Roosevelt por tres ocasiones sucesivas.

Varias de las políticas del New Deal coincidieron con lo que en América Latina intentaron los gobiernos y políticos “populistas” y reformistas de aquellos años. En Ecuador, la Revolución Juliana (1925-1931) inauguró el intervencionismo económico estatal y las políticas sociales y laborales, algo que en Chile ejecutaron, por partes y entre incidentes institucionales, tanto el gobierno de Arturo Alessandri, como las juntas militares de la joven oficialidad, en un período que va de 1920 a 1925.

En Brasil, los jóvenes militares iniciaron, en 1922, las intermitentes movilizaciones del tenentismo, que desembocaron en la revolución de 1930 y los continuados gobiernos de Getulio Vargas (1930-1934), la dictadura del Gobierno Provisional (1934-1937), el Gobierno Constitucional (1939-1945), el Estado Novo y más tarde, entre 1950-1954 como gobierno electo. Fueron momentos de un proceso que transformó al país con la modernización económica y la reforma social.

Procesos parecidos desde la década de 1920 hubo en Costa Rica, Colombia, Bolivia, El Salvador, Perú -donde apareció el APRA fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Comunista fundado por Carlos Mariátegui-; en Argentina, con la Unión Cívica Radical, se desembocó finalmente en el ascenso de Juan Domingo Perón (1946-1955); y en México, fue decisivo el papel nacionalista del gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940).

Se trató de una época histórica que se caracterizó por la lucha contra los regímenes oligárquicos, a fin de modernizar a las sociedades, pero, ante todo, promocionar a las masas y al creciente movimiento obrero, lo cual explica las políticas sociales y el impulso a la redistribución de la riqueza mediante el sistema tributario directo. Todos los gobiernos reformistas y populistas fueron tildados de “comunistas”, en un intento por detener el avance social y las políticas de Estado.

Los gobiernos progresistas en América Latina, que abrieron un nuevo ciclo histórico en la región al iniciarse el siglo XXI, han sido, en mucho, continuadores, bajo nuevas circunstancias, de aquellas visiones económicas y de las políticas sociales y laborales de ese pasado reformista y populista que caracterizó a la región, con distintos ritmos, desde 1920.

Volviendo a los EEUU de la actualidad, hay dos figuras políticas que toman inesperada relevancia interna y externa: Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez (AOC).

Sanders (78 años), actual senador, ya fue candidato a las primarias del Partido Demócrata en 2016 y su campaña despertó una inédita atención nacional por sus posiciones: crítica radical a la diplomacia exterior de los EE.UU., abogar por un socialismo democrático que resalta a los países europeos nórdicos, plantear la seguridad social universal y un sistema de medicina gratuita, el reparto de la riqueza, más impuestos a los ricos y amplias políticas sociales y laborales. Sanders está en campaña para lograr la presidencia de los EEUU en 2020.

De otra parte, la joven AOC (30 años), que podría ser otra candidata presidencial por el Partido Demócrata, es miembro de la organización Socialistas Democráticos de América, propone un “Green New Deal” (si bien cuestiona los límites que tuvo el programa original de FDR), cuestiona el capitalismo y defiende la sanidad universal, la universidad pública gratuita, el control de armas de fuego y amplias medidas sociales y ambientales.

Estas dos figuras han vuelto sobre el camino histórico marcado por FDR, para tratar de impulsar en el país otra conducción económica y social que, de triunfar, alteraría el que luce hasta hoy como un capitalismo imperialista clásico e invencible. Y como las ideas socialistas, de la mano de Sanders y de AOC, pero también por una creciente cultura de izquierda entre los jóvenes de las nuevas generaciones, lucen cada vez más influyentes, las inquietudes políticas y oficialistas se han disparado a tal punto que el documento The Opportunity Costs of Socialism (https://bit.ly/2ySJwkA, octubre, 2018), preparado por el Consejo de Asesores Económicos (CEA) para el Presidente Donald Trump, trata de desmontar y descalificar cualquier propuesta de “socialismo” para los EEUU.

Pero, si se observan con cuidado tanto las propuestas del antiguo New Deal de FDR, como las de Sanders y de AOC, se podrá concluir que en América Latina las derechas políticas y económicas tampoco están dispuestas a consentir un camino “socialista” como el que se plantea en los EEUU. Neoliberales y derechistas son incapaces de comprender las experiencias históricas del New Deal, de modo que resulta inútil pedirles medidas alternativas a las consignas aperturistas y a los intereses privados de las elites empresariales

Y aquí, en la región, el ciclo conservador y reaccionario que se vive, no tiene la más mínima intención por imponer las regulaciones del Estado sobre el capital, los fuertes impuestos redistributivos de la riqueza y tampoco leyes que garanticen y amplíen los derechos sociales y laborales. La admiración y hasta la subordinación de las burguesías latinoamericanas a los EEUU les impide apreciar tanto al viejo New Deal como al avance de las ideas del nuevo “socialismo” norteamericano.

  www.historiaypresente.com / www.juanpazymino.com

Artículo original en Firmas Selectas de Prensa Latina: http://bit.ly/2uMpzud 

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