El reto de explicar una tesis de doctorado en tres minutos

Por: Ignacio Mantilla

Cada semestre se publican en el mundo académico miles de documentos provenientes de diferentes áreas del conocimiento para comunicar los resultados de los trabajos de investigación. Los productos científicos, las nuevas patentes, los avances y descubrimientos en el laboratorio o en el terreno, las creaciones y textos se dan a conocer a la comunidad académica principalmente a través de artículos en revistas especializadas, sometidos a evaluación anónima por pares y con un formato estándar de citación internacional que permite a su vez la consulta y el uso por parte tanto de otros especialistas como de estudiantes y académicos de otras disciplinas.

El sistema no ha estado exento de críticas que enfatizan que los resultados de las investigaciones quedan atrapados en un círculo de expertos, sin darles una verdadera divulgación entre la comunidad no especializada. A veces la confusa presentación de los resultados impide incluso la consulta de especialistas de áreas afines y limita su lectura y comprensión.

Esto mismo pasa con algunos productos de investigación recogidos en las tesis de las maestrías y los doctorados. Los más sobresalientes son publicados o de ellos se derivan algunos artículos, pero un gran número de esos trabajos reposa en los anaqueles de las bibliotecas sin que una mano curiosa limpie al menos el polvo acumulado en sus lomos durante 20 o más años.

En la actualidad existen aportes dignos de resaltar para lidiar con la separación entre el conocimiento del experto y el del no especialista, entre ellos, por ejemplo, el trabajo del biólogo argentino Diego Golombek con el impulso de la serie editorial Ciencia que ladra, que se ha convertido en todo un éxito con libros como Los Beatles y la ciencia y El parrillero científico, entre otros.

No podría dejar de mencionar la labor del destacado físico colombiano Noboru Takeuchi, quien desde la Universidad Nacional Autónoma de México ha venido impulsando la comprensión entre los niños de la nanotecnología mediante el programa Ciencia Pumita.

Y traigo a colación la reciente publicación de la Universidad Nacional de Colombia, dentro de la colección Apuntes Maestros, del libro Neuróbicos, los caminos del razonamiento, del profesor Juan Diego Vélez, de la Escuela de Matemáticas de la sede Medellín, trabajo elaborado junto con su padre y su hermana.

La intención en los ejemplos mencionados ha sido la misma: difundir la ciencia y hacer comprensibles los resultados de las investigaciones. Recuerdo que mi colega Hernán Estrada Bustos, artífice de la Maestría en Matemática Aplicada de la Universidad Nacional, creada hace ya más de 12 años, solía exigir a sus estudiantes una exposición de su tesis ante un público inexperto (un grupo de estudiantes de primer semestre, por ejemplo), como ejercicio previo para ganar la claridad requerida para la sustentación. Estoy convencido de la importancia de aceptar ese reto. Comparto la famosa frase de Albert Einstein: “No entiendes realmente algo hasta que eres capaz de explicárselo a tu abuela”.

Pero recientemente he conocido retos aún más audaces y exigentes. Se trata de dos nuevos concursos que han hecho eco entre la comunidad académica internacional: Three Minute Thesis (3MT), de la Universidad de Queensland, en Australia, que se viene realizando desde el año 2008, y Research in Four Minutes (Rin4), de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), en España, desde el año 2014.

En ambos concursos los estudiantes de doctorado deben ser certeros al explicar de forma presencial su investigación ante un auditorio concurrido conformado por un público inexperto en el tema. Ha sido tal la acogida de estos concursos que en 59 países se ha replicado la versión 3MT, logrando especial aceptación en el Reino Unido, Canadá, España, Argentina y Chile.

Entre uno y otro concurso, los recursos de los cuales los participantes disponen pueden variar. En el caso del 3MT se permite una exposición de tres minutos con una única diapositiva estática en Power Point, escrita en inglés, mientras que en Rin4 los requisitos son más flexibles y se aceptan presentaciones en catalán, español o inglés, además del uso de audios y videos, pero todo limitado a cuatro minutos de exposición.

Entre los puntos que los jurados tienen en cuenta para su veredicto se encuentra la exposición clara y elocuente del problema de investigación, la capacidad de explicar el tema sin hacer uso de un lenguaje especializado y el buen control del tiempo disponible.

La competencia final del 3MT para este año será el 13 de septiembre. Por su parte, Ferran Nadal-Bufí, estudiante del doctorado en biomedicina, fue el ganador del concurso Rin4 el pasado 2 de mayo.

Comparto mi experiencia como estudiante de doctorado en la Universidad de Mainz (Alemania). Allí, la defensa de la tesis comprendía cinco partes: exposición pública de la tesis de forma oral y presencial, preguntas sobre la tesis, examen en el área principal en la que tiene dominio el doctorando y exámenes en dos áreas auxiliares. Cada parte se limitaba a 20 minutos y al final el jurado, constituido por cinco profesores, se tomaba otros 20 minutos para deliberar y dar su veredicto. Así que, en esas dos intensas horas estaba en juego la suerte del candidato y en la sesión se decidía si merecía ser doctor. La mayor dificultad fue, en mi caso, limitar la exposición de un trabajo de cinco años a un tiempo tan reducido. Pero qué gran experiencia y qué formativa tarea.

En Colombia podemos organizar este tipo de concursos. En la Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombianos, nuestra oferta de posgrado contempla más de 60 programas de doctorado, lo que garantiza capital humano suficiente para la competencia. Sería también la oportunidad de destacar las altas capacidades de nuestros estudiantes y dar impulso a la ciencia con un esfuerzo adicional para divulgar los resultados de las investigaciones en forma breve y precisa. De este modo se reduce también el riesgo de acumular en las bibliotecas más documentos sin que antes se haya sabido de su existencia.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/el-reto-de-explicar-una-tesis-de-doctorado-en-tres-minutos-columna-707638

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Tutorías: alcances y desafíos

Por: Pedro Flores Crespo

Hace una semana, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y la Universidad de Guanajuato, organizaron, en la bella ciudad de ese estado, el Séptimo Encuentro Nacional de Tutoría. Ahí se discutieron los avances, resultados y prácticas de uno de los programas institucionales más destacados de nuestras universidades: el de tutorías.

Como usted recordará, desde hace varios lustros, se propuso desarrollar y promover estos programas con el propósito de “apoyar a los alumnos en su formación integral a través de la atención y seguimiento personalizado” por parte de los docentes (Reglamento del Programa Institucional de Tutorías de la UAQ). Al echar a andar estos programas, se reconoció implícitamente que el mero proceso enseñanza-aprendizaje no bastaba para moldear y rectificar algunas reglas y prácticas con las que operan las Instituciones de Educación Superior (IES).

Como algunas de estas reglas y prácticas en ocasiones atentan contra la trayectoria académica del estudiante o aún más grave, contra su bienestar, se quiso intervenir el ambiente universitario desarrollando acciones tanto académicas como personales para “afrontar problemas escolares” (UAQ). Al final, lo que se desea con la tutoría es que los jóvenes puedan sortear las dificultades que impiden que se formen integralmente o que concluyan con éxito sus estudios.

Algunas de estas dificultades, vale la pena recordarlo, las producimos los propios agentes universitarios. Ante esta realidad objetiva, vale la pena preguntar: ¿no deberían estos encuentros sobre las tutorías servir para reflexionar más allá de las estrategias y acciones específicas que cada universidad mantiene? ¿Qué fallas institucionales presentan las IES y que no hemos podido revertir? ¿Serán eternos los programas de tutoría?

Durante el encuentro expresé que a las tutorías las rodea una problemática institucional mucho más compleja y por lo tanto, habría que pensar sus ajustes y cambios a partir de esa realidad y no sólo desde la valiosa y necesaria evaluación de impacto.

Uno de estos problemas es la discrecionalidad y arbitrariedad de los agentes universitarios. Dado que las IES no están constituidas por entes celestiales, sino por personas con distintas perspectivas, racionalidades, deseos, creencias e intereses, ha sido necesario crear defensorías de los derechos universitarios (DDU). Estas oficinas tienen el propósito de “preservar y hacer cumplir el orden jurídico de y en la Universidad”, así como de evitar y prevenir “la sinrazón, la arbitrariedad, la injusticia y el abuso de autoridad”, según dice el documento de la DDU de la UNAM.

Ahora, aparte de la figura del tutor, en algunas universidades —desgraciadamente no en la UAQ— tenemos al ombudsman cuya función es recibir y conocer las reclamaciones, quejas y denuncias de los sujetos que vean afectados los derechos que les concede la legislación universitaria. ¿Sabrán los coordinadores de los programas de tutoría que el grupo que más quejas ha presentado ante las DDU es el de los estudiantes? Tener cientos de tutores capacitados sin que medie una reflexión sobre las recurrentes violaciones a los derechos de los estudiantes me parece querer curar un cáncer con aspirinas. La propuesta sería entonces que tutor y ombudsman trabajen juntos para discutir con la comunidad cómo disminuir la arbitrariedad y el abuso de poder.

Otra grave problema dentro de las universidades que pone en cuestionamiento el alcance y efectividad de los programas de tutoría es el hostigamiento sexual. Esta deplorable práctica, a mi juicio, no ha recibido la atención y el lugar que se merece. En un oportuno reportaje de Nayeli Roldán, publicado en abril pasado en el portal de noticias Animal Político, supimos que ni las máximas casa de estudio del país poseen un protocolo para atender denuncias de violencia sexual. Por las historias contadas en el reportaje, se constata que ser violentada sexualmente dentro de las universidades equivale a enfrentar la precariedad de nuestros sistemas de justicia y de estado de derecho que, si bien no son exclusivos de la universidad, hacemos muy poco por revertirlos. Decepciona saber que en el espacio dispuesto para cultivar la razón, reproducimos la impunidad, negligencia e injusticia. En la UAQ, por desgracia, tampoco existe un contacto institucional que procese estos casos.

¿Qué debe hacer el tutor al detectar casos de hostigamiento sexual de sus estudiantes? Un asistente al encuentro lo puso así: el tutor podría ser un agente mediador en los distintos órganos de gestión de la universidad. Esta atribución del tutor, empero, levanta la pregunta sobre el poder que puede realmente ejercer dentro de sus respectivas universidades. ¿Estarán dispuestos los directores de escuelas y facultades a empoderar a los tutores? No lo sabemos.

Para concluir, los programas de tutoría surgieron con el propósito de complementar prácticas y reglas con que operan las universidades y que afectan primordialmente a los estudiantes. Las evidencias mostradas en los encuentros nacionales de tutoría parecen mostrar que van en el camino correcto. Sin embargo, quizás su alcance y efectividad pueden ampliarse si se reconocen dentro de un ambiente mucho más complejo en donde la acción de los agentes universitarios debe moldearse en favor de los jóvenes.

Fuente: http://campusmilenio.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=5265:tutorias-alcances-y-desafios&Itemid=140

 

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España: Abierto el plazo de inscripción para el concurso Tesis en 3 Minutos, organizado por Campus Iberus

Europa/España/01 de octubre de 2016/www.lainformacion.com

Pueden participar investigadores de las cuatro universidades del consorcio

Campus Iberus, al que pertenece la Universidad de La Rioja, ha organizado el concurso Tesis en 3 Minutos, destinado a premiar a aquellos investigadores en formación que mejor consigan explicar y transmitir a un público no especializado la importancia de su trabajo y la aportación que hacen con él a la sociedad.

Podrán participar investigadores de las cuatro universidades del consorcio Campus Iberus (Zaragoza, Lleida, La Rioja y Pública de Navarra). El plazo de inscripción concluye el viernes 30 de septiembre.

El certamen Tesis en 3 Minutos alcanza este año su quinta edición, aunque las cuatro anteriores fue organizado por el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad Pública de Navarra, en colaboración con la Unidad de Cultura Científica, el Servicio de Comunicación y el Centro Superior de Innovación Educativa de la Universidad.

El concurso pretende concienciar a los futuros investigadores sobre la importancia de divulgar su labor y, a la vez, contribuir a la cultura científica de la sociedad. El reto de los participantes es saber condensar en tres minutos de exposición pública una larga tarea de investigación que, en el caso de las tesis, dura varios años, ha informado la UPNA en una nota.

El certamen tiene tres premios: un primero, dotado con 1.000 euros, a la mejor comunicación de una tesis doctoral y dos accésits, de 600 euros cada uno. Las bases completas del concurso se pueden consultar en el sitio web del Campus Iberus.

El primer concurso Tesis en 3 minutos se celebró en la Universidad de Queensland (Australia) en 2008. El certamen obtuvo gran acogida y en 2010 diferentes universidades en Australia, Nueva Zelanda y Fiyi celebraron la primera competición internacional, que año tras año sigue ganando adeptos.

El Campus de Excelencia Internacional del Valle del Ebro, Campus Iberus, es una agregación estratégica de las universidades de Lleida, Zaragoza, Pública de Navarra y La Rioja.

Tomado de: http://www.lainformacion.com/educacion/universidad/Abierto-Tesis-Minutos-Campus-Iberus_0_956905025.html

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