La ONU advierte de muertes masivas por hambre en África

África/17 abril 2017/Fuente: Kienyke

Centenas de miles de ciudadanos de Yemen, Nigeria y los países del Cuerno de África pueden morir de hambre este año, advirtió este martes el portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Ginebra, Adrian Edwards.

El portavoz de ACNUR indicó que a causa de la sequía y la financiación insuficiente pronto la región se enfrentará a “una crisis humanitaria inevitable, que podrá ser aún peor que la de 2011”, cuando más de 260.000 personas fallecieron de hambre, la mayoría de las cuales fueron los niños menores de cinco años, según el comunicado publicado en la página web del organismo.

Edwards precisó que unos 20 millones de personas en estos países se encuentran en los territorios afectados por la sequía, entre ellas 4,2 millones de refugiados, lo que junto con los conflictos locales provoca desplazamientos masivos.

El portavoz de ACNUR agregó que la mayoría de los refugiados (el 62 por ciento, en el caso de los que huyen del Sudán del Sur) corresponde a niños que dependen de la ayuda alimentaria del Programa Mundial de Alimentos (PMA).

En el comunicado se subraya también que a muchos refugiados les falta el acceso a los medios de subsistencia o la producción agrícola, por lo tanto tienen oportunidades limitadas para ayudarse a sí mismos.

Así, casi 100.000 personas en Sudán del Sur hacen frente a la hambruna y otro millón de ciudadanos están actualmente al borde de hambre, según informó la ONU en febrero. Además, unos 19 millones de yemeníes necesitan la asistencia humanitaria, mientras que 17 millones sufren de inseguridad alimentaria.

En el norte de Nigeria el número de personas que padecen de hambre ascendió a siete millones.

El portavoz de ACNUR señaló también que hasta el momento el organismo recibió entre el 3 y el 11 por ciento de la financiación necesaria para continuar la actividad humanitaria en estos países.

Fuente: https://www.kienyke.com/noticias/la-onu-advierte-de-muertes-masivas-por-hambre-en-africa

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Yemen: se agrava la crisis alimentaria y la ONU pide ayuda urgente para evitar una catástrofe

Yémen/Febrero de 2017/Fuente: FAO

El número de personas que padecen inseguridad alimentaria en Yemen ha aumentado en 3 millones en siete meses, y se estima que actualmente 17,1 millones de yemenís tienen dificultades para alimentarse, según una evaluación conjunta realizada por tres organismos de la ONU.
De esos más de 17 millones, se calcula que unos 7,3 millones necesitan ayuda alimentaria de emergencia.
Los resultados preliminares de la Evaluación de la seguridad alimentaria y la nutrición en emergencias (ESANE) revelan que las condiciones de seguridad alimentaria y nutrición se están deteriorando rápidamente debido al conflicto en curso.
Más de dos tercios de la población de Yemen –que tiene 27,4 millones de habitantes- carecen actualmente de acceso a alimentos y tienen una dieta insuficiente.
La ESANE es una encuesta conjunta realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), en colaboración con las autoridades yemenís. Se trata de la primera evaluación nacional a nivel familiar realizada en el país desde la escalada del conflicto a mediados de marzo de 2015.
Las tasas de malnutrición aguda han superado el umbral “crítico” en cuatro gobernaciones, mientras que la producción agrícola está disminuyendo en todo el país, según el informe.
“La rapidez con la que está empeorando la situación y el enorme incremento de personas expuestas a la inseguridad alimentaria son sumamente preocupantes”, señaló Salah Hajj Hassan, Representante de la FAO en Yemen. “Teniendo en cuenta que la agricultura es la principal fuente de sustento para la mayoría de la población –añadió-, la FAO pide con urgencia fondos para ampliar su apoyo a los medios de subsistencia agrícolas de campesinos, pastores y comunidades pesqueras con el objetivo de mejorar su acceso a los alimentos en 2017 y evitar que la difícil situación de la seguridad alimentaria y los medios de vida se deteriore aún más”.
“Estamos presenciando unas de las tasas de malnutrición infantil más elevadas en Yemen en los últimos tiempos. Los niños que padecen malnutrición grave y aguda tienen un riesgo de muerte once veces mayor que el de sus coetáneos sanos, si no se tratan a tiempo. Incluso si sobreviven, estos niños corren el riesgo de no alcanzar todo su potencial de desarrollo, lo que pone en serio peligro a toda una generación en Yemen y mantiene al país sumido en el círculo vicioso de pobreza y subdesarrollo”, afirmó por su parte Meritxell Relaño, Representante de UNICEF en Yemen.
“El nivel actual de hambre en Yemen no tiene precedentes, y se traduce en duras privaciones y consecuencias humanitarias negativas para millones de yemenís, especialmente para los grupos vulnerables”, dijo a su vez Stephen Anderson, Director de país del PMA en Yemen.
“De forma trágica, vemos como más y más familias se saltan comidas o se van a dormir con hambre, mientras los niños y las madres desfallecen por el escaso sustento. El PMA solicita ayuda urgente para los siete millones de personas que padecen inseguridad alimentaria grave y que podrían no sobrevivir a esta situación durante mucho más tiempo”, advirtió Anderson.
Seguridad alimentaria
La grave situación de inseguridad alimentaria en el país ha empeorado rápidamente en los últimos meses, estimándose que el 65% de los hogares padecen hoy inseguridad alimentaria.
Además, la situación económica de tres cuartas partes de las familias es peor ahora que antes de la crisis. Los ingresos han caído y muchos empleados del sector público llevan meses sin cobrar. Como consecuencia, el 80 por ciento de los yemeníes están hoy endeudados y más de la mitad de las familias han tenido que comprar alimentos a crédito.
Muchos hogares -el 60 por ciento- han recurrido a mecanismos negativos de supervivencia como consumir alimentos que no prefieren, reducir porciones o suprimir comidas completas.
Malnutrición
Los resultados de la ESANE revelan que más de 2 millones de niños padecen malnutrición aguda.
En cuatro gobernaciones -Abyan, Al Hudaydah, Hadramaut y Taizz- las tasas de malnutrición han sobrepasado el umbral de “emergencia”, lo que equivale a un nivel de malnutrición aguda superior al 15 por ciento. En otras siete -Adén, Al Dhale’e, Al Jawf, Al Mahwit, Hajjah, Lahj y Shabwah- las tasas superan actualmente el umbral “grave”, con un porcentaje de malnutrición aguda por encima del 10 por ciento.
Agricultura
El sector agrícola es la principal fuente de sustento para al menos el 60% de las familias yemeníes. Los medios de subsistencia de este importante segmento de la población se han visto gravemente afectados por la drástica reducción de la producción agrícola en 2016, en comparación con los niveles previos a la crisis.
Hasta 1,5 millones de familias dedicadas a la agricultura carecen actualmente de acceso a insumos agrícolas vitales (incluyendo semillas, fertilizante y combustible para el riego) y necesitan urgentemente apoyo agrícola de emergencia. Entre ellas, 860 000 familias que viven de la ganadería no tienen acceso a piensos (forraje, concentrados y minerales) y muchas se han visto obligadas a vender sus animales para satisfacer otras necesidades familiares.
Mientras tanto, el control insuficiente de enfermedades de los cultivos y el ganado erosiona aún más un sector agrícola, que se encuentra ya en una situación delicada y requiere protección de emergencia para salvaguardar sus activos.
Fuente: http://www.fao.org/news/story/es/item/470326/icode/
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FAO: Frenar las plagas y enfermedades en la cadena alimentaria requiere un acción concertada

Febrero de 2017/Fuente: FAO

La disponibilidad e higiene de los alimentos se ven amenazadas a diario por enfermedades y plagas que afectan a plantas y animales, así como por varios tipos de contaminantes. Esto sucede en explotaciones agrícolas, fábricas, hogares, en aguas interiores o marinas, en campo abierto y en medio de densos bosques.
Ya sea en forma de patógenos, insectos o agentes contaminantes, las amenazas viajan ahora más rápido y más lejos, haciendo más dificil responder de forma eficaz y oportuna y poniendo en mayor peligro los alimentos, la salud y los medios de subsistencia de la población.
Cada año, una de cada diez personas enferma al consumir alimentos contaminados y se calcula que unas 420 000 mueren por esta causa. Más del 70 por ciento de las nuevas enfermedades en los seres humanos tienen origen animal, con el potencial de convertirse en grandes amenazas para la salud pública. Un tercio de la producción agrícola mundial se pierde cada año a causa de los insectos y enfermedades de las plantas que pueden propagarse a varios países y de un continente a otro.
Hay varios factores que contribuyen a este fenómeno, incluyendo algunos tipos de agricultura intensiva, la deforestación, el pastoreo excesivo y el cambio climático.
Además, los conflictos, disturbios civiles y el comercio globalizado incrementan a su vez la probabilidad de que surjan nuevas amenazas y se transfieran a otros países con efectos devastadores. Los alimentos pueden resultar contaminados en las fases de procesado y comercialización, que a menudo ocurren en países diferentes, lo que hace más difícil identificar el punto donde se produce la contaminación.
Para hacer frente al creciente número de plagas y enfermedades transfronterizas de animales y plantas, la FAO ha publicado “Evitar riesgos para la cadena alimentaria”, un conjunto de métodos y herramientas de probada eficacia para prevenir emergencias. Demuestran cómo la prevención, la alerta temprana, la preparación, la buena gestión de crisis de la cadena alimentaria y las buenas prácticas pueden mejorar la seguridad y la inocuidad alimentarias, salvando vidas y medios de subsistencia.
“Proteger la cadena alimentaria es cada día más complicado en un mundo interconectado y cada más complejo. Por eso creemos que es importante que los sectores involucrados en la producción, procesado y comercialización de alimentos estén atentos a las amenazas reales, presentes y potenciales y que respondan de manera concertada”, señaló Ren Wang, Director General Adjunto de la FAO.
Nuevas tecnologías de la comunicación que ayudan a evitar riesgos 
El conjunto de herramientas de la FAO muestra cómo un enfoque multidisciplinario permite responder de forma oportuna, incluyendo cómo las nuevas tecnologías de la comunicación pueden ayudar a prevenir y combatir las amenazas transfronterizas, facilitando el intercambio de información.
En Malí, Uganda y Tanzania, los ganaderos están utilizando la aplicación EMA-i para recopilar en sus teléfonos inteligentes información sobre enfermedades animales sobre el terreno. Los datos se envían en tiempo real al Sistema mundial de Información sobre enfermedades animales (EMPRES-i) en la FAO, donde se comparte a nivel nacional, regional y mundial, facilitando el análisis de manera oportuna para dar una respuesta muy rápida que permita atacar la enfermedad en una etapa muy temprana de su aparición.
En Uganda, este sistema de vigilancia más que duplicó el número de informes sobre enfermedades pecuarias aportados en los últimos años al Centro Nacional de Diagnóstico y Epidemiología de Enfermedades de Animales, ofreciendo a los agricultores la alerta temprana que necesitan para responder mejor a los brotes de enfermedades.
También se han desarrollado herramientas móviles para monitorear la roya del trigo -una enfermedad fúngica que destruye los cultivos de trigo sanos- lo que permite a los agentes de extensión e institutos de investigación intercambiar regularmente información sobre los brotes de la enfermedad.
Las langostas del desierto -la más peligrosas de las plagas migratorias- amenazan a menudo el suministros de alimentos en África y Asia: un enjambre de 40 millones de langostas puede comer la misma cantidad de alimentos que unas 35 000 personas. Gracias al sistema eLocust3, se ha mejorado la vigilancia, y ahora se utiliza en los 19 países más vulnerables a la plaga.
Cada mes, el Marco de Gestión de la Crisis de la Cadena Alimentaria de la FAO pone a disposición una nueva hoja informativa para apoyar a los países miembros y a las instituciones en la gobernanza mundial de las amenazas transfronterizas a la cadena alimentaria. Cada trimestre se publican boletines de alerta temprana sobre las amenazas actuales.
Fuente: http://www.fao.org/news/story/es/item/469315/icode/
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Restaurantes contra el Hambre: platos que alimentan

Esther Camuñas
La ONG Acción contra el Hambre lleva a cabo un año más la campaña «Restaurantes contra el Hambre» que reúne a un total de 1.141 locales hosteleros de todas las comunidades autónomas. Durante dos meses hasta el 15 de noviembre parte del precio de determinados platos de sus cartas se destinarán a los proyectos de diagnóstico, prevención y tratamiento de la desnutrición de esta organización. En esta edición 2016, la campaña cuenta por segundo año consecutivo con el chef del mejor restaurante del planeta en la actualidad, Joan Roca, como Padrino Nacional. Este artículo muestra en qué consiste la campaña, cómo ha sido su recorrido en sus siete ediciones y de qué manera se puede participar. También se explican los tipos de desnutrición en el mundo y cómo afecta a 161 millones de niños en distintos países.
Historia de Restaurantes contra el Hambre

«Restaurantes contra el Hambre» es una iniciativa que celebra Acción contra el Hambre desde hace siete años. En el año 2009 participaron 308 restaurantes y 27 asociaciones de hostelería que, repartidos por toda España y a través de sus platos y menús, ofrecieron la posibilidad a sus clientes de ser solidarios con tan solo salir a comer o cenar fuera de casa.

Desde sus inicios, «Restaurantes contra el Hambre» se ha consolidado como la mayor iniciativa solidaria de la hostelería en España. Ya en 2011 consiguió recaudar 100.000 euros gracias a la participación de 489 establecimientos de 42 provincias españolas. Y tres años después, en 2014 se recaudaron 125.000 euros que equivalen a 3.125 tratamientos nutricionales. Cada año se ha logrado recaudar más dinero hasta llegar a los 162.000 euros del año pasado, gracias a las aportaciones de los 862 locales hosteleros, sus comensales y los patrocinadores de la campaña.

En esta edición 2016, la campaña cuenta por segundo año consecutivo con Joan Roca como Padrino Nacional, siendo el chef del mejor restaurante del mundo en la actualidad. Otros cocineros respaldan la campaña en diversas autonomías, como por ejemplo Quique Dacosta (Comunidad Valenciana), Paco Morales (Andalucía) y Koldo Rodero (Navarra).

¿Quién puede participar?

En esta iniciativa pueden participar todo tipo de establecimientos y también cualquier cliente que desee comer o cenar allí.

Además, este año se han sumado grupos de restauración, que apoyan con todos sus locales, así como empresas de restauración colectiva, lo que llevará la posibilidad de contribuir a la lucha contra el hambre a comedores de empresas, de hospitales, etc. Para conocer todos los restaurantes de la presente campaña se puede entrar en esta web y consultarlos por provincia y tipo de cocina.

La participación es muy sencilla. Una vez realizada la inscripción, Acción contra el Hambre facilita al establecimiento una serie de materiales promocionales a coste cero para que pueda identificarse como «restaurante contra el hambre» e indicar en la carta cuáles son los «platos que más alimentan», esto es, aquellos por los que destinará entre 0,50 y 2 euros a la prevención, diagnóstico y tratamiento de la desnutrición infantil.

Los clientes tienen tres formas de contribuir: solicitando los platos o menús «que más alimentan», realizando un donativo en las huchas instaladas en los locales colaboradores o enviando un SMS con la palabra HAMBRE al 28010.

Además, los establecimientos participantes también pueden tomar parte este año en el Concurso de Recetas Makro y ganar un training con Paco Morales en su restaurante cordobés o una cena en el local de Koldo Rodero.
Tipos de desnutrición en el mundo

Según las últimas estadísticas proporcionadas por UNICEF, en el mundo hay 161 millones de niños menores de cinco años con desnutrición crónica y 51 millones con desnutrición aguda, de los cuales 17 millones tienen desnutrición aguda grave que puede poner en peligro su vida. Solo uno de cada diez pequeños desnutridos dispone de acceso al tratamiento nutricional que podría salvar su vida.

En la actualidad, el número de niños en riesgo de desnutrición en Yemen es abrumador: 2,5 millones de menores están en riesgo de sufrir diarrea; 1,3 millones, en riesgo de infecciones agudas de las vías respiratorias; y 1,5 millones están desnutridos, 370.000 de los cuales padecen desnutrición aguda grave.

Desnutrición supone la ingesta insuficiente de alimentos adecuados, una atención inadecuada y enfermedades infecciosas. Hay varios tipos:

  • Desnutrición crónica. Conlleva un retraso en el crecimiento y es una desnutrición que no se puede tratar. Los menores que la padecen enferman con más facilidad y tienen más dificultades de aprendizaje.
    Desnutrición aguda. Es más grave que la desnutrición crónica pero más puntual y se puede tratar. Se debe a la falta de alimento en un momento puntual, por ejemplo durante una sequía. La desnutrición aguda puede ser grave o moderada.
    Desnutrición aguda moderada. El peso en relación con la altura es significativamente inferior a la media (entre menos dos y menos tres desviaciones estándar).
    Desnutrición aguda grave. El peso en relación con la altura es gravemente inferior a la media (por debajo de tres desviaciones estándar). La falta de nutrientes provoca la pérdida de apetito en los niños que no comen, la delgadez es visible y causa hinchazón del estómago.

Fuente del articulo: http://www.consumer.es/web/es/solidaridad/proyectos_y_campanas/2016/10/11/224384.php

Fuente de la imagen: http://static.consumer.es/www/imgs/2016/09/restaurantes-contra-el-hambre.articulo.jpg

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Los niños y niñas olvidados de Nigeria

África/Nigeria/25 de octubre de 2016/Fuente y autor: .amnesty.org/ Aster Van Kregten, asesor general de investigación de Amnistía Internacional para Nigeria

Dos años y medio después del secuestro de 219 niñas en Chibok, Nigeria, por Boko Haram, que provocó indignación en todo el mundo y dio lugar a la campaña #BringBackOurGirls, se ha producido por fin una buena noticia.

Ayer, 21 de esas niñas se reencontraron con sus familias en una emotiva ceremonia en Abuja, en la pudieron abrazarse a unos progenitores a quienes pensaban que ya no volverían a ver.

Pero no es un final del todo feliz: las niñas están traumatizadas y angustiadas después de 30 meses de cautiverio, y no se sabe gran cosa de la suerte de las casi 200 escolares que continúan en paradero desconocido. Pero menos aún se sabe de los otros niños y niñas atrapados en la red de este conflicto, los que sufren horrendos abusos perpetrados no por Boko Haram, sino por el gobierno nigeriano.

Una investigación realizada por Amnistía Internacional en mayo reveló que más de 120 niños estaban recluidos en régimen de incomunicación en una celda infestada de enfermedades en el tristemente célebre centro de detención del cuartel de Giwa, en Maiduguri, capital del estado de Borno. Niños menores de cinco años estaban detenidos en tres celdas para mujeres.

La misma investigación reveló que 12 niños, entre ellos bebés y niños de corta edad, murieron en Giwa entre los meses de enero y mayo, víctimas de malnutrición y enfermedades. (Casi 150 adultos también perdieron la vida.)

Estos niños son las víctimas olvidadas de la lucha de Nigeria contra Boko Haram.

El gobierno sostiene que Giwa alberga a presuntos miembros de Boko Haram en tránsito hacia centros de detención más establecidos, pero lo cierto es que estos detenidos pueden ser en la misma medida civiles desplazados y atrapados en las redes del operativo contra la insurgencia del ejército.

Se cree que más de 1.000 personas están recluidas en Giwa, en su mayoría detenidas en masa sin que se hayan presentado formalmente cargos en su contra.

Promesas rotas

Tras la publicación del informe de Amnistía Internacional en mayo, el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, declaró a Christiane Amanpour, periodista de la CNN, que se llevaría a cabo una investigación exhaustiva sobre el centro de detención.

Desde que el presidente Buhari hizo su promesa a la CNN, Amnistía Internacional ha confirmado la muerte de otros 15 bebés y niños de corta edad en Giwa.
Aster Van Kregten, asesor general de Investigación para Nigeria

Cinco meses después, han trascendido informes de la liberación de algunos “detenidos exonerados” del cuartel de Giwa, pero sigue sin llevarse a cabo investigación alguna sobre la detención de niños, ni sobre la muerte de menores y adultos en Giwa. Nuestra investigación revela que las celdas de Giwa se siguen llenando, y que adultos y niños siguen muriendo en ellas.

Desde que el presidente Buhari hizo su promesa a la CNN, Amnistía Internacional ha confirmado la muerte de otros 15 bebés y niños de corta edad en Giwa. También nacen niños y niñas bajo custodia: una ex detenida que fue puesta en libertad este año nos dijo que habían nacido 15 bebés durante los seis meses que pasó detenida.

Umar, un niño liberado recientemente de Giwa, habló con Amnistía Internacional sobre las condiciones en el centro, y contó que había más de 200 niños hacinados en su celda, cifra que representa un considerable aumento respecto a los 120 niños que Amnistía registró en la misma celda en mayo.

Su celda está tan atestada que algunos niños se ven obligados a dormir unos encima de otros, dijo Umar, cuyo nombre se ha modificado para proteger su identidad. No se les permite salir al exterior, salvo cuando sus captores hacen el recuento. Umar dijo que 50 niños de su celda no tenían más de 6 años.

A Umar lo llevaron a Giwa desde un campamento para personas desplazadas en Bama, después de huir con su familia de la violencia y la intimidación de los extremistas de Boko Haram. Su padre fue acusado de ayudar al grupo, y Umar fue encerrado en Giwa sin cargos.

Hasta mayo de este año, un detenido adulto de Giwa visitaba cada mañana la celda de los niños para intentar dar continuidad a su educación. Los niños aprendieron de memoria el alfabeto inglés y los números, pero tras su liberación los niños no tenían otra ocupación que esperar en su celda a que pasara el día.

Umar dice que sólo tenían unas pocas pelotas que les habían facilitado los soldados para rodarlas por la celda. Esas pelotas, y de vez en cuando la llamada para pasar lista en el exterior, eran las únicas ocupaciones que jalonaban el aburrimiento de su detención.

A menudo pasaban dos días hasta que un médico veía a los que estaban enfermos. Muchos compañeros de celda de Umar tenían malaria, entre ellos un niño de 7 años que murió debido a esa enfermedad.

“Lo sacaron de la celda. No sé a dónde lo llevaron”, dijo Umar. “No había agua ni alimentos suficientes. No había higiene.”

Como todos los detenidos en el cuartel, Umar afirma que él y el resto de los niños estaban recluidos en régimen de incomunicación y se les negaba el acceso a sus familias y al mundo exterior.

La crisis más general

Más allá del horror de las niñas secuestradas de Chibok y de los niños a los que se deja morir en Giwa, a los niños y niñas “libres” del noreste de Nigeria no les va necesariamente mucho mejor.

La región hace frente a una de las mayores crisis humanitarias de África. Desde 2009, Boko Haram causa estragos en la región, y ha matado a miles de personas. Aproximadamente 2,4 millones de personas se han visto desplazadas, la mayoría niños y niñas.

Muchas de estas personas viven en campamentos en condiciones espantosas, en peligro de morir de malnutrición severa, deshidratación y atención médica inadecuada, y con escasa o ninguna asistencia del mundo exterior.

Las condiciones en el estado de Borno son especialmente difíciles, y es urgente proporcionar asistencia humanitaria.

Según Unicef, 244.000 niños y niñas sufren malnutrición aguda severa en Borno, y se calcula que unos 49.000 niños y niñas morirán si no reciben tratamiento.

Instamos al presidente Buhari a que cumpla su palabra e investigue de manera exhaustiva los abusos y las muertes en Giwa. Es un campo de la muerte y debe cerrarse. La lucha contra Boko Haram no es excusa para encarcelar a niños.
Aster Van Kregten, asesor general de Investigación para Nigeria

Personas desplazadas en el campo de Bama, donde residía Umar, han ofrecido a Amnistía Internacional relatos desgarradores sobre la vida en ese lugar, y han descrito cómo niños y niñas sucumben con frecuencia al hambre y las enfermedades.

“La mayoría de las mujeres han perdido a sus hijos”, nos dijo una mujer tras salir de Bama. “En nuestro grupo había 15 mujeres de una misma población: perdimos a 20 niños.”

Médicos Sin Fronteras ha contado 1.233 tumbas cerca del campamento en el último año. De ellas, 480 eran de niños y niñas.

¿Qué se puede hacer?

Instamos al presidente Buhari a que cumpla su palabra e investigue de manera exhaustiva los abusos y las muertes en Giwa. Es un campo de la muerte y debe cerrarse. La lucha contra Boko Haram no es excusa para encarcelar a niños.

El gobierno anterior respondió con increíble lentitud al secuestro de las niñas de Chibok; la administración del presidente Buhari no debe escatimar esfuerzos ahora para recuperarlas, junto con todas las demás víctimas de secuestros.

Hace ya demasiado tiempo que se ignora la crisis más general. La respuesta a las necesidades humanitarias de las personas afectadas por el conflicto no sólo ha sido lenta, sino también inadecuada.

El gobierno y la comunidad internacional no deben olvidar a los niños y niñas que sufren en silencio en lugares como Giwa y los campos para personas desplazadas en Borno, rodeados de pequeñas tumbas que nos avergüenzan a todos.

Este artículo fue publicado originalmente por CNN

Fuente: https://www.amnesty.org/es/latest/news/2016/10/nigerias-forgotten-children/

Imagen: www.nacion.com/ocio/revista-dominical/Luego-Haram-Yola-FOTO-AP_LNCIMA20150510_0065_1.jpg

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