Taiwán/07 septiembre 2017/Fuente: Yuanfang Magazine
La reciente declaración que ha hecho la Asociación Literaria Taiwanesa al Ministerio de Educación reclamando un cambio del currículo para que éste no se centre tanto en el estudio del chino clásico y la literatura china clásica, es el resultado de una serie de debates que se han dado en los últimos meses. Dichas discusiones han tenido el objetivo de analizar las diferencias entre la literatura taiwanesa y china, y el aprendizaje lingüístico. Sin embargo, aún está por ver si dicha declaración será capaz de impulsar una reforma educativa en Taiwán.
Cabe destacar que entre un 45% y un 65% de los materiales didácticos que se utilizan en la enseñanza de la lengua taiwanesa aún contienen una gran cantidad de referencias al chino clásico a pesar de que éste no se utiliza en Taiwán o China. Además, los materiales también contienen formulas arcaicas de memorización como métodos didácticos de adquisición del chino clásico y otros textos tradicionales. La Asociación Literaria Taiwanesa declaró que una parte del problema es la falta de distinción entre el uso del chino clásico, la escritura contemporánea taiwanesa y algunos textos taiwaneses tradicionales. Por este motivo, la asociación reclamó una reducción del 30% del estudio del chino clásico.
Actualmente existen dos principales debates en torno al aprendizaje lingüístico en Taiwán. Por un lado, el debate que concierne a la evaluación de las competencias lingüísticas de los estudiantes, y por otro lado, la discusión sobre el rol de la memorización en la educación, ya que ésta constituye una de las partes fundamentales del sistema educativo taiwanés. El declive del nivel de comprensión lectora entre los estudiantes taiwaneses que ha sido reflejado en los nuevos informes de la OCDE, en los que Taiwán ha bajado a la 23º posición, ha sido atribuido, según la Asociación Literaria Taiwanesa, al uso desproporcional del chino clásico en el sistema educativo.
Aunque la Asociación Literaria Taiwanesa sostiene que sus argumentos no tienen un trasfondo político, cabe destacar que los académicos que han participado en los recientes debates que se han dado en distintos medios de comunicación y redes sociales, son conocidos profesores de literatura taiwanesa que han estado involucrados en la disputa cultural sobre la literatura taiwanesa durante los últimos años. Entre ellos se encuentra el profesor de la Universidad Tsinghua Zhu Youxun (朱宥勳). Dada la estrecha relación entre los debates sobre la identidad taiwanesa y la disputa entre la literatura china y taiwanesa en los círculos académicos, es difícil creer que la declaración de la Asociación Literaria Taiwanesa no tenga un objetivo político. Especialmente, si tenemos en cuenta la intrínseca relación entre la política y la literatura.
Por lo tanto, es de esperar que los intentos de trazar los límites de lo que se considera un texto “taiwanés”, “chino”, contemporáneo o antiguo, se acaben convirtiendo en un asunto político. Además, si tenemos en cuenta los paralelismos que existen entre estas disputas culturales en Taiwán y los similares hechos que se han desarrollado en Hong Kong, no debería ser una sorpresa que la enseñanza de la asignatura de historia en Taiwán haya sido fuertemente disputada políticamente durante los últimos años. Un claro ejemplo de estas disputas son la ocupación del Ministerio de Educación en 2015 por estudiantes de secundaria. Éstos se manifestaron en contra de los intentos de resinizar la enseñanza de historia en Taiwán por la administración pro-China de Ma Ying-Jeou. Por otro lado, las declaraciones de la antigua secretaria del KMT Hung Hsiu-Chu en las que ésta afirmó que la administración de Tsai Ing-Wen estaba intentando desinizar la educación taiwanesa también son un claro ejemplo de esta tendencia de politización de la educación en Taiwán.
Los debates políticos que se han dado en los últimos años sobre la literatura taiwanesa y china han llevado a algunos académicos de literatura china a revindicar que la literatura taiwanesa está ligada a la historia de la literatura china, y que por lo tanto, algunos de los académicos de literatura taiwanesa han minimizado la influencia china en la literatura taiwanesa. Además de estos polémicos debates, también ha habido nombramientos controvertidos en el mundo académico taiwanés. Por ejemplo, el nombramiento de Weng Chih-Tsung y Hsiao Shu-Chen respectivamente como director y director adjunto del Museo Nacional de la literatura de Taiwán en Tainan en 2014 por la ministra de cultura Lung Ying-Tai de la administración Ma. Weng y Hsiao obtuvieron dichos nombramientos a pesar de ser expertos en literatura china y no taiwanesa. Lung, miembro del bando pro-China, fue muy crítica con el Movimiento del Girasol en 2014. Desde una perspectiva Bourdiana, se podría entender la disputa por nombramientos académicos en la disciplina de la literatura como una batalla entre élites literarias rivales que tienen el objetivo de hegemonizar y legitimar diferentes visiones políticas en un escenario en el que los recursos culturales son muy limitados.
Los expertos en literatura china y los miembros del bando pro-China afirmaron que la Asociación Literaria Taiwanesa ha intentado politizar un asunto no político. Sin embargo, los académicos del bando pro-China deberían recordar que los reformadores del Movimiento del 4 de Mayo buscaron vernaculizar el chino clásico a principios del siglo XX debido a que éste era percibido como una lengua utilizada por los literatos y los oficiales del gobierno, y que cuyo uso no facilitaba el desarrollo de los asuntos diarios.
A pesar de que el KMT se alineó con los intelectuales del 4 de Mayo durante el período republicano, es muy probable que la existencia de una desproporcionada enseñanza del chino clásico en Taiwán tenga que ver con el histórico intento del KMT de resinizar Taiwan después de su llegada a una isla que había estado controlada por las fuerzas coloniales japonesas. El KMT se inspiró en nociones tradicionales sobre China para llevar a cabo dicho proceso, a pesar de que fue una de las principales fuerzas políticas que derrocaron la China imperial y promovieron la modernización del país. La promoción de nociones tradicionales se debe entender como una maniobra política para poder legitimar su nuevo poder en Taiwán. Ésto permitió al KMT mantener una narrativa que sostenía que Taiwán había formado parte de la dinastía Qing y que por lo tanto, el KMT era el verdadero sucesor de la dinastía y no el Partido Comunista chino.
Es importante destacar que el bando pro-China es el interesado en politizar el asunto. El chino clásico no sólo tiene un uso irrelevante en la vida de los taiwaneses sino que también en la de los chinos de China continental. Los estudiantes taiwaneses no deberían ser forzados a aprender chino clásico simplemente porque el bando pro-China esté interesado en enfatizar razones culturales que defienden la idea de que Taiwán es esencialmente parte de China.
Siguiendo la declaración de la Asociación Literaria Taiwanesa, queda por ver si la administración de Tsai adoptará medidas respecto a este asunto. Diferentes iniciativas para reformar los libros de texto que se centran en la historia china en Taiwán han encontrado dificultades para avanzar durante la administración Tsai, a pesar de que Tsai Ing-Wen visitó el Ministerio de Educación durante la ocupación de los estudiantes en 2015. Las disputas políticas sobre la enseñanza de literatura y lengua continuarán en Taiwán.
Fuente: http://www.yuanfangmagazine.com/ideas/new-bloom-magazine/recientes-debates-la-ensenanza-del-chino-clasico-taiwan/