«La escuela no está para contener, está para enseñar y debe ser exigente»: Luis Antonio Gómez Orsini

Argentina / 26 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: El Diario de Misiones Primera Edición

Lo aseguró Luis Antonio Gómez Orsini, magíster en gestión educacional y referente de la educación técnica en el país. Pidió “no culpar a los docentes” por la situación de la educación y pensar una escuela más “autónoma”.

Luis Antonio Gómez Orsini sabe de lo que habla cuando habla de educación. Sabe porque ha caminado los pasillos de las escuelas técnicas, se ha desempeñado en ministerios de Educación y por su formación académica. Es la persona indicada para charlar sobre cuál es la situación actual de la educación en la Argentina. 

 
“Quisiera verla más evolucionada”, señaló en un encuentro con PRIMERA EDICIÓN y consideró que “la escuela no está para contener, está para enseñar y debe ser exigente”. 

“Si estamos atrasados no es por culpa de los docentes”, remarcó Orsini e hizo hincapié en un hecho que se ve seguido en las escuelas de la Argentina porque “hablamos de innovar y cada vez que el docente quiere innovar recibe una orden para volver marcha atrás. Entonces definamos qué queremos, porque estamos siempre mirando a Finlandia pero entendamos que Finlandia tiene una octava parte de la población que la nuestra, un territorio de octava parte del nuestro, no tiene clases sociales, las escuelas oficiales son de gestión pública. No le falta nada a la escuela, los agentes facilitadores están garantizados y los docentes están extremadamente bien pagados, no ganan 450 dólares de sueldo básico como sucede acá. Empecemos por entender eso”.
 
Por estas y otras razones es categórico al afirmar en que “hay que evitar caer las culpas sobre los docentes porque cuando se habla de la institución escolar no podemos dejar de referirnos a quienes son los que instrumentan las acciones para que esa escuela funcione. Me parece que la mayor responsabilidad está ahí” porque “la estrategia educativa se establece de arriba hacia abajo”.
 
Los alumnos tampoco son responsables de la realidad educativa que les toca y, en ese sentido, Gómez Orsini destacó que los problemas de la sociedad se meten en la escuela porque “no hay manera de evitarlo” y consideró que “la escuela está muy sola frente a ésto”. 
 
En este sentido, opinó que lo ideal sería “terminar con la escuela uniministerial” porque “el Ministerio de Educación solo no alcanza” y caminar hacia una acción pluriministerial que permita el trabajo entre varios ministerios como el de Salud, el de Desarrollo Social, de Infraestructura porque, según Gómez Orsini, “la estrategia tiene que ser presencia del Estado”. 
 
Criticó el mensaje de que “la escuela está para contener” porque “no está para contener, está para enseñar, para generar aprendizaje, por lo tanto tiene que ser exigente y a la vez protectora. No solo protectora”, y remarcó que “no me parece que sea contener la palabra más acertada. Creo que autonomía, para las escuelas, sería una palabra más acertada. Aula circular, sería una palabra más acertada, en donde el docente sea uno más en el aula y no pierda la autoridad por eso. El docente tiene autoridad por lo que sabe, no por la posición en la que está o por levantar la voz”.
Gómez Orsini señaló que “hasta las aulas, en su forma rectangular, recuerdan lo que son las escuadras militares. Está muy militarizado el sistema ministerial educativo. Tenemos que empezar a cambiar este tipo de cosas”.
En ese cambió, según su visión, son los docentes quienes deben llevar la bandera. “Tenemos que confiar un poco más en los docentes y darle un poco más de libertad. Los padres deben entender que no es sencillo lo que le pasa al educador, con un sueldo miserable y debe hacerle frente a todos los problemas de violencia que se generan en una sociedad cambiante y violenta”. 
 
Orientación ocupacional y vocacional 
En 2014, Gómez Orsini escribió “Orientación ocupacional temprana” y en 2016 su continuación “Orientación ocupacional continua”. 
 
En el primero se habla de un término algo desconocido en el mundo de las secundarias como es la orientación ocupacional. Pero ¿qué es? “Me parece que la orientación vocacional, o profesional, responde básicamente a dos preguntas: porqué y para qué. Pero todavía falta, cómo, cuándo, dónde, a la manera de quién lo vas a hacer. Todo eso es la parte ocupacional. Hay que diferenciar bien estas dos cosas”, indicó porque “en la medida que tu identidad vocacional se acerque más a tu identidad ocupacional, tu madurez vocacional aumenta y las decisiones que vas a tomar van a ser siempre las más acertadas. Yo lo llamo la fórmula de la felicidad, porque aquella persona que vocacionalmente está estructurada y además ocupacionalmente hace lo que le gusta, es feliz”.
 
El primer libro lo puede trabajar cualquier docente en el aula e incluso lo puede implementar el Estado como una política. Gómez Orsini remarcó que siempre consideró “que es una gran falencia del sistema educativo no trabajar en el refuerzo de la madurez vocacional de los alumnos porque es una congruencia entre dos identidades que tenemos todos: la vocacional y la ocupacional”. Dicho material se puede trabajar con jóvenes de entre 13 y 23 años porque “las decisiones vocacionales empiezan desde muy temprano, un alumno que tiene que pasar de tercero a cuarto debería saber que hay una cantidad de especialidades y orientaciones y debería poder elegir libremente. Empezar a orientarse desde ahí”.
 
Cierto es que muchas veces, cuando los jóvenes cumplen 17 años, comienza la preocupación por qué va a estudiar. Entonces comienzan las visitas a los psicopedagogos para los populares test de orientación vocacional, “como si en dos meses pudieran resolver un problema que nace de adentro. Lo vocacional es un despertar, está dentro tuyo”, opinó Gómez Orsini y criticó a las expo carreras, tan tradicionales por estos días, porque “todos tratan de imponerle una carrera. Este es un trabajo que debería hacer el Estado, entonces tendríamos chicos más motivados”. 
 
Además, de esa manera, el Estado podría hacer un diagnóstico para saber si su orientación de carreras es correcta o no, entre otras cosas. “Mi teoría dice que si se hace año tras año, ese alumno toma decisiones vocacionales mucho más acertadas porque hemos reforzado su madurez vocacional”.
 
El segundo libro, “Orientación ocupacional continua” está dedicado a personas de todas las edades. 
 
“Lo puede hacer un docente en el aula o cualquier persona tomando mate en su casa. Esto no tiene edad porque en realidad el desafío de quién soy, adónde voy, cómo hago para llegar, va a durar toda la vida. Está bien que así sea y que te rediseñes sobre la marcha. Pero particularmente en el caso de los más jóvenes y en el área de jóvenes y adultos es muy importante reforzar esta parte”. El libro consta de capítulos y días porque “son pasos de un aprendizaje”.
 
“Pedagogía del pacifista”, su último libro
En su último libro, “Pedagogía del pacifista”, Gómez Orsini habla de la necesidad de repensar la democracia que tenemos y encaminarnos hacia una nueva. “En el libro se habla de una democracia que no estamos acostumbrados a escuchar”.
El libro habla “de lo que pasa a nivel mundial, qué futuro estamos preparando hacia adelante, qué pasa con estas situaciones tan extremas, como el extremismo de ISIS o dos personas con inmenso poder que aprietan un botón y volamos todos”.
Remarca que “en este momento hay 43 guerras en el mundo, una situación beligerante extremadamente alta, un nivel de diferenciación entre pobres y ricos que nunca se vio. Así está el mundo hoy, con ese terrible nivel de amenazas a la continuidad de la humanidad. Ese es el problema que tenemos que abordar y preguntarnos porqué nos pasa esto y porqué llegamos a esto”.
Ese análisis de la situación social hizo que Gómez Orsini se plantee el nivel de representatividad que tienen las dirigencias en el mundo.
“Es un problema gravísimo”. En ese sentido, analizó que “el sistema democrático está en crisis” y señaló que “nosotros deberíamos poder elegir un ministro porque los ministros son quienes manejan nuestros campos sociales, que no es poca cosa. Algún día los legisladores y los jueces deberían ser personas que realmente nos representen o que tengamos la seguridad y certeza de que son representantes nuestros”.
Gómez Orsini plantea dividir a la sociedad por los campos sociales y que cada campo social eliga al representante que más, valga la redundancia, lo representa.
“No creo en las acciones unidirigenciales”. Calificó que unificar el mandato en alguien es “un error para la democracia” y, por ello, “debemos empezar a pensar otra manera de hacer esto. Este libro pretende repensar estas cosas”. Para cerrar, remarcó la necesidad de personas críticas, docentes críticos y escuelas más autónomas. “El país serio empieza por la educación y la cultura, no por los acuerdos internacionales”.
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