La narco violencia extorsiona a centros educativos, asalta a los estudiantes y libra batallas en los techos de las escuelas. 10 centros educativos han regresado a las clases virtuales.
La vida de Alejandra cambió cuando su padre fue asesinado a unas cuadras de su casa en el barrio Isla Trinitaria, un sector deprimido de Guayaquil. Es la segunda de cuatro hermanos, y lo que más le gustaba era estar en la calle con sus amigas en los alrededores de la casa, pero debido a la violencia tiene miedo a salir hasta para ir al colegio. No es la única. El Ministerio de Educación suspendió las clases presenciales en las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón después de 24 horas de terror que vivieron por atentados con bombas de manera simultánea el 1 de noviembre. 763.000 estudiantes dejaron de asistir a la escuela.
La medida se mantuvo por varios días y aunque el estado de excepción y toque de queda decretado por el presidente Guillermo Lasso logró contener los crímenes violentos, que por primera vez en el año en Guayaquil han pasado de siete homicidios diarios a dos, la educación virtual todavía es obligatoria en 10 centros educativos públicos que están en las zonas más conflictivas de Guayaquil y Durán, donde no existen condiciones de seguridad para que los estudiantes regresen a clases presenciales. La asistencia es voluntaria para el resto del sistema escolar.
El temor trasciende de los últimos episodios violentos. La escuela ha dejado de ser un lugar seguro en Ecuador, ocurren sicariatos en las puertas de los colegios e incluso han colgado dos cuerpos decapitados frente a un establecimiento educativo en la provincia de Esmeraldas. Los padres están en la encrucijada de decidir entre la educación de sus hijos o la seguridad. Hay centros educativos que son extorsionados a pagar “vacunas” de hasta 200 dólares mensuales y a los padres de cinco dólares semanales.
El padre de Alejandra era vendedor de “H”, como le llaman a la heroína, la droga que más se comercializa en las calles de Guayaquil. Y la banda contraria a la que él pertenecía lanzó una amenaza de venganza contra su hija. “Tiene miedo de cruzar la calle, donde debe tomar el bus, porque del otro lado están esas personas”, comentó resignada Fernanda, su madre. “Debo respetar este momento y permitirle que vuelva a las clases virtuales”, añadió. Hace casi dos meses de eso y será así por lo que resta del año escolar hasta febrero próximo o hasta que sienta que la situación es más segura para la familia. “Nosotros hemos vivido la violencia frente a frente, no es preciso decirles a los niños lo que está pasando, lo vivimos en el barrio, ya sabemos diferenciar entre camaretas y disparos”, explica la madre. Sus otros dos hijos que van a la escuela también han sufrido intermitencia en los estudios.
En las zonas más empobrecidas de Guayaquil, donde el control policial significa un riesgo hasta para los mismos uniformados, lanzan panfletos con advertencias de poner bombas si no pagan la “cuota” y firman con los logos de las bandas. El miedo de los padres también es por el riesgo de ser asaltados en los exteriores de las escuelas o ser víctimas de una bala perdida por los enfrentamientos armados entre bandas como ocurre en el barrio de Socio Vivienda 2, donde más de 3.000 estudiantes están en clases virtuales desde septiembre, después de varias balaceras en la que los delincuentes se subieron al techo de la escuela a disparar. “Mis hijos buscaron en Youtube cómo cubrirse de una balacera”, relata Fernanda.
La madre de Brianna, una estudiante de séptimo año de la escuela Antártica del sector de Pascuales, al norte de Guayaquil, prefiere que “se mantenga la virtualidad hasta que todo realmente se calme”. Mientras, su hija de siete años anhela ir a la escuela y no solo por lo que aprende. “Extraño ver a amigos, jugar y hacer los deberes. Volver a clases por internet ha sido un poco raro”, dice.
El Ministerio de Educación asegura que la seguridad le corresponde a la Policía y al Ministerio del Interior, y han intentado aplicar un Plan Escuela Segura, que por ahora consiste en aumentar el patrullaje en los establecimientos de las zonas más violentas, pero sin mayor éxito. Los centros educativos también han comenzado a informar sobre qué hacer en caso de escuchar disparos y en algunas escuelas realizan simulacros. La guía no es muy extensa, porque la única alternativa, según una maestra que vivió el terror con sus estudiantes de estar en la mitad de un enfrentamiento, es “pecho a tierra y no levantarse hasta que no se escuche ningún disparo”.
Ignacio Calderón no necesita demasiada presentación en los círculos de la investigación sobre inclusión. Es docente e investigador en la Universidad de Málaga y desde hace algún tiempo ya, todo un referente en estos temas. Entre otras muchas cosas, codirige un proyecto de investigación, Narrativas emergentes sobre la escuela inclusiva desde el Modelo Social de la Discapacidad. Resistencia, resiliencia y cambio social, en el que intentan recoger las voces de quienes son obviadas y obviados por casi todo el mundo, niñas y niños con discapacidad y sus familias. También algunas y algunos profesionales. Dentro de este proyecto, acaban de dar un paso más y estrenan una película documental que es simple y difícil de explicar en pocas líneas. Hablamos con él de algunas de las cuestiones que aparecen reflejadas en la cinta que será estrenada en Madrid, con la presencia de Pilar Alegría, ministra de Educación y FP.
¿De dónde sale el documental?
Cuando comenzamos con el proyecto de investigación, 2018, ya teníamos en mente que queríamos buscar las narrativas que está haciendo la gente pero que son silenciadas porque no trascienden a las escuelas ni tienen altavoz en los medios. Teníamos mucho deseo de conocer las narrativas de la gente común y corriente. Y queríamos construirlas; saber cómo piensa y vive la gente, sus formas de entender la vida y la escuela. Por otra parte, pensábamos que la forma en que contáramos los hallazgos tenía que ser acorde con lo que habíamos encontrado; y para que llegase a la gente no podía hacerse solo con publicaciones académicas. Cuando hablo de gente común hablo también de los profesionales, que no beben tanto de las revistas académicas por mucho prestigio que tengan.
El documental trata de volver a los lenguajes más inmediatos y comunes que tenemos y de contar a través de las imágenes y las historias qué es lo que habíamos encontrado en los últimos años. Esto lo proyectamos desde el principio y durante la pandemia pensamos cómo lo íbamos a hacer, a construir y a partir de ahí se ha generado el documental que va mucho más allá de lo que se ve.
¿Cuéntanos que podremos ver?
El documental tiene una historia, un nudo, la historia de Rubén y su vida, el trayecto de una familia que ha sido excluida. Y después hay otras muchas historias, algunas que con familiares y otras son comunes entre estas mismas familias, que van profundizando en esto de la lucha de la escuela para todos y para todas.
Se trata de una pieza que tiene en sí otras que apena aparecen y que vamos a tratar de publicar con el tiempo. Son las historias particulares de esas familias. Con las que Cecilia (Barriga, la directora de la cinta) se ha ido entreteniendo, con las que ha hablado… Es un documental que pretende ser herramienta de trabajo, no solo pieza artística. Todo el trabajo audiovisual generado pretende ser herramienta de trabajo.
Hay una línea que no hemos publicado en la web que se titula Hilando vidas. La idea es una forma de entender que hemos desarrollado en el proyecto: no puede ser que una madre de hace 20 años hable con una madre reciente y diga: “Tu experiencia en la escuela es exactamente igual que la mía”. No ha cambiado nada. Estamos intentando poner en común esas historias para crear un suelo desde el que volver a impulsarse. Es como el día de la marmota, siempre estamos en el mismo lugar no avanzamos. Que por supuesto no estamos exactamente en el mismo lugar, pero hay en realidad muy poco avance. Y tratamos de hilar vidas, algo que demuestra el documental, esa forma de entrelazarse las vidas. La historia de Raúl y su madre, esa historia lo es de una persona adulta, Raúl, que de alguna manera enseñan a las más jóvenes, mientras que Concha, su madre, también nos enseña a todas y todos. De modo que las historias de las personas más experimentadas también nos enseñan qué se puede hacer. Estamos volviendo a crear un suelo un poco estable. Las familias y los profesionales están siempre ante la inseguridad y la incertidumbre de lo que pasará. Estamos construyendo historia.
Hablando de profesionales, el documental está centrado en las familias y las chicas y chicos. A parte de ti, el profesional no tiene cabida prácticamente o en absoluto. No sé si está previsto que tenga hueco en otro momento…
Está previsto continuar. De hecho, estuvimos grabando durante el trabajo en la Axarquía con el CEIP LA Parra. Tanto Teresa Rejón como yo, que estamos codirigiendo el proyecto de investigación, queríamos que entrara todo. Pero hemos querido respetar mucho la mirada de Cecilia, la directora, que tenía que ver el sentido narrativo. El entrar en lo técnico, en lo que tiene que ver más con códigos y lenguajes profesionales, rompía. Cecilia nos decía que eso era otro documental. Son dos partes que no tiene sentido juntar aquí. De hecho, al final del documental, en los créditos, van apareciendo imágenes e lo que se va haciendo. Pero el docu se ha centrado en lo que es menos escuchado probablemente.
La educación inclusiva entra justamente ahí. No es sobre discapacidad, no es sobre inmigración, es sobre todo
Hay muchísimos detalles desde luego. Pensando en Concha y Raúl, hay un momento en el que ella recuerda las luchas de las feministas en los primeros años de la democracia. Es interesante cómo hila estas luchas que vienen a ser las mismas.
Sí, y otros momentos en los que otras madres vuelven a decir y a hilar el feminismos y otras luchas sociales y este que estamos haciendo y se quejan de cómo puede ser que estemos separardas y no pensando la interconexión entre luchas; lo que, académicamente, se llama la interseccionalidad. Cuando hablamos de clases sociales es una forma de opresión que tiene que ver con la opresión del patriarcado y con la opresión del capacitismo. El tratar de tejer puentes entre las luchas es una forma de reinterpretar de qué se trata esto de la educación inclusiva. La educación inclusiva entra justamente ahí. No es sobre discapacidad, no es sobre inmigración, es sobre todo. Lo que pasa es que tendemos a pensar que es solo sobre una cosa.
Hay un par de momentos… una reunión de madres en un parque en Madrid en el que hablan del sobreesfuerzo: o eres madre coraje o menos mal que estás ahí para cuidar de tu crío. Y otro, hacia el final, en el que un padre dice que toda esta situación con su hijo con discapacidad le está sirviendo para repensar su masculinidad en una sociedad muy patriarcal.
En el nuevo workshop que tenemos estos días en Madrid, una de las líneas de trabajo será sobre cómo podemos pensar las categorías que han estado operando en nuestra mente. Nosotros entendemos lo que nos pasa a nosotros pero, ¿y lo que están viviendo otras personas? El reencontrarse como hombre, por ejemplo, es una forma de trascender la lógica sobre lo que creemos que es hacer educación inclusiva. Es revisar lo que hasta ese momento no ha sido revisado.
Para mí, la lección magistral del documental es que un grupo de familias que no son profesionales, están haciendo educación inclusiva en la vida cotidiana y la explican de una manera tan natural que, para mí, es tremendamente revolucionario y rompedor. Es muy simple, muy sencillo frente a quienes dicen que es muy complejo, que no estoy preparado. Esos padres no estaban preparados, se están preparando. Es un proceso en el que nos embarcamos y que nunca se agota.
Pensando en esto, hay un momento en el que Concha explica que la cajera del supermercado del pueblo pone orden porque Raúl lleva otro ritmo y genera una cola. Esto de hacer educación inclusiva más allá de la escuela, que remite a que educa la tribu…
El caso tan paradigmático de Raúl, Concha y su familia es que por una parte rompe con algunas lógicas de que al llegar a una determinada edad no hay nada que hacer, es mentira. Lo que demuestra Raúl es lo contrario. Además, rompe con la lógica de qué es la escuela. Muestran el valor de la educación social más allá de la escuela y lo hacen de una manera tan magistral que te muestra una lógica que entronca con lo que entendemos por educación inclusiva pero que no es lo habitual. Seguimos pensando que es la educación especial para ese niño que tiene tal síndrome o para aquella niña que no sé qué. Lo que plantea esta familia es que no, que el problema está en los que no tienen paciencia en la cola. Entonces ¿quién se tiene que educar en la escuela? Es la escuela y quienes estamos alrededor de esa persona que es la que está siendo oprimida. Pero lo mismo que en la cola del supermercado ocurre en la escuela en donde no se ha respetado ese tirmo para aprender, ni esos intereses ni esa forma de comportarse. Por eso la escuela tiene que reeducarse, porque lo que tú no toleras, tienes que cambiarlo.
Como ese padre que dice que se está reconstruyendo. Es que se trata de eso. Muchas veces nos enredamos en pensar que el problema son los medios, y no digo que no sean parte del problema, pero que convirtamos en parte del problema a los medios es un error. Porque el gran problema es que la propia Concha detecta en sí misma a lo largo del desarrollo de Raúl, en su relación con él ciertas cosas. Se da cuenta, incluso siendo ella ya mayor y Raúl adulto que hay muchas cosas que no estaba entendiendo bien y tiene que reformularlas. Eso nunca se agota, nunca termina. Por eso la educación inclusiva se entiende como un proceso. Pero eso no significa que podamos seguir dilatando las cosas en el tiempo como si no pasara nada porque sí que pasa, muchos niños y niñas están sufriendo en la escuela. Y eso tiene que cambiar.
La educación inclusiva es un proceso, pero no podemos seguir dilatando las cosas en el tiempo como si no pasara nada porque sí que pasa, muchos niños y niñas están sufriendo en la escuela
En el documental dices que la escuela debe de dejar de mirar al sistema productivo.
En el ldocumental, Marta, una madre, plantea que todo esto no es como otras condiciones que tenemos en la vida. La diversidad funcional es algo que nos atraviesa. Nacemos sin saber cuidarnos y vamos a pasar buena parte de nuestra vida siendo improductivos. Eso sí, esto no es algo en favor de una persona sino de la humanidad. Por eso, cuando hablamos de educación inclusiva hablamos de derechos humanos. Necesitamos la educación como el alimentarnos. Y no somos la misma persona que ayer, siempre somos alguien diferente y dentro de unos años nos moveremos de manera muy diferente a como lo hacemos ahora. Y eso no debería quitarte a ti ni a nadie, un ápice como persona ni a tu dignidad.
La educación insluvia, cuando hace frente a las relaciones de producción en la escuela, a pensar la escuela como un brazo del sistema productivo, lo que hace es proteger a la humanidad de los desvaríos, de lo indeseable de ese tipo de relacones. Porque la relación educativa no es la relación mercantil. Y cuando estas se confunden, convertimos lo que hemos llamado educación en otra cosa.
Parece de cajón…
Sí, claro, pero no todo el mundo se ha dado cuenta de que la escuela tiene que ver con el sistema productivo, de que suspenden y aprueban quienes, en buena medida, van a suspender o aprobar en el sistema de trabajo. Todo esto que tiene profunda relación con tus condiciones de infancia, de dónde vienes, de quién vienes, en qué condiciones vives… lo vemos de cajón quienes le hemos dedicado tiempo, pero no es algo tan evidente. Pero hay que desvelarlo.
El documental muestra algo que para muchos es evidente: la profundidad humana que hay en cualquiera de nosotros
Este es punto clave del documental, este desvelar. Me parece interesante desvelar a los chavales, lo primero. Ver cómo se relacionan entre sí, y con otras personas. Te dan la medida de quiénes son y cómo hacen…
Creo que uno de los mayores potenciales del documental es ver a personas en situaciones cotidianas que pueden ayudarte a verte a ti mismo en esa situación. Desenterrando lo que hemos enterrado, ¿me explico? Porque no nos imaginamos relacionándonos con estas personas. El documental muestra algo que para muchos es evidente: la profundidad humana que hay en cualquiera de nosotros.
El guionista de La casa de papel que aparece al final, lo dice muy bien. Él dice que cuando se construye un guión se muestran emociones que tenemos todos. Cuando muestras el interior de las personas se ve que somos lo mismo: cómo nos reflejamos en otras personas. El documental invita a entrar ahí.
Diría que uno de los puntos fuertes, discúlpame las palabras porque tal vez son patosas, es la normalización de chicas y chicos y de sus vivencias y de las propias familias, para personas como yo que no tenemos cerca personas con discapacidad… Y, de repente, este cotidiano.
¿Sabes lo que pasa? Lo que se produce es una desnaturalización de lo que hemos entendido como lo normal. Testé el documental el curso pasado, con mi alumnado de la facultad. Estaba expectante y me daba miedo cómo lo fueran a ver. Les pregunté y lo que, en realidad, más les habia gustado era una escena que era la que más me preocupaba porque es larga, lenta, la de la casa de campo (en la escena, el grupo central de protagonistas pasa un día en una casa de campo, hay una comida en grupo y muchas horas de conversaciones). Eso lo que muestra es la vida. El alumnado me decía que lo que les gustaba era cómo se relacionan ellos. Porque ese día de campo podía ser su día de campo. Cuando me dijeron eso pensé: “Bien, parece que sí funciona” (risas).
El sistema quiere que seas desgraciado, que lo asumas, que asumas que tu hijo no puede aprender en la escuela, que no tiene cabida, que a tu hija le espera una residencia
Sí, son vivencias que tiene el común de los mortales y no se nos pasa por la cabeza que esas madres coraje tengan vidas convencionales, que coman con sus amigos y se puedan reír. Que acabes cansado de jugar… esas cosas.
Estas personas hacen trizas ese relato, la narrativa de la desgracia. Se lo cargan. Justamente ese relato de la desgracia es el que el sistema quiere, que seas desgraciado, que lo asumas, que asumas que tu hijo no puede aprender en la escuela, que no tiene cabida, que a tu hija le espera una residencia… y eso desde que nacen. Romper con esa narrativa genera contranarrativas, como las de estas personas, que no son héroes de nada, que no quieren ese papel que, además, forma parte del relato capitalista y capacitista, que tienes que ser un superhéroe, tienes que ganarte lo que quieras y ser un Amancio Ortega y, si no lo eres, es que no eres buena madre o tu hijo no vale lo suficiente.
La escuela tiene este relato muy, muy intereiorizado. Y lo tiene que cambiar. Y esto se cambia con narrativas como esta, grandes, que muestran una nueva cultura, de cómo ver nuestras relaciones. Y con otras narrativas que son más prácticas, que pretenden ir a lo concreto: cómo hacemos, por ejemplo, una evaluación psicopedagógica que no haga lo que le hicieron a Rubén. O cómo hacemos que nuestra escuela construya algo diferente a lo de ahora que deja fuera a Lucía. ¿Cómo podemos hacerlo? Nos hemos metido en el barro de hacer propuestas muy práticas.
Floren Cabello, es profesor titular de comunicación en la UMA, decía que este documental tiene que ser recursivo. Esto quiere decir que no es solo un producto, sino que es algo que nutre otros procesos. A lo largo del camino ha habido grandes hitos. Por ejemplo, lo que has visto cuando visitan el Ministerio. Es un momentazo. Eso, en vivo y en directo, fue excepcional.
En esa parte, hay dos momentos potentes, justo cuando vais a entrar y una chica se pone tan nerviosa y llora y, después, cuando Zulaica habla con la ministra y llora al contar su historia…
Esa que llora es mi hija. Mis hijos han estado metidos dentro del grupo desde el principio… No estamos hablando de algo ajeno, hablamos de qué es lo que cambiamos nosotros, qué podemos hacer para transformar la visión de la escuela, no es algo que hagan otros, sino que hacemos.
El momento con Zulaica es increíble. Y el día anterior también. Con ese grupo de estudiantes nos estuvimos reuniendo más de un año. No se conocía entre sí, es absolutamente diverso. En él nunca nadie tuvo que hablar de su condición. Zulaica, por ejemplo, nunca tuvo que decir que es gitana, pero cuando se plantea lo del ir al Ministerio ella dice que quiere hablar de ello. Alberto, otro chico, nunca habló durante las reuniones de que tenía una enfermedad, pero la víspera de ver a la ministra dijo que quería hablar de que no se puede estar enfermo en la escuela. Es un paso adelante que hacen niñas y niños y dicen: “Estoy en un momento en el que voy a romper el silencio”. Es una maravilla.
Hay que hablar de las opresiones, lo que llamamos barreras, que no están en la persona, sino en la categoría
En ningún momento del documental se habla de la etiqueta de nadie y, en cierto modo, esta pierde la importancia…
Es que eso es una maravilla. Es descategorizar. Muchas veces pensamos que es necesario categorizar para poder intervenir. Es lo que piensa la escuela, o categorizamos o no podemos acertar con la respuesta. Y el documental muestra justo lo contrario: descategorizar no te impedirá hablar de las opresiones que hay. Hay que hablar de las opresiones, lo que llamamos barreras, que no están en la persona, sino en la categoría.
Creo que es interesante cómo muestra la vida cotidiana, como un decir “no hay otra cosa”.
No es la normalización sino el cuestionamiento de la normalidad, desnaturaliza, más bien, desnormaliza. Muchas veces se dice que hay que normalizar la discapacidad, y no. Ha sido la normalidad la que ha hecho la discapacidad. Es lo mismo que hacer todo el rato la distinción entre autóctono y extranjero, ¿no? Y se dice “ya parece un de los nuestros”, y no debería ser eso.
La última pregunta ¿Qué recorrido queréis que tenga el documental? Como mero producto audiovisual.
Tenemos habilitada en la web del documental la posibilidad de solicitar pases a quien lo pida y los preparamos. Y ya tenemos bastantes solicitudes. Esperamos que vaya a muchos lugares. Sabemos que en América Latina tiene mucho interés por el documental y por todo el movimiento que está generando. Nos lo han pedido ya para hacer un paso en el Parlamento de Argentina, también en universidades, ayundamientos… queremos que se convierta en una herramienta de desnaturalización de ciertas desigualdades y de volver a pensar que la escuela es lo que creamos, no algo inmóvil. Pensamos que puede llegar a muchos sitios: a cualquier asociacion de padres y madres, a cualquier claustro…
El Secretario General de la ONU, António Guterres, critica los ataques aéreos contra Let Yet Kone, que la junta militar afirma estaban dirigidos a rebeldes escondidos en la zona.
Al menos 11 escolares han muerto tras un ataque aéreo contra una aldea en Myanmar, según la agencia de Naciones Unidas para la infancia, en lo que podría ser el ataque más mortífero contra menores desde que la junta militar tomó el poder el año pasado.
El Secretario General de la ONU, António Guterres condenó el ataque el martes, según su oficina, que afirmó que el número de víctimas mortales se había elevado a al menos 13 personas fallecidas, incluyendo a los 11 niños cuya escuela fue atacada.
El país del sudeste asiático está sumido en el caos desde que los militares tomaron el poder en un golpe de estado en febrero de 2021, con cerca de 2.300 civiles asesinados en la represión de la disidencia, según un grupo local de monitoreo. La junta afirma que el ataque mortal del viernes tenía como objetivo a rebeldes escondidos en la zona.
La región de Sagaing, en el noroeste del país, ha experimentado algunos de los combates más intensos, y los enfrentamientos entre combatientes antigolpistas y los militares han provocado la destrucción de pueblos enteros.
La agencia de la ONU para la infancia, UNICEF, condenó la violencia del viernes en el municipio de Depeyin, en Sagaing.
«El 16 de septiembre, al menos 11 menores murieron en un ataque aéreo y por fuego indiscriminado en zonas civiles», informó UNICEF en un comunicado emitido el lunes.
Añadió que las escuelas deben ser seguras y nunca deben ser un objetivo.
«Al menos 15 menores de la misma escuela siguen desaparecidos», dijo UNICEF, pidiendo su inmediata y segura liberación.
Guterres, que el martes recibía a los líderes mundiales en la Asamblea General de la ONU, «condena enérgicamente los ataques de las fuerzas del ejército de Myanmar contra una escuela en Let Yet Kone» y ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas, informó en un comunicado su portavoz Stéphane Dujarric.
Este tipo de ataques a escuelas, que contravienen el derecho internacional humanitario, constituyen «graves violaciones contra la infancia en tiempos de conflicto armado que el Consejo de Seguridad condena de forma enérgica», declaró la portavoz de Guterres, quien pidió que los autores rindieran cuentas.
Un video obtenido de un grupo comunitario local muestra un aula con sangre en el suelo, daños en el techo y una madre llorando sobre el cadáver de su hijo.
La junta militar dijo que había enviado tropas en helicópteros a Let Yet Kone tras recibir un aviso de que combatientes de un grupo rebelde de las minorías étnicas, el Ejército para la Independencia Kachin (KIA, por sus siglas en inglés), y una milicia antigolpista local estaban transportando armamento en la zona.
El ejército acusó a la resistencia rebelde de utilizar a civiles como escudos humanos, y dijo que había incautado minas y explosivos en la aldea.
«Los miembros de seguridad dieron el tratamiento médico necesario y se encargaron de enviar a los pacientes a un hospital cercano», dijo el ejército en un comunicado.
El portavoz de la junta, Zaw Min Tun, acusó el martes al KIA de llevar a la población local a un monasterio y disparar desde allí a las tropas.
Una persona de la aldea contactada por la Agencia France Press rechazó las insinuaciones de los militares de que había combatientes en la zona.
«Acaban de atacar la escuela. Dicen que alguien les atacó y que luego se defendieron, pero eso no es cierto», dijo, hablando bajo condición de anonimato por su propia seguridad.
También comentó que los militares se habían llevado algunos de los cuerpos y detenido a varias personas, entre ellas menores y profesores.
El director regional de Save the Children en Asia, Hassan Noor, señaló que nunca se debe atacar escuelas durante conflictos.
«¿Cuántos incidentes más como éste tienen que producirse para que se tomen medidas?» pregunta Noor, instando al Consejo de Seguridad de la ONU y a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) a tomar medidas con rapidez.
Hasta el momento, los esfuerzos diplomáticos de la ASEAN han sido infructuosos para resolver la crisis de Myanmar. Los líderes de la agrupación regional se reunirán en Phnom Penh en noviembre.
América del Sur/Argentina/19-08-2022/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar
En el video de la gresca se escucha cómo los testigos les advierte sobre un portero por lo que frenan el ataque.
Hace algunos minutos se viralizó un video sobre una feroz pelea entre alumnas de una escuela de Santa Lucía. Se trata de dos adolescentes que, tal como se ve en las imágenes, se trenzan a los golpes y los testigos, lejos de separarlas, se alejaban y las arengaban.
Según las fuentes, el violento episodio ocurrió en las inmediaciones de la escuela General Antonio González Balcarce y por el video que proporcionaron, una de las jóvenes terminó con la nariz ensangrentada y el rostro marcado.
Además, entre los gritos de las personas que estaban alrededor de la pelea, se escucha que alguien alerta sobre la presencia de un supuesto adulto. «Corran, el portero», fue la frase que logró separar a las adolescentes.
Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Dos-menores-de-una-escuela-de-Santa-Lucia-se-trenzaron-a-los-golpes-una-termino-sangrando-20220818-0049.html
Francisco Mora es, por derecho propio, uno de los más importantes divulgadores de la neurociencia en el campo de la educación. En este último libro explora la posibilidad de que en ese cruzarse disciplinas y campos del conocimiento sea posible el surgimiento de las y los neuroeducadores.
Mimosa y Sam. Un festín en el jardín
Cathon
Ed. La Finestra Lectora
Mimosa y Sam son dos buenos amigos que se dedican a resolver misterios en el jardín… Esta vez toca averiguar quién se está comiendo las horas de albahaca. El libro, un cómic escrito e ilustrado por Cathon, está pensado para público prelector a partir de los tres años y para hacer lecturas compartidas.
Schola delenda est?
Pascual Gil
Apostroph
Pascual Gil es una de las voces más jóvenes y críticas del panorama educativo actual. Es profesor de Geografía e Historia en un centro de secundaria. Desde la más absoluta cercanía con el aula, critica en este volumen la entrada de intereses más o menos mercantiles, neoliberales y desreguladores en la escuela. Intereses que utilizan, por ejemplo, conceptos como las competencias clave como puntas de lanza. Un ensayo crítico de rápida lectura que da que pensar.
La evaluación formativa.
Estrategias eficaces para regular el aprendizaje
Mariana Morales y Juan Fernández
SM
La evaluación formativa puede ser una de las más poderosas herramientas para modificar la actuación en el aula. Tanto la del docente como la del alumnado. Evitar la nota numérica y multiplicar el feedback que se ofrece a chicas y chicas; permitir que corrijan y repitan sus trabajos para que los mejoren. Medir la evolución del aprendizaje y no del aprobado. Este libro de Mariana Morales y Juan Fernández te permitirá, al menos, dar algunos primeros pasos en este campo.
Ni musas ni sumisas
Helena Sotoca
Editorial Bruguera
Ni musas ni sumisas no es un libro sobre educación, pero sí. Habla del papel de las mujeres a lo largo de la historia del arte; de qué puesto ocupan y han ocupado a lo largo de los siglos. El feminismo vuelve a servir para analizar de forma crítica no solo la historia, sino el papel del arte y la cultura, de los valores que transmite, de la sexualidad o los cánones de belleza.
Ser enano no es especialmente fácil. Ser diferente no lo es. Y no lo es especialmente en las aulas, ya se sea alumno o profesor. Josep María Alaña explica en este volumen cómo ha vivido todas estas experiencias. En definitiva, es una reflexión sobre la diferencia y su aceptación.
Hacia una escuela para lo común. Debates, luchas y propuestas
Jordi Collet y Silvia Grinberg
Morata
La educación y la escuela están atrapadas en un momento complicado, manejadas con la lógica utilitarista e individualista, enfocadas al mercado de trabajo, a la supervivencia. Collet y Grinberg eligen pensar en ellas como posibilidad de acercamiento y construcción del bien común. Se trata de una búsqueda de alternativas a esa educación «técnica y neutral» que tanto se vende.
Cuentos de casa
Salvador Comelles
Anaya
Los objetos cotidianos que puede cualquiera encontrar en su casa, qué se yo, el sofá, un espejo, el ratón del ordenador o un rotulador… Todos tienen vida popia. Es mejor no despistarse. En este libro encontrarás algunas historias que nos hablan de esas cosas que hacen las cosas en casa cuando no nos damos cuenta.
100 actividades de ámbito artístico para primaria
Josué García García
Editorial Graó
Cual libro de recetas, en 100 actividades… encontrarás un centenar de actividades que poder desarrollar con las chicas y chicos de tu clase (no solo). La idea es trabajar la creatividad, la interpretación y la percepción del alumnado. Además de la larga lista de posibilidades, el libro está pensado casi como un recetario, y en cada una encontrarás lo siguiente: materiales necesarios para llevarlas a cabo; descripción de la propuesta; desarrollo y actividades alternativas.
Los Forasteros del Tiempo 12: La aventura de los Balbuena: objetivo la Luna
Roberto Santiago y Pablo Fernández
SM
Los Balbuena están en 1969 metidos en el módula lunar Eagle, en la misión espacial Apolo 11… a punto de pisar la Luna. Seguramente, la mayor aventura de las que han vivido hasta la fecha.
Territorios de juego y exploración. Derecho a jugar
Alejandra Dubovik, Alejandra Cippitelli
Editorial Octaedro
Este libro habla de territorios de juego y de experimentación entendidos como espacios que ofrecen las condiciones óptimas a los niños para que los conquisten y los construyan desde su creatividad. A partir de la manipulación del material, en colaboración y comunicación con sus compañeros y compañeras, y mediante el imaginario colectivo y participativo, los pequeños van construyendo el conocimiento.
Buenos días, hoy quiero comentarles cuestiones en relación a una serie que me nombran analizantes de variadas edades, “Sex education”, más allá de detalles técnicos, si hablamos propiamente desde el Psicoanálisis, como es el caso del personaje de la madre del protagonista, es una sexóloga, no psicóloga supongo, pero de todas maneras, la trama y las situaciones que se muestran allí, desde los docentes de la escuela, las relaciones entre lxs adolescentes y las posiciones que van tomando durante el desenvolvimiento de la historia, creo que está bien tomada.
Hay no sólo la cuestión de la pulsión, o goce que se presenta en lxs chicxs, alumnos, sino también la amistad, la responsabilidad afectiva, el amor, el maltrato, las adicciones, el tema del IVE, la segregación, las preguntas sobre lo que sienten, la autoridad, los roles y funciones de los adultos, la creencia en ellos mismos, o no, las inseguridades, lo humano.
Tanto jóvenes como adultos se plantean interrogantes sobre sus vidas, y lo más interesante es la posición de Otis, un joven que se predispone a escuchar a sus pares, inspirado por una chica, como no podía ser de otra manera, a partir de sus propias preguntas.
Pensaba en la importancia de la ESI en las en las escuelas secundarias, que además de atravesar las materias, con sus puntos de atención, el hecho fundamental de que lxs alumnos sean escuchadxs, también los adultos y adultas en juego puedan formarse en relación a algún tipo de forma de trabajo que incluya invitar a profesionales, hacer talleres con médicos, psicólogos, docentes, en fin, tarea nada sencilla pero necesaria, de modo de abordar las problemáticas que llegan a la clínica luego. Realmente se da por sabido conocimientos de prevención y asistencia a nivel biológico, no sólo emocional, que se desconocen por completo., dados los casos de maltrato verbal y físico entre pares.
La vez pasada preguntaban algo acerca de cómo tratar la violencia en las escuelas y se me ocurre que tal vez se pueda articular con eso además.
Lxs esperamos para conversar en la radio, muchas gracias!
Violeta Paolini, Psicoanalista, Miembro de la EOL y AMP.
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