l rugido desde las escuelas de Singapur, la ciudad de los leones, es cada vez más fuerte en los rankings mundiales sobre educación. Situada en el sureste asiático, esta pequeña ciudad-estado de 700 kilómetros cuadrados, cuya población no supera a los seis millones de la Comunidad de Madrid, ha pasado de ser un país pobre a ser una de las naciones más ricas por PIB per cápita en apenas 50 años.
En el momento de su independencia, el 9 de agosto de 1965, este indicador macroeconómico apenas superaba los 500 dólares y en 2016 rebasa los 52.000. Cinco décadas después, Singapur es el quinto país del mundo con mayor número de millonarios. Y sobre las calles de la isla, donde antes proliferaban mercados flotantes, vendedores ambulantes y rickshaws, ahora se elevan rascacielos, estatuas, parques y hoteles.
Sobre las calles de la isla, donde antes proliferaban mercados flotantes, vendedores ambulantes y ‘rickshaws’, ahora se elevan rascacielos, estatuas, parques y hoteles
Pero cinco décadas después, también es el milagro del Informe PISA, esa suerte de radiografía educativa mundial elaborada por la OCDE cada tres años. Si bien Asia ha consolidado su liderazgo en el último estudio -realizado entre 540.000 estudiantes de 15 años de 72 países pertenecientes a la organización- con siete países entre los 10 primeros gracias la relevancia que da a los profesores, la disciplina y los exámenes, Singapur se ha coronado por encima del resto. Además de superar al modelo educativo finlandés que la comunidad educativa española suele tomar como referencia.
De hecho, Finlandia, antiguo líder del listado y cuyos alumnos siguen muy por encima de los españoles y por delante de la media de la UE , ha experimentado un retroceso en las tres áreas evaluadas, Ciencias, Matemáticas y Comprensión Lectora. Solo 12 países han mejorado su rendimiento en los dos primeros campos en los últimos diez años, a pesar de que se ha elevado un 20% el gasto por alumno, siendo Singapur el país mejor clasificado con 556 puntos, pese a bajar en Matemáticas y Lectura con respecto a la anterior edición. En Ciencias le siguen Japón (538) y Estonia (534); en Matemáticas, Hong Kong (548) y Japón (532); y en Lectura, Hong Kong y Canadá (ambas con 527) y Finlandia (526).
100% escuelas públicas
Para explicar las claves del ‘milagro asiático’, altavoz ha hablado con el profesor Yeap Ban Har (Ban Har es nombre y Yeap es apellido), doctor en educación matemática por la Universidad Tecnológica Nanyang y profesor en el Instituto Nacional de Educación. Un docente menudo y amable que recorre el mundo enseñando el Método Singapur en Matemáticas. Ha estado en todos los continentes, menos en la Antártida. «Singapur ha pasado de ser un país en desarrollo a una moderna economía industrial gracias a tener fundamentos económicos sólidos, un buen gobierno y un buen sistema educativo», considera.
La apuesta por la educación es compartida por gobierno, empresa y sociedad y, ni siquiera en los años de la crisis económica mundial se ha recortado en esta área
Para Mr. Yeap el éxito del modelo educativo de su país radica en su capacidad de proporcionar un aprendizaje de alto nivel para todos los estudiantes. «Desde 1997 se ha desarrollado el programa Thinking Schools, Learning Nation (Escuelas que piensan, Nación que aprende), basado en personalizar la educación adaptándola a las necesidades y capacidades de cada alumno. Se centra en el pensamiento y las competencias del siglo XXI y es básicamente un sistema de escuelas públicas al 100% para que todos los niños obtengan la misma educación de calidad», explica.
La apuesta por la educación es compartida por gobierno, empresa y sociedad y, ni siquiera en los años de la crisis económica mundial se ha recortado en esta área. Por lo mismo, la docencia es una profesión con gran prestigio social y se busca a los mejores profesores para desempeñar esta labor. «Uno de cada cinco solicitantes de empleo en la docencia obtiene el trabajo», apunta el matemático.
Inglés, meritocracia y competitividad
Sobre las características que diferencias a Singapur de sus países vecinos, Mr. Yeap incide en que utilizan el inglés como medio de instrucción, no un lenguaje local. Fue una de las primeras medidas que puso en marcha el Gobierno de Singapur tras la independencia para competir en un mundo globalizado».
Al terminar la educación Primaria, los alumnos realizan un examen oficial que decide la modalidad y el tipo de educación Secundaria que realizarán, dependiendo de sus capacidades
«Nuestro modelo es casi exclusivamente público, ya que al ser un país tan pequeño, las escuelas son compartidas por estudiantes antecedentes económicos», dice. Y además, señala que en Asia sudoriental, es decir, Malasia, Indonesia y Tailandia, los resultados en Matemáticas no son tan buenos. En Singapur, un país que no cuenta con recursos materiales, se busca la máxima cualificación de los alumnos para que en un futuro sean trabajadores muy preparados y se conviertan en la principal fuerza económica. Por ello, elsistema educativo se basa en la meritocracia y la competitividad.
Según el experto, los profesores deben enseñar las Matemáticas trabajando con los alumnos en equipo. nada de memorizar procedimientos matemáticos. ¿Cómo? A través de objetos concretos y aprovechando las ideas que tengan los propios menores sobre la resolución de los problemas. Por ejemplo, repartiendo decenas de triangulitos de papel de distintos tamaños por las mesas. En media hora, los alumnos tendrán que demostrar manipulando a su antojo este pedacito de papel que la suma de los ángulos de un triángulo suma 180 grados.
Ansiedad: la cara oculta
Al terminar la fase de Primaria, los niños realizan un examen oficial que decide la modalidad (exprés, normal-académica y normal-técnica) y el tipo de educación Secundaria que realizarán, dependiendo de sus capacidades. Y al culminar la Secundaria, hacen frente a un segundo examen oficial que les deriva a estudios universitarios o vocacionales. Los alumnos con mejores calificaciones en estos exámenes acceden a las mejores escuelas, universidades y centros de formación profesional.
El hecho de que se jueguen su fururo laboral desde Primaria ha propiciado que la comunidad educativa mundial denuncie en muchas ocasiones que detrás de los buenos resultados académicos que se manifiestan en informes como PISA existe una cara oculta donde la presión y el estrés tiene a los alumnos obsesionados por las buenas notas.
Los jóvenes de Singapur no destacan por su sentimiento de pertenencia a la escuela y su nivel de ansiedad por las tareas escolares es máximo
Es por ello que la OCDE, este año publicó por primera vez el informe ‘El bienestar de los estudiantes’, una instantánea de los alumnos desde el punto de vista físico, social, psicológico y cognitivo, donde, por esta vez, España puede presumir de estar por encima de la media de la OCDE, mientras que los países asiáticos no sacan tan buenas posiciones.
«Las clases son de 7:30 a 13.00 horas en Primaria y hasta las 14.00 horas para los alumnos de Secundaria. Los datos de PISA y el Estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS) indican que los estudiantes de Singapur son por lo general positivos en su actitud y son felices en la escuela», defiende el doctor. Sin embargo, en el mismo estudio de PISA señalan que los jóvenes de Singapur no destacan por su sentimiento de pertenencia a la escuela y su nivel de ansiedad por las tareas escolares es máximo.
Pero PISA también tiene detractores. La última en sumarse a denostar a los analistas de la OCDE ha sido la plataforma que apoya a la escuela pública Save Our School (SOS) que alerta de que los famosos rankings son engañosos debido a la gran proporción de la población de 15 años que no va a la escuela en muchos países. En esa línea, denuncian, Vietnam -que aparece en el puesto número ocho en Ciencias en los resultados de PISA 2015- tiene a la mitad de los niños de 15 años fuera de la escuela.