América del sur/Argentina/02 Septiembre 2017/Fuente: La nación
Durante la tercera audiencia ante el máximo Tribunal se escucharon los argumentos de asociaciones educativas religiosas, referentes de universidades públicas, privadas y organizaciones no gubernamentales.
Durante casi tres horas, los amigos del tribunal volvieron a disertar confrontando sus distintas opiniones sobre un litigio que lleva más de siete años, cuando un grupo de madres salteñas, junto con la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) demandaron al Estado provincial porque consideran que esta medida, impulsada por el gobernador Juan Manuel Urtubey, es discriminatoria, viola la libertad de pensamiento y no garantiza la libertad religiosa, consagrada en la Constitución Nacional.
Esta vez, y entre quienes se manifestaron a favor de la enseñanza religiosa como parte del contenido curricular obligatorio, hizo eco en varias oportunidades el concepto de «laicidad positiva», un término que, a priori, supondría la existencia de un laicismo negativo. María Inés Franck, presidenta de la Fundación Latina de Cultura, inició su ponencia recordando que Salta no es la única provincia donde existe esta normativa, y que las leyes de educación de Catamarca, Córdoba, La Pampa, San Luis y Tucumán incluyen disposiciones semejantes a la salteña. «Las demandantes alegan discriminación, pretenden que la educación religiosa se dicte fuera del horario escolar, pero qué sucede con las familias que no pueden enviar a sus hijos a colegios privados. Ellos también son discriminados, aseguró, y consideró que ofrecer la materia en horario extracurricular complicaría la logística de muchos padres que trabajan. Por último, hizo referencia a la idea de laicidad positiva como una invitación al diálogo, al respeto y la tolerancia. Un Estado «que no prohíba la educación religiosa sino que la aliente, pero que no implique el proselitismo de ningún credo».
¿Qué tipos de contenido ven los chicos en el aula?
Según informó la ministra de educación salteña, Analía Berruezo, antes del inicio de las audiencias públicas en la Corte, «cada año se les manda a los padres una circular y se les pregunta si quieren que sus hijos reciban enseñanza religiosa. Luego se analiza la disposición de los contenidos en función de las convicciones de cada familia». Este año, de acuerdo al informe oficial, «el 87% de los padres respondió expresamente que desea que sus hijos reciban educación católica, pero también hay chicos de familias evangélicas, mormonas o testigos de Jehová, y se abordan los distintos contenidos. Para quienes responden que no quieren que sus hijos participen de las clases, la idea es trabajar de forma alternativa», explicó Berruezo.
Referentes de la Universidad Católica Argentina, la Universidad Austral y la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina también manifestaron su postura a favor de la norma. «Acá está en juego la libertad de aprender -dijo la hermana María Cristina Mandali, secretaria de esta última institución-. La educación religiosa forma parte de la educación integral de los niños, y cercenarla es empobrecer y menoscabar ese derecho. El desvío que pueda haber en Salta [en referencia a la práctica concreta de la normativa] no implica su inconstitucionalidad, ya que la inconstitucionalidad debe provenir de la ley y no de su aplicación».
Fuente: http://www.fm899.com.ar/noticias/argentina-2/la-corte-no-tiene-plazo-para-definir-sobre-educacion-religiosa-36458