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El Salvador: “Preocupa, hay más riesgo”. Docentes con dolencias crónicas temen contagio tras regreso a clases

América Central/El Salvador/21-06-2020/Autora: Susana Joma/Fuente: www.elsalvador.com

Los educadores subrayan que su condición los hace vulnerables. Les preocupa la resistencia de los alumnos a acatar distanciamiento social en las escuelas.

“Volver a clases sería desastroso para mí”. La frase de Jannette Rocío De La Cruz encierra el temor que tiene la mayoría de educadores con enfermedades crónicas que deberán volver a las aulas cuando, aún en el marco de la pandemia por coronavirus, se reactive ese sector.

De La Cruz, quien atiende el cuarto grado en el Centro Escolar Centroamérica, de Santa Tecla, explica que hace dos años, como resultado de una mala práctica médica, perdió el riñón derecho y el que le ha quedado solo le trabaja en un 15 %.

Sustenta su temor ante el hecho de que en las escuelas los niños difícilmente respetan el distanciamiento social y que, en muchos casos, como estos provienen de comunidades pobres no tienen ni para comprar mascarillas, lo que deja a los maestros en mayor situación de vulnerabilidad.

“Realmente estoy muy preocupada”, subrayó. Ella, por su condición, únicamente soporta laborar la jornada matutina, porque como el riñón no filtra bien al final de la misma termina sin fuerzas.

“Ojalá la ministra haga una excepción con nosotros, que nos sigan dejando (trabajar) en casa, o busquen un decreto para que nos podamos ir (jubilados) y no afectar a los niños, porque ellos no tienen que pagar por nuestras enfermedades”, subrayó la profesora.

Según comentó, a ella el anuncio que el gobierno hizo el fin de semana, en el que contemplaba que los administrativos y docentes tenían que volver el martes a las escuelas, le generó mucho estrés y angustia al punto que sufrió dolores de espalda.

Paz Zetino Gutiérrez, secretario general de Bases Magisteriales y Daniel Rodríguez, secretario general de Simeduco, explicaron que tras advertir a los titulares de Educación que las condiciones para que los docentes retornen no están dadas, la ministra de Educación, Carla Hananía de Varela, emitió el lunes por la tarde la circular No. 12 en la que les aclaró que la presencia no era necesaria.

Gutiérrez detalló que muchos educadores, especialmente mujeres, quienes más atención ponen a su salud, le llaman para expresar inquietud, temores.

“Como las personas con enfermedades crónicas son las más vulnerables están preocupadísimas por el reinicio y peor que hoy se sabe que los hospitales están sin capacidad de nada”, agregó.

El representante de Bases coincidió con la maestra De La Cruz en el hecho de que los estudiantes son reticentes a acatar normas, algo que él observa aún más en los grados superiores. “Los estudiantes entre más grandes van usted tiene que decirle más de dos veces para que cumplan indicaciones; son más necios”, citó.

Daniel Rodríguez, de Simeduco, expresó que según tienen conocimiento en el sistema educativo público hay 18,000 profesores con enfermedades crónicas, que son tratados en el Instituto Salvadoreño de Bienestar Magisterial (ISBM). En la actualidad el sistema educativo tiene alrededor de 41,000 docentes.

Ambos dirigentes gremiales señalaron que la hipertensión, la diabetes, la insuficiencia renal son parte de la lista de males crónicos que afectan a los miembros del gremio, a los que se suman otros como el cáncer.

De acuerdo con sus palabras, las jornadas estresantes con los alumnos, y otras situaciones que viven como parte del mismo trabajo, pueden ser factores que inciden en esta situación.

Gutiérrez planteó que es momento de que se concreten cambios en la legislación de pensiones, los cuales permitan que estos educadores se puedan retirar con pensión digna.

Rodríguez por su parte señaló que, como la circulación del virus podría estar presente por mucho tiempo, todos los sindicatos tendrán que buscar la manera de ayudar a los profesores con males crónicos, para que no retornen incluso cuando se abra a la educación presencial.

El sindicalista de Simeduco planteó que una alternativa puede ser que estos docentes sigan atendiendo a los estudiantes de manera virtual.

Adán Cortez, un docente de 60 años que dirige el Centro Escolar Anastacio Aquino, del cantón San Antonio Abajo, en Santiago Nonualco, La Paz, es otro a quien el retorno a clases lo tiene entre la espada y la pared por su condición de persona diabética e hipertensa.

“Preocupa porque más (con) esto (de) que ya están las fases (de apertura) y ver la cantidad de gente que anda, eso significa que hay más riesgo”, expuso el profesor.

Cortez, quien lleva dieciséis años luchando con la diabetes y dos con la hipertensión, es también de los que consideró que se debería mejorar las pensiones para que puedan dejar el magisterio y dar paso a docentes jóvenes.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/maestros-dolencias-cronicas-temen-contagios-regreso-clases/724554/2020/

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China: Universidades china y rusa celebran foro en video sobre COVID-19

Asia/China/21-06-2020/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com

Estudiantes universitarios chinos y rusos participaron en una discusión en grupo en el marco de un foro celebrado el martes a través de video en Hefei, capital de la provincia oriental china de Anhui.

Más de 40 profesores y estudiantes de la Universidad de Medicina de Anhui (AMU, siglas en inglés) y la Universidad Federal Báltica Immanuel Kant (IKBFU) intercambiaron puntos de vista durante más de dos horas sobre una amplia gama de temas, entre ellos, la propagación, la prevención y el tratamiento de la neumonía causada por el nuevo coronavirus, así como las actividades voluntarias de estudiantes durante la pandemia.

China tiene una rica experiencia en el tratamiento, prevención y control de la COVID-19, la cual es de gran utilidad para Rusia, dijo Evgeniy Lyubiviy, profesor de la IKBFU.

«El foro en línea nos ha acercado y construyó una nueva plataforma para la comunicación entre ambas universidades», señaló a su vez la rectora de la AMU, Cao Yunxia.

En diciembre del año pasado, Alexander Fedorov, rector de la IKBFU, encabezó una delegación para visitar la AMU, y firmó un acuerdo de cooperación con ese centro de educación superior.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2020-06/17/c_139145975.htm

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Terroristas en provincia siria de Idlib impiden salida de estudiantes

Asia/Siria/18 Junio 2020/prensa-latina.cu

Los grupos terroristas en la provincia siria de Idlib, impidieron por cuarto día consecutivo la salida de más de dos mil estudiantes que debían realizar los exámenes previstos, denunciaron hoy autoridades del sector educacional.
El director de Educación de Idleb, Abdul Hamid al-Muammar, indicó que varios estudiantes fueron golpeados por los extremistas para intimidarlos y evitar que se fueran por cualquier medio, y precisó que la información disponible confirma que esas acciones ocurren bajo directivas de los puntos de control turcos estacionados en la zona.

Al-Muammar agregó que están habilitados 27 centros de examen para recibir a dos mil 684 estudiantes de la provincia y otros 12 centros para albergarlos antes y durante el período de pruebas a través de un corredor humanitario en la ciudad de Tarnabeh y hasta la localidad de Al Nairab.

Por su parte, Fadi Sa’adoun, quien está a cargo de esas tareas por la gobernación provincial, afirmó que los terroristas impidieron que los estudiantes se reunieran en la ciudad de Nairab y fueran a Hama para sus exámenes a pesar de los preparativos y las medidas tomadas, entre ellas la labor de personal médico para dar seguimiento a su salud regularmente.

Sa’adoun añadió que las autoridades están dispuestas a facilitar y simplificar todos los procedimientos destinados a recibir a los estudiantes, para lo cual los equipos encargados de recibirlos continuarán en el cruce de Tarnabeh a diario hasta que se les permita pasar.

En cerca de dos tercios de la provincia de Idlib, a unos 320 kilómetros de Damasco, están asentados organizaciones terroristas como el otrora Frente Al Nusra y el Partido Islámico del Turkestán, entre otros, así como más de un veintena de puntos de control de tropas turcas que deben garantiza presuntamente medidas de seguridad en ese sentido pero nunca las ejecutan, según denuncias de las autoridades sirias.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=374997&SEO=terroristas-en-provincia-siria-de-idlib-impiden-salida-de-estudiantes
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Reabren los institutos de Italia para los exámenes de selectividad

Europa/Italia/18 Junio 2020/diariovasco.com

Casi medio millón de estudiantes italianos han empezado este miércoles la ‘maturitá’, los exámenes equivalentes a la selectividad española y que permiten el acceso a la universidad. Los institutos vuelven así a recibir a los alumnos después de más de tres meses cerrados por culpa de la pandemia del coronavirus. Son unos controles orales marcadas por las mascarillas, la desinfección de las aulas, la distancia social y el gel hidroalcohólico, y que llegan después de un difícil período de clases a distancia que ha supuesto un desafío para la estudiantes y profesores.

La ministra de Educación, Lucia Azzolina, espera que la peculiar ‘maturitá’ de este año sea una prueba de cara a septiembre, cuando se pretenden recuperar las clases presenciales con el inicio del próximo curso. «Es un primer regreso después del confinamiento», comentó Azzolina, que visitó este miércoles un instituto de Bérgamo, la ciudad lombarda considerada el epicentro de la pandemia en Italia. Esta región del norte del país registra 92.000 de los 237.000 contagiados de todo el país, de los que 34.400 han fallecido.

«No podía darse por descontado que los exámenes se iban a hacer presenciales. Algunos países europeos los han cancelado», dijo la ministra, que consideró oportuno recuperar la presencia física en las aulas porque se cierra así «un largo ciclo de estudios y se da un paso para la vida adulta». Las pruebas, garantizó, se realizan con medidas de seguridad para evitar que puedan convertirse en un foco de infecciones. En los centros donde es posible incluso se han instalado tribunales al aire libre para reducir así la posibilidad de que se produzcan contagios. En un primer momento, el Ministerio de Educación valoró que la ‘maturitá’ se desarrollara de manera telemática, pero la buena marcha de la pandemia en las últimas semanas y las dificultades que suponía hacer los exámenes a distancia animaron a optar finalmente por la vía presencial.

A diferencia de cualquier otro año, en esta ocasión no hubo aglomeraciones de estudiantes y familiares a las puertas de los institutos para animar a los chicos cuando entraban y salían de hacer los exámenes. «Ha ido mejor de lo que pensaba y me quito por fin un peso después de este período tan difícil con las clases a distancia», contaba Carlo, estudiante de un instituto de un barrio residencial de Roma que espera estudiar Economía el próximo curso en la universidad. Lucia, una compañera de centro, aseguraba por su parte que no es verdad que este año el examen sea más fácil que en los anteriores, como algunos esperaban. «Además partíamos con la desventaja de todas las clases que hemos perdido, pues con la educación a distancia no es lo mismo».

Debido a las dificultades provocadas por la pandemia, todos los estudiantes fueron en esta ocasión admitidos a la prueba de acceso a la universidad. Otros años la ‘maturitá’ comprendía diversas pruebas escritas y orales a lo largo de tres días, pero en esta ocasión se ha optado por un control oral de una hora de duración. Para evitar las masificaciones, los estudiantes tienen prohibido presentarse con una anticipación superior a los 15 minutos del inicio del examen y, apenas terminada la prueba, deben dejar el edificio, que cuenta con un recorrido distinto para quien entra y para quien sale. Sólo se permite un acompañante por alumno. Éste puede quitarse las mascarilla cuando responde a las preguntas de los profesores, mientras que los docentes deben llevar en todo momento estos dispositivos de protección.

Fuente: https://www.diariovasco.com/internacional/union-europea/reabren-institutos-italia-20200617142957-ntrc.html

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Aprovechan suspensión de clases en Guatemala para reparar escuelas

Centroamérica/Guatemala/18 Junio 2020/prensa-latina.cu

Cerca de mil escuelas públicas en Guatemala son hoy remozadas, un tiempo que el Ministerio de Educación aprovecha para priorizar temas pendientes como servicios de agua y sanitarios en función de la etapa postCovid-19.

El reinicio de clases es aún una incógnita en este país en momentos en que la etapa crítica de la enfermedad está en su apogeo y este sector sería el último en abrir, pero la titular de la cartera Claudia Ruiz aseguró que los establecimientos deben tener ambientes seguros cuando llegue la esperada reactivación.

De acuerdo con Ruiz, ya se remozan 986 centros escolares a nivel nacional, con énfasis en garantizar el abastecimiento de agua, un aspecto clave para prevenir el contagio de la enfermedad y poder cumplir la recomendación del lavado constante de manos, sobre todo en las olvidadas áreas rurales.

Huehuetenango y Quiché son los departamentos con mayor cantidad de escuelas intervenidas con 156 y 115, respectivamente, un plan que responde a indicadores de problemas detectados por la Dirección de Planificación Educativa con el apoyo de las Organizaciones de Padres de Familia, precisó Ruiz.

Estas últimas manejarán los fondos, velarán por la marcha del programa y la contratación de personas de la localidad para realizar los arreglos, una forma de incentivar la economía local en este momento de crisis sanitaria, explicó.

A juicio de María del Carmen Aceña, ex ministra de Educación, este es un buen momento para que, con los fondos aprobados, se procure también conexión eléctrica ante la probabilidad de que los ciclos deban dividirse y se alarguen los horarios y días para asistir a clases.

En la estrategia futura de desconfinamiento diseñada por el Gobierno de Alejandro Giammattei, la apertura de los centros educativos aparece en la última fase por considerarlos un foco seguro de contagio y de transmisión del virus, entre el 20 y 60 por ciento.

Los niños son igual de infecciosos que los adultos, pero el peligro es que la mayoría no presenta síntomas o son muy leves, por lo que al reanudarse el ciclo escolar se debe garantizar que los estudiantes tengan las condiciones sanitarias adecuadas dentro de las escuelas, todo un reto en el sector público, alertaron analistas.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=374255&SEO=aprovechan-suspension-de-clases-en-guatemala-para-reparar-escuelas
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Ecuador: la educación online desde casa es imposible e injusta

América del sur/Ecuador/18 Junio 2020/elpais.com

Un 70% de estudiantes tiene dificultad en el acceso a la enseñanza en línea en el país andino. La carencia de teléfonos inteligentes o Internet, la caída de ingresos y la falta de capacitación impiden la normal formación de millones de niños durante la pandemia. Padres, madres y profesores lo cuentan

Cuando la pandemia de covid-19 empujó la educación virtual en Ecuador, Anita Gualichico, madre de tres estudiantes, taxista de día y costurera de noche, tuvo que comprar un smartphone con mayor capacidad que el suyo para descargarse las aplicaciones que le pedían los profesores de sus hijos. Fueron 300 dólares que resolvió pagar a plazos. También tuvo que destinar uno o dos dólares para las recargas diarias y, cuando vio que eso era demasiado para su bolsillo, le propuso a su vecina, que tenía Internet fijo, compartir la cuota mensual de casi 30 dólares que cuesta el servicio.

Otro revés para esta madre de 37 años, que vive en el valle que colinda con Quito, fue no tener una impresora en su casa. Los primeros días dibujaba muchas de las actividades, sobre todo las de su hija de cinco años, pero desde que el centro de computadoras del barrio volvió a abrir, acumula las tareas de sus hijos y va a imprimir una vez por semana. Siempre encuentra una fila larga de otros padres. La espera suele ser de casi una hora. Gualichico se mantiene con su mascarilla casera y su cabello recogido.

—¿Cómo ve la educación a distancia?

—Yo a ratos no le veo bien, porque todos no tenemos las facilidades. A veces si me siento mal, en la noche me pongo a pensar si pudiera comprar la computadora y la impresora, no tuviéramos que estar así, pero la situación económica no nos da para endeudarnos más ahorita —dice Anita, y comenta también las dificultades que tiene para guiar a sus hijos con la tareas—. Nos toca tomar el tiempo de estar leyendo con tranquilidad para resolver, sí resulta complicadito. Las matemáticas es lo que más me cuesta, eso de las divisiones, la raíz cuadrada, una ya no se acuerda. Igual con mi chiquita, los fonemas, yo pronunció de una forma y ella me dice que no es así, que la profesora le explicaba de otra manera.

Llevar la escuela a la casa no ha resultado fácil en Ecuador. La ministra de Educación, Monserrat Creamer, ha reconocido que un 70% de estudiantes tiene dificultad en el acceso a la educación en línea, pero los datos estaban allí desde 2018: el porcentaje de hogares con acceso a Internet es de 37,17% a nivel nacional y baja al 16,07% en el área rural, según el Instituto de Estadísticas y Censos.

El ensayo del aprendizaje virtual en el país andino comenzó el 13 de marzo. Hasta ese momento se había evaluado el primer quimestre del año escolar. Casi dos millones de estudiantes de la sierra y el oriente del país cambiaron de modalidad abruptamente y deberán terminar el año escolar a distancia. Los alumnos de la costa, que suman algo más de dos millones y medio, se unieron al experimento en mayo.

El Ministerio de Educación informó que hasta el 18 de mayo hubo un flujo de casi 850.000 usuarios activos en su plataforma, que tiene 1.200 recursos educativos para reforzar los conocimientos. Andrés Bedón, director de tecnologías para la enseñanza en la Cartera de Educación, estima que los usuarios se duplicarán a partir de junio, con la incorporación de los estudiantes de la costa. Aún así es evidente que no todo el universo de los estudiantes en Ecuador (4,6 millones) visita la plataforma. La apuesta de las autoridades es la tele y radio educación, pero esta alternativa tampoco llega a todo el territorio. Hasta la casa de Gualichico, rodeada de campos de maizales, corrales de animales y caminos empedrados, no llega la señal de televisión. La radio sí, pero esta madre no tiene suficiente información.

—Los profesores nos mandaron un mensaje al celular diciéndonos de las clases por televisión y radio, pero no fue desde el principio. Además donde yo vivo no me coge bien la señal de la televisión, solo salen esas rayitas… Tendríamos que poner una antena arriba de la casa para coger un poquito de señal. La radio sí coge, pero en cambio no sé qué emisoras buscar para la educación.

El cierre de las escuelas también impactó a los 200.000 docentes que tiene Ecuador. La instrucción que dio el Ministerio de Educación a los docentes fue que usaran una plataforma llamada Team, pero no hubo ninguna capacitación previa. Susana Ponce, de 39 años, maestra de una escuela pública de Tulcán, ciudad fronteriza entre Ecuador y Colombia, hizo como muchos profesores:  crear grupos de WhatsApp para comunicarse con los padres de familia y enviarles las tareas.

—¿Qué opina de la disposición del Ministerio de Educación?

—Ellos se imaginan que todos tenemos capacidad de tener un Internet fijo, que la conectividad es excelente, que todos manejamos las plataformas, pero la realidad de nuestro medio es muy diferente. Ya es complicado para nosotros como docentes, mucho más para los padres de familia.

Los 21 alumnos de Susana deberían aprender a leer, escribir, sumar y restar en este año escolar, pero algunos están lejos de alcanzar esas metas. Menos aún cuando sus padres se conectan con menos frecuencia al WhatsApp.

—No avanzan al mismo nivel que en el aula. Los papitos no tienen la pedagogía o la paciencia para indicarles. A los papitos les pido que les pongan a sus hijos al teléfono, para ver si pueden leer y están todavía quedaditos.

El director de la escuela de frontera, Carlos Enríquez, está al tanto de las familias que dejan de comunicarse y dedica un par de días de la semana para llevar las tareas impresas hasta el domicilio de los estudiantes que han dejado de hacerlas. Va, sobre todo, al área rural donde evidencia que las familias tienen necesidades más apremiantes que la educación de sus hijos. «Los padres me dicen: ‘Señor director, ya no tenemos ni un dólar para poner recargas’. Ellos prefieren invertir ese dólar en alimentación», cuenta el docente. «Vemos gente muy pobre, por eso también estamos procuramos recoger víveres para llevarles».

En las comunidades indígenas y campesinas es más difícil seguir la educación virtual. Los padres de familia escasamente han completado algunos niveles de la educación básica. Tampoco pueden descuidar sus cultivos ni sus animales para ocuparse de las tareas de sus hijos. En estos casos, se espera que los profesores hagan un esfuerzo extra para que los estudiantes no desconecten de la escuela. Mercedes Curichimbi, profesora indígena de 40 años, explica una vez por semana las tareas en un grupo de WhatsApp y se toma el tiempo de llamar por teléfono convencional a los padres que no tienen un teléfono inteligente.

«Mi forma de trabajar es la siguiente: yo envío los lunes en la mañana la actividad y ellos mandan antes del fin de semana. La comunidad está a dos horas del pueblo más cercano y una persona sale los viernes para hacer la recarga de todos. Yo conozco la realidad de allá, hay una señora que tiene tres hijitos y no tiene esposo ni teléfono inteligente, a ella todos los lunes le doy las tareas a través de una llamada telefónica, uno a dos horas me toma. No quiero que ningún niño por la economia o la distancia quede perjudicado», explica. .

—¿Sus alumnos están siguiendo las clases por radio o televisión?

—La frecuencia no alcanza a esas comunidades tan alejadas y ellos no están como nosotros en la ciudad, quedando hasta muy de día en la casa. Ellos van a las tres o cuatro de la mañana a ordeñar la vaca, a deshierbar la chacra… Es dificil decirles que se queden en la casa para que oigan la radio. Gracias a ellos tenemos la comida en la ciudad.

Durante la entrevista, Mercedes comenta también su desazón por la reducción del salario que ha anunciado el Gobierno central por la situación económica que atraviesa el país. Hasta ahora los docentes ganaban 817 dólares, pero con la reducción ganarán unos 100 dólares menos. La maestra indígena, además, se queja de que en los dos últimos meses han recibido el salario con 20 días de retraso. «Eso nos perjudica, de nuestro bolsillo sale para el Internet, las llamadas, el transporte, el vestuario, pero hay que seguir».

Varias voces ya hablan del fracaso de acelerar la educación virtual en medio de la pandemia por la covid-19. “Ningún país estaba preparado para implementar un sistema nacional de educación virtual operando desde el hogar. La pandemia ha expuesto al rojo vivo los enormes déficits e inequidades tecnológicos y sociales que existen en el mundo y dentro de cada país”, dice Rosa María Torres, pedagoga e investigadora ecuatoriana. La Unesco ha alertado que la mitad del total de los alumnos en el mundo (unos 826 millones) no tienen acceso a una computadora en el hogar y el 43% (706 millones) no tienen Internet en sus casas. Además, a pesar de que mediante los teléfonos móviles los estudiantes pueden acceder a la información y conectarse con sus profesores, unos 56 millones de alumnos viven en lugares donde no llega la cobertura de las redes móviles.

La Unesco también llamó la atención sobre la formación que requieren los maestros para impartir eficazmente la educación a distancia y en línea, pero ese apoyo es particularmente escaso en los países de bajos ingresos. “Son temas críticos en toda la región la falta de preparación y experiencia docente en el manejo del mundo virtual”, opina la investigadora ecuatoriana. Esto se agrava en el caso de Ecuador donde la enseñanza de informática o computación salió del currículo escolar en 2015. Al hilo de eso, un grupo de profesores de esa asignatura, en abril pasado, hizo un pedido formal a las autoridades para que revisen esa decisión. En la carta se señala que el manejo de las nuevas tecnologías quedó a discreción de cada centro educativo y eso ha contribuido a los problemas que ahora enfrentan alumnos y profesores para manejar los dispositivos electrónicos necesarios para la educación virtual.

La autoridad educativa en Ecuador considera que un 7% de la población estudiantil no tiene acceso a nada. Eso equivale a unos 320.000 estudiantes. “Hay muchas lecciones que nos deja la pandemia y esto nos obliga a fortalecer esas deficiencias para repensar este proceso de enseñanza”, dice el funcionario de Educación consultado para este reportaje. “Las tareas que a futuro tiene el ministerio son fortalecer el sistema de tele-educación y radio-educación y mejorar los contenidos digitales abiertos, la conectividad y las competencias digitales de los docentes”.

Todavía no está claro en el país andino cómo será la calificación final de los estudiantes que desconectaron a mitad del año lectivo. De momento deben presentar un portafolio con los trabajos hechos. Torres opina que no debería haber un criterio punitivo en la evaluación final. “Sería un error monumental, penalizar a los estudiantes que no saben suficiente. Los profesores han hecho lo que han podido y los padres más de lo que han podido”.

Los problemas para seguir la educación a distancia no son exclusivos de las periferias, las fronteras o las comunidades indígenas o campesinas de Ecuador, en Quito hay estudiantes que han quedado rezagados por sus circunstancias familiares. En el seno de una familia venezolana, que vivía de la venta ambulante de productos de limpieza, dos estudiantes, de 12 y 14 años, no han podido continuar con su educación. Cuando la pandemia confinó a los adultos de la casa, fue imposible contar con los recursos para sostenerse. Lograron quedarse en la vivienda que alquilaban en el sur de la ciudad, por un acuerdo con la casera, y mantuvieron los servicios básico por la orden gubernamental de no cortarlos mientras dure la crisis. Pero la conexión a Internet empeoró.

«Tengo Internet, pero es malísimo. Las clases de Zoom no las agarra, los videos tampoco. En estos últimos meses solo un teléfono puede conectarse. Tenemos tres meses ya atrasados, debe ser por eso que no está bueno. Dejamos de cancelar por el tema de la pandemia, ahorita hay prioridad en la comida», relata Dayanira Blanca, 40 años, madre de las dos adolescentes. «Las clases de zoom no las descarga en el teléfono de mi esposo que no es tan bueno y nos perdemos las explicaciones del profesor».

El grupo familiar ingresó al país hace un año. Dayanira Blanca llegó primero con cuatro de sus cinco hijos, a los 15 días llegó su esposo y, un mes más tarde, su hija mayor con sus dos niñas y el esposo. Desde el día uno, esta familia numerosa hizo todo lo posible para arraigarse. La educación de las dos adolescentes fue una prioridad. Dayanira consiguió cupo para sus dos hijas, aunque en distintos centros educativos. Al final del primer quimestre, esta madre cuenta que solo una de ellas se había adaptado a la escuela ecuatoriana y fue más fácil conectar con sus profesores.

«Contactamos con una compañera de mi hija por Facebook y esa niña me dio el número del papá que creó el grupo de WhatsApp y nos incluyeron», cuenta Blanca. «La profesora de mi otra hija me llamó un día, me pidió el numero de Whatsapp, el correo y los datos de identificación de mi niña, pero no me volvió a llamar ni me ha mandado nada al correo. Intenté llamarla, pero parece que se comunicó desde una cabina y no hay forma», prosigue.

Diego Chango, de 30 años, obrero de la construcción y padre de dos niños de seis y ocho años, tampoco ha podido seguir el ritmo de la escuela virtual. Al igual que la familia venezolana, en su casa solo cuentan con un teléfono inteligente y hacen recargas semanales para recibir los deberes. «Trato de estar al día con los deberes de mis hijos, busco conexión a WiFi para mandar los deberes, pero no siempre lo consigo», dice este padre que dejó de percibir ingresos al igual que su esposa, que se dedicaba a cuidar carros en las calles. Ahora ambos venden frutas en las calles del sur de la ciudad y cuando pillan una señal de WiFi abierta, en alguna plaza o estación de autobuses, se detienen para tratar enviar los deberes de sus hijos.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2020/06/12/planeta_futuro/1591955314_376413.html

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OVE entrevista a Lev M. Velázquez Barriga: “Una educación que ponga en crisis al neoliberalismo”

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Conocimos a Lev Moujahid Velázquez Barriga en su participación en un conversatorio denominado “Educación Latinoamericana Siglo XXI. Pedagogía Crítica, Humanismo y Descolonización” a finales del mes de julio del año 2019 en la ciudad de Ensenada, Baja California, México, organizado por el Instituto McLaren de Pedagogía Crítica; al lado de distintos referentes de las Pedagogías Críticas y Educaciones Populares de nuestra América como: Ysabel Camacho Norzagaray (México), Luis Bonilla-Molina (Venezuela), Marco Raúl Mejía Jiménez (Colombia), Peter McLaren (Estados Unidos), entre otres. Su discurso estuvo impregnado de una aguerrida y combativa fuerza en defensa de la educación pública, en contra de la privatización de la educación y de las políticas educativas neoliberales en México y en el mundo.

Posterior a ello, fuimos conociendo el trabajo de Lev mediante sus textos publicados en “La Jornada” y, en esta coyuntura, a través de distintas videoconferencias denunciando los intereses del neoliberalismo ocultos en la educación virtual y del impacto que, a posteriori, tendrán en las políticas educativas.

Es un dinámico maestro rural y educador popular, tiene estudios de Postdoctorado en “Sistemas de Evaluación de la Calidad Educativa” por parte de la UPN-Centro Internacional Miranda en la ciudad de Zamora, Michoacán, México.  Doctorado en Pedagogía Crítica y Educación Popular por parte del Instituto McLaren de Pedagogía Crítica en la ciudad de Ensenada, Baja California, México. Actualmente es articulista en el periódico La Jornada, miembro de CINPECER-CLACSO y Secretario Técnico de Gestión Educativa de la CNTE Sección XVIII en el estado de Michoacán, México.

La gran utopía de Lev es la construcción de otros mundos posibles donde quepamos todes, esto a través de la educación, pero una surgida desde los intereses y necesidades del contexto y sus habitantes, una educación que libere de las ataduras de la alienación. Por ello, asevera que es inherente la construcción de educaciones alternativas que combatan la lógica del neoliberalismo y hace propio uno de los consignas de la CNTE “en las calles somos protesta, en la escuela somos propuesta”.

 

Lev Moujahid, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial y social? Cuéntenos un poco su historia de vida.

Desde niño vi a mi madre y a mi padre involucrarse en los partidos de la izquierda socialista, dirigir la ocupación de tierras federales con personas sin techo para que otros tuvieran un lugar para vivir; mi mamá simpatizaba activamente con los paros magisteriales y los maestros disidentes en las reuniones escolares cuando yo cursaba la educación básica; mi papá, siendo un abogado fenomenal, renunció al enriquecimiento personal y prefirió defender sin paga alguna a los estudiantes de los albergues universitarios, a los trabajadores precarizados, campesinos empobrecidos y habitantes de colonias populares; pero, no todo fue inspiración idílica, también me marcó la vida presenciar en mi propia casa la persecución política y el acoso policíaco-militar del que fue objeto mi papá y sus ausencias en el exilio cuando no había más remedio que irse por algunas temporadas.

Cuando ingresé a la educación media superior, tenía más gusto por la literatura subversiva que había en mi casa, que por muchos de los textos de filosofía, historia y economía política de las materias de la preparatoria universitaria. Cursé la licenciatura en historia y no me fue difícil distinguir las corrientes historiográficas conservadoras de los relatos de las clases subalternas, ahí fue donde me sentí atraído por la docencia, queriendo hacer visibles las contramemorias del poder, de modo que empecé a impartir clases en una escuela por cooperación, donde escuché hablar por primera vez de Paulo Freire.

Me inicié como maestro rural de telesecundaria en la región de tierra caliente al occidente del país, en una zona azotada por la narcoviolencia. Mis otros compañeres de generación de ingreso y yo, sabíamos reconocer que el currículo oficial estaba descontextualizado, se basaba en la educación para la competencia y la formación de mano de obra barata; entonces buscamos respuestas en la literatura freiriana, tratamos de hacer comunidad cultural y deportiva más allá de los horarios escolares para alejar a nuestros alumnos de la violencia.

Todos nosotros ingresamos al magisterio gracias a la lucha de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), la fuerza magisterial de izquierda con la mayor presencia y capacidad de movilización en el país. Cada quince días bajábamos del cerro para asistir a las reuniones sindicales, ahí discutíamos cómo defender nuestros derechos laborales de la reforma educativa neoliberal, cómo involucrarnos en las luchas del pueblo. A diferencia de otras organizaciones gremiales, teníamos un proyecto político y además pedagógico; la CNTE desobedeció la asistencia obligatoria a los cursos de actualización de la autoridad educativa, en su lugar organizó talleres paralelos de educación popular y ahí fue mi gran encuentro con las pedagogías del movimiento, de la resistencia, de la autonomía y con la escuela socialista.

Años después me involucré como educador popular en las Escuelas Integrales de Educación Básica, era el proyecto piloto de educación liberadora de la CNTE en Michoacán, se trataba de demostrar que era posible una escuela crítica y para el desarrollo holístico de los alumnos, capaz de organizar la emancipación social, cultural, económica, alimentaria y política en las comunidades, desde cualquier escuela pública que tuviera maestros comprometidos.

Tuve la oportunidad de ser parte de la comisión estatal que coordinaba el proyecto educativo alternativo, fue por eso que la Sección XVIII de la CNTE me envió a la escuela de formación de cuadros latinoamericanos del Movimiento Sin Tierra en Brasil (MST) y luego intervino para que el Instituto McLaren me diera una beca de maestría y doctorado, donde pude profundizar sistemática y académicamente las pedagogías críticas, así como el análisis del proceso de reforma educativa en México. A mi regreso del MST y paralelamente a los estudios de posgrado, se me encargó la fundación de la Escuela Popular de Formación Política y contribuir al impulso de las tareas académicas en el Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa (CSIIE), dos espacios que han sido fundamentales para el estudio y la difusión de las pedagogías críticas.

 

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en México y en toda América Latina?

El primero es que tienen una obsesión por las evaluaciones, de ese modo empobrecen el currículo haciendo creer que los estudiantes serán capaces de aprender lo esencial para resolver exámenes regionales o internacionales; la entrega de resultados negativos es cíclica y necesaria para profundizar la crisis de todo el sistema educativo y así, imponer el círculo vicioso de la calidad igual a mediciones estandarizadas de los docentes y los alumnos. Por más que simulen aprendizajes para la vida, basados en proyectos y currículos transversales, siempre terminan evaluando con sistemas parametrales del aprendizaje memorístico; su verdadera pedagogía es la del desarme cultural de los pueblos.

Es cierto que esta educación neoliberal ha sido un fracaso en tanto que está más centrada en resolver evaluaciones que en contribuir a resolver los problemas de la realidad, eso pensamos en la izquierda pedagógica y los sectores progresistas; pero, la derecha pro corporativa se regocija del éxito que han logrado instalando la subjetividad competitiva, alimentando la voraz industria de las evaluaciones estandarizadas, de los cursos de capacitación de la iniciativa privada para resolverlas y de  la elaboración de libros de texto como mercancías culturales de empresas editoriales aliadas con las que elaboran los exámenes, tal es el caso de  PEARSON-PISA.

El segundo tiene que ver con la incapacidad asistida para crear y desarrollar modelos educativos propios, emanados de la autonomía y la soberanía de las naciones, que recuperen su historia y sus experiencias pedagógicas, que sitúen sus características regionales en el contexto global.

El tercero se relaciona con la obsolescencia pactada de la escuela pública y sus contenidos de aprendizaje para que la industria cultural y de la economía digital ocupen paulatinamente su lugar; hay serias ausencias para tratar las problemáticas de la crisis multidimensional en el mundo, los nuevos paradigmas de la física cuántica y los procesos de cambio acontecidos vertiginosamente por las revoluciones tecnológicas de cuarta generación, así como los impactos de estas tres cosas en la vida de las personas. El complejo cultural industrial está ganando la batalla en el abordaje de estas temáticas: la serie de dibujos digitales  animados de Netflix “Ghost in Shell:SAC_2045” basada en un manga oriental, no tuvo problemas para abordar los impactos de la recesión mundial en la privatización de las pensiones de los jubilados y en cómo sus ahorros personales se esfumaron o perdieron poder adquisitivo con el cambio a las criptomonedas virtuales; lo mismo trata sobre las consecuencias de la guerra sostenida para el impulso de la economía armamentista que de las limitaciones de las clases sociales bajas para comprar espacio en la arquitectura de nube o acceder a la computación cuántica. Algunos de estos tópicos, habrá que decirlo, también están ausentes en las pedagogías críticas y las educaciones populares.

Lev Moujahid, ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en su estado y en el país es fluida? ¿Por qué?

Venimos de un cambio en el gobierno que se autodenominó de la Cuarta Transformación, en alusión a los tres momentos históricos de revoluciones anteriores: independencia, guerra de reforma y revolución mexicana. Acabar con la corrupción e instituir un régimen de austeridad fueron sus banderas centrales para romper con cuatro décadas de neoliberalismo; para el sector  educativo fue decisiva la promesa de cancelar la reforma educativa anterior que se había centrado en la “calidad”, entendida como máximo logro de aprendizajes, para situarla en la medición de las evaluaciones estandarizadas y en el establecimiento de un sistema de precariedad docente que despojó a los maestros de su estabilidad laboral; de ahí que el respaldo de los maestros fuera muy amplio.

Sin embargo, aunque se eliminó el concepto de calidad, apareció el de excelencia con el mismo sentido; se desligó la evaluación de la permanencia en el servicio docente, pero no se eliminó el régimen de excepción ni de precariedad laboral. Sustancialmente se abrió un proceso de diálogo directo de la CNTE con el presidente de la república, una situación histórica luego de constantes represiones contra el magisterio en lucha; se tuvieron avances fundamentales, pero incompletos, para resarcir las consecuencias de la reforma anterior: reinstalación de cesados y excarcelamiento de presos políticos; sin embargo, la normalización paulatina de los efectos de las nuevas leyes tensa la relación con el magisterio democrático, que tiene complicaciones para organizar el descontento ante la legitimidad del actual gobierno y la propia expectativa de cambio que todavía se sostiene en el gremio.

Paralelamente al diálogo con la disidencia, el gobierno nacional establece alianzas estratégicas público privadas para darle rumbo y contenido educativo a lo que llamaron la Nueva Escuela Mexicana; estas alianzas también implican la participación empresarial en la privatización del sistema educativo. A pesar de que hay cambios en materia laboral que traerían como consecuencia la democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, no hay la vigilancia correcta para que esto suceda, por el contrario, cada vez son más visibles las alianzas con las expresiones patronales del magisterio en la idea de establecer un nuevo corporativismo que diluya la izquierda magisterial.

En lo que respecta a la relación con los gobiernos de los estados, es variable, en Michoacán padecemos un régimen de derecha, rayando con el autoritarismo que ha tenido como flanco de ataque sistemático a los maestros de la CNTE, a las escuelas públicas formadoras de docentes; por estos días los estudiantes normalistas fueron atacados con armas de fuego por la policía estatal, se les encarceló y se les expulsó de sus normales porque se opusieron a la disminución de la matrícula estudiantil y como parte de la represión también fueron cesados seis maestros acusados de inspirar la rijosidad de los jóvenes.

Como pedagogo crítico y educador popular ¿considera que la formación inicial y continua de les docentes corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuáles serían sus propuestas?

Por principio de cuentas, las escuelas formadoras de docentes no han dejado de ser objeto constante de medidas de aniquilamiento: recortes presupuestales, disminución de matrícula y reformas para propiciar el apagón pedagógico. Las instituciones públicas de formación continua fueron desmanteladas, con eso abrieron un amplio mercado de cursos chatarra, fortalecido con la cultura de la autogestión de sí mismo y la inversión personal para el desarrollo de mi capital humano.

En ambos casos la formación estratégica y pedagógica fue sustituida por competencias, por nociones mediocres de credencialismo educativo para la certificación y de administración gerencial escolar. La cultura impuesta por la industria de las evaluaciones y la meritocracia, trazan una hoja de ruta de trayectos formativos docentes para el éxito personal; los valores éticos y patrióticos, así como la formación de sujetos culturales fue desplazada por una nueva subjetividad individual que modela la competitividad, enseñada con el ejemplo.

Es cierto que hacemos una defensa férrea de las escuelas normales, pero eso no quiere decir que no hayan sido penetradas por las pedagogías de la rentabilidad, tampoco que los contextos rurales sean inmutables. Hoy enfrentamos desafíos relacionados con las migraciones internas y externas, la inoculación del narcotráfico y las violencias que eso genera, los megaproyectos de muerte y la crisis ambiental, estas situaciones no son parte de la formación docente.

Los desafíos pedagógicos del siglo XXI y de la cuarta revolución industrial, implican un tipo de formación del docente crítico que no asuma pasivamente la intencionalidad del fabricante de los dispositivos, que no se vea como un consumidor arrastrado por las innovaciones, sino que pueda entender el lenguaje de las tecnologías para construir un sentido social, comunitario y emancipador de la educación, del conocimiento libre y la comunicación independiente. Los educadores populares ya no se pueden pensar en el contexto de la época de oro de la educación popular, hay disputas propias de este tiempo histórico en el terreno de los cambios del paradigma científico, de las epistemologías y de las tecnologías que tienen que ser pensados desde abajo y al sur de las epistemes de la rebelión.

 

¿Qué ha significado el confinamiento por el Coronavirus COVID-19 en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación? ¿Por qué?

El COVID-19 vino a recrudecer las crisis del sistema mundo capitalista y de la escuela neoliberal, su inviabilidad para enfrentar los problemas del planeta, para salvar el espacio ecosistémico y  todas sus formas de vida;  el asunto es mayúsculo porque en el terreno educativo no se ve un cambio de rumbo, se están agudizando las medidas excluyentes de la educación, las repuestas de los gobiernos no redujeron la brecha de la desigualdad, sino que las abrieron más una vez que plantearon estrategias a distancia, dejando fuera a millones de alumnos sin acceso a las tecnologías.

Estas tecnologías no acercaron la educación a las clases vulnerables, las distanciaron más; con la mediación de la realdad virtual los territorios lejanos se hicieron más lejanos todavía; la única emergencia fue el medio, el contenido siguió siendo el mismo que antes del confinamiento; las trayectorias escolares continuaron en las casas sin maestros y sin escuela, como si no hubiera pandemia; había que ir a la siguiente página del  libro de texto donde no se hablaba nada del virus; la idea de funcionalidad se construyó al margen de la realidad. En conclusión, con la educación virtual, a muchos se les negó el derecho de aprender y a casi todos, de entender lo que estaba pasando en el mundo.

¿Cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las virtualidades en la vida cotidiana?

En México 4 de cada 10 laboran en la informalidad; en las primeras semanas del confinamiento se perdieron 360 mil empleos; 1 de cada 8 niños menores de 5 años tiene desnutrición; 4 de cada 5 personas padecen algún tipo de pobreza y la secuela de la pandemia dejará 9 millones de más pobres; la mitad de los hogares no tienen internet y sólo el 35 % de ellos cuenta con una computadora. Con esta radiografía, es imposible que la mayoría pueda mantenerse confinado, porque perderían el empleo, porque no podrían llevar alimentos a su casa.

Las familias pobres están más preocupadas por conseguir alimentos que por continuar con la educación a distancia, otras tienen que buscar la manera de mantenerse en el trabajo o encontrar cualquier otro para pagar los datos de los teléfonos celulares. Creció la tensión en las familias y la violencia de género; además, se acumuló el trabajo para quienes hacen labores desde el hogar al tener que acompañar las tareas pedagógicas.

Mientras las estrategias a distancia burocráticas, carentes, estresantes, excluyentes, descontextualizadas y deshumanizantes se convirtieron en parte del problema, otros buscaron soluciones; por ejemplo, las y los docentes de la CNTE que vieron en las protestas por hambre y por trabajo el síntoma de la desigualdad social de la pandemia, decidieron hacer acopio de alimentos y donar un día de salario para llevar comida hasta las zonas marginales de las ciudades y las comunidades rurales.

 

Estimado Lev Moujahid, finalmente, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Experiencias alternativas, comunitarias, regionales y autónomas existen expresadas en el trabajo de multiplicidad de sujetos de la emancipación, incluidos los docentes; pero, si hablamos del sistema educativo, creo que la idea de un proyecto ligado a la cuarta transformación estaba bien pensada, siempre que diera pie a una nueva Constitución del mismo modo que las anteriores transformaciones, eso abriría un marco referencial constituyente de la revolución pacífica. No obstante, se hicieron cambios epidérmicos manteniendo la continuidad neoliberal, esto se expresa no sólo en lo macro, también en la instrumentación de la política educativa: ruta de mejora escolar para la gestión gerencial, organismos de mejora basados en la evaluación, excelencia como principio excluyente y competitivo de la educación, meritocracia docente. El lenguaje que nombraría y organizaría la transformación se desvaneció en el camino de la continuidad.

Una “Nueva Escuela Mexicana” era otra vía de cambios esperanzadores para la creación de una educación basada en la soberanía nacional, arraigada en la historia propia de la pedagogía, en la originalidad de las cosmovisiones ancestrales de los pueblos indígenas, pero tomando los desafíos del siglo XXI; en el mismo sentido, tendría que recuperar las experiencias regionales hechas artesanalmente por las y los maestros de a pie, así como por los sectores de la diversidad.

Paradójicamente, esa escuela que está tomando cuerpo y contenido, apropiándose de las iniciativas de la ciudanía corporativa, cuyo embajador de la falsa filantropía y neutralidad había sido el actual secretario de educación, tampoco es nueva y menos mexicana, porque se afianza de las agendas de los organismos de la globalización, no plantea ningún punto de quiebre o de distanciamiento mínimo y no se vincula con proceso alguno de liberación.

Una educación que ponga en crisis los cuarenta años anteriores de neoliberalismo en México, debería plantear una reforma curricular para la institución de los valores de la democracia protagónica, poner en el centro la vida en su expresión más amplia, pensar en el desarrollo de las potencialidades humanas, impulsar una cultura para la paz y para el respeto de todas las diversidades; enfrentar el reto de las revoluciones tecnológicas y científicas desde la perspectiva de la justicia cognitiva; sin embargo, no hay tal reforma curricular para la cuarta transformación, sólo cambios cosméticos en los libros de texto que contienen la misma noción imperante de la política moderna, los saberes eurocéntricos, las visiones androcéntricas del pensamiento, los desarrollos simplificadores del homo economicus, las memorias del poder y la subjetividad para el performance del sujeto neoliberal artífice de su propia explotación.

En tanto no sucedan estos cambios institucionales, digamos estas condiciones mínimas que ya han sido infinidad de veces dialogadas con el gobierno “progresista” de mí país, la educación liberadora seguirá siendo, fundamentalmente, una tarea de las colectivas feministas, las rebeliones indígenas y afros, de la diversidad LGBTI, los movimientos campesinos, los sindicalismos democráticos, las autonomías, las cooperativas, los barrios populares y las nuevas organizaciones de hackers.

Muchas gracias

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