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Huelga bananera en Panamá para reclamar mejoras laborales

América Central/Panamá/04-10-2019/Autor y Fuente: www.prensa-latina.cu
La huelga por violaciones de acuerdos sobre condiciones laborales en fincas de banano del noroccidente de Panamá entró hoy en su segundo día, informó el Sindicato Industrial de Trabajadores de Productores Bananeros Independientes (Sitrapbi).
El litigio surgió por incumplimiento reiterado de lo pactado en mayo de 2016 con la empresa Ilara Holding Inc, respecto a introducir el acarreo mecanizado en los campos para humanizar las labores, que ahora deben hacer manualmente los trabajadores, dijeron fuentes sindicales.

La medida de fuerza se estableció luego de agotar las dos prórrogas contempladas en el Código de Trabajo para que las partes llegaran a un acuerdo sobre la implementación de los derechos laborales aprobados por las partes, cuyo completamiento debió terminar en enero de 2018.

Gilberto Becker, del Sitrapbi, informó a los periodistas que el esfuerzo extra produce serias afectaciones a la salud de los obreros, quienes se quejan de dolores musculares; pero no lograron acuerdo hasta el momento, a pesar de que desde el miércoles hubo diálogos sindicato-empresa con la mediación del Ministerio del Trabajo.

A través de un riel aéreo, los agrícolas deben tirar mediante una cuerda de una pesada hilera de grandes racimos de banano, para trasladarlos desde los lugares de cosecha hasta las plantas de beneficio, labor para lo cual tradicionalmente se utiliza tracción mecánica o en su defecto animal.

Están en paro unos mil trabajadores de cinco centros de empaque ubicados en la provincia Bocas del Toro, principal zona bananera panameña destinada a la exportación del fruto que se verá afectado en la medida de la extensión del paro.

Changuinola fue escenario en junio de 2018 de otra huelga de unos cuatro mil quinientos trabajadores de 21 fincas bananeras, quienes exigían un pliego de 12 peticiones, entre las cuales estaban mejoras en la seguridad laboral, justicia en el pago de horas extras, implementos adecuados para su labor y restitución de trabajadores expulsados.

En esta zona son recurrentes los conflictos laborales por abusos cometidos por las bananeras, desde épocas de la tristemente célebre la estadounidense United Fruit Company a finales del siglo pasado y sus herederas de estos tiempos.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=310315&SEO=huelga-bananera-en-panama-para-reclamar-mejoras-laborales
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La esclavitud moderna aún encadena a 40 millones de personas en el siglo XXI

Por: Clara Giménez Lorenzo

Un informe de la Walk Free Foundation, colaboradora de la Organización Mundial del Trabajo, señala que los trabajos y los matrimonios forzosos son las dos formas actuales de sometimiento, que afecta sobre todo a mujeres y niñas.

La esclavitud moderna aún encadena a más de 40 millones de personas en pleno siglo XXI, unas dramáticas cifras que cobran actualidad este viernes, día 23, en que se conmemora el Día internacional del recuerdo de la trata de esclavos y su abolición, de Naciones Unidas.

El dato pavoroso procede de las conclusiones del informe de la Walk Free Foundation ( WFF ), un organismo que colabora con la Organización Internacional del Trabajo ( OIT ).

El 23 de agosto de 1791 se produjo una revuelta de esclavos en la entonces colonia francesa de Santo Domingo (Saint Domingue), hoy Haití; revuelta que está considerada como el primer levantamiento contra el poderoso sistema esclavista .

Doscientos años después de aquel tiempo colonial, este cruel sistema de opresión persiste en nuestros días, como evidencia el Índice Global de Esclavitud (GSI, por sus siglas en inglés), elaborado por la citada WFF.

Según el informe de este organismo, publicado en julio de 2018, unos 40,3 millones de personas en el mundo son víctimas de la llamada esclavitud moderna , un término que incluye las situaciones en las que a una persona, mediante amenazas, violencia, coacción, abuso de poder o engaño, se le priva de su libertad para controlar su cuerpo, elegir o rechazar un empleo o dejar de trabajar.

Trabajo y matrimonios forzados

 La propia OIT considera dos formas actuales de sometimiento: el trabajo forzoso y los matrimonios forzados.

Ningún rincón del mundo está exento de situaciones de explotación

Casi 25 millones de seres humanos son víctimas del trabajo impuesto por personas o entidades públicas y privadas. Entre ellas, en torno a cinco millones sufren explotación sexual , y más de 15 millones se ven obligadas a casarse contra su voluntad.

El bochornoso ránking mundial de la esclavitud

 Los diez países que encabezan la esclavitud moderna son Corea del Norte, Eritrea, Burundi, la República Centroafricana, Afganistán, Mauritania, Sudán del Sur, Pakistán, Camboya e Irán, aunque ningún rincón del mundo está exento de situaciones de explotación.

En Brasil, por ejemplo, un caso denunciado es el de dos hermanos, Elias y Nerisvan Vieira da Silva, que estuvieron encerrados en una granja y en contacto permanente con productos tóxicos.

 Más de 400.000 personas sufren esclavitud en EEUU, según este índice

Elias y Nerisvan fueron amenazados con no recibir paga alguna por su trabajo si intentaban escaparse, según relata la ONG estadounidense Free the Slaves , que colaboró con otras organizaciones locales para devolverles la libertad, con lo que hoy han vuelto a trabajar como campesinos en el otro extremo del país.

El caso de estos hermanos tiene mucho que ver con los niños pescadores del Lago Volta (Ghana), los fabricantes de ladrillos de Pahasaur (India), o las 403.000 personas que sufren esclavitud en Estados Unidos, el país más desarrollado del mundo, según los datos del mencionado GSI.

 

  

Un grupo de trabajadores en una fábrica de ladrillos de Bangladesh. REUTERS

 Para la OIT, la vulnerabilidad económica es la principal causa de la esclavitud moderna.

Un 71% de las víctimas de esclavitud son mujeres, según la OIT

Uno de sus expertos, el brasileño Luiz Machado, explica a Efe por teléfono que «si los salarios no pueden cubrir las necesidades de los trabajadores y sus familias, buscarán otras formas para complementar sus ingresos e intentar vivir decentemente. Una familia pobre acepta cualquier tipo de trabajo para sobrevivir» .

Por lo que se refiere a la explotación por género, la OIT señala que un 71% de las víctimas son mujeres.

En concreto, las mujeres y las niñas representan el 99% de quienes sufren trabajo forzoso en la industria del comercio sexual, y llegan hasta el 84% las que son obligadas a casarse.

Seres humanos en venta

 Este sistema moderno de explotación no sólo afecta al tráfico de seres humanos en la medida en que las víctimas pueden ser sometidas en el ámbito doméstico y en el propio lugar de nacimiento.

La trata con fines de explotación sexual es un tipo concreto. Por ejemplo, no supone necesariamente el cruce ilegal de fronteras, pero cuando es así puede implicar también tráfico ilegal de personas.

Joy Amen Omoruyi fue captada en su Nigeria natal y obligada a prostituirse en las calles de Viena

A la joven Joy Amen Omoruyi la captaron en su Nigeria natal cuando confió en quienes supuestamente la ayudarían a llegar a Europa.

Joy pasó por Libia e Italia hasta que la instalaron finalmente en Austria, donde sus tratantes le informaron de que había contraído una «deuda» de 20.000 euros. Fue obligada a prostituirse durante varios meses en las calles de Viena para poder saldarla hasta que consiguió escapar.

Nueve años después, la joven vive en Pamplona (España) y trabaja en Acción contra la Trata (ACT) como auxiliar de mediación para luchar contra la explotación sexual. Su intención es sensibilizar sobre lo que ocurre a miles de mujeres y niñas que salen de países como Nigeria en busca de una vida mejor.

«Europa —asegura a Efe por teléfono— no es lo que la gente en mi país cree; tampoco es consciente de las dificultades y los peligros que hay en el camino… como caer en redes de trata».

 

  

Una mujer en prostitución en el polígono Marconi de Madrid. JAIRO VARGAS

Matrimonios forzosos también en España

 Se sabe poco sobre la práctica de obligar a casarse a las mujeres, una costumbre habitual en ciertas comunidades de África, Oriente Medio, Asia y América Latina.

Según sus propios cálculos, la UNICEF estima que aproximadamente 650 millones de niñas y mujeres en todo el mundo se han casado antes de cumplir los 18 años de edad.

En un contexto de globalización, multiculturalidad y migraciones, los matrimonios forzados han comenzado a aparecer en Europa.

«Todas las mujeres víctimas de matrimonios forzados sufren otras violencias, como agresiones sexuales, malos tratos o trabajos forzosos»

La Federación de Mujeres Progresistas de España (FMP) elaboró en 2018 el informe No Acepto , una investigación preliminar que pretende sacar a la luz los matrimonios forzados en este país.

«Aún no existen grandes datos sobre esta realidad», comenta la abogada Beatriz Lázaro, asesora de la FMP como especialista en violencia de género y una de las autoras del informe.

Lázaro diferencia dos supuestos tipificados en el Código Penal: los matrimonios comprendidos dentro de la trata y aquellos que se producen en el entorno familiar. «Todas las mujeres víctimas de matrimonios forzados -dice- normalmente sufren otras múltiples violencias, como agresiones sexuales, violencia de género o trabajos forzosos».

Luchar contra la esclavitud

 Luiz Machado, el citado experto de la OIT, asegura que «todos los Estados están en contra de la esclavitud moderna, pero muchos no reconocen que exista en su propio territorio. El mayor desafío es este reconocimiento, y la actuación posterior».

España es el cuarto país en un ránking de 20 con más dependencia de esclavitud moderna en la cadena de suministro de la industria pesquera

En España, por ejemplo, la esclavitud moderna también es un hecho que afecta a unas 105.000 personas, según el GSI. Desde enero de 2019, la Guardia Civil del país inspeccionó hasta 952 locales donde pudo producirse explotación laboral. También liberó a 68 víctimas y detuvo a 38 delincuentes .

Asimismo, se lanzó la campaña #trabajoforzoso, que se dirige directamente a posibles víctimas de trata de seres humanos.

En España, de entre quienes sufren explotación sexual, el 90% son mujeres y niñas, mientras la explotación laboral afecta a un 80% de hombres frente a un 20% de mujeres.

Más allá de denunciar estos graves delitos y presionar a las autoridades para que endurezcan la legislación , los expertos consideran que la sociedad civil puede actuar en el día a día contra la esclavitud del siglo XXI.

Lo más sencillo, dicen, es intentar conocer de dónde vienen los productos que consumimos. Según el GSI, España es el cuarto país en un ránking de 20 con más dependencia de esclavitud moderna en la cadena de suministro de la industria pesquera.

Los bienes de consumo con más riesgo de haber sido producidos en situaciones de esclavitud son ordenadores y móviles, ropa, pescado, cacao y caña de azúcar.

No todo el mundo tendrá la oportunidad de ayudar a personas como Joy o los hermanos Da Silva, pero cada ciudadano puede conocer, denunciar y luchar en la medida de sus posibilidades contra una lacra como la esclavitud moderna.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=259711

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Trata transatlántica: Una mancha indeleble en la historia de la humanidad

Redacción: Cambio 16

Sojourner Truth fue subastada a los 9 años junto a un rebaño de ovejas, gracias a la trata de esclavos que imperó en el mundo durante 4 siglos. Luego de eso fue vendida dos veces más, golpeada diariamente, acosada, acusada y despojada de sus pocos derechos.  Hoy 23 de agosto su historia resuena como la de muchos otros seres humanos en el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición.

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Este día fue propuesto por la Unesco con el fin principal de no borrar de la memoria global el capítulo más abyecto de la historia universal: la trata transatlántica de esclavos. De manera que se pueda resaltar y abordar las formas de opresión y racismo que existen en la actualidad.

La trata en el “comercio triangular”

Entre 1501 y 1830, 15 millones de mujeres, hombres y niños aproximadamente, fueron víctimas de la trata transatlántica que transportaba esclavos desde África hacia América. Tanto fue la marea humana venida desde el África que en aquel momento existían 4 esclavos por cada hombre blanco en el nuevo continente. Durante la trata trasatlántica existían dos rutas de comercio:

  • Una al norte, dominada por británicos y franceses.
  • Otra al sur, dominada por portugueses y brasileños.

El comercio de esclavos se conoció como “comercio triangular”. Consistía en la salida de barcos desde la Europa occidental (Portugal, Francia, Inglaterra y los Países Bajos) con suministros de todo tipo.

Los barcos llegaban hasta la costa occidental de África, donde algunos de los productos de Europa se intercambiaban por esclavos negros. De allí partían hacia las Antillas o las costas americanas, donde los esclavos junto a la mayor parte de la mercancía europea se intercambiaban por azúcar, tabaco, cacao y metales preciosos para su vuelta a Europa. España se integraría más tarde a este tipo de comercio.

La mayoría de los cautivos de la trata transatlántica provenían de las zonas centrales y occidentales de África. Ya en Norte y Sudamérica eran obligados a trabajar en plantaciones de cacao, café, algodón, coco, tabaco; en las minas de oro y plata; en los campos de arroz, en la construcción de barcos y en las casas como sirvientes.

Impacto en las mujeres

La trata transatlántica tuvo un impacto mayor en las mujeres, quienes debieron soportar no solo explotación laboral, sino también explotación sexual. Señala la ONU que a medida que estaba más cerca el término del comercio de esclavos, los propietarios aumentaron la presión sobre las mujeres para acrecentar la población de esclavos.

Para esos años, la población de africanos fue tan grande que aún hoy se observa su influencia en América. De allí que este 2019 el tema escogido para la conmemoración del Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición sea “Recuerdo de la Esclavitud: El Poder de las Artes por la Justicia”.

Las artes que liberan

Las artes son y han sido una vía para enfrentar la esclavitud, empoderar a las comunidades esclavizadas y rendir homenaje a aquellos que lucharon por la libertad y la hicieron posible, de acuerdo con la ONU.

De hecho, en Estados Unidos surgieron  “canciones de trabajo” que estaban asociadas a la herencia de los africanos víctimas de trata. Las canciones se utilizaban para recordar su lugar de origen y son consideradas por algunos autores antecedentes del blues.

 

El Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición rinde un tributo a la noche entre el 22 y 23 de agosto cuando en Haití los esclavos de distintas plantaciones se sublevaron y arrasaron con el estado de Tremes. La finalidad de este día es continuar la lucha contra los prejuicios raciales y combatir las nuevas formas de esclavitud que afectan a 21 millones de personas en la actualidad, según la UNESCO.

Fuente: https://www.cambio16.com/la-trata-un-negocio-de-vieja-data-dia-internacional-del-recuerdo-de-la-trata-de-esclavos-y-de-su-abolicion/

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Los altos índices de pobreza disparan el trabajo infantil en Gaza

Redacción: EFE

El palestino Salama Rajab, de 14 años, que abandonó la escuela en Gaza a principios del año pasado para ganar dinero y ayudar a su familia, desconoce que la ley palestina le prohíbe trabajar a su edad.

Salama da a Efe un nombre falso para empezar a contar su historia prematura en el mercado laboral irregular, donde trabaja una media de doce horas al día, junto al semáforo de la calle Omar al Mukhtar, limpiando lunas y capós por un shéquel israelí (25 céntimos de euro), que no siempre le dan.

«Soy el mayor de mi familia y mi padre tuvo un accidente de trabajo hace cinco años y está incapacitado», cuenta Rajab. «¿Qué puedo hacer? Si no trabajo, mis hermanos y hermanas se morirán de hambre», lamenta.

El menor, de piel oscura, mira a su alrededor con miedo a que sus compañeros de escuela, parientes o vecinos lo vean, mientras cuenta que gana unos 20 shéquels al día, alrededor de 5 euros.

Rajab no es el único. Miles de niños en Gaza están empleados ilegalmente debido a las altas tasas de pobreza, que superan el 50 %, según un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) publicado la semana pasada.

La población menor de 18 años representa el 45 % en los territorios palestinos y unos 645.000 niños viven en condiciones precarias, la mayoría de ellos en la Franja, estancada por doce años de bloqueo israelí y la división política interna palestina.

La Oficina Central de Estadísticas Palestina (PCBS) contabiliza 2,2 millones de menores en Palestina, cerca de la mitad de los cuales viven en Gaza.

Según los expertos, el comercio, los restaurantes y hoteles son los principales empleadores de niños de entre 10 y 17 años en Cisjordania y en el enclave costero, con aproximadamente un 38 % en el primer territorio y un 43 % en el segundo, seguidos de la minería, canteras y manufactura en Cisjordania, donde ronda el 24 %.

En Gaza, el agrícola fue el segundo sector con hasta el 23 % de menores trabajando, según explicó a Efe el psicoterapeuta Fadel Abu Hein, quien alerta de «las duras condiciones de vida como resultado de la difícil situación económica».

«Una de las razones que han hecho que el fenómeno crezca y se expanda es que muchos niños están influenciados por otros que abandonaron las escuelas y empezaron a trabajar para ganarse la vida», valora.

Además, la situación económica de familias con un alto número de hijos presiona a los niños a trabajar desde temprana edad para satisfacer las necesidades, con el cabeza de familia a menudo desempleado.

Según las autoridades, aproximadamente 4.840 de 372.600 niños de entre 10 y 17 años trabajaban a tiempo completo en Gaza el pasado año, y otros 1.490 lo hacían mientras estudiaban.

En cifras oficiales, el 2 % de los menores de la Franja estaban empleados en 2018, pero se estima un mayor porcentaje ya que el trabajo infantil se oculta, según un informe de la PCBS. En datos de UNICEF, el trabajo infantil alcanzaba el 6 % en los territorios palestinos en 2017.

«Creo que una vida normal es lo que ayuda a una salida normal de todas las dificultades que sufren los niños, sobre todo cuando pueden disfrutar de derechos como la salud y la educación», resalta Abu Hein.

Ayman Batniji, portavoz de las fuerzas policiales del movimiento islamista Hamás, que controla el enclave, cree que este problema «está relacionado con las leyes vigentes, que son válidas, pero no están activas ni funcionan».

«La policía de Gaza interviene en caso de que los empleadores violen los derechos de los trabajadores, incluidos los niños, independientemente de si están empleados legal o ilegalmente», asegura Batniji.

«Si el niño está empleado ilegalmente, ¿cómo se va a atrever a ir a la policía a quejarse? Lo dudo», plantea.

Mientras tanto, Nidal Ghaben, el director del Centro para la Democracia y los Derechos de los Trabajadores en Gaza, detecta que «cada vez que aumentan las tasas de desempleo, el trabajo infantil aumenta automáticamente, simplemente porque los padres desempleados aceptan enviar a sus hijos a trabajar».

Para él, «solo creando trabajos para adultos se reducirá la tasa de trabajo infantil, y eso empieza por terminar con el bloqueo israelí y la división interna entre Hamás y (el partido nacionalista) Al Fatah», zanja.

Fuente: https://www.efe.com/efe/espana/sociedad/los-altos-indices-de-pobreza-disparan-el-trabajo-infantil-en-gaza/10004-3981656#

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India: Fabricar ladrillos o ir a la escuela

Redacción: El País

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Pahasaur, en el estado central de Haryana, es la zona de producción de ladrillos más importante de India. Los encargados de aportar la mano de obra son las miles de familias que cada año se desplazan desde los estados más pobres. Esta temporalidad afecta también a los más pequeños, cuya escolarización pende de un hilo.

Pahasaur es mucho más que una zona de producción de ladrillos. Es toda una infraestructura que, cada octubre, centenares de familias montan para vivir durante la temporada. Llegan desde Bihar, Bengala Occidental, Uttar Pradesh (los estados más pobres de la India), para trabajar en las fábricas (‘bhattas’) durante los meses de producción. Cada junio, al comienzo de los monzones, regresan a sus lugares de origen con pequeños ahorros que les permiten cultivar sus tierras y sobrevivir algunos meses.

1. Pahasaur es mucho más que una zona de producción de ladrillos. Es toda una infraestructura que, cada octubre, centenares de familias montan para vivir durante la temporada. Llegan desde Bihar, Bengala Occidental, Uttar Pradesh (los estados más pobres de la India), para trabajar en las fábricas (‘bhattas’) durante los meses de producción. Cada junio, al comienzo de los monzones, regresan a sus lugares de origen con pequeños ahorros que les permiten cultivar sus tierras y sobrevivir algunos meses.
No solo son temporales sus trabajos, sino también los servicios que disfrutan en esta zona de Jarjjar, en el Estado de Haryana. La escuela donde acuden desde 2010 decenas de niños y niñas, es uno de los puntos clave donde se nota el abandono que traen consigo las lluvias de los monzones.
2. No solo son temporales sus trabajos, sino también los servicios que disfrutan en esta zona de Jarjjar, en el Estado de Haryana. La escuela donde acuden desde 2010 decenas de niños y niñas, es uno de los puntos clave donde se nota el abandono que traen consigo las lluvias de los monzones.
    • Autobús financiado por la ONG It will be y la organización Don Bosco. Los trabajadores sociales que recogen a los niños son los que más madrugan. Recorren cada mañana las más de 20 ‘bhattas’ o fábricas a las que se atiende en esta escuela temporal, donde además los estudiantes disponen de un dispensario médico y de una comida diaria.
      3. Autobús financiado por la ONG It will be y la organización Don Bosco. Los trabajadores sociales que recogen a los niños son los que más madrugan. Recorren cada mañana las más de 20 ‘bhattas’ o fábricas a las que se atiende en esta escuela temporal, donde además los estudiantes disponen de un dispensario médico y de una comida diaria.
    • Alrededor de 100.000 personas se dedican en esta zona de la India a la producción del ladrillo. Pero cada vez son menos los niños cuyas manos se manchan con la arena y el barro de los moldes. Muchas familias entienden que sus hijos tendrán un futuro más próspero si saben leer y escribir, aunque pierdan algunas rupias. Cada día, la escuela se llena un poquito más de ilusión, alegría y trabajo.
      4. Alrededor de 100.000 personas se dedican en esta zona de la India a la producción del ladrillo. Pero cada vez son menos los niños cuyas manos se manchan con la arena y el barro de los moldes. Muchas familias entienden que sus hijos tendrán un futuro más próspero si saben leer y escribir, aunque pierdan algunas rupias. Cada día, la escuela se llena un poquito más de ilusión, alegría y trabajo.
    • A pesar de que la tasa de alfabetización en el subcontinente supera ya el 70%, el desarrollo de las zonas rurales está aún muy por debajo. Este fenómeno afecta especialmente a los habitantes de los estados más pobres, que habitualmente se desplazan temporalmente para trabajar. Esta temporalidad dificulta aún más el trabajo que llevan a cabo los profesionales de la escuela, que tienen que enfrentarse a unas familias reacias y que no todos los años pasarán estos meses en las ‘bhattas’ de Pahasaur.
      5. A pesar de que la tasa de alfabetización en el subcontinente supera ya el 70%, el desarrollo de las zonas rurales está aún muy por debajo. Este fenómeno afecta especialmente a los habitantes de los estados más pobres, que habitualmente se desplazan temporalmente para trabajar. Esta temporalidad dificulta aún más el trabajo que llevan a cabo los profesionales de la escuela, que tienen que enfrentarse a unas familias reacias y que no todos los años pasarán estos meses en las ‘bhattas’ de Pahasaur.
    • Cada día escolar, los alumnos y alumnas suben al autobús con un plato que los trabajadores del colegio se encargan de llenar a la hora de la comida. Esta dieta diaria, normalmente a base de arroz, es otro de los alicientes que mueven a los padres a que sus hijos acudan a la escuela durante la jornada laboral, evitando así convertirse en mano de obra.
      6. Cada día escolar, los alumnos y alumnas suben al autobús con un plato que los trabajadores del colegio se encargan de llenar a la hora de la comida. Esta dieta diaria, normalmente a base de arroz, es otro de los alicientes que mueven a los padres a que sus hijos acudan a la escuela durante la jornada laboral, evitando así convertirse en mano de obra.
  • El agua es uno de los recursos más esenciales en el día a día de las fábricas. Beber, ducharse o fregar son tareas que se complican ante la falta de infraestructuras o sistemas mecánicos de recogida. Los niños y niñas siguen siendo los que, en su mayoría, se encargan de la función de recolectar el agua, que sacan de pozos manuales y portan hasta sus hogares.
    7. El agua es uno de los recursos más esenciales en el día a día de las fábricas. Beber, ducharse o fregar son tareas que se complican ante la falta de infraestructuras o sistemas mecánicos de recogida. Los niños y niñas siguen siendo los que, en su mayoría, se encargan de la función de recolectar el agua, que sacan de pozos manuales y portan hasta sus hogares.
  • La higiene y la prevención de enfermedades es otro de los pilares que se esconden detrás de este proyecto de escuela temporal. Las familias son conscientes de que los niños solo podrán asistir a clase si van duchados y con ropa limpia. Por eso, ante los pitidos del autobús, los pequeños se afanan en desenredarse los últimos tirones de un pelo que se les ensucia a diario por el polvo de los ladrillos.
    8. La higiene y la prevención de enfermedades es otro de los pilares que se esconden detrás de este proyecto de escuela temporal. Las familias son conscientes de que los niños solo podrán asistir a clase si van duchados y con ropa limpia. Por eso, ante los pitidos del autobús, los pequeños se afanan en desenredarse los últimos tirones de un pelo que se les ensucia a diario por el polvo de los ladrillos.
  • En el acceso a la educación en India sigue existiendo una brecha de género que parece estar lejos de cerrarse. Así, mientras el 81% de los chicos mayores de 15 años saben leer y escribir, solo el 60 % de las mujeres pueden hacerlo. La desigualdad en el acceso también está latente en los distintos Estados, como muestran las tasas de alfabetización, que pueden variar desde el 63% en Bihar, hasta el 94% en Kerala.
    9. En el acceso a la educación en India sigue existiendo una brecha de género que parece estar lejos de cerrarse. Así, mientras el 81% de los chicos mayores de 15 años saben leer y escribir, solo el 60 % de las mujeres pueden hacerlo. La desigualdad en el acceso también está latente en los distintos Estados, como muestran las tasas de alfabetización, que pueden variar desde el 63% en Bihar, hasta el 94% en Kerala.
  • 14 años es la edad permitida a partir a la cual cualquier persona puede trabajar legalmente en el país. Sin embargo, esta medida, que pretendía acabar con la explotación infantil, se vio quebrantada cuando el pasado año se añadió una nueva cláusula: los menores podrán trabajar desde cualquier edad en negocios familiares. Lejos de acabar con este problema, en India existenactualmente alrededor de 6,5 millones de menores de entre 3 y 15 años víctimas de esta forma de explotación. Y la educación es una de las mejores armas para luchar contra ella.
    10. 14 años es la edad permitida a partir a la cual cualquier persona puede trabajar legalmente en el país. Sin embargo, esta medida, que pretendía acabar con la explotación infantil, se vio quebrantada cuando el pasado año se añadió una nueva cláusula: los menores podrán trabajar desde cualquier edad en negocios familiares. Lejos de acabar con este problema, en India existenactualmente alrededor de 6,5 millones de menores de entre 3 y 15 años víctimas de esta forma de explotación. Y la educación es una de las mejores armas para luchar contra ella.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/05/08/album/1557314448_744086.html#foto_gal_10

 

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«Su casa era mi cárcel». Trabajadoras domésticas en situación de esclavitud

Redacción: Amnistía Internacional

Más de 250.000 personas, la mayoría mujeres, procedentes de países como Etiopía, Filipinas, Bangladesh, Sri Lanka o Ghana, entre otros, son esclavizadas como empleadas domésticas en Líbano. Solo pueden entrar al país si una familia libanesa las solicita, entonces el Ministerio de Trabajo les concederá un permiso de trabajo vinculado a sus empleadores. Estos las recogen en el aeropuerto y a partir de ahí controlarán todos sus movimientos.

¡Bienvenidas al infierno!, acaban de quedar atrapadas por el sistema Kafala, un régimen al margen de las leyes laborales libanesas que encubre la esclavitud de las personas que se dedican al trabajo doméstico. La renovación de este permiso, el cambio de trabajo e incluso el regresar a sus países dependerá única y exclusivamente de quienes las contrataron.

Amnistía Internacional ha entrevistado a 32 mujeres trabajadoras domésticas en Líbano para el informe Su casa es mi prisión. Y son ellas las que nos relatan cómo es su calvario.

1. Largas jornadas laborales, sin descanso.

«Trabajaba desde las 4 de la mañana hasta las 10 de la noche cada día, sin descanso y sin días libres. Un día, lavé 16 alfombras y estaba cansada y me senté un poco en el sofá. La mujer me dijo que me levantara que les iba a contagiar mis bacterias. Le dije: ‘cuando trabajo no tengo bacterias, si me siento sí las tengo. Si no está contenta, mándeme a mi país'». Cuenta Sebastian de Costa de Marfil. 19 de las 32 entrevistadas por Amnistía Internacional trabajaban más de 10 horas, y 14 de ellas no tenían días libres.

2. Impagos, reducciones salariales.

«No me pagaron los tres primeros meses. Cuando le pregunté por mi salario, me dijo: lo que quieres es irte». Bizu de Etiopía no cobró nada hasta seis meses después. Entonces descubrió que le habían reducido el sueldo para que asumiera los gastos por su llegada al país. Cinco de las entrevistadas señalaron que sus empleadores no les pagaron los primeros meses para recuperar los gastos necesarios para su llegada a Líbano.

3. Pasaporte confiscado.

«En los 22 años que pasé allí, nunca vi mi pasaporte», relata Sarah de Madagascar. Veinte de las 32 mujeres entrevistadas por Amnistía Internacional aseguraron que las autoridades libanesas entregaron directamente sus pasaportes a los empleadores una vez aterrizadas en el país.

4. Restricción de movimiento y comunicación.

«No me permitían hablar con nadie. Si abría la ventana y saludaba a otra filipina, mi empleadora me tiraba del pelo y me pegaba. Durante 3 años me encerró en la casa. Nunca salí a la calle», detalla Eva de Filipinas. «Cuando logré escapar, y estaba andando por la calle, sentí que volaba». Diez de las 32 entrevistadas tenían prohibido abandonar la casa en la que trabajaban.

5. Comida escasa.

«Cada 16 días, la señora me deba un paquete de pan de pita. Solo me permitía comer al día media pita. Contaba cuántas quedaban y si notaba que faltaban más de las que tenía permitidas, me gritaba. Tenía prohibido abrir el frigorífico», explica Tsega de Etiopía. Numerosas de las mujeres entrevistadas por Amnistía Internacional aseguraron no recibir suficiente comida.

6. Alojamientos inadecuados y falta de intimidad.

«No tenía habitación. Dormía en el sofá en el salón. Dejaba mi ropa y mis pertenencias en mi maleta porque no tenía armario», refiere Nethmi de Sri Lanka. Solo 4 de las 32 mujeres entrevistadas tenían una habitación propia y 8 dormían en el salón, en la cocina, en la alacena o en el balcón, incluso una de ellas aseguró haber dormido en el baño hasta que se completaron las pruebas médicas exigidas por el Ministerio de Trabajo para permanecer en el país.

7. Abusos verbales y psíquicos.

«Deja tu plato y tu vaso separados de los de la familia. Cuando el señor llegue, permanece en la cocina. Y no te sientes en ningún sofá». La empleadora de Kanshena, de Sri Lanka, le cortó además el pelo en contra de su voluntad. Cuando se quejó, la pegó y la encerró. La mayoría de las mujeres entrevistadas por la organización habían sufrido algún tipo de trato humillante.

8. Restricciones al acceso a la salud.

«Una vez me puse enferma. Le pedí a mi empleadora que me llevara al doctor, pero se negó. Me dio una medicina inadecuada y empeoré. Empecé a vomitar. Solo entonces me llevó al médico, pero me advirtió que no le contara que me había dado medicamentos. Cuando el médico me preguntaba, contestaba ella. No me dejó hablar», cuenta Mary de Etiopía.

9. Impacto en la salud mental.

«Estuve encerrada durante un año. Lloraba todos los días. Intenté suicidarme tres veces. Su casa era mi cárcel. Desde entonces parte de mi mente se ha perdido, no me acuerdo de muchas cosas», relata Mary de Etiopía. Seis de las 32 mujeres entrevistadas habían intentado suicidarse.

10. Tráfico de personas.

«Durante seis meses, trabajé para tres familias. El dueño de la agencia de selección de personal me ofrecía como un regalo: una vez a la familia de la novia de su hijo, otra vez a su hija y a la familia de su marido», explica Banchi de Etiopía.

Ninguna de las mujeres entrevistadas denunció su situación, no confiaban en que las fueran a creer, tenían miedo a ser detenidas y deportadas, a no volver a encontrar un nuevo empleo, a que las acusasen falsamente de robo. Muchas de ellas siguen atrapadas en Líbano.

Los datos del informe de Amnistía Internacional son tremendos, pero los que manejan otros organismos confirman una situación mucho más grave. El nuevo ministro de trabajo libanés anunciaba recientemente que está elaborando un anteproyecto de ley para proteger a las trabajadoras domésticas que llegan al país. En Amnistía Internacional estaremos alertas para que así sea.

*Todos los nombres son ficticios por motivos de seguridad.

Fuente: https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/su-casa-era-mi-carcel-trabajadoras-domesticas-en-situacion-de-esclavitud/

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Bolsonaro contra el pensamiento crítico en Brasil

Brasil / 10 de marzo de 2019 / Autor: Revista Semana Educación / Fuente: semana.com

El proyecto Escuela sin partido, ideado por el presidente de Brasil, pretende eliminar de las aulas las ‘ideologías de izquierda’ y todo rastro del principal pedagogo en la historia del país, Paulo Freire.

Desde que era candidato, el ahora presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, planteó una radical reforma al Ministerio de Educación. Una campaña con más tintes ideológicos que principios pedagógicos, la cual incluye iniciativas como eliminar las discusiones de género, excluir el pensamiento crítico, implementar un gran número de escuelas militares y borrar el legado del pedagogo pernambucano Paulo Freire.

Figura respetada y estudiada en los círculos académicos internacionales, Freire fue uno de los intelectuales brasileños más reconocidos en el mundo. Su visión no solo conserva vigencia en las aulas, sino que tuvo un impacto significativo en otras esferas sociales. Autor de más de 27 obras, su libro Pedagogía del oprimido aparece entre los cien más citados en lengua inglesa y ocupa el segundo lugar en el área de educación, según Google Scholar.

La relación de Bolsonaro con la educación, en cambio, ha alternado durante décadas entre la indiferencia y contados episodios de tensión. De las 150 propuestas que presentó en 27 años como diputado, solo dos fueron aprobadas y solo una trata sobre educación. Su proyecto de 1991 para reducir impuestos y tasas a las familias con más de un hijo aún se encuentra archivado.

En 2006, mientras se discutían las cuotas para estudiantes negros en las universidades, planteó irónicamente que el 50 por ciento de las curules del Congreso deberían ser para población afro y anunció que él mismo votaría en contra de su propuesta; una jugada mal recibida entre sus colegas y en el medio educativo por la falta de seriedad y el trasfondo discriminatorio. Recientemente, durante su campaña presidencial, insistió en su intención de reducir las cuotas tanto en las universidades como en todos los concursos públicos.

Las arremetidas de Bolsonaro contra Freire forman parte de las iniciativas con las cuales pretende eliminar las “ideologías nocivas” que, según él, los gobiernos de izquierda del Partido de los Trabajadores (PT) impusieron durante 13 años en las escuelas estatales.

Las alarmas de académicos se han disparado incluso por fuera del país. Tal es el caso de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de la Plata, en Argentina, que cita con preocupación en su portal el anuncio de Bolsonaro de “entrar con un lanzallamas al Ministerio de Educación”; una alusión directa a la intención del presidente de prohibir libros y temas como la orientación sexual y degénero en las aulas de clase.

En esa misma línea, el 22 de noviembre de 2018, Bolsonaro anunció por Twitter que su ministro de Educación sería el filósofo colombiano Ricardo Vélez Rodríguez. Graduado en la Pontificia Universidad Javerianade Bogotá y radicado en Brasil desde 1979, es profesor emérito de la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército y autor de más de 30 obras.

Sus declaraciones están en sintonía con la línea dura del presidente, a quien tilda como “conservador, pero no ultraderechista”, y a quien ha respaldado, especialmente en cuanto al rechazo de los temas de género en el aula.

No es gratuito que la pedagogía crítica de Paulo Freire ocupe la primera línea en esa lista de prohibiciones y sesgos con la que despega el nuevo plan educativo Escuela sin partido. El autor de ‘Pedagogía del oprimido‘ encarna aquella herencia de los gobiernos anteriores que Bolsonaro pretende eliminar.

Freire fue un activo miembro del PT y como parte del mismo se convirtió en una figura visible de la educación popular desde principios de los años sesenta. En ese momento empezó a trabajar en campañas dealfabetización para adultos a partir de los saberes y experiencias acumuladas, un sistema que pronto trascendió las fronteras del país para convertirse en modelo ejemplar en el mundo.

Los principios han calado en toda una generación de educadores brasileños. “No existe un ‘método’ de Freire, su aporte son concepciones: promover el pensamiento independiente, y darle especial importancia a la relación entre profesor y estudiante. En el caso de los jóvenes y adultos, respetarlos por lo que ya saben. En este momento de capitalismo y de explotación laboral, los valores de Freire son cruciales para ayudar a los alumnos a leer la realidad; en sus palabras: ‘leer el mundo antes que leer la palabra’”, afirma una profesora de São Paulo que no quiso revelar su identidad, pues siente que los simpatizantes de Freire, como ella, están bajo la mirada del gobierno.

Las iniciativas de educación popular del pernambucano no se limitan a la alfabetización (la experiencia maratónica de haber enseñado a leer y escribir a más de 300 jornaleros de las plantas azucareras de Rio Grande do Norte en solo 45 días es apenas anecdótica).

A partir de principios como el diálogo entre profesores y estudiantes, su objetivo no solo era lograr un mayor alcance, sino principalmente promover el pensamiento crítico como herramienta para fortalecer las libertades individuales.

El pedagogo pernambucano era enfático en una posición abiertamente ideológica de su trabajo, centrado en el debate y la crítica. Como afirmó en una entrevista con El País de España: “No hay una dimensión política de la educación, sino que esta es un acto político en sí misma”.

Mientras tanto Bolsonaro pone el acento en su preocupación por los supuestos resultados negativos de las escuelas públicas en matemáticas y física, y se presenta como partidario de una educación “más objetiva”, alejada del enfoque crítico cultivado por los gobiernos anteriores: “Vayan a Japón para ver si ellos están preocupados por el pensamiento crítico”, afirmó.

Una objetividad que suena bastante dudosa, desde el momento en que ciertas publicaciones son proscritas, ciertos temas excluidos y la teoría darwinista de la evolución es puesta en tela de juicio por Aléssio Ribeiro Souto, general designado por el gobierno para construir el plan de educación.

Apenas en los primeros meses desde la posesión de Bolsonaro y Vélez, y sus declaraciones han sido resonantes y su efecto viral, pero la implementación del plan de gobierno aún deja un margen tan amplio de preocupación como de duda. Los próximos meses indicarán la nueva ruta de Brasil en educación y definirán el destino del legado de Freire para su país.

Fuente del Artículo:

https://www.semana.com/educacion/articulo/bolsonaro-contra-paulo-freire-el-nuevo-rumbo-educativo-de-brasil/603936

ove/mahv

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