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El colegio colombiano que es ejemplo de paz y reconciliación

América del Sur/Colombia/23 Julio 2017/Fuente:aleteia /Autor:Pablo Cesio

Un lugar donde víctimas y victimarios se juntan para estudiar

Está ubicado en Medellín, una de las ciudades más conocidas y pobladas de Colombia. No surgió ahora, ya tiene más de una década, pero se ha transformado con el paso del tiempo un “laboratorio de paz”.

Se trata del Centro de Formación de Formación para la Paz y la Reconciliación (Cepar), un lugar donde es posible que afectados por el conflicto armado colombiano se puedan encontrar para juntarse a estudiar.

Un claro ejemplo de ello es Carlos Alberto Cano -un excombatiente vinculado a la organización paramilitar denominada Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)- que decidió dejar las armas hace años para empezar a dar clases de matemática.

Actualmente Carlos está en silla de ruedas, pero no es obstáculo para poder enseñar eso que más le apasiona. Del otro lado, sus alumnos, en su mayoría adultos de más de 30 años, también lo escuchan con atención y pasión.

Ellos también tienen un pasado removedor ya que en su mayoría han sido desmovilizados del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las propias Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Al principio no fue fácil y hubo una tarea de reforzar los vínculos de confianza. El propio Carlos recuerda que cuando llegó a dar el curso por primera vez tuvo que enfrentarse a un grupo de víctimas del conflicto armado colombiano, quienes al conocer su procedencia decidieron inmediatamente abandonar el salón, recuerda, reproduce El Tiempo, medio colombiano que a través de un reportaje reproduce la historia de este profesor y sus alumnos.

Luego, la situación fue cambiando y fue posible que Carlos pudiera desarrollar sus clases dando la cara y sin tapujos.  Una de las actuales alumnas tiene 54 años y ha sido víctimas de las propias AUC. Fue capaz de perdonar y ahora comparte su presente rodeada de libros y compañeros que también han sido excombatientes, otros exhabitantes de la calle y hasta con prostitutas.

“Hice mucho daño, pero ese hombre del pasado ya no existe, para desmovilizarse no solo hay que entregar las armas, también hay que desmovilizar el corazón y no mirar atrás, sino para el futuro”, afirma Carlos.

También reinserción social

El Cepar ha logrado convertirse en un modelo educativo y centro de formación de personas vulnerables. Lo que al comienzo había era un lugar destinado a excombatientes de las AUC, posteriormente incluyendo a desmovilizados de otras guerrillas colombianas.

El desafío no era sencillo y tras adaptación mediante hoy en día es posible afirmar que este centro es pionero en Colombia en cuanto a sus objetivos, entre otras cosas, lo significativo de ser el espacio donde víctimas y victimarios se vuelvan a mirar a los ojos para estrechar no solo lazos de aprendizaje, sino también de amistad.  

“Empecé a estudiar para demostrarle a la sociedad que era capaz de hacer cosas distintas a disparar un arma. Con el tiempo supe que era bueno para dar clases, para guiar a otros excombatientes y a víctimas. Este espacio, más que un colegio, es un laboratorio de paz”, concluye Carlos.

Por estos días el país sudamericano conmemora un nuevo aniversario de su Independencia y el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Oscar Urbina Ortega, también hizo una reflexión acerca del perdón, la reconciliación y la paz.

“Así como hace 207 años hubo colombianos que se comprometieron con la libertad de nuestra patria, hoy los colombianos comprometámonos y demos el primer paso hacia la reconciliación con Dios, con nuestros hermanos y con la creación”, expresa.

Este centro de estudio, principalmente quienes lo integran en su día a día, parece estar en la misma sintonía y representa una muestra de que en Colombia también es posible estudiar al lado del victimario con una mirada a futuro a pesar del lastre del pasado y del dolor.

 

Fuente de la noticia: https://es.aleteia.org/2017/07/22/el-colegio-colombiano-que-es-ejemplo-de-paz-y-reconciliacion/

Fuente de la imagen: https://i2.wp.com/res.cloudinary.com/aleteia/image/fetch/c_fill,g_auto,w_620,h_310/https://aleteiaspanish.files.wordpress.com/2017/07/web3-medellin-co

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Una foto inédita en Colombia

15 de febrero de 2017 / Por: Andrés Bermúdez Liévano  / Fuente: http://lasillavacia.com

Esta foto tan sencilla cuenta una historia inédita en Colombia.
Sin importar cómo votaron hace tres meses, esta es una foto que jamás habíamos visto. Ni nosotros, ni nuestros papás, ni nuestros abuelos. Porque nunca había sucedido.

Él, arriba, de sombrero y gafas, es Ramiro Durán. Es huilense, lleva 16 años en las FARC y actualmente es el responsable político del Bloque Sur. Ellos dos, de camuflado militar, son dos infantes de Marina colombiana, que patrullan a lo largo del río Caquetá en el Putumayo.

Esta escena ocurrió hace una semana, el jueves para ser más exactos, en esta puerta de entrada a la selva de la Amazonía, durante los intensos operativos para llevar a 6300 integrantes de las FARC a las 26 zonas y puntos veredales.

Durán, al frente de 300 hombres de las FARC, tenía que llegar a Puerto Rosario -un abandonado caserío sobre el río Caquetá- para comenzar su marcha hacia la dejación definitiva de sus armas.

Pero primero tenían que navegar 225 kilómetros por el Caquetá, desde un lugar llamado Mecaya en pleno lindero del parque nacional amazónico de La Paya. Esa travesía, de más de diez horas de navegación, tomó 15 lanchas deslizadoras y 25 canoas motorizados. Varias lanchas y canoas se averiaron en el camino.

En una de esas averías ellos tres -un comandante guerrillero y dos oficiales de las Fuerzas Militares- se sentaron juntos para tratar de arreglarla, bajo la mirada del equipo de Naciones Unidas que monitoreaba todo el operativo.

Esta foto era impensable hace apenas unos meses. Como comentó un militar paraguayo que observó la escena, que formaba parte del equipo de la ONU, «me quedé corto de palabras para describir lo que sentí al verlo».

La madrugada siguiente, hicieron la segunda parte del trayecto en una caravana de 10 buses, 6 camiones y 14 camionetas. Fueron diez horas en carreteras sin pavimentar, dos pinchazos, una llanta suelta, un calor sofocante y cuatro cruces en planchón del río Putumayo.

Con ellos iba un zoológico de 60 animales, incluyendo 40 perros, un gato, una nutria, un borugo, dos pájaros tente, dos pájaros cantores, una guacamaya, un mico enano y un marrano de 25 kilos llamado Muñeco. Se debió atender tres casos médicos serios, incluyendo una embarazada con hemorragia, un hombre con riesgo de trombosis y un hombre con fuertes dolores estomacales que venía de cuatro cirugías. Había 8 mujeres embarazadas y seis con bebés de menos de seis meses.

Al final llegaron los 300 hombres de los frentes 32, 48 y 49 a la zona veredal de La Carmelita, en Puerto Asís. Allá van a abandonar sus armas por siempre, entregadas a la ONU como prenda de garantía, y comenzarán su reincorporación a la vida civil.

Ninguna solución a los problemas de Colombia será perfecta. Somos demasiado imperfectos como sociedad como para que eso sea posible. Somos una sociedad que permitió que llegáramos a tener 8.320.874 víctimas (solo contando desde 1985, fecha de corte de la Ley de Víctimas).

Pero esta foto, de una confianza tímida y apenas naciente, de una posibilidad que depende de todos nosotros, es una señal de esperanza.

Nota: La foto fue en redes por

Fuente noticia: http://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-paz/historia/una-foto-inedita-en-colombia-59713

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Volver a las raíces gracias a la educación

Por: Nicolás Sánchez A.

Los niños de los resguardos emberas chamís de Riosucio, Caldas, estudian con un modelo educativo indígena que les garantiza la conservación de sus usos y costumbres. De esta manera la comunidad ha resistido los embates de la guerra y ahora sueña con tener su propia universidad.

Los niños emberas chamís que estudian en 15 colegios, ubicados en los cuatro resguardos que existen en el municipio caldense de Riosucio, aprenden matemáticas de una manera particular. Los granos de maíz representan las unidades; los fríjoles, las decenas, y las semillas nativas de higuerillo, las centenas. Así aprenden a contar mientras que adquieren conciencia sobre los cultivos ancestrales de su etnia.

A la hora del descanso el orden no se delega solamente en los profesores, un estudiante de cada grado forma parte de la guardia indígena de esas instituciones. Con sus bastones de mando, que nunca utilizan como armas sino que tienen un valor simbólico de respeto, se encargan de que sus compañeros no irrespeten las normas del lugar.

La educación que reciben los niños indígenas de esta etnia está orientada por tres principios filosóficos. El primero es: “Todos enseñamos y todos aprendemos”, en palabras de la profesora María del Carmen Bartolo, quien para afianzar el concepto asegura que los niños no son sepulcros blanqueados, sino que llegan al sistema educativo con conocimientos.

El segundo reza: “El territorio es nuestro mayor pedagogo”. Un pilar de la cosmovisión indígena, según el cual el conocimiento emana de elementos como las plantas, las montañas, los sitios sagrados y las expresiones culturales de las comunidades.
“La flexibilidad de la vida posibilita aprendizajes”, dice el tercer principio, lo que en la práctica significa que la educación indígena se nutre también de saberes de otras culturas.

Esos principios se reflejan en el día a día de los estudiantes. La educación es por ciclos. El uno equivale al preescolar de la educación occidental. En esos años los niños aprenden a fabricar esteras y a practicar la alfarería.

En el ciclo dos, que en la educación occidental correspondería a los grados tercero, cuarto y quinto de primaria, se hace énfasis en la relación de los indígenas con la naturaleza, se imparten clases sobre la historia de la etnia, sus mitos y leyendas, y los médicos tradicionales acuden a las aulas para enseñar sobre sus saberes ancestrales.

En los ciclos tres y cuatro la enseñanza está orientada hacia el conocimiento sobre las danzas, los ritmos y el reconocimiento del territorio ancestral por medio de, por ejemplo, visitas a los sitios sagrados.

Los emberas lograron que el Estado reconociera que para preservarse necesitaban tener un modelo educativo que incluyera sus usos y costumbres.

La recuperación

De esta manera, la comunidad están recuperando todo aquello que les había arrebatado la violencia de la que han sido víctimas. Cuentan que en la década de los 90, cuando el conflicto armado estaba en su punto más alto, muchos preferían negar su origen, porque cuando se desplazaban a otras ciudades y decían que habían nacido en Riosucio los tildaban de guerrilleros. En ese municipio caldense los indígenas son mayoría y se encuentran organizados en 117 comunidades que habitan en cuatro resguardos.

El proceso de pérdida de identidad venía de siglos atrás. Cuando llegaron los españoles a sus tierras ancestrales los obligaron a renunciar a su espiritualidad para convertirse al catolicismo. En un principio los embera no obedecieron, y los estaban exterminando. Negociaron con los invasores y el resultado se puede ver, por ejemplo, en las imágenes religiosas que hay en la catedral: una virgen que pareciera estar abrasada por las llamas del mismísimo infierno. El fuego representa uno de los elementos fundamentales de la cosmovisión embera.

Varios siglos después de la expulsión de los invasores, la educación empezó a ser contemplada por los embera como un medio para no perder su usos y costumbres. Por eso desde que el movimiento indígena se empezó a fortalecer, hacia 1982, esa era una de sus banderas. Sin embargo, la violencia se atravesó. En 1988 José Gilberto Motato fue el primer candidato embera a la alcaldía de Riosucio. En febrero, cuando estaba en plena campaña, cayó asesinado.

Para esos años en Riosucio se había instalado la guerrilla del Epl y empezaba a llegar un grupo paramilitar creado por Fidel Castaño llamado Los Magníficos.

Si bien el golpe del asesinato de su candidato fue fuerte, los indígenas se repusieron. Según el etnoeducador Juan Pablo Soto: “Cuando nos asesinan a un líder no nos dejamos amilanar, sino que empezamos a fortalecernos más”. Por ese entonces, se proclamó la Constitución de 1991, documento que sintieron como un espaldarazo a sus demandas.

El comienzo

En 1993, un grupo de jóvenes embera que estudiaban Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad de Caldas, hicieron una revisión sobre el estado de la educación propia en los resguardos indígenas del departamento. El pueblo embera sentía la necesidad de que sus principios hicieran parte de los procesos educativos en los territorios. “La educación que nos ofrecía el Estado no nos garantizaba la permanencia como culturas indígenas”, afirma Soto.

Ese proceso desembocó en una propuesta inicial de etnoeducación que se llamó “Educación propia: Un proyecto de vida para las comunidades indígenas de Riosucio y Supía”. El documento quedó en veremos mientras la violencia arreciaba.
En los 90 había entrado al municipio la guerrilla de las Farc. Los frentes 47 y Aureliano Rodríguez imponían la ley. Los habitantes del resguardo de San Lorenzo recuerdan cómo el 2 de diciembre del 2001 esa guerrilla intentó tomarse el casco urbano lanzando cilindros bomba al cuartel de Policía. En la acción murió una menor de edad y cuatro personas resultaron heridas.

Por esos años también hacían presencia en el municipio los hombres del Bloque Central Bolívar de las AUC. Los paramilitares dejaron un rastro de sangre en el territorio. El 24 de noviembre del 2001 miembros de esa estructura armada entraron a un sector conocido como La Rueda, en el resguardo Cañamomo Lomaprieta, y asesinaron a seis indígenas. Pero esa no fue la única vez que los paramilitares atacaron a los embera. El 8 de junio del 2003 hombres de la misma estructura asesinaron a cuatro aborígenes en un sector de la carretera que de Riosucio conduce a Supía conocido como La Herradura.

Los procesos de etnoeducación no salieron ilesos. Juan Loaiza, encargado del área de derechos humanos del Consejo Regional Indígena de Caldas (Cridec), cuenta que los grupos armados siempre se opusieron a que la educación propia tomara vuelo. “Yo pienso que los armados tenían problemas porque la educación propia fortalecía a las comunidades y la desunión hacía que ellos se sintieran más cómodos en el territorio”, afirma.

Por eso la etnoeducación volvió a fortalecerse luego de que la violencia se replegó. En 2005 los embera chamí obtuvieron la Alcaldía de Riosucio en cabeza de Darío Edgardo Tapasco. En ese momento lograron que sus demandas estuvieran en primer plano en la administración municipal. Ese mismo año declararon como centros pilotos de etnoeducación siete instituciones educativas: cinco en Riosucio, una en el municipio de Risaralda (Risaralda) y otra en Belalcázar (Caldas).

Hacia el 2008 hicieron una minga en el sector conocido como Tumbabarreto, ubicado en el resguardo Cañamomo Lomaprieta, por medio de la cual lograron que su demanda de educación fuera escuchada a nivel departamental. Desde ese año existe una mesa de educación departamental en la que los indígenas tienen interlocución directa con las autoridades civiles de Caldas.
Victorias y demandas

El Cridec estima que alrededor de 2300 niños están en el sistema educativo embera y que cada año se gradúan 320. Estos jóvenes reciben durante años una formación que garantiza que al término del bachillerato hayan aprendido aspectos claves de la vida de la etnia como la justicia propia, la lengua embera y la organización social indígena, entre otros.

“En grados décimo y once se nota que los jóvenes estamos fortalecidos y sabemos de dónde venimos, en dónde estamos y para dónde queremos ir partiendo del principio de autonomía y de todo lo que nos han enseñado desde pequeños”, enfatiza Zaidé Morales, quien a sus 16 años cursa grado décimo en la institución educativa María Fabiola Largo, ubicada en el resguardo indígena Nuestra Señora Candelaria de la Montaña.

William Betancour, coordinador de la Secretaría de Cultura del resguardo San Lorenzo, dice que se pueden palpar cambios desde que la etnoeducación se empezó a implementar. “A los niños les gusta mucho la música embera, música de quena, de zampoña, de flauta, las chirimías y los ritmos andinos que tienen mucho que ver con las culturas indígenas”, recalca.
Sin embargo, todavía queda camino por recorrer. En algunas escuelas, los grados décimo y once no se pueden cursar porque el Estado no ha nombrado a los etnoeducadores. El profesor Juan Pablo Soto dice: “no hemos podido graduar a los jóvenes de nuestros colegios porque todavía existen barreras políticas”.

Además, los profesores indígenas piden nivelación salarial frente a los docentes occidentales. Aseguran que la brecha entre un educador de un colegio occidental y un etnoeducador con estudios de maestría puede ser de 800 mil pesos. Afirman que aunque le han expresado esa inconformidad al Gobierno este les ha respondido que para que esas condiciones cambien tienen que elaborar un estatuto docente.

El acceso de los embera a la educación superior tiene muchas barreras. Hablan, sobretodo de la falta de recursos para sostenerse en una ciudad como Manizales mientras cursan carreras profesionales.

Sueñan con la construcción de una universidad indígena en Riosucio, lo cual garantizaría que los embera chamí pudieran recibir toda su formación académica con un enfoque que tenga en cuenta sus necesidades. “Nosotros tenemos los terrenos, pero estamos dando la pelea por los recursos que podrían ser unos mil millones de pesos para desarrollar la infraestructura”, cuenta Martha Motato, exgobernadora del resguardo Nuestra Señora Candelaria de la Montaña.

La educación propia les ha permitido a los embera reponerse como etnia a todas las violencias que han padecido. Además, la etnoeducación ha sido la manera de preservar su cosmovisión que está alejada de las dinámicas de acumulación y parte de la conservación del medio ambiente que les brinda todo lo necesario para vivir. “La educación occidental tiene un propósito, servir a la economía. La educación indígena busca que nuestros usos y costumbres no desaparezcan”, concluye Soto.

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Estos son los cambios en el segundo acuerdo de paz entre Gobierno y FARC

América del Sur/ Colombia/22 de noviembre de 2016/Fuente:el universal

Surgió de las más de 500 propuestas que presentaron los representantes del “No” liderados por los ex presidentes Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana,

El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) presentaron el pasado sábado el nuevo acuerdo “definitivo” que reestructura el que estuvieron negociando por más de cuatro años en La Habana y fue rechazado por los colombianos en un plebiscito el pasado 2 de octubre.

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Esta modificación surgió de las más de 500 propuestas que presentaron los representantes del “No”, liderados por los expresidentes Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana,  que concluyeron en 57 temas, de los cuales 56 fueron tomados en cuenta. El único punto que no se modificó fue el que hace referencia a la participación política de las FARC.

Desde el principio de la campaña el “No” luchó en contra de los acuerdos porque estos generaban “impunidad” y daban más “beneficios” al grupo guerrillero que a las víctimas. Por ende, en estos puntos fue enlos que recayó el mayor tiempo de negociación.

Otros tópicos que también fueron cambiados en el nuevo texto, se ubican en el primer y último punto del acuerdo anterior que hacen referencia a la reforma rural integral, y a la implementación y verificación de los acuerdo, respectivamente. 

Anteriormente, se estimó que todas las tierras que habían sido usadas por las FARC para cultivos ilícitos, serían recuperadas por el Estado, y convertidas en terrenos productivos. Sin embargo, en este nuevo ejemplar se aclaró que este procedimiento -de estudiar los campos- será llevado exclusivamente por expertos agrarios, mientras que, las actividades de siembra las realizará el mismo campesinado. Los procedimientos para distribución de estos terrenos, estará guiada por la legislatura colombiana actual, para evitar violar la propiedad privada.

Con respecto a la implementación y verificación, se acordó que el pacto no será llevado a la Constitución para garantizar su cumplimiento, como lo indicaba el anterior, sino que el compromiso quedará en la “buena fe” de las partes. Asimismo, aun esta por definirse si este acuerdo será refrendado en cabildos abiertos, por el Congreso o en un plebiscito. 

Igualmente, se eliminó la asignación de curules a dedo tanto en el Senado, como en el Congreso, se implantó que además de las armas las FARC deben entregar sus bienes para “reparar a las víctimas”, se modificaron las sanciones a los guerrilleros que hayan cometido crímenes de lesa humanidad, y se mantendrá el Tribunal Especial para la Paz (TEP).

Los cambios más importantes en los acuerdos de paz son:

Justicia

Con respecto al tema de la justicia transicional, ubicado en la quinta parte del acuerdo anterior denominada “Las víctimas” se mantendrá el Tribunal Especial para la Paz (TEP), y la Jurisdicción Especial para la Paz (EJP), con un límite de funcionamiento de 10 años. La variación es que los magistrados deberán ser colombianos,  y los extranjeros sólo podrán observar, aceptando la intervención de la Corte Constitucional, luego del procedimiento correspondiente.

Con respecto a la restricción efectiva de la libertad, que proponía sanciones sin limitaciones de movilidad, en esta nueva edición se plantea que el TEP deberá indicar en que espacio cumplirán sus penas los guerrilleros, el cuál no debe ser mayor al de una vereda (la división rural más pequeña de Colombia) y en que horario se pueden movilizar dentro o fuera de ella, así como también las actividades que van a desarrollar durante la condena.

Víctimas

La crítica quizá más contundente que dieron tanto los colombianos, como los principales promotores del “No” a los acuerdos de paz fue la “poca importancia” que se le dio a las víctimas.

Anteriormente, las FARC retribuirían a los afectados declarando ante el TEP todos los crímenes cometidos, y a su vez comprometiéndose a no recaer en algún delito. Sin embargo, ahora las FARC además de dar su palabra, deberán entregar todas sus armas –aspecto planteado en el tercer punto del acuerdo anterior, denominado “Fin del conflicto”- y bienes en 180 días al Estado para que este los asigne a la “reparación de las víctimas”, de la manara que este considere conveniente.

En esta repartición se dará prioridad a las mujeres, y a las familias.

Política

El punto de la participación política de los rebeldes ante el Senado y el Congreso, es el único que se mantiene casi intacto.

Lo que se modificó de este aspecto ubicado en el segundo punto del acuerdo anterior “Inclusión política de las FARC”, fue la asignación de curules a dedo, pues ahora el partido político que surja de ese movimiento deberá participar en los procesos electorales para asegurar una representación mínima en el Congreso, donde tendrán 10 espacios garantizados.

Por otra parte, no podrán participar como candidatos en las 16 circunscripciones que abarcan las zonas afectadas por el conflicto armado, y se les redujo en un 30% la financiación del partido. 

Se mantiene que los que hayan pasado por el TEP podrán participar en las elecciones.

Si deseas leer el nuevo acuerdo de paz El Universal te lo muestra aquí

Para leer las modificaciones y aclaratorias haz click aquí

Fuente: http://www.eluniversal.com/noticias/internacional/estos-son-los-cambios-segundo-acuerdo-paz-entre-gobierno-farc_627660

Imagen: https://i.ytimg.com/vi/APgJUXzfqjM/maxresdefault.jpg

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El acuerdo de paz de Colombia desata la euforia

Colombia/14 de Noviembre de 2016/El Periódico

El presidente, Juan Manuel Santos, destaca las mejoras del nuevo pacto, que ha sido celebrado en las calles de Bogotá.

El nuevo acuerdo de paz alcanzado entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC ha desatado la euforia de miles de ciudadanos que celebraron la noticia en las calles de Bogotá. El acuerdo también ha sido recibido con satisfacción por la diplomacia internacional, que elogia los esfuerzos de los negociadores para superar el rechazo que cosechó el anterior pacto en un referéndum.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró que el nuevo acuerdo de paz con las FARC anunciado el sábado en La Habana debe unir al país porque recoge los planteamientos de todos los sectores sociales y mejora el original, firmado el pasado 26 de septiembre en Cartagena de Indias.

En una alocución para explicar detalles de los cambios hechos, Santos señaló que el documento inicial, defendido a capa y espada por su Gobierno, ha sido elogiado por expertos de todo el mundo, pero admitió: «con toda humildad, quiero reconocer que este nuevo acuerdo es un mejor acuerdo».

A la renegociación con las FARC se llevaron 57 puntos planteados por la oposición que lideró la campaña por el «no» en el plebiscito del pasado 2 de octubre, por la Iglesia católica, confesiones evangélicas, empresarios, magistrados y partidarios del «sí», entre otros sectores.»Sus iniciativas contribuyeron a lograr este nuevo acuerdo que ahora es de todos. ¡De todos!», afirmó.

LLAMAMIENTO A LA UNIDAD

Santos agradeció especialmente a los expresidentes Álvaro Uribe (2002-2010) y Andrés Pastrana (1998-2002), así como a la exministra de Defensa Marta Lucía Ramírez, todos en la oposición y atrincherados en la campaña del «no», las contribuciones que hicieron en el diálogo nacional que él convocó tras el plebiscito.

«Mirando para atrás, el resultado del plebiscito nos abrió la oportunidad de unirnos y quiero agradecer nuevamente la buena disposición y la buena voluntad con la que participaron todos los voceros, en particular los del ‘no'», añadió.

El líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Timoleón Jiménez ‘Timochenko’, afirmó en Twitter que «está triunfando la paz» tras la firma de un nuevo acuerdo de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos en La Habana. «Hemos realizado nuestro mayor esfuerzo por responder a los anhelos de paz y hemos cumplido», dijo en otro tuit el jefe insurgente, cuyo verdadero nombre es Rodrigo Londoño Echeverri.

La alta representante de la UE para la Política Exterior y vicepresidenta de la Comisión Europea, Federica Mogherini, mostró su esperanza de que el nuevo acuerdo de paz firmado por el Gobierno colombiano y las FARC sirva para ampliar el consenso de la sociedad.

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, felicitó al presidente de Santos, por el nuevo acuerdo de paz que alcanzó su Gobierno con las FARC y consideró que tras más de medio siglo de conflicto armado ningún pacto podrá satisfacer a todas las partes por completo. «Después de 52 años de guerra, ningún acuerdo de paz puede satisfacer a todos en detalle. Pero este acuerdo constituye un importante paso adelante en el camino de Colombia hacia una paz justa y duradera», consideró Kerry en un comunicado remitido a la prensa al poco de anunciarse el nuevo acuerdo.

CELEBRACIÓN EN BOGOTÁ

Decenas de colombianos se reunieron en la céntrica plaza bogotana de Bolívar para celebrar bailando bajo una lluvia intermitente el nuevo acuerdo de paz alcanzado hoy entre el Gobierno de su país y la guerrilla de las FARC. El Campamento por la paz, instalado hace más de un mes en la plaza, ha servido de punto de encuentro para aquellos que al conocer el nuevo pacto han decidido desplazarse hasta el centro de Bogotá esta tarde para festejar el acuerdo con tangos y milongas.

La convocatoria, difundida a través de las redes sociales ante la inesperada noticia, tuvo una menguada respuesta al ser este un sábado que marca el inicio de un puente festivo en el que muchos bogotanos aprovecharon para salir de la ciudad. Entre quienes se congregaron ante la escalinata de la Catedral Primada de Colombia había algunas mujeres con atuendos propios de las zonas rurales del país que, emocionadas y aplaudiendo, escucharon las palabras los jefes negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, y la guerrilla, «Iván Márquez», alias de Luciano Marín Arango.

Carolina Velandia, una de las asistentes, afirmó que bailaba para agradecer la «resistencia» de los ciudadanos que durante las últimas semanas han acampado para exigir un acuerdo de paz definitivo. «Queremos una Colombia reconciliada, incluyente y que se pueda abrazar. Necesitamos más ideas y menos balas», señaló Velandia en declaraciones a Efe.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/acuerdo-paz-colombia-desata-euforia-5625744

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Boaventura de Sousa: “Hay que repensar cuanto antes la política de izquierda”

Entrevista a Boaventura de Sousa

Por: Sergio Segura

Boaventura de Sousa Santos es autor de varios libros, entre los que se destacan Epistemologías del sur y Hacia una sociología de las ausencias y de las emergencias; en ellos cuestiona la epistemología occidental dominante y los contextos culturales de la “producción y reproducción del conocimiento”. Parte de sus aportes académicos han estado orientados a acompañar diversos movimientos sociales latinoamericanos. Lanzas y Letras y la Fundación Rosa Luxemburgo retoman este diálogo dado en el cono sur sobre el panorama político de América Latina, las izquierdas europeas y el análisis de perspectivas organizativas cimentadas desde los movimientos populares.

¿Cómo se ven las organizaciones sociales latinoamericanas desde Europa?

En Europa tenemos otra noción del territorio, porque Europa se ha aprovechado del saqueo, de los recursos naturales. Ahí tenemos otros problemas, no solo la explotación capitalista sino la dominación colonial y patriarcal. En Europa el colonialismo no surge por el territorio sino por el racismo, ahora más con todos los inmigrantes y refugiados; es una vergüenza, es lo peor de la trayectoria colonialista de Europa.

Los movimientos sociales a veces excluyen el colonialismo; con el movimiento de Los Indignados (también llamado Movimiento 15-M por las protestas en España desde 2011) hicimos reuniones en España y Dinamarca, y nos dimos cuenta que los movimientos de lucha contra el capitalismo rara vez incluyen a los inmigrantes, y mucho menos a los que buscan asilo político; son invisibles, son los otros ausentes, son los indígenas de Europa, no son considerados como sujetos políticos. En Europa tienes el racismo como forma de colonialismo combinado con capitalismo y naturalmente con patriarcado. En América Latina, en India y en África el problema es por territorio, claro que hay otros problemas como el de las mujeres o la economía informal, pero la cuestión del territorio surge porque realmente es un problema planetario.

Este neoliberalismo es de raíz financiera, pero busca la especulación con una forma de acumulación primitiva. Como decía Rosa Luxemburgo, esa es una constante del capitalismo, no una fase del capitalismo, y hoy se manifiesta con el saqueo del territorio mucho más intensivo que el colonialismo, porque la maquinaria que no existía en el tiempo colonial permite hoy saquear los recursos de una manera más intensa: despojo, desplazamiento de poblaciones, expulsión de la gente. Estuvimos en Mozambique y en Zimbabue y es lo mismo, pero con diferentes perfiles. En África no tenemos el problema indígena, porque todos son indígenas, por así decirlo. En cada país la tierra funciona de manera distinta porque el colonialismo fue distinto. En América Latina la independencia fue obtenida por los hijos de los colonos, en África son pueblos originarios los que conquistaron la independencia, son problemas distintos.

sou1¿Qué posibles diálogos pueden existir entre las izquierdas europeas y las de América Latina?

Parte de mi trabajo los últimos 10 años ha sido en la crítica radical a las izquierdas europeas para refundarlas, reinventarlas; por otro lado, aprovechar todas las energías que surgieron en este continente los últimos 15 años. Hubo una izquierda que se mantuvo con un carácter genuino de búsqueda de socialismo; la gran mayoría, sobre todo los socialdemócratas, se vendieron al capitalismo, a la llamada ‘tercera vía’, en el caso del Partido Laborista inglés. En Alemania es un desastre porque prácticamente la izquierda no existe. Los socialistas que están en el poder no ofrecen ninguna política novedosa para Europa, los socialistas alemanes son los que han sido más duros con los países del sur de Europa, con la izquierda de Syriza en Grecia, por ejemplo. Eso es muy difícil de entender. Pero ahí viene la renovación desde dos factores: el primero es que los jóvenes que estaban formados para la política socialdemócrata, que no contribuye en nada a ninguna perspectiva socialista o poscapitalista en Europa, pasaron algún tiempo en América Latina con los gobiernos progresistas de Venezuela, Bolivia, Ecuador, también Brasil, y aprendieron mucho de este continente, aprendieron no solo a mantener la idea del socialismo del siglo XXI, sino también formas de democracia participativa. Esto fue lo que de alguna manera pasó a ser utilizado por los jóvenes inconformes con los socialdemócratas, por ejemplo en España con los consejos de ciudadanos de Podemos, con algunos problemas que se pueden discutir; también está Syriza, una trayectoria propia de una disidencia del partido comunista; por la misma línea está el bloque de izquierda en Portugal. Son partidos que están buscando reinventar la izquierda a través de alianzas e interconocimientos que han sido originados en América Latina.

Europa realmente no tiene nada que enseñarle al mundo, tampoco puede aprender por la tradición colonialista que tiene, pero algunos jóvenes como Los Indignados, entre otros movimientos, han intentado aprender con la experiencia latinoamericana. El problema con estas experiencias es que muchos partidos se olvidaron de la renovación política debido al modelo de desarrollo que se seguía, el único que lo intentó fue Hugo Chávez, pero de una manera muy carismática; ya sabemos que todo poder carismático depende del líder, y cuando el líder se va el poder se queda en vacío. Así pasó en Venezuela por la debilidad de las instituciones y los movimientos sociales, toda la movilización de izquierda vino desde arriba, al contrario de lo que pasó en Brasil y Argentina.

En este momento estamos en una fase de reflujo en América Latina y en Europa con algunas novedades, por ejemplo, el hecho de que en Portugal en este momento tengamos un gobierno de izquierda donde el partido socialdemócrata ha abandonado la tercera vía y se ha aliado con los comunistas y con el bloque de izquierda, donde está la izquierda socialista que es luxemburguista. Entonces está el aprendizaje desde el sur y el temor a la derecha revanchista, o a la extrema derecha como en Polonia, Hungría, Alemania. Ante el temor a la extrema derecha, la izquierda se está uniendo; por eso es que tenemos este gobierno en Portugal, por el temor de tener cuatro años más de una derecha totalmente revanchista que quería destruir todo lo que habíamos conquistado en los últimos 40 años.

De acuerdo a tus textos, tienes críticas al Estado-Nación, a la vez aprecias la construcción de un ‘Estado plurinacional’ en países de América Latina. ¿Qué saldo organizativo proyectan estas experiencias? Frente al actual giro conservador, ¿cuál es tu balance de la relación Estado-movimientos sociales?

La política de izquierda hay que repensarla cuanto antes. No es fácil, en algunos países es muy difícil porque los partidos de izquierda generaron sectarismo interno que liquida la disidencia. Quien tiene la posición crítica es echado o silenciado. Es necesario repensar la lógica de partido como existe. Los partidos, de ninguna manera, pueden tener el monopolio de la representación, hay que encontrar otras formas desde la democracia participativa, de los ciudadanos, de los movimientos sociales, tienen que tener una palabra fuerte de la renovación política. Hay que crear otras figuras políticas, eso es algo que está por hacer. Por otro lado, pienso que casi todos los gobiernos se vendieron a un modelo de desarrollo que acompañaron con una incidencia histórica que pareció muy buena pero que al final fue desastrosa.

El hecho de que la avanzada de los precios internacionales coincidiera con estos gobiernos y que pudieran tener alguna plata, sin cambiar la estructura de poder, sin cambiar las jerarquías sociales, sin cambiar la estructura de clase, sin cambiar el Estado, que podía generar alguna redistribución social, con algunos casos significativos como el de Brasil donde más de 45 millones de personas salieron de la pobreza… eso no se puede olvidar.

El costo social fue muy grande para los pueblos indígenas y campesinos, no fue un sistema sostenible porque estaba basado en los precios internacionales, no se luchó para que hubiera, por ejemplo, una reforma fiscal. Los ricos siguieron sin pagar impuestos y vemos que su plata está en los paraísos fiscales. Si esa plata pagara impuestos tendríamos salud para todos, educación de buena calidad. Esta izquierda va a tener que refundarse, básicamente porque la que hubo en la última década no es sostenible, después de la crisis interna en algunos casos hubo corrupción, con todo lo que puedas imaginar, por eso exige una renovación. En algunos países van a surgir partidos nuevos, en otros no es posible pero quizás hay partidos que se van a refundar. Algo dramático tiene que ocurrir. A menos que la derecha revanchista sea tan revanchista que gobierne de una manera tan desastrosa que los gobiernos de izquierda puedan volver rápidamente sin reconstruirse, ahí podemos tener un periodo de estabilidad a corto plazo.

Desde las ciencias sociales hay abordajes que obturaron el diálogo con los procesos sociales comunitarios que asumieron su opción por los gobiernos progresistas, con términos como “populismo”. ¿Qué desafíos quedan de este diálogo entre saberes académicos y saberes populares, conceptos que trabajas durante tu trayectoria investigativa?

Esos términos en América Latina son parte del debate, porque ya había una trayectoria en ese sentido. El concepto de ‘progresismo’ debería ser una cosa positiva, pero ahora es una mala palabra para muchos compañeros y colegas de izquierda con quienes tenemos algunas divergencias. El populismo en América Latina, sobre todo en Argentina, un patrimonio intelectual debido al trabajo de Ernesto Laclau, no se ha aceptado mucho fuera de Argentina, porque no es una buena hipótesis para hablar de lo popular.

Lo nacional-popular es una posición que toma un gobierno por ‘los de abajo’ y que tiene algún respeto por la soberanía nacional; pero allí puede haber fascismo y también clases de abajo, por eso se puede hablar de lo nacional-popular como se pudo hablar en Bolivia con el libro de René Zabaleta Mercado. Hablar de populismo se transformó en una manera de estigmatizar la izquierda por parte de la derecha, entonces cuando se dice que la derecha es populista es un elogio para ellos, no les molesta que les llamen populistas, cuando dicen que la izquierda es populista es para decir que la izquierda no es creíble. Ahora, todos los intentos por mejorar la vida de la gente, de defender derechos, son considerados populistas. El populismo es una trampa, se volvió en contra de quienes crearon la teorización del populismo. Discutí con Ernesto Laclau y con Chantal Mouffe (intelectuales posmarxistas) que nunca fue un significante vacío sino un significante vaciado, yo por eso prefiero los significantes dudosos, mejor lo nacional-popular que el populismo.

sou2¿Qué opinión te suscita la coyuntura colombiana en el marco de las ‘pedagogías de paz’ para darle fin al conflicto armado que aqueja al país hace más de medio siglo?

Desde los años 90 empecé a trabajar en Colombia, me apasiona. Fue un periodo de tanta violencia… pero también de mucha creatividad de los movimientos sociales. Durante un proyecto en el que estaba mataron a 15 padres jesuitas del CINEP (Centro de Investigación y Educación Popular); a cada momento que matan a un cura otro movimiento surge, con otra gente, por los derechos humanos. Es fabulosa la energía del país. Los movimientos sociales son la esperanza de Colombia, hay un Congreso de los Pueblos que está siendo representado en varios países. Hay que hacer pedagogía de paz como alternativa contrahegemónica porque [el presidente, Juan Manuel] Santos ya hizo su pedagogía de paz, que es sacar a la guerrilla para profundizar la minería. Para mí simplemente es así.

Las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), por su naturaleza política, hicieron un proceso de negociación muy cerrado en La Habana (Cuba), sin gran participación popular de las comunidades. El ELN (Ejército de Liberación Nacional) es distinto, quiere que sea un proceso de más participación social, de asambleas populares, movimientos sociales; no sé si lo va a lograr, pero la idea de una pedagogía de paz contrahegemónica me parece importante, no solamente para Colombia sino para todo el continente, porque vamos a tener guerras de baja intensidad que ya están emergiendo, y “baja” entre comillas en muchos territorios, porque se trata de masacres de pueblos indígenas, entre otros.

La afectación del nivel de vida en Argentina ha sido considerable tras el cambio de gobierno, al igual que la represión. ¿Qué retos enfrentan las organizaciones sociales que están en la oposición? ¿Cómo se puede dar la discusión de los “derechos que se perdieron”?

El gobierno de Mauricio Macri entró a hacer una ruptura con todo el periodo anterior, esto creó perplejidad entre los movimientos, se quedan paralizados sin saber cuál va a ser el contexto político, sin claridad de cuáles son los aliados, enemigos o adversarios. Aquí surgen muchas diferencias, pero también hay avances. Hace un par de años, por ejemplo, la cuestión indígena no se discutía en Argentina, ni negros ni indios. Hoy en día al menos se reconoce que son invisibles y están marcando una agenda a partir de su exclusión, que como digo normalmente, son exclusiones radicales; en sus territorios no hay derechos porque hay apropiación violenta, muerte y saqueo. Es difícil, porque a veces viven en zonas remotas que los pobladores urbanos no conocen. Lo más importante de los encuentros de organizaciones es que se conozcan, que estén intercambiando ideas.

Yo creo que hay que recuperar los derechos. No hay una zona de derechos en nuestras sociedades coloniales sino, insisto, una zona de no-derechos, de gente que está en zonas de despojo, de violencia, de apropiación. Frantz Fanon, un gran teórico que me gusta bastante, le llamaba “zonas de no-ser”: no existen. Ahora entra un gobierno de derecha que dice que los trabajadores tenían demasiados privilegios, y que hay que rebajar todos los derechos, en Portugal fue así, a punto de intentar eliminar lo que llamamos ‘la concertación social’, que es negociación colectiva de contratos, como están haciendo en los Estados Unidos, contratos individuales entre el patrón y el empleado, un fascismo sobre la forma contractual, porque son dos personas que no tienen el mismo poder; si no acepta las condiciones del patrón, ¿qué va hacer? Tenemos que ver que esos derechos tienen que ser recuperados, no hay otra forma de luchar por eso, y eso es muy difícil porque el capitalismo financiero que tenemos hoy logró transformar el trabajo en un recurso global, pero prohibió la posibilidad de un mercado global de trabajo: los sindicatos no se pueden unir, los trabajadores no se pueden organizar, hay federaciones mundiales pero no hay eficacia en ninguna en este momento. Cada vez hay más trabajadores pero cada vez menos identidad obrera; sin embargo, Argentina tiene mucha, estuve en una universidad creada por sindicatos, la única en el mundo que conozco. El sindicalismo está vivo, dividido por cierto, pero están intentando ver que realmente se necesita más unidad. El problema es cuando olvidamos los derechos de los indígenas, cuando no diferenciamos las clases sociales y se homogenizan las lógicas de las diferentes luchas, en sus diferentes tiempos y con sus diferentes alcances.

¿Cuáles son los resultados de los talleres realizados en diferentes partes del mundo como parte de la Universidad Popular de los Movimientos Sociales?

Han participado diferentes intelectuales comprometidos, que son minoría, porque la mayoría son movimientos diversos. Ha sido significativo que las personas hablan de manera abierta, y nos damos cuenta de las diferencias y de las convergencias, hablan sin tutela ni conocimientos privilegiados. Los talleres son una manera muy simple de contribuir a una visión más amplia entre movimientos, se invierte tiempo y dinero porque tenemos como objetivo un cambio político, transformador, emancipador. Es importante que la gente vea que detrás de esto no hay grandes organizaciones, por eso las síntesis que hacemos son novedosas, porque dependen de los contextos específicos.

Fuente: http://www.marcha.org.ar/hay-que-recuperar-los-derechos-en-argentina-boaventura-de-sousa-santos/

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Colombia: Santos pide un «cónclave» en La Habana para lograr un nuevo acuerdo «rápido y eficaz» con las FARC

Colombia/07 de Noviembre de 2016/Te Interesa.es

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha anunciado este sábado la convocatoria de un «cónclave» en La Habana para cerrar con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) un nuevo acuerdo. Los negociadores abordarán 57 ejes temáticos que deberán resolverse «de manera rápida y eficaz».

Santos ha realizado el anuncio tras una reunión con el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y otros miembros del equipo que le presentaron un informe sobre las reuniones de trabajo desarrolladas con los sectores del ‘No’ para concretar propuestas que permitan la construcción de nuevo acuerdo de paz, informa el diario colombiano ‘El Tiempo’.

Tras esta tarea de revisión y trabajo conjunto con los sectores del ‘No’, el Gobierno logró consolidar más de 500 propuestas que fueron reunidas en 57 ejes temáticos. «Para abordar los 57 temas de manera rápida y eficaz, con atención y cuidado, he dado instrucciones para que el equipo negociador del Gobierno trabaje en modo cónclave, en grupos temáticos simultáneos, sin levantarse de la mesa hasta alcanzar un acuerdo», ha apuntado Santos.

El Presidente le ha pedido a De la Calle viajar inmediatamente a La Habana para unirse a los negociadores que se desplazaron desde este viernes a la capital cubana para iniciar una nueva ronda de negociaciones con las FARC.

En La Habana ya se encuentran el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, y el senador Roy Barreras. A ellos se unirá este domingo el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.

Santos ha destacado que, «durante el tiempo que dure este proceso, mantendremos abiertos los canales de comunicación con los diferentes sectores que participaron en el diálogo nacional».

Fuente: http://www.teinteresa.es/mundo/Santos-conclave-Habana-acuerdo-FARC_0_1681632107.html

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