Podcast CII-OVE: Entrevista a Polux Alfredo García Cerda sobre su más reciente libro «Filósofas mexicanas de la educación” (S. XIX – XX)

Por Selene Kareli/CII-OVE

 

Buen día para todas, todos, todes, desde cualquier lugar donde nos estén escuchando. Deseo que se encuentren muy bien. Me alegra mucho estar de nueva cuenta con ustedes. Recordando que les acompaña Selene Kareli, formo parte del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación, suscrito al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO, y al Grupo de Trabajo Capitalismo Digital, Políticas Educativas y Pedagogías Críticas, también vinculado a CLACSO.

En esta ocasión y para arrancar el mes de marzo, mes violeta, de lucha, de resistencia y memoria, estaremos conversando con el Dr. Polux Alfredo García Cerda sobre su más reciente libro: Filosofas mexicanas de la educación. Antología histórica (siglos XIX y XX), en el cual reúne a un grupo de mujeres críticas que encontraron en la educación la o las formas de arar caminos hacia la emancipación.

En este sentido, y desde mi perspectiva, este trabajo resulta ser un acto de memoria y justicia para la educación y para el pensamiento promovido y elaborado por mujeres, mujeres convencidas de que la educación ―desde sus múltiples posibilidades: lo formal, no formal, informal, popular, comunitario―, es el camino para consolidar sociedades más justas, así como para formar hombres y mujeres más libres, con pensamiento crítico, con una conciencia social e histórica que lleva a crear tejidos sociales fuertes y flexibles, reconociendo y nombrando la pluralidad sociocultural que habitamos.

Así pues, antes de pasar a este diálogo con el Dr. Polux, me gustaría destacar que él es doctor en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (FFyL). Candidato a Investigador Nacional por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (SNI-CONAHCYT). Profesor de Pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, así como en la Maestría en Docencia para la Educación Media Superior en el campo de conocimiento de Historia; y, en la Universidad Rosario Castellanos.

De igual modo, es Miembro de la Asociación Interdisciplinaria de Estudios sobre Historia de México y la Asociación Latinoamericana de Historiadores. Miembro del Seminario de Textos clásicos sobre educación y pedagogía (PIFFyL/02_015_2019) e Historia de las ideas latinoamericanas (PAPIIT-IN400220). Ha publicado 2 libros de autoría, 23 artículos en revistas arbitradas y 9 capítulos en libros. Sus líneas de investigación son Historia de la Pedagogía y Filosofía de la educación en México y Latinoamérica, con especialidad en Historia de educadoras y pedagogas. Muchas gracias por acompañarnos.

Bueno, después de compartir este breve recorrido por la semblanza del compañero Polux, me gustaría que comenzaremos a profundizar en la antología que congrega a estas filósofas mexicanas, primero resaltar que en ella encontramos a ocho grandes mujeres:

  • Laureana Whright Gonzáles, quien nace en Taxco, Guerrero;
  • Dolores Correa y Zapata, en Tabasco;
  • Estefanía Castañeda Núñez de Cáceres, de Tamaulipas;
  • Bertha Von Glümer Leyva, también oriunda de Guerrero;
  • Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, de Durango;
  • Concepción “Concha” Michel
  • Paula Gómez Alonzo de Jalisco; y,
  • finalmente Graciela Hierro Perezcastro de la Ciudad de México.

Que al tenerlas a todas juntas en un mismo espacio una piensa que ya están reunidas y preparadas para que suceda el aquelarre pedagógico, porque me gustaría destacar y reconocer que lo que hace el Dr. Polux en esta compilación, es reunirlas, convocarlas, para después dejar que ellas se narren y nombren a sí mismas y sus ideas, respondiendo cada una a su época, es decir, podemos encontrar textos que salen de la pluma de cada una de ellas, lo que sin duda implicó un trabajo con diversidad de fuentes, lo que me lleva ahora sí a preguntar, nos puedes contar:

CII-OVE: ¿Cómo nace esta antología? ¿Cuáles son los principales detonadores, tus motivantes para hablar de ellas y con ellas para luego compartirnos lo que aquí se expresa? Que es la labor en educación que cada una de ellas realizó desde su trinchera

Dr. Polux García: De antemano pues agradezco muchísimo la invitación para mí es un verdadero honor esta entrevista sobre todo ya con la conmemoración de un mes tan importante para la vida universitaria para la vida en México para mí es un verdadero placer, y procedo a contestar la pregunta; la antología nace básicamente por una necesidad de profesor y de investigador de dar a conocer textos de pensadoras, pensadoras mexicanas, pensadoras mexicanas de la educación, puesto que, como dijera Julia Tuñón, porque Clío es mujer, ella diría que una de las principales estrategias para escribir historia de las mujeres o hacer historia de mujeres es tener primero una especie de acumulación originaria en bancos de información y lo cual recuerda un principio de la historia básico, que es que, para hacer historia primero hay que tener los documentos, y pues, las fuentes siempre sin necesarias para llevar a cabo investigaciones y lo que yo más observa a en torno a tener estas fuentes de pensadoras mexicanas, es pues que, muchos libros no están al acceso, muchos de ellos son muy complicados de encontrarlos en las librearías, es más, un par de estos yo los tengo por una afición propia a los libros de segunda mano, de manera que, aunque algunas de estas referencias pues ya las tenía yo, otros son textos que ya están digitalizados, incluso están disponibles en internet, hay otros que es prácticamente imposible tenerlos, y pues ese es un primer motivo, como profesor darles a las generaciones jóvenes, pues que no haya pretextos para no investigar a las nuestras, para no conocer a las nuestras, porque sus ideas suelen ser dinamita, suelen tener una perspectiva radicalmente distinta a la de autores varones que solemos tener mucho más a la mano en los cursos, en este caso de pedagogía, aunque supongo que sucede también con otras disciplinas humanísticas y de ciencias sociales, en este caso pues es una prioridad de profesor, mostrarles a los estudiantes que una de las posibilidades de rescatar estas fuentes , pues ya teniéndolas al alcance, que generen -lo voy a decir un poco ad hoc, con el mes- que hagan escándalo, que griten, que rayen banquetas, sobre todo nos despierten una suerte de vocación iconoclasta, porque hay monumentos que sí es preciso echar abajo que hay que cambiar, que hay que poner de colores, y eso lleva también a un debate dentro de la historia que para mí es importantísimo, que implica la conformación o la reconstrucción de la memoria, pues es un ejercicio que nos lleva siempre a preguntarnos qué versiones se nos han impuesto de nuestros legados disciplinares y cuando encontramos sus fallas, sus rupturas, qué hacer para reconstruir la memoria, o restaurarla, como dijera también una pedagoga e historiadora mexicana Susana Quintanilla, puesto que esa es la labor del historiador de la educación: restaurarla. Restaurar en este caso una estatua, y si no existe pues la posibilidad de construirla colectivamente. Ahí está una primera razón; la segunda es que mi formación de pedagogo -de licenciatura, maestría y doctorado-, pues cuando uno hace balances personales, en mí caso pues yo me percato que son muy pocos los referentes femeninos que yo tengo, y más aún, con la toma de la Facultad de Filosofía y Letras, parte de las MOFyL ‒Mujeres Organizadas de la Facultad de Filosofía y Letras‒, ahí es donde para mí es un parteaguas puesto que uno de los reclamos es que ellas decían en su pliego si no mal recuerdo era el punto nueve: “se debe flexibilizar la oferta de planes y programas de estudio, porque es preciso que haya mas autoras, que haya problemas femeninos, y que también haya perspectivas acordes con el tratamiento de estos problemas contemporáneos”; entonces eso también incentiva en gran medida la creación de esta Antología, puesto que también les debo yo muchísimo a mis colegas, a mis estudiantes, a mis alumnas mejor dicho: mis alumnas, a mis asesoradas, porque una de las asesoradas mías está haciendo una tesis sobre Juana Belén Gutiérrez, y ella fue quien me la presentó. Yo ya había comprado un libro de ella, un folleto, pero no es hasta que me dice “profesor yo quiero hacer una tesis de ella”, que, pues digo, ese libro yo lo tengo, ese libro yo lo conozco, pero no lo había leído; entonces es en el contacto con alumnas, en el contacto con autoras, es en el contacto con historiadoras, con profesoras, que en mi caso valoro, comienzo a valorar el legado, o los legados femeninos que tenemos en pedagogía. Y ya, en un tercer momento, es que, dentro de mi formación como pedagogo, he hecho un poco lo que la Dra. María Esther Aguirre ha dicho, cuando le preguntaron a ella hace un tiempo, que cómo se veía a ella profesionalmente, ella decía “pues la verdad ya ni sé, porque yo me considero una migrante disciplinar”, esa categoría a mí me gusta, aunque yo sí me identifico como pedagogo, pero la migración disciplinar pienso yo que es una categoría linda, que conjunta el sentido interdisciplinario de toda formación a la que estamos prácticamente tendientes en ciencias sociales y en humanidades, y pues la migración a campos no pedagógicos para mí ha sido también muy importante, puesto que la historia de las ideas es el enfoque que le ha dado un perfil muy importante a mi formación, y dentro de la historia de las ideas yo también busqué referentes femeninos, Francesca Gargallo, por ejemplo, que hace algunos años hizo una antología de pensamiento feminista nuestro americano, en dos tomos, y hace poquito que fui a uno de sus homenajes en un espacio de la UAM, se mencionó que sí se va a publicar en físico, y pues, para mí esta antología junto con otras que Francesca Gargallo mencionaba en una conferencia, si mal no recuerdo en 2012 en Filosofía y Letras, era que las antologías suelen ser puentes importantes para la comunicación, sobre todo con aquellos que carecen de estos documentos importantes de acercamientos de aproximaciones; entonces pues, básicamente de esto nace la antología, que, como bien mencionas son ocho autoras, y estas ocho autoras fueron seleccionadas de manera que, pues coincidiesen en lo que algunos como Gilberto Guevara Niebla llama la edad de oro del normalísimo, es decir, del porfiriato hasta el siglo XX. Había una intención de que las autoras fueran diez y no ocho. Diez pues porque es el número clave para Pitágoras, entonces el número tiene cierta magia este número diez. Son diez los libros de la República de Platón, pero bueno eso ya es como meterme en los números místicos; yo quería que fuesen diez autoras en principio, pero pues no se pudo, descarté de último momento a María Lavalle, que ella era una política y una normalista mexicana, muy arraigada al priismo, sobre todo al priismo de los 60 de los 70, que estaba apenas abriendo estos espacios de participación política para mujeres, recordando por ejemplo a Griselda Álvarez, primera gobernadora de Colima; y también quería que estuviera ahí Rosario Castellanos, pero pues por diferencias con el actual heredero de los Derechos de Rosario Castellanos pues no se pudo, ni siquiera tuve yo una respuesta a mi solicitud, pero pues intenté compensar esto, el texto de Lavalle espero que algún día las autoridades de Campeche me puedan contestar, y que en el caso del dueño de los derechos de Rosario Castellanos también, pues porque esta antología la veo como un primer producto que se puede ir modificando sobre la marcha, y sobre todo tiene la intención de que se escriba más sobre las nuestras, que se les lean, que se les tengan a la mano, y pues sobre todo acá en pedagogía, en donde prolifera mucho autor varón; y pues a veces tenemos un contacto muy limitado con los clásicos, y como dijera Antonio Viñao, si por clásico tenemos en mente a un autor cuya reflexión influyó en la forma de plantear problemas educativos o pedagógicos, aquí tenemos a algunas que por algunas tradiciones pueden ser consideradas clásicas, o bien, pueden ser clásicas olvidadas porque fueron muy leídas en cierto momento del tiempo, o bien, me gusta aquí la categoría de proyecto de clásico, o proyecto de clásica, que es que puede ser clásica porque tiene el potencial suficiente para resignificar una realidad en tanto entremos en contacto con sus letras, y básicamente eso es hablando de las razones, los criterios que elegí para ellas.

 

CII-OVE: Muchas gracias estos tres momentos que resultan bastante interesantes, porque parte desde la formación que tienes, este diálogo con las estudiantes y de esta toma de la Facultad también me parece un momento pues muy interesante, no, y como se detona este reflexionar respecto a la parte curricular, y sin duda este puente que también me comentas ahora, de ser antología y ser puente con los mismos compañeros y colegas dentro de la academia, eso resulta bastante interesante; y ahora que ya me contabas un poco respecto a estos números mágicos, justo hacia allá va la siguiente pregunta: ¿Por qué ellas? ¿Fue difícil para ti esta selección? Y bueno, saber si ¿sentiste más cercanía en especial con alguna de ella? Yo, por ejemplo, desperté gran afinidad hacia Dolores Correa y Concha Michel, pero claro que hablo como lectora, tú como el investigador que se encargó de reunirlas, buscarlas, ¿cómo ha sido este proceso selectivo con cada una?

Dr. Polux García: De acuerdo, algo que omití decir de la pregunta anterior es que hay una antología muy difundida en internet, porque está de acceso libre en internet, que es la de Clásicos del Pensamiento Mexicano de Gilberto Guevara Niebla, entonces esta antología son puros varones, y una de las cosas que yo quería evitar a toda costa es que mi modelo de antología fuese el modelo de una antología de varones, masculina, por eso es por lo que procuré elegir estas antologías femeninas, desde la perspectiva femenina, algunas de ellas, muchas de ellas son con orientación feminista para tener estos referentes. Y ahora, llegando, respecto a la pregunta que me comentas, la lectura de Graciela Hierro a mí me abrió una posibilidad muy grande, porque traté de buscar una relación con el movimiento feministas sin tener una posición invasiva y tampoco indiferente, entonces entre estos dos extremos es Graciela Hierro la que a mí me permite primero decir que si se va a leer mujeres, es ideal que se personalice este contacto, este primer contacto, es Graciela Hierro, que le criticaban mucho el ser feminista, que, por ejemplo ella decía, “cuando me hablan de Aristóteles, todo mundo me habla maravillas de Aristóteles, pero yo tengo en mente que Aristóteles establecía una relación de desigualdad entre hombres y mujeres en Atenas clásica “, y le cuestionaban eso, no, le decían “es que lo tuyo es pura ideología, todo lo tomas personal”, y Graciela Hierro decía “en primer lugar esto no es mera ideología, y en segundo lugar yo no tengo otra manera para leer a estos referentes masculinos si no es tomándolo personal”, un poco retomando aquí el principio feminista de “lo personal es político”, y en mi caso que esta relación que yo establezco con estas diez elegidas, es porque las primeras dos que son Violetas del Anáhuac, las considero unas periodistas maravillosas, algo que recuerda, por cierto, un principio, o mejor dicho un compromiso que tenemos los que estamos en pedagogía o cualquier ámbito de las Ciencias Sociales y Humanidades, es de tener contacto siempre con la gente que no vive de la academia, que no está cerca de la academia, es decir, escribir para el resto de la gente. Aquí algo de lo que me gustó, por ejemplo, es que mi tía, mi tía nada más llegó a la educación secundaria como secretaria técnica, le interesó mi libro, y pues una de las autoras que más le gustó fue Laureana Whright, mi tía que no tiene una formación feminista, y que en cierta medida es un poco antifeminista, sobre todo opiniones de los 80 y los 90, pero decía, “esta mujer escribe cosas muy buenas”, porque lo que más le gustó, es que una mujer no tiene porque arreglarse para el mundo, sino para sí mismas nada más, esa frase para ella fue increíble, es como si le diera sentido a las críticas que le hacían a ella cuando era joven, porque me comenzó a platicar esto, de cómo había sido su juventud; y por eso es una de las razones por las que está, Laureana Whright es la que abre la antología, porque le hablaba a todas las mujeres de su tiempo, a las mujeres mexicanas; por supuesto que el perfil de Violetas del Anáhuac era para una mujer de clase media con acceso a cierta literatura femenina, pero la temática, las ideas siempre son fluidas, siempre están respaldadas en una perspectiva histórica, y tienen siempre como intención criticar la educación femenina de su tiempo, entonces, la relación que yo tengo con ellas es que se tomaron muy enserio pensar la educación con los conceptos de su tiempo, ya que mencionas Dolores Correa, yo adoro a Dolores Correa porque es de las primeras que yo conocí. Cuando hacía mi tesis de maestría, la hice sobre la educación moral, o los libros de educación moral en el porfiriato, porque quería hablar de como los pedagogos de hoy, casi ya no escribimos libros de texto y antes sí, y esto habla de una tradición perdida, por eso es que yo me remitía al porfiriato, y pues cuando comienzo a elaborar la lista de autores, Alberto Correa, que es justamente el hermano, Julio Hernandez, Rodolfo Menéndez de la Peña, que era anarquista de Yucatán, pues me voy percatando de que estoy eligiendo puras figuras masculinas, pues, aquí suceden dos cosas, una que escucho a la historiadora Gabriela Cano, lo que ella decía era que para hacer historia de las mujeres no teníamos ni idea de la cantidad de fuentes que se podían encontrar, que se podían crear o que se podían descubrir. Yo en ese momento, no causa un impacto en mí, solamente lo escucho como tal, pero después llega a mis manos una biografía de Laura Méndez de Cuenca, que por cierto, no la pongo en esta antología, porque trato yo, esa fue también una parte de mi negociación con la editorial, de que la denominación de filósofa, yo la procura amplia; para mí filosofa es alguien cuyo pensamiento está configurado en función de problemas sociales, y a partir de ahí establece soluciones con elaboraciones conceptuales, digamos que este concepto de filósofa dentro de la historia de las ideas es muy flexible porque prácticamente cualquier persona es pensador o pensadora, siempre y cuando ejercite y tenga a la mano, ideas para pensar sus circunstancias, entonces esto choca con una idea académica de filosofía que si leen la antología van a decir “a ver ninguna de estas tuvo propiamente un título de filosofía”, aunque yo le diría, espérense porque Paula Gomez Alonzo es la primera doctora en filosofía en la historia de México y eso no es poca cosa, y Graciela Hierro que sí tuvo toda una formación de filósofa, académicamente hablando, de las demás habría algunos problemas, pero mi concepto de pensadora es amplio, procura ser amplio, también para dar cuenta de que no toda la vida a las mujeres se les permitió ir a la Universidad, no se les permitió estudiar filosofía y que, en todo caso, ante esta censura social, explícita o implícita, ellas se formaron con los recursos que tenían a la mano, y ese es el caso de Dolores Correa, que por cierto ella hace lo que yo no he visto en ninguna disciplina en ningún otro lugar: poesía sociológica. Poesía teniendo tipos sociales, eso a mí, creo que sería suficiente como para abrir un proyecto de mujeres con reflexión sociológica dentro de la historia de la pedagogía, puesto que Dolores Correa tenía una formación formidable como bibliotecaria, trabajando en las normales, abrió periódicos, Dolores Correa es una mujer increíble, y a mí, esto es un pequeño guiño, porque hay muchas historias que no me toca contarlas en la antología, pero las iré trabajando en las presentaciones de mis libros, es que me interesan mucho las mujeres que terminaron solteras, sin un marido, yo trato de imaginar lo difícil que debió haber sido formarse un estilo de vida académico y hacerlo compatible con sus campos de investigación, y pues Dolores Correa es uno de esos casos, que no se casó, y, no tengo yo testimonios de cómo debió haber sido esto en su época, porque caso muy similar es con Estefanía Castañeda, que también yo la adoro, dediqué todo un año de mi producción académica cuando se cumplió el centenario, ciento cincuenta años de fallecida, hay una conferencia en el museo de la mujer, en donde hablo de esto, y pues son fuentes que yo me voy encontrando sobre la marcha, y esta biografía (de Estefanía Castañeda) a mí me abrió puertas increíbles, porque el biógrafo que es Candelario Reyes, un ingeniero, incluye un montón de anexos al final del libro, entonces con el tiempo descubro que ella sí tuvo formación filosófica porque fue alumna de Antonio Caso, no tuvo este título en filosofía pero sí tuvo estudios, incluso encontré en el Archivo Histórico de la UNAM, un documento donde dice Antonio Caso “déjenla estudiar filosofía a ella y a una de sus compañeras, porque pues es una alumna destacada”; en el caso de Bertha Von Glümer, también, aunque ella no estudió formalmente filosofía, pues el hecho de tener un padre alemán le hizo tener a ella acceso idiomático  a la tradición pedagógica alemana, y ambas, Castañeda y Bertha Von Glümer, se percataron de que, para entender a Froebel había que saber algo de filosofía, porque Froebel era filósofo, entonces estas dos, así como elegí dos Violetas del Anáhuac que no fueron a la Universidad, las dos que siguen, Estefanía Castañeda y Bertha Von Glümer estuvieron en la Universidad, fueron profesoras de la UNAM, y eso para mí también es muy importante porque da cuenta de un legado que sigue sin nombrarse. La Facultad de Filosofía y Letras cumple este año cien años, y yo no veo que se hable de las Kindergarten universitarias, porque pues, este es un prejuicio actual, suponer que las maestras de jardín de niños no hicieron teoría pedagógica, no hicieron filosofía de la educación, y pues yo trato, pues sí, de demoler este prejuicio, un prejuicio horrible sobre las maestras, históricamente sobre las maestras de preescolar. Las otras dos en la lista que son Juana Belén y Concepción Michel, pues ellas básicamente me las enseñó quien fuera mi ayudante y quien ahorita es tesista de pedagogía. Ella tiene un perfil de pedagogía anarquista, que a mí me fascina, y pues que, a raíz de las charlas que tenemos, los diálogos, es que más tarde yo busco los textos, los encuentro por mi propia mano, y pues selecciono un par de textos para ello. Juana Belén Gutiérrez, por ejemplo, tiene una participación dentro de la conformación del Partido Liberal Mexicano, pero pues hay episodios oscuros QUE no se dicen de ella como el haber sido expulsada, por lo que hoy llamaríamos homofobia, discursos de odio por parte de Ricardo Flores Magón. Algo muy similar pasa con Concha Michel, porque pues ella al ser una cantante experta en música folclórica, pues también por lo mismo de haber estado en el Partido Comunista, muchas de estas mujeres pasan a ser relegadas por su militancia, su militancia política. En el caso de Paula Gomez Alonzo y Graciela Hierro, pues ellas sí entrarían en este concepto académico, muy vinculado a la Universidad, a los cursos, que sí tuvieron ellas formación en filosofía, y pues, al menos Graciela Hierro, por ejemplo, le dedica en un texto llamado “Setenta años de la Facultad de Filosofía y Letras”, una muy breve semblanza, diciendo, Paulita, la maestra Paulita era, ella lo dice con palabras más hermosas que yo, era un monstruo, porque tenía formación en filosofía en historia en literatura en poesía, era increíble Paula Gomez Alonzo. Hasta llegó a acompañar a Leopoldo Zea, por ejemplo, en una comisión que tuvieron en China, porque le fascinaba el marxismo, le fascinaba la figura de Mao Tse-Tung, entonces Paula Gomez Alonzo hoy ya tiene una biografía por parte del maestro Erick Ballesteros, el cual para mí es muy importante, porque gracias a esta biografía, yo contacto a la sobrina nieta que es la Dra. Karina Gomez Fröde, que está trabajando en el posgrado de Derecho, y pues gracias a ella accedo a estos textos, que creo que por primera vez en el mundo editorial se dan a conocer por lo mismo, ella me los facilitó yo los incluí; y finalmente el texto de Graciela Hierro, que pues es la feminista que es base para mis cursos, sus textos son hermosos; “Me confieso mujer” es para mí el texto revelación, y que por cierto hace poco, una prima, que está estudiando en un CETis, me decía, “oye, no sé si me puedas recomendar un texto de feminismo, para entrarle al feminismo”, dije, “Graciela Hierro, Me confieso mujer”, y que ella sin tener esta facilidad con los libros, le encantó, y a la semana siguiente me dijo, “ya lo terminé, no esperaba terminarlo tan rápido, quisiera yo leer más sobre Graciela Hierro”, y creo que eso es algo muy valioso en Graciela Hierro, que tiene conciencia de los debates teóricos, pero la pluma que tiene es lo suficientemente fluida como para que sea leía por mujeres y por hombres, entonces esa es básicamente la selección, todos ellas fueron profesoras, o bueno, la gran mayoría de ellas fueron profesoras, a excepción de Laureana Whright, quien ella dice yo no fui profesora, pero pues son pensadoras de la educación, las considero también parte de mi formación y también las considero ancestras mías, porque pues, mi formación como pedagogo quedaría inconclusa si no las leyese a ellas, además como dijera Italo Calvino, cuando uno lee clásicos o clásicas, la formación de uno es mejor, la comprensión de uno se afina, uno adquiere una sensibilidad distinta, y por eso es que estas autoras para mí han sido una revelación, me han hecho que gran parte de mis líneas de investigación se centren en historia de mujeres y pues me ha encantado los lugares a los que me ha llevado esta selección.

CII-OVE: Gracias, ahorita, antes de pasar a la tercera pregunta que aquí tengo, me surgió una inquietud al escucharte, que tiene que ver justo con estos cien años que cumple la Facultad de Filosofía y Letras, que justo acá tengo un suplemento de cuando se cumplieron cincuenta años de la Facultad, y que todo lo que está escrito aquí es de hombres, hace rato lo decías también, se habla mucho de hombres, no, ¿cómo reconocer este papel de la mujer?, cómo lograr colocarlas a ellas en esta cuestión que es tan importante, se cumplen cien años y hay mujeres que también han hecho filosofía, filosofía desde esa formación como tal, o como ya nos compartías hace un momento, de las posibilidades que hay de entender a la filosofía, entonces, cómo sería o pensarías que se les puede nombrar a ellas desde la Facultad, porque parece que también se vuelve necesario tomar esos espacios, o que ellas, o que alguien haga que ellas también tomen esos espacios, y más cuando están cumpliendo cien años, en cien años las mujeres también han estado presentes, ¿cómo lograr esa parte?

Dr. Polux García: Pues, con el motivo únicamente del centenario sería una organización de distintos eventos, más allá de marzo, puesto que se están realizando durante todo el año, para reivindicar catedráticas, para mí esa sería la principal estrategia, catedráticas, que hayan tenido obra escrita o que hayan participado en el fortalecimiento de la oferta educativa que tenemos actualmente, o en la conformación de los centros de investigación o de los propios colegios, eso para mí sería el gancho fundamental para que, pues, se tome esto en serio dentro de la Universidad, dentro de las universidades, y pues así como mencionas que en esta conmemoración de los cincuenta años de la Facultad, yo me encontré con un texto digitalizado y que está en el repositorio de la Facultad de Filosofía y Letras, que, fue a propósito de un homenaje, que, mujeres, algunas de ellas, Paula Gomez Alonzo participó en este homenaje, sobre Sor Juana Inés de la Cruz, eso a mí me pareció formidable, 1951, diciendo “está muy bonito que celebren ciento cincuenta años de Manuel Ignacio Altamirano, está formidable que celebren doscientos años de Goethe como poeta universal, pero y las mujeres qué”, entonces en los números, si mal no recuerdo es 59, 60 y 61, porque lo juntaron en uno solo, es un número de la Facultad de Filosofía y Letras, especialmente escrito por mujeres y para mujeres, entonces la lista que dan es en gran medida desconocida. Desconocida para los que estamos de este lado, del siglo XXI, una de ellas es Paula Gomez Alonzo, haciendo un ensayo sobre la filosofía de Sor Juana, ya el simple titulo es amenazante, es intimidante, porque los que hemos leído, por ejemplo, el texto del primer sueño es dificilísimo, dificilísimo, y hace unos meses que fui a una obra de teatro, justamente sobre el primer sueño, si mal no recuerdo era en el teatro América Contigo, ahí por la colonia Nápoles, la actriz nos mencionaba que esto se interpretó tan bien con niños, porque la filosofía de Sor Juana tiene un mensaje muy importante sobre la forma de conocer el mundo, sobre todo conocerlo a través de los sueños, pero en contacto con las ciencias, con las artes, esto, pienso, era muy importante por esta generación de primeras catedráticas universitarias, porque Luz Vera, quien también escribió ahí en el texto, fue por cierto cosechando, para mí, un acontecimiento formidable en la historia de la UNAM y en general de la historia de México, que es la conformación de la Asociación Internacional de Mujeres, que, en el caso de México, su antecedente fue la Asociación de Universitarias Mexicanas, que con el tiempo se transformó en FEMU, Federación de Mujeres Universitarias, y que actualmente todavía opera, fue revivir a la Asociación por Patricia Galeano y otras investigadoras que fundaron por cierto el Museo de la Mujer, entonces esta generación de mujeres de los veintes, treintas, cuarentas que se propuso el homenaje a Sor Juana Inés de la Cruz publicaron este número, y para mí, esto sería muy importante comenzarlo a difundir, porque pues el texto ya está digitalizado, el texto está en acceso libre, pero, muchos de los profesores, de las profesoras que somos de los campos de humanidades, pues no tendemos a conocer estos textos, entonces es darlos a conocer, y si me lo permiten, hablando de esta idea que recupero de Julia Tuñón, habría que hacer repositorios pero sobre todo y exclusivamente de ideas universitarias femeninas, en el que sigamos con esta, vamos a ponerlo así, basificación de textos de tendencias, un poquito como lo que tenemos en el sitio de decimonónicas, en donde hay una breve referencia bibliográfica, están las obras que tienen ahí, y están las obras en PDF de consulta, para mí eso sería algo muy importante; entonces, por mi parte, aquí como profesor e investigador, el año pasado recibí yo una invitación para publicar en el diccionario de izquierdas latinoamericanas, la invitación fue del Dr. Rafael Mondragón, quien me dijo “tú que estás trabajando educadoras hazte una biografía”, yo le dije, porqué hacer una si puedo hacer siete, entonces no siete fueron de mujeres porque siete las hice entre hombres y mujeres, porque el perfil era buscar pensadores y pensadoras de izquierda, pero, ahí propuse a Dolores Correa, Estefanía Castañeda, entonces esa fue la intención también, vaya, dentro y fuera de la universidad habría que crear estos bancos de información que son muy, muy, muy necesarios, porque a veces lo que nos falta es unificarlos, o relacionarlos, o conformar redes académicas, que ese sería la tercera estrategia, comenzar a tender puentes, pero dentro de quienes nos dedicamos a la sociología, a la estética, a la teoría pedagógica, a la investigación, y comenzar a conformar estos grupos de investigación que pues consolidarían un poco del potencial proyectado por estos bancos de información; entonces para mí esa sería una muy buena estrategia, que por cierto me gustaría que la UNAM la tuviera sobre todo en este centenario de Filosofía y Letras, porque otras de las tendencia que tenían ellos, era la de nombrar espacios con universitarias, eso está pasando por ejemplo, acá en la FES Aragón, en donde los auditorios antes tenían un nombre muy básico, era el “A-1” o el “A-9”, mi libro va a ser presentado en el auditorio Hermila Galindo y eso me encanta, está muy, muy bien; pero esto no debe de quedarse tampoco en la emoción por el momento me refiero al centenario y aprovechando también el mes de marzo, sino que también sería una tendencia a que no todo se quede nada más pequeños espacios, sino que también esto se quedara ya como una especie de modus operandi, entonces esa para mí seria otra manera de restaurar la memoria dentro de la Universidad, pero también hay que tener becas especiales para estudiantes que están publicando textos con perspectiva de género, habría que fortalecer las jornadas académicas, habría que fortalecer también los espacios para resolver los problemas que las feministas denuncian, que la violencia de género que no tiene por qué soslayarse en ningún solo momento, esto conecta la construcción de conocimientos con la democratización de las mismas que es lo que busca instancias como el Conahcyt.

CII-OVE: Claro, sin duda ahí hay un amplio abanico de posibilidades, falta esa suerte de voluntades para que se decidan materializar todas estas posibilidades de acción, de que se comienzan a gestar ahora sí, y bueno,me gustaría preguntar y ya situándonos de nueva cuenta en estas ocho mujeres que juntas, y situándonos en el presente, y de manera general, en una frase breve y desde tú perspectiva, cuál o cuáles consideras que son las herencias más significativas que dejan ellas, tanto a la educación como a las luchas de las mujeres, si quieres yo te voy diciendo así en el orden que las presentas los nombres, tu me dices lo que consideras de cada una:

Laureana Whright

Dr. Polux García: Con Laureana Whright es una pluma que, antes de que las mujeres se dedicaran a la historia construyeran su propia conciencia histórica, entonces eso para mí es muy importante, es muy de Sor Juana Inés de la Cruz, ya que están ante un prejuicio histórico, ellas se ven en la necesidad de reconstruirse históricamente, decirse su historia, entonces para mí eso sería Laureana Whright, una primera posibilidad de contarse las mujeres su propia historia en donde estén estos extremos de opresión y emancipación como la llama.

Dolores Correa

Dr. Polux García: Dolores Correa es la elegancia para poder combinar campos que hoy diríamos obligan a la interdisciplina, la literatura y la ciencia, entonces a Dolores Correa la veo como una maravillosa pensadora con una disciplina y con un compromiso dentro y fuera de las normales, que es donde dio clase ella.

Estefanía Castañeda

Dr. Polux García: Una de las primeras, para mí, la primera gran froebeliana, mexicana, reivindicadora de las maestras jardineras, de las maestras de jardín de niños, y con una pasión por las infancias que la lleva a preguntarse por la restauración o la conformación de una sociedad moderna con base en el niño y la mujer.

Bertha Von Glümer

Dr. Polux García: Tal vez ella es la más conservadora de todas la que están en la lista porque pues le tocaba educar a chamacos de familias que hoy estarían dentro del Partido de Acción Nacional, pero, pues lo que me gusta de Bertha Von Glümer es la inteligencia para poder aprovechar estas experiencias froebelianas y conformar estos espacios de formación de las primeras infancias, Bertha Von Glümer, que por cierto era una gran conocedora de la historia de la educación en general, y que pues también diría filosofía de la educación e historia de la educación son herramientas para formar a las infancias.

Juana Belén Gutiérrez

Dr. Polux García: Juana Belén Gutiérrez según un documento del Archivo General de la Nación, ese documento decía que se le expulsaba de un trabajo que ella tenía de mantenimiento de una escuela por rebelde, entonces para mí eso es la palabra que mejor define a Juana Belén, es un pensamiento rebelde, es un pensamiento que primero colabora con Vasconcelos y después lo crítica totalmente. Que es lo natural, es como la tendencia a quienes leemos a Vasconcelos, como dijera Susana Quintanilla, hay que quererlo y hay que asquearse con Vasconcelos, porque pues es la tendencia normal, y yo lo veo en Juana Belén, una mujer muy despierta, una mujer capaz de cuestionar los cimientos de la nación, y aún así rescatar el valor de las mujeres, y sobre todo el valor social.

“Concha” Michel

Dr. Polux García: La propuesta, yo me atrevería a decir utópica unas casas en donde las mujeres construyan sus propios bancos, construyan relaciones distintas, en onde mujeres de cualquier clase social, porque incluso acepta sexo servidoras para que estén dentro de este espacio, pero que haya escuelas, obviamente jardines de niños, pero lo que hoy llamaríamos estancias con tal de reivindicar la labor de las mujeres obreras, eso sería para mi Concha Michel, una formadora de mujeres, pero lo que llamaríamos desde el marxismo, con conciencia de clase, aunque, a mí lo que me encanta de Concha Michel es que decía “no tenemos que ir a Rusia para rescatar este proyecto” y está en Juana Belén. A mí lo que me encanta en Concha Michel es la valoración del pensamiento femenino propio, pero siempre con una línea antiautoritaria, anticaudillista y con conciencia social.

Paula Gómez Alonzo

Dr. Polux García: Con Paula Gómez Alonzo es la potencia del pensamiento en cualquiera de los ámbitos que ella toca, la tesis de maestría fue sobre filosofía de la historia, la tesis del doctorado fue sobre ética, los temas que ella, como filósofa abordó durante los cuarenta, cincuenta, sesenta, setentas, es variadísima. Me encanta que en Paula Gómez Alonzo hay una convicción muy adelantada a su época de la filósofa como un estilo de vida, para mí ella sería, incluso antes de Graciela Hierro, esta conformación del perfil. No es posible llamar a Paula Gómez Alonzo feminista, porque aquí tenemos un gran problema, cómo llamarlas a ellas, si algunas hicieron crítica contra feministas de su tiempo, como es el caso de Juana Belén, o de Concha Michel, que decía “esas feministas que solo nos recuerdan, para qué sirve el voto femenino es están dirigiendo varones”, la crítica es muy radical, pero regresando a Paula Gomez Alonzo es una profesionista, es una filósofa profesional en toda la extensión de la palabra, con la potencia suficiente para preguntarnos cómo hacemos de la filosofía un arma para la liberación.

Graciela Hierro

Dr. Polux García: Graciela Hierro combina todas las cualidades que yo vería en cualquier universitario o universitaria, un sentido común crítico, una elegancia, una pluma muy elegante, una rebeldía también, formidable, porque de hecho Graciela Hierro conoce a la gran mayoría de las que yo nombro por acá, en su texto De la educación a la domesticación de las mexicanas, ella menciona a las Violetas del Anáhuac, ella menciona también a estas primeras maestras de la Revolución Mexicana, ella menciona a Juana Belén Gutiérrez, por ejemplo, le hace esta semblanza a Paula Gómez Alonzo. Graciela Hierro es para mí la llave introductoria, la principal llave para cualquiera que no es feminista, que al menos pueda leer feminismo desde México y generarse sus propios juicios, pienso yo que eso ya es suficiente, para mí, sin exagerar, sería la llave maestra del feminismo mexicano a la que tendríamos al alcance la comunidad universitaria y no universitaria de México.

CII-OVE: Muchas gracias por compartirnos así de manera muy general cada una de las ideas y que también resultan herencias de estas ocho mujeres, es importante precisamente destacar, no todas se autodenominan feministas, sin embargo, sí hay una defensa de los derechos, derechos humanos y derechos de la mujer, el cómo se sitúan en su época y también cómo dejan determinadas herencias para el tiempo presente, eso es importante e interesante también. Aquí ya encaminando hacia la ultima pregunta, que creo ya estabas dando respuesta, pero a lo mejor puedes profundizar un poco más o problematizar al respecto, porque justo a la antología la titulas filósofas de la educación, si bien, cuando una como lectora se va adentrando a las ideas de cada una de ellas, a las ideas que nos dejas ver a través del texto, podemos reconocer que la formación de ellas, al menos de aquello que llamamos estudios formales, son variados, la formación de cada una es particular, quizá con Paula Gómez Alonzo se puede ver de manera más explícita el por qué llamarlas filosofas de la educación, pero me gustaría escuchar de ti, de tus reflexiones: ¿por qué filósofas de la educación?

 

Dr. Polux García: Dentro de la historia de las ideas, una de las figuras fundadoras de la perspectiva en México es José Gaos, y pues José Gaos en un libro llamado En torno a la filosofía mexicana, dría que tenemos una principal misión dentro de la filosofía, yo no soy filósofo, pero diría José Gaos que siempre tenemos estas historias canónicas, historias universales, que tienden a borrar las diferencias a borrar las particularidades, cuando en realidad, estas particularidades conforman una personalidad, dan los caracteres subjetivos que nos hacen apropiarnos de las ideas y resolverlas según nuestras circunstancias. Este texto, si se presenta en la carrera de filosofía pienso que causaría muchísimo, muchísima incomodidad por dos razones: número uno, la filosofía mexicana no es una de las prioridades de los cursos de filosofía al menos en la UNAM, porque hay otros campos como la ontología, o, ciertas escuelas como la Heideggeriana, por ejemplo, donde son muy fuertes, y pues no se leen ahí mujeres, a veces tienen opiniones muy extrañas sobre Hannah Arendt, o sobre Simone Weil, porque se rehúsan a pensar que exista alguien del tamaño filosófico de Heidegger, dicen, “para qué leer a mujeres si la principal autoridad de tal campo es Martin Heidegger”, pasa algo muy parecido en epistemología, en ética, en filosofía de la cultura, entonces yo pienso que esto sería como un detonante de cómo es que se han construido estos conocimientos y que se transmiten o que se concretan en los planes y programas de estudio, también causaría muchísimo revuelo por sostener una categoría de filósofas, porque es aquí Francesca Gargallo lectora de José Gaos, quien dirían dentro de estas luchas por la emancipación mental del siglo XX que se traducen en luchas por la independencia de las naciones también habría que hablar de las luchas de la liberación femenina, y Francesca Gargallo diría entonces que las pensadoras tienen una función antisistema, que es importante poder reivindicar; entonces la filosofa mexicana refleja una conciencia, una conciencia del ser mexicana que se traduce en textos que en este caso refieren a la formación de las mexicanas, a la cultura femenina que es de hecho la categoría clave en las últimas dos, porque Paula Gómez Alonzo tiene su maestría en filosofía con un texto llamado Cultura femenina, sin adoptar un posicionamiento feminista, pero aquí me ayuda mucho Erick Rodriguez, este biógrafo, porque me dice que no son feministas o no es posible colocarlas en la categoría de feministas, pero, tuvieron actitudes feministas y yo con eso estoy muy bien servido porque todas, bueno, excepto Graciela Hierro, obviamente, las demás sin llamarlas feministas si podríamos decir sí tuvieron actitudes feministas y eso es muy, muy acertado. Tal vez Dolores Correa sería la que estuviese más detrás de Graciela Hierro porque ella es la primera que sí utiliza la palabra feminismo. En uno de sus textos ella sí dice que a muchos les espanta el feminismo porque no les gusta que las mujeres hagan las cosas de hombres, pero ella sí se nombra feminista, entonces sería la excepción. Ahora, regresando acá respecto a filósofas y filósofas mexicanas, la filosofía mexicana no tiene la centralidad en estos estudios filosóficos, y pues esto es bien recibido por la editorial, porque el dueño, José Alfredo Torres, solo distribuye textos o invita a publicar textos de corte filosófico; entonces, a mí me hubiese gustado hacer una antología de pedagogas mexicanas, pero pues esa es la línea de la editorial y por eso nos adecuamos a la línea editorial de filosofas, porque en el caso de pedagogas pues sí tendría que yo quitar a varias de las que están aquí, aunque mi concepto de pedagoga es amplio, es el de Lorenzo Luzuriaga, porque él en su texto Antología pedagógica, él dice Platón, Quintiliano, María Montessori, Domingo Sarmiento, o sea todos estos yo, los considero pedagogos, y eso a mí me encanta, porque pedagogo es aquel que tiene pensamiento sistemático sobre la educación; entonces ya con base en esto, hago un poco de trampa dentro de la antología porque estas filósofas, algunas de ellas, ya que tuvieron un pensamiento sistemático sobre la educación, también se les podría llamar pedagogas, y yo sé que hay un conjunto de profesionistas que se autonombran pedagogos o pedagogas formados dentro del Colegio de Pedagogía que estarían en contra de lo que yo estoy diciendo pero para mí lo importante es destacar que el pensamiento tiene una finalidad social y que ese es algo que yo recupero de las ocho que están en la antología es decir, el pensamiento lo pusieron para resolver problemas de su tiempo, nos recuerdan la principal visión que tenemos como universitarios, un poco a la José Vasconcelos, de que yo no vengo a trabajar por la Universidad sino que vengo a que la Universidad trabaje para el pueblo, porque yo en todas ellas veo, con sus diferencias sociales, porque Laureana Whright, yo sé que ella se movía en círculos que hoy diríamos élite, élite literaria, élite política, que en otros casos como Juana Belén y Concha Michel un poco vinculado tal vez a la vida anarquista, tenían muchas más complicaciones para poder sostener a sus hijos, porque muchas de ellas fueron madres y la maternidad es un objeto de estudio que falta analizarse más a profundidad dentro del mundo académico, y para eso yo quería poner el texto de Rosario Castellanos, de La participación de la mujer en la educación formal, porque ella dice que hay categorías como la de soltería, que son categorías filosóficas, o el chiste, porque dice Rosario Castellanos, “un dogma que no aguanta un buen chiste está sostenido en el absurdo”, y tiene toda la razón, pero lo que preferimos para recordar a nuestra Rosario Castellanos, esta también formidable pensadora, es un texto de Graciela Hierro que le dedica justamente a ella en contra de esta filosofía educativa, y que ya para cerrar, veo en todas ellas mujeres comprometidas, mujeres estudiosas, mujeres autodidactas. El autodidactismo es para mí la categoría que mejor traduce el anarquismo en la pedagogía, porque el autodidactismo es una forma de hacer del estudio autogestionado con los propios medios y sobre todo con una perspectiva crítica; entonces las veo a todas ellas leyendo por su cuentan, leyendo textos afines a su formación y la veo también como lectoras críticas de la realidad social, de su tiempo, por ello quise que en esta antología se quedasen tanto las que sería de derecha en la actualidad, como aquellas que serían muy, muy, muy radicales, y ello, pienso, sería una manera excelente de ver que hay esta postura de diferencias ideológicas que las llevaron a diferentes momentos de la escritura de sus textos, de sus obras, pero también para dar cuenta de un hilo, o diferentes hilos de tradición en las que unas leyeron a otras, y que eso también es algo que me encanta del concepto de sororidad, que es que son mujeres que forman mujeres para que otras mujeres también se puedan formar, eso que le llama Graciela Hierro educación matrilinial, esta conformación de madres simbólicas que es una especie de fuente para crear imágenes femeninas fuertes, que vaya que las necesitamos en tiempos de crisis como la nuestra, por eso es que el punto de llegada es en este caso Graciela Hierro, en el que la cultura de nuestro tiempo todavía profundamente androcéntricas, es profundamente excluyente y pues siempre esto debería estar presente en la conformación de cualquier disciplina, en este caso, pues nos remitimos a filosofía de la educación, pero también tiene la posibilidad de ser exportada a la historia, o para sociología, o para cualquier otro ámbito, las ciencias de la educación, lo importante es que se les lea, lo importante es que se les critique y lo importante es que se nos haga hábito tenerlas presentes, porque pues son como una especie de faros, de guías. Hay un texto de Dionisia Zamora que se llama La mujer y la educación, en donde ella dice que vio en Sor Juana una especie de Fénix que renace de las cenizas, y aunque el tiempo ha arrasado con toda esta imagen de Sor Juana ha quedado algo de ella y que le hace ver a las mujeres como estos faros de esperanza, y pues, para mí, estas pensadoras son estrellas, son faros que a uno le van guiando por el camino, pero en el que uno se siente muy bien cuando tiene a estos faros que están cuidando los pasos de uno, eso es una idea que yo comparto, y que también he de decir que tiene un doble sentido, porque pues recordando un pensamiento de Virginia Woolf, si mal no recuerdo, que la principal función del escritor es destruir al ángel del hogar, eso suena muy violento, pero pues muchas de ellas si destruyeron el ángel del hogar, este ideal de mujer antigua lo respetaron, hay que leerlas también según su tiempo porque muchas de ellas fueron madres, y esta presión social debió haber sido terrible pero el ser madres no les impidió también ejercer la pluma de muchas de ellas como Juana Belén, Concha Michel y hay otras en las que sí, como Graciela Hierro que el ángel del hogar es motivo para ser teorizado, para ser conceptualizado, para ser refutado incluso, ya con herramientas mucho más afinadas, que den cuenta de lo que diría Graciela Hierro, una educación feminista con edades del desarrollo y sobre todo para formar Emilias, porque pues, si he de añadir un poco más, esta antología la hago como anti-rusoniana de corazón, a mi me encanta leer a Rousseau, me encanta leer el Emilio, pero el no indignarse cuando uno llega a las últimas palabras de él referidas a la mujer, da cuenta de que los clásicos varones tarde o temprano van a lanzar juicios misóginos, y algún misógino de este tiempo leerá esos juicios y dirá esta figura piensa igual que yo, y justifique su pensamiento con ello, ante esto pues Graciela Hierro diría Emilio se construye bajo una concepción domesticadora de la mujer y por ello es necesario formar Emilias, y esta formación de Emilias yo la tomo también como algo personal que en mis clases de la FES Aragón y en la Facultad de Filosofía lo procuro transmitir, un poco más en la FES Aragón porque ahí hay una materia que se da en semestres pares, perdón en semestres nones, que le llamo Historia de la educación femenina en México, en la que se leen puras mujeres y Salvador Novo, para hablar de disidencias, esta expresión de lo femenino y lo masculino, pero me ha gustado la recepción de los textos que ha tenido, porque simplemente con Concha Michel, me decía “profesor cómo es posible que una comunista haya dicho que se debe de abrir un jardín de niños”, yo les dije, pues les que los jardines de niños autogestivos tienen una manera muy distinta de plantearse las relaciones de la infancia con las trabajadoras de la educación, entonces esto a mí me ha incentivado, me ha gustado mucho que sean las propias estudiantes las que después se animen a hacer tesis o investigación, hay un par de estudiantes que quieren hacer algo sobre la menstruación dentro de la educación femenina nahua, y digo, eso es increíble, eso es hermoso. Hay quien quiere hacer ahorita una red epistolar para valorar el aprendizaje, las lecciones aprendidas de estas grandes normalistas mexicanas que las tenemos en vida y quieren ser leídas, o que ella propone que sean leídas por jóvenes generaciones para que se les valore, más estas tesis que se están sumando. Yo he tenido la fortuna de asesorar un par de tesis muy bonitas en Filosofía y Letras, una sobre Christine de Pizan, La ciudad de las damas, una primera pensadora medieval, sobre Camila Henríquez Ureña, una pedagoga y escritora dominicano-cubana, de Abril Reyes, otra tesis fue de Guadalupe Cruz y pues me da gusto que se esté dando un buen mensaje en FES Aragón y en Filosofía y Letras a que se sumen mujeres, a mí también me gustaría que se sumasen hombres pero son rudísimos, yo cuando lanzo algunos memes, porque eso es lo que yo hago también como profesor, procurar que el conocimiento histórico se produzca se difunda a través de los memes, pero luego cuando lanzo estos memes, no sé por qué no me responden los varones, no sé si se sienten aludidos, ofendidos, no me dicen nada, obviamente, pero ya que estoy en una carrera donde más del 90% de la matricula estudiantil son mujeres ha habido una muy buena recepción, me ha gustado tenerlas como interlocutoras y pues eso para mí es lo más importante, por que me dicen “profesor muchas gracias por darle voz a estas pensadoras” y yo les diría, no, gracias a quienes yo he aprendido con ellas como maestras, historiadoras, investigadoras y alumnas porque pues en este caso es solamente un producto para que se cumpla el propósito que es de leerlas. Leerlas, tenerlas presente y hacerlas parte de nuestra cotidianidad.

CII-OVE: Sí, claro, igual ahorita me surgen dos cosas de las cuales rescato de todo lo que nos has compartido, y, uno, es sí cuestionar este hacer, quehacer filosófico que está dominado por el hombre, desde los clásicos, ya lo mencionabas, Aristóteles, también mencionaste Heidegger, en algún momento vino a mi mente Schopenhauer, también está Rousseau, en sus textos de manera explícita viene esta cuestión misógina, lo vemos desde ahora, sabemos que también escribieron en su tiempo y respondían a una época, pero también es voltear a ver la historia de las ideas de las mujeres, no sólo de los hombres, cómo se está haciendo la filosofía, igual desde la Universidad, como decías el restaurar la memoria dentro de la Universidad y la deuda enorme y pendiente que hay con las mujeres; también como segundo punto destaco esto, el debate conceptual que puede haber, depende de dónde las estemos viendo a ellas está esta cuestión filosófica, pedagógica, histórica, sociológica, dónde nos estemos parando nosotros como investigadores, en este caso tú, y cómo las moletas a ver, que también está todo ese debate conceptual y que tampoco se trata de encasillarlas, esto está definido y así para siempre, es esta posibilidad de caminar, diferentes caminitos según se ocupe, se necesite, pues ya para ir cerrando y agradecer todo, todo tu tiempo, el que hayas compartido ahorita, no sé si quieres compartir algo más, que nos digas donde adquirir tu libro antes de pasar al cierre.

Dr. Polux García: El dueño de la editorial me dice que le gustó el trabajo, pero me dice que todavía falta recuperar muchas mujeres más, estoy dispuesto a seguir armando más materiales al respecto. Tengo en mente dos, hablando de seguir estas líneas de las antologías una sobre el pensamiento pedagógico en Violetas de la Anáhuac, porque hay muchas mujeres no nombradas, y esto no es mío, es de la Dra. Hernández Carballido, quien es una de las grandes periodistas mexicanas, ella trabaja en Hidalgo, y el periódico está digitalizado, está en la Hemeroteca, me gustaría muchísimo darme un clavado y conformar esta antología de pensamiento pedagógico, porque Laureana Whright, Dolores Correa, fueron mujeres que tuvieron cierta presencia editorial, fueron más conocidas pero hay escritoras que fueron menos conocidas y fueron maestras y dejaron un par de pensamientos un par de textos formidables, y cuando digo un par no solamente son un par, son más de treinta, ya los tenemos por ahí identificados, entonces la idea sería si hago una selección, o si los publico todos de un jalón, no sé tendría que hablarlo con la editorial, pero ese es otro proyecto que está en puerta para darle seguimiento a este. Bueno, también me decía el editor, que las mujeres que descarté, Lavalle y Castellanos, todavía están abiertas a ser reincorporadas en una segunda edición de esta antología pero siempre y cuando me concedan los respectivos permisos; y la otra antología que tengo pendiente con la editorial, porque ahí si ya me comprometí con ellos, es para darle perspectiva latinoamericana, y es una de filosofas latinoamericanas de la educación, que pues, en gran medida, mis clases en Filosofía y Letras, en la materia de textos clásicos de México y América Latina, de pedagogía, trabajo yo también pesadoras latinoamericanas, por dar una muy breve probadita de ello: Juana Manso Argentina, Gabriela Mistral Chilena, Elvira García y García Perú, Clotilde Guillen que también era Argentina, tengo una fascinación por Argentina brutal, brutal, Enriqueta Compte, fundadora del primer Jardín de niños en Uruguay, Olga Cosettini que también una pedagoga argentina maravillosa, ese sería como un primer panorama, Carmen Lyra, que ella es la autora más leída en Costa Rica, y es una imagen en los billetes, Camila Henríquez Ureña que ya la mencioné hace rato, también debería estar ahí, y pues todavía queda pendiente si yo incorporo o no a alguien que a mí me encanta, que es Flora Tristán, en un texto que hizo llamado La unión obrera, y que pues, al fragmento al cual yo llegué, lo compiló en una antología Susana Quintanilla, que se llamaba Educación y utopía en el siglo XXI, de la mítica editorial El caballito, entonces, todavía queda pendiente porque para mí es latinoamericana aunque no haya vivido propiamente en Perú, pero digamos que esa sería una primera selección, con el afán de que este libro me gustaría que se publicara nada más en PDF, porque sí la distribución en físico es muy difícil, y esto ya contestando a la siguiente pregunta de dónde conseguir mi texto, todos los textos los tengo yo y los pueden conseguir directamente conmigo por correo, o por Facebook, o por Instagram o por tik tok, porque uno como profesor se ve obligado a tener esta variedad de redes sociales, entonces me pueden contactar por allá, me da muchísimo gusto que diez de mis ejemplares estén vendiéndose en una librearía anarquista chilena, eso es obra y gracia de una amiga que, pedagoga, que se fue a Chile hace unas semanas y que le dije si está en tu posibilidad llevarte este paquete de libros que quisieran venderlos en Chile, se pudo, le agradezco muchísimo eso, obviamente que me ahorró el dinero del envío, también se lo ahorró la editorial, se formó un trueque, lo cual eso es como una fantasía literaria anarquista brutal, porque ya se está difundiendo también en Chile mi libro por esa vía, y pues aquí en México estaré organizando presentaciones de libros para darlo a conocer, la primera ha sido en la FES Aragón, tenemos pactadas otras presentaciones del libro, solamente falta afinar detalles y una de ellas, la de la librería U-Tópica, en la que estamos en pláticas muy probablemente se va a vender ahí mi libro, la que está en el centro de Coyoacán, y pues esa sería la manera de conseguirlo, no sé si me está faltando algo que abordar.

CII-OVE: No, todo está muy bien. Muchas gracias por el tiempo compartido, ya sabemos donde se puede encontrar el libro, felicitarte por todo el trabajo acá reunido, es justicia a todas estas mujeres, y que bueno que viene trabajo con filósofas latinoamericanas, filósofas de la educación también, pues igual seguiremos al tanto y al pendiente de ese nuevo trabajo de esas futuras obras y pues bueno, agradecer mucho la escucha, recordando que todo comentario, duda o sugerencia la pueden compartir a través de nuestras distintas redes sociales: Facebook, X, Tik-tok, You Tube, Instagram y en nuestra página web, en donde nos encuentran como OVE.mundo, y Otras Voces en Educación, espacios donde día a día se comparten las noticias más relevantes de la educación en América Latina y el mundo. Sin más, me despido de ustedes, deseándoles salud y bienestar en su andar, anhelando que sus pasos en el camino de la educación sean combativos y de esperanzas.

Comparte este contenido: