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España: ¿Cómo se evalúa a los profesores en otros países?

España / 11 de noviembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Europa Press

El Ministerio de Educación ha propuesto esta semana que los profesores de enseñanzas no universitarias se sometan regularmente a evaluaciones «voluntarias» y compensadas con incentivos «muy importantes», tal y como ha precisado la ministra Isabel Celáa.

El 36 por ciento de los docentes españoles no ha pasado nunca por ese tipo de pruebas, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Sólo nos supera Italia, donde el porcentaje se eleva hasta el 70 por ciento de los profesores. En el resto de países miembros del organismo, la media se sitúa en el 9 por ciento.

A continuación, hacemos un repaso de cuáles son las evaluaciones al profesorado en Finlandia, China, Estonia y Canadá. Estos países tienen una característica en común, que obtienen las mejores posiciones en los ‘rankings’ educativos, como el informe PISA.

FINLANDIA

El Gobierno finlandés no establece una regulación nacional para la evaluación de los profesores. Son los propios centros, en conjunción con las autoridades locales, los encargados de juzgar el desempeño profesional de los docentes, tal y como recoge la Agencia Finlandesa Nacional para la Educación.

Hay voces dentro del sistema educativo que explican el que los alumnos finlandeses obtengan los puestos más destacados de los ‘rankings’ educativos precísamente con esa libertad de los docentes. «La idea de que un profesor tenga que presentar pruebas de lo que ha hecho es considerada ridícula», escribió en un artículo para ‘The Guardian’ John Hart, profesor de la European School of Helsinki.

CHINA

El cuerpo educativo de China se divide en cinco niveles. Los docentes no sólo deben adquirir experiencia y formación para desarrollar su carrera profesional, sino que deben contar con evaluaciones positivas del colegio y de las autoridades locales.

Tal y como recoge el informe de la OCDE sobre el sistema educativo del país, los docentes chinos no sólo se juegan su reputación personal en estas evaluaciones sino su propio salario: el 30 por ciento del sueldo de los docentes depende del resultado de sus evaluaciones.

CANADÁ

Los profesores canadienses son evaluados de manera regular, aunque la frecuencia de estas valoraciones varía de provincia en provincia. En Ontario, por ejemplo, se dan cada cinco años durante toda la carrera profesional de los docentes. En Québec, por otra parte, estas se limitan a al menos dos pruebas antes de que los profesores obtengan un puesto fijo.

Estas diferencias entre regiones del país se traducen a otros aspectos de la profesión, como los criterios de contratación de los docentes, los salarios o las posibilidades de seguir formándose a lo largo de su vida laboral.

ESTONIA

Mientras que Finlandia acometió su reforma educativa en la década de los 70, Estonia no lo hizo hasta los 90. Este cambio en el sistema escolar se centró en elevar los requerimientos formativos para ejercer como profesor y en la introducción de un sistema de evaluación regular.

Hoy en día, el Ministerio de Educación estonio tiene un departamento dedicado en exclusiva al diseño de los criterios de evaluación del sistema escolar: el de Educación externa. A su vez, los centros educativos se deben someter cada tres años a autorevisiones.

Fuente de la Noticia:

https://www.europapress.es/sociedad/noticia-evalua-profesores-otros-paises-20181106205739.html

ove/mahv/293777

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Las lecciones de Estonia, el país que revolucionó la escuela pública y se convirtió en el líder de Occidente en el ranking de educación

Estonia / 21 de octubre de 2018 / Autor: Edison Veiga / Fuente: BBC Mundo

Sólo por detrás de Singapur y Japón.

En la última edición del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (más conocido por sus siglas, Pisa), una prueba trienal realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Estonia obtuvo el tercer puesto.

Eso significa que la pequeña república bañada por el mar Báltico tiene la mejor educación de Europa o, incluso, la mejor de Occidente.

La ministra de Educación e Investigación del país, Mailis Reps, le contó a BBC News Brasil que «el éxito de la educación en Estonia se basa en tres pilares»:

  • La educación es valorada por la sociedad
  • El acceso es universal y gratuito
  • Hay amplia autonomía (de profesores y escuelas)

«Los estonios realmente creen que la educación abre una amplia gama de posibilidades», subrayó la ministra.

En Estonia la educación es gratuita e inclusiva en todos los niveles, explicó Reps, lo que significa que todos tienen las mismas posibilidades de inserción.

«También ofrecemos acceso igualitario a varios servicios de apoyo, según las necesidades, como comidas gratuitas en la escuela, suministro de materiales didácticos, servicios de asesoramiento, además de subsidios en transporte y, a partir de la enseñanza secundaria, alojamiento».

La ministra de Educación e Investigación de Estonia, Mailis Reps.Derechos de autor de la imagenMINISTERIO DE EDUCACIÓN DE ESTONIA
Image captionLa ministra de Educación e Investigación de Estonia, Mailis Reps.

Amor por las letras e inversión

Durante siglos, el pueblo estonio fue dominado por otras naciones, principalmente Suecia y Rusia. El país obtuvo su autonomía apenas en 1917.

De 1940 a 1991 se convirtió en un Estado miembro de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Por este motivo,Estonia es un joven país de solo 27 años. Pero hay algo que nunca cambió en la historia estonia: el aprecio de la población por las letras y la cultura.

Un ejemplo de ello son los registros históricos de hace 150 años que muestran que ya en esa época el índice de alfabetización de la población alcanzaba el 94%.

Cuando el país se modernizó e independizó, el gobierno decidió priorizar las inversiones en educación. Actualmente el Estado invierte el 6% de su Producto Interno Bruto (PIB) en la enseñanza.

En la práctica, significa que invierte unos US$7.400 por alumno al año en la enseñanza básica.

Si bien es una cifra alta comparada, por ejemplo, con lo que invierten los países latinoamericanos, contrastada con los otros países europeos no impresiona. La media de la Unión Europea (UE) —bloque que incluye a Estonia desde 2004—, es de unos US$10.800 por alumno al año.

Profesores valorados

Tal vez la respuesta a la eficiencia estonia, por lo tanto, esté en una mezcla de buenas inversiones y eficiencia en el uso de ese dinero. «Nos esforzamos por la excelencia en la educación porque creemos que cada persona debe tener la oportunidad de desarrollar y usar su mayor potencial», dijo la ministra.

Un profesor dando clases en Estonia.Derechos de autor de la imagenMINISTERIO DE EDUCACIÓN DE ESTONIA
Image captionEn Estonia los profesores tuvieron un incremento de ingresos del 80% en la última década. Hoy, el salario base de los docentes es de 1.150 euros (US$1330).

«La educación siempre ha sido una prioridad para las inversiones, ya sea los salarios de profesores, la red de escuelas o la infraestructura digital», resaltó Reps.

«El aumento salarial de los profesores estonios también se destaca a nivel internacional», señaló. En la última década, Estonia incrementó los ingresos docentes en un 80%.

Hoy el salario base de los docentes es de 1.150 euros (US$1330). «El año que viene el piso de la categoría será de 1.250 euros, y el promedio será de 1.500 euros», afirmó la ministra.

«Considerando el estándar general de vida, la educación es un área en el que se invierte un porcentaje considerable del presupuesto«.

«La clave está en el acuerdo con la sociedad. Todos deben entender la necesidad de la educación, solo así es posible obtener resultados», aseguró.

Autonomía y libertad en el aula

Las directrices de la enseñanza están en el currículo nacional. Pero cómo aplicarlas queda, en gran parte, a criterio de cada escuela.

«El currículo determina los resultados generales. La manera de alcanzarlos es elegida por los profesores», dice la ministra.

Además el currículo se actualiza constantemente.

Niños estonios en un aula.Derechos de autor de la imagenMINISTERIO DE EDUCACIÓN DE ESTONIA
Image captionLos docentes estonios son valorados por la sociedad, tienen buenos sueldos y autonomía para decidir cómo dar su clase.

«En Estonia, las escuelas y los profesores disfrutan de un alto grado de autonomía en la toma de decisiones en todos los aspectos del aprendizaje y la enseñanza», completa.

Esta descentralización se volvió norma tras la disolución de la Unión Soviética. Fue cuando el gobierno decidió dar libertad a las escuelas, exigiendo de ellas, por otro lado, la responsabilidad en cuanto a las directrices.

En general, las materias se enseñan de forma integrada, es decir, sin la división clásica entre las disciplinas. Las competencias más valoradas son «aprender a aprender», ética, emprendimiento y educación digital.

Todos los profesores deben tener maestrías en sus áreas de actuación.

Durante el período escolar los alumnos deben aprender idiomas y literatura estonios, primera y segunda lengua extranjera, matemáticas, biología, geografía, física, química, humanidades, historia, civismo, música, arte, artesanía, tecnología y educación física.

Pero también son comunes las clases de historia de las religiones, diseño y economía.

En el contraturno —período del día en que los alumnos no tienen clases— todas las escuelas ofrecen clases de deporte, música, artes y talleres de tecnologías.

Es cuando también se solucionan los problemas individuales de los alumnos con bajo rendimiento. En el sistema educativo estonio, buenos y malos alumnos no están separados en clases diferentes.

Alumnas estonias.Derechos de autor de la imagenMINISTERIO DE EDUCACIÓN DE ESTONIA
Image captionLos buenos y los malos alumnos no están separados en diferentes salas. Quienes tienen dificultades reciben asistencia después del horario de clase.

Pero aquellos con más dificultad reciben ayuda, fuera del horario de las clases, de profesores particulares, psicólogos y psicopedagogos, según la necesidad.

Éxito

Los buenos resultados se ven no solo en el lugar obtenido en el ranking Pisa, sino también analizando los índices de alumnos en el nivel más bajo de aprendizaje.

Solo el 8% de los jóvenes estonios de 15 años —la edad de los evaluados por Pisa— están en el nivel más bajo (por ejemplo, tienen dificultades para relacionar entre sí diferentes partes de un mismo texto).

La media de los países de la UE en esta categoría es del 15%.

«Claro que nos sentimos orgullosos de nuestras conquistas, de nuestra evaluación en Pisa», comentó Reps. «Pero el objetivo es la educación y no la puntuación en pruebas«.

Los candidatos a directores de escuelas son entrevistados por un consejo formado por padres, profesores y representantes del gobierno municipal. A la hora de contratar a un profesor, la responsabilidad le corresponde al director de la escuela.

¿Sirve para otros países?

Replicar un modelo de un país a otro, en opinión de la ministra estonia, no es algo tan factible.

«Cada país es diferente y no existe una receta o un modelo secreto que pueda ser usado solo copiando todo», señaló.

Un aula en Finlandia.
Image captionEstonia comparte sus prácticas educativas con Finlandia, otro país que es elogiado por sus niveles educativos.

Las salvedades son obvias: discrepancias en el tamaño de la población, problemas históricos aún no resueltos o incluso diferencias culturales.

«El modelo de Estonia fue formulado considerando a un país pequeño», destacó Reps.

Sin embargo, la funcionaria reconoció la importancia de formar alianzas entre naciones. En el caso de Estonia, con la igualmente exitosa Finlandia, que actualmente ocupa el quinto lugar en el ranking Pisa.

«Finlandia es nuestro principal socio cuando tratamos de mejorar nuestras prácticas educativas, siempre hay algo que aprender de los vecinos», subrayó.

«En cuanto a la formulación de políticas públicas en el campo de la educación estamos siempre abiertos a cambios y la innovación, pero al mismo tiempo valoramos y preservamos enfoques tradicionales que han funcionado bien», dijo la ministra.

«El futuro seguramente seguirá trayendo nuevos desafíos, principalmente con el desarrollo de nuevas tecnologías. Creemos que necesitamos aprender unos con otros y enfrentar los desafíos juntos», concluyó.

Fuente de la Noticia:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-45845704

ove/mahv

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España: El 85% de los profesores rechaza las oposiciones para acceder a la escuela

España / 14 de octubre de 2018 / Autor: Elisa Silió / Fuente: El País

Nueve de cada diez docentes reclaman en una encuesta un cambio en su carrera profesional porque consideran que no avanza ni incentiva

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Inger Enkvist: «Se necesitan maestros con más autoridad que no acepten perder el tiempo en tonterías en el aula»

Suecia / 07 de octubre de 2018 / Autor: Maximiliano Fernández / Fuente: Infobae

La prestigiosa pedagoga e investigadora sueca habló con Infobae sobre los desafíos educativos de Argentina y la nueva pedagogía. «Dar autonomía al estudiante se suele traducir en abandono porque no tienen muy claro qué hacer», dijo

Son épocas en las que se habla y pondera la innovación en el aula. Se habla de la tecnología aplicada para mejorar los aprendizajes, de trayectos personalizados, de que los alumnos no deben aprender lo mismo. Se repite que ya no tiene sentido memorizar, que para qué aprender de memoria las capitales o las tablas de multiplicar si para eso está Google. Se habla también de que el alumno necesita autonomía.

En ese contexto, Inger Enkvist, una de las más prestigiosas pedagogas, escritoras, investigadoras, catedráticas suecas sostiene volver a las bases de una pedagogía más tradicional, una corriente que empieza a tomar fuerza nuevamente entre los académicos.

En diálogo con Infobae, fue contundente: «No hay ejemplos de que los sistemas que dan mucha ‘autonomía’ a los alumnos sean exitosos ni intelectual ni socialmente – y menos a largo plazo. Los alumnos no logran motivarse a sí mismos más que por un tiempo muy breve y los primeros en cansarse son los que menos apoyo reciben en sus casas».

-¿No comparte la idea de innovación en el aula, muy boga en estos momentos?

-La palabra innovación es tramposa. Lo que queremos es un buen aprendizaje. Si el aprendizaje es novedoso es lo de menos. Con el cuento de la innovación la plata de la educación ha ido a parar a los bolsillos de los «innovadores» y no a la mejora del aprendizaje. ¿De qué innovación estamos hablando si se invirtió tanta plata en la innovación y los resultados están empeorando?

-¿Está de acuerdo con que se debe poner al estudiante en el centro de la enseñanza o es una idea peligrosa?

-Es otro término tramposo, porque por un lado dice algo que es obvio y es que todo en educación es para que el estudiante aprenda. En ese sentido, el alumno está y ha estado siempre en el centro de la educación. La idea de «poner al alumno en el centro de la enseñanza» parece anodina, pero así empieza una fragmentación de la organización de la escuela y de los presupuestos, y empieza a bajar el resultado. Ese es uno de los muchos lemas que circulan en educación no comprobados científicamente.

-¿Qué consecuencias tuvo esa idea?

-Introdujo una serie de nociones no tan positivas como la de decir que cada alumno debe tener su propio currícula, que tiene derecho a adaptaciones y que debe tener derecho a elegir sus tareas y su ritmo de trabajo. En otras palabras, el término se utiliza para quitarle importancia a que el alumno estudie lo que está en el currículo del año. Tendrá un plan de estudio «personalizado». La idea está también asociada a que el profesor debe motivar al alumno. No se dice que es la tarea del alumno estudiar el contenido del año. Uno puede pensar en los países del sureste asiático que lograron resultados magníficos en un tiempo récord. Y no fue tratando a cada alumno de manera diferente.

-Algunos académicos piensan que el modelo finlandés es poco menos que una farsa, que cuando cambiaron empezaron a caer en las pruebas internacionales. ¿Está de acuerdo?

-No es correcto. El modelo existe y es bueno, pero el gobierno finlandés tomó hace unos años decisiones en educación que son desacertadas. Se nota el factor de la «sociedad de bienestar» que hace que los jóvenes estudien algo menos, pero de ninguna manera es una farsa.

(Universidad de Lund)

(Universidad de Lund)

-¿Hasta qué punto es bueno darle autonomía a un estudiante y hasta qué punto es contraproducente?

-La autonomía es un concepto muy vago y no es raro que se traduzca como abandono porque se le deja «libre», sin una idea clara de lo que debe hacer. Los más flojos y los menos interesados en aprender desperdician el tiempo. La autonomía más importante es la que tiene el alumno para aprender en su casa. Tiene total libertad para organizar sus estudios en casa y algunos lo hacen bien y otros no tanto.

-¿Cómo se trabaja con alumnos hiperestimulados por la tecnología?

-Hay que crear en la escuela zonas sin tecnología donde reinen el silencio, la concentración y el enfoque en el aprendizaje intelectual. Crear entusiasmo por el aprendizaje colectivo del grupo y a veces el aprendizaje individual con buenos profesores que abran el mundo del conocimiento. Es enormemente estimulante entender cosas nuevas.

-Hoy se dice que con Google no vale la pena aprender de memoria, pero usted no coincide. ¿Dónde ve el valor de memorizar?

-Porque no hay otro aprendizaje que el del cerebro, es decir de la memoria. La memoria es lo que posibilita nuestro desarrollo intelectual. Sin la memoria seríamos más como los animales. La memoria es nuestra faceta de seres racionales. El concepto mismo de escuela se basa en la idea de lo racional que, a su vez, necesita basarse en los conocimientos adquiridos, guardados en la memoria.

-Los exámenes también empezaron a estar mal vistos. ¿Cómo se debería evaluar a los estudiantes?

-La evaluación es una parte de cómo se enseña, cómo se practica, cómo se organizan las clases. Sí, es útil tener exámenes. Da a todos la misma posibilidad de prepararse. Si hay evaluación continua, supuestamente hay menos estrés, pero también se podría hablar de un estrés continuo. La evaluación continua da más importancia al criterio del profesor, mientras que un examen normalmente es más objetivo. Algo que no se dice lo suficiente es que el valor de un examen depende también de cómo se integra en el resto del trabajo y de la inteligencia con la que se preparan las preguntas.

-Otro tema del que se habla mucho es la integración de las nuevas tecnologías al aula. ¿Le parece que se le da demasiada importancia o que la amerita?

-Lo importante es aprender lenguaje, conocimientos culturales generales y matemática. Si el alumno domina esto, aprende fácilmente tecnología. Si al revés dedica mucho tiempo a las tecnologías, pero no aprende lenguaje y conocimientos generales, no sale a la vida adulta bien preparado. La escuela debe, en primer lugar, preparar al alumno intelectualmente, es decir, formar su cerebro. El riesgo hoy es que se dedique tiempo a actividades que son secundarias.

-¿Qué modelo educativo en el mundo ve hoy como un ejemplo a seguir?

-Es peligroso contestar una pregunta así, porque siempre se puede encontrar algún «pero». En un mismo país puede haber escuelas buenas y menos buenas. Hay buenas escuelas en muchos países, pero tenemos un problema con los políticos que intentan introducir principios que no pertenecen al mundo de la educación. He visto con mis propios ojos buenas escuelas en Finlandia, Estonia, Suiza, Alemania, Estados Unidos. También en Argentina. El problema es cómo convertir lo bueno en lo común.

(EFE)

(EFE)

-El sistema educativo argentino tiene muchos problemas. Solo la mitad se gradúa en tiempo y forma de la secundaria, por ejemplo. ¿Cómo cree que se mejoran los indicadores desde la pedagogía?

-La lista de lo que se debe hacer es larga: mejor enseñanza primaria, mejor formación docente, mantener el orden en las escuelas, itinerarios en la secundaria para que no todos tengan que hacer exactamente lo mismo al mismo ritmo, revisar los currículos que se proponen.

-¿Cómo se logra en los hechos que los estudiantes no hagan lo mismo al mismo tiempo y sigan sus ritmos de aprendizaje?

-Es complejo y hay dos tiempos: la primaria y la secundaria. Para empezar hay que hacer varias cosas a la vez: tener profesores inteligentes y bien preparados, que pueden dar buenas clases y lograr un aprendizaje sólido desde el primer grado. Tener un currículo coherente. Nunca aceptar que se pierda tiempo en tonterías en la escuela. No aceptar que los alumnos no asistan con asiduidad. Cuando los alumnos lleguen a la adolescencia, permitir que elijan itinerarios algo diferentes para poder terminar sus estudios con éxito. Basar la escuela obligatoria en el modelo de «la misma talla para todos» simplemente no corresponde a lo que sabemos sobre los seres humanos.

-¿Qué hace falta para que el país puede salir del estancamiento educativo?

-Si los países del sureste asiático han podido levantarse en pocos años, también podría hacerlo Argentina. Lo que hace falta es más esfuerzo. Sin esfuerzo no se avanza. Una vez, un periodista me replicó que, por razones culturales, el esfuerzo sostenido en el estudio en Argentina no gusta. Mi comentario es que se trata de una elección. Si uno elige no hacer el esfuerzo, uno elige, a la vez, las consecuencias.

-¿Más esfuerzo de los estudiantes, de los maestros o ambos?

-Más esfuerzo de los estudiantes. Reglas de conducta y de rendimiento escolar más claras. Quizá ni siquiera es más esfuerzo sino solo más orden. Es fácil decir que el maestro debe esforzarse más pero también hay que hablar del cansancio del profesor, un cansancio que tiene mucho que ver con que los alumnos no se comportan siempre como alumnos. Se cargan sobre la espalda del profesor todos los problemas sociales, y se espera que el profesor haga también las veces de asistente social y policía. Esto es pedir demasiado al profesor.

-¿Cree que los maestros, en general, ganan poco dinero para la función que cumplen?

-Sí. Los maestros deben venir bien preparados y ganar un sueldo respetable. Nunca se podrá reclutar buenos profesionales si no se les paga adecuadamente. Allí Argentina necesita hacer una reforma. Otros países latinoamericanos se han esforzado más por resolver ese problema.

-Acá los aumentos salariales dependen casi exclusivamente de la antigüedad del maestro en el cargo. No se valoran los resultados académicos, ni la innovación. ¿Cree que se debería modificar?

-Es un asunto controversial. Lo que se podría hacer es establecer un plan de, pongamos, diez años y aumentar paso a paso los salarios para todos los profesores que vayan mejorando sus conocimientos. La idea es que si el profesor tiene más conocimientos, la sociedad va a pensar que está justificado dedicar más plata a pagar a ese profesor, y el profesor probablemente enseñará mejor y con más entusiasmo, ya que ese suele ser el resultado de adquirir más conocimientos. No es seguro que funcione así, pero es bastante probable.

-La brecha educativa en el país es muy grande entre las distintas clases sociales. ¿Cómo se puede achicar en el aula?

-Lo que ya se ha dicho: buenos profesores, pagados adecuadamente. Devolverle la autoridad al profesor en el aula, porque si esto no se hace los jóvenes más idóneos no van a querer ser profesores ni tampoco los alumnos van a aprovechar la inversión que hace la sociedad en educación. Los jóvenes más inteligentes no van a aceptar pasar su vida profesional en unas aulas en las que los chicos pueden comportarse despectivamente. Sin orden y sin exigencias en las aulas, también en los barrios vulnerables, es imposible que disminuya la diferencia en aprendizaje entre las capas sociales.

Fuente de la Entrevista:

https://www.infobae.com/educacion/2018/07/28/inger-enkvist-se-necesitan-maestros-con-mas-autoridad-que-no-acepten-perder-el-tiempo-en-tonterias-en-el-aula/

ove/mahv

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Finlandia – cómo la igualdad de oportunidades ayudó a que se convirtiera en referencia mundial en educación

Finlandia / 30 de septiembre de 2018 / Autor: BBC / Fuente: Intermedia

Los finlandeses conocieron el asfalto en la década de 1920. Hasta principios del siglo XX, lo que conocían era básicamente la pobreza.

Como contraste, cuando en 1909 la avenida Paulista se convirtió en la primera vía asfaltada en la ciudad brasileña de Sao Paulo, en Finlandia predominaba una economía agraria y sus primeros 14 km de autopista no se inaugurarían hasta 1963.

¿Cómo cambiaron estos países en los siguientes años?

Por un lado, Finlandia se transformó con un conjunto de políticas educativas y sociales que crearon uno de lo modelos más celebrados de excelencia en educación pública en el mundo.

Mientras que en Brasil, como en la mayoría de América Latina, reducir la inmensa desigualdad de oportunidades educativas entre niños que nacen en familias pobres y los de familias ricas, sigue siendo uno de los principales desafíos.

El “milagro” finlandés

El conocido milagro finlandés inició en la década de los 70 y cobró fuerza en los años 90 con una serie de reformas innovadoras.

En un lapso de 30 años, Finlandia transformó un sistema educativo mediocre e ineficaz en una incubadora de talentos que encabezó rankings mundiales de desempeño estudiantil y apalancó el nacimiento de una economía sofisticada y altamente industrializada.

Se trata, a primera vista, de un enigma: los finlandeses están haciendo exactamente lo contrario de lo que el resto del mundo hace en la eterna búsqueda de mejores resultados escolares, y está bien.

El recetario finlandés incluye reducir el número de horas de clase y limitar al mínimo los deberes de casa y las pruebas escolares.

Educadores internacionales estudian el paradójico modelo finlandés en busca de la fórmula milagrosa. Y la respuesta de los finlandeses es esta: la educación pública de alta calidad no es el resultado de políticas educativas por sí solas, sino también de políticas sociales.

“El estado de bienestar social finlandés desempeña un papel crucial para el éxito del modelo al garantizar a todos los niños oportunidades y condiciones iguales para un aprendizaje gratuito y de calidad”, dice el educador Pasi Sahlberg, uno de los creadores de las reformas políticas educativas de Finlandia en los años 90, en el libro Finish Lessons (“Lecciones Finlandesas”).

Iguales oportunidades

La preocupación por garantizar que todos los finlandeses tengan oportunidades de desarrollo iguales es visible en las instalaciones de la escuela Viikki, uno de los centros educativos de enseñanza media más importantes en la capital finlandesa, Helsinki.

Como en todas las escuelas de Finlandia, ahí se puede ver al hijo de un empresario estudiando junto al hijo de un obrero.

En el amplio comedor, se sirven a diario comidas saludables de manera abundante a los estudiantes, mientras que los servicios de atención médica y odontológica cuidan de manera gratuita la salud de los 940 alumnos.

Todo el material escolar también es gratuito. Los equipos de pedagogos y psicólogos acompañan cuidadosamente el desarrollo de cada niño para identificar problemas como dislexia y proporcionar apoyo inmediato. Y las matrículas escolares no existen.

Sahlberg destaca además el impacto del ejercicio en la enseñanza en el modelo de igualdad y justicia social creado gradualmente por los finlandeses a partir de la posguerra: salud, educación y vivienda para todos, generosos permisos de paternidad para cuidar a los niños y guarderías ampliamente subsidiadas o hasta gratuitas.

También hay una amplia y solidaria red de protección a los ciudadanos.

“La desigualdad social, la pobreza infantil y la ausencia de servicios básicos tienen un fuerte impacto negativo en el desempeño del sistema educativo de un país”, puntualiza Sahlberg.

La transformación

Hasta finales de los años 60, solo el 10% de los finlandeses había terminado la enseñanza secundaria. Las oportunidades eran limitadas y el acceso, desigual. Muchas familias no podían pagar las instituciones privadas de enseñanza y las escuelas públicas eran insuficientes.

Un diploma universitario era considerado, en ese entonces, un trofeo excepcional: solo el 7% de la población contaba con educación superior. Y en todas las áreas de aprendizaje, Finlandia era símbolo de retraso.

La historia del país, sin embargo, siempre se caracterizó por la resiliencia de su pueblo, que logró su independencia hasta 1917, después de seis siglos bajo el dominio del reino de Suecia y más de cien años como gran ducado del Imperio ruso y sus cinco zares.

En la década de los 70, la nación fue convocada a cambiar. Una educación pública estelar pasó a ser percibida como la base fundamental para la creación de un futuro menos mediocre y desarrollar el capital humano del país se convirtió en la misión primordial del Estado finlandés.

El principio de igualdad e inclusión social marcó el desarrollo de los años 70 de la nueva peruskoulu (educación obligatoria finlandesa), que abarca la enseñanza primaria y la media.

En una decisión histórica del Parlamento finlandés, todos los niños, independientemente de contexto socioeconómico o domicilio, pasaron a tener acceso igualitario y gratuito a escuelas de calidad para cumplir los nueve años de educación básica.

El siguiente paso fundamental fue una valoración sin precedentes del profesor.

Finlandia lanzó programas de formación de excelencia para el magisterio en las universidades del país. Creó condiciones notables de trabajo y amplia autonomía para tomar decisiones en las escuelas, pagando razonablemente bien a sus profesores.

La profesión de maestro se convirtió en una de las favoritas entre los jóvenes finlandeses, por encima de las profesiones en medicina, derecho y arquitectura.

Participación de la sociedad

En los años 90, el país anunció una nueva revolución de la enseñanza.

Las asociaciones de profesores, políticos, padres, miembros de la academia y diferentes sectores de la sociedad fueron llamados a participar en la creación de dos nuevos y revolucionarios paradigmas de la educación en el país.

rechazaron la fórmula convencional aplicada en la mayor parte del mundo como receta para mejorar el desempeño escolar.

“Fue particularmente significativo el papel que desempeñaron varias organizaciones de la sociedad civil”, destaca Sahlberg, quien también fue uno de los consejeros del Ministerio de Educación finlandés en los años 90.

La transformación del sistema fue profunda. Y rápida. Como resultado, a finales de la década de los 90 la peruskoulu finlandesa se convirtió en líder mundial en matemáticas, ciencia e interpretación.

Los primeros resultados del Programa Internacional de Evaluación a Alumnos (PISA por sus siglas en inglés), publicados en 2001, sorprendieron a los propios finlandeses: en todos los ámbitos académicos, Finlandia empezó en la cima del ranking mundial.

Y permanece hasta hoy entre los más destacados miembros del club.

 

Finlandia dice haber aprendido una lección: las políticas de educación efectivas deben ir de la mano con políticas sociales.

“Las personas en Finlandia tienen un profundo sentido de responsabilidad compartida sobre la importancia no solo de la vida propia, sino del bienestar de los demás”, observa Sahlberg en su libro Finish lessons.

“Los cuidados al bienestar del niño comienzan antes del nacimiento y se extienden hasta la edad adulta. Las guarderías públicas son un derecho garantizado para todos los niños, quienes también tienen acceso igualitario a todo tipo de servicio básico. La educación se considera en nuestro país se considera un bien público. Y es, por lo tanto, protegida en la constitución del país como un derecho humano básico”, añade.

La inversión finlandesa en la educación también se considera uno de los motores centrales del desarrollo económico y para poner fin a la pobreza en el país.

Ciudadanos altamente capacitados han aprovechado el crecimiento de la producción y la transformación de Finlandia en uno de los principales polos de innovación y tecnología en el mundo con el nacimiento de empresas como el gigante de las telecomunicaciones Nokia.

Y las políticas educativas crecieron al lado de las políticas sociales.

Igualdad desde la cuna

La vasta red de beneficios sociales en Finlandia es el resultado de la construcción, a partir de los años 70, de un generoso Estado de Bienestar social, financiado por una de las más altas cargas tributarias en el mundo.

La tasa de impuestos sobre la renta individual en el país es hoy del 51.6%, lo que no impidió a Finlandia aparecer este año en la cima del ranking de los países más felices del mundo elaborado por la ONU (World Happiness Report).

Pero ya desde finales de los años 30, Finlandia ofrece a todas las mujeres embarazadas un kit de maternidad con unas 50 cosas básicas para el bebé. El objetivo del regalo es proporcionar a todos un comienzo de vida igual, independientemente de clase social.

Además, cuando un niño nace en Finlandia, la madre tiene derecho a 105 días hábiles de permiso de maternidad. El padre recibe otros 54 días de licencia. Y las parejas pueden dividir entre sí un periodo adicional de más de cinco meses de permiso parental.

Esto significa que la mayoría de los niños finlandeses pueden tener la atención de sus padres en casa durante el primer año de vida.

Después del periodo de permiso de paternidad, uno de los padres tiene derecho a permanecer en casa con el niño, si así lo prefiere, y recibir un apoyo de cerca de 450 euros al mes (US$525). En estos casos, el padre o la madre podrán volver al mismo empleo que tenían antes hasta que el niño cumpla 3 años de edad.

Los padres tienen todavía la opción de regresar al trabajo, pero con carga horaria reducida, y obtener un apoyo parcial del Estado.

La mayoría de los padres y madres regresan eventualmente al trabajo, y cuando deciden hacerlo, el Estado ofrece una red de guarderías especializadas y altamente subsidiadas para cuidar de los niños.

Por ley, todos los niños de 0 a 6 años tienen derecho a un lugar en la guardería, ya sea tiempo parcial o completo. Las tasas varían de acuerdo con la renta de los padres y la zona en la que reside la familia. El valor máximo de la mensualidad es actualmente de 290 euros (cerca de US$338).

Para familias de menores ingresos, las guarderías son gratuitas.

Gratis hasta el final

Al cumplir los 6 años, todos los niños finlandeses tienen derecho a la educación preescolar, que es completamente gratuita. El objetivo de los centros preescolares es proporcionar a cada niño el aprendizaje de habilidades y conocimientos básicos, con el fin de prepararlos para la vida escolar.

Con el acceso gratuito a universidades e instituciones de enseñanza técnica y profesional, la educación de nivel superior también ha sido una oportunidad de igual acceso para todos. La educación en Finlandia es gratuita para todos, desde el preescolar hasta el doctorado.

Las estadísticas apuntan al éxito de la fórmula de aliar políticas educativas con políticas sociales, dice Sahberg.

“Las sociedades igualitarias tienen ciudadanos con el grado de educación más elevado, raros casos de evasión escolar, menores tasas de obesidad, mejores indicadores de salud mental e índices más reducidos de embarazos adolescentes, en relación con los países en los que la brecha entre ricos y pobres es mayor”, enfatiza el educador finlandés.

Innovar, siempre, es importante, enseñan los finlandeses. Ya en los años 90, la reforma educativa conducida por Finlandia sorprendió al mundo académico con una teoría paradójica, que probaría ser visionaria.

Paradoja 1: Los alumnos aprenden más cuando los profesores enseñan menos

La experiencia finlandesa desafía la lógica convencional, que prescribe más horas de clase y mayor cantidad de lecciones en casa como fórmula para impulsar el desempeño estudiantil.

Los días son más cortos en las escuelas de Finlandia, con menos horas de claseque en todas las demás naciones industrializadas, según estadísticas de la OCDE, organización que reúne a los países más ricos del mundo.

“Es importante que los niños tengan tiempo para ser niños“, dijo la profesora Erja Schunk, de la escuela Viikki, situada en un campus de la Universidad de Helsinki. “Lo más importante es la calidad del tiempo en el aula, y no la cantidad”.

En los Estados Unidos, un profesor pasa aproximadamente el doble del tiempo enseñando en el aula por semana, en comparación con un profesor finlandés.

“Dar seis horas de clase al día es una tarea ardua, que deja a los profesores demasiado cansados para dedicarse a otras tareas importantes para el trabajo de un educador, cómo planificar, renovarse y dar atención cuidadosa al alumno”, dice Sahlberg.

En una típica escuela finlandesa, los profesores dan unas cuatro clases al día.

“La preocupación central de la escuela finlandesa no es alcanzar récords de desempeño escolar, sino ayudar a desarrollar las aptitudes de un niño para formar individuos capaces de vivir vidas felices, dentro y fuera del trabajo”, añade Sahlberg.

Los profesores finlandeses tampoco creen que aumentar la carga de tareas a los estudiantes lleve necesariamente a un mejor aprendizaje, especialmente si las lecciones son tediosos ejercicios que no desafían la capacidad creativa del alumno.

Según estadísticas de la OCDE, los estudiantes finlandeses pasan menos tiempo haciendo tareas que los estudiantes de todos los demás países: cerca de media hora al día.

“Los alumnos aprenden lo que necesitan saber en el aula, y muchos hacen el deber de casa aquí mismo, en la propia escuela, así que tienen tiempo para convivir con sus amigos y dedicarse a las cosas que les gusta hacer fuera de la escuela, lo que también es importante “, dijo el profesor Martti Mery en la escuela Viikki.

En la fase preescolar, la prioridad es desarrollar la autoconfianza de los niños. Los días en la escuela se cumplen con tareas como aprender a orientarse sin compañía en un bosque, o atar solos sus patines de hielo.

Paradoja 2: Los alumnos aprenden más cuando tienen menos exámenes y evaluaciones

Los estudiantes finlandeses no necesitan preocuparse por evaluaciones: su sistema educativo no cree en la eficacia de una alta frecuencia de exámenes, por lo que se aplican con poca regularidad.

A pesar de eso, Finlandia brilla en los rankings globales de educación, al lado de los países con mejor desempeño escolar del mundo.

¿Milagro? La filosofía finlandesa es que el objetivo principal de los profesores debe ser ayudar a los alumnos a aprender sin ansiedad, a crear y desarrollar la curiosidad natural, y no simplemente a pasar evaluaciones.

“La presión del modelo tradicional de enseñanza trae consecuencias dramáticas para los alumnos, como el miedo, el aburrimiento y el temor a correr riesgos”, afirma el educador Sahlberg.

Los informes del PISA indican que sólo el 7% de los alumnos finlandeses se siente ansioso al estudiar matemáticas. Mientras tanto, en el rígido sistema de enseñanza de Japón, que ostenta altos niveles de desempeño escolar, se registran récords de suicidio entre estudiantes, con un índice que llega al 52%.

Y en las aulas de la escuela Viikki, el ambiente es tranquilo y relajado. No hay uniformes escolares, y los alumnos estudian descalzos – reflejando el clima de las casas escandinavas, donde nadie usa zapatos.

La escuela primaria es prácticamente un periodo libre de evaluaciones. Con el fin de evitar que los niños se clasifiquen de acuerdo con su rendimiento, el sistema finlandés virtualmente abolió la evaluación por notas escolares en los cinco primeros años de la peruskoulu.

En los años siguientes, la evaluación se realiza con base en pruebas elaboradas por el profesor y en el desempeño del alumno en el aula, además de una amplia evaluación de cada estudiante realizada colectivamente por los profesores al final de cada semestre.

Los que necesitan mayor asistencia en la enseñanza reciben atención particular: la filosofía finlandesa aprecia la creencia de que todos los niños tienen el potencial de aprender, si tienen apoyo y oportunidades adecuadas.

El magisterio en Finlandia se convirtió además en una carrera de prestigio.

Cada primavera, miles de jóvenes solicitan un espacio para estudiar en los departamentos de formación de profesores de las universidades de Finlandia.

Pero sólo los mejores y más preparados estudiantes pueden convertirse en profesores: en el exigente sistema finlandés, sólo cerca del 10% de los candidatos suelen ser aprobados para cursar la maestría obligatoria en la universidad.

El grado de maestría se ha convertido en el requisito básico y obligatorio de un profesor para poder enseñar en las escuelas finlandesas, incluso para la educación preescolar.

Y las innovaciones continúan: el currículo escolar adoptado en 2016 creó, por ejemplo, la enseñanza basada en fenómenos o proyectos, que actualiza la tradicional división por materias y da más espacio para que determinados temas (como la Segunda Guerra Mundial) sean trabajados conjuntamente por profesores de diferentes disciplinas.

Todos los aspectos detrás del éxito finlandés parecen ser, por lo tanto, lo opuesto de lo que se hace en la mayor parte del mundo, donde la competencia, la alta carga de pruebas y clases, la uniformidad de la enseñanza y la privatización son por regla general los principios dominantes.

“Ejercer controles rígidos sobre las escuelas y los alumnos, pagar a los profesores en base al desempeño de los estudiantes, entregar el liderazgo de las escuelas a especialistas en gestión o convertir escuelas públicas en privadas son ideas que no tienen lugar en el repertorio finlandés de desarrollo de la educación” , dice el educador Sahlberg.

Sahlberg resume así el pensamiento finlandés sobre la educación pública de calidad:

“Es una obligación moral, pues el bienestar y en última instancia la felicidad de un individuo depende del conocimiento, de las aptitudes y de las visiones del mundo que son proporcionadas por una educación de calidad. Es también un imperativo económico, ya que la riqueza de las naciones depende cada vez más de las habilidades y el conocimiento”.

Fuente de la Noticia:

FINLANDIA – CÓMO LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES AYUDÓ A QUE SE CONVIRTIERA EN REFERENCIA MUNDIAL EN EDUCACIÓN

ove/mahv

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Perú creció en pruebas educativas PISA por apoyo a escuela rural y lectura

Perú / 23 de septiembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: ANDINA

Nuevo secretario general de la OEI destacó labor educativa peruana

El país que más ha crecido en el mundo en las pruebas PISA es el Perú porque desarrolla de manera sostenida una política de apoyo a la escuela rural y a la lectura, manifestó el nuevo secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Mariano Jabonero.

El funcionario de la OEI manifestó que la institución tiene como tarea poner en valor los trabajos que realizan los países en la región a favor de la educación.
Jabonero mencionó la experiencia del Perú al referirse a la colaboración que hace la OEI a los estados de habla española, incluida la propia España, durante la entrevista que concedió al diario ABC de España.
OEI
El Perú es el país del mundo que más ha crecido en PISA gracias a una política buena y sostenida de apoyo a la escuela rural y programas de lectura, y no se sabe», comentó.
Mencionó que la OEI no solo colabora con ministerios sino también con comunidades como Madrid, Castilla y León (…) y Asturias en España. Los importante es que la OEI ponga en valor el trabajo de toda la región iberoamericana», comentó.
También destacó la experiencia de Portugal, país más avanzado en calidad educativa en toda Europa a pesar de atravesar por una situación económica crítica. Indicó que gracias al impulso que le ha dado al portugués, matemáticas y profesorado, la escuela pública está valorada.
Jabonero reconoció que la región iberoamericana ha avanzado mucho en materia educativa, pero pese a ello sufre cierta “pseudocolonización pedagógica” pues Finlandia, Corea y Singapur siguen siendo sus principales referentes en esa materia.
Señaló que durante su gestión le dará prioridad a la educación infantil (de cero y seis años) y a las competencias científico-tecnológicas, comunicativas, buen manejo de la lengua propia y una extranjera, digitales y no cognitivas como ciudadanía, valores, tolerancia, solidaridad para que accedan a los trabajos del futuro.
Jabonero es licenciado en Filosofía y en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en el Ministerio de Educación de España, asesoró a la Unesco y trabajó con Unicef.
Fuente de la Noticia:
https://andina.pe/agencia/noticia-peru-crecio-pruebas-educativas-pisa-apoyo-a-escuela-rural-y-lectura-715972.aspx
ove/mahv
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Rihanna le pide a 5 líderes mundiales que trabajen juntos por la educación global

Barbados / 23 de septiembre de 2018 / Autor: Pamela Escamilla / Fuente: TrackRecord

«Necesito que otros se unan conmigo en el viaje y levanten sus voces junto a la mía”, reconoció la originaria de Barbados en un texto para The Guardian.

“La educación es un viaje de por vida”, reconoce Rihanna en un artículo de opinión publicado por The Guardianeste martes 18 de septiembre. “La falta de acceso a la educación para los niños alrededor del mundo es un problema inmenso”, asegura la cantante, quien pide que la gente se una a ella a través de las redes sociales para pedirle a los líderes mundiales su apoyo financiero en favor de la educación global.

“La idea de que millones de niños están desesperados por ir a la escuela y no tengan esa oportunidad es algo que no puedo aceptar”, sostiene Rihanna, quien destaca que de acuerdo con datos de la Unesco más de 250 millones de niños y adolescentes no tienen acceso a la educación.

“Creciendo en Barbados, no siempre me gustó la escuela (..) Ahora me doy cuenta de que frecuentemente daba por sentado el poder ir”, señala la embajadora de la Alianza Mundial para la Educación (Global Partnership for Education). Con base en cifras de la GPE, a la comunidad internacional solo le cuesta 50 dólares al año financiar la educación de un niño en edad de primaria.

Ante esto, la cantante agradece las donaciones de Francia y la Unión Europea, así como el aumento de apoyo por parte de Canadá e Irlanda. Rihanna aprovechó la publicación para pedir que Alemania y Japón aumenten sus aportaciones y que Holanda, Finlandia y Nueva Zelanda se sumen a la causa.

https://twitter.com/rihanna/status/1042015589886177281

 

“He conocido a gran parte de esos líderes y he sido testigo de primera mano sobre qué tan difícil es comprometer dinero en la educación (…) Puede ser más difícil de cuantificar que algo como la salud, que tiene un retorno sobre inversión más inmediato. Pero eso no significa que sea menos importante”, asegura la originaria de Barbados, quien se caracteriza por pedir apoyo y compromiso de los líderes mundiales a través de Twitter.

Para Rihanna, la educación global está en la prioridad de sus trabajos filantrópicos y cada año extra de educación primaria aumenta 20% las posibilidades de ingreso de una niña. A través de la Clara Lionel Foundation ha apoyado a miles de niñas en Malaui para que pasen a la escuela secundaria.

“Cada voz cuenta, y un conocimiento limitado no es razón para quedarse callado. Todos tenemos una participación en esto (…) En lo que tiene que ver con ayudar a los niños más pobres del mundo, así como a las comunidades y sociedades en las que viven, sigo aprendiendo. Y necesito que otros se unan conmigo en el viaje y levanten sus voces junto a la mía. Si podemos superar el déficit educativo en el mundo en desarrollo, todos ganan”, concluyó la cantante.

 

 

 

Fuente de la Noticia:

https://www.trackrecord.mx/noticias/rihanna-le-pide-a-5-lideres-mundiales-que-trabajen-juntos-por-la-educacion-global

ove/mahv

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