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Evaluación del desempeño docente: hacia el aula transparente

Por Saray Marqués

Analizamos el vacío existente en España en lo que a evaluación del profesorado se refiere, atentos a cómo se ha empleado y las problemáticas que ha generado en otros países que nos llevan la delantera.

¿Quién evalúa al profesor? ¿Qué se hace con los resultados de esas evaluaciones? En España, estas preguntas suelen dejar un silencio incómodo en el ambiente. En la Lomce, donde aparece en 164 ocasiones la palabra evaluación, se reserva para el alumno (o, como mucho, el sistema o los directores), pues solo dos veces se habla del docente. La LOE hizo un apunte en su artículo 106: “A fin de mejorar la calidad (…), las Administraciones educativas elaborarán planes para la evaluación de la función docente…”.

Alergia a la evaluación

“¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura de la evaluación docente? Porque muchos piensan en lo que se está haciendo en países como Chile, o el Reino Unido o EEUU, donde se evalúa a un profesor y, si obtiene malos resultados, se le baja el sueldo por un año; si vuelve a obtenerlos, afecta a la dotación del centro… y, con tres evaluaciones negativas, abandonas el sistema. ¿Es esa cultura, que vincula el salario o la vida de un centro a la evaluación de un agente externo o realmente se va a emplear para que mejoremos en nuestro trabajo diario?”, se pregunta Beatriz Quirós, del sindicato asturiano SUATEA.

Muy crítica con el proyecto de evaluación del Principado (que vincula parte del salario al resultado positivo), SUATEA se fue quedando sola en su lucha. Quirós fue de las pocas que no se adhirió al plan (lo que implica dejar de cobrar 200 euros en secundaria y 100 en primaria): “La inmensa mayoría de la gente aprueba la supuesta evaluación, pero criticamos el concepto, que no se hayan recuperado primero las condiciones laborales perdidas, que se pueda vetar el acceso a determinados puestos, como de asesor en un centro de formación, o que por haber estado enfermo se te excluya”.

El plan asturiano, de 2011, salió adelante, pero otra intentona previa, en la Comunidad Valenciana, fue paralizada en mesa sectorial: “Los sindicatos y asociaciones profesionales reconocieron que era una propuesta técnica bien hecha, pero argumentaron que primero se tenía que abordar la carrera profesional, y cuestionaron quién debía realizar esa evaluación, si los inspectores, como proponíamos, o evaluadores externos”, recuerda Javier Cortés, hoy jefe de Evaluación y Estudios.

No fue una cuestión de costes ni de complejidad: “Se basaba en la evaluación de la inspección, de los compañeros, de cuestionarios on line de satisfacción a las familia, entre otros”, sino de que es un tema controvertido: “Yo creo que es un error, porque se pierde esa retroalimentación, esta difusión de buenas prácticas, esta visibilización, tan necesaria en la escuela pública, pero entiendo que quizá un político es de lo último de lo que se va a ocupar”.

Para el que fuera presidente del Consejo Escolar del Estado, Francisco López Rupérez, para salvar las reticencias conviene que se vincule a una mejora: “En el sistema hay evaluaciones: para ser director, inspector, optar a un puesto en el exterior… Nadie protesta cuando hay una contrapartida”. También, que sea justa y objetiva, con procedimientos de triangulación que incluyan a distintos agentes.

López Rupérez considera que se debe tener en cuenta el impacto: “Las soluciones imaginativas descontextualizadas fracasan. Las estrategias han de ser win-win, que todos ganen; y no burocráticas, tener en cuenta a las personas. Mira lo que ha sucedido en México”. En el país norteamericano, la reforma de 2013, con el asesoramiento de la OCDE, incluyó entre sus puntos más polémicos la rendición de cuentas mediante una evaluación estandarizada que premiaba y castigaba según los resultados (incluso, con la pérdida del trabajo).

El GPS del Joaquim Ruyra

Raquel García es la directora de la Escola Joaquim Ruyra de L’Hospitalet, una comunidad de aprendizaje. Su opinión es que buena parte de lo que han logrado no sería posible sin factores como la convivencia de dos maestros en una misma aula entre un 40% y un 60% de todo el horario. Además, cada semana analizan los objetivos por nivel y ciclo, cómo diseñar las actividades para lograrlos, con qué materiales, con un equipo de profesores con dos perfiles, uno más profesional y otro más novel: “Estamos continuamente acompañando, modelando, reenseñando, con una escala de rúbricas que nos dicen dónde está la meta, que le indica a los profesores hasta dónde han de guiar a los alumnos y por qué caminos”

Esto también es evaluación, compartida con todos los docentes y los alumnos, que realizan un seguimiento exhaustivo: “Siempre estamos evaluando si vamos por el buen camino, si hemos trabajado bien, si las actividades estaban bien diseñadas… y redirigiendo, para llegar a fin de curso al objetivo previsto. Es como un GPS que nos muestra hasta dónde debemos promocionar a los niños en sus habilidades y competencias y cuál es la parcela de cada uno. No queremos tener que decir: Si hace 400 kilómetros me hubiera dado cuenta de que me había desviado…”.

Un paso más allá

En Extremadura, con una iniciativa pionera para mejorar la capacidad profesional docente de la Junta en colaboración con el Proyecto Atlántida en marcha en 60 centros, la evaluación se entiende de otra forma: “No nos fijamos en las competencias individuales de cada docente, sino en la capacidad institucional, pues el techo de cristal del sistema educativo no es la calidad de cada docente, sino la relación entre las competencias institucionales, las personales del profesorado, cómo el centro gestiona el conocimiento profesional y el tipo de cultura escolar que ha creado, las relaciones que existen en él y cómo se adapta para que cada alumno tenga unas oportunidades de aprendizaje adecuadas. Por eso se trata de un planteamiento novedoso, porque hemos cambiado el enfoque, y nos fijamos en el potencial de aprendizaje de cada centro”, plantea José Moya, de Atlántida.

Este curso están trabajando en la elaboración del instrumento de diagnóstico que defina la capacidad de cada centro, y en qué ha de mejorar, y cómo han de hacerlo los profesores, trabajando juntos. “Nuestro objetivo no es solo que se extienda a otras comunidades autónomas, sino que se convierta en un programa de cooperación territorial”, asevera Moya.

El instrumento lo están elaborando con los centros, y estará listo a finales de junio. En cuanto se aplique, cada centro sabrá si ha de mejorar su gestión del conocimiento, el tipo de cultura que ha generado… o la competencia personal de los profesores. : “Un profesor brillante en una escuela que ha desarrollado débilmente sus capacidades institucionales tiene muy poco impacto”.

Macarena Verástegui, responsable de investigación y programas de la Fundación Promaestro, valora este tipo de iniciativas, en la línea del programa Hamaika Esku del País Vasco, “por evaluar todo el sistema”: “El objetivo debería ser alcanzar una evaluación profunda de cada centro, en la que se destaquen las fortalezas, las debilidades y los retos de cada parte implicada para seguir mejorando. Marcarse como objetivo alcanzar los primeros puestos en esos rankings que están tan de moda y que cada uno interpreta como le conviene es un error”. Para Verástegui, “deberían ser los propios docentes los que liderasen la evaluación del desempeño, impulsando una cultura de feedback e intercambio profesional entre ellos”.

Aclaración

Javier M. Valle, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y coordinador del Grupo de Investigación sobre Política Educativa Supranacional, entiende que con este tema, que es partidario de abordar junto con otros como el acceso, la formación inicial y permanente, etc., existe una confusión de conceptos.

“Evaluación docente no equivale a control ni ranking, a poner nota, sino a un seguimiento continuo que permita al docente mejorar”. No se puede equiparar desempeño con rendimiento de los alumnos, sino con “la competencia para alcanzar unos objetivos concretos con unos alumnos concretos”.

Aboga por “constatar lo que se está haciendo en el aula mediante la observación, del mismo modo que el piloto siempre va con copiloto”. Además, defiende la existencia evaluadores externos muy formados: “Con el inspector no basta, pues no es un evaluador; su labor consiste principalmente en comprobar que se actúa conforme a la ley, y ese es uno de los problemas: que se asocia evaluación a inspección, control, sanción… pero a todos nos gusta mejorar”.

Lucas Gortázar, que es coordinar del ciclo de Educación de Politikon además de miembro del Proyecto Atlántida, entiende que tiene un efecto a más corto plazo que la selección de los mejores: “Para los que entran… se puede imaginar un futuro distinto, un sistema nuevo en toda su trayectoria pero, si nos fijamos en los que están, el impacto es ya”.

Asegura que los instrumentos están ahí: observación, rúbricas cualitativas enfocadas más a la materia o más generales, encuestas a docentes, a alumnos… “Cuando comparamos esas rúbricas y la progresión de los alumnos de principios de curso al final, vemos que predicen las mejoras en sus aprendizajes, no solo en lectura, matemáticas… también en desarrollo emocional, bienestar social…”.

Hay dos peros: “Es caro, pues hacen falta por lo menos dos o tres personas mirando la rúbrica para que el resultado sea fiable, y existe el problema de qué hacemos después con esas evaluaciones, porque los incentivos económicos no han funcionado como se esperaba, ha sido un pequeño fracaso”, relata.

Gortázar reconoce que en EEUU hay un cierto desgaste en torno a las evaluaciones: “Personalmente creo que puede haber espacios intermedios para que, con la evaluación, se logren mejoras sin que se genere alarma en el sector, por ejemplo, con formación específica en función de los resultados, con un modelo positivo, no sancionador y coercitivo. El potencial es muy grande, y me cuesta mucho pensar que alguien se puede oponer a ser observado y analizar después con un tutor o mentor ese vídeo, identificando qué ha de cambiar. El reconocimiento de los compañeros es fundamental”.

Evitar presentarlo como agresión

“No puede ser que tras 30 años enseñando no hayas podido contar con ninguna experiencia o actividad para reflexionar sobre tu práctica”, analiza la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid Elena Martín. Y eso en un país donde el problema del estancamiento que se percibe a los cinco o seis años de empezar se agrava, pues los salarios no son malos al entrar, pero tienen muy poco recorrido.

Para ella, la mejora del salario, en la línea de Asturias, es una opción (a su paso por el Ministerio, a finales de los 90, plantearon otras, como una licencia para realizar estudios en el extranjero), “pero es irrenunciable que repercuta además en mejorar la práctica docente”.

Cuestiona el trasplante del modelo de EEUU: “Su problema es que está ligado al aprendizaje de los alumnos y obliga a realizar pruebas estandarizadas que en sí mismas tienen repercusiones. En España pasar de no tener nada a algo así sería sumamente agresivo, y más si se hace sin abordar primero cuestiones relacionadas con la calidad de la enseñanza”, plantea Martín.

Y cita a Finlandia: “Allí el director, con mucho más poder que aquí, elabora planes de mejora anuales con cada docente, que van revisando asiduamente. Hay planes generales de centro, pero también individuales, lo que cumple una función formativa”, o la existencia de agencias de acreditación, como en las universidades. “Creo que conviene dejar claro que la evaluación, según cómo se haga y al servicio de qué meta, puede responder a concepciones de la función social de la escuela muy distintas”, zanja.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/05/08/evaluacion-del-desempeno-docente-hacia-el-aula-transparente/

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Motivación en el aula: haz que tus estudiantes se enganchen a tus clases

Por: David Soria

¿Quieres conseguir que tus alumnos se “enganchen” a tu lección? ¿Te gustaría aumentar su motivación para que aprendan de forma significativa? Entonces te interesa conocer la técnica de “El Gancho”.

La técnica de “El Gancho” consiste en cautivar la atención de tus alumnos en los primeros 3 minutos de clase.

Al principio de la clase necesitas llamar la atención de tus alumnos con algo verdaderamente interesante sobre la materia que estás a punto de cubrir. Puedes contar una breve historia relacionada con el contenido de la lección, mostrar un dibujo de lo que vas a tratar en la clase o relacionar el contenido de la lección con una situación de la vida real.

Veamos algunos de los ganchos más utilizados por profesores que motivan a sus alumnos y cautivan su atención independientemente del contenido que vayan a cubrir:

  1. Cuenta un cuento: Muchos maestros de primaria introducen la resta con llevadas con una historia de vecinos que se piden ayuda, azúcar, etc  y llaman a la puerta de las decenas.
  2. Crea una analogía: Compara un concepto que estés a punto de abordar con algo relevante en la vida de tus alumnos. El sonido /s/ al principio de palabra en inglés, se compara con una serpiente para que los más pequeños lo reproduzcan de forma correcta.
  3. Muestra un vídeo: Elige un vídeo musical que, de alguna manera, conecte con el contenido.  Si estudias probabilidad, puedes mostrar un vídeo en una casa de apuestas y preguntar por qué se paga más la victoria de unos equipos que la de otros.
  4. Describe algo único e importante: Muestra la importancia de lo que están a punto de aprender. Son muchos los eventos históricos que definen nuestro mundo actual. ¿Hablaríamos todos francés si el pueblo madrileño no se hubiese levantado contra las tropas francesas?
  5. Plantea un reto: Reta a tus alumnos con algo verdaderamente difícil que se puede resolver, en parte, con la lección que estás a punto de dar. De esta manera prestarán atención durante la clase para, quizás así, poder resolver un enigma especialmente motivador.

¿Qué hace que un gancho funcione?

  • Un buen gancho es corto. Un gancho es una breve introducción que atrae la atención de los alumnos en unos minutos. Les hace estar alerta y motivados durante el resto de la lección.
  • Un buen gancho cede el paso. Una vez ha cumplida su función, un buen gancho deja que el protagonismo lo asuma el grueso de la lección.
  • Un buen gancho es positivo y energético. Un buen gancho no se centra en dificultades propias al tema de estudio. Ya habrá tiempo para eso.

¿Hace falta usar un gancho en todas las lecciones?

No necesariamente. Una vez se ha introducido una unidad, tus alumnos necesitan anticipar los objetivos que se espera que cumplan, pero eso no implica tener un gancho para cada lección. Lo mejor es reservar los mejores ganchos para el comienzo de una unidad didáctica.

Ya sabes: Si quieres tener alumnos motivados, utiliza unos breves minutos al principio de tus clases para atrapar su atención con un gancho. Será una pequeña inversión de tiempo que devolverá importantes beneficios en forma de aprendizaje significativo y atención por parte de tus alumnos.  

Fuente: http://blog.tiching.com/motivacion-aula-haz-tus-estudiantes-se-enganchen-tus-clases/

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Colombia: «No es posible pensar en educación sin tecnología de aquí en adelante» Entrevista a Eugenio Severín

América del Sur/Colombia/6 Mayo 2017/Autor y fuente: Semana Educación

Semana Educación habló con el investigador chileno Eugenio Severín. El experto considera que la tecnología es una herramienta fundamental para la enseñanza y que puede revolucionar el rol del docente.

Eugenio Severín es el director del programa ejecutivo “Tu clase, Tu país”, un programa que desde hace cinco años se implementa en Latinoamérica para mejorar el nivel de formación de los docentes. El investigador chileno estuvo recientemente en Bogotá como invitado a dictar una conferencia en la Cátedra de Pedagogía, un evento en el que participaron más de 700 docentes y en donde se socializó el Sistema Distrital de Formación Docente, el cual pretende ofrecer a los maestros la posibilidad de capacitarse.

Semana Educación (S.E.): ¿Qué significa ser un buen profesor?
Eugenio Severín (E.S.): Un buen profesor es una persona capaz de lograr que sus estudiantes aprendan lo que necesitan para la vida. Sin embargo, resulta ser una respuesta tan obvia y tan amplia que termina no diciendo mucho. Yo creo un profesor tiene que ser una persona que es capaz de diseñar experiencias de aprendizaje significativas para sus estudiantes. Tal vez uno de los grandes retos de hoy es el cambio del paradigma del docente, pues antes era quien transmitía el saber; ahora lo que hace es producir experiencias de aprendizaje para sus estudiantes.

S.E.: ¿En qué consiste el proyecto “Tu clase, Tu país” y en qué ha contribuido en la enseñanza en Latinoamérica?
E.S.: “Tu Clase, Tu País” es un proyecto que tiene ya casi cinco años y busca mejorar la calidad de la formación y el desarrollo profesional de los docentes. Lo esencial de esta estrategia tiene que ver con hacer un acto de confianza en los profesores y poner al docente como actor de su propio desarrollo profesional. Durante muchos años en América Latina se impuso la lógica de que los sistemas públicos eran los que decidían lo que los profesores tenían que saber hacer y trabajar en el aula, y yo creo que lo que hoy tenemos que hacer es devolverle al profesor su carácter profesional. El maestro es el que está en el aula, él es el que conoce a su estudiante y su contexto y él es el que tiene que tener contenido, criterio, herramientas y conocimientos que le permitan tomar buenas decisiones.

S.E.: ¿Qué tan valorada es la labor del profesor en Latinoamérica?
E.S.: Ciertamente, en muchos países, la figura del maestro no está valorada y por eso su labor se ha desprofesionalizado. A los profesores los fuimos convirtiendo en ejecutores de guiones, de recetas, de currículo, de guías. Como eran unos ejecutores de prácticas no es necesario pagarles tanto, y como no es necesario pagarles tanto, lo que fuimos perdiendo fue que las mejores personas, las mejores mentes, la gente más preparada y más inquieta, decidió dejar la profesión docente. Yo creo que hemos hecho un largo camino de deterioro de la labor y del valor del profesor, y tengo la impresión de que en los últimos cinco o seis  años en América Latina hemos empezado a revertir eso. Creo que las políticas de formación docente, de desarrollo profesional, incluso de salario, van en la dirección contraria: revaloran el rol del docente y lo vuelven a poner en el centro de la experiencia. La calidad de la educación no depende de ningún otro factor que de la calidad de la experiencia que el docente le proponga a los estudiantes.

S.E.: ¿Qué experiencias exitosas conoce en formación docente que hayan tenido un gran impacto en los estudiantes?
E.S.: A mí me tocó conversar con una profesora que permitía que los estudiantes tuvieran dispositivos como teléfonos, tabletas y computadores en el aula. Su clase consistía en lo siguiente: ella planteaba una serie de conceptos en la clase y decía: “hoy vamos a ver estos cuatro conceptos”. Uno de los conceptos ella lo iba a explicar mal intencionalmente, y los últimos diez minutos de la clase consistía en que los estudiantes, usando sus dispositivos, tenían que descubrir cuál era el concepto que ella había enseñado mal. Al final, los estudiantes que gastaron 10 o 15 minutos en descubrir el error aprendieron mucho mejor los cuatro conceptos que si solo se hubieran quedado con la clase expositiva de la profesora y sin ningún error. La tecnología ahí está utilizada como un instrumento; lo esencial es el diseño de una experiencia lúdica, que les permita a los estudiantes cuestionarse al respecto del aprendizaje y del contenido del aprendizaje. Entre otros casos, conozco también el de una profesora de Historia que descubrió que sus alumnos eran muy buenos editando y haciendo películas en el teléfono, entonces lo que hacía es que en cada clase designaba un grupo de dos o tres estudiantes que tenían la tarea de grabar la clase y de convertirla en un clip de tres minutos. La clase siguiente miraban el clip que el grupo había hecho y discutía si el clip resumía bien la clase o no. Es una experiencia pedagógica riquísima y didáctica en torno a la Historia. Y otra vez la tecnología estaba ahí como un instrumento para que esa experiencia pudiera operar.

S.E.: ¿Cuándo la tecnología puede llegar a ser perjudicial en la educación?
E.S.: No es posible pensar en educación sin tecnología de aquí en adelante. Una educación que prescinda de tecnología sería una práctica que no está formando para la sociedad de hoy, y de esta manera no cumpliría su misión fundamental. Cuando ponemos a la tecnología en el centro de la preocupación terminamos desperdiciando los recursos tecnológicos y perjudicando las experiencias educativas. Lo que hemos aprendido es que la tecnología es un instrumento que sirve para proponer a los estudiantes experiencias de aprendizaje significativas. Y otra vez, no es posible ninguna experiencia significativa para los estudiantes del siglo XXI si no se incorpora la tecnología. Para los estudiantes, la tecnología es un componente fundamental de sus vidas, es parte de su cultura y es parte de su identidad.

SE.: ¿Cuándo para la sociedad puede llegar a ser perjudicial la tecnología?
E.S.: Yo creo que es como con todo en la vida. Cuando la tecnología nos aleja de los otros, en vez de acercarnos, cuando la tecnología nos oculta la verdad, en vez de mostrarnos la realidad, es cuando se convierte en un obstáculo, y eso no tiene que ver con la tecnología, tiene que ver con el uso que nosotros como seres humanos le damos. La misma tecnología que nos permite conocer la realidad casi instantáneamente y saber lo que pasó hoy en Alemania o en Turquía, se usa para crear noticias falsas y generar emociones en la gente a partir de hechos falsos. ¿Qué es lo que hace la diferencia? ¿Es la tecnología? No, es lo que hacemos nosotros como seres humanos, y otra vez, eso nos vuelve a poner en el centro de la educación: cómo aprendemos a distinguir el buen uso y el mal uso de la tecnología, eso es educación.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/tecnologia-uso-de-herramientas-tecnologicas-en-la-educacion/523919

Fuente de la imagen: https://www.tuclase.net/img/noticias/eugenio_severin_educa.png

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La formación en clave de transformación: los retos en la Universidad

Dr. Luis Peñalver Bermúdez

Universidad Pedagógica Experimental Libertador

Voy a iniciar esta conferencia, expresando mi agradecimiento a las autoridades que nos acompañan y a la cohorte 2014-II, sede Carúpano, del Doctorado en Educación del Instituto Pedagógico de Maturín – Universidad Pedagógica Experimental Libertador, por asumir la responsabilidad como Comité Organizador del 1er Encuentro Doctoral, titulado Visión Crítica en Tiempos de Formación y Transformación.

Una bienvenida especial, a quienes han hecho los esfuerzos para acompañarnos en este evento y los mejores deseos a mis colegas que participarán, tanto en el Foro: Pensar y escribir la tesis doctoral; como a quienes presentarán sus Proyectos Doctorales en Educación.

Las palabras que hoy compartiré en esta mañana, corresponden, más bien, al planteamiento de inquietudes, de interrogantes. No estamos acá con alguna intención de hacer específicas aclaratorias o a disponer verdades, de esas que nadie considera. Realmente, no estamos interesados en algo como eso ocurra, ni ahora, ni después. Esperamos, más bien, exponer algunas maneras de como se pronuncia la formación en el espacio de la universidad y como es literalmente cercada, en muchos casos, acudiendo a espacios discursivos de “confort”. No por la aparente comodidad de acudir a ciertas palabras, sino, justamente, porque ni se discuten ni se reconsideran. Es decir: no dan que pensar.

En esta perspectiva, correr riesgos es nuestra salvaje pretensión y nuestra total responsabilidad, que no pretendo hacerlos suyos; ni dejar como fardo abandonado, como si no tuviera que ver conmigo. De lo que diga hoy, por favor, que no se intente culpar al Comité Organizador o a las autoridades que nos acompañan. Aquí, la consigna es estar atento a las cuestiones sobre formación o pretendidamente vinculadas con formación y educación, pues, a veces, mucho de lo que se nombra en la educación de hoy, que hasta parece y suena como de educación y define su lógica discursiva desde la educación, no es, ni colateralmente, de la educación.

Con ello no estoy haciendo un dramático llamado a enfrentar tales y cuales tendencias u orientaciones, tales o cuales perspectivas o tales y cuales tentaciones. Al estilo de Michel Foucault, hay que encargarse de mirar su propia caja de herramientas y tener la actitud para apreciar que hay otras formas de pronunciar la formación, acuerdos y desacuerdos de por medio.

Por ello, la pretensión crítica que exponemos, es también una forma de resistencia y de resistir a través de la interrogación. No de las respuestas, sino de la interrogación. “Por este espacio en común, ha sido posible que aquí nos encontremos quienes, sin pretensiones de tener la primera, ni la última palabra, apuestan a aquello que da que pensar y a lo que siempre queda por pensar”[1]. Y, atención, recuerden que cada quien tendrá, al estilo del Zaratustra de Nietzsche, que elaborar su propio recorrido.

A propósito del tema de la formación, a veces nos luce que hay un excesivo aferramiento a ciertas palabras, a palabras de signos vacíos, de discursos carentes de sentido, de voces quebradas por una cultura massmediatizada en el espacio educativo; de palabras, más bien, que son palabras máscaras, porque deliberadamente esconden una visión del ser humano, un sentido de la formación, unas claves epistemológicas, un iceberg moral, una manera de ser y estar en el mundo. Solicitándoles que me disculpen por el lugar común: la formación es más que la formación. Carlos Skliar y Magaldy Téllez, nos dicen que “Se trata de gestos que también encontramos en el campo discursivo concerniente a la educación, cuando, por doquier, aumenta la sensación relativa a la impotencia de las instituciones educativas para hacer frente a los desafíos que comporta el conjunto de transformaciones en los tejidos socioculturales, en las formas de producción y transmisión del conocimiento, en las redes de sentido, en las maneras de relacionarnos con el mundo, con los otros y con nosotros mismos”[2].

Identificando otros aspectos, también habría que decir que en la sociedad en que vivimos se han acumulado graves problemas histórico-estructurales. La pobreza, el desempleo, la inseguridad, la violencia, la intolerancia, el racismo, el odio, representan buena parte de esos componentes fundamentales que a veces presenciamos con demasiada determinación en los comienzos de este siglo XXI.

¿Y el panorama educativo, de formación? Los procesos de gestión que requiere la educación (léase también: formación) venezolana en general y la educación universitaria en particular, exigen desplegar teodolitos epistemológicos que permitan visualizar los accidentes, las rugosidades topográficas de lo que ha venido siendo y lo que de cierta manera es lo educativo venezolano. Ahora, tal acercamiento a ese complejo campo de problemas, no sería conveniente calificarlo, exclusivamente, como un estudio situacional o un análisis de situaciones, un profundo estudio diagnóstico, una indagación de coyuntura y… tarea culminada. El asunto, más bien, hay que colocarlo en una perspectiva de máximo interés institucional, de referencia actitudinal de quienes estamos involucrados, de pulsión ética, de concebir y excitar nuevas experiencias, de auténtica voluntad.

Para tener una mirada profundamente escrutadora, que permita ver más allá de lo evidente, que traspase los inventarios externos de caracterización, de simplonas descripciones agotadas en el causaefectismo y problematización, es necesario apertrecharse de la posibilidad tanto de encarar el campo de interés en pulsión, como de los retos que requieren, ahora más que nunca, respuestas en clave de auténtica trans-formación.

Pues, ya lo decía: no pretendo, en modo alguno, sacar a nadie de sus singularidades, regularidades y seguridades, con las cuales se ha elegido vivir; digo, porque la formación, creo, es, sobre todo, para vivir y vivir intensamente, hasta el éxtasis.

La nueva evangelización ni las nuevas profecías en la educación, no están en mi libreta de anotaciones ni en mi agenda de trabajo; por eso, tampoco van a aparecer: emprendimiento, coaching, competencias, educación virtual, psicopedagogía, educación emocional, neuroeducación, transformación curricular, etc. Lo que si está, sin dudas, es seguir fraguando con la pedagogía, con la formación, sentidos para la subjetividad y la libertad, las luchas y la resistencia, la incertidumbre, la finitud, la pasión, el afecto, la ciudadanía, la política, el amor, la crítica, el pensar, la condición humana, el ser, las emociones.

En plena efervescencia de acontecimientos que abundan como lluvia despiadada de meteoritos culturales, de granizo cognitivo, de torrentes de sensibilidades, de brumas ética-estéticas, la generalidad del clima, en todos los frentes posibles, se muestra tal cual es: con posibilidades de transformación.

En el campo de la educación, como formación para la transformación, pueden generarse otras perspectivas. Ante el empuje de los saberes fragmentarios, sería una oportunidad para el estudio de lo universal; ese saber parcelario en estricto requiere una respuesta creativa, donde lo universal sea referente de situaciones que afectan la vida y la sobrevivencia; una nueva formación pudiera contribuir en la búsqueda de sentido institucional, social, personal; las instituciones de educación universitaria, pudieran conjugar esfuerzos para que la actitud transformación se haga presente en las estructuras y programas, en la organización y en la gestión; la transformación, que refiere visión y experiencia, pudiera ser una vía para la creación de un nuevo arte de vivir, de una formación como

estética de la existencia, con propiedad de autodeterminación; para consolidar espacios de formación donde ciencia y cultura sean puntos de encuentro.

Una nueva formación será inseparable de una nueva visión y de una experiencia vivida. Sería una vía de autotransformación orientada hacia el conocimiento de uno, en y con los otros, hacia la unidad del conocimiento y hacia la creación de un nuevo arte de vivir. Es la formación como estética de la existencia, de una formación que tenga por centro la vida, entendida como fuerza por la que se vibra constantemente; de una formación donde el tema de la libertad recorra cada espacio, cada momento, cada acontecimiento. Pudiera pensarse en una libertad distinta, entendida como autonomía de la voluntad, como la propiedad de autodeterminación. Comenzar a saborear unos tonos sobre esta formación por la libertad, implica el más grande de los riesgos del ser humano: volverse hacia sí mismo y hacia los otros; puede que esta sea la experiencia estética en sí. De otra manera: una idea de formación que haga posible volverse hacia sí mismo y hacia los otros, constituye un arte: el arte de la existencia, de la existencia dominada por el cuidado de sí con los otros.

Un espacio inicial para el debate en perspectiva, pudiera tener varias claves o asuntos de interés, a los que quisiera darles un tono interrogativo, reflexivo y crítico.

Los referentes que dispongo, son los siguientes[3]:

1. Nuestros encuentros, pulsiones y textos sobre formación ¿podemos conectarlos con los horizontes ontológicos, estéticos y políticos en la educación, alentando claves de formación como transformación, redimensionando las reflexiones de la formación, e iniciando, con pasión desmedida, otra actitud; corriendo el riesgo, incluso, de enfrentarnos a nuestras propias subjetividades?

2. ¿Será que al nombrar desde el lenguaje de la subjetividad el campo de la educación y de la formación, también pueda ser nombrado nuestro ser y el ser del otro? ¿De evocar una formación que además tenga la posibilidad de nombrarnos como seres humanos?

3. ¿Nos podemos referir a la formación como acontecimiento de experiencias, como aquello que nos modifica, nos transforma, nos hace de otra manera, nos revierte en alguien con otro ser?

4. ¿Será que mientras le hacemos frente a los retos de nuestro tiempo, como la creación conocimiento, la propuesta de formación integral, la construcción de aportes al país, la emergencia de una nueva

ciudadanía; también le daremos con fuerza desmedida a la búsqueda de la auto-transformación, la creación de un nuevo arte de vivir, a lo humano del ser humano?

5. ¿Cómo se desarrollaría una formación que también integre la actitud para invitar a otros modos de pensar, vivir y ser? Pensar con visión relacional; vivir construyendo otras posibilidades civilizacionales cuyos privilegios sean la vida misma, la dignidad del ser humano, comprender el mundo y comprender el sentido de la vida; ser con valores como: transculturalidad, dialogicidad y tolerancia. Implicando compromiso ético, reconociendo diversas fuentes de realidad, promoviendo el diálogo creativo entre disciplinas y transcenderlas, acercar ciencias y experiencias, privilegiar la multireferencialidad, incorporando la intuición, la imaginación y la sensibilidad como propiciadores de saberes.

6. ¿Cómo impulsar las oportunidades para, propiamente, concebir los pensamientos, concebir nuestros pensamientos? ¿Cuáles serían las estrategias, precisamente, donde la experiencia pedagógica fundamental fuera aquella que anima a pensar, que da que pensar? Volver a pensar, rehacer los pensamientos y pensar nuestros propios pensamientos, pudiera ser la nueva oportunidad del colectivo académico. De lo que se trata, es de darle chance auténtico a la posibilidad múltiple de componentes estéticos, políticos, sensitivos, cognitivos para llegar a ser nosotros mismos.

7. ¿Sera que en una formación otra, la palabra en juego, sea una palabra de reafirmación; de la reafirmación de sí mismo, de la reafirmación de la vida, de lo que siento, de lo que tengo, de lo que amo? En la formación que acariciamos, ¿una palabra escrita, leída o pensada en clave de auténtica formación o transfiguración, es también una palabra que escribe nuestra vida, que lee nuestra vida, que piensa nuestra vida y la vida con los otros?

8. ¿Cómo será en la formación una nueva cultura de investigación, donde veamos integrados a esos profesores que investigan, estudian seriamente, conocen por donde andan sus campos de interés, tienen información epistemológica profunda, consideran impostergable la crítica teórica, inventan o recrean métodos de investigación, escriben y enseñan lo que investigan, promueven proyectos colectivos y enseñan a investigar, investigando?

9. ¿Desde dónde comenzar a saborear unos tonos sobre la formación que impliquen el más grande de los riesgos del ser humano, como es volverse hacia sí mismo? Puede que esta sea la experiencia estética en sí. De otra manera: una idea de formación que haga posible volverse hacia sí mismo y hacia los otros, constituye un arte: el arte de la existencia.

10. ¿Sera que ahora en vez de graduar doctoras y doctores, graduemos doctoras y doctores como obras de arte para la vida?

Al final, como pueden ver, no se trata, al menos en este debate, de creyentes y creyentes en otras cosas. No estamos discutiendo fundamentos de alguna nueva y extraña fe. No buscamos ejercicios ni estrategias de algún sospechoso apostolado que estamos fraguando. Les voy a comentar de qué se trata. Solo nos interesa lo humano del ser humano, la vida con intensidad, de sí y del otro.

Encender la hogueras para hacer “sanidad” epistemológica, filosófica, política, pedagógica, educativa y cultural, no eliminará los aquelarres cada vez más frecuentes, ni los acontecimientos teóricos que impulsen maneras distintas de pensar la formación en la universidad.

Aun nuestras vidas pueden estar muy pendientes de los aleteos que lanzan los dogmatismos pedagógicos y los totalitarismos educativos y entonces acudimos, consecuentemente, al discurso que ordena, que dirige, que se expresa con fuerza dogmática de orientación, como si fuera bula sacra. En nuestros proyectos, tesis y ensayos, hay mucho de eso. Y desprenderse, puede ser que nos ocupe toda la vida. Entonces, si vale la pena pensar la formación de otro modo.

Muchísimas gracias!!!

Citas y Notas

0.- Conferencia leída el 20 de abril de 2017, en el 1er ENCUENTRO DOCTORAL: VISIÓN CRÍTICA EN TIEMPOS DE FORMACIÓN Y TRANSFORMACIÓN, realizado en la ciudad de Carúpano.

1.- Magaldy Téllez (Comp.), en: Otras miradas, otras voces. Repensando la educación de nuestros tiempos. Buenos Aires: Novedades Educativas, 2000, p. 9.

2.- Carlos Skliar y Magaldy Téllez: Conmover la educación. Ensayos para una pedagogía de la diferencia. Buenos Aires: Noveduc, 2008, p. 8.

3.- Buena parte de estas consideraciones están en nuestra tesis doctoral: La formación docente en Venezuela.

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Colombia: Los 500 docentes más innovadores del país se darán cita en ‘Virtual Educa 2017’

Colombia/04 mayo 2017/Fuente: HSBnoticias

Cerca de 30 mil docentes de educación preescolar, básica, media y superior se darán cita, del 13 al 16 de junio próximos, en Virtual Educa 2017, el evento más importante de innovación y tecnología en educación de América Latina.

La actividad, que se desarrollará en Corferias, en Bogotá, la organiza el Ministerio de Educación Nacional (MEN) en alianza con el Ministerio de las TIC, el Sena y ‘Computadores para educar’, y con el apoyo de la OEA y Virtual Educa Fundation.

Carlos Lugo Silva, jefe de la Oficina de Innovación Educativa con uso de Nuevas Tecnologías del MEN, dijo que durante esta versión de Virtual Educa estarán presentes investigadores de universidades que se dedican a estudiar los impactos positivos que tiene la tecnología en la educación.

«La tecnología al servicio de la educación es lo que trataremos en ese espacio. Es pertinente enfocar muy bien lo que es el uso de la tecnología en nuestro país, pero con fines educativos y constructivos, que es el verdadero uso que se le debe dar a estas herramientas», dijo Lugo Silva.

Agregó que los preparativos para la actividad académica se vienen realizando a buen ritmo y que ya están confirmados delegados de Latinoamérica y el Caribe, la presencia de 120 ponentes internacionales y la realización de 7 foros y 30 seminarios, entre otros.

Uno de los eventos que más llama la atención es el encuentro de 500 docentes innovadores del país, que presentarán y hablarán de los proyectos y los programas que han desarrollado haciendo un uso adecuado de la tecnología.

«Hoy Colombia es referente en Latinoamérica en innovación educativa -apuntó Lugo-: desde hace 17 años se cuenta con programas que han permitido que la tecnología de primer nivel llegue a todos los rincones del país, la conectividad se ha fortalecido y las universidades han hecho un gran trabajo en esa área, con un crecimiento importante de la oferta de virtualidad, además que existen en el país cinco centros de innovación educativa».

Fuente: http://hsbnoticias.com/noticias/nacional/los-500-docentes-mas-innovadores-del-pais-se-daran-cita-en-v-300683

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Brinda apoyo a tu hijo en sus cambios educativo

Por: Mariana Tello / Helymar Márquez

El inicio del año escolar trae cambios significativos en los escolares quienes se enfrentan a nuevos retos, para muchos el primer contacto con el colegios, otros su primera vez en primara mientras que los más grandes se inician en el bachillerato.

Las palabras adaptación y paciencia son primordiales en esta etapa, tus hijos necesitarán mucha empatía y trabajo en equipo para que sea una experiencia de crecimiento y, aprendizaje sin problemas.

Estos procesos explica la psicóloga Helymar Márquez trae cambios significativos en el desarrollo educacional de los niños que requieren el apoyo de los padres y maestros.

“Existen unos periodos especiales en donde es necesario ofrecerle a los niños apoyo físico y emocional ya que pueden ser momentos un tanto críticos para muchos. Por ejemplo el inicio al preescolar, al primer grado y el inicio del bachillerato. Todos estos momentos requerirán de paciencia ya que se requiere de un periodo de adaptación al nuevo sistema de educación a la cual los niños estaban acostumbrados”.

La psicóloga destaca que  “Hay que tener presente que esta adaptación dependerá de las destrezas de cada niño pero a manera general puede llevarles alrededor de 3 meses es decir el primer trimestre del año escolar. Durante este período es importante brindarles a los niños palabras de aliento, contacto a través de abrazos y sobre todo paciencia a sus posibles frustraciones en esa búsqueda de adaptarse, paciente para el llanto de los más pequeños y estrategias de gestión de tiempo y planificación para los adolescentes”.

Márquez les recuerda a los padres lo importante de ponerse en el lugar de sus hijos y la necesitad que juntos, en familia se abra paso con apoyo a la nueva experiencia.

“Todos pasamos por esos periodos de adaptación en nuestra vida en muchas ocasiones así que mientras más apoyo se siente más rápido será el ajuste. Acciona no dejes de brindar tu apoyo a tus hijos ellos te esperan”, dijo Helymar a PITOQUITO

Fuente: http://www.panorama.com.ve/pitoquito/Psicologa-Brinda-apoyo-a-tu-hijo-en-sus-cambios-educativo-20160927-0090.html

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Argentina: Inicia Diplomatura Universitaria en Enseñanza de Derechos Humanos

Argentina/04 mayo 2017/Fuente: El Eco

Esta propuesta educativa tiene por objetivo promover la formación en Derechos Humanos de los profesores, maestros y todas aquellas personas que desempeñen la función docente en los distintos niveles educativos.

Estructura curricular (nueve asignaturas): Concepto y evolución de los Derechos Humanos. Derechos Humanos de Niños, Niñas y Adolescentes. Igualdad y no discriminación. Pedagogía. Género y Derechos Humanos. Sistemas Internacionales de Protección de Derechos Humanos. Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Educación, Políticas Públicas y Derechos Humanos. Didáctica.

Cuerpo docente: Laura Giosa (foto), Emiliano Buis, Viviana Sosa, Guillermina Zabalza, Victoria Schiro, Diego Fernández, Florencia Cala, Guadalupe Venanzi, Alejandra Ballester, Claudia Floris Valeria Pellegrino y Verónica Walker (UNICEN). Patricia Gómez, Federico Di Bernardi, James Vértiz Medina y (otras universidades).

Carga horaria total: 210 horas, de dictado quincenal. Respecto al inicio de cursada será el viernes 5 de mayo. La modalidad de dictado es viernes de 17 a 21 hs. y sábados de 9 a 14 hs. preferentemente cada quinces días.

Condiciones de admisión: Poseer título terciario o universitario de grado o pregrado, o título equivalente que provenga de carreras de tres o más años de duración abocadas a la Educación (profesor o maestro en el nivel inicial, primario, media o superior), el Derecho o carreras afines.

Costo: Matrícula $ 900 + nueve cuotas mensuales de $ 900.- (total $ 9.000). Descuento para graduados UNICEN y por pago total o entrega de cheques diferidos.

Documentación para la pre-inscripción: Completar formulario y enviado a posgrado@der.unicen.edu.ar

Descargar formulario en la web www.der.unicen.edu.ar/diplomatura

Informes: Rectorado-Secretaría Académica (UNICEN), Pinto 399, piso 2°, 9 a 14 horas (At. Valeria Pellegrino).

Fuente: http://eleco.com.ar/interes-general/inicia-diplomatura-universitaria-en-ensenanza-de-derechos-humanos/

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