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Entrevista al historiador y doctor en Ciencias Políticas belga Eric Toussaint, del CADTM «Lanzar un gran frente internacional contra la extrema derecha»

Por: Sergio Ferrari

Ecos del Foro Social Mundial de Nepal, 15 al 19 de febrero 2024

Casi al concluir una nueva edición del Foro Social Mundial (FSM) que se realizó en Katmandú, Nepal, entre el 15 y el 19 de febrero, llega el momento del balance. “Se trató de una convocatoria muy positiva para la región. Debemos, sin embargo, mirar hacia adelante, impulsando iniciativas concretas en una coyuntura internacional compleja marcada por la ofensiva de las fuerzas de extrema derecha”, afirma el historiador y economista belga Eric Toussaint. Fundador y portavoz del Comité por la Abolición de las deudas ilegítimas (CADTM), Toussaint participó en el FSM, en el cual su organización promovió siete actividades que contaron con amplia participación. Entrevista.

Positivo, pero…

P: ¿Cuál es su balance de esta nueva edición del Foro Social Mundial que acaba de concluir?

Eric Toussaint (ET): Fue muy positivo, fundamentalmente por la participación de muy diversos sectores extremadamente oprimidos. Me refiero entre ellos a los Dalit, la casta de los intocables; pueblos nativos y originarios históricamente marginados pero muy organizados; fuerzas sindicales; muchas militantes feministas de zonas populares. La presencia mayoritaria fue de Nepal y de India. Los organizadores contabilizaron 18 mil inscripciones [de más de 90 países] y en la manifestación de apertura, el jueves 15, se movilizaron entre 12 y 15 mil participantes. En conferencias, talleres y actividades culturales, cada día, hubo no menos de 10 mil personas. Fue una excelente decisión de venir a Nepal. Se trata de un resultado incomparablemente mejor que la edición anterior del FSM de México en mayo de 2022.

Sin embargo, el FSM como tal, no llegó a alcanzar la misma representación que tuvo en su primera década de existencia, a partir de su fundación en Porto Alegre, Brasil, en 2001. Casi no vi en Nepal europeos, latinoamericanos y africanos. En síntesis, un buen nivel de convocatoria regional pero débil presencia de otros continentes. Lo que demuestra las dificultades que tiene el FSM para tomar iniciativas globales de real impacto.

Falta una dinámica internacional movilizadora

P: ¿Evalúa que no logró superarse la última gran convocatoria presencial del FSM de 2019 en Salvador de Bahía, Brasil? Tomo como referencia de comparación el evento de 2019, ya que la edición de México de 2022 se realizó en una muy particular situación postpandemia que condicionó significativamente su capacidad de convocatoria.

ET: No solo eso. Si pensamos en esa edición de Salvador de Bahía de 2019, aunque con bastante participación, se redujo esencialmente a la región del nordeste con representaciones de algunas otras zonas de Brasil. Desafortunadamente la presencia de otros continentes fue débil.
Ahora percibimos una realidad contradictoria. Por una parte, el Foro Social Mundial no constituye más una verdadera fuerza amplia de atracción y propulsión. Por otra, es el único espacio mundial que todavía existe. Y por eso para el CADTM, sigue siendo importante participar.

Estoy persuadido que si el FSM tuviera fuerza real — como la que alcanzamos en 2003 cuando convocamos a las grandes movilizaciones por la paz y contra la guerra en Irak– hoy su poder sería significativo: tanto para confrontar el genocidio en Palestina como para ayudar a construir un amplio freno al crecimiento de la extrema derecha, fenómeno preocupante que se percibe en muchas regiones del mundo.

Cuando afirmo esto, me refiero, entre otros, a Narendra Modi en India, nacionalista, antislam y anti musulmán, violento; a Ferdinand Marcos Junior en Filipinas, no solo heredero de la dictadura familiar sino del represor Rodrigo Duterte; al retorno reaccionario en Túnez, cada vez más similar a la antigua dictadura de Ben Alí, previa a la primavera magrebí. En Europa, se dan proyectos extremistas y guerreristas como los de Vladimir Putin en Rusia, Giorgia Meloni en Italia, Viktor Orban en Hungría y en Ucrania, donde gobierna un gobierno neoliberal derechista pro OTAN También pienso en las amenazas reales de Chega, una nueva extrema derecha en Portugal (que no tuvo esta fuerza entre 1975 y hasta hace apenas 3 años) que aspira a convocar al 20% del electorado; la posibilidad de victoria de Marine Le Pen en Francia; VOX en España; la victoria electoral del partido de extrema derecha en los Países Bajos, la AFD  (Alternativa para Alemania) etc. Y sin pretender mencionar a todas estas expresiones reaccionarias, en América Latina, señalo a personajes como Nayib Bukele en El Salvador o Javier Milei en Argentina. Este último con un programa económico-social más radical que el propio Pinochet en el Chile dictatorial. Todo esto en el marco global de una posible victoria electoral de Donald Trump en las próximas presidenciales de Estados Unidos. Y dejo para lo último, por la brutalidad que representa: Benjamin Netanyahu en Israel, impulsando un proyecto racista, genocida y colonialista.

Nueva propuesta

P: Si el Foro Social Mundial no tiene la fuerza para convocar en una realidad mundial que usted describe como dramática, la pregunta es obvia: según su percepción ¿qué deben hacer los sectores progresistas a nivel internacional?

ET: Pienso que la fórmula de un FSM solo con movimientos sociales y ONG, pero sin partidos políticos progresistas (tal como lo definía la Carta de Principios de 2001) no permite luchar de manera adecuada contra la extrema derecha. Frente al auge de estos sectores y de proyectos fascistas, debemos buscar otro tipo de confluencia internacional. En ese sentido el CADTM junto con otros actores sociales, hemos tomado contacto con el PSOL (Partido Socialismo y Libertad) y el PT (Partido de los Trabajadores) de Porto Alegre, cuna del Foro Social Mundial a partir del 2001, para proponerles la creación de un Comité Organizador que convocaría una reunión internacional en mayo para discutir cómo seguir, en la perspectiva de un gran encuentro dentro de un año. Con una visión amplia para integrar movimientos sociales de todo tipo, feministas, luchadora-es por la justicia climática, creyentes progresistas, sectores sindicales etc., por citar solo algunos ejemplos, en la perspectiva de plantearnos cómo resistir mejor a la extrema derecha. Podrían sumarse activamente actores importantes como el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra de Brasil (MST). Si ellos en Brasil lograron con una propuesta amplia de alianzas políticas y sociales revertir el Gobierno de Jair Bolsonaro, es esencial sacar lecciones concretas. El Foro Social Mundial podría continuar, pero estamos convencidos que es necesario un marco nuevo de fuerzas capaces de re-movilizar.

P: Existen ya iniciativas como la Asamblea Internacional de los Pueblos que se plantean objetivos similares…

ET: Claro que deberían participar y jugarían un rol importante. Pero necesitamos una nueva iniciativa más amplia de frente único. Pensamos que se podría convocar ese primer encuentro en mayo 2024 en Porto Alegre, Brasil, y sería imaginable, por ejemplo, contar con una fuerte presencia desde Argentina, de fuerzas de izquierda radical junto con la izquierda del peronismo, organizaciones sindicales como la Central de Trabajadores de Argentina e incluso de la CGT (Confederación General de Trabajadores) y los muy diversos movimientos sociales y feministas. Seria una primera etapa hacia una gran conferencia en 2025, por ejemplo, en Sao Paulo si la alianza de izquierda (PT, PSOL, etc.) ganara las elecciones a la alcaldía en 2024.

La construcción de esta nueva iniciativa internacional sería amplia y diversa, incorporando diversas corrientes revolucionarias, la 4ta Internacional, la social democracia, pasando por la internacional progresista, en todo el abanico de sectores. Así también se debería convocar a organizaciones y personalidades progresistas de Estados Unidos (por ejemplo, Bernie Sanders, Alexandria Ocasio- Cortez, el sindicato del sector automotriz UAW que logro en 2023 una gran victoria). Y partidos y movimientos de la izquierda de Europa, de África, de Asia, de la región árabe, con sus diferentes expresiones. Ampliando la participación a personalidades comprometidas del mundo cultural, que aporten lo suyo, desde su propio sector. Hay que convencer a un máximo de fuerzas, que incluso deben superar diferencias y divisiones históricas, y que comprendan y acepten el gran desafío prioritario de la hora actual, es decir el combate contra la extrema derecha. Sabemos que una convocatoria de este tipo no será simple ni fácil: requiere gran generosidad y fuerte voluntad política. El complejo momento histórico y los peligros que enfrenta la humanidad y el planeta nos indican que es importante intentarlo.

«Lanzar un gran frente internacional contra la extrema derecha»

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Foro Social Mundial

Por: Noel Aguirre Ledezma

 

“Otro mundo es posible”, es el eslogan que identifica al Foro Social Mundial (FSM) que desde 2001 es el mayor encuentro de la sociedad civil en la búsqueda de soluciones a los problemas de nuestro tiempo. Es social porque su principal preocupación es la situación de la gran mayoría de la población mundial, de sus derechos sociales, en contraposición a la imposición de la supuesta única verdad de los mercados, la economía de corte capitalista y neoliberal. El FSM es una permanente lucha contra los determinismos del pensamiento único, es la reivindicación del pensamiento crítico, alternativo y alterativo y la esperanza.

El FSM es un espacio de debate democrático de ideas, para intercambiar experiencias y estudios, profundizar reflexiones y formular propuestas a partir de la articulación de movimientos “altermundistas”, entre ellos: movimientos sociales, redes, campañas, alianzas, etc., “que se oponen al neoliberalismo, al dominio del mundo por el capital y cualquier forma de imperialismo”; en cada una de sus versiones reúne a miles de participantes en cientos de actividades sobre diversos temas (desarrollo social, economía solidaria, medio ambiente, derechos humanos, educación, salud, democratización, arte y cultura, comunicación…) para contribuir a la transformación del sistema hegemónico actual. Según su Carta de Principios, el FSM se caracteriza por la pluralidad y diversidad; es un espacio abierto, participativo y articulador; se identifica como un proceso global y continuo en el que se propone un mundo alternativo. Desde la perspectiva educativa, el foro promueve una praxis liberadora para romper la estructura opresor-oprimido, a través de la corresponsabilidad y la autogestión.

En el presente año, ratificando el eslogan “Otro mundo es posible”, convencidos por la necesidad del “Reencuentro Mundial hacia la articulación de los Movimientos Sociales”, el Foro Social Mundial, en su 14ª edición, se realizó en la ciudad de México entre el 1 y el 6 de mayo de 2022. Además de la problemática identificada desde el primer encuentro, el FSM 2022 parte de la constatación que el mundo está en un momento crucial y definitivo profundizado en sus consecuencias por la crisis civilizatoria de carácter occidental y capitalista, la pandemia del coronavirus que por sus efectos sociales en realidad es una sindemia y la arremetida del “capitalismo cognitivo” de las empresas transnacionales de telecomunicaciones y tecnología a título de cuarta revolución industrial, además de la preocupación por la construcción de paz, la creciente migración y un contexto de guerras. Al Foro 2022 concurren más de “3 mil participantes de movimientos autónomos de mujeres y feministas, jóvenes, integrantes de diversas sexualidades, sindicalistas, comunidades de pueblos originarios, de la iglesia social, ambientalistas, antirracistas, del movimiento urbano, del campo, de organizaciones de migrantes, y de muchos otros ámbitos sociales; de más de 30 países de cuatro continentes en 789 talleres y asambleas realizados en 15 recintos del Centro Histórico de la Ciudad de México y de organizaciones sociales con más de 50 salas, patios y auditorios… Los temas incluyeron el clima, la agricultura en respeto con la tierra, la economía sostenible, los derechos humanos, el feminismo, las minorías, la educación, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, la cultura, la comunicación, la autodeterminación de los pueblos…” (sic)

En ese marco, los movimientos sociales tienen el reto histórico de crear propuestas alternativas frente a la explotación irracional de recursos naturales y de los trabajadores, la aceleración del “cambio climático, los flujos migratorios, los desplazamientos de población y con ellos la desestructuración de nuestras sociedades. Esta violencia económica, social y cultural es una forma de guerra permanente a la que está sometida la humanidad, que solo puede detenerse con un cambio radical del sistema” (Declaración final del FSM 2022). Como dice Gustavo Codas, representante de la Central Única de Trabajadores de Brasil: “Ya no basta con emprender la crítica del capitalismo neoliberal, hay que afirmar una contrapropuesta y organizar una fuerza política mayoritaria sobre la base de ese programa” en el que las acciones colectivas deben ponerse “en marcha sin demora”. Construir “Otro mundo posible”, además de ser un asunto ideológico y político, es cuestión de supervivencia y dignidad humana.

Noel Aguirre Ledezma es educador popular y pedagogo. Fue ministro de Planificación del Desarrollo y viceministro de Educación Alternativa y Especial.

Fuente de la información: https://www.la-razon.com
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Movimiento altermundialista choca con la pandemia

Por Sergio Ferrari

El Foro Social de las Resistencias reducido al formato virtual

La pandemia volvió a jugar una mala pasada al movimiento altermundialistamovimiento altermundialista. El Foro Social de las Resistencias, previsto entre el 26 y el 30 de enero en Porto Alegre, Brasil, solo podrá realizarse virtualmente.

A última hora, los organizadores debieron posponer para abril próximo la parte presencial de la convocatoria con la que se intenta conmemorar los 20 años de la creación del Foro Social Mundial (FSM). El país sudamericano contabilizó a mitad de la penúltima semana de enero en torno de 150.000 nuevos casos diarios de Covid, lo que constituye un récord desde el inicio de la crisis sanitaria.

El impacto del Ómicron en Brasil conspiró contra el Foro Social de las Resistencias, al cual habían confirmado su presencia representantes de numerosas organizaciones y movimientos sociales brasileros y latinoamericanos, así como delegada-os de diversos países. El programa original contemplaba catorce asambleas de convergencia e incluía, en paralelo, un Foro Social Justicia y Democracia. El nuevo programa del Foro Social de las Resistencias, rediseñado para su formato digital, fue anunciado el 23 de enero en el sitio oficial del mismo (https://www.forumsocialdasresistencias.org.br/_files/ugd/fb3f63_84e4d86c5c3b4e569d3f43c028edfcea.pdf ).

Se confirma el FSM para mayo en México

Ya está confirmado en el programa virtual, para el sábado 29 de enero, el Encuentro Transnacional de Redes en Camino hacia el Foro Social Mundial de México. “Lo proponemos como un espacio de encuentro que reúna a actores sociales de todo el mundo”, precisa Carminda Mac Lorin, directora general de la organización canadiense Katalizo (https://www.katalizo.org/ ) y una de las promotoras de esa convocatoria virtual. El objetivo es reflexionar sobre los contenidos que deberían integrar el programa del próximo Foro Social Mundial que se realizará entre el 1 y el 7 de mayo próximo en México, señala Mac Lorin en entrevista vía telefónica.
“Tenemos el convencimiento de que los foros sociales son llamas de esperanzas para la sociedad civil planetaria, especialmente en esta etapa tan compleja de la humanidad, explica la directora de Katalizo. Y agrega: “Nos proponemos, especialmente, crear espacios para que los jóvenes y los movimientos sociales que siguen promoviendo centenas de luchas locales y regionales en todo el mundo, puedan compartirlas, promoviendo agendas y confluencias”. Mac Lorin, quien además integra el Consejo Internacional del FSM, jugó un importante papel en la organización del FSM de Montreal, Canadá, en 2016.

Aunque reconoce “las dificultades y los obstáculos que la pandemia también le ha impuesto a la movilización social a nivel planetario”, ve señales de optimismo en amplios sectores de la juventud que quieren participar y reforzar los procesos de transición, especialmente en lo social y lo climático. “Teníamos previsto estar presentes en el Foro de las Resistencias de Porto Alegre con un grupo de jóvenes canadienses. A pesar de que no fue posible concretar el viaje por el cambio de programación debido a la pandemia, ya estamos preparando una delegación de un Colectivo de la juventud de nuestra provincia, Quebec, para participar en la convocatoria de México”, señala.

La activista altermundialista anticipa que el próximo FSM en la capital azteca contará con una fórmula híbrida, es decir, con actividades presenciales y otras virtuales. Será esencial integrar, subraya Mac Lorin, las experiencias del último Foro Social Mundial, que se realizó en enero de 2021 de forma totalmente virtual. Dicha convocatoria reunió a casi 10 mil participantes de 1.300 organizaciones de 144 países, quienes organizaron 800 actividades en línea.

Movimientos globales, confiados

El 27 de noviembre último, representantes de Movimientos Globales de África, Asia, Europa y América se reunieron con el Grupo Facilitador (grupo local de organización) del FSM de México y con miembros del Consejo Internacional del FSM. En esa cita digital se ratificó la convocatoria de mayo y se adoptaron mecanismos para que los muy diversos movimientos y organizaciones sociales se involucren activamente en los preparativos de la misma.

Además, se actualizó la agenda de las actividades que dichos movimientos sociales planean impulsar en los cuatro continentes hasta la cita en México. Por otra parte, se aprobó la constitución de cinco comisiones para asegurar el éxito del evento: programación; comunicación y difusión; movilización; sistematización, así como la que debe asegurar la implementación del método híbrido, es decir presencial y virtual, del evento alter mundialista.

Varios de los participantes en esa reunión preparatoria compartieron su preocupación con respecto a la posibilidad de que, al llegar a las fronteras mexicanas, periodistas y miembros de los movimientos sociales sean discriminados mediante restricciones migratorias y exploraron maneras de evitarlo.

A veinte años de su nacimiento en Brasil, el FSM, sin duda el principal espacio del movimiento altermundialista, se confronta no solo con la pandemia sino también con los retos de su propia sobrevivencia. No faltan las voces críticas: algunas señalan que el proceso que nació en Porto Alegre en 2001 ya está agotado; otras, proponen revisar la Carta de Principios (https://transformadora.org/es/sobre/principios ) que desde hace dos décadas enmarca conceptualmente al FSM, con la idea de que un cambio de la misma podría generarle una nueva dinámica a este espacio internacional.

Queda una rica historia de 20 años con decenas de encuentros multitudinarios — Porto Alegre, Mumbai, Nairobi, Belém de Pará, Dakar, Túnez, Montreal, entre otros. El de Salvador de Bahía, en marzo de 2018, fue el último con formato presencial y reunió a más de 80 mil participantes. Historia que reúne, también, centenas de encuentros temáticos, regionales y continentales, así como trascendentes movilizaciones ciudadanas en los más diversos rincones del planeta.

Dado por muerto – en muchas ocasiones –, por sus detractores, el FSM, concebido en 2001 como el “Anti Davos del Sur” (en contraposición al Foro Económico Mundial de Davos, Suiza) y siempre convencido de que Otro Mundo es Posible, se resiste a claudicar.

Aunque diezmado, continúa luchando por su existencia e intenta seguir dinamizando diversos actores sociales planetarios para encontrar alternativas viables a un sistema hegemónico ciego climáticamente y sordo ante las injusticias estructurales predominantes.

Movimiento altermundialista choca con la pandemia

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20 años no es nada o el reverdecer del Foro Social Mundial

Por: Aram Aharonian
Fuentes: CLAE / Rebelión – Foto: Ciranda.net

Es difícil explicar a aquellos que no lo vivieron, cómo era nuestro mundo al inicio del milenio, dos décadas atrás, cuando la tecnología digital aún estaba en pañales, y la luz de la esperanza se prendía detrás de la consigna de “otra mundo es posible” en la lucha contra el neoliberalismo y la globalización capitalista.

Hace dos décadas convergían algunos acontecimientos que marcaban el signo progresista latinoamericano en el comienzo del nuevo milenio. En la última semana de enero de 2001, más de doce mil personas se daban cita en la sureña ciudad brasileña de Porto Alegre, en el primer Foro Social Mundial, como contraparte del Foro Económico Mundial (FEM), también llamado Foro de Davos, donde se reúnen los principales líderes empresariales, políticos conservadores, así como periodistas e intelectuales obsecuentes, con el fin de marcar el ritmo de la economía mundial. Eran momentos de agitación, de banderas rojas, del renacimiento de la lucha, de asumir la necesidad de rejuvenecer el pensamiento crítico, tener objetivos concretos, comunes y compartidos.

Con el nuevo siglo, comenzamos a reverdecer los viejos sueños (la lucha siempre fue la misma), con la apuesta del Foro Social Mundial, en la sureña Porto Alegre, donde convergieron pensadores, trabajadores, movimientos sociales, organizaciones civiles, sindicatos, estudiantes, campesinos, académicos… y hasta políticos, pese a la oposición de algunos de los organizadores.Ya en el primer FSM, en esos cinco escasos días (entre el 25 y el 30 de enero de 2001) que despertaron a nuestras izquierdas (o al progresismo antineoliberal, si prefiere)  se fue discutiendo, debatiendo, consensuando, la nueva agenda soberana de los pueblos, los diversos caminos que nos dejaron entrever, aunque fuera por unos años, que ese otro mundo necesario, también era posible.

El mismo día de la inauguración del primer Foro Social Mundial, el 25 de enero de 2001, comenzaba su vida el portal Carta Maior en su lucha por la democracia en la información, por los valores democráticos y por una sociedad más igualitaria y justa.

En Venezuela ya gobernaba (desde 1999, tras imponerse en las elecciones con el 56% de los sufragios) Hugo Chávez, imponiendo reformas estructurales en camino a la democracia participativa bolivariana, con una nueva Constitución, con la nacionalización real del petróleo y la distribución de su renta a través de programas (misiones) públicos y de bienestar social.

Mientras, en Brasil asomaba la candidatura de Lula, un dirigente metalúrgico al frente del Partido de los Trabajadores, para ser el próximo presidente. Lo importante es que desde el primer FSM fueron recurrentes los debates en torno al poder, las formas o vías para hacerse de él y el cómo ejercerlo.

Al segundo FSM, también en Porto Alegre, del 22 de enero al 5 de febrero de 2002: acudieron más de 12.000 delegados, representando a gente de 123 países y 60.000 asistentes. Se llevaron a cabo 652 talleres y 27 conferencias.

En poco más de un año se modificó la escena política mundial con su abierta oposición a las políticas y a las consecuencias sociales negativas de la globalización económica neoliberal como al rol decisivo que en ella desempeñan las principales instituciones y agencias internacionales.

Formado por viejos y nuevos movimientos sociales, ONGs, redes de acción cívica y colectivos políticos y sociales con las más diversas concepciones, intereses, señales de identidad y recursos, el activismo trasnacional emergente logró rediseñar la cartografía de la política y conquistó el reconocimiento político del propio establishment económico y político. Ello, gracias a la legitimidad que fueron adquiriendo las manifestaciones de masa, los foros alternativos y las campañas que se organizaron, como la anulación de la deuda externa de los países en desarrollo.

Uno no puede dejar de recordar las manifestaciones contra la cumbre de la Organización Mundial de Comercio en Seattle, en el corazón del imperio (29 de noviembre al 3 de diciembre de 1999), donde más de 40 mil personas convocadas principalmente por sindicatos, ecologistas, profesionales, campesinos y ciudadanos comunes, lograron hacer fracasar la llamada Ronda del Milenio, en ,lo que dio por calificar como el inicio de la nueva etapa del movimiento antiglobalización.

Seattle  fue el momento culminante de un arduo proceso de convergencias progresivas y también precarias entre numerosas redes, organizaciones, movimientos y movilizaciones, alimentadas por las manifestaciones europeas contra el desempleo y del primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad contra el Neoliberalismo convocado por el zapatismo.

La amplia capacidad de movilización social alcanzada  en Seattle se repitió en Québec y Génova y mostró un movimiento heterogéneo, global, no doctrinario,  que lograba  establecer lazos con la opinión pública a través de la incorporación de temas y preocupaciones diversas en torno de dos ejes básicos: el rechazo a la transformación de todas las actividades humanas en mercadería, y la exigencia de democracia frente al poder fortalecido de los mercados .

Volviendo al FSM

Entre el segundo y tercer foro, se produjo el golpe de Estado del 2 de abril de 2002, en Venezuela, que fue detenido por el pueblo que repuso a Chávez en el palacio presidencial. En el golpe, que intentaba cortar de cuajo la experiencia democratizadora y socializante,  participó  toda la derecha, la policía y mandos castrenses, y contó con el apoyo expreso de los gobiernos de Estados Unidos y España.

El tercer FSM fue celebrado nuevamente en Porto Alegre, en enero de 2003, cuando Lula ya era presidente y Néstor Kichner se presentaba como candidato del peronismo renovador en Argentina. Hubo muchos talleres en paralelo, incluyendo, por ejemplo, el taller «La vida tras el capitalismo», que proponía una discusión enfocada a las posibilidades participativas de diferentes aspectos de las estructuras sociales, políticas, económicas y de comunicación. Allí se presentaron varios panales sobre Comunicación y democracia y comunicación popular (incluso se cubrió el evento con un pool de diferentes colectivos).

No obstante que en el Comité Internacional del FSM se manifestaron algunas reticencias, el presidente venezolano concurrió  invitado por la Central Unica dos Trabalhadores (CUT) y el Movimiento dos Sem-Terra (MST), así como por el Partido Socialismo e Liberdade (PSOL) para participar de actividades paralelas al FSM.

Chávez aseguró entonces que en el FSM se está construyendo una alternativa al modelo neoliberal y salvaje que amenaza con acabar nuestro planeta. “Si nosotros no acabamos con el neoliberalismo, el neoliberalismo acabará con nosotros”, sentenció en el anfiteatro de la Asamblea Legislativa de Porto Alegre, rodeado de dirigentes de la izquierda brasileña y regional.

Y así, el Foro, pese a que algunos de sus “dirigentes” no lo deseaban, fue sumando flautistas de Hamelín, más allá de intelectuales convocantes de multitudes como José Samanago y Eduardo Galeano, o la figura del octogenario excura belga Francois Houtart, fundador del Centro Tricontinental, caminando apurado, de foro en asamblea, lleno de libros en sus manos.

Allí, recuerda Flavio Aguiar, como vimos acontecer décadas después, fueron pactados muchos de los caminos que nos permitieron vislumbrar aquel “otro mundo posible”. Chávez, Lula, Evo, Correa, Fernando Lugo, Pepe Mujica, entre otros pasaron por las ediciones del FSM, construyendo los pasos de una agenda soberana en el continente

Y queda en nuestra retinas el acto en el Gigantinho, donde todos ellos, micrófono en mano desde la tarima central,  se sumaron a los artistas y al público, cantando juntos las canciones populares de nuestra América Lapobre.

Media Watch Global y Telesur

Como resultado de algunas de las conclusiones del 2002,  en el Foro del 2003 fue presentado en sociedad el Observatorio Mundial de Medios (Media Watch Global), que se proponía, sin censurar, lograr el predominio de la ética en el periodismo y evitar la manipulación informativa o política de los grandes medios.

“No crean que la manipulación política es un problema solamente del Tercer Mundo”, señaló entonces el fundador de Inter Press Service, Roberto Savio -uno de los propulsores, junto al director de Le Monde diplomatique Ignacio Ramonet y el director de Carta Maior, Joaquim Palhares-,  de la flamante organización. Se anunció que tendrá su sede central en París, y al menos representaciones en Venezuela y Brasil.

Una veintena de periodistas y militantes altermundistas viajaron de inmediato a Caracas, donde se estableció el capítulo venezolano (liderados por la revista Question), que tuvo su desarrollo, coordinando observatorios de medios durante elecciones presidenciales en Bolivia, Chile, Nicaragua, El Salvador, Venezuela, entre otros países.

Una de las preocupaciones mayores que teníamos aquellos comunicadores que participábamos en el FSM era la poco difusión que se lograba no solo sobre los foros, los participantes, la agenda que se trataba y sus conclusiones.

En los foros de comunicación comenzamos a hablar de la necesidad de tener una televisora latinoamericano-caribeña, para poder ver el mundo desde el sur, a socializar el proyecto que traíamos tras la Asamblea de la Federación Latinoamericana de Periodista en La Habana, lo que finalmente, pocos años después, se llamaría Telesur.

Socialismo, el ALCA, no confundir al enemigo,

EL FSM volvió a Porto Alegre en enero de 2005 (tras un paseo por Bombay en 2004), y Chávez fue la gran atracción de los miles de participantes, que colmaron el estadio Gigantinho (dentro y sus alrededores). Quizá fue el foro que quedó más marcado en nuestras retinas, donde Chávez dio un giro a la revolución bolivariana, cuando se manifestó abiertamente por el socialismo, sorprendiendo a muchos.

En su segunda visita a una reunión del FSM en Porto Alegre, Chávez  hizo hincapié en que había una nueva correlación de fuerzas en América Latina y en el mundo, y que Estados Unidos ya no puede imponer su voluntad.

Asimismo, en el Foro, Chávez paró de lleno el malestar de muchos militantes contra Lula, por un proyecto de reforma sindical de su gobierno y a su decisión de asistir también al Foro de Davos. “No confundir al enemigo: Lula es un socio, un compañero en esta lucha”.

Unos días después, en el Teatro Ateneo (hoy ND) de Buenos Aires (a donde viajó desde Porto Alegre), Chávez también defendió a Néstor Kichner, abucheado por algunos de los presentes, apelando al Martín Fierro: “Los hermanos sean unidos, esa es la ley primera”. Remarcó la necesidad de tener en claro quién es el enemigo y de trabajar por la unidad para la integración.

ALCArajo

En Porto Alegre se consolidó el No al ALCA, un amplio movimiento político-social llevado adelante por gobiernos, partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales de todo el continente americano, con el fin de oponerse al proyecto estadounidense del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA),

El movimiento se opuso a la regla del libre comercio  (free trade) como reguladora de las relaciones internacionales, sosteniendo que promovía la desigualdad y la pobreza, y propuso en cambio un orden internacional basado en criterios que permitieran achicar las asimetrías, como el comercio justo (fair trade), la integración económica regional y subregional y la complementación productiva.

El 5  de noviembre de 2005, cuando se reunió la IV Cumbre de las Américas en la balnearia ciudad argentina de Mar del Plata, para poner en marcha el ALCA, se produjo un histórico enfrentamiento entre los gobiernos que defendían el acuerdo ,con el presidente de EEUU George Bush a la cabeza, y aquellos que se oponían, liderados por los presidentes Lula da Silva, Néstor Kirchner y Hugo Chávez, que tuvo como resultado la paralización definitiva del ALCA..

Ya Telesur estaba en el aire e impidió que se invisibilizara tanto la reunión de la OEA (¡cómo olvidar las caras de Gorge Bush y su socio mexicano Vicente Fox!), como las multitudinarias movilizaciones populares bajo la consigna de “ALCA-rajo”, con Evo, con Maradona, con el pueblo en las calles marplatenses.

En 2006, el FSM se mudó a Caracas. Allí en la inauguración, Chávez señaló: «Solo apuntando al poder pudiéramos comenzar a transformar el mundo. No lo podemos hacer con este foro ni con cien más. Sirven de ayuda, son imprescindibles, pero a eso hay que acompañarlo con una estrategia hacia el poder, si no, no tendría sentido». Bien claro: en enemigo no está derrotado, la lucha continúa hasta la toma del poder (y no solo del gobierno).

En enero de 2007 el FSM se mudó a Nairobi, en plena África, y ahí estuvimos con Telesur, comprendiendo in situ que los problemas de africanos, asiáticos, latinoamericanos y caribeños era básicamente los mismos: la explotación capitalista y sus consecuencias. Este foro nos mostró los problemas de los pueblos africanos y enfatizó la necesidad de dar voz a sus 850 millones de personas.

En 2009, el FSM volvió a Brasil, a la nordesteña Belem do Pará, en plena Amazonia, impulsado por Carta Maior, abordando el tema principal de la preservación de todo el patrimonio natural aún existente en el planeta. En enero de 2010 volvió a Porto Alegre, Brasil, y se abrió con el lema “Diez años después: desafíos y propuestas para otro mundo posible”, peor el impulso ya había decaído..

Aquí estamos y a eso vamos

Veinte años después, el FSM, en formato virtual, vuelve a trabajar por otro mundo cada vez más necesario, cuando se habla del eventual fin de la humanidad.

Y quienes seguimos en la lucha por otro mundo imprescindible, la necesidad de aunar agendas, criterios, luchas; de intercambiar estudios, investigaciones; de renovar el pensamiento crítico, muchas veces estancado en viejos dogmas y en perspectivas de mundos que ya no son, continuamos peleando para que el mensaje se imponga en el imaginario colectivo mundial.

Somos conscientes de que esta guerra cultural, ideológica, la vamos perdiendo por goleada y hoy por hoy la idea de otro mundo posible y para todos  no logra imponerse en el imaginario colectivo. El mundo pospandémico, para el que debemos prepararnos, será muy diferente al que hasta ahora conocimos.

Hoy la continuidad de FSM depende de la elaboración de una agenda anticapitalista, anticolonial y antipatriarcal, partiendo de una relación del pensamiento crítico y estratégico; una forma de deliberación que supere el actual déficit democrático de su Comité Internacional y, sobre todo, de enamorar a las nuevas generaciones para luchar por un mundo mejor, ya que ellos serán quienes puedan disfrutar…o padecer. Ellos serán lo que podrán reverdecer el Foro.

Perdón, ¿20 años no es nada?

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) y susrysurtv.

http://estrategia.la/2021/01/26/20-anos-no-es-nada-o-el-reverdecer-del-foro-social-mundial/

Foto de portada: El Foro Social Mundial celebra sus 20 años con una edición virtual. Foto: Ciranda.net

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Conclusión del Foro Social: renovarse para la acción política o morir

Pantalla de la asamblea de clausura, el 31 de enero, del Foro Social Mundial 2021, que se realizó en formato virtual desde el 23 de enero. Las dificultades de organización de una reunión inédita, a través de medios digitales, no impidieron que, según los organizadores, hubiera 9561 participantes de 144 países y 1360 organizaciones en 751 actividades, entre talleres, mesas redondas, debates y asambleas sectoriales.

La democracia amenazada en una cantidad creciente de países, millones de muertos por la covid-19 y otras grandes crisis mundiales urgen a una renovación del Foro Mundial Social (FSM) para que protagonice acciones políticas en los procesos claves, según la conclusión de algunos de sus destacados miembros.

“Si no se renueva, se muere”, dictó Oscar González, exdiplomático mexicano y activista de los derechos humanos, en un debate sobre “El futuro del Foro”, cuando se cumplieron los 20 años de la iniciativa surgida bajo el lema de que “otro mundo es posible”.

Este fue un tema tan determinante como polémico de la 16 edición del FSM, la primera en forma virtual a causa de la pandemia de covid, que contó con 9561 participantes de 144 países y que involucró 1360 organizaciones en 751 actividades.

Durante los nueve días de debates, del 23 al 31 de enero, las búsquedas en el sitio digital del FSM superaron las 122 000, según los organizadores.

La realización constituyó una hazaña de centenares de voluntarios que tuvieron solo tres meses de preparación y reavivó las esperanzas de una revitalización del foro de la ciudadanía global, que tendrá su próximo encuentro en México, probablemente en enero de 2022, y de vuelta en forma presencial.

Pero la de 2021 estuvo lejos de los más de 100 000 participantes en algunas ediciones iniciales. Además la participación de este año estuvo demasiadamente concentrada en Brasil, con 58 por ciento del total, vale decir 5570 personas. En este país sudamericano, en la ciudad de Porto Alegre, surgió el FSM en enero de 2001.

“El Foro perdió legitimidad”, diagnosticó Cándido Grzybowski, uno de los principales organizadores de las primeras ediciones, cuando era director del Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicas (Ibase).

Su frustración lo llevó a “desistir” de la intensa actividad organizativa e incluso la participación en los encuentros mundiales de los últimos años, aun siendo miembro de su Consejo Internacional, la instancia coordinadora del FSM.

“El foro se desconectó del mundo real, dejó de acompañar los grandes hechos que conmueven la humanidad”, justificó en entrevista por teléfono a IPS desde su finca en las afueras de Rio de Janeiro.

En la década pasada hubo grandes movilizaciones de la sociedad, como la llamada “Primavera árabe”, el movimiento de los indignados en España, el “Occupy Wall Street” y las masivas protestas del “Black Lives Matter (las vidas negras importan)» el año pasado, sin que repercutieran en el FSM, se lamentó.

Reunir, articular y así empoderar los movimientos de la sociedad civil mundial es la misión asumida por el FSM desde su inicio hace años en Porto Alegre.

Pero su Carta de Principios lo limita a un “espacio abierto” para el debate plural y el intercambio de experiencias, “sin carácter deliberativo”. “Nadie estará autorizado a manifestar, en nombre del Foro y en cualquiera de sus encuentros, posiciones que fueran atribuidas a todos sus participantes”, es la regla.

El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, uno de quienes lidera propuestas para transformar el Foro Social Mundial de "espacio abierto de debates a espacio de acción", para tomar posiciones políticas e intervenir en las cuestiones globales relevantes, como la migración y la desigual distribución de las vacunas anticovid-19. Foto: Mario Osava/IPS

El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, uno de quienes lidera propuestas para transformar el Foro Social Mundial de «espacio abierto de debates a espacio de acción», para tomar posiciones políticas e intervenir en las cuestiones globales relevantes, como la migración y la desigual distribución de las vacunas anticovid-19. Foto: Mario Osava/IPS

Además el Consejo Internacional toma decisiones por consenso o consentimiento, es decir en la práctica cualquiera de sus miembros tiene derecho de veto.

Eso tiende a inviabilizar el cambio pretendido, de “espacio abierto a espacio de acción”, teme Grzybowski, quien aceptó la invitación del Grupo Renovador al debate sobre el futuro del FSM. Se trata de un autonombrado grupo que promueve nuevas líneas de debate y acción, para responder a una realidad mundial muy diferente a cuando surgió el Foro Social.

La esperanza del grupo es que, en el próximo foro, en México, una asamblea general pueda revisar la Carta de Principios y reorganizar el FSM de manera que tenga alguna instancia de decisión política, por mayoría, que “podría ser de 75 por ciento”, para adoptar posiciones y promover acciones en los procesos internacionales relevantes.

“México representará la renovación del Foro”, sostuvo el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, uno de los que encabezan el intento de renovación.

Es necesario que el FSM tenga un “pensamiento estratégico” sobre los temas claves, como el capitalismo, el racismo, el patriarcado y la reforma de las Naciones Unidas, propuso en el debate del grupo, coordinado por la socióloga belga Francine Mestrum, autora del libro “Los comunes sociales” y exprofesora de varias universidades.

Para desarrollar tal pensamiento convendría crear un centro de investigación (think tank) del FSM, sugirió Aleksander Buzgalin, coordinador del Foro Social Ruso y profesor de economía en la Universidad Estatal de Moscú.

Una forma democrática de tomar decisiones políticas, sobre cuestiones globales como  migración, las ciudades y tráfico de personas por ejemplo, es otra recomendación de Santos. Posiciones minoritarias serían consideradas, acotó.

Una política de información y comunicación es otra necesidad del Foro para que no vuelva a frustrar sus participantes. “Nadie sabe lo que piensa el FSM sobre lo que sea”, arguyó.

“Queremos ser democráticos, ser diversos, pero también queremos existir”, realzó. En su evaluación, “hay demasiado miedo en el mundo y esperanza de menos, tenemos que organizar la esperanza”.

Falta representatividad en el actual Consejo Internacional para conducir los destinos de FSM, añadieron varios renovadores. En 2001 esa instancia coordinadora se componía de 175 organizaciones de todo el mundo, cantidad que bajó a 35 desde 2017, señaló Grzybowski.

Captura del debate del informal y autonombrado Grupo Renovador sobre el futuro del Foro Social Mundial, que parte de la propuesta de convertirlo en un sujeto político global, con toma de posiciones e intervenciones en los grandes temas actuales, como las amenazas a la democracia y la pandemia de la covid. El debate fue una de las 751 actividades que se realizaron durante la edición virtual del FSM, del 23 al 31 de enero. Foto: Mario Osava/IPS

Captura del debate del informal y autonombrado Grupo Renovador sobre el futuro del Foro Social Mundial, que parte de la propuesta de convertirlo en un sujeto político global, con toma de posiciones e intervenciones en los grandes temas actuales, como las amenazas a la democracia y la pandemia de la covid. El debate fue una de las 751 actividades que se realizaron durante la edición virtual del FSM, del 23 al 31 de enero. Foto: Mario Osava/IPS

De todas maneras el encuentro virtual de 2021 reveló ciertos consensos sobre el “otro mundo posible” que defienden los activistas. Un síntoma de debilidad, sin embargo, es la concentración en la contraposición negativa, las luchas son anticolonialistas, antirracistas, antisexistas, antipatriarcado, antineoliberales, antimilitaristas.

Algunas excepciones son propuestas afirmativas, como la renta básica universal, el ecosocialismo, la economía feminista y la creación de un parlamento del ciudadano planetario.

La agroecología aparece como un camino para la solución de muchos problemas actuales, desde la seguridad alimentaria, la reducción del uso de los agroquímicos y la consecuente mejora en la salud humana, menos deforestación favoreciendo el ambiente y la biodiversidad.

Una falsedad difundida en el mundo es que el agronegocio o agricultura comercial alimenta el mundo, un rol que cumple la agricultura familiar, según João Paulo Rodrigues, uno de los coordinadores del brasileño Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra.

La solución del hambre en Brasil depende de una reforma agraria que permita a ese sector triplicar su área sembrada, que hoy se limita a 30 millones de hectáreas, mucho menos que la gran agricultura empresarial que produce soja y maíz para exportar, aseguró Rodrigues como un ejemplo de lo que puede hacerse.

Además reduciría la deforestación, provocada por la expansión del agronegocio, y los efectos climáticos ya sentidos en la merma de lluvias que afectan extensas regiones brasileñas, acotó.

La expansión de la agroecología y un acercamiento campesino a los consumidores urbanos ayudaría a “construir una nueva sociedad”, concluyó.

Los pequeños agricultores enfrentan condiciones adversas en casi todo el mundo dominado por políticas que favorecen los grandes negocios. En India centenares de miles de campesinos protestan hace meses contra leyes que afectan su producción y sus vidas.

El #FSM2021 concluyó con varias asambleas sectoriales que aprobaron un programa de manifestaciones en todo el mundo para fechas como el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio) y Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre).

La Asamblea de los Movimientos Sociales, de Paz y Ambientales destacó una gran movilización a ser promovida el 15 de mayo, en contraposición al Foro Económico Mundial que tendrá lugar del 13 al 16 de mayo en Singapur, tras sostener una edición virtual en paralelo al FSM, entre el 25 al 29 de enero.

Se convocarán manifestaciones por el derecho a la salud y la protección social, especialmente con una protesta contra la mala distribución de las vacunas para inmunizarse contra la covid, que está favoreciendo los países ricos en desmedro de los más pobres.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2021/02/conclusion-del-foro-social-renovarse-la-accion-politica-morir/

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El doble desafío de un Foro Social a la vez mundial y virtual

A dos décadas de su nacimiento, el FSM se reinventa en la pandemia

A 20 años de su nacimiento en Porto Alegre, Brasil, el Foro Social Mundial (FSM) inaugura el próximo sábado 23 de enero una nueva edición. Será la más larga de su historia – 9 días de actividades – y, tal vez, la más especial dado a la situación internacional imperante y a su perfil esencialmente virtual.

Condicionado por la crisis pandémica mundial, el movimiento altermundialista decidió reinventarse creativamente. Se autoconvocó, sin una sede geográfica determinada, en el gran espacio etéreo. Propuso e impulsó, a partir de fin de octubre, en apenas tres meses, esta nueva edición del FSM 2021 a punto de comenzar (https://wsf2021.net/ ).

Fuerte participación

El optimismo de los organizadores es evidente. A 72 horas del inicio, contabilizaban más de 4.500 inscripciones de casi 80 países. Unas 600 organizaciones de todo tipo – asociativas, de mujeres, de cooperación, sindicales, indígenas, religiosas, de economía popular, campesinas, derechos humanos, educativas, etc.- anticiparon su participación y más de 400 actividades engrosan un programa sustentado en varios ejes temáticos. Estos son: clima-ecología; paz y guerra; justicia social y democracia; justicia económica; sociedad y diversidad; comunicación-educación y cultura; feminismos, sociedad y diversidad; pueblos indígenas y originarios. La metodología propuesta busca promover una reflexión transversal sobre el futuro propio del FSM, la situación pandémica, la lucha contra el racismo, así como sobre género y feminismos. (https://wsf2021.net/espacios-tematicos/).

“Por el momento, si vemos las cifras, uno de los ejes que más atención concita entre los inscritos es el de la comunicación, educación y cultura. Aunque no quiero aventurarme a interpretaciones rápidas, podría expresar el gran interés por consolidar el espacio conceptual ante la avalancha de narrativas que nos impone el sistema hegemónico” explica François Soulard, francés de nacimiento, cosmopolita por militancia y, desde hace algunos, residente en Argentina.

Especialista en comunicación, es uno los activistas que asumieron la responsabilidad de cimentar la base técnica para asegurar esta tan original como compleja edición del FSM 2021. “Por el momento todo está marchando como previsto. Y si en las ediciones anteriores del FSM la complicación era, en cierta forma, la idiomática, en esta edición podemos imaginar que la tecnología es como una lengua más. Siempre el FSM hizo malabarismo con los idiomas”, reflexiona Soulard.

Dos sitios WEB como soportes

El FSM 2021, explica, existirá en torno a dos sitios WEB. Uno, el https://wsf2021.net/  donde se presenta el foro, se recapitula el proceso de preparación de la convocatoria 2021, se intercambian contenidos de reflexión en la fase preparatoria, así como los boletines informativos difundidos.  El otro https://join.wsf2021.net/?q=es que es el medio para asegurar la inscripción de los participantes, para registrar las organizaciones, así como para proponer actividades e iniciativas. Contiene también el calendario diario y las actividades inscritas. El sistema que se está montando, explica François Soulard, permitirá “recopilar las actividades por día, hora, eje temático y títulos de las mismas. Una organización puede proponer que su actividad sea abierta, semiabierta o cerrada”. Así mismo los periodistas interesados en cubrir o participar en el FSM podrán acreditarse en https://join.wsf2021.net/?q=node/65

La estructura general de las actividades responde a dos lógicas principales: las autogestionadas y los paneles de discusión promovidos por el propio Grupo Facilitador del FSM -que es la instancia abocada a la organización de esta edición- y por los grupos temáticos. El programa de base es bien nutrido, muy diverso y de visiones asociativas muy variadas: https://join.wsf2021.net/?q=programa-evento .

Herramientas abiertas y soberanas

El objetivo es asegurar, explica Soulard, traducciones simultáneas y coordinación horaria con 24 husos horarios. El funcionamiento será, fundamentalmente estructurado, sobre la base del uso de herramientas libres, abiertas y soberanas, es decir autogestionadas por fuera de los monopolios digitales. “Una parte del funcionamiento se relaciona con una visión democrática y abierta de la comunicación que abraza ciertas tecnologías de código abierto y el conocimiento de grupos de activistas. Naturalmente, no excluye a tecnologías privadas que están muy difundidas y con funciones a veces difíciles de igualar”, subraya.

“Una parte de la estructura tecnológica propia de comunicación es asumida por dos actores: el movimiento MayFirst, así como la plataforma Dunia, de la que participo y coordino”, explica Soulard. Acompañan el trabajo varias redes como Ciranda y el Foro Mundial de Medios Libres, en particular en lo que hace a la facilitación y la difusión”, explica el militante asociativo francés.

¿Se corre el riesgo de ver colapsadas las redes en caso que una gran cantidad de inscriptos entren a una misma actividad en un mismo momento?, preguntamos. “Siempre es posible, aunque tratamos de prever que esa posibilidad no se produzca. Además, hay filtros anti ataques para preservar el funcionamiento de eventuales agresiones virtuales que pudieran intencionadamente intentar complicar el funcionamiento”, explica.

20 años: de Porto Alegre al lenguaje virtual

El entusiasmo es inmenso y los esfuerzos *logístico-preparativos*, como en todas las ediciones anteriores del FSM, pasa esencialmente por el gran esfuerzo humano-organizativo de un sinnúmero de militantes. Aunque en esta edición, en particular, se ven obligados a priorizar y desarrollar el idioma digital.

La carrera contra el tiempo fue intensa, casi maratónica. La fase final de la organización de este FSM 2021 recién se lanzó a fines de octubre del año pasado. Con una experiencia muy valiosa que sirvió casi como una repetición general previa: el Foro Social de las Economías Transformadoras ( https://transformadora.org/fr/inici), que dado la pandemia debió realizarse enteramente también de forma virtual.

El Otro mundo posible” de Porto Alegre 2001, 2002, 2003, 2005;  Mumbay 2004; Nairobi 2007; Belém de Para 2009;  Dakar 2011: Túnez 2013-2015; Montreal 2016 y Salvador de Bahía 2018;  se confronta hoy a un mundo tumultuoso  en profunda crisis pandémica y civilizatoria.

Pone sobre la mesa del balance necesario toda la experiencia acumulada de esas ediciones anteriores, de los eventos descentralizados, de los foros nacionales, continentales y temáticos, de las nuevas redes sociales internacionales, así como de las grandes movilizaciones ciudadanas que este proceso promovió y convocó en sus escasos 20 años de vida.

Proceso que no se paraliza ni duda. En un presente en que altermundialismo, creatividad y renovación más que nunca se dan la mano.  Conscientes que la apuesta a Otro mundo posible, en el planeta Tierra 2021, se escribe también en lenguaje virtual.

FSM2021: inscripción y participación: https://join.wsf2021.net/?q=es

Fuente: https://rebelion.org/el-doble-desafio-de-un-foro-social-a-la-vez-mundial-y-virtual/

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Entrevista a Carminda Mac Lorin: “Ante la crisis mundial, respuestas comunes y globales”

Foro Social Mundial (FSM) virtual del 23 al 31 de enero 2021. Entrevista a Carminda Mac Lorin, activista del FSM y directora de la ONG Katalizo.

Veinte años después de su primera edición en Porto Alegre, Brasil, (25 al 30 de enero del 2001), se perfila en el horizonte cercano una nueva y muy especial etapa del Foro Social Mundial (FSM). Esta vez, a diferencia de todas las anteriores, no tendrá una sede física. Pandemia obliga, entre el 23 y el 31 de enero del 2021, los miles de participantes, lo harán en forma virtual. Si para los promotores la consigna del 2001 del Otro Mundo Posible sigue siendo vigente, la metodología para concebirlo debe ser reinventada y los contenidos actualizados.

“La sociedad mundial pandémica nos exige, más que nunca, respuestas globales, creativas, innovadoras y de confluencia” subraya Carminda Mac Lorin.  Activista social desde las movilizaciones estudiantiles y Occupy (indignados) en Canadá, fue una de las promotoras de los colectivos alter mundialistas en su país. Los que convocaron a dos foros sociales nacionales (2007 y 2009) y al Foro Social Mundial del 2016 en Montreal. Integrante del Consejo Internacional (CI) del FSM, directora general de la ONG Katalizo, Mac Lorin, quien acaba de terminar su doctorado en Ciencias Humanas aplicadas, representa a un sector juvenil que nació al calor de nuevos desafíos sociales-virtuales y que sigue apostando a la actualización (aggiornamento) del movimiento y de los ideales altermundialistas. Entrevista.

Carminda Mac Lorin - Institut du Nouveau Monde
Carminda Mac Lorin

P: El último Foro Social Mundial se realizó en marzo del 2018 en la nordestina ciudad brasilera de Salvador de Bahía donde se reunieron 80 mil participantes. Sin embargo, desde entonces hasta ahora el FSM pareció estar poco presente en la escena del debate internacional…

Carminda Mac Lorin (CML): Después de cada edición de un foro le siguen momentos de cierta calma. Son encuentros muy intensos, que concentran y consumen muchas energías y exigen pausas posteriores. El balance del FSM de Salvador fue muy positivo. Gran presencia femenina, juvenil y de minorías étnicas. En 2019 el Consejo Internacional (CI), que decide el lugar donde se realizará cada edición, se reunió en Bogotá con la perspectiva de evaluar la convocatoria de una próxima edición del FSM en México. Estábamos en ese proceso cuando explotó, de imprevisto, la crisis mundial pandémica. Paradójicamente, la misma se convirtió en un propulsor y detonante de una nueva participación. Si hasta entonces para una parte de la-os integrantes del Consejo era impensable imaginar un funcionamiento en línea, la lógica cambió rápidamente. En el último tiempo se han multiplicado los encuentros virtuales. Se dio, además, un fenómeno muy interesante este año: el diálogo -y la consulta- con diversas organizaciones, múltiples redes y foros temáticos -como los de educación, migración etc. Incluso se abrieron las reuniones del consejo ampliando la participación en los mismos.  En paralelo, se resolvió crear un Grupo de Facilitación, donde ha venido participando un medio centenar de personas, representantes sociales de muchos países, que se ocupa, específicamente, de organizar le próximo FSM 2021 virtual. El mismo abre una enorme posibilidad de percibir lo global de otra manera. Crea la oportunidad de acercar, realmente, las experiencias y reflexiones locales en la perspectiva más amplia, mundial (https://wsf2021.net/).

El tsunami “coronavirus”

P: Hablaba de la pandemia… La vida social planetaria está profundamente convulsionada. El “home office” se instaló como forma casi predominante en muchos sectores laborales. Al mismo tiempo, la militancia asociativa, sindical, política e incluso la participación parlamentaria, se practican, en gran medida, en línea. ¿Esta situación particular obliga también a pensar el futuro del altermundialismo con nuevas fórmulas?

CMLSin duda. Y ya se está viviendo esta transformación. Hemos realizado en octubre pasado, íntegramente en forma virtual, el Foro Social de las Economías Transformadoras ( https://transformadora.org/fr/inici). También hemos vivido la hermosa experiencia colectiva del Viral Open Space ( https://www.viralopenspace.net/es/ ) que lanzamos con pocos días de preparación y fue exitosa con casi 60 actividades auto-organizadas. La convocamos con la consigna “¡Desconfinemos nuestra imaginación alrededor del mundo!”.  Ejemplifica la potencialidad de lo virtual y prueba la nueva velocidad para intercambiar, reflexionar, proponer. No digo con esto que se pueda reemplazar toda la riqueza de los contactos humanos y de la movilización presencial. Pero si recapitulo hacia atrás, veo que nosotra-os, a partir del combate de la-os indignada-os y de Occupy, hace ya años, habíamos incorporado esta metodología. Y hemos incluso desarrollado afectos y relaciones personales fuertes aún en torno a estas nuevas metodologías de contacto y comunicación. Pero vuelvo a la pregunta: la pandemia implica un tsunami para toda la vida humana, para los métodos de participación social y, sin duda, para reinventar y rediseñar las utopías a las que invita el FSM.

P: ¿Cuáles son los desafíos principales para que el FSM de la última semana de enero pueda reforzar este proceso que arrancó en el 2001 en Porto Alegre?

CML:El primero y esencial: que se realice, que exista realmente. Será ya un primer éxito enorme. O, mejor dicho, sería el gran éxito. Los números de participantes puede reflejar también una señal de futuro. Hasta finales de diciembre había ya cerca de 1000 inscriptos de varios países ( https://join.wsf2021.net/?q=es) pero esa cifra seguirá aumentando. Será importante, también, evaluar la diversidad y calidad de las actividades que se propongan. Hay que recordar que el FSM va a comenzar con una Marcha Virtual y un Panel de Apertura el sábado 23 de enero. Del 24 al 29 habrá tanto actividades autogestionadas como paneles correspondientes a los espacios temáticos. El penúltimo día, el 30, estará destinado a las convergencias, asambleas y movimientos de acción. Y el cierre, el domingo 31, lo dedicaremos al Ágora de los Futuros, para inscribir iniciativas (luchas, acciones, campañas etc.), conclusiones, propuestas y compartir agendas. Los principales ejes temáticos que se han definido son: clima-ecología; paz y guerra; justicia social y democracia; justicia económica: sociedad y diversidad; comunicación-educación y cultura. (https://wsf2021.net/espacios-tematicos/). Y se promoverá una reflexión transversal sobre el futuro propio del FSM.
Es tan original la forma de esta edición virtual que será esencial, además, reflexionar sobre las metodologías. Que permitan inspirar confluencias, convergencias, acciones comunes, cuestionando las propias maneras tradicionales de pensar, hacer y vivir la lucha. Necesitamos nuevos paradigmas para lograr los cambios con los que soñamos.

Contradicciones internas, una realidad “conocida”

P:  En estos últimos meses han surgido diferentes grupos de reflexión y debate público en el seno del FSM. Como por ejemplo el autodenominado Grupo Renovador que reúne a personalidades internacionales  (www.foranewwsf.org)  ¿Expresa contradicciones políticas de fondo? ¿Percibe esas tensiones?

CMLClaro que lo siento.  No es nada nuevo. Refleja tensiones que existen desde siempre. Relacionadas a cómo entender el FSM – si como espacio o como instancia resolutiva-; a la concepción diferente de los tiempos políticos de actores diversos dentro del FSM; al hecho de si el FSM debe emitir o no declaraciones finales o políticas. Pero es importante precisar que una gran parte de estas tensiones se viven, fundamentalmente, en el Consejo Internacional. La experiencia nos indica que cuando los foros se lanzan y se realizan, toman propias dinámicas que van mucho más allá de las visiones que pueden existir en el pequeño grupo. Es esencial diferenciar siempre el foro como proceso y el Consejo Internacional.

Uno de los temas principales de mi tesis de doctorado fue justamente sobre los espacios transnacionales de movilización social. Identifico allí dicotomías y paradojas que son difíciles de conciliar. Aunque inconciliables, actúan como fuerza motora de los propios foros y del proceso en marcha.

Tal vez ese debate aparece ahora, a la luz del funcionamiento virtual, como un choque más agudo. En una reunión en línea con 50 personas que hablamos diferentes idiomas, desde distintos países y continentes, la expresión de ideas no siempre es un ejercicio simple.

P: Una pandemia global, una crisis mundial, confrontan a los movimientos sociales a reflexionar en conjunto sobre temas esenciales como el rol de la salud como bien público, los servicios públicos en general, el rol de los Estados, el sentido mismo de la gobernabilidad etc. Temas que son tan importantes en Canadá, como en Argentina, Suiza, India, Brasil, España o Estados Unidos, es decir, en todo el planeta.

CML: Sin duda alguna. Es imprescindible buscar respuestas articuladas a nivel global. Los desafíos superan las fronteras. Temas esenciales como la crisis pandémica y sus salidas económicas, la crisis climática, la tensión siempre vigente a nivel internacional, en numerosas regiones, que promueve el binomio guerra-paz, exigen reflexiones y respuestas comunes. Tenemos, en tanto movimiento y actores sociales, mucho que aprender. Vivimos un momento histórico en el cual es esencial tener la humildad suficiente para aprender la-os una-os de la-os otra-os y dejar de lado los egos que pueden bloquear procesos colectivos. Nadie tiene recetas ya aplicables, perfectas, únicas. Y eso es válido tanto para el foro como para otros espacios internacionales existentes.

P: ¿Cuáles son las prioridades después del FSM virtual de fines de enero?

CML: En perspectiva, evaluar si a fines del 2021 o inicios del 2022 se puede realizar el FSM presencial en México, aunque todavía hoy es imposible asegurarlo. Pienso que es esencial seguir avanzando, paso a paso. Hay un proceso en marcha que existe desde hace muchos años, con altos y bajas. Pero le falta un cuerpo al proceso. Fue muy difícil, por ejemplo, establecer la continuidad necesaria de contenidos entre los diversos foros precedentes. No fue tan clara, por ejemplo, esa relación entre Túnez (2015) y Montreal (2016). Intentamos reforzar esa continuidad entre Montreal y Salvador de Bahía, pero no podemos decir que lo logramos plenamente. Ese es uno de los grandes retos: asegurar esa continuidad, no comenzar siempre casi de cero, prolongar conclusiones y resultados que serán contenidos fundantes para las próximas convocatorias. Y trataremos de mejorarlo entre esta convocatoria virtual de fin de enero del 2021 y el próximo FSM de México. Tenemos que asegurar que nuestra práctica común alimente respuestas globales desde y para el conjunto de la sociedad humana en crisis.

Fuente: https://rebelion.org/ante-la-crisis-mundial-respuestas-comunes-y-globales/

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