Guatemala: ¿Es gratuita la educación pública?

PIENSO…luego INSISTO. La Constitución Política de la República de Guatemala afirma en su artículo 71 el Derecho a la Educación, indicando que la educación es un derecho, establece que es obligación del Estado proporcionar y facilitar educación a sus habitantes garantizando la libertad de enseñanza y de criterio docente.

Además, en su artículo 74, establece la obligación de recibir la educación inicial, preprimaria, primaria y básica, dentro de los límites de edad que fija la ley. “La educación impartida por el Estado es gratuita” además de obligatoria debería ser universal, inclusiva y laica; lo anterior suena muy bonito cuando se pronuncia o se lee, sin embargo, la realidad de la vida indica muchas veces lo contrario.

La característica de ser gratuita no se cumple a cabalidad, pues para miles de estudiantes que asisten a las escuelas públicas, el derecho estipulado NO ES REAL. Esto sucede en la práctica, y también en el Ley de Educación Nacional se estipula en su artículo 1 que: “La educación en Guatemala se fundamenta en los siguientes principios: a) Es un derecho inherente a la persona humana y una obligación del Estado. b) En el respeto a la dignidad de la persona humana y el cumplimiento efectivo de los derechos humanos.

Entre lo que dice la Ley y las supuestas reformas educativas al sistema, no ha habido diferencias, más que en la forma de presentar las mismas disposiciones de siempre. El REGLAMENTO DE GRATUIDAD (en el que el Estado se compromete a financiar la educación) prohíbe el pago por cualquier pago que condicione la prestación del servicio; no se podrá condicionar la inscripción, acceso a los planteles, aplicación de exámenes, entrega de documentación al pago de contraprestación alguna ni afectar la igualdad de trato a los educandos.

Muchísimos directores cobran a los alumnos por ingreso al plantel cuando no llegan uniformados; venden: tela para elaborar los uniformes y trajes de práctica, el sastre o modista que los confecciona es pariente o familiar de la directora, zapatos, libros fotocopiados a precio de originales, seminario, práctica y otros, ¿a quién le queda ese dinero? Porque no se contabiliza.

De nuevo, escribo y persisto como hace muchos años: la gratuidad no admite grados. Es o no es. Si se tiene que dar voluntariamente un quetzal, hay un desliz de gratuita a barata. Entonces, ¿en dónde está la gratuidad?

Con inusitada frecuencia se solicita a los padres que cooperen, en pecuniario o en especie, porque lo que el Estado destina no alcanza; hay escuelas e institutos que obligan a pagar la cuota voluntaria para la compra de agua potable para beber y en toneles para los servicios sanitarios; pintar los salones, comprar un pizarrón, llevar un block y, en fin, se pide para todo gasto por venir, aunque después no se vea la obra o los enseres supuestamente comprados.

Cuanto más pobre es la comunidad, más cara -en proporción a sus ingresos- la educación pública debe aportar a las escuelas e institutos lo que requieren para ser dignos espacios en el ejercicio de una garantía constitucional incontrovertible.

Fuente de la Información: https://lahora.gt/es-gratuita-la-educacion-publica

 

 

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