Marchan mujeres de Acteal para exigir desarticulación de grupos paramilitares

Las mujeres de la organización pacífica Las Abejas de Acteal se movilizaron para exigir a las autoridades “el desarme completo y la desarticulación de los grupos paramilitares” que atacan con armas de fuego sus territorios en Chiapas.

“El gobierno actual divulga y muestra ante los medios de comunicación que hay canjeo de armas en Chenalhó, pero para nosotras esos sólo son engaños para hacernos pensar que hay desarme en los pueblos. Las armas canjeadas son todas aquellas que ya no sirven, son armas viejas sin uso, pero las armas de alto calibre, no aparecieron”, explicaron las mujeres de Las Abejas, que aseguraron que “las verdaderas armas” de alto calibre quedaron resguardadas por los paramilitares en las comunidades.

A través de una marcha por el Día Internacional de la Mujer, las mujeres de Acteal exigieron la salida de los militares en sus territorios y la eliminación de las armas resguardadas en las comunidades, pues aseguraron que “su presencia en el pasado y en el presente genera inseguridad y ausencia de justicia”.

De igual forma, demandaron un alto a los feminicidios y la violencia machista, así como que se reconozca su papel como “cuidadoras de la vida”, pues son ellas quienes participan en la defensa del territorio.

“Como mujeres, estamos fuertes en seguir defendiendo nuestros derechos, nuestras tierras, nuestro territorio, aunque el gobierno quiera desaparecernos. Pero nosotras no desapareceremos, renacemos en cada hermano, en cada hermana que tenga la conciencia de defender su pueblo”, señalaron en un comunicado.

A continuación el comunicado completo:

Al congreso nacional indígena

Al congreso indígena de gobierno

A todas las Organizaciones Sociales y Políticas

A todas las Defensoras y Defensores de Derechos Humanos

A la prensa Nacional e Internacional

A los medios Libres

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

A la Sexta y

A la opinión pública

08 de marzo día Internacional de la Mujer

Hermanos y hermanas, en este día tan importante para nosotras las mujeres y para la sociedad en general, nosotras las mujeres de la Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal y las víctimas sobrevivientes de la masacre de Acteal, estamos reunidas hoy 08 de marzo, en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, para recordar aquellas compañeras que han entregado su vida para la defensa de sus derechos y por la defensa del territorio.

El 08 de marzo de 1975 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) oficializa este día como el día Internacional de la Mujer como un reconocimiento a las mujeres trabajadoras que murieron calcinadas el 25 de marzo de 1911 en una fábrica de textiles en la ciudad de Nueva York. En ese evento murieron 123 mujeres trabajadoras y 23 trabajadores.

En este marco, también recordamos a nuestras compañeras mártires, que fueron asesinadas en esta tierra de Acteal por un grupo de paramilitares priistas y que el Estado sigue sin hacer justicia. Por ello las mujeres de Las Abejas de Acteal, en esta fecha conmemorable hacemos un llamado al pueblo en general y al Estado mexicano para recordarles que en Acteal seguimos en lucha, en resistencia y en búsqueda de la justicia para nuestros mártires, también para pedirles como pueblo, y como sociedad civil sigan exigiendo justicia colectiva para Acteal en cada uno de sus espacios.

En la matanza de Acteal fueron ejecutadas 45 personas y 4 no nacidos, por un grupo paramilitar que portaban armas de fuego de alto calibre. A mujeres embarazadas le fueron extirpados a sus bebes, a otras mujeres sus cuerpos presentaron huellas de violencia sexual, esas acciones crueles sin sentimientos ofenden mucho a nuestros corazones, nosotras somos mujeres, somos madres, somos hijas, somos hermanas; por ello éstas acciones tan violentas, tan despiadadas no pueden quedar en el silencio y sin justicia.

El gobierno actual divulga y muestra ante los medios de comunicación que hay canjeo de armas en Chenalhó, para nosotras eso solo son engaños para hacernos pensar que hay desarme en los pueblos, las armas canjeadas son todas aquellas que ya no sirven, son armas viejas sin uso pero las armas de alto calibre, no aparecieron.

Las verdaderas armas de alto calibre quedaron resguardadas en las casas, quedaron en las comunidades, por ello, no podemos decir que ya no hay armas en las comunidades y pueblos. Nosotras y nosotros, mujeres y hombres conscientes sabemos que las armas están resguardadas en algún lugar de nuestro territorio de Chenalhó y con ellas se siguen cometiendo delitos y violaciones a derechos humanos.

Nosotras las mujeres exigimos el desarme completo, la desarticulación de los grupos paramilitares para que no sigan dominando nuestro pueblo y castigo al grupo paramilitar de Chenalhó que ejecutó a las 45 personas y 4 no nacidos en Acteal.

Que se eliminen las armas, y también que se vayan los militares de nuestro pueblo, de nuestra comunidad, porque su presencia en el pasado y en el presente nos genera inseguridad y ausencia de justicia.

Nos damos cuenta que el gobierno nos engaña mandando sus proyectos de ayuda, pero lo que quiere es causar aún más divisiones, los proyectos son de muerte, de desigualdad, no por un mundo mejor, de no respeto a la autonomía y libre determinación como pueblos. Son para acabarnos, pero nosotras las mujeres Abejas de Acteal seguimos en pie de lucha y resistiendo.

Esta marcha es para visibilizar que la fuerza de las mujeres aún sigue con una gran fortaleza, nosotras las mujeres no olvidamos el despojo, las matanzas, las desapariciones que hace el gobierno; nosotros vemos, escuchamos lo que hace el gobierno; y así recordamos al compañero activista Samir Flores Soberanos asesinado en el mes de febrero de 2019. Su asesinato es uno de los muchos asesinatos que hace el gobierno junto con sus militares, que no protegen la vida, es más, matan a quienes protegen nuestros recursos, y un gobierno que mata, no es gobierno para la vida, es gobierno de muerte.

Como mujeres, estamos fuertes en seguir defendiendo nuestros derechos, nuestras tierras, nuestro territorio, aunque el gobierno quiera desaparecernos, pero nosotras no desapareceremos, renacemos en cada hermano, en cada hermana que tenga la conciencia de defender su pueblo.

Y ante estos atentados, recordamos a la hermana dominica María Isabel Hernández Rea, quien recibió un balazo por grupos armados de Santa Martha Chenalhó y en donde su única culpa es ir a dejar ayuda humanitaria a las comunidades en conflicto entre los territorios de Aldama y Santa Martha, Chenalhó.

También recordamos a la compañera Berta Cáceres, asesinada el 02 de marzo de 2016, ella también luchó por su pueblo, también era indígena como nosotras, que su única preocupación era defender el medio ambiente en el territorio hondureño.

Son muchas las violaciones a nuestros derechos, y así hacemos mención a la compañera Verónica Pérez Pérez de la comunidad Campo los Toros, perteneciente a la Organización de Las Abejas de Acteal, en donde ha sufrido violación a sus derechos, ya que le han negado acceso a luz y camino, y eso no puede seguir así, basta de tanta violencia, primero hay que ver que somos personas, somos humanos y todos tenemos necesidades, pero que no nos gane el interés material, el interés del dinero, es hora de vernos como hermanos, como hermanas; exigimos solución a la situación de la compañera Verónica Pérez Pérez.

Desde que está presente la Covid 19 hemos sufrido crisis económica en la venta de nuestros productos, nos obligaron a estar en nuestras casas y no salir, ahora que han encontrado la vacuna, nos obligan a vacunarnos. Para las personas que están afiliadas a los programas de gobierno, les dicen que deben de recibir la vacuna ya que, de no ser así, no podrán recibir sus pagos del programa, vemos hasta qué grado llega el gobierno para someternos a sus políticas de muerte.

Pero nos damos cuenta que a nosotras también como pueblos originarios, nos obligan a cerrar nuestras tiendas, nuestros pequeños negocios, mientras que las grandes empresas siguen abiertas y dando servicio, ellos si están ganando a pesar de la contingencia sanitaria, y nosotros los pueblos pobres, cada vez más pobres y los ricos, más ricos.

Esto es un gobierno injusto, que no cuida ni protege su pueblo, lo único que protege son sus intereses, lo que guarda en su bolsillo o en su banco, pero a los pueblos y sus territorios eso no le interesa, es más, nos mata, poco a poco; nos mata dando derechos a las empresas refresqueras como la Coca Cola que se acaban el agua de nuestros pueblos y nos venden sus refrescos como bebida única; como si nuestro pozol no sirviera. Por eso compañeras y compañeros, los invitamos a que dejen de consumir productos de estas empresas, estas bebidas no son nutritivas, nos dañan poco a poco.

Otra de las bebidas que nos envenena poco a poco, es el famoso “pox” y cualquier bebida que emborracha a la gente de nuestros pueblos. Nos causan enfermedades, tristeza, hambre, pobreza, violencia y muerte. A pesar de que nosotras las mujeres exijamos que se acabe estas ventas en los pueblos, el gobierno no hace nada para frenar estas acciones porque prefieren que estemos sometidas. Por eso, en este día Internacional de La mujer, exigimos a los gobiernos municipales, estatal y federal que pongan alto a la venta de bebidas alcohólicas que sólo destruyen familias, que causa enfermedad y muertes

Desde Acteal, casa de la memoria y la esperanza decimos Alto a la paramilitarización en los pueblos. Basta de matar a las mujeres. Que se reconozca nuestro papel de cuidadoras de la vida. Exigimos solución a los conflictos territoriales que acaban con nuestros pueblos.

¡Viva las mujeres que luchan a favor de la paz!

¡viva las mujeres que defienden la vida!

¡mujeres luchando y el mundo transformando!

¿Qué exigimos compañeras? Justicia para Acteal

¡gobierno entiende, la justicia no se compra ni se vende!

Atentamente

Por las Mujeres coordinadoras de la Sociedad Civil de

Las Abejas de Acteal.

                        Florentina Gómez Pérez                Catarina Pérez Pérez.

Por la Mesa Directiva:

Cristóbal Ruiz Arias             Gerardo Pérez Pérez

                                            Presidente                              Secretario

Manuel Ortiz Gutiérrez               Pedro Pérez Pérez

                                                  Tesorero                            sub presidente

Sebastián Guzmán Sántiz

Sub tesorero

Fuente e imagenes: https://desinformemonos.org/marchan-mujeres-de-acteal-para-exigir-desarticulacion-de-grupos-paramilitares/

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Nos están matando

Por: Raúl Zibechi

El grito resuena en todo el continente. Se mezcla con el torrente de los ríos, vuela encima de las cordilleras, se interna en los vericuetos de las metrópolis y sigue andando más allá de los poblados. “Nos están matando”, se escucha una y otra vez en la inmensa geografía que va de las calles resistentes de Portland a la villas de Buenos Aires, de las ardientes de Bogotá a las favelas de Rio de Janeiro, pasando por las comunidades de Tila (Chiapas) y del Cauca colombiano. “Nos están matando”.

El brutal asesinato de un abogado en Bogotá, por el delito de violar la cuarentena para comprar alcohol, disparó la rabia contenida de las 55 masacres durante lo que va de 2020, sumadas a la desesperación de semanas de cuarentena, desocupación y hambre. En apenas tres días de revuelta, hubo 11 muertos reconocidos, 72 con heridas de bala y un reguero de balazos disparados por uniformados impunes para contener lo inevitable.

La rabia de jóvenes y jóvenas se llevó alrededor de 70 Comandos de Acción Inmediata (CAI) de la Policía, 47 de ellos quemados y el resto destruidos. No es justicia, que no la habrá, sino rabia, bronca, enojo multiplicado por millones. No la habrá porque los crímenes de los policías pasan a la justicia militar, como sucedió con Dilan Cruz, asesinado en una manifestación pacífica de estudiantes en noviembre pasado.

Qué decir del Cauca, donde este año hubo ya cinco masacres y los paramilitares operan a sus anchas. El 11 de setiembre, Oliverio Conejo Sánchez, coordinador del Programa de Salud del Cabildo Indígena de Totoró, y su hija Emily de 22 años, fueron interceptados en la carretera y asesinados por pertenecer al Consejo Regional Indígena del Cauca, que enarbola el lema “Cuenten con nosotros para la Paz, nunca para la guerra” (https://bit.ly/3kdRI58).

En Chile el Ministerio del Interior informó que entre el 18 de marzo y el 7 de julio Carabineros y la Policía de Investigaciones detuvieron a 51.439 personas, a lo que debe sumarse las detenciones por toque de queda que son otras 43.157. Es casi el doble de todas las detenciones practicadas durante el periodo anterior, comprendido entre el 18 de octubre y el 18 de marzo, que afectaron a 27.432 personas y 2.431 por toque de queda, en plena revuelta con millones de personas en las calles.

Esto indica que aprovechan la pandemia para descerrajar una represión feroz sobre los sectores populares que resisten el modelo neoliberal. La “nueva normalidad” es más represión y violencia que, según los datos de la propia Fiscalía, se verifican mayoritariamente en las zona sur de Santiago, foco de concentración de pobreza, y en la zona centro, escenario de las movilizaciones.

En Argentina la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) viene denunciando una escalada represiva que se ha cobrado alrededor de cien víctimas durante la pandemia, bajo las modalidades de “gatillo fácil”, muertes bajo custodia policial y otras modalidades. Son 6.000 asesinados en “democracia”.

Luego de la asonada policial del 9 de setiembre, cuando los uniformados se manifestaron armas en mano frente a la quinta presidencial y la vivienda del gobernador de Buenos Aires, en una supuesta demanda de aumentos salariales que fue atendida por el gobierno de Alberto Fernández, la represión siguió creciendo en los barrios populares.

El relato de Miguela, pobladora de la villa Ciudad Oculta, que la Policía le mató a su hijo Damián en diciembre de 2019, lo dice todo: “La cosa está muy picante en el barrio, no dejan a la gente ni ir a comprar. El otro día agarraron a unos niños que iban al kiosko, los pararon, los tocaron por todo el cuerpo y les pusieron el arma en la cabeza. Uno de los chicos tenía tres años” (https://bit.ly/35yTr0N).

Un artículo aparecido esta semana en Le Monde Dilomatique, sobre la asonada policial, revela para qué está la policía: “De los 90.000 policías, alrededor de un 75% son suboficiales. Muchos de estos subordinados entienden que el trabajo de sus jefes es “recaudar”; así lo dicen: “un comisario es un recaudador” (https://bit.ly/3ivjSbg). Dicen que la violencia policial se incrementó porque ya no cuentan con los ingresos de la “caja negra”, porque sus negocios los frenó la pandemia. Bronca policial que pagan los pobres.

En Tila el Congreso Nacional Indígena-Concejo Indígena de Gobierno denuncian el asesinato de un compañero, “cuando el grupo paramilitar Paz y Justicia junto con personas allegadas al Ayuntamiento municipal, atacaron con armas de grueso calibre a la población de Tila que, por acuerdo de la asamblea general, se dirigía a liberar los bloqueos que estos grupos habían instalado en los accesos a la cabecera del ejido para cercar a nuestro pueblo” (https://bit.ly/2ZDRxIC).

Como señala el periodista Hermann Bellinghausen: “Pueden cambiar los gobiernos, pero la guerra de contrainsurgencia en Chiapas contra los pueblos no termina, y a juzgar por los acontecimientos de los últimos meses en las montañas de los territorios mayas, en 2020 empeoró a una escala hace años no vista” (https://bit.ly/33sAVEM).

Mientras con una mano envían paramilitares contra los pueblos, con la otra, la Cuarta Transformación amenaza centros de derechos humanos, medios de comunicación y organismos civiles que se oponen al Tren Maya y a otros mega proyectos. Sus nombres quedarán grabados a fuego en la memoria popular, al igual que los asesinos de Emiliano Zapata. Los gobiernos duran menos, mucho menos que la memoria de abajo.

“Nos están matando”. Un genocidio recorre todos los rincones de nuestra América. Los pueblos resisten, resistimos. Como sucede en Bogotá, donde el CAI del barrio Suba-La Gaitana fue incendiado y sobre sus ruinas los vecinos crearon una biblioteca popular que bautizaron como “Nuevo Centro Cultural Julieth Ramírez”, el nombre de una joven de 18 años asesinada con disparos de arma de fuego el 9 de septiembre. Luego la policía tapó el rostro de la joven, empezando por sus ojos, todo un símbolo. Más tarde, los vecinos retornaron al lugar y reconstruyeron los daños (https://bit.ly/3hqWquF).

Fuente: https://desinformemonos.org/nos-estan-matando-2/

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