El organismo multilateral señala que la pandemia, el cambio climático y los conflictos bélicos son los principales causantes de la hambruna.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), alertaron este lunes sobre el incremento del hambre extrema en el mundo, donde al menos 23 focos poblacionales la sufrirán en los próximos cuatro meses.
En un informe en conjunto señalan que los agricultores sentirán los mayores efectos de dicho fenómeno, entre otras causas por la burocracia y la falta de fondos, los cuales imposibilitan brindar ayuda alimentaria, y poder plantar cultivos a gran escala en el momento indicado.
Asimismo, advierte que a la problemática se suman otras variables como los efectos económicos causados por la pandemia de la Covid-19 y el cambio climático, los cuales acrecentarán la inseguridad alimentaria en al menos 23 sitios.
“Las familias que dependen de la asistencia humanitaria para sobrevivir penden de un hilo. Cuando no podemos llegar a ellos, este hilo se corta y las consecuencias son sencillamente catastróficas”, indicó el director Ejecutivo del PMA, David Beasley.
El documento de la ONU y del PMA destaca que Madagascar y Etiopía serán dos zonas de alerta roja, pues en el segundo país al menos 401.000 personas sufrirán de hambre extrema como consecuencia de los enfrentamientos bélicos entre las tropas federales y eritreas. Mientras, en Madagascar un aproximado de 28.000 ciudadanos padecerán escasez de alimentos, reflejo de una de las peores sequías en los últimos 40 años, el aumento de los precios de los alimentos, las tormentas de arena, y las plagas que dañan cosechas.
Otros polos de hambruna reseñados en el informe indican a Afganistán, Angola, la República Centroafricana, la zona del Sahel central, Chad, Colombia, la República Democrática del Congo, El Salvador, Honduras, Guatemala, Haití, Kenia, El Líbano, Mozambique, Myanmar, Nigeria, Sierra Leona, Liberia, así como Somalia, Sudán del Sur, Siria y Yemen, como países de posibles mayores carencias.
Al respecto, el pasado mes de junio, la FAO y el PMA señalaron que 41 millones de personas corren riesgo de sufrir de escasez de alimentos a menos que reciban ayuda inmediata. En 2020, 155 millones de personas en 55 países se enfrentaban a inseguridad alimentaria.
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