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«Los mapas, al igual que la tecnología, nunca son neutrales»

María Álvarez Malvido es mexicana y estudió Antropología Social en la Universidad Autónoma de México. Se reconoce amante de las historias y por eso siempre se sintió cercana al periodismo. Eso fue lo que la llevó a vincularse, desde muy temprano en su carrera, en procesos de comunicación de radios comunitarias.

Trabajó durante cinco años en la organización Redes AC y también formó parte del desarrollo de Colmena, un software de código abierto que surgió en tiempos de pandemia para apoyar las redacciones de los medios locales y comunitarios.

“Mi colaboración con radios comunitarias devino naturalmente en redes comunitarias y pronto entré al mundo de la autonomía tecnológica y el Software Libre”, nos cuenta María del otro lado de la videollamada y aclara: “No tengo un perfil técnico, entiendo hasta el punto de poder problematizarlo”.

Desde hace un año, María es parte de Digital Democracy, allí realiza tareas en las áreas de Comunicación y Soporte de Producto, ésta última más vinculada al acompañamiento de las personas usuarias. Uno de los principales desarrollos de la organización es Mapeo, una herramienta digital para documentar, monitorear y cartografiar muchos tipos de datos, utilizada mayormente en procesos de defensa territorial.

Se trata de una plataforma que permite que las personas que habitan, cuidan y defienden un territorio puedan monitorear y documentar tanto las amenazas como los efectos o particularidades que se identifican. Es una herramienta customizable, adaptable a cada territorio, que busca responder a las diferentes necesidades de las personas y las comunidades usuarias.

“Los mapas, al igual que la tecnología, nunca son neutrales”, reflexiona María. “Han sido usados históricamente para procesos de colonización, de despojo territorial, de extractivismo, pero también han sido -y pueden ser- utilizados por diversas comunidades y pueblos originarios de otras formas, ¿no? Y desde el propio conocimiento del territorio”.

 Si tuvieras que darle una personalidad a Mapeo, ¿cómo lo describirías?

Es un proyecto local y a la vez muy diverso porque los territorios donde se utiliza son diversos, pero en ellos se viven amenazas y situaciones parecidas. También diría que es sensible y con espíritu de cuidado. Hay mucha atención a los detalles, a responder a cosas específicas en contextos locales, y entonces ese proceso se vuelve de mucho cuidado y escucha, tanto a quienes lo usan como también a quienes lo desarrollan.

– ¿Cómo fue el proceso de desarrollo?

El proceso se inicia muchos años antes de ser Mapeo. Comenzó a partir de distintas colaboraciones del equipo de Digital Democracy con diversos procesos de defensa territorial en la región latinoamericana de la Amazonía, sobre todo frente a la presencia de petroleras y otros tipos de despojo. Los pueblos indígenas estaban requiriendo herramientas de mapeo para definir y documentar elles mismes los territorios, desde su propio habitarlo y ser parte de él.

Si bien en ese momento ya existía el GPS, las herramientas requerían mucha experiencia técnica y conocimiento. Y entonces surge la necesidad de una herramienta accesible en términos de conocimiento técnico, pero también pensando en contextos particulares donde, por ejemplo, no hay internet e incluso se hablan otras lenguas.

Así fue como, hace aproximadamente siete años, se desarrolla Mapeo. Una herramienta en la que las personas usuarias no requieren conexión a Internet, es peer to peer, es decir la información se actualiza a través del encuentro de las personas que están monitoreando el territorio, y también es muy intuitiva.

– ¿Cómo es el proceso de trabajo con las personas usuarias y qué desafíos encuentran en él?

Justo me incorporé en un año de cambios importantes del que puedo hablar. Mapeo empezó en un contexto muy local, en colaboración con organizaciones socias con las que se trabajaba hacía un tiempo, y con un acompañamiento muy cercano. Empezó también con poco presupuesto y con una base muy sencilla a nivel de programación.

En el último tiempo, esa base ya no estaba siendo suficiente para apoyar todas las solicitudes que hay ahora de parte de las personas que usan la herramienta. Los monitores y monitoras, las personas de las comunidades con las que trabajamos y quienes la están usando, tienen mucho que decir en cuanto a qué no les sirve o qué les serviría mejor.

Todo ello lo hemos documentado en conversaciones y en talleres, y también hay un canal de comunicación constante tanto de soporte técnico como de conversaciones más de fondo sobre lo que está pasando en los territorios. Y en ese sentido, en los últimos años fueron surgiendo necesidades muy claras como, por ejemplo, mayor seguridad o que lo que se pueda documentar no solo sean fotos sino también audio y vídeo.

Como la base en la que estaba construida Mapeo, ya no daba para todos esos pedidos, ahora estamos en un proceso de renovar el backend, para que, con una nueva base más sólida, se pueda avanzar.

En este último año ha habido todo un proceso de renovación que ha implicado mucha reflexión, muchas conversaciones y también mucha concentración del equipo técnico para el tema del desarrollo y del equipo de Soporte de Producto para pensar cómo va a ser el acompañamiento de todos esos cambios.

Si bien la herramienta puede seguir sumando más posibilidades y mejoras, hay características propias del producto que no deben perderse de vista, como por ejemplo que es muy accesible, tiene muy pocos botones, es muy intuitiva y funciona en celulares muy viejitos con poca capacidad.

Entonces, creo que el desafío está en cómo balancear las nuevas mejoras que se solicitan desde los territorios con el principio básico de accesibilidad, tanto técnica como de uso. Otro desafío es equilibrar el ritmo acelerado de la necesidad de documentar las amenazas o cambios en un territorio, con la capacidad de nuestro equipo, que es un equipo pequeño.  El camino de Mapeo depende del ritmo de las personas usuarias y de la posibilidad de estar en conversación permanente con ellas.

-¿Te acuerdas de alguna experiencia de uso de Mapeo que puedas compartir?

Hay un caso que creo que ilustra muy bien el hecho de que con la herramienta se mapean las amenazas, pero también la vida que hay en el territorio. Es el caso del pueblo Waorani de Ecuador que se impuso al gobierno de ese país frente a la entrada de petroleras en sus territorios con la excusa de que allí no había nada.

El pueblo Waorani utilizó la herramienta Mapeo para presentar sus propios mapas y demostraron todo lo que sí había y todo lo que se ponía en peligro con los permisos que el gobierno estaba otorgando a las petroleras y lograron suspender cualquier posibilidad para desarrollar proyectos de extracción en sus tierras.

Este tipo de usos de mapas propios para comunicar también hacia el afuera lo que hay en los territorios, fue muy relevante y también generó otros procesos en otras comunidades que han estado dándole su propio uso a Mapeo. Es una herramienta que también puede servir para documentar no solo lo tangible, sino también aquello relacionado con las lenguas originarias o con la memoria de las comunidades.

– El equipo trabaja mayormente de forma remota, ¿tienen encuentros presenciales?

En mayo tuvimos un encuentro en la Amazonía Ecuatoriana, queríamos mucho juntar a todas las personas con las que trabajamos en diferentes territorios, y generar un espacio para que también entre ellas se encontraran.

Y fue un encuentro, tal cual. Eso era lo principal: contar historias, escuchar las historias de otras personas, no solo de la tecnología, sino de lo que está pasando en sus territorios y de cómo las herramientas les están apoyando.

Fuimos cerca de 50 personas quienes participamos. ¡Fue increíble! Fueron defensoras y defensores de territorios de once países: había personas de la Amazonía de la parte de Brasil, de Perú, de Ecuador, pero también había personas de Nueva Zelanda.

Había personas de muchos lugares y hubo también todo un reto en cuanto al lenguaje. Fue muy rico. Lugares tan diferentes y con desafíos tan similares como de una forma de colonización y de extractivismo y despojo que opera parecido ¿no?

En el encuentro hubo quienes han estado usando más Mapeo, pero también quienes han estado usando Terrastories, otra herramienta que también tiene que ver con la defensa, pero de las historias sobre su tierra. Y en paralelo, también hubo un proceso de investigación de experiencia de usuario, donde el equipo técnico mantuvo conversaciones dinámicas con preguntas para analizar sobre si responde a las necesidades de las personas en contextos diferentes.

Entonces, hubo ese intercambio muy rico y además que el equipo de desarrollo haya estado ahí ¿no? Creo que es otro desafío y que estamos constantemente intentando resolver: la articulación de quienes acompañamos desde el proceso de lo comunitario, con quienes se encargan de desarrollar. Como esa cosa más holística del trabajo.

-¿Cómo se conecta la antropología con la tecnología?

Creo que se juntan desde lo político. En el repensar y desde cómo observar. Siento que también al no entender la tecnología desde lo más técnico, desde la antropología siempre recurrimos a metáforas para explicarlo y entonces puedes decir algo relacionado a la vida cotidiana que no tiene nada que ver con si tienes información técnica o no. Puedes aportar en repensar lo que parece dado como una tecnología.

Luego se cruza mucho la experiencia cotidiana de ser usuaria y veo que sí, que desde la pregunta y desde todos los otros conocimientos que tenemos, se puede incidir, pensar y replantear la tecnología desde otros lados.

También pensar en que decimos “la tecnología” como una forma general, pero que en realidad nos referimos casi siempre a las tecnologías digitales. Pero hay muchas otras tecnologías, y como todas hay muchas que se han usado para contar historias. Y las tecnologías digitales también sirven para contar historias y hay formas de hacerlo desde términos propios. Entonces pienso en cómo sumarle a ese proceso, aunque no sea desde el conocimiento técnico, pero sí desde aquello que nos importa.

La antropología me dio muchas preguntas que abrazo mucho, de cómo se pueden percibir las cosas de un territorio y desde otro lugar, desde otro cuerpo, desde otras lenguas, desde otra experiencia. Creo que todo lo que he hecho como el amor que le tengo a las historias y a la diversidad de tus formas de contarlas y a la diversidad de territorios desde las que se encuentran.

Digital Democracy apoya a las comunidades que trabajan para defender sus derechos humanos y ambientales, pero que carecen de las herramientas para hacerlo. Se trata de comunidades marginadas en todo el mundo, incluidos pueblos indígenas y minorías étnicas, cuyos derechos humanos se ven más gravemente afectados por el abuso ambiental. La organización acompaña con los procesos de las comunidades con distintas capacitaciones que le permita utilizar herramientas digitales básicas para recopilar, compartir y gestionar información sobre infracciones ambientales y de derechos humanos.
Puedes conocer más sobre su trabajo y las distintas herramientas que han desarrollado en el sitio www.digital-democracy.org.

@sursiendo

Fuente de la información e imagen:  https://sursiendo.org/2023

Fotografía: Sur siendo

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Tesis sobre el relato: uno de educación

Por: Darío Balvidares*

El escritor, crítico y ensayista, Ricardo Piglia, nos ha dejado tantísimas ideas para pensar la literatura, pero una de esas ideas brillantes es su tesis sobre el cuento[1]  en la que desarrolla el desplazamiento  en la estructura del cuento en dos historias, la historia 1 o historia en primer plano y la historia 2 como la historia oculta que se cifra en la historia 1. Es decir, que no sólo se trata de qué se cuenta, sino de cómo se cuenta, lo que haya que contar.

Quien esté leyendo este breve artículo, en este momento, estará esperando la explicación sobre los renglones que acaba de leer, incluso más, el porqué del título.

Ahora bien, generar el suspenso es otra de las atribuciones de las que se precia un buen cuento; cita Piglia una de las notas que el célebre Antón Chéjov había dejado: “Un hombre en Montecarlo, va al casino, gana un millón, vuelve a su casa, se suicida”, he ahí una historia para contar, pues – dice Piglia – va contra lo convencional (jugar-perder-suicidarse).

La historia 1, podría ser la del juego que enmascara la historia 2, la del suicidio que se devela al final, eso sucedería en el cuento clásico con final sorpresivo; pero en el cuento moderno, las dos historias se cuentan al mismo tiempo y se abandona el final sorpresivo, las dos historias entran en tensión pero no se resuelven nunca.

A esta altura, lectxr, estamos a punto de entrar en el relato de la presencialidad en la educación, aunque la “presencialidad”, casi se haya convertido en una cuestión autónoma, escindida de la educación. Un debate que parece no tener fin en un contexto que además de penoso, no tiene nada de ficción, la pandemia que produjo el covid-19 y sus consecuencias, no son parte de la imaginación literaria.

Sin embargo, alrededor del concepto de “presencialidad” se construye una verdadera narración polifónica, múltiples voces narradoras que producen sentido en el entrecruzamiento de dos sistemas, el lingüístico y el ideológico, lo que podríamos llamar, haciendo la analogía con lo propuesto por Ricardo Piglia, la historia 1.

En una breve síntesis, se produce la narrativa polifónica desde un decreto del ejecutivo nacional que suspende la presencialidad por 15 días en las escuelas en el área metropolitana (conurbano de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma); el ejecutivo de la Ciudad denuncia la inconstitucionalidad del decreto por “vulnerar la autonomía”; la Cámara de Apelaciones de la Ciudad falla a favor del ejecutivo de la Ciudad; un juez Federal, falla decidiendo la nulidad del fallo anterior y por lo tanto le da la razón al ejecutivo nacional, en el medio una jueza rechaza el amparo pedido por una supuesta organización de padres y se declara incompetente.

Finalizados los plazos de suspensión de presencialidad del decreto del ejecutivo nacional, es decir, con posterioridad a la fecha de caducidad, en un fallo extemporáneo de toda temporalidad, la Corte Suprema, de manera no presencial y a distancia para evitar posibles contagios del covid en sus cortesanas humanidades, resuelve sin argumentos “saludables”, a juzgar, incluso, por su propia conducta distante, darle la razón al ejecutivo de la Ciudad.

Hasta ahí, se narra la trama de la presencialidad jurídica, los poderes ejecutivos y judiciales generando discursos sobre un sustantivo abstracto, presencialidad.

La narración polifónica se va completando con las opiniones que va tejiendo el periodismo, que busca la foto “política” que muestre a la dirigencia capitalista unida contra el covid.

Todas esas voces gritan que la presencialidad es “indiscutible”, pero algunas acuerdan con un lado de la “supuesta” grieta y otras del otro.

Mientras tanto en el afuera de Macondo, – me permito usar ese punto geográfico inexistente del genial García Márquez para ilustrar el espacio narrativo del poder –  la realidad, que no es mágica, sigue su curso de contagios.

La presencialidad, la modalidad híbrida, las burbujas aúlicas, los protocolos (disparatados), son sólo descripciones ornamentales, estrategias sólo discursivas pero pobres como dispositivos reales porque el virus es sordo y ciego.

¿Por qué se abandonó el relato de la cuarentena estricta, fase 1, frente a la segunda ola?

Las nuevas cepas no saben de economía, como no lo sabe la cepa original.

¿Qué pasó con el “Quedate en casa”?

Con las contradicciones de uno de los personajes de este relato, el ministro Nicolás Trotta: “No van a volver a las clases con normalidad hasta que haya una vacuna contra el coronavirus[2]; unos meses después, el ministro asume el relato mundializado por la UNESCO y dice: “La vacuna no es condición indispensable para la presencialidad[3]

Ahora hay vacunas, pero no las suficientes y además, les docentes no están vacunados en su totalidad y mucho menos les estudiantes, también imprescindible vacunarlos, puesto que las cepas mutadas complican la salud de les jóvenes.

El otro personaje engrietado es la ministra de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, que tuvo y tiene momentos “brillantes” en cuanto al papel de odiadora serial de les docentes, la educación pública y los buenos presupuestos de educación. Pero una de sus mejores y desopilantes intervenciones fue cuando dijo: “Tenemos millones de papers científicos que confirman que los chicos no son un factor de transmisión masivo, que las escuelas abiertas, al revés de lo que se pensaba antes, son un espacio con protocolos, no solo necesarios, sino posibles”.[4]

Ni la mejor obra de teatro del absurdo, jamás escrita, podría llegar a imaginar tales ensayos de la idiotez frente al acecho permanente de la muerte anunciada.

El gremio docente levanta la palabra, son otra voz en el escenario polifónico, un corifeo que anuncia lo que no se debe: sostener la presencialidad en picos de pandemia. Son los que ponen el cuerpo por el designio de funcionarios, que se consideran dioses olímpicos, gobernando nuestros destinos, minorías que traman el destino de las mayorías.

No sólo no son escuchados, sino castigados por su lucha por la vida con descuentos irracionales o con el contagio viral o con la muerte anunciada.

Argentina supera los 70000 muertos y el funcionariato vernáculo debate la presencialidad escolar, judicializa sus propias miserabilidades y “escribe”, al mismo tiempo, la historia 2 de este relato, la historia oculta, la que nuestra que la única presencialidad administrada es la del covid 19.

Como en la tesis sobre el cuento, en las dos historias hay dos sistemas distintos de causalidad, “los mismos acontecimientos entran simultáneamente en dos lógicas narrativas antagónicas”, dice Piglia.

Para lo que nos ocupa, la historia 1 de la narración polifónica sobre la presencialidad escolar, es el relato del juego en la nota de Chéjov; en tanto que la historia 2, la muerte anunciada (por el covid), la que corresponde al suicidio.

Es hora de que haya una pausa en la narrativa delirante sobre la presencialidad o seguirán conspirando contra la vida e induciendo al suicidio desde la impunidad de sus cargos.

* Profesor y Licenciado en Letras (FFyL-UBA). Fue docente durante 30 años y Rector de la Escuela de Comercio 3, Hipólito Vieytes (CABA). Como investigador es autor de “La educación en la era corporativa, la trama de la desposesión”. Herramienta Ediciones y Contrahegeminía Web (2019) CABA.  Y del ensayo “La novela educativa o el relato de la alienación”  Redes Cultura (2005) CABA, con prólogo de Osvaldo Bayer. Además de decenas de trabajos y artículos publicados en Contrahegemonía Web; Rebelion.org  y Otras Voces en Educación. Durante 15 años fue productor periodístico y columnista del programa radial La Deuda Eterna.

[1] Ricardo Piglia. Crítica y Ficción. Ediciones Siglo Veinte. Buenos Aires. 1990

[2][2] https://www.treslineas.com.ar/trotta-volver-clases-normalidad-hasta-haya-vacuna-contra-coronavirus-n-1602170.html

[3] http://seguinforma.com.ar/trotta-la-vacuna-no-es-condicion-indispensable-para-la-presencialidad/

[4] https://www.treslineas.com.ar/medicos-refutan-soledad-acuna-solo-contagiamos-tambien-morimos-n-1633561.html

Fuente: El Autor escribe para OVE

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Ana López Navajas: «La exclusión de las aportaciones de las mujeres a la historia supone una pérdida cultural y una falta de rigor»

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La historia del cine en 125 películas imprescindibles

En el 125 aniversario del nacimiento del cinematógrafo, ‘Industrias del Cine‘ recomienda 125 películas imprescindibles de la historia del cine.

28 de diciembre de 1895. En el Salon Indien del Gran Café del número 14 del Boulevard des Capucines de París, algo más de treinta espectadores asistieron a la primera proyección pública del cinematógrafo, el invento con el que Auguste y Louis Lumière estaban a punto de cambiar la historia de la humanidad.

El cinematógrafo Lumière no solo permitía filmar imágenes en movimiento sobre un soporte químico, sino que permitía proyectarlas sobre una pared o una pantalla, convirtiendo el individualista kinetoscopio de Edison en una experiencia compartida y social.

¿Podrían imaginar los hermanos y científicos Lumière que su invento llegaría a tener para la cultura popular universal un impacto tan grande?

¿Se imaginan el Siglo XX sin cine o sin televisión?

https://youtu.be/NwRAUniWJPY

El cine cumple 125 años en medio de una pandemia mundial que está haciendo replantear muchas cosas, también el futuro del cine en las salas. Pero no existe riesgo en que el invento que nació como experiencia colectiva y devino finalmente en cultura y arte acabe desapareciendo. Más que nunca se consume contenido audiovisual: películas, series, videoclips, televisión… pero su consumo es cada vez más individual, alejándose de la tradicional exhibición cinematográfica que durante tantos años ha transmitido la magia del cine.

No dejemos que Edison le gane la partida a los Lumière.

Una lista con grandes obras representativas del séptimo arte

Para celebrar los 125 primeros años del cine, el equipo de Industrias del Cine ha elegido mediante votación 125 películas imprescindibles para apreciarlo, entenderlo y amarlo. 125 películas que, de una manera u otra, han marcado un antes y un después, han sido puntas de lanza de corrientes estilísticas y narrativas o se han convertido en iconos de la cultura popular.

Son estas 125 películas como podrían haber sido otras 125 diferentes. El cine es un arte inabarcable, rico en lenguajes, en historias, en emociones. En Industrias del Cine hemos elegido estas 125, procurando ser representativos de lo mucho y bueno que se ha hecho a lo largo de la historia y en lo ancho del globo, con la única norma de no repetir película de ningún cineasta.

Aun así, cineastas y películas fundamentales de la historia del cine han quedado lamentablemente fuera de este acotado listado. Nuestras sinceras disculpas por no incluir películas como El gabinete del Doctor Caligari, El acorazado Potemkin, Napoléon, Ser o no ser, El tercer hombre, Los diez mandamientos, Mary Poppins, Dos hombres y un destino, Rocky, El cazador, La princesa prometida, Cinema Paradiso, Magnolia, Amèlie, Oldboy, Olvídate de mí o La llegada, por citar solo unos ejemplos. Así como tampoco aparecen grandes obras maestras dirigidas por directores que ya aparecen representados con una película.

La lista se complementa con alguna sorpresa o película inesperada, y como no, con alguna presencia discutible. No es un listado académico, es un listado que combina rigor histórico con filias y fobias personales de los miembros del equipo de Industrias del Cine.

A continuación, os dejamos con el listado de 125 películas imprescindibles de la historia del cine.

– 1 –

Viaje a la luna

Georges Méliès. Francia, 1902.

Es imprescindible por ser uno de los primeros films de ciencia ficción y un pionero en implementar novedosos efectos especiales.

– 2 –

Intolerancia

D. W. Griffith. Estados Unidos, 1916.

Es imprescindible porque Griffith fue uno de los creadores del lenguaje cinematográfico moderno, dejando atrás la teatralidad del primer cine,.

– 3 –

Nosferatu

F. W. Murnau. Alemania, 1922.

Es imprescindible porque se trata de la primera gran adaptación de Drácula al cine y es una obra maestra del expresionismo alemán.

– 4 –

El maquinista de la general

Buster Keaton. Estados Unidos, 1926.

Es imprescindible porque la imaginación y el talento de Buster Keaton no tenían límites.

– 5 –

El cantor de jazz

Alan Crosland. Estados Unidos, 1927.

Es imprescindible por ser la primera película sonora: una audacia de Warner Bros.

– 6 –

Metrópolis

Fritz Lang. Alemania, 1927.

Es imprescindible porque fue y sigue siendo visionaria estética, técnica e ideológicamente.

– 7 –

La caída de la casa Usher

Jean Epstein. Francia, 1928.

Es imprescindible porque traslada al cine la belleza del onirismo de Edgar Allan Poe.

– 8 –

El hombre de la cámara

Dziga Vertov. URSS, 1929.

Es imprescindible porque el montaje pasó a ser el elemento central en la creación cinematográfica.

– 9 –

El doctor Frankenstein

James Whale. Estados Unidos, 1931.

Es imprescindible porque dio vida cinematográfica al tan aterrador como bello monstruo en la piel de Boris Karloff y es representativa de la exitosa franquicia de Monstruos Clásicos de la Universal iniciada en 1925.

– 10 –

King Kong

Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack. Estados Unidos, 1933.

Es imprescindible porque era una hermosa historia de amor con unos icónicos efectos visuales, que a día de hoy, siguen sorprendiendo.

– 11 –

Una noche en la ópera

Sam Wood. Estados Unidos, 1935.

Es imprescindible porque así lo estipula la parte contratante de la primera parte que será considerada como la parte contratante de la primera parte.

– 12 –

Tiempos modernos

Charles Chaplin. Estados Unidos, 1936.

Es imprescindible porque es la primera película sonora de un genio como Charles Chaplin.

– 13 –

Blancanieves y los siete enanitos

David Hand. Estados Unidos, 1937.

Es imprescindible porque fue el primer largometraje de animación producido por Disney de la historia.

– 14 –

La fiera de mi niña

Howard Hawks. Estados Unidos, 1938.

Es imprescindible porque demuestra que un gran fracaso en taquilla no impide que con el tiempo te conviertas en un clásico.

– 15 –

Lo que el viento se llevó

Victor Fleming. Estados Unidos, 1939.

Es imprescindible por ser la que se supone es la película más taquillera de la historia si se ajustase la inflación.

– 16 –

Ciudadano Kane

Orson Welles. Estados Unidos, 1941.

Es imprescindible porque Roger Ebert dijo que era “la mejor película de la historia” y no somos quién para desmentirle.

– 17 –

Casablanca

Michael Curtiz. Estados Unidos, 1942.

Es imprescindible por tener el mejor guión cinematográfico jamás escrito y los diálogos más célebres de la historia.

– 18 –

Breve encuentro

David Lean. Reino Unido, 1945.

Es imprescindible porque es una obra maestra, directa y concisa, aunque sea prácticamente desconocida.

– 19 –

Roma, ciudad abierta

Roberto Rossellini. Italia, 1945.

Es imprescindible porque muestra el dolor de manera desgarradora, realista y brutal, y es una referencia fundacional del neorrealismo italiano.

– 20 –

Qué bello es vivir

Frank Capra. Estados Unidos, 1946.

Es imprescindible por regalarnos el final más bonito de la historia del cine y hacernos creer que todavía quedan buenas personas.

– 21 –

Ladrón de bicicletas

Vittorio de Sica. Italia, 1948.

Es imprescindible por ser la obra cumbre del Neorrealismo italiano y porque nunca un padre y un hijo se han querido tanto en la gran pantalla.

– 22 –

Eva al desnudo

Joseph L. Mankiewicz. Estados Unidos, 1950.

Es imprescindible porque contiene, probablemente, la mejor actuación de la mejor actriz conocida, Bette Davis.

– 23 –

Un tranvía llamado deseo

Elia Kazan. Estados Unidos, 1951.

Es imprescindible porque Marlon Brando marcó un nuevo estilo interpretativo… ¡Stella!.

– 24 –

Cantando bajo la lluvia

Stanley Donen y Gene Kelly. Estados Unidos, 1952.

Es imprescindible porque esta película te alegra cualquier día por malo que éste sea.

– 25 –

Abismos de pasión

Luis Buñuel. México, 1953.

Es imprescindible porque es expresión máxima del amour fou surrealista de Buñuel.

– 26 –

Los siete samuráis

Akira Kurosawa. Japón, 1954.

Es imprescindible por ser la película de aventuras que más ha influenciado en el cine de Occidente.

– 27 –

La noche del cazador

Charles Laughton. Estados Unidos, 1955.

Es imprescindible porque es de una perversidad tan exacta y atroz que sorprende que sea la única obra de su director.

– 28 –

El cebo

Ladislao Vajda. Suiza, 1958.

Es imprescindible porque es cine negro a plena luz del día de una España en plena letargia franquista.

– 29 –

Mi tío

Jacques Tati. Francia, 1958.

Es imprescindible porque esta aparentemente sencilla comedia fue la más feroz crítica a la sociedad de consumo filmada hasta entonces.

– 30 –

Ben-Hur

William Wyler. Estados Unidos, 1959.

Es imprescindible por ser una producción de enorme escala, ya no se ruedan películas así.

– 31 –

Los cuatrocientos golpes

François Truffaut. Francia, 1959.

Es imprescindible porque François Truffaut supo romper con las normas hasta entonces establecidas por el Hollywood dorado y abrir una nueva puerta en la que otro cine era posible.

– 32 –

El apartamento

Billy Wilder. Estados Unidos. 1960.

Es imprescindible porque el amor triunfa, y eso no pasa siempre.

– 33 –

Psicosis

Alfred Hitchcock. Estados Unidos, 1960.

Es imprescindible porque estando en la cima, su director dio un giro de 180 grados a su carrera.

– 34 –

Desayuno con diamantes

Blake Edwards. Estados Unidos, 1961.

Es imprescindible porque convirtió en un icono de la cultura popular a Audrey Hepburn y por Moon River, probablemente la canción más bonita escrita nunca para una película.

– 35 –

West Side Story

Jerome Robbins y Robert Wise. Estados Unidos, 1961.

Es imprescindible porque Shakespeare estaría orgulloso de la mejor adaptación filmada de su Romeo y Julieta.

– 36 –

Agente 007 contra el Dr. No

Terence Young. Reino Unido, 1962.

Es imprescindible por ser la primera vez que vemos a James Bond en pantalla. Nace un género en sí mismo alrededor de un personaje.

– 37 –

Cleo de 5 a 7

Agnès Varda. Francia, 1962.

Es imprescindible por ser una de las propuestas más respetadas de la Nouvelle Vague. Además, dirigida por la legendaria Agnès Varda.

– 38 –

El hombre que mató a Liberty Valance

John Ford. Estados Unidos, 1962.

Es imprescindible porque suponía el fin de un género, el western, y el fin de una época.

– 39 –

Matar a un ruiseñor

Robert Mulligan. Estados Unidos, 1962.

Es imprescindible por legarnos al abogado Atticus Finch, el mayor héroe americano de la historia del cine.

– 40 –

El gatopardo

Luchino Visconti. Italia, 1963.

Es imprescindible porque nos mostraba que todo tiene que cambiar para que todo siga igual.

– 41 –

El verdugo

Luis García Berlanga. España, 1963.

Es imprescindible por cómo Berlanga supo convencer a la censura franquista de que su película no iba en contra de la pena de muerte y por ser, quizás, la mejor comedia española de la historia.

– 42 –

Los paraguas de Cherburgo

Jacques Demy. Francia, 1964.

Es imprescindible por narrar la triste y bella historia de un primer amor truncado por la guerra y hacerlo totalmente cantando.

– 43 –

La muerte tenía un precio

Sergio Leone. Italia, 1965.

Es imprescindible por ser un exponente del puro spaghetti western y del universo de Sergio Leone.

– 44 –

El joven Törless

Volker Schlöndorff. República Federal Alemana, 1966.

Es imprescindible por ser un exponente de las corrientes centroeuropeas aparecidas en los años sesenta, nacidas al amparo de las nuevas olas francesas.

– 45 –

Persona

Ingmar Bergman. Suecia, 1966.

Es imprescindible porque toda película que afronte la dualidad tiene que mirarse en el espejo de Bergman.

– 46 –

El graduado

Mike Nichols. Estados Unidos, 1967.

Es imprescindible por ser la punta de lanza del Nuevo Cine Estadounidense, nacido tras la caída del restrictivo y censor Código Hays.

– 47 –

Reflejos en un ojo dorado

John Huston. Estados Unidos, 1967.

Es imprescindible porque es un drama sureño que abrasa a unos personajes abismales en el páramo de sus vidas burguesas.

– 48 –

2001: Una odisea del espacio

Stanley Kubrick. Estados Unidos, 1968.

Es imprescindible por ser la película más amada/odiada de la historia y seguir creando debate más de 50 años después.

– 49 –

If…

Lindsay Anderson. Reino Unido, 1968.

Es imprescindible por su necesidad de mostrar la rebeldía, el inconformismo social, la lucha obrera y el desalentador futuro de las nuevas generaciones, pilares del Free Cinema inglés.

– 50 –

Cowboy de medianoche

John Schlesinger. Estados Unidos, 1969.

Es imprescindible por ser una obra adelantada a su tiempo y la primera y única calificada X en ganar el Oscar a la mejor película.

– 51 –

Z

Costa-Gavras. Argelia, 1969.

Es imprescindible por ser ejemplo paradigmático de cine político comprometido, como buena parte de la filmografía de su director, Costa-Gavras.

– 52 –

El padrino

Francis Ford Coppola. Estados Unidos, 1972.

Es imprescindible porque demostró que un desconocido director de 31 años podía dirigir la gran obra maestra del cine moderno americano.

– 53 –

El exorcista

William Friedkin. Estados Unidos, 1973.

Es imprescindible por ser la mejor película de terror de la historia. Y punto.

– 54 –

Amarcord

Federico Fellini. Italia, 1974.

Es imprescindible por representar la alegría absoluta en tiempos de fascismo.

– 55 –

Chinatown

Roman Polanski. Estados Unidos, 1974.

Es imprescindible porque es un doloroso Neo-Noir sobre la imposibilidad de lapidar los secretos del pasado.

– 56 –

Furtivos

José Luis Borau. España, 1975.

Es imprescindible porque muestra la crudeza de la España de la Transición con una madre, Lola Gaos, áspera y atroz castradora de su hijo, Ovidi Montllor.

– 57 –

Tiburón

Steven Spielberg. Estados Unidos, 1975.

Es imprescindible no solo por ser el primer éxito mundial de Spielberg sino por sentar las bases de los blockbusters.

– 58 –

Network, un mundo implacable

Sidney Lumet. Estados Unidos, 1976.

Es imprescindible porque debería ser visionado obligatorio el primer día de clase en todas las facultades de periodismo del mundo.

– 59 –

Star Wars. Episodio IV: Una nueva esperanza

George Lucas. Estados Unidos, 1977.

Es imprescindible por imaginar un universo mucho más lejano con una historia llena de infortunios familiares, espadas láser y unos rebeldes que desafiaban a todo un imperio.

– 60 –

Superman

Richard Donner. Reino Unido, 1978.

Es imprescindible porque Christopher Reeve nos hizo creer que podía volar y sentó las bases del género de superhéroes.

– 61 –

La vida de Brian

Terry Jones. Reino Unido, 1979.

Es imprescindible por ser la obra cumbre de los genios del humor Monty Python y por su revolucionaria crítica al fanatismo religioso.

– 62 –

Manhattan

Woody Allen. Estados Unidos, 1979.

Es imprescindible porque pocas veces se ha filmado un retrato tan hermoso de una ciudad.

– 63 –

Toro Salvaje

Martin Scorsese. Estados Unidos, 1980.

Es imprescindible porque nos muestra el horror y la lucha de un hombre contra sí mismo.

– 64 –

Posesión infernal

Sam Raimi. Estados Unidos, 1981.

Es imprescindible porque el terror y el gore no serían lo mismo sin la cinta de Sam Raimi. ¿Quién no se acuerda de ella cuando aparece una cabaña?

– 65 –

Blade Runner

Ridley Scott. Estados Unidos, 1982.

Es imprescindible porque nos mostraba que la empatía era la clave para ser humano.

– 66 –

El sur

Víctor Erice. España, 1983.

Es imprescindible porque en lo inacabado de la obra yace la belleza de un drama rural, el de gran parte de los vencidos de la Guerra Civil española.

– 67 –

Los santos inocentes

Mario Camus. España, 1984.

Es imprescindible por retratar la vida rural de la España franquista de una manera brutal, directa, amarga y despiadada.

– 68 –

París, Texas

Wim Wenders.

República Federal Alemana, 1984.

Es imprescindible por ser un canto a la libertad incondicional por encima de ataduras morales.

– 69 –

Regreso al futuro

Robert Zemeckis. Estados Unidos, 1985.

Es imprescindible por aunar cine de aventuras, ciencia ficción, comedia y romance y ser una de las películas más icónicas de los años 80.

– 70 –

Bajo el peso de la ley

Jim Jarmusch. Estados Unidos, 1986.

Es imprescindible por descubrirnos a Jim Jarmusch, el más emblemático director independiente del cine americano.

– 71 –

Akira

Katsuhiro Otomo. Japón, 1988.

Es imprescindible por predecir el futuro y su estética e introducir el anime en el mundo occidental.

– 72 –

Amanece que no es poco

José Luis Cuerda. España, 1989.

Es imprescindible por ser una obra de culto del humor absurdo en la comedia española.

– 73 –

Haz lo que debas

Spike Lee. Estados Unidos, 1989.

Es imprescindible por dar, desde dentro, el protagonismo a los problemas de toda una comunidad que hasta entonces solo había optado a papeles secundarios.

– 74 –

Sacrificio

Andrei Tarkovsky. Suecia, 1989.

Es imprescindible por ese plano secuencia final, nunca ver arder una casa había sido tan bello.

– 75 –

Eduardo Manostijeras

Tim Burton. Estados Unidos, 1990.

Es imprescindible porque a pesar de sus claras influencias estilísticas, resulta una clase magistral sobre luz, color y forma y consolidó a Tim Burton como uno de los directores de la década.

– 76 –

Pretty Woman

Garry Marshall. Estados Unidos, 1990.

Es imprescindible porque el inesperado romance entre un banquero adinerado y una prostituta de poca monta se ha convertido en un evento anual de la televisión.

– 77 –

El silencio de los corderos

Jonathan Demme. Estados Unidos, 1991.

Es imprescindible por conseguir que un film de terror ganase los Oscar más importantes, incluyendo el de Mejor Película.

– 78 –

JFK: Caso abierto

Oliver Stone. Estados Unidos, 1991.

Es imprescindible porque da una clase magistral de montaje cinematográfico intentando arrojar luz al magnicidio más importante de Estados Unidos en el Siglo XX.

– 79 –

Atrapado en el tiempo

Harold Ramis. Estados Unidos, 1993.

Es imprescindible porque demuestra que aunque no las merezcas, la vida te da segundas oportunidades (y terceras, y cuartas, y…).

– 80 –

El piano

Jane Campion. Nueva Zelanda, 1993.

Es imprescindible por ser la primera y hasta el momento única película dirigida por una mujer ganadora del Festival de Cannes.

– 81 –

A través de los olivos

Abbas Kiarostami. Irán, 1994.

Es imprescindible porque puso en el mapa una cinematografía tan sugerente como la iraní.

– 82 –

Cadena perpetua

Frank Darabont. Estados Unidos, 1994.

Es imprescindible porque explica una historia de amistad de manera muy bella, y por eso se ha convertido en un clásico.

– 83 –

El rey león

Rob Minkoff. Estados Unidos, 1994.

Es imprescindible por introducir la tragedia shakesperiana en el cine de animación y ser la cima del resurgimiento de Disney en los años 90.

– 84 –

Pulp Fiction

Quentin Tarantino. Estados Unidos, 1994.

Es imprescindible por ser un clásico del cine moderno, su estructura narrativa rompedora, su hibridación genérica y por la escena de baile más icónica de los 90.

 – 85 –

El odio

Mathieu Kassovitz. Francia, 1995.

Es imprescindible porque explica perfectamente lo que pasa todavía hoy en las banlieues de París.

– 86 –

Seven

David Fincher. Estados Unidos, 1995.

Es imprescindible porque creó un estilo temático y estético que duró una década.

– 87 –

Toy Story

John Lasseter. Estados Unidos, 1995.

Es imprescindible porque es el primer largometraje de animación hecho íntegramente con ordenador.

– 88 –

Fargo

Joel Coen. Estados Unidos, 1996.

Es imprescindible porque esta es una historia verídica. Los eventos retratados en este filme tuvieron lugar en Minnesota en 1987. A petición de los sobrevivientes, los nombres han sido cambiados. Por respeto a los fallecidos, el resto ha sido contado exactamente como ocurrió.

– 89 –

Trainspotting

Danny Boyle. Reino Unido, 1996.

Es imprescindible por acercarnos de manera frenética al mundo de las drogas, con una banda sonora vital y un emergente Ewan McGregor.

– 90 –

La vida es bella

Roberto Benigni. Italia, 1997.

Es imprescindible porque en un contexto bélico y en un escenario descorazonador como son los campos de concentración, un padre supo convencer tanto a su hijo como a los espectadores de que la vida no es solo bella, sino que vale luchar por ella hasta el último aliento.

– 91 –

Titanic

James Cameron. Estados Unidos, 1997.

Es imprescindible por ser una de las tres películas con más Oscar en su haber y porque es la película con mayor número de espectadores en España.

– 92 –

El show de Truman

Peter Weir. Estados Unidos, 1998.

Es imprescindible por ser una perturbadora comedia que expone dilemas morales y éticos en la expansión del sensacionalismo en los medios de comunicación.

– 93 –

Los idiotas

Lars von Trier. Dinamarca, 1998.

Es imprescindible por su irreverencia general y por pertenecer al Dogma 95, manifiesto cinematográfico del cual Lars von Trier fue uno de sus precursores.

– 94 –

Ringu

Hideo Nakata. Japón, 1998.

Es imprescindible porque la cinta de Hideo Nakata fue pionera en la expansión del género J-Horror fuera de la escena nipona.

– 95 –

American Beauty

Sam Mendes. Estados Unidos, 1999.

Es imprescindible porque anticipó la destrucción del sueño americano dos años antes del 11-S.

– 96 –

Matrix

Lilly y Lana Wachowski. Estados Unidos, 1999.

Es imprescindible porque revolucionó de una manera tan brutal los efectos especiales que su influencia llega todavía a nuestros días.

– 97 –

Todo sobre mi madre

Pedro Almodóvar. España, 1999.

Es imprescindible porque es la depuración absoluta del estilo Almodóvar y supuso la consolidación internacional del manchego.

– 98 –

Deseando amar

Wong Kar-Wai. Hong Kong, 2000.

Es imprescindible porque demostró que en cualquier rincón del mundo se pueden vivir apasionadas historias de amor.

– 99 –

La comunidad

Álex de la Iglesia. España, 2000.

Es imprescindible por mezclar tan bien el humor de Ibáñez con el cine de Berlanga, creando un cine con identidad propia.

– 100 –

Tigre y dragón

Ang Lee. Taiwán, 2000.

Es imprescindible por representar la belleza onírica con peleas de espadas y kung fu.

– 101 –

El señor de los anillos: la comunidad del anillo

Peter Jackson. Nueva Zelanda, 2001.

Es imprescindible porque no pasan los años para la trilogía de Peter Jackson y fue un fenómeno que junto a Harry Potter animó a que más literatura fantástica fuera adaptada al cine, demostrando que ya ningún mundo de fantasía era irresistible al celuloide.

– 102 –

El viaje de Chihiro

Hayao Miyazaki. Japón, 2001.

Es imprescindible porque la cinta de Hayao Miyazaki fue la primera película de animación japonesa reconocida por la Academia con el Oscar a Mejor Película de Habla no Inglesa. Y es una obra maestra.

– 103 –

Mulholland Drive

David Lynch. Estados Unidos, 2001.

Es imprescindible porque es un puzzle en el que no es necesario que todas las piezas encajen para resultar fascinante.

– 104 –

Shrek

Andrew Adamson y Vicky Jenson. Estados Unidos, 2001.

Es imprescindible porque le dio la vuelta a las películas de príncipes que rescatan princesas y generó un personaje icónico para la historia del cine.

– 105 –

Bowling for Columbine

Michael Moore. Estados Unidos, 2002.

Es imprescindible porque es un escalofriante estudio sobre la irracional necesidad de poseer armas de la autodenominada “mejor nación del planeta”.

– 106 –

Ciudad de Dios

Fernando Meirelles y Kátia Lund. Brasil, 2002.

Es imprescindible por instaurar un estilo de filmar los suburbios de cualquier lugar del mundo.

– 107 –

Irreversible

Gaspar Noé. Francia, 2002.

Es imprescindible porque muestra toda la crudeza de una violación y, además, no nos damos cuenta hasta el principio de lo triste que es.

– 108 –

Lost in translation

Sofia Coppola. Estados Unidos, 2003.

Es imprescindible por ser uno de los más bellos retratos sobre la soledad y por la personal voz de su directora, ganadora del Oscar a Mejor Guion Original.

– 109 –

Love Actually

Richard Curtis. Reino Unido, 2003.

Es imprescindible por convertirse en un clásico navideño moderno y representar como pocas la comedia británica con el sello de Richard Curtis.

– 110 –

Juno

Jason Reitman. Estados Unidos, 2006.

Es imprescindible por ofrecer una visión original y optimista de una temática tradicionalmente ligada al drama: un embarazo adolescente.

– 111 –

Persépolis

Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud. Francia, 2007.

Es imprescindible porque evidencia el fundamentalismo religioso y la opresión machista en un canto a la libertad narrado en forma de cómic.

– 112 –

Déjame entrar

Tomas Alfredson. Suecia, 2008.

Es imprescindible por hacer una aproximación actual, más humana y social del mito del vampiro, desde la cual compadecernos y aterrorizarnos por igual ante la criatura y su devenir entre las personas.

– 113 –

El caballero oscuro

Christopher Nolan. Estados Unidos, 2008.

Es imprescindible porque el cine de superhéroes nunca volvió a ser igual (para bien o para mal) después de Nolan.

– 114 –

Canino

Yorgos Lanthimos. Grecia, 2009.

Es imprescindible por contar con uno de los guiones más valientes del cine reciente y por cuestionar visceralmente los roles de la educación y la familia.

– 115 –

En tierra hostil

Kathryn Bigelow. Estados Unidos, 2009.

Es imprescindible por ser una magnífica película bélico-dramática cuya directora pasará a la historia por alzarse con el primer Oscar a la Mejor Dirección para una mujer. Casi nada.

– 116 –

La cinta blanca

Michael Haneke. Alemania, 2009.

Es imprescindible porque Michael Haneke explora los orígenes del nazismo a través de la historia de unos niños en una aldea protestante.

– 117 –

La caza

Thomas Vinterberg. Dinamarca, 2012.

Es imprescindible porque muestra cómo una mentira puede arruinarle la vida a una persona.

– 118 –

Her

Spike Jonze. Estados Unidos, 2013.

Es imprescindible porque presenta una historia de (des)amor distópica que cuestiona el futuro de la convivencia entre humanos y máquinas.

– 119 –

La gran belleza

Paolo Sorrentino. Italia, 2013.

Es imprescindible porque una vez superados los traumas del pasado, somos capaces de ver la belleza.

– 120 –

La vida de Adèle

Abdellatif Kechiche. Francia, 2013.

Es imprescindible por captar con tremenda naturalidad la esencia misma de la vida, del primer amor y el primer desamor.

– 121 –

Mad Max: Furia en la carretera

George Miller. Australia, 2015.

Es imprescindible porque demuestra que nunca es tarde para pegarle un puñetazo a Hollywood en la cara.

– 122 –

La La Land

Damien Chazelle. Estados Unidos, 2016.

Es imprescindible porque además de convertirse en un clásico instantáneo siempre será recordada como la ganadora, por unos minutos, de los Oscars 2017.

– 123 –

Yo, Daniel Blake

Ken Loach. Reino Unido, 2016.

Es imprescindible por plasmar con la crudeza y el humanismo que caracterizan el cine de Ken Loach las dificultades que viven los trabajadores en paro en un sistema perverso que limita las ayudas sociales.

– 124 –

Roma

Alfonso Cuarón. México, 2018.

Es imprescindible no solo por su belleza, sino también por haber hecho temblar los cimientos de la distribución cinematográfica convencional.

– 125 –

Parásitos

Bong Joon-ho. Corea del Sur, 2019.

Es imprescindible porque esta feroz comedia sobre la lucha de clases hizo historia por ser la primera película no hablada en inglés en ganar el Oscar a la Mejor Película.

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Entrevista a Ann Druyan: «Precisamos más que nunca historias que nos den esperanzas»

A 40 años de su estreno, en 2020 ha vuelto Cosmos en una nueva temporada, ‘Cosmos: Possible Worlds’. Su productora y guionista explica las razones por las cuales esta serie documental es más importante que nunca y por qué es necesario el optimismo en esta época marcada por el cambio climático, pandemias y los movimientos anticientíficos.

La voz de Ann Druyan suena débil, distante como un eco en una profunda cueva. Parece diluirse en el teléfono. Sin embargo, sus ideas son potentes. Ganadora del Premio Peabody y del Emmy, esta mujer de 70 años es escritora, productora, directora y una de las comunicadoras de ciencia más importantes de nuestro tiempo. Escribió libros como Sombras de antepasados olvidadosEl mundo y sus demonios y la novela en la que se basó la película Contact (1997). Y aún así para algunos es la «viuda de Carl Sagan». 

Hace 40 años, tuvo una epifanía. Druyan engendró con el popular astrónomo la serie Cosmos, a través de la cual llevó al público en un viaje por el espacio y el tiempo, al pasado, presente y futuro de la historia de nuestra especie. «Cuando empezamos a escribir Cosmos en 1978 —recuerda—, con Carl sentimos la urgencia de compartir el asombroso poder de la ciencia, de transmitir la elevación espiritual que nos revela el universo, así como la necesidad de amplificar las alarmas que los científicos estaban haciendo sonar sobre nuestro impacto en el planeta».

En un escenario actual dominado no por la posibilidad de un armagedón nuclear sino por el cambio climático y los movimientos anticientíficos, esta escritora estadounidense sintió otra vez aquella necesidad.

Por eso, acompañada esta vez por el guionista Brannon Braga —conocido por su trabajo en Star Trek—, decidió que era hora de volver. En esta oportunidad con Cosmos: Possible Worlds, una producción de 13 episodios que, tras estar en un limbo durante meses por denuncias de conducta sexual inapropiada contra el famoso astrofísico Neil deGrasse Tyson —descartadas después de una investigación—, finalmente se estrenó por el canal National Geographic en marzo en España y en América Latina.

En 2014, con el impulso del productor Seth MacFarlane, Cosmos volvió a la televisión con un nuevo conductor, el astrónomo del Museo Americano de Historia Natural, Neil deGrasse Tyson, en Cosmos: A Spacetime Odyssey. ¿Qué la llevó a apostar por una nueva temporada?

El universo es un lugar tan grande con un número casi infinito de historias para contar. Estamos en un momento crítico de nuestra historia en el que debemos dejar de ser sonámbulos. Debemos despertar, ponernos de pie. Precisamos más que nunca de historias que nos den esperanzas. Cosmos es un faro de inspiración.

En los nuevos capítulos, el actor Patrick Stewart interpreta al astrónomo William Herschel y Judd Hirsch a Robert Oppenheimer, el padre de la bomba atómica. ¿A qué se refieren los “mundos posibles” del título?

Exploramos exoplanetas recientemente descubiertos y también nuestro universo interior, como el conectoma o las iniciativas por cartografiar el genoma humano. En especial en esta nueva temporada investigamos cómo podría ser nuestro futuro dentro de mil años si usáramos la ciencia y la tecnología con sabiduría.

Vivimos en una época en la que la cortina de la noche se ha levantado: ahora podemos conocer a la naturaleza como nunca antes. La ciencia es nuestra herramienta más poderosa para aprehender la realidad. Hemos puesto tantas veces nuestros sentidos en mundos distantes que prácticamente ya no es noticia. Podemos hacer cosas asombrosas pero a la vez estamos arruinando nuestro medio ambiente.

Los peligros también provienen de las fake news y los movimientos anticientíficos. ¿Cómo cree que los científicos deberían reaccionar ante los terraplanistas, antivacunas y demás negacionistas?

Creo que no deberían regodearse de lo que saben frente a las audiencias, sino buscar conectarse emocionalmente con ellas. Esa ha sido la misión de Cosmos: asombrar, entretener, incentivar la curiosidad, excitar, recordar que la ciencia nos rodea, que es relevante en nuestras vidas y en nuestra cultura.

Transmitir información es solo una fracción del deber de la comunicación de la ciencia. Hay que conectar el cerebro con el corazón. Se trata de entablar un encuentro personal, debemos derribar los muros que rodean la ciencia y que nos han excluido e intimidado a muchos de nosotros y traducir las ideas de la jerga técnica al lenguaje que todos compartimos para poder apropiarnos de ellas.

Cosmos es un poema visual. Combinan música y un gran despliegue visual. ¿Cree que estos elementos son necesarios para lograr esa conexión con la audiencia?

La narración de historias es clave para involucrar al público. La misión de Cosmos es similar a algo que Albert Einstein dijo en un discurso pronunciado en la Feria Mundial de Nueva York en 1939: «Si la ciencia, como el arte, ha de cumplir su misión de manera verdadera y plena, sus logros deben entrar no solo superficialmente sino con su significado interno en la conciencia de las personas».

¿Qué historias le interesan?

Vivimos en una época en la que nos sentimos indefensos, perdidos en estos tiempos oscuros, pero no lo somos: somos poderosos. Quería contar historias que mejoraran la autoestima humana, historias de nuestros antepasados y su coraje, cómo lucharon valientemente por una comprensión más profunda y precisa de la naturaleza. Si estos hombres y mujeres fueran nuestros ídolos, nuestras celebridades, si fueran personas admiradas por nuestros hijos e hijas, creo que estaríamos en otra situación.

¿De qué personas habla?

En esta temporada, contamos historias de científicos que han sido ignorados por la historia. Conocemos a Einstein y Galileo, pero el edificio de la ciencia es resultado del trabajo de incontables personas, hombres y mujeres en su mayoría olvidados. Soy una coleccionista, una cazadora-recolectora de historias. Siempre quise contar lo que tuvo que atravesar Nikolay Vavilov, un científico ruso que tenía el sueño de erradicar el hambre y viajó por el mundo coleccionando semillas.

En los peores días de las purgas estalinistas, fue perseguido y encarcelado por su enfrentamiento con Trofim Lysenko, propulsor de teorías pseudocientíficas, que además de negar a Darwin contaba con el apoyo de Stalin. Vavilov murió de hambre en prisión y su equipo pereció protegiendo el banco de semillas de Leningrado en un asedio nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Imagen de 'Cosmos Mundos Posibles' con Neil deGrasse-Tyson / © Cosmos Studios- Nat Geo
Imagen de ‘Cosmos Mundos Posibles’ con Neil deGrasse-Tyson / © Cosmos Studios- Nat Geo

La serie viene acompañada por un nuevo libro que usted escribió. Allí habla de la importancia del optimismo. En esta era de pandemias y cambio climático, ¿por qué cree que esta perspectiva optimista es necesaria?

Eso me pregunta mi hijo también. Baso mi optimismo en lo que sé de nuestros ancestros, en la tenacidad de la vida. Mi loco optimismo está basado en la ciencia y en la tecnología. Nuestra visión del futuro es distópica. Es un reflejo de los graves desafíos que enfrentamos. Todos sentimos la sombra que se cierne sobre nosotros. En Cosmos, contamos las historias de personas que en momentos críticos han defendido la ciencia. Esperamos que estas historias inspiren y nos ayuden a rechazar a aquellos líderes que niegan la realidad. La verdad importa. En materia climática, tenemos que empezar a tomar en serio lo que nos vienen diciendo los científicos desde hace 70 años.

Este año se festeja también el 30 aniversario del Pale Blue Dot (un punto azul pálido), una de las más famosas fotos de la Tierra tomadas por la sonda Voyager 1 cerca de Saturno. La imagen tuvo un gran impacto. ¿Necesitamos un sacudón similar en la actualidad?

“Contamos las historias de personas que en momentos críticos han defendido la ciencia”

Necesitamos una dosis saludable de escepticismo: probar ideas a través de la observación y la experimentación. Y cuestionar todo, incluida la autoridad. Debemos compartir estas historias de nuestros ancestros y su perseverancia. Somos sus descendientes. Nos sentimos impotentes, pero tenemos los medios para comunicarnos entre nosotros.

No podemos tolerar líderes que nos engañan con sus mentiras. Los pasos hacia atrás que hemos dado en los Estados Unidos en los últimos años son desalentadores. Pero creo en la democracia. Es ahora nuestro turno de enfrentar los desafíos como lo hicieron en su momento nuestros antepasados. Debemos actuar en defensa de nuestra civilización para no ser manipulados tan fácilmente y rechazar a aquellos líderes que tienen desprecio por la ciencia y por la realidad.

¿No cree que ya es un poco tarde?

Para nada. Hay otro futuro, otro mundo posible. El Antropoceno podría ser la era del despertar humano, cuando aprendemos a usar la ciencia y la alta tecnología en armonía con la naturaleza.

¿Imagina en un futuro una conductora mujer en Cosmos?

Absolutamente. Conozco a un gran número de talentosas científicas que tienen el poder de comunicar. Ese ha sido un gran cambio que he visto a lo largo de mi vida.

Fuente: https://www.publico.es/ciencias/cosmos-ann-druyan-precisamos-historias-den-esperanzas.html

https://rebelion.org/precisamos-mas-que-nunca-de-historias-que-nos-den-esperanzas/
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10 películas imprescindibles para docentes y estudiantes de Educación

Por: Educación 3.0

El cine es un recurso muy visual que puede ayudarnos a complementar una explicación. Por eso, en Educación 3.0 hemos recopilado ‘Películas para abordar la resiliencia en clase’, ‘Películas para apoyar las clases de Literatura’, ‘Películas para trabajar la inteligencia emocional’ o ‘Películas basadas en la asignatura de Biología para Bachillerato’. En este caso, recogemos películas que todo docente o estudiante de Educación tiene que ver. ¿Nos recomiendas alguna otra?

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Basada en la vida de Jaime A. Escalante, docente de Matemáticas, esta cinta (de finales de la década de los 80) fue protagonizada por Edward James Olmos. Forma parte de este grupo de largometrajes que relatan la llegada de un nuevo profesor a un centro conflictivo y como su presencia marcará un antes y un después para sus alumnos; jóvenes con una actitud conformista y sin aspiraciones que aprenderán el significado de la palabra luchar.

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2. Katmandú, un espejo en el cielo

Icíar Bollaín dirige a Verónica Echegui en esta película que traslada al espectador a una escuela de Katmandú. Allí Laia, su protagonista, se enfrenta a una dura realidad tanto personal como profesional que poco a poco irá superando mientras emprende un interesante proyecto educativo de alfabetización. Basada en una historia real, la de una maestra catalana llamada Victoria Subirana.

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3. La sonrisa de Mona Lisa

Ambientada en el año 1953, su director Mike Newell realiza una crítica al papel de la mujer en aquella época. Hasta el colegio femenino de Wellesley llega la profesora de arte Katherine Watson (Julia Roberts). Enseñará a sus alumnas la importancia de pensar por sí mismas y que más allá de ser una buena esposa y madre la vida puede ofrecerlas muchas más cosas y oportunidades.

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4. El maestro

Alberto Manzi es un profesor que acaba de regresar de la II Guerra Mundial y empieza a buscar trabajo. La tarea no es fácil y finalmente encuentra uno en el reformatorio de la ciudad, dando clases a niños y jóvenes a los que nadie acepta. Con mucho esfuerzo y dedicación consigue que estos pequeños acaben confiando en él, compartiendo sueños e historias.

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5. La clase

El abandono escolar, la falta de educación, la inmigración o la necesidad de estimular a los alumnos son algunos de los temas que plantea este largometraje francés. El hilo conductor es un joven profesor de lengua francesa que imparte clases a un grupo de adolescentes en un instituto multiétnico de un barrio marginal de París.

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6. Profesor Holland

Esta película cuenta la historia de Glenn Holland (representado por Richard Dreyfuss) que tras dejar su trabajo como músico en fiestas privadas, se convierte en profesor de una desordenada escuela. Aquí descubrirá su verdadera vocación: enseñar a sus alumnos a entender la vida a través de la música. Dirigido por Stephen Herek, este film estadounidense se estrenó en 1995.

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7. El club de los poetas muertos

Con un reparto encabezado por Robin Williams, Robert Sean Leonard y Ethan Hawke, esta película se estrenó en 1989. Ambientada en la exclusiva Academia Walton de Nueva Inglaterra, la llegada del nuevo profesor de Literatura y sus novedosos métodos de enseñanza son el contrapunto a las estrictas reglas académicas de este centro escolar. Robin Williams encarna a John Keating, un docente con el que un grupo de estudiantes aprenderá a luchar por sus sueños y a no rendirse. También descubrirán el significado de la expresión latina ‘carpe diem’.

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8. Los chicos del coro

La película cuenta la historia Clément Mathieu, un músico fracasado que trabaja como docente en un internado para niños ‘difíciles’. A través de la música, el profesor logra cambiar la vida de sus alumnos con la creación de una coral. A base de practicar y gracias a la voz excepcional de Pierre Morhange, uno de los alumnos más complicados, el coro comienza a tener éxito. Este film francés de 2004 fue dirigido por Christophe Barratier.

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9. Rebelión en las aulas

Sidney Poitier encabeza este clásico del cine —cuyo título original es ‘To Sir, with love’— que tiene lugar en una escuela conflictiva. Poitier encarna a un ingeniero en paro que, hasta que le salga un trabajo que verdaderamente le interese, acepta un empleo como de maestro este centro. Tendrá el difícil cometido de ganarse la confianza de un grupo de estudiantes desmotivados, difíciles y rebeldes.

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10. La ola

En 2008, Dennis Gansel dirigió esta película alemana. ¿Su lema? ‘El poder mediante la disciplina, fuerza mediante la comunidad, fuerza a través de la acción y fuerza a través del orgullo’. El punto de partida es un experimento que decide llevar a cabo un profesor de un colegio alemán para explicar a sus alumnos cómo funcionan los gobiernos autoritarios. La situación desembocará en un conflicto de consecuencias desproporcionadas e inimaginables: violencia, vandalismo, aislamiento por parte de un grupo de estudiantes…

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Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/peliculas-imprescindibles-docentes-estudiantes-educacion/

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Libro(PDF): «Ciencia por la verdad. 35 años del Equipo Argentino de Antropología Forense»

Reseña: CLACSO

En 2018 el Equipo Argentino de Antropología Forense fue distinguido por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y la Universidad Nacional de Quilmes con el Premio Latinoamericano Juan Gelman por su compromiso con las ciencias sociales y la defensa de los derechos humanos. Ciencia por la verdad es parte de ese reconocimiento y conmemora los 35 años de trabajo en la búsqueda y restitución de la identidad de miles de personas desaparecidas tanto en Argentina, como en América Latina y en el resto del mundo. El libro recopila 35 historias que, como un tejido, se unen unas a otras para dar cuenta de una experiencia colectiva guiada por la comunicación con los familiares, el rigor científico y el intachable trabajo de más de una generación.

Autores (as): Equipo Argentino de Antropología Forense

Editorial/Editor: CLACSO. Universidad Nacional de Quilmes.

Año de publicación: 2019.

País (es): Argentina.

Idioma: Español.

ISBN:978-987-722-452-8

Descarga: Ciencia por la verdad. 35 años del Equipo Argentino de Antropología Forense

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1798&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1362

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