Holanda / 14 de julio de 2019 / Autor: Antía Castedo / Fuente: BBC
A algunos puede parecerles una medida extrema, pero para el rector de la Universidad de Tecnología de Eindhoven era necesaria.
Este centro holandés, destacado en el campo de la ingeniería en Europa, decidió que durante al menos el próximo año y medio solo contratará a mujeres para sus puestos académicos.
Los hombres solo podrán optar a los nuevos puestos si durante los primeros seis meses en que la posición está abierta no aparece ninguna mujer apta.
La nueva política entró el vigor este 1 de julio.
«Es claramente un paso radical», afirmó el rector de la universidad, Frank Baaijens, pero «sentimos que era necesario ya que medidas más sutiles que hemos intentado en los últimos 10 años no han funcionado».
A pesar de que el centro tiene una política según la cual debe haber siempre al menos dos mujeres en los paneles de selección, en la actualidad solo el 16% de las catedráticas son mujeres.
Es uno de los porcentajes más bajos en Holanda y en toda Europa, según el rector.
«Lo que ha quedado claro es que durante los procesos de selección y reclutamiento, todos nosotros —tanto hombres como mujeres— tenemos un sesgo inconscienteque significa que gravitamos hacia candidatos masculinos», escribió el rector en un artículo en el diario británico The Guardian.
«Esto hace más difícil a las mujeres empezar y desarrollar sus carreras académicas.
«Para abordar esta situación injusta, teníamos que llevar a cabo acciones de discriminación positiva, incluso con el riesgo de enfadar a algunos candidatos hombres».
El objetivo de la universidad es aumentar la representación femenina hasta al menos el 20% de aquí al 2020 y hasta el 30% durante la siguiente década.
«No es solo una cuestión de justicia», afirma el rector.
En Holanda, al igual que en otros países europeos, hay escasez de ingenieros. «Simplemente, no podemos permitirnos excluir a la mitad del potencial intelectualde nuestra población. Además, la ingeniería es una disciplina que es todo sobre inteligencia, sin importar el género», afirmó Baaijens.
Derechos de autor de la imagen: GETTY IMAGESLa Unesco celebró recientemente la ceremonia de entrega de sus premios «Mujeres en la Ciencia». En la foto, la profesora premiada Ingrid Daubechies, de Estados Unidos, la directora general del organismo de la ONU Audrey Azoulay y la también premiada profesora argentina Karen Hallberg.
La proporción de vacantes abiertas solo a mujeres se revisará después de un año y medio, para reflejar los resultados que haya obtenido el programa hasta ese momento.
En esta misma universidad la proporción de alumnas mujeres sobre el total es del 25%.
La institución otorgará unas 150 plazas en los próximos años.
La Universidad Tecnológica de Eindhoven ocupa el puesto 69 en el Times Higher Education World University Rankings en las áreas de ingeniería y tecnología.
Por su parte, la Universidad de Tecnología de Delft, que ocupa el puesto 19 en este ránking y es también holandesa, lleva varios años abriendo hasta 10 plazas por año solo para mujeres.
Algunos datos
En 2016, la proporción de mujeres con Grado A —la posición más alta para llevar a cabo investigación académica, el parámetro que utiliza la Comisión Europea para poder comparar entre países— iba del 13% en Chipre al 54,3%, en Rumania.
Derechos de autor de la imagen: GETTY IMAGESEn Estados Unidos, las mujeres son el 45% del profesorado a tiempo completo en la educación superior.
La proporción media de mujeres entre la plantilla académica de todos los países de la UE, sin importar el rango, era del 41,3%, según el informe She figures 2018 de la Comisión.
Los países con menor presencia de mujeres son República Checa (34,4 %), Grecia (35,1 %) y Francia (36,5%).
En Estados Unidos, las mujeres son el 45% del profesorado a tiempo completo en la educación superior, según datos citados por Bridget Turner Kelly, profesora de la Universidad de Maryland.
Pero «cuanto más alto en el escalafón miras, menos mujeres titulares hay, lo cual muestra que persisten las desigualdades de género», escribió Turner Kelly en un post en la página web de Brookings Institution, una organización sin ánimo de lucro de investigación en políticas públicas.
Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 14 de julio de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.
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Profesores: se impone el rechazo a la propuesta del gobierno en resultado parcial (Chile)
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Barbados / 23 de septiembre de 2018 / Autor: Pamela Escamilla / Fuente: TrackRecord
«Necesito que otros se unan conmigo en el viaje y levanten sus voces junto a la mía”, reconoció la originaria de Barbados en un texto para The Guardian.
“La educación es un viaje de por vida”, reconoce Rihanna en un artículo de opinión publicado por The Guardianeste martes 18 de septiembre. “La falta de acceso a la educación para los niños alrededor del mundo es un problema inmenso”, asegura la cantante, quien pide que la gente se una a ella a través de las redes sociales para pedirle a los líderes mundiales su apoyo financiero en favor de la educación global.
“Creciendo en Barbados, no siempre me gustó la escuela (..) Ahora me doy cuenta de que frecuentemente daba por sentado el poder ir”, señala la embajadora de la Alianza Mundial para la Educación (Global Partnership for Education). Con base en cifras de la GPE, a la comunidad internacional solo le cuesta 50 dólares al año financiar la educación de un niño en edad de primaria.
Ante esto, la cantante agradece las donaciones de Francia y la Unión Europea, así como el aumento de apoyo por parte de Canadá e Irlanda. Rihanna aprovechó la publicación para pedir que Alemania y Japón aumenten sus aportaciones y que Holanda, Finlandia y Nueva Zelanda se sumen a la causa.
“He conocido a gran parte de esos líderes y he sido testigo de primera mano sobre qué tan difícil es comprometer dinero en la educación (…) Puede ser más difícil de cuantificar que algo como la salud, que tiene un retorno sobre inversión más inmediato. Pero eso no significa que sea menos importante”, asegura la originaria de Barbados, quien se caracteriza por pedir apoyo y compromiso de los líderes mundiales a través de Twitter.
Para Rihanna, la educación global está en la prioridad de sus trabajos filantrópicos y cada año extra de educación primaria aumenta 20% las posibilidades de ingreso de una niña. A través de la Clara Lionel Foundation ha apoyado a miles de niñas en Malaui para que pasen a la escuela secundaria.
“Cada voz cuenta, y un conocimiento limitado no es razón para quedarse callado. Todos tenemos una participación en esto (…) En lo que tiene que ver con ayudar a los niños más pobres del mundo, así como a las comunidades y sociedades en las que viven, sigo aprendiendo. Y necesito que otros se unan conmigo en el viaje y levanten sus voces junto a la mía. Si podemos superar el déficit educativo en el mundo en desarrollo, todos ganan”, concluyó la cantante.
Estados Unidos / 26 de agosto de 2018 / Autor: Santiago Campillo / Fuente: Magnet
La idea de una semana escolar de cuatro días, en vez de los cinco a los que estamos acostumbrados, no es nueva. Desde los años treinta, y a raíz de las diversas crisis económicas que hemos sufrido cada cierto tiempo, la idea ha reflotado una y otra vez. La premisa es que una reducción del 20% en la jornada semanal supone un ahorro en el coste.
El concepto está volviendo a ponerse de moda tras saber que Colorado va a adoptar este tipo de jornada, lo que afectará a más de 18.000 escolares. Además de lo económico, a la reducción también se le ha atribuido un beneficio educativo y varias ventajas más. Sin embargo, esta medida tiene también fuertes detractores. ¿Qué sabemos sobre ella? ¿Realmente funciona? ¿Podríamos aplicarla en todas partes?
¿Qué son las escuelas de cuatro días?
La idea es relativamente sencilla: acortar la semana escolar hasta el jueves aumentando unos cuarenta minutos de jornada lectiva. El viernes quedaría libre para trabajar en casa o realizar las tareas que cada uno crea oportuno. Como explicábamos, esto se realizaría en busca de un ahorro económico procedente de reducir los servicios de mantenimiento, materiales y sueldos necesarios en un supuesto 20% de todo el cómputo global.
«Al aumentar esos cuarenta minutos diarios, no se reduce el tiempo lectivo total»
A la vez, al aumentar esos cuarenta minutos diarios, no se reduce realmente la jornada lectiva total, pero se promueve una educación más abierta, dicen sus defensores. Las escuelas con jornada de cuatro días no son un mero hecho anecdótico. Desde los años treinta han sido varios los intentos de implantarlas a lo largo del tiempo. Especialmente en las escuelas rurales de Estados Unidos, que son los «inventores» y principales abogados de este tipo de educación.
Desde el año 2000, el número de escuelas que han aplicado este sistema ha crecido hasta alcanzar a 550 distritos por todo Estados Unidos. Solo seis estados no tienen ninguna escuela que haya tratado de aplicarla. La gran mayoría de centros son de carácter rural, aunque en estas últimas décadas algunas pequeñas ciudades parecen haberlo implantado también.
A pesar del interés y el éxito, también existe el ejemplo contrario. Según el último informe del Centro para la Reinvención de la Educación Publica, o CRPE, por sus siglas en inglés, varios distritos han retomado la educación basada en semanas de cinco días en los últimos años, algunos de los cuales lo ha hecho tras más de una década de enseñar bajo este régimen. Las razones principales, explican, son la baja tasa de éxito académico o el descontento de los padres.
Además del sistema de cuatro días con cuarenta minutos más y el viernes de descanso, otras escuelas utilizan horarios flexibles, algo que también hemos visto en España, donde las jornadas se reducen bajo otros criterios o se alternan las vacaciones con los días escolares de manera más dinámica. Actualmente hay varios países europeos como Francia, Holanda o Reino Unido, que están coqueteando con la idea de una escuela de cuatro días. ¿Realmente merece la pena?
¿Sirve para ahorrar dinero?
El argumento principal de este tipo de sistema es el económico. ¿Qué sabemos al respecto? La reducción de un 20% de la jornada lectiva total parece anunciar un ahorro sustancial en cuanto a servicios y sueldos, por ejemplo.
Sin embargo, la Education Commission of the States (o ECS), una entidad independiente pero con mucho peso en el análisis educativo del panorama estadounidense, alertó en 2011 que esta idea es falsa ya que los gastos no son totalmente dependientes de la jornada, sino que existen gastos fijos ineludibles, variaciones y gastos indirectos. Eso, además, por no hablar de que cada colegio tiene sus propias necesidades, por lo que hace muy difícil hacer una estimación realista.
«Los estudios económicos muestran que el ahorro máximo que puede esperarse es de un 5,43%»
Aun así, explican en el informe que presentaron, el ahorro máximo que puede esperarse de la reducción es de un 5,43%, oscilando entre el 0,4% y un 2,5% en los casos reales de colegios que habían conseguido ahorrar aplicando las semanas de cuatro días (hasta 2011). Un informe más reciente publicado por el condado de Oklahoma parece ratificar estos datos, en los cuales de todos los colegios analizados solo menos de la mitad consiguieron ahorrar dinero. El 60% de los mismos gastaron más que en los años anteriores a la aplicación de las semanas de cuatro días.
Este informe apunta a que realmente no se sabe la razón de este aumento del gasto o del ahorro, sino que es meramente informativo, y que hace falta estudiarlo más a fondo. No obstante, parece coincidir con el análisis de la ECS, por lo que no podemos decir que el argumento económico se sostenga. Es decir, la premisa de que una semana de cuatro días ayuda a ahorrar es cuestionable y, en el mejor de los casos, depende de muchos otros factores importantes.
Entonces, ¿ayuda a mejorar la educación?
Aunque en los últimos cinco años se ha incrementado el número de estudios relacionando la calidad educativa y este sistema de las escuelas de cuatro días, el compendio global no arroja datos claros al respecto. A pesar de que varios estudios han tratado de atribuirle ventajas en cuanto al aprendizaje a nivel pedagógico y organizativo, lo cierto es que los resultados no son concluyentes.
Sí que podemos encontrar estudios que afirman que existen resultados positivos. El más famoso es el realizado por Mark Anderson y Mary Beth Walker que apuntaba a una mejora en matemáticas y capacidad lectora para niños de cuarto y quinto grado (según el sistema americano). Sin embargo, este es muy concreto para estas edades y materias. Estudios posteriores, además, comprobaron que esta progresión no se sigue, por lo que no es extrapolable a todos los cursos.
En general, explican desde el CRPE, aunque hay resultados prometedores, por el momento no hay evidencias sólidas con las que defender el sistema. Esto podría cambiar en base a nuevos estudios, pero no con lo que hay publicado hasta la fecha. Los resultados, explican, dependen demasiado de los colegios y distritos debido a multitud de factores, muchos de los cuales jamás han sido utilizados para hacer el análisis.
«Aunque hay resultados prometedores, por el momento no hay evidencias sólidas con las que defender el sistema»
Por otro lado, este sistema presenta una desventaja que ha determinado su rechazo en algunos distritos: la jornada laboral de los padres. El dejar a los niños un día libre, si esto no coincide con el tiempo laboral de los padres, puede poner a la familia en una situación complicada, algo que se soluciona en algunos distritos con servicios de cuidado infantiles. Por otro lado, algunos expertos apuntan a que este tipo de educación podría suponer un aprendizaje menos cercano, aunque tampoco existen estudios que avalen esta afirmación ni sus supuestas consecuencias.
Por el momento, no parece que aplicar de forma general el sistema de escuela de cuatro días sea una medida eficiente ni positiva. ¿Puede que le funcione bien a ciertos colegios? Sin duda, pero los resultados son muy heterogéneos y parecen demasiado dependientes del sitio donde se aplican. ¿Llegaremos a entender mejor este sistema? ¿Podremos usarlo para mejorar el sistema educativo? Tras varias décadas de existencia, parece que los resultados son todavía demasiado débiles para llegar a una conclusión a su favor.
Estamos acostumbrados a los sistemas educativos de los centros de nuestro alrededor, pero en el mundo existen auténticos ejes sobre los que se vertebra la innovación educativa. Y son muchos más de los que podríamos pensar. Aquí queremos mostraros algunos de los más innovadores. Situados en diferentes países y continentes, todos tienen un punto en común: la innovación educativa está siempre presente, ya sea en la construcción de los edificios o en las metodologías e ideas que se aplican.
Con sede en Estocolmo, Suecia, Egalia es un centro de Educación Infantil en el distrito de Sodermalm que por sus edificaciones y contenidos podría pasar desapercibido. Sin embargo, la clave para su diferenciación se encuentra en el trato con el alumnado: se alejan de cuestiones de género al tratar a los estudiantes a través del género neutro. Así pues, no existen ‘ellos’ o ‘ellas’, utilizando equivalentes universales y neutros como por ejemplo ‘estudiantes’ o ‘amigos’, términos de género neutro en sueco. Y precisamente el lenguaje es una pieza clave para esta labor, y los profesores ponen especial cuidado en él.
En cuanto a las actividades a desempeñar, éstas son las propias de una escuela de Infantil pero con algunos cambios: la selección de libros y contenido se ha cuidado al máximo, optando por aquellos en los que los protagonistas no sean personajes masculinos o femeninos; mejor elementos neutros como, por ejemplo, animales. Por supuesto hay muchos juguetes, y evidentemente no existe una norma sobre su utilización: si un pequeño quiere jugar con una muñeca, adelante con ello. Todo con el objetivo de eliminar la barrera de género que supone tanto el lenguaje como el trato desde los primeros años de educación.
Todos hemos oído hablar alguna vez de Silicon Valley, uno de los grandes centros de innovación tecnológica del mundo. Pues en esa localización de la ciudad de San Francisco, en la estadounidense California, se encuentra la AltSchool, un centro educativo que fomenta el aprendizaje individualizado y tecnológico a través de un currículo de actividades abierto y experimental. Creado en el año 2013, está en fase de expansión a otros estados como Nueva York o California, y su objetivo es ir abriéndose poco a poco a toda la nación.
Definido a si mismo como una ‘escuela-laboratorio’, AltSchool aprovecha los contactos con expertos, emprendedores e ingenieros del Valle, con los que los alumnos de la escuela —de entre 4 y 14 años— pueden colaborar en el desarrollo de ciertos proyectos, por ejemplo construyendo casas de muñecas con impresoras 3D o, para los más mayores, elaborando modelos de negocio alrededor del mundo de la tecnología. Otro de los puntos clave es el aprendizaje emocional que consiguen tratar a través de iniciativas construidas desde el punto de vista del alumnado, creando experiencias que les llenen tanto en la parte del aprendizaje como en la de la sociabilidad y el trato con los demás.
Con sede en Seattle, Washington, Summit Sierra es una escuela pública de reciente creación —fue fundada en 2015— avalada por Bill Gates como uno de los centros pilotos de su principal modelo educativo: el aprendizaje personalizado como método de optimizar la labor educativa. Actualmente ofrece enseñanza para edades de entre 14 y 16 años (Grades 9-10) y está en fase de expansión hasta los 18 (Grades 9-12), formando parte de un conglomerado de diferentes centros públicos Summit.
Con una base de sólo 200 estudiantes, éstos realizan tareas ideadas bajo una fuerte base experimental y de innovación educativa. Su principal baza es la de personalizar al máximo la enseñanza para cada alumno, basándose en un modelo en el que los estudiantes tienen el mismo tutor durante cuatro años consecutivos, y aprovechando las tecnologías —un software propio— para las tareas diarias y también para la evaluación del curso. Además, cada día se proponen tiempo para determinadas tareas, como por ejemplo lectura, resolución de problemas, charlas con expertos de diferentes materias, debate o tiempo dedicado a la comunidad, todo incluido dentro de las actividades cotidianas de la escuela.
Con sede principal en Brooklyn, Nueva York, P-Tech es una escuela de educación superior más cercana a la educación universitaria que a los institutos de Secundaria. Creada en 2011 con el apoyo del gigante de la tecnología IBM, cuenta con 57 centros en Estados Unidos y Australia todos ellos con el objetivo de ofrecer una educación muy ligada al mundo profesional alrededor de la tecnología, principalmente ingenieros y carreras relativas a los principios STEM.
Para ello han ideado un plan de estudios con una duración de 6 años que pone el foco en las oportunidades laborales y las habilidades personales, entre otras características. Los estudiantes completan los cuatro primeros años aprendiendo en cada centro, y los dos últimos mejoran sus habilidades tanto en la universidad local como en empresas asociadas. Otro de los pilares es la diversidad y la educación en los sectores más desfavorecidos, afirmando que en estos segmentos sociales la educación proveerá de un mejor futuro a sus familias.
En Holanda se creó la primera Steve JobsSchool, unas escuelas nacidas a partir de la filosofía de Steve Jobs, co-fundador de Apple y uno de los líderes de la industria y la innovación tecnológica de los últimos años. Su decálogo de promesas a los niños es imprescindible para entender la mentalidad de esta serie de centros educativos, y cómo quieren innovar en este campo de la sociedad.
Escucha, soporte a las inquietudes, colaboración y trabajo en equipo o la imaginación son algunos de los puntos clave de estos centros. Desde el punto de vista más práctico también hay algunas iniciativas muy llamativas y diferentes respecto de la educación más tradicional: por ejemplo, eliminan el concepto de ‘clase’ para optar por grupos de trabajo que son diferentes en cada día, y que incorporan a chavales de varias edades. Tampoco existe la figura del tutor: en su lugar, los profesores juegan el papel de instructores especialistas en cada materia. Por supuesto, los horarios y los temas a tratar en cada día son flexibles y se adaptan a lo que los estudiantes necesiten en cada momento.
Dirigidas a los estudiantes universitarios de la propia universidad de Stanford, la d.school es un centro para la innovación en el que el objetivo es aprender a partir del design thinking, de la creatividad y de la innovación desde el punto de vista más práctico. Disponen de una muy amplia variedad de cursos categorizados como ‘Core’ (básicos), ‘Boost’ (avanzados) y ‘Popup experiences’ (sesiones más específicas).
Respecto de nuestro tema, la educación escolar, merece especial atención el K12 Lab Network, una de las secciones de la d.school centrada específicamente en la innovación educativa a través de la metodología design thinking, y cuyos programas de trabajo tienen como objetivo reinventar las escuelas y el trabajo de los profesionales de la educación en todos los entornos. Merece la pena echarle un vistazo con mayor profundidad.
Una escuela de educación secundaria hasta octavo grado creada en 2001 bajo la filosofía del ecologismo. El centro vive con 245 paneles solares y dos aerogeneradores. Situada muy cerca de la reserva nativa americana más grande del país, la Reserva de los indios Navajo, tiene más de 130 estudiantes, muchos de ellos de la Nación Navajo.
La sostenibilidad es la clave principal del desarrollo escolar. Con programas como “la granja a la escuela” en el que cultivan sus propios almuerzos en granjas vecinas, los estudiantes aprenden a cuidar de los demás en un entorno natural. La escuela también organiza visitas a las granjas Navajo más cercanas para que aprendan más sobre agricultura, medio ambiente y sobre la propia comunidad local.
Aunque inició su andadura en São Paulo, Luminar tiene ya centros en varios puntos de Brasil y llegará próximamente a Estados Unidos. La gran innovación de estas escuelas es que, guiados por un tutor, cada alumno puede elegir su propio horario semanal. Con mosaicos de actividades interactivas, ellos mismos son responsables de su propio aprendizaje.
Clintondale Middle School (Clinton, Michigan)
El objetivo de esta escuela es ayudar a los estudiantes a superar las limitaciones que les impiden estudiar en casa. Para hacerlo utilizan el concepto de “aula invertida”, que consiste en que el tiempo que los estudiantes pasan en clase lo invierten en trabajar en proyectos y tareas. De esta manera, cuando llegan a casa solo tienen que dedicar una hora a repasar las lecciones del día siguiente.
Perú / 2 de enero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: RPP
En un mundo cada vez más interconectado, es imprescindible que los estudiantes aprendan a temprana edad que la colaboración los ayudará a alcanzar sus objetivos.
El trabajo en equipo en el aula trae numerosas ventajas para los alumnos. Según el portal Habilitas Educación, especializado en introducir nuevas tecnologías en la educación, la primera ventaja es que genera relaciones positivas. Los miembros del grupo se apoyan entre sí para alcanzar un objetivo en común.
Además, mejora las relaciones sociales ya que la interacción ayuda a que uno pueda ponerse en el lugar del otro y ser más empático. De este modo, se aprende a entender mejor a las personas y así tener más capacidad para resolver situaciones.
El trabajo en grupo también es beneficioso para el aprendizaje, ya que no solo se aprende recibiendo información, sino cuando se utiliza lo que se sabe con el resto de compañeros. Así, es posible que las personas construyan su propio conocimiento a través de la interacción.
Por último, aumenta la autoestima del estudiante ya que los trabajos en grupo fomentan la responsabilidad por cumplir con la tarea encomendada. El hacerse responsable del éxito o fracaso de su parte en el trabajo grupal, le da más autonomía al estudiante.
El Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA) es conocido por medir las habilidades de estudiantes en lectura, matemáticas y ciencia. En el 2017 evaluó por primera vez las habilidades para resolver problemas de manera colaborativa.
El resultado fue que los alumnos sobresalientes en las pruebas académicas también son mejores en la solución de dificultades en colaboración con otros. Los cinco países que mejor resuelven problemas en conjunto son: Singapur, Japón, Hong Kong, Corea del Sur y Canadá. Los siguen de cerca Estonia, Finlandia, Macao, Nueva Zelanda, Australia, Taiwán, Alemania, Estados Unidos, Dinamarca, Reino Unido, Holanda, Suecia, Austria, Noruega y Eslovenia.
Según esta prueba, las niñas tienden a interesarse más en las opiniones de los demás y quieren que los otros tengan éxito. Los niños, por su parte, son más propensos a ver que la colaboración puede ayudarles a trabajar de forma más efectiva y eficiente.
Incluso los estudiantes con menos ventajas académicas valoran el trabajo en equipo porque sienten que se toman mejores decisiones que de manera individual.
En consecuencia, el trabajo en grupo no solo se trata de la distribución de tareas en partes iguales, sino que involucra el compromiso de todos sus miembros para resolver una tarea en común. Ser parte de un equipo ayuda a que los estudiantes asimilen mejor normas y valores intrínsecos al trabajo grupal, lo que resulta una lección para toda la vida.
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