Libro: El sentido de lo Humano de Humberto Maturana

El presente libro se encuentra enfocado primeramente a la parte Educativa, tomando en cuenta las emociones, lenguaje, amor y vida. Parte de convertir el aprendizaje en una educación para el amor.

Considera que el convivir humano parte del lenguaje y que el aprender a ser humanos, se logra a través de una continua interrelación del lenguaje y emociones según nuestro vivir.

Este autor revolucionó el mundo de la ciencia con su teoría biológica del conocimiento donde afirma que no se puede hacer referencia a una realidad independiente del hombre. Plantea la comprensión de lo humano  con el transcurrir del tiempo, y enfatiza que se debe convivir para comprender.

Las teorías que corrientemente usamos para hablar de aprendizaje, de conocimiento o de saber, nos llevan a suponer que el aprender es la capacitación de algo independiente de nosotros. De aquí surgen al menos dos preguntas: ¿Consiste, operacionalmente, el saber en poder hacer referencia a algo independiente del que dice que sabe?, y el aprender, ¿ consiste en la captación de algo externo e independiente de uno? Mi respuesta es que eso no pasa y no es posible debido a la naturaleza de nuestra constitución como seres vivos.

Nosotros como seres vivos somos sistemas determinados en nuestra estructura, y lo que pasa con nosotros en cada instante depende de nuestra estructura en ese instante. En ese sentido, no somos distintos, por ejemplo, de una grabadora. Si uno se acerca a la grabadora y aprieta un botón para hacerla funcionar y no funciona, uno no recurre al médico para que examine el dedo, uno recurre al técnico en grabadoras para que examine la estructura de la grabadora. La grabadora es un instrumento, es un objeto, es un sistema determinado en su estructura. Lo que pasa con la grabadora depende de cómo está hecha. Lo que la interacción hace es solamente gatillar, desencadenar, en la grabadora un cambio estructural determinado en ella.

Nuestra situación como seres vivos no es diferente. Lo que a nosotros nos pasa en cada instante depende de cómo somos en ese instante y no somos sistemas con una estructura permanente, somos sistemas con una estructura en cambio continuo: un cambio que sigue un curso u otro, según las contingencias de nuestras interacciones. Pero, en cada instante, lo que nos pasa está determinado en nosotros. En este instante, lo que ustedes oyen de lo que yo digo, depende de ustedes y no de mí. Cierto, yo soy la instancia en la cual ese oír se da, pero lo que ustedes oyen, cada uno de ustedes, depende de ustedes, no de mí.

¿Y qué será “aprender” entonces?

El aprender tiene que ser algo diferente del captar algo externo, puesto que no se puede dar el captar algo externo ya que, en la interacción, lo que a uno le pasa depende de uno. ¿Que será el conocer en estas circunstancias? Todos nosotros, como profesores o maestros, en algún momento determinado, decidimos si nuestros alumnos saben o no. O si alguien que habla acerca de algo, sabe o no sabe. Ustedes escuchan lo que yo digo y deciden si lo que digo es o no es válido, si sé o no sé.

¿Cómo pasa esto? ¿Qué hace uno al oír lo que el otro dice?

Lo que uno hace es escuchar al otro y decidir si el otro sabe o no sabe sobre la base de que lo que uno escucha del otro satisfaga o no ciertas nociones que uno tiene respecto de lo que uno escucha. De modo que el conocer es una adscripción que uno le hace al otro cuando la conducta del otro satisface el criterio de validez que uno pone al escuchar.

Si yo digo que sé tocar el piano, y ustedes para comprobarlo me ponen ante uno, y yo pulsando algunas teclas produzco una melodía, es posible que alguno de ustedes diga: “¡Ah!, claro, sabe tocar el piano”. Pero Claudio Arrau, allá atrás, dirá: “¡No!, no sabe tocar el piano”. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia está en el escuchar, está en el criterio que Uds. y Claudio Arrau ponen al escuchar para aceptar o rechazar lo que yo hago como conducta adecuada o no adecuada en el dominio del escuchar el tocar piano.

El conocimiento es una adscripción que un observador le hace a otro cuando acepta la conducta del otro como adecuada en el dominio en que escucha. En estas circunstancias, ¿en qué consiste el aprender? Todo profesor sabe que un alumno puede aprender el escuchar del profesor y cada vez que un alumno se aprende el escuchar del profesor, lo que hace, en respuesta a las preguntas que el profesor hace, es satisfacer el criterio de aceptación que el profesor tiene en el dominio en que hace la pregunta, y recibe una buena nota.

Pero, ¿cómo se da ese aprender el escuchar del profesor? ¡Se da en la convivencia! El aprender es un fenómeno de transformación estructural en la convivencia.

Nosotros nos dirigimos, frecuentemente, el uno al otro, en el supuesto de que el otro no cambia y muchas veces nos quejamos: “¡Oye! pero ¿qué te hiciste en el pelo?” Es decir, objetamos el cambio, le exigimos al otro una constancia estructural que, de hecho, no tiene ni puede tener. Si uno no ha visto a un amigo durante 20 años y se encuentra con él y le dice: “¡Hola!, pero si estás igual, si los años no pasan por ti!” El amigo sabe que efectivamente ha cambiado mucho, pero hay algo que permanece invariable, que es lo que uno reconoce. Lo interesante es que nuestra actitud es de no aceptar el cambio sabiendo, sin embargo que estamos en cambio continuo.

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Fuente: http://escuelainternacionaldecoaching.com/downloads/BibliotecaEIC/Humberto%20Maturana%20-%20El%20Sentido%20de%20lo%20Humano.pdf

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BBC destaca cómo Humberto Maturana hizo reflexionar al Dalai Lama

Redacción: La Tercera

Tras su participación en el primer Congreso «Nobel Prize Dialogue» realizado en Santiago, BBC Mundo publicó un extenso reportaje en torno al hombre que se ha dedicado a entender la naturaleza de nuestro entorno.

Tras su participación en el primer Congreso «Nobel Prize Dialogue» realizado en Santiago, BBC Mundo publicó un extenso reportaje en torno al hombre que se ha dedicado a entender la naturaleza de nuestro entorno.

¿Qué es la vida? Esta pregunta ha sido el motor de trabajo para este biólogo, experto en epistemología y Premio Nacional de Ciencias que, gracias a sus ideas, entregó uno de los conceptos más revolucionarios a nivel mundial. Es a través de la ‘autopoiesis’,  término desarrollado hace casi medio siglo junto a su exalumno y coterráneo Francisco Varela, con el cual ha influenciado en diversas áreas, como la neurociencia, la literatura e incluso el fútbol, con su respuesta a la historia evolutiva.

“La pregunta básica que me hice fue qué es lo vivo y qué muere, o qué tiene que estar pasando en la interioridad de un ente para que yo, mirándolo desde afuera, pueda decir que es un ser vivo”, dijo Maturana a BBC Mundo tras su participación como uno de los 23 investigadores invitados por la Fundación Nobel.

La obra de Maturana se centra en un término que acuñó combinando dos palabras del griego: “auto” (a sí mismo) y “poiesis” (creación), explicando las condiciones que constituyen a un ser vivo, una idea que cambió la forma de pensar y, en palabras de éste, ha sido “revolucionario porque dio una respuesta para lo que antes no había”.

Uno de los postulados que explica lo estudiado, es la autonomía, ya que es lo externo lo que gatilla procesos internos en las dinámicas de los procesos moleculares de cada uno. “Los seres vivos somos sistemas autopoiéticos moleculares, o sea, sistemas moleculares que nos producimos a nosotros mismos, y la realización de esa producción de sí mismo como sistemas moleculares, constituye el vivir”, afirmó el biólogo para BBC, explicando que todo ser vivo es un sistema cerrado que está continuamente creándose a sí mismo y, por lo tanto, reparándose, manteniéndose y modificándose, algo que ocurre continuamente en toda forma de vida.

Un legado mundial

El sitio británico destaca la figura del científico reconocido y admirado a nivel internacional. En el ex Congreso Nacional fue ovacionado por el público, y recibió los agradecimientos y muestras de admiración de Anil Seth, el neurocientífico británico con quien compartía panel. “Leí sus obras por primera vez hace más de 20 años, cuando estudiaba para mi doctorado en la Universidad de Sussex, en Inglaterra, y me he inspirado en ellas desde entonces, como muchos otros científicos en el mundo”, afirmó Seth.

El hecho de que Maturana haya podido explicar la fenomenología de la vida, área de estudio que no ha sido explorado en profundidad en Chile, pero que a nivel global figura como algo trascendental. Por ejemplo, la Enciclopedia Británica, reconoce la  ‘autopoiesis’ como una de las seis grandes definiciones científicas de vida.

El epistemólogo, ha tenido palabras para distintos puntos que afectan nuestro desarrollo, alejándose de lo “estrictamente científico”. En cuanto a educación, dijo en un conversatorio recogido por Culto, que el futuro no son los niños, sino los adultos:  “Los niños, niñas y jóvenes se van a transformar con nosotros, con los mayores, con los que conviven, según sea esa convivencia. El futuro de la humanidad no son los niños, somos los mayores con los que se transforman en la convivencia”, dijo Maturana en la mitad de su presentación.

Una conversación filosófica

Otro de los puntos destacados en torno al chileno, fue la curiosa visita a la India para hablar con el Dalai Lama, reconocida figura religiosa y política.

Junto a la docente Ximena Dávila, viajó en 2013 para discutir variados temas pero, el que recuerda particularmente, fue su diálogo sobre la vida. “La conversación fue esencialmente en torno a cómo vivimos, qué clase de vivir estamos haciendo y cómo estamos realizándonos como seres humanos”, contó para BBC, complementando que fue “una conversación filosófica a la vez que biológica y biológica cultural”.

Según sus palabras, el líder budista le confesó que gracias a él “había aprendido el tema del desapego, porque en algún momento habíamos conversado sobre esto del dejar aparecer”. Su sabiduría fue avalada, detallando que “Con Ximena hemos mostrado que en las relaciones humanas lo fundamental es escucharse, pero para eso tenemos que dejar que el otro aparezca sin anteponer prejuicios, supuestos o exigencias. Ese es el desapego, según el Dalai Lama”.

El monje tibetano, ante lo planteado por Maturana, responde: “Ustedes tienen razón… Lo central en la convivencia es escucharnos para poder hacer cosas juntos en el mutuo respeto, y sobre eso conversamos: sobre dejar aparecer, que viene a ser el amar”, explicó a BBC Mundo.

Fuente: http://culto.latercera.com/2019/01/24/bbc-humberto-maturana-dalai-lama/
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“Amar educa”: El mensaje de Humberto Maturana a los educadores

En un discurso dirigido a educadores, el biólogo chileno y premio Nacional de Ciencias, Humberto Maturana, habló del verbo “amar” y el papel de éste en los procesos educativos.

Humberto Maturana, biólogo chileno, experto en epistemología y Premio Nacional de Ciencias es reconocido en distintas partes del mundo por sus investigaciones, las cuales han abierto nuevos paradigmas en la ciencias naturales y en el entendimiento del desarrollo humano. Pero además, por sus reflexiones sobre la educación, la infancia, el futuro de la humanidad y las emociones. Maturana habla de rescatar las emociones dentro de una “deriva cultural” donde éstas se han escondido y además hacer referencia al verbo “amar” como una emoción que sostiene y funda lo humano.

En un encuentro con educadores en la Región de BioBío en Chile, Maturana no sólo habló de la importancia de los contextos donde crecen los niños y del papel de los adultos como piezas claves en el proceso de crecimiento y transformación de los niños, también hizo énfasis en ese verbo “amar” desde un punto de vista educativo:

“Cuando decimos que amar educa, lo que decimos es que el amar como espacio que acogemos al otro, que lo dejamos aparecer, en el que escuchamos lo que dice sin negarlo desde un prejuicio, supuesto, o teoría, se va a transformar en la educación que nosotros queremos. Como una persona que reflexiona, pregunta, que es autónoma, que decide por sí misma.

Amar educa. Si creamos un espacio que acoge, que escucha, en el cual decimos la verdad y contestamos las preguntas y nos damos tiempo para estar allí con el niño o niña, ese niño se transformará en una persona reflexiva, seria, responsable que va a escoger desde sí. El poder escoger lo que se hace, el poder escoger si uno quiere lo que escogió o no, ¿quiero hacer lo que digo que quiero hacer?, ¿me gusta estar donde estoy?”, son algunas de las preguntas que aparecen.

Para que el amar eduque hay que amar y tener ternura. El amar es dejar aparecer. Darle espacio al otro para que tengan presencia nuestros niños, amigos y nuestros mayores”.

Fuente reseña: http://www.eligeeducar.cl/amar-educa-mensajes-humberto-maturana-los-educadores

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