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Qué hacen bien las (minorías) feministas

Por: Elena Simón

¡Cuántos proyectos coeducativos de centro! ¡Cuántos planes de Igualdad! ¡Cuántas experiencias innovadoras respecto a la Coeducación para la Igualdad! ¡Cuánto trabajo en equipos interdisciplinares! ¡Cuánta creatividad productiva! ¡Cuántas producciones de materiales y recursos didácticos escritos, artísticos, audiovisuales, digitales, multimedia!.

Cuando hablamos de la educación escolar, casi siempre lo hacemos para destacar sus carencias o torceduras. En verdad que tiene muchas y que poco a poco se ha ido apartando de los principios democráticos de soberanía e igualdad. También es cierto que para dibujar un panorama alternativo y positivo hay que tener a mano el negativo crítico de la foto, pues sin él, no cabría ni siquiera la posibilidad de transformación.

¿Quién debe introducir estas transformaciones? ¿Las administraciones educativas? ¿El profesorado? ¿Las asociaciones profesionales? ¿Las personas expertas y experimentadas en cuestiones pedagógicas? ¿Alguna que otra persona iluminada? ¿El capitalismo salvaje disfrazado de neoliberalismo condescendiente?

No paramos de hablar de un pacto de estado para la educación y, si no me confundo, en este pacto entran sólo los contenidos curriculares, contenidos que van ganando puestos en el territorio de la competitividad, la excelencia, la búsqueda de la distinción y el apartamiento de áreas del conocimiento relacionadas con la habilidad de pensar, de aprender a aprender, de comunicarse, de analizar sociedades del presente y del pasado, de profundizar en las diversas culturas de los pueblos de este mundo. Por otra parte, los contenidos curriculares se dotan en exceso de materias instrumentales de prestigio (inglés e informática) y materias relacionadas con la cultura de la ganancia y del emprendedurismo, del esfuerzo individual y de la llamada innovación creativa.

Muy acorde con los tiempos y lo que se pretende que salga de la escuela: un pelotón de individuos aislados y anónimos, pugnando por conseguir el mejor lugar, sin bases éticas que lo acerquen a sus semejantes, con despreocupación por lo que ocurra en su planeta, en su país o en su pueblo. Un ser humano gregario y desactivado, que no sufra ni padezca con el mal o dolor ajeno, que no crea sino en la ganancia económica, en la popularidad, la fama o el éxito, que pague altos precios por mercancías dudosamente útiles o de buena calidad, que se disponga a aceptar “lo que hay”, como si no pudiera haber otra cosa.

Así, no tendrá ganas de estudiar. ¿Para qué? No cree que ello le vaya a mejorar como persona, dándole elementos críticos y analíticos con los que desenvolverse y poder aspirar a una vida más digna y más libre. Las matrículas universitarias no solo han descendido significativamente por efectos económicos y subida de tasas. También por el desprestigio del saber a favor del dinero. Por eso muchos chicos tienen como horizonte convertirse en youtubers influencers lo más pronto posible y las chicas también y, además, en bloggeras de moda. Para ello sólo hay que someterse a evaluación continua de su estupidez y a hacer las cuentas de sus seguidores y seguidoras. Es posible que Youtube exija dentro de unos muchos años alguna acreditación, examen de ingreso o titulación ad hoc. Es posible que piense en recoger todo el corpus de conocimientos banales y llamativos, generados en pocos años y pretenda transmitirlos curricularmente, es posible, todo es posible o lo será si en ello se empeñan capitales y voluntades de ganancia.

Pero y, mientras tanto, hay un Caballo de Troya preparando y mejorando siempre sus pertrechos, para irrumpir a la luz del día con un atractivo discurso de igualdad, empatía, respeto, solidaridad, cooperación, reconocimiento, bienestar, paz y salud. Este Caballo de Troya es la Coeducación para la Igualdad, el Feminismo pedagógico, la corresponsabilidad en la obra humana.

Derechos

Soy feminista ¿y tú?

¡Cuántas profesoras de todos los niveles! ¡Cuántos proyectos coeducativos de centro! ¡Cuántos planes de Igualdad! ¡Cuántas experiencias innovadoras respecto a la Coeducación para la Igualdad! ¡Cuánto trabajo en equipos interdisciplinares! ¡Cuánta creatividad productiva! ¡Cuántas producciones de materiales y recursos didácticos escritos, artísticos, audiovisuales, digitales, multimedia! ¡Cuánto tiempo dedicado a la formación! ¡Cuántos espacios tomados!

Delante y detrás de todo ello hay un objetivo certero: conseguir que las visiones del mundo vayan cambiando. Hay un motor evidente: las y los docentes feministas, con formación e implicación. Hay un discurso atractivo, innovador, ético, social y sumamente educativo: mirarnos como iguales y cooperar en la obra humana, sin condicionamientos de género, de sexo, de orientación sexual o de características corporales. Ese discurso es feminista y es el que se pone en práctica muchos días de muchos meses en muchas aulas y en muchos centros educativos. Ha hecho un camino invisible pero encomiable, como el Caballo de Troya, pero, claro, aún es casi exclusivo de minorías y vanguardias que no logran la categoría de influencers a quien mucha gente quiera seguir. Se rechazan porque no es un discurso narcisista, porque es crítico, porque no tiene muchos modelos que ofrecer, porque sus imágenes son escasas, porque no dispone de dineros, tiempos y espacios generosos.

Pero el discurso ¿minoritario? y las prácticas coeducativas de éxito para la paz de género, la salud, la convivencia pactada, la sexualidad satisfactoria y la corresponsabilidad social y familiar es algo que una inmensa cantidad de personas desean para ellas mismas y para sus hijas e hijos.

Esta es la propuesta de las minorías y las vanguardias feministas: insistentes, centinelas, obstinadas, resistentes. Con la acumulación de experiencias y la presión iremos logrando que las leyes se cumplan y que toda personita escolarizada aprenda y aprecie las ventajas de la igualdad.

En otros tiempos pareció imposible que las niñas y los niños fueran juntos a las mismas escuelas y que las chicas siguieran carreras de educación superior.

Fuente noticia: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/08/que-hacen-bien-las-minorias-feministas/

Fuente imagen: http://greenxxoo.org/wp-content/uploads/2014/09/Feminism-and-girl-power-symbol.jpg

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Tanzania: Crossroads – Niña debe negarse el derecho a la educación

Tanzania/30 de mayo de 2017/Autor: /Fuente: http://allafrica.com

 ¿Educar o no educar a la niña? Esta es una pregunta que no requiere un segundo pensamiento. Una niña debe ser educada. Incluso aquellos, que quedan embarazadas, mientras todavía están estudiando, deberían tener una segunda oportunidad de continuar con su educación si así lo desean. Lamentablemente, algunas partes interesadas, incluyendo a los diputados piensan lo contrario.

Una y otra vez nos han dicho: «Si educas a un hombre, educas a una persona, educas a una mujer, educas a una nación».

Fue el renombrado educador ghanés, el Dr. James Emmanuel Kwegyir-Aggrey, quien puso el adagio en el centro de atención internacional en su campaña para que las niñas tengan acceso a oportunidades educativas iguales con los niños. La mayoría de los padres en África después de la independencia querían educar a sus hijos y no a sus hijas.

El dicho sabio se ha utilizado para inspirar a los padres de África a invertir en la educación de las niñas, al igual que lo hacen para sus hijos. Los beneficios de educar a las niñas se sienten individualmente y por la comunidad más grande y viceversa es cierto.

¡Es muy triste ver estudios que demuestran que en África subsahariana hay bajas tasas de alfabetización femenina! Esto significa que más niños que niñas van a la escuela. A diferencia de los niños, las niñas se enfrentan a varios desafíos, incluido el embarazo. Los estudios demuestran que, a través de las naciones, el embarazo contribuye a la deserción escolar.

En Tanzania, el embarazo es una de las principales razones de los abandonos escolares entre las adolescentes. Entre los factores que influyen en el embarazo entre las niñas de las escuelas se encuentran la pobreza, la presión de los compañeros, las prácticas culturales, el mal control de los padres, la actitud negativa hacia la educación, entre otros.

La sociedad patriarcal a menudo olvida que las mujeres son los agentes del desarrollo social y económico. Nelson Mandela dijo una vez: «La educación es el arma más poderosa, que puedes usar para cambiar el mundo». No podemos cambiar positivamente nuestra nación y el mundo en general dejando un género atrás en la educación.

En 1967, Mwalimu Julius Nyerere enfatizó el papel de la educación como una estrategia para desarrollar Tanzania. Era una hoja de ruta en la lucha contra los tres principales enemigos nacionales: la pobreza, la ignorancia y la enfermedad. Él nunca dijo educar a los niños solamente, ¡era la educación para todos!

En la filosofía del Dr. Kwegyir-Aggrey, podemos cambiar efectivamente el mundo si invertimos en educar a las niñas y las mujeres porque si educas a una niña educas a la nación.

Fue realmente sorprendente escuchar un reciente debate en la Cámara, en el que algunos diputados eran tan francos que las colegialas, que quedan embarazadas, no deberían poder regresar a la escuela después del parto. Independientemente de los hombres detrás del lío (algunos pertenecen a la cárcel), ¿por qué debemos castigar a las niñas?

Dicen que la educación es clave para la vida, ¿debería el gobierno y la sociedad en general tomar esa clave lejos de una niña sólo porque estaba embarazada? La educación está ahí para expandir la mente humana a través del conocimiento, lo que nos permite resolver problemas, enseñar a otros y transformar nuestra sociedad. ¿Por qué negar esto a una chica sólo porque ella quedó embarazada?

La educación es un derecho para todos los niños, esto debe ser sin excepción. Para el gobierno, los padres o tutores, es muy decepcionante ver a una niña abandonar la escuela debido al embarazo. Sin embargo, evitar que regresen a la escuela les hace más daño que bien, poniendo su futuro en riesgo.

Una condena general de las colegialas embarazadas no debe ser hecha por los diputados y los que tienen el poder. Sí, algunas chicas participan en los asuntos de amor, pero otros son violados o aprovechados por los adultos a su alrededor; Familiares, amigos de la familia o maestros.

Cada caso debe ser tratado individualmente y aquellos que son capaces deben tener una segunda oportunidad para continuar con sus estudios y realizar todo su potencial para construir la nación.

* El autor es profesor asistente, Facultad de Educación de Dar es Salaam (DUCE).

Fuente de la Noticia:

http://allafrica.com/stories/201705290573.html

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Afghan President Speaks Out In Support Of Women’s Education

 Afghanistan/15 may 2017/Source: RFE/RL’s Radio Free Afghanistan

Afghan President Ashraf Ghani says women are the biggest victims of the ongoing war in Afghanistan, which he says has prevented millions of girls and women from getting an education.

«The number of women deprived of literacy in Afghanistan is three times more than men and the reason behind this is the imposed war that we are facing,» Ghani said on May 15 at a symposium called Afghan Women: Messengers of Peace.

The three-day gathering is being hosted by Afghan first lady Rula Ghani.

In a statement, the UN Assistance Mission in Afghanistan (UNAMA) expressed hope that the government will achieve its goal of increasing the proportion of women in government institutions to 30 percent by 2020.

According to the Education Ministry, most of the estimated 3.5 million children who do not attend school are girls.

Afghanistan’s female literacy rate is among the lowest in the word at around 17 percent, according to a 2015 UNESCO report.

Source:

https://www.rferl.org/a/afghanistan-women-girls-education-literacy-rate/28488909.html

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Deshacer la telaraña del género: un reto en la mejora de la formación de maestros

Por: Isabel Carrillo Flores

En la formación de maestros se vive un exceso de tolerancia ante las desigualdades de género. Las ausencias en los planes de estudio de asignaturas y contenidos sobre igualdad y género se acompañan de otros problemas no resueltos.

El día 1 de mayo ha vuelto a poner de manifiesto que, si bien desde algunos sectores se anuncia una mejora económica, esta no traspasa el mundo del trabajo que continúa su tendencia de precariedad. Entre los grupos de personas en situación más precaria están las mujeres. La igualdad no es para ellas. Esta realidad se recordó el pasado 22 de marzo, cuando se celebró el décimo aniversario de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Algunas noticias valoraron que era poco lo que se podía celebrar respecto a la traducción práctica de la normativa y que el cambio no se ha producido.

Este es un hecho tangible en las universidades y en la formación de maestros, como se puso de relieve en el XXXV Seminario Interuniversitario de Teoría de la Educación sobre Democracia y la Educación en la Formación de Maestros, que dedicó una de las ponencias al género. En este espacio se expusieron los resultados de un estudio sobre 44 universidades españolas que imparten los grados de Educación Infantil y Educación Primaria, constatando una anecdótica presencia de contenidos sobre igualdad y género. Solo 11 universidades incorporan asignaturas con contenidos explícitos. En 9 de ellas la asignatura es obligatoria.

Si bien las universidades han ido desarrollando las unidades de igualdad y se han creado centros de estudio de mujeres y género y organizado grupos de investigación, el discurso de la igualdad no ha impregnado de forma plena ni las concepciones ni las prácticas docentes. La telaraña del género presente en las sociedades del mundo globalizado también adorna los centros universitarios y pasa que, tanto por lo que se hace como por lo que no se hace, se contribuye a reproducir una cultura arraigada en el binomio sexo-género que se opone al principio de justicia. No sirven las razones de las pedagogías de la igualdad y la diferencia, ni tampoco las de la propia normativa, por lo que los contenidos de la ley quedan en el papel y, ante el no cumplimiento, parece que no pasa nada, o más bien lo que pasa es una no reacción o reacción de tono bajo por parte de la propia comunidad universitaria reforzada por la permisividad política.

Las ausencias en los planes de estudio de asignaturas y contenidos sobre igualdad y género se acompañan de otros problemas no resueltos. Entre otros, la escasa inclusión de referencias bibliográficas de aportaciones de mujeres en asignaturas no específicas de género; la naturalización de la feminización del oficio de maestros, especialmente en infantil y primaria; la debilitación del análisis específico de las situaciones de desventaja que viven las mujeres a nivel global, como es el caso de una mayor negación del derecho a la educación de las niñas, o la perpetuación de una normativa de género que niega las identidades plurales. Estos hechos se acompañan y se refuerzan mediante los usos de un lenguaje que excluye la diferencia sexual. La consecuencia es que en la formación de maestros se vive un exceso de tolerancia ante las desigualdades de género.

No hay educación neutral. Las ausencias muestran vacíos que expresan lo que intencionalmente está y lo que también se procura que no esté. Ser conscientes del trasfondo ideológico abre la posibilidad de (re) pensar política y éticamente la formación universitaria de maestros, para que las personas que deciden caminar por la educación, y desarrollarse en el oficio de maestros, necesariamente tienen que vivir procesos formativos que muestren las partes visibles e invisibles de los impactos negativos de género, una realidad injusta que no es normal, ni natural, y resulta intolerable. Las desigualdades de género no son de segundo orden y no deberían quedar excluidas de la toma de decisiones política y pedagógica.

En esta orientación desde el Programa de Mejora e Innovación en la Formación de Maestros (MIF) el grupo de trabajo de Género ha elaborado el documento Relaciones de poder, violencias y otras formas de relación abusiva. La transversalidad del género que propone que en los grados de formación de maestros de infantil y primaria se revisen los fundamentos y orientaciones pedagógicas con el fin de adoptar un enfoque ético, de derechos humanos y de justicia social. Es una propuesta abierta y flexible que plantea definir en la formación cuatro bloques de contenidos referentes a dimensiones de la educación que se complementan entre sí.

  • La dimensión relacional de la educación, que se ocupa del significado de las relaciones educativas como relaciones de poder en una doble orientación. Por un lado, como relaciones que pueden ser abusivas y hacer uso de violencias. Por otra parte, como reconocimiento de que el poder no solo es lo que se nos impone, oprime y subordina, sino también lo que poseemos. Este poder, que muchas veces desconocemos, es expresión de apoderamiento que puede orientarse individual y colectivamente a la transformación de las desigualdades.
  • La dimensión de interrelación de las diferencias que supone corregir en los planes de estudio el hecho de hablar de la diferencia sexual sólo como un dato biológico fija, porque no lo es. Es necesaria una formación que explique como desde el momento de nacer este dato queda asociada a un género que prescribe como ser y como actuar, y como la diferencia sexual en interacción con otras prescripciones que imponen la clase, la etnia, la cultura, el edad, el territorio donde se vive, entre otros, obligan a adoptar identidades no libremente deseadas.
  • La dimensión política y ética de la educación es otro de los contenidos a incorporar en la formación, alejando, como ya se ha dicho, la sombra de las falsas neutralidades. El compromiso ético docente debe ser compromiso por la equidad y la responsabilidad individual y colectiva. En esta orientación el compromiso ético debe formar parte de un oficio que se impregna de los valores de los derechos humanos y contribuye a transformar las desigualdades, no a reproducirlas.
  • La dimensión práctica de la educación es el espacio de confluencia de los ejes anteriores. El objetivo es proyectar una formación en la acción compleja que no aísla las asignaturas en espacios impermeables a contenidos que se considera son ajenos, menores o no necesarios en la formación, como a menudo ocurre con los contenidos relativos a las teorías de género y los feminismos. En las transiciones de la teoría a la práctica y de la práctica a la teoría hay que abrir las fronteras disciplinarias para conformar pensamientos y acciones integradoras, y este proceso requiere un cambio en las concepciones sobre los principios organizadores del conocimiento que generan estas fronteras.

La igualdad tiene aún mucho camino por recorrer, también en la formación de maestros. No todo está dicho y está hecho para incorporar términos como coeducación, equidad, o inclusión -aunque este último término no es habitual en los discursos sobre diferencia sexual-.

El debate no está cerrado y se hace necesario reactivar espacios de reflexión compartida en las universidades y en las escuelas, en la formación inicial y en la formación permanente, durante el curso y en las escuelas de verano, que permitan mostrar aquellas partes no visibles del género que históricamente no han sido resueltas. En esta orientación, la reciente publicación Deshacer la telaraña del género desde la educación quiere contribuir al análisis crítico del juego de las apariencias de la igualdad formal. También quiere desvelar la toma de conciencia sobre el hecho de que las realidades no están determinadas y que hay que deshacer el entramado de las resistencias de género que se oponen a las transformaciones justas. Este es un reto irrenunciable para la mejora de la formación de maestros.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/05/12/deshacer-la-telarana-del-genero-un-reto-en-la-mejora-de-la-formacion-de-maestros/

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¿Educas a tu hijo como educarías a tu hija?

Lucía Bonel

Nuestros adolescentes no están avanzando todo lo que desearíamos en cuanto a la igualdad de género se refiere; es más, existen datos alarmantes sobre el aumento de violencia machista.

Antonio Reloba Castro, educador social, máster en inteligencia emocional y mediador familiar y social, opina que cuando abordamos el tema de la violencia de género en el mundo de los adolescentes solemos olvidar que existen determinadas cuestiones que forman parte de nuestra cultura, valores, roles, creencias… -lo que él denomina nuestro ‘andamiaje mental’-, que tienen una gran influencia en la educación que se recibe en el ámbito familiar, base fundamental de lo que después se desarrollará en la etapa adolescente y posteriormente adulta. “Nuestros jóvenes -insiste- no están avanzando todo lo deseable en cuanto a estas cuestiones de género, es más, existen datos alarmantes sobre el aumento de violencia machista, dependencia emocional, relaciones toxicas de pareja, celos exagerados…”. “La forma en la que se relacionan nuestros chicos y chicas -continúa- tiene mucho que ver con los modelos que se les transmite desde la sociedad, que, lamentablemente, sigue siendo patriarcal”. Reloba aporta un dato que conviene no echar en saco roto, y es que: “Las relaciones de pareja y las primeras relaciones sexuales tienden a imitar las que nuestros adolescentes recogen -a edades tempranas- del visionado de pornografía en la Red”. ¿Son estas las relaciones de pareja que queremos para nuestros hijos? El educador social responde que “desde la familia, estamos obligados a plantear una educación basada en la igualdad y respeto entre hombres y mujeres, a construir un ‘andamiaje mental’ apropiado para que esta sea de manera igualitaria, y a fomentara en nuestros futuros adolescentes unas relaciones de grupo y de pareja más sanas. Estas son algunas propuestas de Antonio Reloba para educar a nuestros hijos en la igualdad:

  • Escuchar y observar. Debemos escuchar y observar a nuestros hijos desde una perspectiva de género; reaprender para una educación basada en la igualdad de las personas, independiente de su género o tendencia sexual.
  • Rehacer nuestro ‘andamiaje mental’. Las tareas domésticas, la limpieza y el cuidado del cuerpo, los colores, los juguetes… nada de esto tiene género. Los roles que tendemos a establecer entre hombres y mujeres son culturales, así que, planteemos a nuestros hijos preguntas que les hagan reflexionar, como: “¿Los chicos no saben barrer?” o “¿es que las chicas no pueden jugar a fútbol?”.
  • Somos personas únicas e irrepetibles. Y, por eso mismo, tenemos que ser educados con los mismas herramientas. La diferencia en la educación entre chicos y chicas forma parte de nuestra cultura y esta cultura tiene que cambiar para que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades y puedan cumplir su proyecto de vida sin que este sea condicionado por ser mujer u hombre.
  • Las tareas no tienen género. Dentro del ámbito familiar, debemos realizar las tareas domésticas desde una visión educativa de igualdad, sin asignar a cada género tareas especificas. Insistimos, barrer, fregar el suelo, arreglar un enchufe, cambiar una bombilla… no tienen género, aunque hayan venido siendo asignadas por meros valores culturales. Comenzar a desmontar las fortaleza/debilidades en el ámbito doméstico por ser chico o chica les hará más fuertes y seguros a la hora de afrontar su proyecto de vida. Lo fundamental es, sea cual sea la tarea a desarrollar, transmitirles el mensaje: “Yo puedo”.
  • Conversar y debatir. Los mensajes que les transmite la sociedad e internet no son los mejores para una educación en igualdad. Debemos debatir, hablar con nuestros hijos cualquier cuestión que tenga que ver con la asignación, según el sexo, de juguetes, libros, colores, profesiones…
  • Reflexionar como padres y madres. Nuestro ‘andamiaje mental’ está lleno de prejuicios y reconoce la asignación de conductas y tareas según el género. Debemos replantearnos que nuestros hijos pueden llegar a ser lo que quieran, independientemente de su genero, lo que les hará mas imaginativos y empoderará su papel como personas, estableciendo seguridad en sus conductas y su forma de relacionarse.
  • Atender sus dudas. Con toda seguridad, nuestras hijas e hijos nos plantearán cuestiones relacionadas con cosas que pueden o no pueden hacer y responder de manera adecuada a estas dudas es fundamental. Educar como personas y sin importar su género les enriquece, duplica las posibilidades de desarrollar sus habilidades, desarrolla su empatía y mejorará su forma de relacionarse.
  • El juego. A través del juego y los juguetes podemos educar en la igualdad. Las exageradas diferencias existentes entre los juguetes chico/chica establecen diferentes tareas y roles. A las chicas, la obligación de cocinar, el cuidado de personas mayores, la crianza de los hijos… a los chicos, la fuerza, la tecnología, los oficios, los deportes… ¿Por qué seguimos insistiendo en este tipo de educación, si está demostrado que, hoy, cualquier persona puede desarrollar cualquier tarea o profesión? ¿Acaso queremos limitar las aspiraciones y el futuro de nuestros hijos e hijas?
  • Da ejemplo. En el ámbito doméstico, nosotros somos su modelo a seguir, su referente. Realizar las tareas de la casa, sin distinción alguna, ampliará su educación en igualdad y respeto, sin prejuicios y su ‘andamiaje mental’ será más amplio y más seguro.
  • Se aprende a lo largo de la vida. Tenemos una fecha de comienzo para educar a nuestros hijos: el día de su nacimiento, pero su educación no termina nunca. Por eso, como padres, estamos obligados a formarnos en estos temas, a adquirir herramientas para nosotros y para nuestros hijos, porque el futuro es suyo.

Fuente del Artículo:

http://www.heraldo.es/noticias/sociedad/2017/04/24/educas-hijo-como-educarias-hija-1170762-310.html

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México: Senado avala igualdad de género en el Sistema Educativo Militar

México/02 de mayo 2017/Fuente: http://www.eldiariodecoahuila.com.mx

Aprueba reformas a los artículos 1 y 28 de la Ley de Educación Militar de la ley de Educación Militar del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.

El Senado aprobó, con modificaciones, reformas a los artículos 1 y 28 de la Ley de Educación Militar del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, a fin de establecer elementos para garantizar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en las profesiones que se ofrecen dentro de la milicia.

 El artículo 1 establece que la Educación que imparte la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), orientada al conocimiento y aplicación de la ciencia y el arte militar, así como otras afines a las necesidades del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, deberá aplicarse «en igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres”.

 En tanto, el artículo 28 especifica que el proceso de admisión a las Instituciones de Educación Militar se señalará en el reglamento respectivo de esta Ley, «en el que se deberá promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”.

 La modificación realizada por el Senado a la minuta correspondiente de la Cámara de Diputados, es el agregado del término de «trato”, en el artículo primero.

 El presidente de la Comisión de Defensa Nacional, Fernando Torres Graciano, argumentó que con las modificaciones a la ley se da un paso más en pro de la igualdad de género dentro delas Fuerzas Armadas, que inició en 2007, cuando a las mujeres se les ofreció la opción de ingresar a las escuelas Superior de Guerra;  Militar de Aplicación de las Armas y Servicios;  Militar de los Servicios de Administración e Intendencia; Militar del Servicio de Transmisiones; así como al Centro de Estudios del Ejército y Fuerza Aérea, Escuela y 1/er. Batallón de Transmisiones.

 En 2011, agregó el senador del Grupo Parlamentario del PAN, se reformó la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, para reconocer a las mujeres como militar con un grado de la escala jerárquica, lo cual antes sólo era privativo de los hombres.

 Adicionalmente, se estableció que, sin distinción de género, los miembros del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos podrán acceder a todos los niveles de mando, incluidos los órganos del Alto Mando del Ejército y la Fuerza Aérea.

Al manifestarse a favor del dictamen, el senador del Grupo Parlamentario del PRI, Patricio Martínez García, refrendó que el objetivo central es establecer la igualdad de oportunidades y la equidad de género en las fuerzas castrenses mexicanas.

 «Espero que el término de coronela, sea algo más que una canción, que sea una realidad en las Fuerzas Armadas; que se dé la igualad en las tropas, entre oficiales y mandos”, subrayó.

La senadora por el PRD, Iris Vianey Mendoza, destacó que la igualdad de género se aplicará tanto en la igualdad de oportunidades, como en la equidad de trato entre hombres y mujeres dentro de los planteles militares.

 Con ello, puntualizó, se garantiza a las mujeres una participación a plenitud y sin obstáculos en su formación castrense, y se dará cumplimiento a la premisa de que las acciones de gobierno deben estar orientadas hacia la igualdad de género, pues ello genera equilibrio en la sociedad y un trato justo.

 El dictamen se aprobó en votación nominal con 86 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones, y se turnó a la Cámara de Diputados para sus efectos constitucionales.

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El nuevo Atlas electrónico sobre desigualdad de género en la educación muestra progresos y obstáculos en países del mundo entero

Por: UNESCO

Con motivo del Día Internacional de la Mujer 2017, el Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS, por sus siglas en inglés), presenta una nueva edición del Atlas electrónico sobre desigualdad de género en la educación, para poner de manifiesto dónde las niñas y las mujeres realizan progresos y dónde se quedan rezagadas en los distintos niveles educativos. Un conjunto de mapas y gráficos interactivos da vida a un extraordinario volumen de datos sobre unos 200 países, elaborados por el UIS, que es la fuente oficial de estadísticas para los objetivos mundiales de la educación.

“El Atlas electrónico es un recurso indispensable para los esfuerzos encaminados a suprimir las desigualdades de género de aquí a 2030, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, declaró Silvia Montoya, Directora del Instituto de Estadística de la UNESCO. “Proporcionamos datos a los encargados de formular políticas, los activistas y los ciudadanos comprometidos que tratan de eliminar los obstáculos que impiden a las niñas y las mujeres aprovechar la capacidad de transformación de la educación”.

Las estadísticas indican que hay progreso, pero también obstáculos tenaces

A pesar de todos los esfuerzos realizados y los progresos logrados en los dos últimos decenios, sigue siendo más probable que las niñas queden totalmente marginadas de la educación, en comparación con los niños. Según datos del UIS, si se mantienen las tendencias actuales, unos 15 millones de niñas de edades comprendidas entre los 6 y los 10 años nunca asistirán a la escuela, en comparación con unos 10 millones de niños marginados.

En el Atlas electrónico figuran los puntos álgidos, donde las niñas afrontan dificultades para iniciar los estudios. En Sudán y Afganistán, apenas hay 70 niñas matriculadas en primaria por cada 100 niños, mientras que también persisten brechas importantes en países como el Chad (77 niñas por cada 100 niños), Yemen (84 niñas por 100 niños) y Pakistán (85 niñas por 100 niños). Además, en muchos países la brecha tiende a ampliarse a medida que aumenta el nivel de enseñanza.

La buena noticia es que las niñas que logran ingresar en la escuela tienden a persistir en los estudios, incluso cuando tienen que repetir curso. En 2014, aproximadamente el mismo número de niñas y niños repitieron curso en la educación primaria (unos 14 millones), según el Atlas electrónico. Pero en ese año 20 millones de niños abandonaron los estudios, en comparación con unos 17 millones de niñas que también lo hicieron.

Al examinar las tendencias regionales a lo largo del tiempo, se percibe un notable progreso en Asia meridional, donde una niña que comience hoy la escuela tiene la perspectiva de recibir instrucción durante 11 años, en comparación con los 6 años de 1990. En contraste, una niña del África subsahariana sólo puede esperar unos 9 años de escolaridad, mientras que los niños pueden esperar 10 años (comprendido el tiempo que pasan repitiendo cursos).

Conectar los datos con las políticas

Numerosos estudios apuntan a los efectos positivos que ejercen las maestras sobre el aprendizaje de las niñas. Pero la región que afronta mayores problemas, -el África subsahariana- es la única que tiene un profesorado predominantemente masculino. En países como Liberia, apenas el 13 por ciento de los docentes de nivel primario son mujeres, mientras que más de la mitad de las niñas se encuentran  sin escolarizar.

Las estadísticas subrayan también la necesidad de alentar a las niñas y las mujeres a que prosigan los estudios hasta los niveles superiores del sistema educativo.  Se han logrado progresos considerables y el balance se inclina a favor de las jóvenes en numerosos países de ingresos medios y altos. Pero estas tendencias han de examinarse con más detalle. Aunque actualmente hay en el mundo más mujeres que hombres cursando estudios de Licenciatura, los datos indican la persistencia de los obstáculos de género en los niveles académicos superiores, lo que se traduce en que las mujeres representan menos del 30 por ciento de los investigadores del mundo.

El Atlas electrónico de desigualdad de género de la UNESCO pone estos datos al alcance de los promotores de la educación y los encargados de formular políticas, con el fin de asegurar que las niñas y las mujeres perciban todos los beneficios que prometen los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

*Fuente:http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/new_eatlas_of_gender_inequality_in_education_shows_progress/

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