Datos oficiales reflejan que en 2016 Costa Rica presentó la mayor reducción de la pobreza de los últimos siete años, al pasar de 22,3 por ciento en 2014 a 20,5 por ciento en 2016, hecho en que resultó fundamental la labor del INA en identificar a las personas en extrema miseria que reúnen los requisitos para ingresar en Puente al Desarrollo.
‘En Puente al Desarrollo, el INA es un eslabón más, conocemos muchas historias de personas pertenecientes a este proyecto que después de capacitarse son acompañadas en sus procesos de emprendimiento hasta crear sus propios negocios, generando entradas económicas y oportunidades de mejoras para sus familias’, afirmó el presidente ejecutivo del INA, Minor Rodríguez.
Explicó que con esos planes se busca que las personas no sólo se formen en el área de su interés, lo que está predeterminado por sus talentos, y la demanda de su lugar de residencia, sino también sepan cómo administrar sus negocios y se conviertan en pequeños empresarios.
De esa forma, destacó Rodríguez, contribuyen al crecimiento sostenido de sus comunidades y a disminuir los índices de pobreza en este país centroamericano.
Por su parte, la vicepresidenta Ana Helena Chacón, encargada de dirigir la estrategia Puente al Desarrollo, aseguró que la educación y la capacitación es la clave para alcanzar una mejor calidad de vida.
Si potenciamos las habilidades y destrezas de la población más vulnerable, lograremos tener talento humano de calidad, lo cual resulta atractivo para las compañías multinacionales que se establecen en nuestro país, apuntó.
Chacón sostuvo que en ello, el INA tiene un rol fundamental, porque no solo prepara técnicamente a esas personas, sino que les ofrece la oportunidad de impulsar o desarrollar sus propios negocios. ‘Así, vamos dejando atrás los enfoques asistencialistas al hablar de atención y combate de la pobreza’, subrayó.