Ser indígena y no hablar español, es sinónimo de pobreza en México

Redacción: El Semanario

La discriminación ha sido una de las batallas más crueles que han tenido que librar los descendientes de los pueblos originarios, pero además de esto, ser indígena y no hablar español es sinónimo de pobreza en México.

De acuerdo al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred),  “la población indígena tiene un Índice de Desarrollo Humano 11.3 por ciento menor que el de la población mexicana no indígena”, pero el “aspecto más vulnerable es el ingreso, en donde la brecha de desigualdad es del 17 por ciento”.

Esto ha ocasionado que las comunidades indígenas no tengan acceso a los servicios que marcan los derechos sociales, como educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios básicos y alimentación, lo que ocasiona que al 93.9 por ciento de la población indígena está privada al menos de uno de estos derechos, dice la Conapred.

Por lo tanto, los niveles de pobreza son mucho mayores entre la población indígena que con el resto de los mexicanos.

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Más pobres y olvidados

Cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), afirman que en México hay 7.4 millones de población indígena, de los cuales 5.2 millones son pobres.

Además, 3 de cada 10 integrantes de una comunidad indígena presentan rezago educativo, incapacidad de alimentarse y baja calidad de sus viviendas; mientras que  2 de cada 10 no tienen acceso a instituciones para la salud.

Pero de acuerdo a la Estadísticas a propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las cosas empeoran cuando no hablan español y sobre todo, cuando son mujeres.

Así, 13 de cada 100 indígenas no habla español, pero cuando se trata de una cuestión de género, se recalcan las complicaciones las féminas, ya que por cada 9 hombres “monolingües” hay 15 mujeres que solo hablan su lengua materna.

Esto genera que todas aquellas personas que sólo hablan una lengua indígena, “presentan mayor posibilidad de no tener educación ni acceso a servicios de salud y justicia”, dice el informe y además, esto también limita las posibilidades para que puedan acceder a oportunidades laborales y educativas que reviertan esta situación.

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La educación y el sexo

Y además, está el componente reproductivo y de educación sexual, ya que se ha convertido en otra limitante que abre aún más la brecha que existe entre los pueblos indígenas y el resto de la población en México.

Según cifras del Inegi, la edad promedio de unión en pareja de las mujeres indígenas es de 18 años que contrasta contra la cifra nacional que es de 20 años; mientras el promedio de hijos nacidos es de 2.5 mientras y el del total para la población mexicana es sólo de 1.6 hijos.

Además, “las mujeres que hablan lenguas indígenas son las que presentan un mayor número de embarazos desarrollados entre los 35 y los 49 años, situación que implica mayores riesgos durante la gestación de los hijos”, según cifras que retoma El Economista.

Y en cuanto a la educación académica, la población indígena tiene muchas carencias, ya que a 2 de cada 10 personas que hablan alguna lengua natal son analfabetas y esta proporción aumenta con las mujeres, ya que “son las más afectadas siendo el grupo con más baja escolaridad y mayor analfabetismo”.

Finalmente, tal como lo señala la Conapred, “en pleno siglo veintiuno, una gran parte de las mexicanas y mexicanos indígenas, no deja de verse expuesta, aún hoy, a vivir circunstancias de discriminación y exclusión en los ámbitos de la educación, la salud, la alimentación, el trabajo, la seguridad social, la vivienda y los servicios básicos”.

Fuente: https://elsemanario.com/economia/284840/ser-indigena-no-hablar-espanol-sinonimo-pobreza-mexico/

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Uruguay es el tercer país latinoamericano en el Índice de Desarrollo Humano

Uruguay/04 de abril de 2017/Autores: EFE y Montevideo Portal/ Fotografía: Manuel Lino

Se ubica en el lugar 54 del mundo de acuerdo al informe de la ONU, y en el 55 en el índice de igualdad de género. Datos.

Noruega es nuevamente el país donde mejor se vive en el mundo, y la República Centroafricana, el peor, según el Índice de Desarrollo Humano difundido hoy por la ONU, basado en datos de 2015.

Australia, Suiza, Alemania, Dinamarca, Singapur, Países Bajos, Irlanda, Islandia y Canadá, empatada con EE.UU., completan los diez primeros lugares de la clasificación elaborada anualmente por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que tiene en cuenta los ingresos, la esperanza de vida y el nivel de educación.

En la lista, que incluye 188 países y forma parte del informe sobre desarrollo humano presentado hoy en Estocolmo, Reino Unido ocupa el puesto 16, por delante de Japón (17), Francia (21), Italia (26), España (27), Chile (38), Argentina (45) y Rusia (49), dentro del grupo de 51 países de desarrollo muy alto.

En el caso de Uruguay ocupa el lugar 54 del mundo (cuarto en el segundo grupo, de «desarrollo humano alto»), por debajo de Bielorrusia, Omán y Barbados. Nuestro país está tercero en Latinoamérica, por debajo de Chile y Argentina. De todos modos, subió dos puestos con respecto al último índice gracias a un puntaje ligeramente mejor. En el documento adjunto (en inglés) pueden verse los distintos indicadores del país, desde la desigualdad al ingreso per cápita, la educación o la salud. Por ejemplo, en porcentaje del PBI destinado a la educación figura por debajo de Chile y Argentina.

En cuanto a seguridad, por ejemplo, Uruguay tiene una peor tasa de homicidios, (7.8, ya que las cifras son de 2015) que Argentina y Chile. Los diez países al tope del ranking tienen índices entre 0.3 y 1.4. En «sensación de seguridad» los índices son malos a nivel general, con un 46% que responde afirmativamente ante un 90% del primero, Noruega, pero buenos a nivel latinoamericano. Los resultados son muy buenos en los subíndices relativos a libertad y energías renovables, por ejemplo. En cuanto a igualdad de género, Uruguay se coloca en el lugar 55 del mundo, el mejor latinoamericano en ese sentido.

Los últimos diez países de la clasificación, todos africanos, son, empezando por el peor, República Centroafricana, Níger, Chad, Burkina Fasso, Burundi, Guinea, Sudán del Sur, Mozambique, Sierra Leona y Eritrea.

A nivel mundial el estudio revela que el índice de desarrollo humano promedio es seis puntos porcentuales menor para las mujeres, una brecha que se reduce a dos puntos en los países del primer grupo y aumenta a quince en los de bajo desarrollo.

Casi 1.500 millones de personas en los países en desarrollo viven en lo que el PNUD llama pobreza multidimensional, un índice que tiene en cuenta factores como el acceso a agua potable, combustible y servicios de salud, así como artículos domésticos y otros.

De esa cifra total, el 54 % reside en el sudeste asiático y el 34 %, en el África subsahariana.

El informe, bautizado este año «Desarrollo Humano para todo el mundo», resalta que pese a los progresos generales vividos en los últimos 15 años, una de cada tres personas en el mundo siguen viviendo con bajos niveles de desarrollo y que más de 300 millones en los países avanzados viven en la pobreza relativa.

El PNUD subraya que casi en todos los países grupos como las mujeres, indígenas, minorías étnicas, discapacitados, emigrantes y refugiados, y lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales sufren desventajas específicas que se superponen y refuerzan, aumentando su vulnerabilidad.

Fuente de la Noticia:

http://www.montevideo.com.uy/contenido/Uruguay-es-el-tercer-pais-latinoamericano-en-el-Indice-de-Desarrollo-Humano-338020

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