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Estados Unidos: ‘No recluten a estudiantes para deportar a sus compañeros’

Estados Unidos/30 marzo 2017/Fuente: La Opinion

Estudiantes protestan por la presencia de la Patrulla Fronteriza en una feria para ofrecer empleos en CSUN.

Una feria de trabajo en la Universidad Estatal de California, Northridge (CSUN) este miércoles causó indignación entre estudiantes “dreamers” y pro inmigrantes, ya que entre las agencias que buscaban empleados estaba la Patrulla Fronteriza (CBP).

Con pancartas en mano, alrededor de 40 manifestantes protestaron frente al auditorio donde se realizaba el evento para decirles a los representantes de la agencia gubernamental que no eran bienvenidos en su campus y que no regresen la próxima semana cuando está planeada una segunda feria.

“La presidenta Dianne Harrison y administradores (de CSUN) dicen que les importa el bienestar de los estudiantes indocumentados, pero demuestran lo contrario cuando permiten que CBP venga”, dijo Stephanie Pérez, de 21 años y estudiante indocumentada.

“Este asunto está causando mucha ansiedad y problemas de salud mental en nuestra comunidad de estudiantes indocumentados”, aseveró la joven, quien es presidenta de Dreams to be Heard, un grupo de abogacía y apoyo para estudiantes indocumentados en CSUN.

Stephanie Pérez (derecha) y varias decenas de estudiantes de CSUN protestaron afuera del recinto donde se llevaba a cabo la feria de trabajo. (Aurelia Ventura/La Opinion)

La indignación aumentó puesto que la feria de trabajo fue al lado del centro para Dreamers que ofrece apoyo y asesoría a los estudiantes indocumentados.

“Dreamers” en CSUN

En CSUN hay aproximadamente 1,400 estudiantes indocumentados y el Dream Center sirvió alrededor de 300 en el último mes, dijo Rosa Salamanca, tutora en el centro.

“CSUN es la universidad estatal con mayor cantidad de estudiantes indocumentados y no los ayudan a adaptarse porque traen a CBP al lado del centro que debe de ser un lugar seguro para nuestros estudiantes”, dijo Raquel Cetz, de 21 años y estudiante indocumentada.

Gabriel Gutiérrez, director de la facultad de Estudios Chicanos en CSUN, dijo que le envió una carta a Harrison pidiéndole que tome en seria consideración la presencia de los estudiantes indocumentados.

Él considera que algunas de las acciones de Harrison en cuanto a los temas de inmigración son dudosas.

“No recluten a estudiantes para deportar a sus compañeros”, lee este letrero que sostenía una de las manifestantes en CSUN.  (Aurelia Ventura/La Opinion)

“He visto las cartas que la presidenta manda donde dice que tiene mucha empatía por los estudiantes [indocumentados] pero al final pone una frase, ‘con la excepción en asuntos criminales’”, dijo Gutiérrez. “Entonces yo digo que cada vez que pone esa frase toma de regreso todo lo dicho…porque cuando se pone uno a pensar en la administración ahorita, la clasificación del crimen va cambiando. Criminalizan a la gente simplemente por existir”, aseveró.

La feria de empleo no se detuvo

Mientras tanto, dentro de la feria de trabajo, docenas de estudiantes a punto de graduarse y recién graduados visitaban las mesas de posibles empleadores.

Entre ellos estaba Mario Gómez, de 28 años, quien mostró gran interés por las empleos que ofrecían los agentes fronterizos.

Mario Gómez habla con un agente de la Patrulla Fronteriza durante la feria de trabajos en CSUN. (Aurelia Ventura/La Opinión)

“Me dieron mucha información; yo creo que es una buena carrera con muy buenos beneficios”, dijo el joven, quien se graduó de CSUN en el 2015 con una maestría de ciencias políticas.

Gómez dijo que vio al grupo de protestantes afuera, pero él cree que es necesario “poner las emociones al lado” puesto que no esta traicionando a su comunidad latina al buscar un empleo que lo beneficie.

“CBP está para proteger las fronteras y eso es algo bueno”, aseveró Gómez, quien está considerando la carrera. “No necesariamente busco carrera en el cumplimiento de la ley, pero si me atrae la voy a considerar”, añadió.

CSUN, una universidad con una población de alrededor de 40,000 estudiantes, tiene alrededor de 10,000 graduados por año y las ferias de trabajo son importantes, dijo Carmen Ramos Chandler, directora de relaciones públicas con CSUN. “Ahora tenemos alrededor de 55 empleadores y estamos enfocados en trabajos gubernamentales y de organizaciones sin fines de lucro”.

Agentes de oficinas migratorias ofrecen información durante la feria de trabajo en CSUN. (Aurelia Ventura/La Opinion)

Por su parte, Shelley Ruelas-Bischoff, vicepresidenta asociada de la vida estudiantil, dijo que entiende a los estudiantes que protestaron y tienen el derecho de expresar sus preocupaciones, así como su apoyo a alumnos que temen a algunos de sus invitados a la feria.

“En términos de cómo se decide quién llega a la feria de trabajo, la universidad no esta en la posición de negar a estas agencias que participen en la feria de trabajo”, dijo Ruelas-Bischoff. “Y ellos están aquí para ofrecer empleos; no están para hacer cumplir las leyes”, aseveró.

CBP: “no tengan miedo”

Jaime Ruiz, vocero de la Patrulla Fronteriza, dijo que “la visita a Northridge no es nada anormal”.

“Estamos llevando a cabo una campaña nacional de reclutamiento, no solo vamos a universidades sino a muchos lugares. Nuestros oficiales no van a estos eventos con ninguna intención de participar en ningún evento de cumplimiento de la ley”, expresó.

Agregó que ellos contactan a las universidades y éstas aceptan porque “mientras hay estudiantes que no aceptan que haya un oficial federal en el campus también hay quienes dicen que por qué privar la oportunidad de ofrecerles este tipo de empleos”.

“En CBP somos 63,000 empleados. Estamos en campaña de reclutamiento porque tenemos una tasa alta de personas retirándose y necesitamos nuevos elementos que quieren proteger al país”, aseveró Ruiz.

Señaló que son trabajos muy bien pagados, de entre $40,000- 50,000 dólares en el primer año y hasta $90,000 en 4 o 5 años, con excelentes beneficios médicos y vacaciones.

“¿Por qué negar esa oportunidad a estudiantes que están interesados en proteger a su país?”, cuestionó Ruiz.

Agregó que el 35% de los empleados de la agencia son latinos, uno de cada tres.”

“No se asusten, no van a revisar a nadie. La universidad que es un lugar imparcial, justo, para engrandecer a la persona, haría mal en negarnos la entrada. Estaría negándole la oportunidad a sus propios estudiantes de sobresalir”, dijo Ruiz.

Fuente: http://laopinion.com/2017/03/29/no-recluten-a-estudiantes-para-deportar-a-sus-companeros/

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Diplomacia, lucha de clases y democracia en la era Trump

Por:  James Petras 

La idea inicial de Trump de movilizar a los que se oponen a las guerras en el extranjero ha sido derrotada por los esfuerzos conjuntos del complejo militar-industrial

Introducción

Al terminar el primer mes de la Administración Trump, nos encontramos en una mejor situación para evaluar las políticas y la dirección del nuevo presidente. El examen de sus políticas interior y exterior, especialmente desde una perspectiva histórica y comparativa, nos permitirá entender si EE.UU. va camino de una catástrofe, como afirman los medios de comunicación, o hacia una mayor racionalidad y realismo.

Vamos a analizar si Trump busca la guerra o la diplomacia. Evaluaremos las iniciativas del presidente para reducir la deuda externa y las cargas comerciales con Europa y Asia. Continuaremos revisando sus programas proteccionistas y sobre inmigración con México y terminaremos viendo las perspectivas de la democracia en Estados Unidos en estos momentos.

Política exterior

Los encuentros del presidente con los dirigentes de Japón, Reino Unido y Canadá han sido bastante fructíferos. Su reunión con [el primer ministro de Japón] Shinzo Abe afianzó los lazos diplomáticos y obtuvo la promesa de que el país nipón aumentaría las inversiones en el sector automovilístico estadounidense. Puede que Trump consiga mejorar las relaciones comerciales reduciendo el desequilibrio en la balanza comercial. Trump y Abe adoptaron una postura moderada ante la prueba de misiles norcoreanos en el Mar de Japón y rechazaron el aumento de los gastos militares que reclamaban los medios de comunicación neoliberales.

La reunión EE.UU.-Reino Unido en la era pos-Brexit dio como resultado la promesa de un aumento del comercio bilateral.

En cuanto a China, Trump ha mejorado las relaciones con este país, apoyando sin ambages la política de “una sola China” y dando paso a la renegociación y el reequilibrio del balance comercial.

Estados Unidos respaldó el voto unánime de condena del Consejo de Seguridad de la ONU al lanzamiento de misiles norcoreanos. Trump no lo consideró una amenaza militar ni propuso incrementar el nivel de sanciones.

La política de reconciliación de Trump hacia Rusia, destinada a mejorar la lucha contra el terrorismo islamista, se ha visto obstaculizada. Bajo el liderazgo de la senadora de la izquierda liberal Elizabeth Warren, partidaria de la caza de brujas, ¡los militaristas neoconservadores y los demócratas declararon a Rusia como la principal amenaza a la seguridad nacional estadounidense!

El bombardeo constante y furibundo de los medios de comunicación forzó el cese del Consejero Nacional de Seguridad de Trump, el general retirado Michael Flynn, en base a una ley del siglo XVIII (la Ley Logan) que prohíbe a los ciudadanos discutir cuestiones políticas con dirigentes extranjeros.
Dicha ley nunca había sido implementada. De haberlo sido, cientos de miles de ciudadanos estadounidenses, especialmente los peces gordos incluidos entre los 51 “presidentes de las principales organizaciones judías “de EE.UU., así como los editores de política exterior de todos los grandes y pequeños medios de comunicación estadounidenses y los analistas de política exterior estarían encadenados junto a narcotraficantes convictos. Sin avergonzarse por la absurdidad o la trivialización de la tragedia, esta reciente “tempestad en un vaso de agua” ha generado llamamientos apasionados dentro de los medios y del Partido Demócrata para iniciar una nueva “investigación como la del 11-S” sobre las conversaciones del general Flynn con los rusos.

El contratiempo de Trump con a cuenta de su consejero de seguridad nacional hace peligrar una política exterior menos belicosa. Subraya el riesgo de confrontaciones nucleares y represión interna. Dichos peligros, que incluyen una posible purga antirusa –al estilo del tristemente célebre senador McCarthy– de los individuos realistas en política exterior, son responsabilidad exclusiva de la alianza de los ultramilitaristas del partido demócrata y los neoconservadores. En todo caso, nada de esto aborda los graves problemas socioeconómicos internos.

La búsqueda del equilibrio en el gasto y el comercio exterior

El compromiso público de Trump de reequilibrar las relaciones con la OTAN, es decir, reducir la cuota de EE.UU. en su financiación, ya ha dado comienzo. Actualmente, solo cinco miembros de la alianza cumplen con la contribución requerida. En el caso de que Alemania, Italia, España, Canadá, Francia y otros 18 miembros cumplieran con sus compromisos, el presupuesto de la OTAN aumentaría en más de 100.000 millones de dólares, lo que reduciría el desequilibrio en la balanza exterior de EE.UU.

Evidentemente, sería mucho mejor para todos que la OTAN se desmantelara y que las distintas naciones que la forman reasignaran sus partidas de millardos de dólares hacia gastos sociales y el desarrollo de sus economías domésticas.

Trump ha anunciado importantes esfuerzos para reducir el desequilibrio comercial con Asia.
Al contrario de lo que se afirman algunos “expertos” en comercio exterior en los medios de comunicación, China no es el único de los “infractores”, ni siquiera el mayor, que se aprovechan del desequilibrio comercial con Estados Unidos.

El actual superávit en el balance comercial de China equivale al 5% de su PIB, el de Corea del Sur al 8%, el de Taiwán al 15% y el de Singapur al 19% respectivamente. El objetivo de Trump es reducir el desequilibrio comercial de EE.UU. a 20.000 millones de dólares con cada uno de los países, equivalente al 3% del PIB. La cuota de Trump de 100.000 millones de dólares contrasta agudamente con el desequilibrio comercial de los “Cinco Grandes” asiáticos (Japón, China, Corea del Sur, Taiwán y Singapur), equivalente a 700.000 millones de dólares en 2015, según datos de FMI.

En resumen, Trump está actuando para reducir los desequilibrios externos un 85% con el fin de incrementar la producción doméstica y crear empleos en las industrias ubicadas en Estados Unidos.

Trump y Latinoamérica

La política latinoamericana de Trump se ha centrado fundamentalmente en México y, en mucha menor medida, en el resto del continente.

La principal decisión de la Casa Blanca ha sido echar por tierra el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica de Obama (TPP, por sus siglas en inglés), que favorecía a las corporaciones multinacionales que explotan la mano de obra de Chile, Perú y México y resultaba atractivo para los regímenes neoliberales de Argentina y Uruguay. Trump hereda del presidente Obama numerosas bases militares en Colombia, la base de Guantánamo en Cuba y las bases de Argentina. El Pentágono continúa la guerra fría de Obama contra Venezuela y ha acusado de forma falsaria al vicepresidente de aquel país de tráfico de drogas.

Trump ha prometido cambiar la política comercial y de inmigración con México. A pesar de la amplia oposición que ha levantado su política migratoria, aún le falta mucho para igualar la expulsión masiva de emigrantes mexicanos y centroamericanos acometida por Obama, campeón indiscutible en ese campo, que deportó a 2,2 millones de emigrantes junto a sus familias en ocho años, o lo que es igual, unos 275.000 al mes. En su primer mes al mando, el presidente Trump ha expulsado solo un 10% del porcentaje medio deportado por Obama.

El presidente Trump ha prometido renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), imponiendo una tasa sobre las importaciones y persuadiendo a las empresas multinacionales para que regresen e inviertan en EE.UU.

Hay muchas ventajas ocultas para México si decide responder a las políticas de Trump con sus propias medidas económicas de “proteccionismo recíproco”. Bajo el NAFTA, 2 millones de agricultores mexicanos entraron en bancarrota y se han dedicado millardos de dólares a la importación de arroz, maíz y otros alimentos de primera necesidad (subvencionados), de EE.UU. Una política de “primero México” podría reavivar la agricultura mexicana para el consumo doméstico y la exportación; esto disminuiría la emigración de campesinos mexicanos. México podría renacionalizar su sector petrolero e invertir en refinerías en el propio país, lo que le supondría la ganancia de millardos de dólares y reduciría la importación de productos petroleros refinados de EE.UU. Al tener que implantar una política de sustitución de las importaciones, la manufactura local podría reactivar el mercado y el empleo internos. Aumentarían los trabajos en la economía formal y se reduciría el número de jóvenes en paro, carne de cañón para los cárteles de la droga y otras bandas criminales. Mediante la nacionalización de los bancos y el control de los flujos de capital, México podría interrumpir la fuga de capitales cifrada en alrededor de 50.000 millones de dólares de fondos ilícitos al año. Por su parte, estos programas nacional-populares incentivarían la elección de nuevos líderes que podrían iniciar la purga de la policía corrupta, los militares corruptos y los líderes políticos corruptos.

En resumen, aunque las políticas de Trump podrían causar algunas pérdidas a corto plazo, a medio y largo plazo pueden suponer sustanciales ventajas para el pueblo mexicano y su nación.

Democracia

La elección del presidente Trump ha provocado una virulenta campaña autoritaria que amenaza nuestras libertades democráticas.

La propaganda continuada y bien coordinada emitida por todos los grandes medios de comunicación y por los dos principales partidos políticos ha fabricado y distorsionado informes y ha alentado a los representantes elegidos a atacar salvajemente a las personas nombradas por Trump para hacerse cargo de las responsabilidades en política exterior, forzando dimisiones e inversión de las políticas. La dimisión forzosa del consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn ha puesto de manifiesto la agenda belicista del partido demócrata contra la Rusia en poder de armas nucleares. Los senadores liberales, que solían pronunciar grandiosos discursos contra “Wall Street” y el “Uno por ciento”, ahora exigen que Trump se niegue a colaborar con el presidente Putin para detener la amenaza real que supone el Estado Islámico, mientras apoyan a los neonazis ucranianos. Los iconos liberales presionan abiertamente para incrementar la presencia de buques de guerra en Asia con el fin de provocar a China, a la vez que se oponen a la política de Trump favorable a renegociar los tratados comerciales con Pekín.

Hay multitud de peligros y ventajas ocultos en esta guerra política de partidos.

Trump ha sacado a la luz las mentiras y distorsiones sistémicas de los medios de comunicación, confirmando la desconfianza que les profesa la mayoría del pueblo. Esta baja opinión que tienen los estadounidenses, especialmente los que habitan el devastado centro del país (aquellos a quienes Hillary Clinton llamaba “los deplorables”) se corresponde claramente con el profundo desdén de los medios por esta enorme porción del electorado. En realidad, la cháchara constante de los medios acerca de cómo los malvados “rusos” habían pirateado las elecciones presidenciales de EE.UU. dando la victoria a Donald Trump es más bien una cortina de humo para enmascarar su reticencia a denunciar abiertamente a los “blancos pobres” –incluyendo a los trabajadores y campesinos estadounidenses– que votaron abrumadoramente por Trump. Este elemento regional y de clase ayuda mucho a explicar la continua histeria provocada por la victoria de Trump. Las élites, los intelectuales y los burócratas están furiosos por el hecho de que “la canasta de deplorables” de Clinton rechazara al sistema y a sus portavoces bien peinados y de uñas cuidadas.

Por vez primera, se ha abierto un debate político sobre la libertad de expresión al más alto nivel del gobierno. Ese mismo debate se prolonga al modo en que el nuevo presidente se ha enfrentado al enorme e incontrolado aparato policial del Estado (el FBI, la NSA, la CIA, la Seguridad Nacional, etc.), tremendamente ampliado bajo la presidencia de Obama.

La política comercial y de alianzas de Trump ha despertado al Congreso y ha provocado que empiece a debatir sobre temas sustanciales en vez de hacerlo por nimiedades de procedimientos internos. La retórica política de Trump ha provocado manifestaciones masivas de protesta, algunas de buena fe, aunque otras pagadas por los megamillonarios que respaldan al Partido Demócrata, como el “Padre de las Revoluciones de Colores” George Soros. Sería importante saber si estas manifestaciones pueden provocar la aparición de auténticos movimientos democráticos y socialistas de base capaces de organizarse y aprovechar la división en las élites.

Las falaces acusaciones de contactos “traicioneros” con el embajador ruso que supuestamente realizó el consejero de Seguridad Nacional de Trump Michael Flynn cuando todavía era civil y la utilización de la Ley Logan relativa a la discusión de política exterior con gobiernos extranjeros abren la posibilidad de investigar a algunos legisladores, como Charles Schumer y otros cientos, por discutir la posición estratégica de EE.UU. con autoridades israelíes…

Gane o pierda, la administración Trump ha provocado un debate sobre las posibilidades de paz con una superpotencia nuclear, sobre la reconsideración del inmenso déficit comercial y la necesidad de defender la democracia contra amenazas autoritarias de la denominada “comunidad de inteligencia” contra un presidente electo.

Trump y la lucha de clases

La agenda socioeconómica de Trump ya ha puesto en marcha poderosas corrientes subterráneas del conflicto de clases. Los medios de comunicación y la clase política se han centrado en los conflictos relativos a la inmigración, los temas de género y las relaciones con Rusia, la OTAN e Israel así como en las políticas internas del partido. Estos conflictos oscurecen antagonismos de clase más profundos, procedentes de las propuestas económicas radicales del presidente.

Sus propuestas para reducir el poder de las instituciones federales de regulación y de investigación, simplificar y reducir los impuestos, recortar la partida destinada a la OTAN, renegociar o dar por finalizados los acuerdos multilaterales y recortar los presupuestos de investigación, sanidad y educación, amenazan el empleo de millones de trabajadores y funcionarios del sector público en toda la nación. Entre los cientos de miles de manifestantes que han participado en las marchas de mujeres por la inmigración y la educación, miles son empleados públicos y sus familiares, que ven amenazado su sustento económico. Lo que, en una primera instancia pueden parecer protestas por determinados derechos humanos, culturales o identitarios, en realidad son manifestaciones de una lucha más profunda y más general de los empleados del sector público que se oponen a la agenda privatizadora del Estado, que a su vez obtiene su respaldo de clase de los pequeños empresarios atraídos por la bajada de impuestos y una reducción de las cargas regulatorias, así como de los cuadros de las escuelas y los hospitales privados que gozan de subvención estatal.

Las medidas proteccionistas de Trump, entre las que se incluyen las ayudas a la exportación, enfrentan a los fabricantes internos con los importadores multimillonarios de bienes de consumo baratos.

Las propuestas de Donald Trump destinadas a desregular el petróleo, el gas, la madera, las exportaciones agrícolas y minerales y las inversiones en grandes infraestructuras tienen el respaldo de los jefes y trabajadores de dichos sectores. Ello ha provocado un grave conflicto con los ecologistas, los trabajadores y productores comunitarios, los pueblos indígenas y sus simpatizantes.

La idea inicial de Trump de movilizar a las fuerzas internas opuestas a continuar destinando gran parte del presupuesto federal a las guerras en el extranjero y partidarias de la construcción de un imperio basado en las relaciones de mercado ha sido derrotada por los esfuerzos conjuntos del complejo militar-industrial, el aparato de inteligencia y sus defensores dentro de la coalición de las élites políticas liberal-neoconservadoras-militaristas y sus seguidores de masas.

La lucha de clases en curso se ha profundizado y amenaza con destruir el orden constitucional en dos sentidos: el conflicto puede llevar a una crisis institucional, a la destitución forzosa de un presidente electo y a la instalación de un régimen híbrido, que preservaría los programas más reaccionarios de ambas partes de la lucha de clases. Podría llegar a ocurrir que importadores, inversores y trabajadores de las industrias extractivas, defensores de la educación y la sanidad privatizadas, belicistas y miembros del politizado aparato de seguridad se hicieran con el control total del Estado. Por otro lado, si la lucha de clases consigue movilizar a los trabajadores del sector público, a los del sector comercial, a los desempleados, a los demócratas contrarios a la guerra, a los emprendedores de la tecnología de la información y a los patronos que dependen de inmigrantes cualificados, así como a los científicos y a los ecologistas en un movimiento de masas dispuesto a apoyar un salario digno y a unirse en torno a intereses de clase comunes, será posible lograr un profundo cambio del sistema. A medio plazo, la unión de estos movimientos de clase puede llevar a un régimen híbrido progresista.

Texto completo en: http://www.lahaine.org/diplomacia-lucha-de-clases-y

Imagen: https://quienestadetras.files.wordpress.com/2013/12/f7d75-repartiendodemocracia.png

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En Francia algunos grupos de inmigrantes tienen más educación que la media de la población

Francia /16 febrero 2017/Fuente: La Vanguardia

Un estudio realizado demográfico francés tira por los suelos algunos de los tópicos que comúnmente se suelen asociar a los migrantes.

Un estudio realizado por un demógrafo francés tira por los suelos algunos de los tópicos que comúnmente se suelen asociar a los inmigrantes. Como las primeras generaciones suelen tener trabajos poco cualificados y muchos vienen de países con problemas, se tiende a pensar que esas personas tienen bajos estudios. Pero no siempre es así.

Muchos de los migrantes establecidos en Francia llegan al país con títulos universitarios en la maleta, tanto es así que en ocasiones incluso superan a la media francesa. Esto es lo que revela el trabajo de Ichou Mathieu, un investigador en el Instituto Nacional de Estudios Demográficos (INED), en una obra titulada “El nivel de educación de los inmigrantes: variado y muchas veces mayor que en los países de origen”, según publica Le Monde .

El 37% de los rumanos tiene título universitario, el 43% de los chinos, el 35% de los vietnamitas y el 32% de los polacos, una cifra muy por encima al 27% de los franceses

El demógrafo señala que ciertos grupos de inmigrantes tienen más formación que la media de la población francesa. Por ejemplo, el 37% de los inmigrantes nacidos en Rumanía y que viven en Francia tiene un título de enseñanza superior, el 43% de los chinos, el 35% de los vietnamitas y el 32% de los polacos, una cifra muy por encima al 27% de la población adulta de Francia con titulación universitaria. El mismo porcentaje que los senegaleses residentes en el país.

También es cierto que otras diásporas tienen una taza menos, como los tunecinos (el 21%), los marroquíes (el 19%) o los argelinos (18%). Pero a menudo, esas tasas son superiores a las de la media de su país. Es el caso de los inmigrantes afganos en Austria, entre los que sólo el 11% tienen titulación universitaria. No obstante, la media de su país es el 3%.

Otro de los tópicos que entierra el demógrafo es el de que se trata de gente de clase baja. Mathieu pone el ejemplo de los inmigrantes provenientes de Mali que, normalmente, provienen de la clase media o alta de su país.

Fuente:http://www.lavanguardia.com/internacional/20170215/4250087238/francia-grupos-inmigrantes-mas-educacion-media-poblacion.html

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Donald Trump, la universidad y los hechos alternativos

Por Adolfo Gilly

El presidente de Bard College, antigua y respetada institución universitaria de Estados Unidos, profesor Leon Botstein, acaba de difundir un severo documento en defensa del conocimiento científico y de la libertad de investigación y enseñanza en Estados Unidos, hoy bajo la amenaza de las políticas irracionales del presidente Donald Trump en materia de educación e investigación científica y humanista. [oncampus@nytimes.com]

Las universidades de México, y en primer lugar la Universidad Nacional Autónoma de México, así como nuestros históricos y estrechos lazos con las universidades y los universitarios de Estados Unidos en investigación, enseñanza, intercambio de estudiantes, profesores e investigadores e información académica y científica, caen bajo esa misma amenaza. Es preciso enfrentarla juntos, con los instrumentos de la razón y la sólida calma de la decencia. Esto es cuanto escribe el profesor Leon Botstein:

“Nunca desde el tiempo de la caza de brujas y el mac-cartismo, la universidad estadunidense ha sufrido una amenaza tan grande por parte del gobierno. ¿Cómo va a funcionar la universidad cuando desde la presidencia y su gobierno se borra la diferencia entre hecho y ficción, postulando la existencia de hechos alternativos? ¿Cómo es posible que la universidad cierre los ojos ante lo que todo historiador conoce como un instrumento clave de los regímenes autoritarios modernos: la capacidad de disfrazar de verdad a la mentira, y de rechazar los resultados de la argumentación razonada, la evidencia y la verificación rigurosa?”

La atmósfera de sospecha e inseguridad creada por el desprecio por la verdad crea el ambiente perfecto para las medidas recientes del presidente Trump contra la inmigración. El futuro de la universidad en Estados Unidos y, en realidad, su razón de ser fundamental, están en peligro bajo un gobierno que construye muros en la frontera mexicana, cierra la entrada a los inmigrantes musulmanes y denigra la idea de Estados Unidos como tierra de destino para los refugiados.

El profesor Botstein, descendiente de inmigrantes alemanes perseguidos por el nazismo, recuerda cómo aquella inmigración contribuyó a “trasformar un sistema educativo universitario provinciano de segundo nivel, en el más refinado del mundo entero. […] Una proporción asombrosamente grande de estudiantes titulados y profesores en ciencia son hoy extranjeros o inmigrantes”.

¿Qué sucederá con nuestras grandes instituciones públicas de investigación científica?, se pregunta. ¿Habrá una reducción continua del apoyo a la investigación fundamental a favor de la que sirve a determinados productos comerciales? Los mayores progresos en medicina provinieron de la investigación realizada después de la Segunda Guerra Mundial, cuyo motivo exclusivo era permitir a la humanidad comprender mejor la naturaleza, no producir un fármaco nuevo.

“¿Qué haremos nosotros, los dirigentes de nuestras instituciones de educación universitaria –prosigue el profesor de Bard College– frente a un presidente que niega los hechos, que niega la ciencia? ¿Será mejor callar cuando repudia la ciencia del clima y revive teorías ya desechadas sobre el autismo? Ni los hechos ni las fotografías le impidieron rechazar la evidencia sobre los resultados de la elección presidencial o el tamaño de las multitudes durante su toma de posesión”. No es cuestión de partidos políticos: Se trata de cuál es el papel y la función de la academia en tiempos turbulentos:

Los presidentes de nuestros colegios y universidades deben defender los principios que han permitido que florezcan nuestras instituciones de educación superior: la libertad, la tolerancia y la apertura a todas las personas cualquiera fuere su origen nacional o su religión. Las acciones y el espíritu del nuevo gobierno amenazan los valores esenciales de la universidad estadunidense.

Las voces de nuestros dirigentes en la educación superior tienen que oírse contra tal amenaza. No es una causa partidaria. Nuestra causa es una democracia donde sean bienvenidos los ciudadanos de todo el mundo, donde estén protegidas las minorías y se respete el desacuerdo. Tal democracia es el único marco donde la investigación, la enseñanza y la búsqueda del conocimiento pueden prosperar. Ha llegado el tiempo de actuar juntos. El mundo debe tener claro qué defiende la universidad de Estados Unidos.

Los profesores, los investigadores, los estudiantes de Estados Unidos, mujeres y hombres, jóvenes y no, razonarán, resistirán, trabajarán y podrán prevalecer sobre las verdades alternativas, la ignorancia y la barbarie del Gran Dinero convertido en poder.

Desde la UNAM, las universidades, los colegios, las escuelas de todo el territorio mexicano es preciso apoyarlos, invitarlos, visitarlos, reunir fuerzas materiales y espirituales para defender y proteger a este México agredido, amenazado e insultado un día sí y el otro también por el presidente Donald Trump, sus funcionarios y su poder financiero, territorial y militar.

Podremos así plantar bandera y presencia desde donde somos y donde estamos, ahora que el gobierno federal en los hechos, los gestos y los dichos está mirando cómo pasa el tiempo.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/02/09/opinion/016a1pol
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Chile: Pobreza en niños migrantes duplica los niveles nacionales

América del Sur/Chile/7 de febrero de 2017/Fuente: la tercera

Carencias múltiples afectarían al 40% de los menores extranjeros. Hacinamiento y fragilidad de redes son los focos más complejos.

Altos niveles de pobreza, tanto por ingresos como multidimensional, afecta a niños y adolescentes inmigrantes, duplicando el promedio nacional, y se concentra principalmente en familias de extranjeros provenientes de países latinos y que residen en la Región Metropolitana. Esas son las principales conclusiones de un estudio realizado por el Núcleo de Investigación en Migraciones de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. Central, que analizó los datos arrojados por la Encuesta Casen 2015, para determinar cuáles son los índices de pobreza en que viven los menores migrates.

Así, este estudio, que será publicado en el Informe Infancia Cuenta 2016, del Observatorio de la Niñez y Adolescencia, reveló que el 40% de los niños de familias extranjeras viven en pobreza multidimensional, es decir, sufren carencias en los ámbitos de salud, educación, vivienda y redes familiares y sociales. Esto es casi el doble que el promedio nacional que se sitúa en 22%. Asimismo, el 11% vive en pobreza extrema, una cifra 5,2 puntos porcentuales mayor al índice país.

Esta condición se manifiesta principalmente en los menores de cinco años, entre los cuales el 13% vive en pobreza extrema y el 49% en pobreza multidimensional, afectando especialmente a niños de familias de origen latinoamericano que viven en la RM, donde reside el 67% de los menores inmigrantes (ver infografía).

NAC niños pobres inmigrantes

“El estudio demuestra que los niños migrantes están en condiciones de vulnerabilidad mucho mayor en comparación con el resto de los niños”, explica Daisy Margarit, coordinadora del Núcleo.

Según la investigadora, una de las dimensiones más complejas es la cohesión de redes y “se ve agravada cuando los padres están en una situación migratoria irregular. En estos casos, el acceso a la salud se restringe básicamente a las urgencias, en tanto que los programas de educación, como el Chile Crece Contigo, terminan siendo incapaces de acortar las brechas de desigualdad”, dice Margarit.

Para el coordinador de Estudios del Observatorio de la Niñez y Adolescencia, Nicolás Contreras, son especialmente graves las condiciones de hacinamiento. “Un 47,7% de niños y niñas y adolescentes migrantes vive en hacinamiento. Este es un foco muy complejo, ya que estos espacios se vuelven muy propensos a que se produzcan situaciones de abuso o violencia, además que no permite el desarrollo de la autonomía de los chicos”, asegura.

Al respecto, la diputada Claudia Nogueira (UDI), miembro de la comisión investigadora de la situción de los menores en Chile, afirma que “para abordar la inmigración, el gobierno debe tener en cuenta, antes que todo, el interés superior de los menores en sus actuaciones y su impacto familiar”, dijo.

La diputada por Antofagasta Marcela Hernando (PR) opina que “las políticas públicas deben hacerse cargo de forma focalizada de estas situaciones que afectan particularmente a las regiones del norte y a la RM”, añadió.

Fuente:http://www.latercera.com/noticia/pobreza-ninos-migrantes-duplica-los-niveles-nacionales/

Imagen: d2vpb0i3hb2k8a.cloudfront.net/wp-content/uploads/sites/7/2016/10/29/2311983-820×385.jpg

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Estados Unidos: Trump Order Will Block 500,000 Legal U.S. Residents from Returning to America From Trips Abroad

Estados Unidos/Enero de 2017/Autor: Marcelo Rochabrun/Fuente: Propública

RESUMEN: Al prohibir a los recién llegados de siete países que ingresen a los Estados Unidos durante los próximos 90 días, el presidente ha utilizado un lenguaje que afectará a los que están en los Estados Unidos ya con visas y tarjetas verdes. Una portavoz del Departamento de Seguridad Nacional dijo a Reuters el sábado por la mañana que la orden ejecutiva del Presidente de hecho detendrá a los titulares de tarjetas verdes de siete países de regresar a los Estados Unidos si viajan al extranjero. «Abrirá a los titulares de tarjetas verdes», dijo la portavoz. Cuando más detalles se filtraron esta semana sobre una serie de órdenes ejecutivas relacionadas con la inmigración del presidente Donald Trump, mucha discusión pública se centró en la prohibición de 30 días de nuevas visas para ciudadanos de siete países «propensos al terrorismo». Pero la orden firmada esta tarde por Trump es en realidad más severa, aumentando la prohibición a 90 días. Y sus efectos podrían extenderse mucho más allá de impedir que los recién llegados de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, entren en los EE.UU., advogados consultados por ProPublica dijo.

In banning newcomers from seven countries from entering the United States for the next 90 days, the president has used language that will affect those who are in the U.S. already on visas and green cards.

A spokeswoman for the Department of Homeland Security told Reuters on Saturday morning that the President’s executive order will, in fact, stop green card holders from seven countries from returning to the United States if they travel abroad. “It will bar green card holders,” the spokeswoman said.

When details leaked earlier this week about a spate of immigration-related executive orders from President Donald Trump, much public discussion focused on a 30-day ban on new visas for citizens from seven “terror-prone” countries.

But the order signed this afternoon by Trump is actually more severe, increasing the ban to 90 days. And its effects could extend well beyond preventing newcomers from Iran, Iraq, Libya, Somalia, Sudan and Yemen, from entering the U.S., lawyers consulted by ProPublica said.

It’s also expected to have substantial effects on hundreds of thousands of people from these countries who already live in the U.S. under green cards or on temporary student or employee visas.

Since the order’s travel ban applies to all “aliens” — a term that encompasses anyone who isn’t an American citizen — it could bar those with current visas or even green cards from returning to the U.S. from trips abroad, said Stephen Legomsky, a former chief counsel to the U.S. Citizenship and Immigration Services under President Obama.

“It’s extraordinarily cruel,” he said.

The order bans the “entry” of foreigners from those countries and specifically exempts from the ban those who hold certain diplomatic visas.

Not included in the exemption, however, are those who hold long-term temporary visas — such as students or employees — who have the right to live in the United States for years at a time, as well as to travel abroad and back as they please.

“If applied literally, this provision would bar even those visitors who had made temporary trips abroad, for example a student who went home on winter break and is now returning,” Legomsky said on Friday evening executive order.

Trump made “extreme vetting” of foreigners a cornerstone of his campaign, particularly those from countries that are predominantly Muslim and that he considers hostile to the U.S.

“I’m establishing new vetting measures to keep radical Islamic terrorists out of the United States of America. We don’t want them here,” Trump said this afternoon, describing the intention of the executive order. “We want to ensure that we are not admitting to our country the very threats our soldiers are fighting overseas.”

Trump signed the directive just before 5 p.m. but it took the White House almost three hours to release the actual text.

About 25,000 citizens from the seven countries specified in Trump’s ban have been issued student or employment visas in the past three years, according to Department of Homeland Security reports.

On top of that, almost 500,000 people from the seven countries have received green cards in the past decade, allowing them to live and work in the United States indefinitely. Legally speaking, green card holders are considered aliens. While lawyers are unsure if they would actually be barred from reentering the U.S. if they have traveled abroad, they conceded it’s a possibility.

The White House did not immediately respond to a request for comment asking for clarification on the meaning of the executive order.

Citizens of Iran and Iraq far outnumber those from the other five countries among green card and visa holders. In the past 10 years, Iranian and Iraqi citizens have received over 250,000 green cards.

Iran also has the 11th most students in the U.S. among foreign nations, according to the Institute of International Education’s Open Doors report, which tracks the demographics of international students.

“We are inundated with calls and questions of how this is going to affect people,” said Jamal Abdi, policy director for the National Iranian American Council, an organization that advocates for better relations between Iranian and American people.

Abdi is concerned the temporary ban will become permanent. The order says the 90-day ban is meant to allow the U.S. and the seven targeted countries to discuss what information would need to be shared in order to start granting visas once again. But if no agreement is reached, citizens would remain blocked from entry.

“My interpretation is that the Iranian government is not going to comply regarding sharing information,” Abdi said, “which would render this a permanent ban.”

Fuente: https://www.propublica.org/article/trump-executive-order-could-block-legal-residents-from-returning-to-america

Imagen: https://www.nytimes.com/2017/01/28/us/trumps-immigration-ban-disapproval-applause.html?_r=0

 

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El muro de Trump contra América Latina

Por: Ilka Oliva Corado

Sin ir tan lejos, el muro que pretende construir Trump no detendrá la inmigración forzada de latinoamericanos, porque se debe a la política externa de Estados Unidos y su injerencia en América Latina. Primordialmente. El asedio constante, la intromisión en asuntos internos de otros países que toma como propios. El saqueo despiadado en tierras que siempre ha vulnerado a su antojo.

Si especificamos la migración de centroamericanos y mexicanos hacia Estados Unidos y nos adentramos un poco en la historia de los últimos 50 años en la región, veremos con detenimiento el papel que jugó el Plan Cóndor y las dictaduras impuestas que dieron paso a la creación de gobiernos neoliberales que responden a mandatos estadounidenses.

Las personas no se van porque es un lujo vivir en Estados Unidos, se van porque son obligadas a salir de sus países de origen. Las obligan los gobiernos corruptos con políticas clientelares e impunes que benefician a las grandes corporaciones de la oligarquía y del extranjero.

Estados fallidos, las grandes mafias que pululan en el sistema de justicia, de educación, de salud. La carencia de una infraestructura adecuada. La nula oportunidad de desarrollo que ofrezca y respalde una vida saludable e integral. Las razones están a flor de piel, son visibles y palpables, no podemos ser inmunes a la tragedia de la migración forzada. Ni nosotros como ciudadanos, ni la mediatización y mucho menos los gobiernos del país de origen, traslado y llegada.

Trump lo sabe, sabe que sí ayudaría y bastante eliminar la versión renovada del Plan Cóndor. Terminar de tajo con el carácter injerencista de las embajadas estadounidenses al sur del río Bravo. Devolver lo robado. Dejar de promover, manipular y llevar a cabo golpes de Estado.

Sacar de los países latinoamericanos la bases militares estadounidenses que de misiones humanitarias no tienen nada.

Si Trump realmente quiere terminar con la inmigración forzada de latinos hacia Estados Unidos, debe cortar de tajo con el Plan Mérida, el Plan Frontera Sur, el Plan Maya-Chortí , el Plan Alianza para la prosperidad, más al sur el Plan Colombia. Eso para comenzar.

Terminar con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana. El Tratado de Libre Comercio Chile-Estados Unidos. El Tratado de Libre Comercio Perú – Estados Unidos y, por supuesto dejar de insistir en que Suramérica le dé el sí con el Área de Libre Comercio de las Américas.

Porque todos estos tratados son nada más renovaciones del Plan Cóndor disfrazados de políticas de inclusión y hermandad entre países; son injerencias aceptadas por los gobiernos de carácter corporativo que solo benefician a las oligarquías y a Estados Unidos. Son maquinarias de destrucción masiva de vidas humanas y del ecosistema de Latinoamérica. Empobrecen más la región y la destruyen.

Mientras Estados Unidos no deje su injerencia en América Latina, no habrá muro que sea capaz de detener la migración forzada. Por más deportaciones masivas, la gente necesita comer y a Estados Unidos viene a buscar el sustento que le niega y le roba su país de origen.

Lo triste de todo esto es que, mientras se firman Acciones Ejecutivas y palabras van y palabras vienen, miles siguen muriendo en la frontera de la muerte, miles siguen siendo secuestrados, torturados y desparecidos, en su paso por Centroamérica y México buscando llegar a Estados Unidos. ¿Qué gobierno firmará una Acción Ejecutiva para detener ese genocidio de indocumentados? ¿Quién se indignará ante tanta tragedia?

No es un muro, es la injerencia de Estados Unidos en Latinoamérica.

Posdata: Ya que estamos en éstas, ¿cuándo firmará una Acción Ejecutiva para eliminar el Decreto contra Venezuela? Digo, aprovechando lo de la feria de firmas de Acciones Ejecutivas.

Fuente: https://www.aporrea.org/internacionales/a240569.html

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